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Juan Carlos Moreno Garcia EGIPTO EN EL IMPERIO ANTIGUO (2650-2150 ANTES DE CRISTO) bellaterra # arqueologia 3. EL ESTADO EN ACCION. : BUROCRACIA Y ORGANIZACION ADMINISTRATIVA Yo ejori para él [= elfaradn} el cargo de intendente el Alto Bgipto de manera satsfactoria, de tal modo que tno hubo nadie ai que enurace singin mal a su jecute todos los trabajos, y eontabilicé p ‘todo To que estaba sometido a censor Residencia (real) en el Alto Egipto, asi como todo im- puesto establecdo por la Residencia (seal) en el Alto Egipto (también) por petida dobe, domi de dignatario de tal modo que (asi cin en el Alto Bgipto. Nunca antes oan en el Alto Bgipto,y siempre levéa cabo aquello que me valia los elogios de Su Majestad. (Urk 1 106:4-11), Las grandes pirdmides de la meseta de Giza son las construcciones mas co- nocidas del Egipto del Imperio Antiguo. La ejecucién de tan colosales mo- ‘numentos slo pudo ser posible gracias ala existencia de una autoridad cen- tal caps de movilizar en su provecho una parte considerable de los recursos humanos y materiales del valle del Nilo. Esta tarea de movilizacién 0, si se prefiere, de aplicacién de las directrices y de las instrucciones procedentes del palacia real, estaba encomendada ay organizada por~ una poderosa bu- rocracia euyos monumentos, a menudo imponentes, se extienden por todo el valle del Nilo, dando asi testimonio de su poder y de su papel dirigente en la sociedad egipeia ‘Sin embargo, es preciso matizar el alcance de la autoridad y del poder de esta burocracia. Si bien es cierto que el Bgipto del Imperio Antiguo era un Es tado orginizado, dotado de los instrumentos necesarios para ascgurar un 108 Hz ot, arene ANGLO ‘control efectivo sobre el pais, no es superfluo recordar que la burocracia fa- raénica no llegaba a todas partes ni regulaba todos los aspectos de la vida de los antiguos egipeios. En efecto, por un lado, slo se ocupaba de aquellas ac tividades productivas o de aquellas manifestaciones culturales que servian,a los intereses de la corona. En cambio, aquellos aspectos que no ofrecian ua interés inmediato para la fiscalidad del Hstado faradnico, ocuya integracié cen las manifestaciones ideoldgicas de la realeza era juagada irrelevante, era abandonadas ala iniciativa de los habitantes del valle del Nilo, Por otro lado, parece ser que la burocracia se ocupaba de aplicar o de ejecutar una parte de las instrucciones procedentes de la administracién central. La otra parte re- cafa sobre las auioridades locales, como los jefes de aldeas o los potentades provinciales, cuyot miembros no formaban parte de la administracién en cx lidad de fancionarios pero que goesban de una cierta autoridad por eu ‘queza o por estar al frente de redes locales de clientelismo, lo que les situaba, ‘en una posicién de intermediaries entre los mieinbros de la sociedad rural donde vivian y los funcionarios de la corona, Bn ambos casos, las eomnunids des locales disfrutaban de un cierto margen de autonomia, mis 0 menos am- plio dependiendo de la fortaleza de la autoridad central del faraén, de! terés que pudiera tener una determinada regién para el Estado segiin la importancia econémica, estratégica o politica de la misma ~lo que determi- nnaba Ia intensidad de la presencia de la administracién del estado y de les agentes del faraén-, o del grado de relacién y de integracion de las éites le cales en los aparatos del Estado o en las redes de vinculos personales que pc dian ligatlas a los altos dignatarios de la corte. ‘Una dificultad notable para el estudio del funcionamiento y de la orgs nizacién de la administracién del Imperio Antiguo es la gran escasez de de. ‘cumentos procedentes de las pricticas administrativas cotidianas, asi como el desequilibrio que existe entre las diferentes categorias de estos documen. tos, Mientras gran parte de los papiros conservados del III milenio detallan las actividades habituales que tenlan lugar en los templos funerarios reales, ‘on cambio apenas sabemos nada de cuestiones tan decisivas como la politica exterior, la organizacién del escalafén jerérquico, la administracién de las jerras de la corona, el reclutamienta y educacién de los escribas o la inte- gracién en los aparatos del Estado de ios caciques locales o de los magnates provinciales. (tra circunstancia que dificulta ain més el estudio de la administracion farabnica es nuestro casi completo desconocimiento de los centros adminis- trativos de los faraones, los complejos palaciegos conocidos con el nombre de Residencia (real), donde se hallaban probablemente las principales deper dencias administrativas y los archivos del Estado, Esto obliga af investigadcr a dirigir su mirada hacia los monumentos conservados en la actwalidad, t2- Bt Esva00 ex accion _109 ea que no esti exenta de riesgos que conviene tener presentes, En efecto, tradicionalmente se ha privilegiado el estudio de las tumbas de los funcio- narios como fuente de informacién debido a su riqueza ornamental, mate- rial y epigriica. Pero esto no significa necesariamente que el contenido de los textos transmitidos por estos monumentos,o la forma en que fueron re- dactados, sean representatives de las pricticas cotidianas de la administra- cidn, Es muy posible que los documentos que no estaban destinados, en pri Cipio, a ser reproducides en los muros de las tumbas 0 a ser colocados en los