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Jabones Artesanales
Jabones Artesanales
¿Qué es la Saponificación?
Si hay un concepto inequívocamente ligado a la palabra jabón, es la llamada
SAPONIFICACIÓN. En términos muy sencillos, podríamos definir la saponificación
como el proceso que convierte la grasa o el aceite, en jabón limpiador. Esta
transformación no es otra cosa que una reacción química muy común, y que consiste
básicamente en:
El álcali es imprescindible para que se produzca esa reacción, pero hay que
tener en cuenta que por sí solo es un elemento cáustico muy peligroso, cuyo manejo
implica tomar una serie de precauciones muy importantes para manipularlo con
seguridad. Los álcalis más utilizados en la fabricación del jabón son la sosa
(hidróxido sódico, NaOH) y la potasa (hidróxido potásico, KOH)
Tablas de saponificación
Las Tablas de Saponificación, son tablas que recogen, como su nombre indica,
los índices de saponificación de cada tipo de grasa. En general, su aplicación más
extendida en el campo de la jabonería, es para conocer la cantidad exacta de sosa,
dependiendo del tipo de aceite que vayamos a utilizar, necesaria para que el jabón
resultante esté completamente saponificado.
TABLA DE SAPONIFICACIÓN
Forma de Uso:
Ahora bien, el concepto sobreengrasado significa que a ese mismo kilo de aceite le
ponemos menos cantidad de sosa con lo que una parte del aceite no quede
saponificado. Con esto conseguimos, por una parte garantizar que no existe exceso
de sosa en el jabón, y por otra mayor suavidad y emoliencia de éste.
Esta es la forma más eficaz de proteger los aceites más delicados, porque cuando
el jabón llega a la traza, parte de la sosa ya está neutralizada, y también es la
forma de que sepamos más o menos cual es el aceite libre que queda en el jabón y
que aportará sus propiedades a la piel.
En casos por ejemplo, de una piel más sensible y/o con mayor necesidad de
hidratación, se puede subir el sobreengrasado; y viceversa, para una piel grasa se
puede/debe disminuir. Esto habría que matizarlo pues puede ser un jabón con el
mismo sobreengrasado y ser indicado para distintos tipos de pieles al ponerle
distintos tipos de aceites, pues cada uno le aportan sus propiedades (por ejemplo,
el aceite de aguacate aporta grasitud y el de coco la elimina).
4º) Con mucho cuidado (y si se quiere con unos guantes), vierta en el agua la sosa y
remueva hasta que se disuelva. Esperar a que la solución se enfrie hasta alcanzar
una temperatura entre 49-60ºC
5º) Una vez que las temperaturas de los aceites y de la solución alcalina se
encuentren entre 49-60ºC, agregaremos la sosa a nuestros aceites, batiendo
vigorosamente con una batidora o de forma manual.
6º) Remueva intermitentemente hasta que la mezcla espese, hasta que el jabón
alcance el punto de "traza", hasta el punto en el que pueda hacer gotear un poco
de jabón desde la cuchara y se queden las gotas dibujadas en la superficie de la
mezcla. Esto puede producirse en unos pocos minutos o un poco más, dependiendo
de los aceites/grasas utilizadas.
9º) Deje reposar durante dos días el molde tapado con una manta o alguna tela,
para asegurarnos de que el proceso de saponificación finalice y la mezcla no pierda
temperatura. Con los guantes de goma puestos, saque el jabón del molde y córtelo
en pastillas. Déjelo secar durante 4 semanas, dándole la vuelta cada cierto tiempo
para que pueda secarse uniformemente.
JABÓN DE ESPIRULINA Y SEMILLAS DE AMAPOLA
INGREDIENTES:
Sobreengrasado: 5%
g. de agua
g. de sosa cáustica
INGREDIENTES:
Sobreengrasado: 8%
g. de agua
g. de sosa cáustica
Separar el lote en dos partes y a una de ellas añadirle una cucharada de piel de
naranja en polvo y aceite esencial de naranja y a la otra una cucharada de cacao
Jabón nutritivo, hidratante y emoliente con rico aroma de naranja