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La Leyenda del artista.

(Ernst Kris y Otto Kurz)

La leyenda del artista es un libro en el que se intenta esclarecer la visión del artista a
lo largo de la historia y este se encuentra dividido en cuatro apartados, la introducción,
en la que nos hablan del ``enigma del artista como problema sociológico´´, nos
cuentan relatos históricos sobre el artista además de anécdotas y temas biográficos;
en el segundo apartado se centran en lo que denominan la ``conversión del artista en
héroe´´ a través de las biografías y hablan de la juventud del artista, el descubrimiento
del talento como tema mitológico del que nos ofrecen dos puntos de vista y por último
introducen el concepto de ``Deus artifex´´ o divino artista. En el tercer apartado y en el
cual me voy a centrar nos hablan del artista como mago y por últimoen el apartado
número cuatro nos exponen al artista en la biografía.

Como ya he expuesto he decidido centrar mi resumen en el tercer apartad, ``El artista


como mago´´ ya que considero que es el más significativo para entender el propósito
del libro. Ernst Kris y Otto Kurz comienzan este punto con un subapartado al que
llaman ``La obra de arte como copia de la realidad´´ y que comienza con una reflexión
sobre la valoración de las obras de arte en comparación con la naturaleza. Nos
exponen dos puntos de vista opuestos, podemos considerar al artista como un Dios
creador (alter deus) cuyas obras superan en belleza a la naturaleza como cuando
Zeuxis realiza un retrato de Helena escogiendo los rasgos más bellos de otras cinco
mujeres o por el contrario podemos considerar al artista como un copista de la
naturaleza y por tanto el valor de la obra de arte estaría en relación a el parecido de
esta con la realidad, este punto de vista se ve también en diversas anécdotas a lo
largo de la historia y con el mismo patrón, una persona confunde la obra de un artista
con la realidad. Sobre esto se plantea más tarde una reflexión sobre el por qué de usar
esa confusión entre ilusión y realidad como núcleo indiscutible en las diferentes
anécdotas, reflexión que concluye a través del análisis de las anécdotas basadas en
Dédalo, `` el progenitor mítico del arte griego´´ en las que se le atribuye la facultad de
crear seres con movimiento y raciocinio; así, llegamos a la conclusión de que el don de
crear apariencia de la realidad es comparable con el don del artista mítico perviviendo
de esta forma el tema mitológico ligado a la definición de artista. Por último y como
conclusión los autores exponen la anécdota de un mecánico que burló a un pintor
creando la figura de una joven junto a su cama y por lo que el pintor más tarde se
vengó pintándose a sí mismo ahorcado en la pared engañando así al mecánico. Esta
anécdota termina con la oración ``La pintura es una cosa y el pintor es otra´´.
Mediante esta anécdota intentan hacer ver que la figura del artista mítico que ha
prevalecido a lo largo del tiempo se asemeja más a la de Hefesto que crea figuras
capaces de movimiento mecánico que a la de Zeuxis.

El segundo apartado de este punto se titula ``La imagen como magia´´ y nos habla de
``la creencia de que el alma de un hombre reside en su imagen, de esta forma todos
los que la posean tendrán también poder sobre su persona y cualquier daño que se le
haga a su imagen será sentido por la persona a quien representa´´ además nos
presentan la idea opuesta mediante el ejemplo de El retrato de Dorian Grey en el cual
el daño que se hace a una persona debe hacerse patente en su retrato. A partir de
esto los autores nos muestran varios ejemplos a lo largo de la historia en los que a la
imagen se le atribuían cualidades mágicas hablándonos de los arañazos sufridos por
los judíos que estaban pintados en el fresco de la Flagelación de Castagno vinculando
las raíces de la creencia en el vínculo entre retrato y retratado con la religión. Nos
hablan también de el Renacimiento, época en la cual se realizaban estatuas con fines
mágicos.

Este tipo de creencias en las que se relaciona el retrato y la identidad del retratado
también ha inspirado leyendas a través de la historia, de estas se han diferenciado dos
tipos, una primera en la que la imagen es el sustituto de la persona retratada y cuya
sombra se dibuja a modo de contorno y es considerado parte de la propia persona,
idea que relacionan con la creencia de que al poseer parte del cuerpo de una persona
concede poderes sobre dicha persona. Y un segundo tipo de leyenda en el cual la
imagen es el sustituto de una persona muerta, idea que queda ilustrada en una
leyenda de origen hindú. Aunque en esta versión el retrato tiene como función principal
sustituir a la persona y no solo conseguir que su recuerdo prevalezca es la esta
segunda intencionalidad la que perdura a lo largo del tiempo. Además los autores
relacionan esta creencia subconsciente a muchos actos que dan lugar hoy en día y
que a pesar de no asociarse directamente con esto es algo que se encuentra
estrechamente vinculado en nuestra psique.