templos~lo que les conferia un caricter ritual e incluso parcialmente «pi blico»~ transmitan una informacién bien distinta, mucho menos idilica y formalizada, Conviene, pues, ser bien consciente de este desequilibrio doct- ‘mental, fruto de las preferencias de los arqueélogos y de sus priotidades de inveigacién, y que silo puede ser paliadu en puste gracias a descu tos fortuitos, como los papiros de Gebelein, las tablillas de Balat o las cartas {que aparecen ecasionalmente en el transcurso de las exeavaciones ‘La informacion procedente de la tumbas es altamente ritualizada y afee- tada por numerosos filtros que matizan su contenido y su potencial infor- muativo. Las estrictas reglas de protocolo, el limitado niimero de temas que podian ser objeto de representacién, y los rigidos convencionalismos que re- {gulaban su plasmacién en imagenes, son algunas cuestiones que hay que te- ner presentes ante el falso aspecto de naturalismo y cotidianeidad que pare- cen rezumar las escenas que han legado hasta nuestros dias. Limitaciones similares afectaban a la elaboracién de los textos, ya que, por wn lado, las autobiografias se detienen en determinados temas, pero omiten otros, mien- tras que, por otro lado, las lstas de tftulos que informan sobre las funciones ejercidas por los magistrados deben ser manejadas con cuidado: es dificil de- terminar el contenido exacto ~o la simple realidad de muchas de ellas, asi como los criterios de seleccién de titulos, el posible solapamiento de titulos distintos ode diferentes épocas relatives a una misma actividad, lainclusién de titulos o epitetos dmicos ~lo que produce serias dudas acerca de su conte- nido o de su existencia reales-, etc. También hay que tener en cuenta que la ‘enumeracién de titulos pretendia indicar el rango y Ia posicién de sus res- pectivos portadores en el escalafén del Estado o en ia jerarquia administra- tiva, Pero, ademis, tales listas ofrecen la falsa impresién de una estructura or- ganizativa perfectamente jerarquizada y de un escalafén cuidadosamente estructurado. En realidad, factores tales como la proximidad a los micleos di- rigentes, la pertenencia a redes de clientelismo encabezadas por un dignata- rio poderoso, o la frecuentacién del circulo intimo del toberano eran tam- bién una fuente de poder y de ejercicio de responsabilidades, al margen de los titulos oficiales ostentados. Individuos con grandes responsabilidades po- 110 _ ewe nn x. Eareato AICO dian llegar a portar, oficialmente, muy pocos titules 0 titulos que en modo slguno expresan el alcance de las funciones realizadas. Es el caso, por ejein- plo de algunos dignataros de la V dinamtia, designados como manicuros del Tey lo que significa que frecuentaban al soberano y qu, por tanto, eran hombres de confiandifdel faraon-, pero cuyas tumbas, de grandes dimensio ines y ricamente decoradas, revelan de manera fehaciente que el poder y 1a jnfluencia de tales personajes eran mucho més amplios de lo que su ocupa- cién oficial padiera sugerir a primera vista. Mientras que, por otzo lado, ti- tulaturas extensas pueden ocultar el ejercicio de poderes reales limitados, di Simulados tras una imponente enumeracién de funciones puramente hhonorificas. La importancia de estos factores ilumina otro aspecto de Is rea. idad burocrética “las luchas por el poder, las intrigns el enfrentamiento en- te facciones, la movilizacién de influencias y lealtades personales~ que debe Fy tenido en cuenta, esi como su inevitable corolario de corruptelas, elien ‘elismos, conspiraciones, ascensos y caidas en desgracia, acumulacin de car fos y transmisién de los mismos en el seno de una misma familie, factores fotos euyo peso pudo tener consecuencias de gran alcance en el reparto del ‘poder y en la propia extabilidad del pats. Pocos son ls testimonsios conser Jos debido a las caracteristicas ya citadas de las fuentes que han llegado Has ta nuestros dias, pero subsisten varios textos que dan fe de la realidad de ta les practicas En cuanto al peso econdmico de esta burocracia sobre el pais, y al por ‘entaje de recursos destinado a retribuirla, sin duda era considerable y suje ‘oa variaciones con el paso del tiempo. Pero se debe evitar caer en el error de juagetlo,o de compararlo con los bienes poseidos por la corona, a partir Umi venente del tama de los monumentos respectivos del faraén y de sus altos dignatarios. Baste pensar que tan sélo se han excavado parte de los mon: vnenton de la realeza ~pirdmides y edificios anejos, incluidos los tempos Fr ovaries, mientras que la mayor parte de Ia arquitectuiea elaieam de la coro: nna ~palacies, instalaciones en provincias~ es atin desconacida, No es, por Gjemplo, descabellado pensar que un faraén hubiese preferido construir una * pirdmide de dimensiones modestas y concentrar mas recursos en la ediica- eign de uno o varios palacios fostuosos asi como de varios templos provincia. les, recompensando ademés con valiosas Gonaciones @ sus subalternos como pago por los servicios prestados (por ejemplo, por haberlo ayudado a llegar»! premio o a consolidarse en el mismo frente a otros candidates a la realeza), permitiéndoles con ello construir numerosos menumentos privados de gran- vos dimensiones El cuadro general seria, pues, el de una gran riqueza y po- der de La corona, muy dificil de detectar sin embargo si tan sélo se tuviera en ‘Guenta el tamafio o el aspecto de Ia pirdmide real y