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Revista de Investigaciones en Técnica Vocal PDF
Revista de Investigaciones en Técnica Vocal PDF
(Versión impresa)
Revista de Investigaciones en Técnica Vocal es propiedad de
GITeV - Grupo de Investigaciones en Técnica Vocal
Facultad de Bellas Artes - Universidad Nacional de La Plata.
Diag. 78 N° 680, La Plata, Argentina.
CUIT : 30-54866670-7.
info@gitev.com.ar
Claudia Mauleón
Universidad de París X - Nanterre Esta revista es una edición de:
FACULTAD DE BELLAS ARTES
Renata Parussel UNIVERSIDAD NACIONAL DE LA PLATA
VOICE Instituto de Formación DECANA
Funcional de la Voz (Alemania)
Mariel Ciafardo
Soledad Sacheri
Sociedad Argentina de la Voz SECRETARIA DE PUBLICACIONES Y
POSGRADO
Favio Shifres
Universidad Nacional de La Plata
María Elena Larregle
Foto de tapa: Diana Damrau como la Condesa Adèle en la ópera “El conde Ory” de Gioachino Rossini.
Cedidos los derechos para esta publicación por Diana Damrau y Marty Sohl.
® Marty Sohl/Metropolitan OperaTaken, ensayo del 16 de Marzo de 2011 en el Metropolitan Opera-New York.
Las opiniones vertidas por los autores en sus artículos no son necesariamente compartidas por
GITeV - Grupo de Investigaciones en Técnica Vocal.
editorial
Hace unos cuantos años llegó a mis manos una publicación del Prof. Richard
Miller en la cual se hacía referencia a la Pedagogía Vocal Contemporánea
como un área de vacancia (Miller, 2004). El planteo de dicho profesional se
sustentaba en la afirmación de que al interior de la comunidad de docentes del
área no existen acuerdos epistemológicos básicos que permitan el desarrollo de
la enseñanza del canto como disciplina sólidamente fundamentada. En este
sentido, recuerdo haber discutido ampliamente con mis colegas sobre el sistema
conceptual vinculado con la producción vocal y su elevado nivel entrópico.
Parecía que, herederos del Paradigma Tradicional, los docentes contemporáneos
no habían logrado reconciliar aquellas expresiones utilizadas por sus maestros
como resultado de intuiciones y propiocepciones individuales con los últimos
descubrimientos científicos interdisciplinarios, que permitían comprender con
gran nivel de detalle las dimensiones anatómica y fisiológica del fenómeno vocal.
Junto a GITeV, Grupo de Investigaciones en Técnica Vocal, nos abocamos,
entonces, a una profunda investigación en el área, gracias a la cual pudimos
familiarizarnos con materiales bibliográficos de enorme valor que ampliaron
nuestro horizonte conceptual y nos permitieron encarar la práctica docente
desde una perspectiva novedosa y que contemplaba los últimos avances en la
materia. Sin embargo, y como resultado de estudios experimentales y extensos
intercambios con docentes, colaboradores y otros investigadores, pude notar que,
incluso aquellos docentes que conocían en detalle el paradigma cientificista, se
encontraban con obstáculos metodológicos a la hora de dar clases.
En efecto, al interior del paradigma de la Pedagogía Vocal Contemporánea
se incursiona en una fundamentación científico-teórica exhaustiva, en los eventos
funcionales que permiten la producción vocal, y en algunos aspectos psicológicos
de la misma, pero también se denigra el lugar que ocupan en el proceso de enseñanza-
aprendizaje la imaginación, la comunicación intersubjetiva y los procesos cognitivos
subyacentes. Esto hace que este nuevo marco teórico se vuelva un paradigma
altamente descriptivo que no aborda exhaustivamente los aspectos didácticos.
He aquí la real área de vacancia a la cual, consideramos, debemos atender.
En eso estamos.
Por ello, estos debates inauguraron el ciclo 2013 de trabajo del Grupo de
Investigaciones en Técnica Vocal. No sólo defendemos la Investigación como
una de las acciones básicas y necesarias de quienes conformamos la comunidad
educativa universitaria, sino que, además, poseemos la fuerte convicción de
que toda práctica artística se modifica sustancialmente cuando es informada.
