Está en la página 1de 10

1. MARCO TEÓRICO.

1.1. La ética.
Conjunto de normas, principios morales, conductas que rigen el comportamiento de los
individuos dentro de la sociedad. (Ser éticos consiste en hacer las cosas bien, y actuar
conforme a lo que la sociedad califica como correcto.)
La ética, desde el punto de vista etimológico, es una ciencia que estudia el ethos, es
decir, algo característico de las costumbres o de los modos habituales de actuar, y por
fin, de la propia naturaleza o capacidad natural del hombre para comportarse de una u
otra manera con un fin determinado.
La palabra ética proviene del griego ethikos (“carácter”). Se trata del estudio de la moral
y del accionar humano para promover los comportamientos deseables. Una sentencia
ética supone la elaboración de un juicio moral y una norma que señala cómo deberían
actuar los integrantes de una sociedad.
Según [ CITATION Cor04 \l 10250 ],”La ética trata de las costumbres y modos de ser,
con las obligaciones respectivas, del ser humano”…” La ética surge de la cultura y,
luego, la moldea. La cultura nos dice sobre el inconsciente colectivo de un pueblo. La
ética es la expresión consciente de aquella manifestación cultural”.
[ CITATION Ase17 \l 10250 ]Citada en uno de sus artículos menciona; “La ética se refiere a
las normas y comportamientos adecuados para convivir con los demás y para el
progreso de los seres humanos. La ética es lo que nos permite evitar, minimizar y
resolver conflictos entre los seres humanos. Todos los seres humanos compartimos una
misma naturaleza. Y parte de la naturaleza humana es la razón. La ética se aplica a los
seres humanos porque solo nosotros tenemos el desarrollo anatómico y mental evolutivo
para entender, argumentar, tener criterio”.
Los autores del libro [ CITATION Ped \l 10250 ], citan: Que existen distintos
argumentos que justifican una determinada conducta humana u otra a través de la
historia. Si preguntas a cualquier persona de tu alrededor si quiere ser feliz, te dirá que
sí. Sin embargo, muy posiblemente cada uno de vosotros por feliz y por bueno entendáis
cosas diferentes. Es más, tal vez esa persona te plantee que es difícil ser libre, hacer el
bien y ser feliz, todo a la vez.
Parece que es necesario saber según qué criterios y qué normas diseñamos nuestra vida
y regimos nuestras actuaciones, para ser lo mejor y lo más felices que podamos. Así
pues, dado que hay muchas maneras de entender el bien y la felicidad, conviene conocer
las distintas teorías éticas que han aparecido a lo largo de la historia. Las vamos a
dividir en dos grandes grupos: éticas materiales y formales.
Las éticas materiales poseen un contenido moral, es decir, unos preceptos, valores y
normas morales previas, ajenas y superiores a nosotros, que nos indican lo que debemos
hacer y lo que debemos evitar, lo que es bueno y lo que es malo. Estas éticas parten de
la existencia de un fin último o bien supremo (que según unos consisten en la felicidad,
según otros en el placer, para otros es Dios, para otros la utilidad…) y, a partir de dicho
fin, derivan su contenido moral. De acuerdo con ello, serán buenos o positivos los actos
que conduzcan a dicho fin y malos o negativos los que nos aparten de él.
Las éticas formales, en cambio, carecen de contenido. Este tipo de éticas señalan que
nuestros deberes u obligaciones no surgen desde ningún fin último ajeno a nosotros, ni
desde ninguna norma, costumbre o precepto previamente existentes. Para ellos los
deberes y obligaciones surgen de nosotros mismos, desde nuestra propia conciencia,
nuestros propios sentimientos o nuestra propia voluntad. Es decir, nada ni nadie nos
señala lo que debemos hacer y lo que debemos evitar, sino que somos nosotros mismos
los que nos damos nuestras propias normas y nuestros propios preceptos.
Las éticas materiales insisten en calificar qué actos son buenos y cuáles son malos. Las
éticas formales, sin embargo, hacen hincapié en la libertad.