de Ins tumbas de los al- tos dignatarios, pes podria pensarse por el contrario en una disminucién de TBerano ex accion 111 tos recursos y del poder del faraén en provecho de los grandes personajes del [Lo que si so advierte, sin embargo, son cambios en la estructura de la ad- ministracién en el transcurso del tiempo, fruto de posibles reformas o de la formalizaciiu ~con nuevos tivilos de realidades que funcionaban com te- Horidad de manera diferente, mas informal, o bajo otras denominaciones. Un ejemplo os el contraste entre la IV y Ia VI dinastias. Durante la IV di- nastia los miembros de la élite egipcia poseian grandes tumbas en la capital, mientras que este tipo de tumbas alta en provincias, y Ios titulos conserva- dos mencionan pocos administradores provinciales. Pero durante la VI nastia, en cambio, se construyeron grandes tumbas provificiales, menudo Ticamente decoradas, mientras que en la capital aument6 el niimero de fun- conarios capaces de costearse tumbas u otros monumentos valiosos. Es evi- dente que ambos fensdinenos estan relacionados, y que el aumento global de {a riqueza disponible para la élite egipcia se debi a una mayor explotacion. de los recursos provinciales. Pro como interpretar estos cambios en la historia del Egipto del {11 mi- tonic? Durante la IV dinastia la corona también controlaba las provincias, 2 pesar de la eseasez de los monumentos de estilo mentfita erigidos por las utoridades locales en sus regiones de origen. Esto sugiere que el faraén con- taba cot la colaboracién de eaciques locales que ni eran miembros de la ad ininistracion ~y que, por tanto, no Hlevaban titulos~ ni se rodeaban del tipo de monumentos, de construcciones 0 de objetos inscritos utilizados por los digoatarios inhummados en la capital. As pues, bastaba el envio periédico de Funcionarios itinerantes desde la capital para supervisar el cumplimiento de las érdones reales y para servir de enlaces entre la corte y los nomos 0 pro~ vineing La hipétesis alternativa—Ia inhumacién de todos les personajes emi- tentes del reino en las necrpolis ubieadas en los alrededores de 1a capital sin parece fact, ya que el ifimero relativamente redueide de tumbas con- servadas pertenecientes a los altos Funcionarios de la LV dinastia parece de- tnasiada pequefio como para corresponder a la totalidad de los personajes temineates del reino en un momento dado, mixime cuando muchos de estos individuos parecen haber sido parientes directos del rey. En cambio, duran- te la VI dinastia, yal aumentar la presién sobre los recursos provinciales, es posible que el rey incorporase a los caciques provinciales como miembros de pleno derecho de la admministracién para asegurar su colaboracién, reforzan- Jo inc:uso sus lazos eon ellos mediante matrimonios, como se detecta en Abi dos o en Captos. En tal caso, la escaser de titulos provinciales en la 1V dinas: tia noequivaldria a un vacio de poder en los nomos, sino @ la existencia de lin sistema de coutrol de las provincias més informal que el vigente durante {a VI dinastia, cuando aparece formalizado por escrito “lo que facilita que 112 _ Wry vss. ovate ANC podamos detectarlo~ en forma de titulos. El descubrimnivute reciente de {grandes tumbas de la IIT dinastia en Elkab y Tebas (en la Colina de Thot) es tuna muestra clara de Ia existencia de grandes magnates provinciales que sblo ocasionalmente, en fecha tan temprana, utilizaban el tipo de monu. ‘mentos utilizados, en cambio, de manera habitual en el entorno de la eapi- tal, Tebas. De ahi la dificultad de su deteccién en el registro arquealogico. Dificultad que en modo alguno debe ser considerada como prueba de ine- xistencia. En definitiva, la organizacién burocrética y administrativa del pais se ca- racteriza por estar sujeta a cambios en el tiempo, por el desequilibrio docu. ‘mental que rodea las actividades de sus protagonistas ~como en el caso de los jefes de aldeas, que no han dejado pricticamente testimonies en la docu ‘mentacin-, por una effcacia que debe ser matizada por los testimonios con- servades de pricticas tales como el clientelismo o la corrupeisn, y por abe- decer jinicamente a los intereses de la monarquia, intereses que debian contar forzosamente con Ia aquiescencia de los magnates locales o de los grandes dignatarios de la corte, lo que implica que debian ser compatibles con los de estos iltimos para asegurar la estabilidad politica del pais ‘Los FUNCIONARIOS Y LOS PRINCIPALES DEPARTAMENTOS ADMINISTRATIVOS ‘A la cabeza de la administracién se encontraba el rey, aunque desconocemos cl aleance real de sus funciones ejecutivas, Si sabemos, en cambio, que figu- raba como fuente suprema de autoridad y que tomaba decisiones rodeado de tun grupo de altos dignatarios, designados colectivainente con el término seru, a cuyo frente se encontraba un alto responsable con funciones compa. ‘ables a las de primer ministro. El titulo que lo designaba ~taity sab chaty— es traducido convencionalmente por «visir», al objeto de dar una idea apro- ximada de su elovada posicién en la escala administrativa. Un texto poste- rior al III milenio, e! Onomasticén de menemope, contiene wa lista de las diferentes categorias ocupacionales y jerarquicas que componian la pobla. cién egipeia, clasificadas en rangos decrecientes en orden de importancia 0 de complejidad. En un caso, por ejemplo, el término remech, «gentes», ese guido por otros terminos que