Está en la página 1de 3

El rico tonto

Personajes

Narrador
El hombre rico
Granero (dos personas)
Madera Nueva del granero (2 personas más)
La cosecha (2 personas)
Sillón reclinable (1 persona)
trabajadores (2 personas grandes y fuertes)
Dios
NARRADOR: Jesús dijo esta parábola (bueno, su parábola fue algo como esto):

Había un hombre rico que salió a sus campos un día para ver su cosecha.
Estaba muy orgulloso de su cosecha. Podías ver lo orgulloso que se sentía con
su cosecha porque la veía con amor. El solía tocar su cosecha. El solía oler su
cosecha—aunque era alérgico a su cosecha. Así que cuando olía su cosecha,
estornudaba sobre ella. Esto hacía que la cosecha se moviera de un lado al
otro. Mientras veía el mover de su cosecha, él estornudaba y decía, “¡Qué gran
cosecha!”

Después decía, “Pero, qué debo hacer? ¡Mi granero es demasiado pequeño
para mi cosecha!”

Desilusionado, caminó hacia el granero y lo pateó—lo que ocasionó que su pié


fuera lastimado. Brincó con un pié lleno de dolor y con cara de angustia.
Después dijo, “Ya sé…voy a contratar a algunos trabajadores para que derriben
este viejo granero y voy a construir un granero más grande.”

Así que eso es lo que hizo. Los trabajadores llegaron y trataron de derribar el
viejo granero. Pero el granero era muy fuerte y resistió. No importó qué tan
fuerte trataban los trabajadores de derribar el granero, el granero permanecía
firme. Aún así los trabajadores finalmente lo lograron; el granero tuvo que ceder
a los esfuerzos de los trabajadores. El viejo edificio cayó—encima de los
trabajadores. Después de una gran lucha, sin embargo, los trabajadores
lograron salir de las ruinas del viejo granero.

Después, los trabajadores trajeron madera nueva para hacer un granero más
grande. Pero se les acabó la nueva madera—así que utilizaron madera del viejo
granero para terminar el nuevo y más grande granero. El único problema fue
que la madera del viejo granero estaba muy pesada y era muy difícil ponerla en
su lugar.

Una vez que el nuevo granero estaba en su lugar, el hombre rico dijo a sus
trabajadores, “Oigan muchachos—qué bonito granero.” Después dijo, “¿Por qué
no me ayudan a meter mi cosecha?”

“¡Lo haremos!” dijeron los trabajadores.

“¡Grandioso!” dijo el hombre rico. “Por aquí muchachos.” El hombre rico se


volteó y brincó con un pié hacia el campo. Los trabajadores siguieron al hombre
rico también en un pié. Cuando llegaron al campo, el hombre rico les mostró su
hermosa cosecha. Les dijo que la tocaran. Les dijo que olieran la cosecha. Los
trabajadores también eran alérgicos a la cosecha, también estornudaron sobre
ella. La cosecha se movió con el viento.

“Bueno muchachos,” dijo el hombre rico. “Tomen mi cosecha y métanla al


granero.” Así que los trabajadores tomaron la cosecha y la llevaron al granero,
estornudando todo el camino haciendo que la cosecha se moviera de un lado al
otro—lo que hizo que fuera muy difícil llevarla.

Una vez que la cosecha estaba segura en el granero y los trabajadores se


habían ido a casa a descansar (estornudando todo el camino), el hombre rico se
dijo a sí mismo, “Ahora tengo muchas cosas buenas. Estas cosas me durarán
por muchos años. Puedo llevar la vida más fácil. Comeré, beberé y estaré muy
gozoso.”

Con eso, se sentó en su sillón reclinable. Pero por alguna razón el sillón estaba
muy frágil. El hombre rico trató de acomodarse, pero no podía. De pronto el
sillón se derrumbó por el peso del hombre rico. Se golpeó la cabeza en el suelo
y se desmayó

En un sueño vio a Dios parado sobre él diciendo, “Oye tú tipo rico. Eres un
tonto. Esta noche vas a morir. Entonces, quién se va a quedar con todo lo que
es tuyo?”

La mañana siguiente los trabajadores estornudando hacia su trabajo—


encontraron al hombre muerto. Se quedaron con la boca abierta. Estornudaron.
Lo cargaron al granero y lo echaron ahí junto con la cosecha.
¿ La moraleja de esta historia? Está en Lucas 12:21: “Así será con cualquiera
que acumula cosas para sí mismo pero no es generoso con Dios.”

FIN

También podría gustarte