Por eso se dice que las éticas materiales son heterónomas (heteros, “otro” y nomos,
“norma”), ya que el ser humano recibe la norma desde “otro”, desde fuera de uno
mismo. En cambio, las éticas formales son autónomas (autos, “uno mismo”) porque en
éstas es el propio ser humano el que se proporciona a sí mismo las normas y los
preceptos.
Tipos de ética:
Según [ CITATION Hei04 \l 10250 ] la ética se subdivide en; “Normativa y de
situacional”.
 Ética normativa.
La Ética Normativa apela a la naturaleza de la acción moral. La acción moralmente
buena, afirma, indica una adecuación singular a la esencia y dignidad del hombre como
sujeto de moralidad. Una acción moralmente buena, por ejemplo, un acto de
autodisciplina, se distingue específicamente de las otras acciones buenas -por ejemplo,
de un acto intelectual o artístico bien logrado- en que no sólo convierte al hombre en un
buen pensador o artista, sino en un hombre bueno, en toda la plenitud de su carácter
humano.
Esto se modifica también por el hecho de que una acción moral sólo es posible como
afirmación de la voluntad libre que distingue esencialmente al hombre de lo
infrahumano. En cuanto que la moralidad de una acción radica en su adecuación
absoluta a la esencia y dignidad del sujeto moral, a la esencia del hombre, aparece ésta
como medida de la moralidad.
Ahora bien, la esencia del hombre es la misma en todos los pueblos y tiempos, y no
depende de circunstancias y condiciones históricas interiores o exteriores. Por
consiguiente, la medida de la moralidad es algo general, que vale exactamente igual
para todos los pueblos, tiempos y situaciones.
 Ética de situación.
El punto de vista de la ética normativa de que la moral es por principio algo general
parece estar en contradicción con el hecho de que toda acción moral no se da en una
esfera universal, sino en una situación histórica concreta. Pero esta situación concreta no
puede nunca ser medida adecuadamente por una norma general. Es más: lo general, por
ser de naturaleza distinta a lo concreto-individual, parece no ser susceptible de ser
puesto en correlación con esto, y ser por tanto, inservible como norma del obrar
concreto.
Por ejemplo: la norma general de la “justicia”, qué dice respecto de una situación
concreta como ésta: ¿dar a un obrero dos o tres mil pesos? ¿O respecto de una mujer
que es esposa y madre, en una situación en la que le es exigido asistir a su esposo y
simultáneamente ayudar a sus hijos? A ambos aspectos generales, del “ser- esposa” y
del “ser-madre”, corresponden dos normas éticas generales, que se excluyen
mutuamente en su aplicación en esta situación concreta. Es decir, el deber ético no es
deducible de normas generales respecto de situaciones concretas, en las que hay que
actuar éticamente.
La Ética de Situación se opone a la opinión de la Ética Normativa según la cual sólo lo
general puede ser norma moral, y que lo general, por su parte, puede determinar
suficientemente la moralidad de la acción.
La Ética Normativa, por su parte, ya había rechazado la posición que adopta la Ética de
Situación la que afirma que sólo lo concreto-irrepetible puede constituir una norma y
que una norma universalmente válida es imposible, pues todos los módulos morales
están sometidos a un cambio constante. Con ello se anulan mutuamente ambos puntos
de vista. Lo cual significa, considerando bien el asunto, que ambos deben
complementarse y corregirse mutuamente y superándose en un plano superior, que una
el contenido de verdad de ambos, prescindiendo de sus errores.
Conclusión.
La ética son un conjunto de normas, leyes y estatutos que rigen el comportamiento para
un mejor actuar dentro de la sociedad. Nos sirve como camino hacia los que es justo y
correcto, traza una clara distinción entre los que es bueno y es malo.
Ser, adoptar y razonar éticamente nos ayuda en nuestro crecer como ser humanos,
racionales y pensantes. En si la ética es un estado de bienestar para lograr ser feliz
individual y grupal de las personas en la sociedad.