precisan las categorias humnanas consprevididas fen tan genérico vocablo: pat, las gentes de rango superior, envbless, ¥ rejit, las gentes de rango inferior, «plebeyos». Pero en otro pasaje aparecen deta. llados los rangos de la administracin y de la sociedad egipeia en orden de- Berane ex Accaon 113 ics diosa espiritu (masculino), espiritu (femenino),farabn,reina espos del rey, ‘madre del rey, hijos del rey, principe, visi, Amigo Unico, hijo mayar del rey, ge sneral en jole (ete) (A. H. Gardiner, Ancient Egyptian Onomastca |, pp 13 %¢) Como se puede apreciar, el visir aparece citado justo después de los ‘miembros de la familia real, encabezando a los responsables de otros depar- tamentos administrativos y al personal de la corte, Los titulos de los visires son, logicamente, muy extensos, y entre sus responsabilidades se encuentran el control supremo del granero, del tesoro, de los talleres de palacio, de la ciudad de la pirdmide, ete. La oficina del visir era designada con el término de «Gran Hut» o «Los Seis Grandes Huts. En ella, el visir supervisaba las labores habituales de go- biemno y la toma de las principales decisiones, ayudado por fancionarios su balternios como los jefes de los diversos departamentos administrativos ~gra- hero, tesoro, ete y de los archivos; ademés, una red de correos se ocupaba de la transmisién de las érdenes del visir a otros funcionarios subordinados 0 @ los representantes del rey en provincias, asegurando de este modo el cum: plimiento de sus instrucciones hasta en Ios rincones mas remotos de Egipto Una inscripeién de Kagemni, un visir que vivié entre el final de la V dinas- tia y el comienzo de la VI, expresa cémo la principal ocupacién de la oficina del visir era la recaudacién de tributos EE visir Nagemni deelara: (yo era alguien favorecdo pot) el faraén Unasy ejere la faucién deadminisirador del Estado en tiempos del rey Unas. Su Majestad me re. compensé gencrosament ..] Cuando la Majestad de faraén Teti~jque viva eter. snamente'~ aecedié ala Residencia (real) [..] to conocimiento de sus nombres en Palacio, Entonces, su Majestad ordené todo lo que deseaba [que fuese realizado en los Seis Grandes Hut, En euento) a todo lo que Su Majestad ordend cumplir por los Seis Grandes Hut en verdad [..} El visr Kagemni declare: (la Majestad del fa. +361 Teti, mi sohor ~ique viva eternamentel~ me nombrd responsable de] todas Jas oficinas relacionadas con todo tipe de impuestos de la Residencia (real) (Urt 1 195:7-195:9, ‘Textos del Imperio Medio “aunque conservados en monumentos del Im- perio Nuevo, y conocides como Las Instruceiones del Visir, indican con gran Aetalle las responsabilidades, protocolo y actividades propias del primer mi- nistro, y coneuerdan en general con los datos proporcionades por los titules ¥ por los relatos autobiogriicos de sus predecesores de igual rango en el Im- perio Antiguo, Estas actividades revelan un gran interés por controlar los re- cursos del reino aunque omiten en la préctica la realizacién de grandes obras hhidrdulicas 0 de otro tipo destinadas a aumentar la produccién del pats, lo «que parece hiaber dejado en manos de las comunidades eampesinas un cierto 114 Rorro en aya ANTIONO smangen de maniobra para organizar sus actividades produetivas, incluidas las rentas y el trabajo debidos al faraén. Pero el vsir no estaba solo en el ejercicio de sus responsabilidades ala ca bbeza de la administraci6n, ya que contaba con el asesoramiento de otros dig ratarigsde alto rango y de cortesanios, todos ellos reunidos cael faradn ev le {que podria denominarse como una especie de Conuja Real, con funsion mmandante de misiones militares dirigidas al exterior van eambio, s¢ aprecia una scumulacion de funciones di we relacionadas con una actividad que eabe considerar Em otros casos, vversas pero mis 0 men‘ Ex Bstapo uN aceibw 119 Un ejemplo son los jau, emedidores», y los nate, «voceros»,freeuen temente representados en las tumbas ocupados en medir la produccié edir Ta produccién ce relera del ps: Un ees, por ejemplo de a tube de Ninja y Jnumbotep representa la medicién de gran y es descrta asl: «medir e gra no el rare de aigacén personal yefetar el recut dl conten lo dl granero».Los ivulos de algunos de ellos dan idea igualmente del con- tenido de su labor, como en el caso de Redief, un funcionatio inhumado en la neeplis de Gina y que je as bee de inspector de os mediors jel granero e inspector de medidores. Ode Aaajty, un dignatario que vivio : un dignatario que vivid a finales del II dinatay que fue vocero dela provincia 2 del Alto pt. O de Merinesut, que trabajé como vocero del granero de la Residencia (rea!) ¢ inspector de los encargados del granero dela Residencia (real), Por itimo, los correos aparecen vineuladss ala oficina del wisi, ocupados en la trans. mii de sus Sees ¢ insrucines a ls fncionario subaleros eee a de protesta traducida en el capitulo { es un buen ejemplo de sus act sede i jemplo de sus activi En cuanto a a administre nistrcién provincial, se caracterizé durante gran parte del Impero Antigo porla exitenciadefuncionarisitnerantes ena, dos dese la capita as provinces para superisar la gsi de los ntere- ses del farabn en cada lugar. Silo algunas provincias parecen haber dispues to de un embrién de estructura administrative o de una relativa wadicién administrativa local antes de Is VI dinastia, come sucede en el easo del nomo 120 _Heurro ax