Queremos decir que el conocimiento, discusión y divulgación de los marcos
teóricos actuales se erige como soporte insoslayable para la práctica docente
y artística. Más aún, pensamos que es responsabilidad de la Universidad
Miller, R. (2004). Solutions for Singers: Tools for Performers and Teachers. USA: Oxford University Press.
dar respuesta a los interrogantes planteados más arriba y promover cambios
estructurales en la sociedad en la que se inserta. Por ello, la dirección del accionar
de GITeV no se centra sólo en la investigación, sino también en la Extensión
Universitaria, buscando generar cambios curriculares en consonancia con las
investigaciones realizadas.
Así lo entendemos nosotros, y así lo han entendido también la Universidad
Nacional de La Plata, el Fondo Nacional de las Artes, el Ministerio de
Educación de la Nación, el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación
Productiva, y otras instituciones que acreditan y avalan nuestras iniciativas.
Esta Revista, entonces, es fruto de la necesidad de producir material
original en idioma español en referencia a las discusiones actuales con el objeto
de propiciar nuevas formas de enseñanza-aprendizaje de la Técnica Vocal en
nuestro contexto sociocultural. Los artículos presentes en este número cubren
una extensa lista de temas inmensamente interesantes:
Agradeciendo todo el apoyo recibido durante el año, y con una gran emoción, invito
a los lectores a que se adentren en el material que hemos seleccionado y confeccionado
con gran esfuerzo y dedicación. Espero que la lectura de este número sea tan placentera
como ha resultado para nosotros la confección del mismo.
La Dirección Coral y la Técnica Vocal a la Técnica Vocal suele estar relegada a los
no son dos áreas de conocimiento que gocen primeros 15 minutos de cada ensayo en los
de un vínculo muy estrecho o, al menos, así lo que se suelen realizar algunas vocalizaciones
atestiguan cientos de publicaciones que tratan el rápidas, dejando ,así, el tiempo restante para
tema (Heizzman, 2003; Jordan, 2009; Minnes la enseñanza de las partes correspondientes
Brandes & Parent Dionne, 2008; Ward-steinman, a cada cuerda y al ensayo de las obras de
2010; Woodruff, 2003). Parecería ser que, aunque repertorio (Garnett, 2005; Heizzman, 2003;
la práctica coral es práctica vocal de hecho, las Madeley Richardson, 1891). Existen también
conceptualizaciones respecto de la producción coros profesionales (o amateurs, según el caso)
vocal y de la pedagogía de la voz no resultan conformados por cantantes, estudiantes de canto
insoslayables para el director. Es frecuente o estudiantes de música con los cuales no se
encontrar textos específicos de Dirección Coral realiza preparación vocal previa por entender
que abordan la temática vocal mediante la que sus integrantes ya poseen elementos
presentación de una batería fija de ejercicios técnicos adquiridos y que, por tanto, deberían
usualmente agrupados bajo un título que designa asistir al ensayo en óptimas condiciones
la destreza a obtener o el obstáculo a sortear con vocales. Ahora bien, cabe preguntarse qué
dichos ejercicios, por ejemplo, “ejercicios que factores motivan esta ausencia sostenida en el
proporcionan agilidad” o “ejercicios para cambios tiempo de la Técnica Vocal al interior de la
rápidos de dinámica”. Estos se presentan como Dirección Coral.
universales, es decir, útiles para cualquier sujeto y, Existen características histórico-epistemológicas
generalmente, desprovistos de basamento científico de la Pedagogía Vocal -entendida como la disciplina
y metodológico. Cabe destacar, además, que los que se ha ocupado y se ocupa de establecer
ejercicios vocales encontrados difieren enormemente metodologías adecuadas para la enseñanza del
entre texto y texto y, por ende, anulan toda canto, y que se basa en diferentes supuestos teóricos
posibilidad de generalización conceptual. Muy básicos- que determinaron que los conocimientos
por el contrario, aquellos aspectos que residen dentro relativos a la enseñanza de las habilidades vocales
de la esfera gestual o estilística sí son incluidos en se hayan organizado en torno a ejes semánticos
todos los trabajos de la disciplina y, en líneas difusos que dificultaron la constitución de un
generales, podemos decir que existen acuerdos núcleo conceptual sistemático y organizado, y, por
conceptuales entre los diferentes autores. ello, es posible hablar de un sistema conceptual
De modo análogo a lo que ocurre en la altamente entrópico (Alessandroni, 2013).
dimensión teórico-académica, en la práctica
concreta la enseñanza de aspectos inherentes
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Entropía
Conceptual - Vocal
En el campo de la Física, la entropía es definida como la
medida del desorden de un sistema. Como consecuencia de
las conceptualizaciones personales de cada maestro de canto
y el escaso acuerdo terminológico, el sistema conceptual de la
Técnica Vocal se volvió altamente entrópico; de este modo,
un mismo término empezó a emplearse para designar cosas
diametralmente opuestas (Mauleon, 1998).