1.2. Ética empresarial


Antecedentes de la Ética empresarial
El interés por la ética empresarial se produce en Estados Unidos comenzada la década
de los setenta del siglo pasado. Gómez Pérez (1990), establece que, en los países
socialistas, Japón o Europa, se presenta por la falta de libertad de empresa en el caso de
los primeros; y la existencia de principios éticos profundamente arraigados en la cultura
milenaria japonesa para los segundos.
La historia de la ética empresarial en Estados Unidos puede considerarse según De
George (2011) como la intersección entre tres corrientes entrelazadas. Cada una de estas
puede dividirse a su vez en al menos dos ramas correspondientes. La primera corriente,
a la que De George denomina corriente de la ética en los negocios, se refiere a la larga
tradición de aplicar a los negocios las normas de la ética, del mismo modo que se han
aplicado a otros aspectos de la vida social y personal. [ CITATION Gar16 \l 12298 ]
El estudio sistemático de la ética empresarial es sin duda un esfuerzo que involucra muy
diversos enfoques disciplinarios, aprovechando el gran acervo de experiencias de
múltiples campos y utilizando conocimientos muy variados.
La ética empresarial está cimentada en la ética de cada uno de los individuos que la
integran. La vida privada de los obreros, empleados, directivos y accionistas se
relaciona directamente con la ética de la corporación. Esta relación es mayor en la
medida que se posee mayor poder de decisión. ------------
Las empresas emergentes también deben tomar en cuenta las consideraciones éticas en
el manejo de los negocios. De hecho, cualquier actividad empresarial humana debe
hacerlo. Más aún, la empresa pequeña que inicia sus actividades en el mundo de los
negocios debe nacer bajo un marco de ética empresarial y responsabilidad social que le
permita florecer en términos comerciales a través de sus principios y valores. Por eso es
imperativo que el joven emprendedor cuente con un marco de referencia ético,
consistente con el ecosistema empresarial en el que se encuentra inmerso, toda vez que
su presencia en una cadena productiva debe ser compatible con las prácticas aceptadas
por las empresas que la conforman.
La estructura de la organización y la ética empresarial
Al desarrollar la estructura de la organización dentro de los parámetros de la ética, se
evidencia la productividad, calidad, satisfacción y motivación personal.
Un tema menos abundante en las publicaciones especializadas es la relación entre el
diseño y la estructura de la organización y la conducta ética de los individuos, así como
la responsabilidad moral del encargado de recursos humanos en cuanto al diseño
estructural de la empresa. Una forma de diferenciar a las organizaciones en cuanto a su
diseño consiste en distinguir la configuración de sus canales de comunicación, sus
mecanismos de coordinación, sus reglas y procedimientos, la distribución del poder, así
como la manera en que las actividades y puestos están organizados, agrupados e
interrelacionados.
Según el libro Ética en las Organizaciones, Schiminke realizó un estudio a
organizaciones grandes y organizaciones pequeñas y estos fueron sus resultados:
1. El tamaño de la organización tiene un fuerte impacto en la conducta ética de
quienes laboran en ella. Por ejemplo, los trabajadores de las empresas grandes
presentan mayor ausentismo, menos compromiso y menor satisfacción en el
trabajo que sus colegas de empresas pequeñas. Además, se sienten más
restringidos y manifiestan menor autonomía y razonamiento moral. En general,
los trabajadores de empresas mayores presentan una predisposición ética más
fuerte. Por el contrario, las normas éticas se difunden y adaptan con mayor
facilidad en las empresas pequeñas a través del contacto directo o la observación
casual.
2. En cuanto al grado de formalización, las organizaciones más estructuradas
señalan una mayor predisposición a conducirse de acuerdo a las conductas
morales establecidas. Sin embargo, del estudio se desprende que las reglas y
procedimientos que definen las organizaciones mecánicas conducen a la
permanencia de marcos de referencia éticos que a menudo permiten a los
empleados comportarse moralmente fuera de las reglas formales.
3. El grado de centralización no parece afectar de manera determinante el nivel de
predisposición a determinada conducta ética
Entonces podemos comprender que administrar ética en las organizaciones y en su
estructura es muy importante for que influye directamente en el la condusta de los
empleados y causa una mejora en la eficiencia y eficacia de la empresa.
Ética de la Empresa (EE) puede definirse como la disciplina que discierne lo que es
bueno, recomendable, correcto en la administración de las empresas capitalistas, desde
un punto de vista ético y moral.
Por su naturaleza ella debe ser una herramienta de la administración de la empresa. A
partir de este punto de vista una definición como la de Hill y Jones (2000:57) inspirada
en el pensamiento anglosajón, resulta limitada.
Para estos autores el propósito de la EE es suministrar herramientas para tratar la
complejidad moral de las decisiones estratégicas más que prescribir lo que es bueno o
malo. [ CITATION Mor09 \l 12298 ]
Para que la formación en ética potencie una cultura organizacional ética, se requiere que
el proceso esté vinculado a un programa de mayor amplitud en el cual se establezcan
diversas estrategias en las que los valores sean el marco de referencia para la toma de
decisiones y para el comportamiento de los empleados, y donde la cultura ética se
irradie interna y externamente.
Los programas de ética se deben “basar en la integridad y en la construcción de
confianza entre los grupos de interés, buscando hacer que la ética sea parte central de la
cultura organizacional, lo cual traerá como resultados el incremento de la eficiencia en
las operaciones, mayor compromiso de los empleados, mayor lealtad de los
inversionistas, mayor satisfacción de los clientes, mejor desempeño financiero y
mejores relaciones con los grupos de interés”