Con la intención de esclarecer el origen del pensamiento mágico y de la magia de las


efigies los autores los autores comienzan analizando los entornos sociológicos en los
cuales esta vinculación es más frecuente llegando a la conclusión de que a más
``primitiva´´ la sociedad mayor la creencia en la magia. Esto también lo hacen desde
un punto de vista evolutivo biológicamente hablando y se dan cuenta de que es en la
infancia cuando este pensamiento tiene mayor poder. A partir de este estudio los
autores concluye además que cuanto más fuerte es la carga mágica de la
representación menor importancia tiene el parecido de esta con la realidad dado que la
finalidad no es una reproducción fotográfica de lo retratado sino el intento de dar vida
al mismo. De esta forma por ejemplo en la Antigua Grecia, donde creencia en la
identidad de retrato y retratado era general, no tenía importancia si la representación
era o no fiel a la realidad. Fue posteriormente cuando, con la desaparición de esta
creencia, el naturalismo comenzaba a considerarse como un logro por parte de los
artistas. Esta creencia, que no llega a desaparecer del todo retoma importancia en la
Edad Media con el auge de la religiosidad y es en la Edad Media donde se vuelve a
perder el concepto de autoría en la obra de arte y así el artista se convierte en adivino
y el escultor en filósofo milagrero. A partir de esto concluyen replanteándose el
conflicto que ya anteriormente habían expuesto entre la belleza y la realidad llegando
a la conclusión de que la opinión que más tarde prevaleció sobre esta discusión fue
aquella que no considera la reproducción fiel de la realidad como la última meta del
arte. Los autores nos hablan también de esta concepción mágica de las obras de arte
ahora desde un punto de vista orienta. En China afirmaban que tanto personas como
animales abandonaban los cuadros para vagar por el mundo y que por tanto los daños
sufridos en estos viajes se reflejaban más tarde en los cuadros y cuentan una
anécdota en la cual un artista no le pintó ojos a su retrato para evitar que este cobrase
vida.

Por último, los autores nos plantean un apartado al que denominan ``La envidia de los
dioses´´ y en el que nos hablan de la mitología, en esta se le atribuye al artista dos
tipos de logro, la creación de seres y edificios que llegan al cielo; y la competición de
estos con las moradas de los dioses. En ambos casos estas actividades merecen
castigo. Esto se ejemplifica en la anécdota de la torre de Babel. Con esto se relaciona
también la creencia de que este tipo de construcciones son una afrenta a los dioses y
que por tanto se debe ofrecer un sacrificio. Se considera que estas edificaciones
parten de únicamente de poderes demoníacos. Esta creencia resumida en ``la envidia
de los dioses´´ llega hasta la lingüística y se puede leer en la inscripción de la tumba
de Giulio Romano: ``Enfurecido porque un mortal diese vida a sus criaturas, y porque
los edificios de un mortal rivalizasen con los divinos, Júpiter arrebató de la tierra a este
artista´´.Estos castigos divinos están presentes en diversas anécdotas mitológicas en
las cuales la soberbia del artista por querer parecer Dios lo lleva a la tragedia.

A consecuencia del análisis de estos mitos los autores llegan a la conclusión de que
en los mitos el artista no se encuentra claramente definido, no es una figura delimitada
claramente. Además, y a pesar de esta condenación del artista por parte de los dioses
lo artistas seguían siendo sublimados encontrándose así en una especie dualidad
existencial estando siempre acompañados por una sensación de ambivalencia. De
esta forma podemos encontrar mitos en los que el artista se encuentra definido de dos
formas opuestas como en el ejemplo de telquines y dáctilos a los que se describe al
mismo tiempo como bondadosos y malignos, útiles y peligrosos. Se evidencia por
tanto el doble papel del artista a lo largo de la historia como mago diabólico y gran
creador. Así se describe por ejemplo en el evangelio al llamarlo el creador de la vida,
deus artifex, y a su vez peligroso mago. De esta forma los autores resumen en este
punto del libro la concepción del artista desde la imagen primitiva del artista con
poderes arbitrarios hasta convertirse en el concepto judeocristiano del Dios Creador.

Laura Pigazo Grupo 6

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