ut IMrznio Asricuo sit alguns de cuyoegobernaorer ehtieron inhuman embarg en Mout opt del rene Oxo ejemplo ela provinci 10 del Alo Egipt, dade la nespolsloea de Harmamiya conserva ls cumbas de varios i ses pennies podeross de la Vdinastn Ms remote es el ca de erp pein lalla eo Nubia y qu probblementequepa wsibirala IV dimaths en lla se meneiona una expediin militar drgia pore go- pernador daa prvdace If del Alo Bip El conocido del rey de la provincia 17 del Alto Egipto,Jabaubet, vino con un eer tio de 20,000 hombres para arrasar el pals de Usuat (J. Lépes, Ral 19 (1967), pp. 51-66). Este breve texto es importante en la medida en que alude a una provit cia de la que apenas se sabe nada durante el Imperio Antiguo, y mucho me hos durante la 1V dinastia, una época gue, como hemos sefialado, es inuy pparea en noticias relativas a la gesti6n de Jos asuntos provinciales, Sin em bargo, el hecho de que tun magnate local encabezara una expedicién dirigi le Egipto puede ser un ejemplo de la Gu contra un lejano ple suado al urd ioe iobles locales que no han dejado ardcpecin en los autos del Exado dem Testmonios monumenals de ma exsecia, Sito rayon dinar da rn. to ae eeepfobennador de Bont Hassan a comienso de Ta XI dinastin drante cere Medio qu efecat diversas isons pas el faraén, hacia Nubia Seer inciadas en el desert al nbeea de fs feclutas des momo Oe aus fechado onl V dint y que contiene una lisa fagmontaia saperral que portcpaba en ls riualeselebrade en el temple funea Se ee rai Neferikar Rake, monconna vation administradore dole vee Movincas del dele, una region donde la informacién disponible caer evnor de la gue he sobrevivid del Alt Epp, quzis debide a que Sra adiininradadrcctamente deste Menfis: ‘aun cuando colaborasen con 1a ido es cl escibs de los campos Userkafanj,eleserita de archivo Ne- ferjuuptah, el eseriba del archivo Nefer(, el conacdo del rey en el noma 11 del ajo Bgipto Merefebet, cl conscida del rey en el nome 11 det Raja Fito fm tepy a hijo Kae, el conocie de rey en los noms 45 del ajo Egipt enti x su hijo (.] @Papieo Berlin 15728, verso: P. Posener-Krieger,4-L- de Cenival, Hie aie Papyrin the British Museum, Bif Serie: The Als Sir Papyis i. 83) Bi médico Tynefer, Dadas estas circunstancias, resulta excepcional la presencia de altos res ponsables del delta en las fuentes conservadas det Lmperio Antiguo. Un Fjemplo es Userkafanj,un dignatario que vivié durante Is V dinastia, en tor- Sona los reinados de Sahuré y Niurerre, y que ostentaba varios titulos rela- EL.Esrapo ex accion 121 cionados con el control del Bajo Egipto y con la gestién de los intereses de la corona en Ja regidn. En efecto, Userkafanj ejercia, entre otras funciones, las de «intendente de las provincias del Bajo Egipto en lo que respecta a las 20- nas de cria de ganado [lit.en lo que respecta a la doble zona de cria de gana- do)», «intendente de las zonas de eria de ganado [lit. de la doble zona de eria de ganado)», «intendente de los temploss, «intendente de todos los bienes del rev», «intendente de todos los trabajos del rey», eintendente del Aut de los bovidos», «intendente de las areas limftrofes con el desiertom, «jefe de se- cretos en lo que respecta ala entrada a los paises extranjeros en la doble zona de cria de ganadom. Los titulos de Userkafanj revelan varias particularid des. Por un lado, la importancia de la crfa de ganado en el delta; por otro lado, la rolacin que existia entre ol control de ciertas explotaciones ganade- ray situadas en el delta y el control de las zonas que camunieaban Egipte con las regiones vecinas, debido a la infiltracin de poblaciones némadas o pas- toriles hacia cl Bajo Egipto, donde la densidad de poblacién era menor y onde la penetracién de poblaciones procedentes de Asia o de Libia era fre- cuente, como lo demuestran tanto las excavaciones recientes en Tell el- Dab'a como las prospecciones en la zona del Uadi Tumilat, en el delta orien- tal, Los titulos de Userkafanj también expresan con frecuencia un aspecto peculiar de los titulos egipcios, a saber, la utilizacién de formulas duales para indiear el control de Ja totalidad: ast, un jefe del tesoro puede ser designado como «jefe del doble tesoro», mientras que un responsable de los graneros del reino serd mencionado en los textos como «responsable del doble grane- +o», Por itimo, Userkafanj era intendente de los templos, probablemente ubicados en el delta dado el contexto geogritfico en que ejercia algunas de sus funciones, Cabe recordar a este respecto que los anales reales del Impe- rio Antiguo evocan las importantes denaciones de tierras efectuadas por los faraones de la V dinastia a los templos y cultos situados en el Bajo Egipto, ‘mientras que Mechén, un importante funcionario territorial de comienzos de Ia IV dinastia que controlé buena parte del delta, menciona entre sus mu- chas actividades la dircceién de un temple del faraén Esnofri on un nomo del Bajo Egipto. ‘Sin embargo, es desde comienzos de la VI dinastia cuando se advierte una profunda reforma administrativa en las provinelas o noms de Egipto cuyo objetivo no era otro que aumentar y aprovechar mejor los recursos locales por parte de la corona. Probablemente te trate de la racionalizacién y de la formalizacién ~mediante titulos de rango y de funcién~ de una estructura que funcionaba con anterioridad de manera més informal, mediante el con- curso de caciques y de grandes familias