También se destaca que las organizaciones que quieran fortalecer su dimensión ética a
través de la formación, deben tener el apoyo de su gobierno (socios, accionistas, junta
directiva y gerentes de todos los niveles), para que se garanticen los recursos
económicos, logísticos y de talento humano para llevarlo a cabo. Además, para lograr
estos cambios, la organización y sus integrantes requieren de apertura hacia el
aprendizaje, en este caso desde lo ético. [ CITATION Tor17 \l 12298 ]
La ética de la responsabilidad de la EN se basa en la relación con los stakeholders. La
definición clásica de stakeholder apunta que “un stakeholder en una organización es
(por definición) cualquier grupo o individuo que puede afectar a la consecución de los
objetivos de la organización, o que puede ser afectado por dicha consecución”
[ CITATION Rob04 \l 12298 ]
Se puede decir que la ética la debe practicar todos los integrantes de la organización, se
debe motivar incluso a los grupos de interés externos como internos ya que todos ellos
influyen en el progreso de la empresa y para generar un buen ambiente de trabajo.
Según Rawls, el mercado libre amenaza la sociedad entendida como un sistema
equitativo de cooperación social, donde la idea de equidad se articula en los principios
de justicia: “Un sistema de mercado libre se debe establecer en el marco de instituciones
políticas y legales que ajusten la tendencia a largo plazo de las fuerzas económicas para
impedir concentraciones excesivas de propiedad y riqueza, en especial las que pueden
conducir a la dominación política” [ CITATION Mar11 \l 12298 ]
Según el conjunto de ideas de los stakeholder el tener una buena aplicación de la ética
en la organización beneficia mucho en los mercados y en la buena relación externa.
La ética es la búsqueda por parte de las empresas de lo que es correcto, justo… y
aquello que da legitimidad a la empresa de cara a la sociedad. Evidentemente, no
siempre hay una ley que obligue a cumplir con aquello que humanamente podemos
considerar éticamente correcto, pero por ello, no tiene que ser menos exigible que lo que
es legalmente obligatorio
La ética empresarial se ocupa del estudio de las virtudes personales que han de estar
presente en el mundo de los negocios. Se trata de mostrar que tales virtudes forman
parte de la correcta comprensión de lo que es una buena vida para un directivo, para el
grupo de personas que forman una organización o para la sociedad más amplia en que la
organización misma se integra
Tanto los fundamentos como los valores, normas o principios que una ética empresarial
pudiera proponer estarán dirigidos a la organización y en consecuencia han de adoptar
la forma que tenga sentido y que sea eficaz en términos organizativos. [CITATION
MIH08 \l 12298 ]
La ética empresarial además de formar parte de los criterios de decisión de los
colaboradores que pertenecen a una organización, también es promovida explícitamente
mediante la visión, la misión, los códigos de ética y los proyectos de formación del
personal. Este tipo de documentos forman el patrimonio moral de una organización. En
particular, en lo que respecta a los códigos de ética, estos son una ayuda para la
resolución de conflictos, apoyo en la orientación de decisiones y clarifica
responsabilidades, pues delimita los deberes y derechos de quienes laboran en las
diversas áreas de la organización (Rodríguez y Díaz, 2004). El código de ética
empresarial intenta integrar y converger la diversidad y heterogeneidad de las diversas
formas de pensar de los colaboradores, generando así el concepto de un ethos
corporativo (Cortina, Conill, Domingo y García, 1996). Por la relevancia que tienen los
códigos de ética en la vida empresarial se plantea como pregunta de investigación en
este artículo ¿cómo a partir de la propuesta de la ética kantiana se puede diseñar un
código de ética para una empresa concreta? A partir de esta pregunta se propone como
objetivo de la presente investigación, determinar cómo los fundamentos de la ética
kantiana pueden dar sustento a la construcción de un código de ética para una empresa
concreta.
En la literatura actual encontramos diferentes perspectivas en términos éticos cuando
ésta se refiere a las organizaciones. Por un lado, encontramos la ética organizacional que
está referida al estudio de la conducta humana y cuyo objeto formal “es el estudio de la
conducta humana en cuanto buena o mala para el individuo, el grupo o la sociedad”
(Guillén, 2006, p.8). En este sentido, la ética en las organizaciones se constituye como
una ética aplicada que estudia qué tan humana es la organización lo cual se puede medir
desde el desarrollo humano de quienes la integran.
Otro de los términos de la ética aplicada es la ética de los negocios o ética empresarial
(business ethics) que adquiere relevancia cuando se indaga por la importancia de la ética
en los negocios y como consecuencia de encontrar una cierta contradicción entre el
objeto de la ética, búsqueda del bien común y los negocios, orientados a la
maximización de utilidades, concebidos de cierta forma como amorales (Compte
Sponville, 2009). En este sentido, se comprende la ética en los negocios como una
apuesta en el mundo empresarial en varios aspectos:
1. Comprensión de la estructura organizacional como un organismo moral
(Cortina, 2003), esto indica que a partir de las acciones empresariales también se
puede conseguir el bien común.
2. La necesidad de alinear los objetivos empresariales con el bienestar de todas las
partes que que dan forma a la actividad empresarial. Esto implica un
desplazamiento de la rendición de cuentas exclusivamente para los accionistas, a
rendir cuentas en términos sociales, económicos y ambientales a todos los
stakeholders que hacen parte de las decisiones que se tejen en la empresa.
3. Un reconocimiento de que la empresa impacta con sus acciones todo su entorno,
por lo cual no es un ente aislado ni amoral. Por el contrario, al incluir la ética en
la empresa como parte de su deber ser se empieza a perfilar una posibilidad de
una sociedad más justa y equitativa.[ CITATION Arr14 \l 12298 ]

