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1.1. La ética.
Conjunto de normas, principios morales, conductas que rigen el comportamiento de los
individuos dentro de la sociedad. (Ser éticos consiste en hacer las cosas bien, y actuar
conforme a lo que la sociedad califica como correcto.)
La ética, desde el punto de vista etimológico, es una ciencia que estudia el ethos, es
decir, algo característico de las costumbres o de los modos habituales de actuar, y por
fin, de la propia naturaleza o capacidad natural del hombre para comportarse de una u
otra manera con un fin determinado.
La palabra ética proviene del griego ethikos (“carácter”). Se trata del estudio de la moral
y del accionar humano para promover los comportamientos deseables. Una sentencia
ética supone la elaboración de un juicio moral y una norma que señala cómo deberían
actuar los integrantes de una sociedad.
Según [ CITATION Cor04 \l 10250 ],”La ética trata de las costumbres y modos de ser,
con las obligaciones respectivas, del ser humano”…” La ética surge de la cultura y,
luego, la moldea. La cultura nos dice sobre el inconsciente colectivo de un pueblo. La
ética es la expresión consciente de aquella manifestación cultural”.
[ CITATION Ase17 \l 10250 ]Citada en uno de sus artículos menciona; “La ética se refiere a
las normas y comportamientos adecuados para convivir con los demás y para el
progreso de los seres humanos. La ética es lo que nos permite evitar, minimizar y
resolver conflictos entre los seres humanos. Todos los seres humanos compartimos una
misma naturaleza. Y parte de la naturaleza humana es la razón. La ética se aplica a los
seres humanos porque solo nosotros tenemos el desarrollo anatómico y mental evolutivo
para entender, argumentar, tener criterio”.
Los autores del libro [ CITATION Ped \l 10250 ], citan: Que existen distintos
argumentos que justifican una determinada conducta humana u otra a través de la
historia. Si preguntas a cualquier persona de tu alrededor si quiere ser feliz, te dirá que
sí. Sin embargo, muy posiblemente cada uno de vosotros por feliz y por bueno entendáis
cosas diferentes. Es más, tal vez esa persona te plantee que es difícil ser libre, hacer el
bien y ser feliz, todo a la vez.
Parece que es necesario saber según qué criterios y qué normas diseñamos nuestra vida
y regimos nuestras actuaciones, para ser lo mejor y lo más felices que podamos. Así
pues, dado que hay muchas maneras de entender el bien y la felicidad, conviene conocer
las distintas teorías éticas que han aparecido a lo largo de la historia. Las vamos a
dividir en dos grandes grupos: éticas materiales y formales.
Las éticas materiales poseen un contenido moral, es decir, unos preceptos, valores y
normas morales previas, ajenas y superiores a nosotros, que nos indican lo que debemos
hacer y lo que debemos evitar, lo que es bueno y lo que es malo. Estas éticas parten de
la existencia de un fin último o bien supremo (que según unos consisten en la felicidad,
según otros en el placer, para otros es Dios, para otros la utilidad…) y, a partir de dicho
fin, derivan su contenido moral. De acuerdo con ello, serán buenos o positivos los actos
que conduzcan a dicho fin y malos o negativos los que nos aparten de él.
Las éticas formales, en cambio, carecen de contenido. Este tipo de éticas señalan que
nuestros deberes u obligaciones no surgen desde ningún fin último ajeno a nosotros, ni
desde ninguna norma, costumbre o precepto previamente existentes. Para ellos los
deberes y obligaciones surgen de nosotros mismos, desde nuestra propia conciencia,
nuestros propios sentimientos o nuestra propia voluntad. Es decir, nada ni nadie nos
señala lo que debemos hacer y lo que debemos evitar, sino que somos nosotros mismos
los que nos damos nuestras propias normas y nuestros propios preceptos.
Las éticas materiales insisten en calificar qué actos son buenos y cuáles son malos. Las
éticas formales, sin embargo, hacen hincapié en la libertad.
Por eso se dice que las éticas materiales son heterónomas (heteros, “otro” y nomos,
“norma”), ya que el ser humano recibe la norma desde “otro”, desde fuera de uno
mismo. En cambio, las éticas formales son autónomas (autos, “uno mismo”) porque en
éstas es el propio ser humano el que se proporciona a sí mismo las normas y los
preceptos.
Tipos de ética:
Según [ CITATION Hei04 \l 10250 ] la ética se subdivide en; “Normativa y de
situacional”.
Ética normativa.