locales que no han dejado huellas en las fuentes escritas por no llevar titulos ni construir monumentos como los existentes en la capital. Los hitos de esta reforma fueron: nombramiento de 122_otero us gb reno ANTIGUO grandes jefes de nomo» en la mayor parte de las provincias del Alto Egipto “donde, ademés, se hicieron enterrar en vez de en las necrépolis de la capi- tal del pais-, nombramiento de «intendentes del Alto Egipto» que supervi saban el conjunto de las provincias del sur, y aumento espectacular del ni: ‘mero de las instalaciones hut de la corona por todo el pais. Es posible que algunas medidas tomadas ya en la V dinastia, como la donacién de grandes extensiones de terrenos a los cultos y templos provinciales, sean la expresion de una activa politica de puesta on produccién de tierras de la corona hasta centonces insuficientemente aprovechadas. A este respecto hay que recordar {que la donacién de tierras a los templos provinciales iba acompaitadn de la correspondiente dotacién de trabajadores encargades de cultivarlas; estos trabajadores procedian de las aldeas circundantes y eran proporcionados por los jefes de las mismas, colaborando de este modo como intermediarios en la jmplantacion local de los aparatos del Estado. Conviene insistir,una ver mis, fen la importancia que tuvo la cooperacién de las autoridades tradicionales provinciales con los funcionarios enviados desde la capital para asegurar el fontrol efeetivo de las regiones alejadas de Menfis por parte de la corona "De hecho, el control de los templos provinciales parece haber sido una ‘prerrogativa ~y sin duda una provechosa fuente de ingresos y de poder lo alt de las familias de los gobernadores provinciales, a juagar por la fre: thiencia con que ejercieron la funcién de intendentes de profetas, que desig- ina la maxima autoridad sobre el personal de los templos. El ejemplo mis ‘elevante procede de la neerbpolis de El-Hawawish, en el nomo 9 del Alto Egipto, cuyas inscripciones han conservado el recuerdo de un linaje de go bernadores provinciales, activa durante al menos seis generaciones, y que monopolizé virtualmente Ia funci6n de intendente de profetas durante todo ste tiempo. Otro ejemplo es el de Elkab, en el nomo 5 del Alto Egipto. Les |iseripeiones rupestres revelan que una familia de intendentes de proferes ‘controlé el templo local durante dos siglos. También podriamos citar el caso célebre de Nikaanj de Tehna, donde las funciones de ritualistas y el control de las terrasasignadas al emplo local de la diosa Hathor estaban en manos de a familia de este intendente de profetas que, ademas, acumulaba las funcio- nnes de responsable de un gran hut y de intendente de las explotaciones agri- tolas nut maut, Por Ultimo, Hetepi de Elkab, un dignatario de finales del Pri- ner Perfodo Intermedio, expresa en una estela cémo pasé mucho tiempo al Servicio del templo local y cémo se ocupé de que los miembros de su perso: nal fueran sucedidos por sus hijos. Teniendo en cuenta que los templos con- trolaban numerosas explotaciones agricolas, como aparece claramente es: presado en las ttulaturas de Ajmim, asi como recursos diversos, de acuerdo fon los inventarios conservades del templo de Min de Coptos, el control de Tos templos o el acceso a los mismos por medio de una funcién de ritualista EL.Estapo Ex Acciow 195 debia ser una importante base de poder y de ingresos~ para las its Toca- tes, asi como un medio de entrar en contacto con los agentes de palacioo con las redes de clentelismo establecos en torno a los potentados que domina- ban el templo. Asi, por ejemplo, la inscripeién de Merer de Gebelein, del Primer Periodo Intermedio, indica emo este dignatario efectu sarifcios para trece gobernadores en dos templos locales (en ext caso, el término hege sgobernador» puede aludir tanto a un jefe de aldea como aun gobernador provineal o nomarea). ‘Una ciccunstancia curios ela ausencia de referencias dl stulo de «gran jefe de nome» con relacin alas provincias del delta y a las provincias dt Alto Egipto proximas a Menfis. Ello se debe, probablements, aque las pro- viniasstuadas en un radio de unos doscientos kilémetros en torno la capi tal eran administradasdirectamente desde Mentfis; a ausencia de grandes distancias dentro de este radio permitia una rapid cireulacin de corzoos y de agentes de ia corona, lo que hacia innecesaro el nombramiento de dele- gaios del rey que resdieren permanentemente en los nomos que adminis- tTaban. Ademis, debido ale bra densidad de poblacién en el dela y al papel rns importante de In ganaderiay del pastoralismo en esta zona, quizis no hbo centros e poder ni dinastas de magnates locals tan importantes como on ct Alto Ugipto, sblidamente enraizadas en sus localidades de origen, En ambio, en las lojanas provincias del su, donde las distancias impedian el trinsito ude de mensajes, se jurgopreferible instalar gobernadores locales apoyades por una red de depostostemplos einstalaciones dela corona. Ade nis, elintendente del Alto Egipte, que ejercia una labor de supervisién ge neralen el sur, dsponia de una ed de agentes furcionariosactivs por toda In region, como lo demuestran algunos pasajs de los decretoseritidos por el, faradn Pepi I para proteger el personal y los bienes del templo de Min de Coptes dela intervencin arbitaria, precisamente, de estos agentes: [En cuanto al intendente del Alto gipte que prepare (la lista de