Ahora bien, la ética empresarial o la ética en los negocios empiezan a tomar relevancia
cuando salen a la luz pública las acciones poco responsables gestadas en los centros de
negocios y las empresas. Como por ejemplo, problemas de corrupción, maltrato a los
derechos humanos, violación de los derechos laborales, afectación de la calidad de vida
por daños al medio ambiente, etc. Esta serie de problemas pone en el centro del debate,
tanto a nivel académico como empresarial, la necesidad de adoptar y acogerse a la ética
como una forma de mejorar el entorno interno y externo de los trabajadores y de todos
los stakeholders.
Si bien, históricamente se han propuesto diversas teorías éticas que suelen ser aplicadas
a la ética empresarial, como loes la ética de las virtudes de Aristóteles (2006), la ética
del utilitarismo de Mill (2002), la teoría de la justicia de Rawls (2006), la ética del
cuidado de Gilligan (1982), la ética de la responsabilidad de Jonas (1993), o la ética
dialógica (Habermas, 2008) por mencionar algunas, es principalmente en la propuesta
de la ética kantiana (Kant,1921) donde se conjugan los pilares filosóficos que dan
sustento a la construcción de los códigos de ética. [ CITATION Arr14 \l 12298 ]
Los códigos de ética
Los códigos de ética funcionan como un marco de referencia para el comportamiento
ético y suponen la elaboración, el consentimiento y la aceptación de las normas que el
código contiene por parte de los colaboradores (Schwartz, 2001; Schwartz, 2004). Sin
embargo, este deber ser al que deberían estar comprometidos los colaboradores, en
ocasiones se encuentra muy distante de la realidad.
Si bien un código de ética no es garantía de un comportamiento ético, en la actualidad
son más las empresas que optan por tener esta herramienta como elemento rector de la
acción correcta en las relaciones dentro y fuera de la organización. Sin embargo, los
códigos de ética varían de acuerdo con el tipo de organización y el tipo de
responsabilidad.
Códigos de ética aplicados a la organización
Según el artículo sobre ética en las organizaciones Rodríguez y Díaz (2004, p. 43)
afirma “un código de ética no logra que los empleados sean intrínsecamente morales,
pero sí activa el sistema de valores de una organización, proporcionando un sentido
colectivo de lo bueno y de lo malo”. [ CITATION Arr14 \l 12298 ]
Los códigos de ética forman parte de las estrategias formales orientadas a fomentar la
ética en la organización y su proceso debe seguir un orden lógico (Argandoña, 2003).
Como parte del proceso de la definición e implementación de un código de ética
organizacional, una vez realizado el diagnóstico, definido el qué y alineada la acción, es
importante que al revisar el proceso, se hagan las adecuaciones pertinentes. Este último
paso permitirá que la cultura ética en la organización vaya hacia mejor.
La implementación de un código de ética para que rija el comportamiento de las
personas es muy importante ya que facilita las relaciones y acciones de las personas y
así los procesos mejoraran al tener ya principios establecidos.
Según Josué Ramírez en su artículo factores que influyen en la competitividad de las
empresas, menciona que Morales Zambrano (2009); aunque en relación con el sector
público, hace un especial énfasis en la importancia que se manifiesta en relación con la
ética en los objetivos organizacionales, en los directores, en el consumismo y la
protección al consumidor, como causa de cambio, en los efectos de propagación, así
como en la ética institucional y lo que tiene que ver con la corrupción, desarrolla un
cuadrante en forma de matriz que cruza la corrupción individual frente a la
descomposición institucional, donde muestra los márgenes de alejamiento de la ética
confrontando la corrupción de los individuos con los desempeños legítimos de las
instituciones. [ CITATION Jos16 \l 12298 ]
Desde esta perspectiva entendemos que la competitividad industrial es una medida de la
capacidad inmediata y futura del sector industrial para diseñar, producir y vender bienes
cuyos atributos logren formar un paquete más atractivo que el de productos similares
ofrecidos por los competidores: el juez final es el mercado.
Al final la ética aplicada en las organizaciones se ve reflejada en la competitividad de la
organización en el mercado, y ahora que la situación es más complicada ya que debido a
la globalización hay que competir a nivel mundial.
Se puede afirmar que el planteamiento teórico-filosófico de la ética empresarial no es de
reciente data, ha evolucionado a lo largo de los cambios ocurridos en el ámbito
económico, político, social, cultural entre otros, lo cual ha permitido construir un
camino largo y fructífero para la discusión y el análisis en torno al mundo empresarial.
Es importante destacar que la teoría filosófica dialógica sobre la cual se fundamenta la
ética empresarial, definida como unA actividad humana que nace en un contexto donde
la empresa no puede separar lo económico de lo social.
Bajo esta concepción, una empresa actuaría moralmente cuando sus acciones o
decisiones persigan en lo posible el diálogo y posterior acuerdo entre los grupos
inmersos en la actividad empresarial.
Así, la ética no solo ha vuelto a aparecer en el discurso filosófico, sino que esta
adquiriendo importancia en la medida en como las empresas no actúan únicamente
como unidades maximizadoras de utilidades, sino que la organización tiene numeroso
grupos de interrelación válidos representados por: clientes, proveedores, empleados,
competidores, sectores gubernamentales (nacional, regional y municipal) entre otros.
[ CITATION Nel10 \l 12298 ]
Estos grupos pueden cooperar entre sí pero a veces entran en conflicto, debiendo operar
a través de la comunicación para buscar satisfacer los intereses de estos y lograr la
cooperación y participación en las actividades organizacionales y de mercado.
2. BIBLIOGRAFÍA