La Ética Normativa apela a la naturaleza de la acción moral. La acción moralmente
buena, afirma, indica una adecuación singular a la esencia y dignidad del hombre como
sujeto de moralidad. Una acción moralmente buena, por ejemplo, un acto de
autodisciplina, se distingue específicamente de las otras acciones buenas -por ejemplo,
de un acto intelectual o artístico bien logrado- en que no sólo convierte al hombre en un
buen pensador o artista, sino en un hombre bueno, en toda la plenitud de su carácter
humano.
Esto se modifica también por el hecho de que una acción moral sólo es posible como
afirmación de la voluntad libre que distingue esencialmente al hombre de lo
infrahumano. En cuanto que la moralidad de una acción radica en su adecuación
absoluta a la esencia y dignidad del sujeto moral, a la esencia del hombre, aparece ésta
como medida de la moralidad.
Ahora bien, la esencia del hombre es la misma en todos los pueblos y tiempos, y no
depende de circunstancias y condiciones históricas interiores o exteriores. Por
consiguiente, la medida de la moralidad es algo general, que vale exactamente igual
para todos los pueblos, tiempos y situaciones.
Ética de situación.
El punto de vista de la ética normativa de que la moral es por principio algo general
parece estar en contradicción con el hecho de que toda acción moral no se da en una
esfera universal, sino en una situación histórica concreta. Pero esta situación concreta no
puede nunca ser medida adecuadamente por una norma general. Es más: lo general, por
ser de naturaleza distinta a lo concreto-individual, parece no ser susceptible de ser
puesto en correlación con esto, y ser por tanto, inservible como norma del obrar
concreto.
Por ejemplo: la norma general de la “justicia”, qué dice respecto de una situación
concreta como ésta: ¿dar a un obrero dos o tres mil pesos? ¿O respecto de una mujer
que es esposa y madre, en una situación en la que le es exigido asistir a su esposo y
simultáneamente ayudar a sus hijos? A ambos aspectos generales, del “ser- esposa” y
del “ser-madre”, corresponden dos normas éticas generales, que se excluyen
mutuamente en su aplicación en esta situación concreta. Es decir, el deber ético no es
deducible de normas generales respecto de situaciones concretas, en las que hay que
actuar éticamente.
La Ética de Situación se opone a la opinión de la Ética Normativa según la cual sólo lo
general puede ser norma moral, y que lo general, por su parte, puede determinar
suficientemente la moralidad de la acción.
La Ética Normativa, por su parte, ya había rechazado la posición que adopta la Ética de
Situación la que afirma que sólo lo concreto-irrepetible puede constituir una norma y
que una norma universalmente válida es imposible, pues todos los módulos morales
están sometidos a un cambio constante. Con ello se anulan mutuamente ambos puntos
de vista. Lo cual significa, considerando bien el asunto, que ambos deben
complementarse y corregirse mutuamente y superándose en un plano superior, que una
el contenido de verdad de ambos, prescindiendo de sus errores.
Conclusión.
La ética son un conjunto de normas, leyes y estatutos que rigen el comportamiento para
un mejor actuar dentro de la sociedad. Nos sirve como camino hacia los que es justo y
correcto, traza una clara distinción entre los que es bueno y es malo.
Ser, adoptar y razonar éticamente nos ayuda en nuestro crecer como ser humanos,
racionales y pensantes. En si la ética es un estado de bienestar para lograr ser feliz
individual y grupal de las personas en la sociedad.
Ahora bien, la ética empresarial o la ética en los negocios empiezan a tomar relevancia
cuando salen a la luz pública las acciones poco responsables gestadas en los centros de
negocios y las empresas. Como por ejemplo, problemas de corrupción, maltrato a los
derechos humanos, violación de los derechos laborales, afectación de la calidad de vida
por daños al medio ambiente, etc. Esta serie de problemas pone en el centro del debate,
tanto a nivel académico como empresarial, la necesidad de adoptar y acogerse a la ética
como una forma de mejorar el entorno interno y externo de los trabajadores y de todos
los stakeholders.
Si bien, históricamente se han propuesto diversas teorías éticas que suelen ser aplicadas
a la ética empresarial, como loes la ética de las virtudes de Aristóteles (2006), la ética
del utilitarismo de Mill (2002), la teoría de la justicia de Rawls (2006), la ética del
cuidado de Gilligan (1982), la ética de la responsabilidad de Jonas (1993), o la ética
dialógica (Habermas, 2008) por mencionar algunas, es principalmente en la propuesta
de la ética kantiana (Kant,1921) donde se conjugan los pilares filosóficos que dan
sustento a la construcción de los códigos de ética. [ CITATION Arr14 \l 12298 ]
Los códigos de ética
Los códigos de ética funcionan como un marco de referencia para el comportamiento
ético y suponen la elaboración, el consentimiento y la aceptación de las normas que el
código contiene por parte de los colaboradores (Schwartz, 2001; Schwartz, 2004). Sin
embargo, este deber ser al que deberían estar comprometidos los colaboradores, en
ocasiones se encuentra muy distante de la realidad.