trabsjadores for soto) destinada al archivo real, 1a oficina de los eampos (), l archivo (ordina ria) yal archivo de los documentos sellados para someterlos (= el personal det ce ple) a cualquier tipo de trabajo de Ia Casa Real, ometeré un acto de rebelibn. En ‘cuanto a cuslquier autoridad ~bien sa el Grande de las Decenas del Sue! inten dente de equipos del Alto Egipto,el intendente de misiones, el intendente de equi- pos oelintendente de los trabsjadores del rey~ que los rechute para el censo que debe see transmitida a a oficina del archivo de los documentos del rey, a fic 1 de los campos (2), al archivo ordinario © al archivo de los documentos sellados para someterls (= ef personal del templo] a cualquier tipo de trabajo de la Casa Real cometers un acto de rebelibn, En cuanto al censo dela provicla que sea en- tregado al intendente del Alto Egipto para ponerlo en prictica tras haber so pre sentado (también) ante los dignatarios, Mi Majesad le ordona que suprima los 124 Worry a Meno ANTIELO erdotes y de los empleados de este templo (de tal mode) que lgnatario,eactiba de los documentos del rey, intendente de los escribas de los campos, intendente de los documentos sellados o funcionario que reciba et lisiado y que anote las Srdenes incluyendo los nombres del inzexdente de sacerdo ‘tes, del inspector de sacerdotes, de le empleadosasignados a servicio yal eu do del dice Min, de cualquiera de le trabajadores-meretasignados las terras del temple del dios Min o del personal del centro de abastimiento y de la construc clin dependiente del dios Min deCoptos en la provincia de Coptes, con relacion a cualquier tipo de trabajo de Ia Casa Real, eometerS un acto de rebelin (Urk I 2417-2823). Atgunos ets del Primer erode Tntermetio gern qu lon gbern- dorelovalescelbabanencvents con su nuevo el ntendente el Alto Eupe 1 Anji brave 1 goberador general deed la provincia de Hiracpai An rove deckrayocosegl qu l cose el intencnte del Alto ips que se alla en Stnomo de Tir aceics puncte apn do del gure Snweatomue deacon ran jel dl nome de Hiarchmpol Hetep Meal inscipcbna3) Yo navegut han note ur en una mii par prlaip,gaberon rane del egy ne, bai el lag (eects) deo gbernaders Sealey det Diop Cals goberuidr que eg al loge de er. de So ecaclenca dei dieu, ala prerin de oratorin yan cn de tis eonco pues nub donna cl in de ebracén de vmbles, munca eceraioesy er comedid dado celeraion den conferees tla Exrasburg 58 Porencia 595) zs bbe stein ae uniba de funconarionevadoe dese la capital © ‘Yo.ra un muchacho que cefia su cinturbn en tiempos del fran Tei, y fui leva: 4 (despuds) ante el farabn Pep I para sar educado en compatia de los hijos de los in Kstapo ws accion 195 iefes Desputs, ui nombrade Amigo Unico e ntendente de lot jentit-he de pala io durante el reinado de Posi. (A cotinuacién) Ia Majestad de Merenré me bio remontar el rio hasta el: 39 de Bafa en calidad de Amigo Unico, gran jefe de nome, intendente del granodel Alto Egiptoe intendente de sacerdots, debido si valia ya mi estima en eloraxén de (u) Majesng, Tambita me fue concedida 1a dignidd de seior de todos tos jes dl Alto Bgipto, Adem, ui juee de todo el Alto Egipto (Urk1255:18-04 ‘También Jentikaupepi esoca su educacién entre los «grandes» antes de ser designado gobernador del oasis de Dajla Cuando yo no era mis que un muchacho que ceaia el cinturdn entre los grandes, ‘me fac adjudicada Ia dignidad de gobernador del oasis, pues mi vaia era mas gran dean Su Majestad que Inde aquelloe ue habian enietido antes que ye Osing ee at, Denkmaler der Oase Dachla, Magyatia, 1976, ima 6, 60). Sin embargo, el padre de Qar, Iz, parece haber desarrollado una carrera en Ia eapital ames de serle adjudicado un destino en provincias, Probable- ‘mente, la experiencia acumuiada en el ejercicio de otras funciones en las di- versas ramas de la adiinistraci6n le facilité ser nombrade gobernador de Bafli para ejecutar los trabajes ordenados por el rey en la provincia: Yovera wn Adriane del Portalen tiempos del faradn ses y wife adjuilead funcidn de gobernador de huten tiempos dl faraén Unas. Después, obiuve la dig nidad de escriba constructor del rey, administrador y noble deltrey en tiempos del faradn iy leva cabo tod lo que desoaba eate dios. Después, me fue eoncedi 4a la funcién de «noble», Amigo Unico y gran jefe de nome bajo la Majestad de este dios ~jque viva cternamentel~ debido a que mi valiay mirestims en el cova on de Su Majestad eran mayores que las de cualquiera de aus dignatarios Yo su pervisaba la ejecucin de todos ls trabajos del rey arignads a esta provincia de tal ‘modo que gané por ello la alabanza de Su Majestad al realizar las misiones dela Residencia (real) (E. Edel, 24879 (1954), pp. 11-17) En cambio, los responsables del delta parecen haber ejercido su cometido desde la capital, Menfis, y fueron sepultados ademés en los cementerios ‘menfitas, continuando asi el modelo administrativo ejercido por Mechén durante la IV dinastia. Tal es el caso ya citado, por ejemplo, de Userkafanj, un alto funcionario de la V dirastia que acumulé las funciones de intenden- te de las provincias del delta, intendente de templos, intendente de todos los trabajos del rey, intendentede las zonas fronterizas,intendente de todos los asuntos del rey y responsable del paso hacia los paises extranjeros. [Ni siquiera los lejanos oasis del desierto occidental escapaban a la 126 _Kwvro une. Iureaun AN