Arredondo Trapero, F., Villa Castaño, L., & García, J. (2014). ropuesta para el diseño de un
código de ética empresarial basado en la ética kaitiana. Cuadernos de Administración,
9-19.

Asencio, C. (11 de septiembre de 2017). Desdeelexilio. Obtenido de


http://www.desdeelexilio.com/2017/09/11/la-etica-en-nuestra-sociedad-propiedad-y-
responsabilidad/

Beck, H. (12 de junio de 2004). Redalyc. Obtenido de


http://www.redalyc.org/pdf/877/87701204.pdf

Cohen, M. A. (2011). La applicacion restringida de Rawls en la etica de la empresa. Co-herencia


, 145-184.

Corbinos, L. A. (2004). Recuperado el 4 de enero de 2018, de


file:///E:/rse/Cap.1%20(etics)/Articulos%20cientificos/art08.pdf

Educación Ético-Cívica 4º ESO. (s.f.). En L. A. Pedro Fernández Liria, Educación Ético-Cívica 4º


ESO. Obtenido de https://www.akal.com/libro/educacion-etico-civica-4o-eso_34295/

Garzon , M., & Peres, L. (2016). Consideraciones para el Código de ética empresarial. Orinoquia,
87-101.

Labarca, N. (2010). Ética empresarial: un aporte teórico para su discusión. SciELO.

Merchan Hencker, R. (2008). RETOS DE LA ÉTICA CORPORATIVA PARA LAS EMPRESAS. cienc,
133-140.

Moreno, R. C. (2009). Ética y responsabilidad social de la empresa: su concepción del hombre.


Universidad Bolivariana, 323-349.

Pena, R. P. (2004). Etica y estrategia. scielo, 229-252.

Tarazona, J. V. (2016). Factores éticos que influyen en la competitividad de las empresas.


Cuadernos de administracion , 59-71.

Toro, J., & Rodriguez, M. (2017). Formación en Ética en las Organizaciones. Informacion
tecnologica, 167-180.

También podría gustarte