Si bien un código de ética no es garantía de un comportamiento ético, en la actualidad
son más las empresas que optan por tener esta herramienta como elemento rector de la
acción correcta en las relaciones dentro y fuera de la organización. Sin embargo, los
códigos de ética varían de acuerdo con el tipo de organización y el tipo de
responsabilidad.
Códigos de ética aplicados a la organización
Según el artículo sobre ética en las organizaciones Rodríguez y Díaz (2004, p. 43)
afirma “un código de ética no logra que los empleados sean intrínsecamente morales,
pero sí activa el sistema de valores de una organización, proporcionando un sentido
colectivo de lo bueno y de lo malo”. [ CITATION Arr14 \l 12298 ]
Los códigos de ética forman parte de las estrategias formales orientadas a fomentar la
ética en la organización y su proceso debe seguir un orden lógico (Argandoña, 2003).
Como parte del proceso de la definición e implementación de un código de ética
organizacional, una vez realizado el diagnóstico, definido el qué y alineada la acción, es
importante que al revisar el proceso, se hagan las adecuaciones pertinentes. Este último
paso permitirá que la cultura ética en la organización vaya hacia mejor.
La implementación de un código de ética para que rija el comportamiento de las
personas es muy importante ya que facilita las relaciones y acciones de las personas y
así los procesos mejoraran al tener ya principios establecidos.
Según Josué Ramírez en su artículo factores que influyen en la competitividad de las
empresas, menciona que Morales Zambrano (2009); aunque en relación con el sector
público, hace un especial énfasis en la importancia que se manifiesta en relación con la
ética en los objetivos organizacionales, en los directores, en el consumismo y la
protección al consumidor, como causa de cambio, en los efectos de propagación, así
como en la ética institucional y lo que tiene que ver con la corrupción, desarrolla un
cuadrante en forma de matriz que cruza la corrupción individual frente a la
descomposición institucional, donde muestra los márgenes de alejamiento de la ética
confrontando la corrupción de los individuos con los desempeños legítimos de las
instituciones. [ CITATION Jos16 \l 12298 ]
Desde esta perspectiva entendemos que la competitividad industrial es una medida de la
capacidad inmediata y futura del sector industrial para diseñar, producir y vender bienes
cuyos atributos logren formar un paquete más atractivo que el de productos similares
ofrecidos por los competidores: el juez final es el mercado.
Al final la ética aplicada en las organizaciones se ve reflejada en la competitividad de la
organización en el mercado, y ahora que la situación es más complicada ya que debido a
la globalización hay que competir a nivel mundial.
Se puede afirmar que el planteamiento teórico-filosófico de la ética empresarial no es de
reciente data, ha evolucionado a lo largo de los cambios ocurridos en el ámbito
económico, político, social, cultural entre otros, lo cual ha permitido construir un
camino largo y fructífero para la discusión y el análisis en torno al mundo empresarial.
Es importante destacar que la teoría filosófica dialógica sobre la cual se fundamenta la
ética empresarial, definida como unA actividad humana que nace en un contexto donde
la empresa no puede separar lo económico de lo social.
Bajo esta concepción, una empresa actuaría moralmente cuando sus acciones o
decisiones persigan en lo posible el diálogo y posterior acuerdo entre los grupos
inmersos en la actividad empresarial.
Así, la ética no solo ha vuelto a aparecer en el discurso filosófico, sino que esta
adquiriendo importancia en la medida en como las empresas no actúan únicamente
como unidades maximizadoras de utilidades, sino que la organización tiene numeroso
grupos de interrelación válidos representados por: clientes, proveedores, empleados,
competidores, sectores gubernamentales (nacional, regional y municipal) entre otros.
[ CITATION Nel10 \l 12298 ]
Estos grupos pueden cooperar entre sí pero a veces entran en conflicto, debiendo operar
a través de la comunicación para buscar satisfacer los intereses de estos y lograr la
cooperación y participación en las actividades organizacionales y de mercado.
2. BIBLIOGRAFÍA
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código de ética empresarial basado en la ética kaitiana. Cuadernos de Administración,
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