cién de la administracién faraGnica. Las excavaciones efectuadas en Balat, en ol oasis de Dajla, han sacado @ la luz los monumentos de una verdadera scdinastia» de gobernadores locales en estrecho contacto con la capital. La inseripeién de Jentikaupepi que acabamos de citar es un ejemplo de edmo in- ‘luso los miembros mas jévenes de las familias que habitaban estos remotos confines del reino de los faraones eran educados en las tradiciones y practi cas vigentes entre los escribas antes de recibir de manos del rey una nomi- nacién administrativa, Asimlsmo, se comprueba como se rodeaban del mis- mao tipo de objetos valiosos ~estelas, estatuas, mesas de ofrendas, ete y de _monumentos prestigiosos ~mastabas, instalaciones para acoger las estatuas del linaje de gobernadores del oasis que subrayeban su elevada posicién so- cial, como cualquier otro dignatario egipcio mis préximo a la corte. Ademis, el reciente descubrimiento de varios lotes de tabletas de arcille con eartas, listas de funcionarios e instrucciones diversas, ha sacado a la luz la comple: idad del mundo que rodeaba a estos gobernadores, con un constante trajin de érdenes, de idas y venidas de funcionarias en misién o de equipos de tra ‘bajadores, sobre todo cuando Hegaban al oasis o:ros gobernadores proceden- 12s; quiza, del valle del Nilo o bien de zonas desérticas atin més alejadas en ‘cuyo caso se trataria de una especie de embajadas encabezadas por jefes nb madas: Bi servidor aqui presente declara; que se haga saber al encargado del correo que se halla en el eonaejo que elalfarero ain no ha egado a I localidad de Ruyet para Dpfeparar el viaje del gobernador de Demiu. Que el ka del encargado del correo or dene el envio de un alfarero (Balat, carta 3686: L, Pantalacsi, BIFAO 98 (189%), 307, fg.) ‘Otras tablillas indican cudl era la jerarqua administeativa y de altos fun- ‘ionarios a cargo de la administracién del oasis de Dajla durante la VI di- asta: “Ei noble del rey y herald, Deshery el noble del rey ¢ hijo del goberador, duet Sntendente del granero, Hedity el intendente del granero, Imataut;el intendente de los excoltas, Desheru; el intendente de los escoltas, Ichimesquet el guardian, Tay; el guardin, Shepsy el profeta, Uy; el profeta, Neferus el adiministrador ty. of profeta, Kemi;el profeta, Meruigays el inspector, Meruy; el inspector, Tasy @)sel inspector, Iduy, el intendente de equipo, Anjudemedyu, (G, Soukiassian, M, Watt mann, L. Pantalaesi, Le palais des gouverneurs de 'époque de Pépy Il p. 340-342). Por ultimo, incluso el servicio de ofrendas destinadas al eulto de las divi ssegurado mediante la existencia de explotaciones nidades locales estal agricolas destinadas a este efecto: x Ksrano ms nceaby 197 Este ior declara: que se ponga en conocimiento [del correo presente en el conejo] que el correo ha dispuesto [] en as tierrasbajes (del dsninic?] de Igay [Ls] ta venido y ha dicho: «he sido nombrado [...». Bl administrador Anjudemed- 3erhe vid he dco] ose ha del ate quan aclrard@) }» (Sou asia, M, Wuttnan, Ls Pantalues, Le palais des gouvernenrs de Vépoque de Pepy Lp. 358-360), i Ala luz de todo lo visto, cabe caracterizar Ia organizacién administrativa del Egipto del Imperio Antiguo como una estructura ternaria compuesta de los siguientes elementos: un conjunto de departamentos administrativos y de altos funcionarios agrupados en torno al visir quien, a su vez, formaba con algunos de los dignatarios de mis alto rango un consejo consultivo del fa- ‘abn; una serie de representantes de la corona asignados @ las provincias, que incluia tanto a gobernadores regionales y provinciales como a los responsa- bles de las instalaciones de la corona; y por iltimo, oficiales de enlace, tales como correos y mensajeros, pero también funcionarios itinerantes encarga dos de supervisar in situ la elaboracién de los censos, el cultivo de las tierras dele corona, el reclutamiento de mano de obra y el registro de los campos. ‘Acesta estructura tripartita basica cabe afiadir otra, mas informal, formada, por tn lado, por cortesanos préximos al rey que, gracias ala confianza de que gozaban ante el faraén y a su competencia en materias diversas, podian asu- ‘mir misiones delicadas o de caracter mis reservado; , por otro lado, por ca- ciques locales, jefes de aldeas, etc, que no formaban parte de la jerarquia bu- rocritiea pero euyo concurso y colaboracién eran también impreseindibles para la ejecucién, localmente, de las 6rdenes emanadas de palacio. Por altimo, hay que recordar que esta estructura estuvo sometida a trans: formaciones y reformas en el transcurso del tiempo, y que existieron dife rencias considerables entre el Alto y el Bajo Egipto en la direceién de los asunitos provinciales. Pero siempre estuvo al servicio de los intereses de la co. rona, que consistian en lo fundamental en el control y utilizaci6n en prove- cho propio de los recursos humanos y materiales de Egipto. LAS ACTIVIDADES DE LOS FUNCIONARTOS Una vez deseritas las earacteristicas fundamentales de la estructura organi- zativa de la administracién durante el Imperio Antiguo, pasaremos a exa- zminar cémo se aplicaban en la préctica cotidiana las instrucciones emanadas de la adininistracin central, sobre todo en aquellas actividades de mayor in- terés para la corona, “Teniendo en cuenta que la agricultura era la base fundamental de la ri-

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