14
Sobre el concepto de
entrenamiento vocal
Así como ustedes piensan, así enseñan. Y de acuerdo
a como piensan, así cantan. (Rabine, 2002)
16
Aplicación del paradigma de la
Pedagogía Vocal Contemporánea al trabajo en el
ensayo
Problemáticas
asociadas a la
respiración
El segundo se relaciona con el fragmento que se encuentra entre los compases 34 y 37 (figura 2). En
este caso, la problemática textual es idéntica al pasaje anteriormente señalado y, debido al rallentando
característico de la finalización de la ejecución, la extensión de la frase es considerable.
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La forma tradicional de abordar las problemáticas relacionadas con estos
fragmentos estaría vinculada con el uso de la respiración alternada. En este
artículo no se niega la utilidad de dicho recurso pero, entendiendo que el
director coral actúa como garante del desarrollo sostenido de las habilidades
vocales de los cantantes que conforman su grupo, resulta primordial
incursionar en otras vías de abordaje.
La mecánica respiratoria compromete la acción de una serie de músculos
interconectados y que están vinculados, dependiendo de cada caso, en el
proceso inspiratorio o espiratorio. El aumento de la capacidad respiratoria
es necesario para el canto artístico dado que la respiración normal propia
de la vida sedentaria no alcanza a cubrir las exigencias de la ejecución
vocal (Parussel, 1999). Este aumento será consecuencia del entrenamiento
constante y gradual de la musculatura inspiratoria que permita coordinar
las inspiraciones profundas con la actividad motora. Los músculos más
importantes pertenecientes a este grupo son: 1- diafragma; 2- intercostales
externos; 3- pectorales mayores y menores; 4- dorsal ancho. Siendo, además,
que el diafragma no posee inervación nerviosa consciente, resulta necesario
activar estructuras anatómicas que comprometan la acción diafragmática.
Se propone, entonces, un trabajo vocal (ejecución de los fragmentos
señalados) articulado con determinados movimientos corporales que deben
estar coordinados con el momento de la inspiración, a saber:
22
Dificultades de
dicción y articulación
23
Existe un último inconveniente que vincula
la dicción con la producción vocal cantada. La
consonante /k/ es un sonido oclusivo y con un
punto de articulación velar logrado gracias al
contacto de la parte posterior de la lengua con
el paladar blando. Al articular este sonido e
inmediatamente después ejecutar una vocal,
suele suceder que esta última exhibe un alto
nivel de tensión en el lomo de la lengua (dado
por la retracción característica de la consonante)
y por lo tanto, como interacción de esto con un
alto estrechamiento del tracto vocal, se escuche
prensada.
Un posible trabajo coral sobre estas temáticas
involucraría:
• la enseñanza sistemática de los fonemas que
presenta el texto de la obra;
• la inclusión de los fonemas problemáticos
y/o ajenos a la lengua materna en ejercicios de
vocalización; por ejemplo, trabajar con las sílabas /
za/, /ze/, /zi/ ,/zo/, /zu/ y /
• añadir a las sílabas presentes en el texto que
contengan el fonema /k/ otro sonido que colabore
en el desplazamiento del punto de articulación
inicial a uno que permita la relajación del lomo de
la lengua y, en consecuencia, la apertura del tracto
vocal: /kra/ /kre/ /kri/ /kro/ /kru/; /kla/ /kle/ /kli/
/klo/ /klu/;
• el trabajo puntual sobre grupos vocálicos
que se suceden rápidamente en la obra, por
ejemplo, en compás 11 de Tenor, el grupo /eieio/;
el trabajo puede hacerse en diferentes tesituras
para lograr la asimilación articulatoria de la serie
y, luego, transportarla hasta arribar a la altura
deseada.
Complicaciones vinculadas
a la dinámica y la
resonancia Se observan en la obra diferentes
complicaciones vinculadas a la resolución de
variaciones dinámicas y a las configuraciones
que adopta el tracto vocal para favorecer un tipo
específico de resonancia:
• en Soprano: Compases 16-17, el retorno al
Mi5 desde un Re5 y luego un Si4 con diferentes
24
vocales y variaciones dinámicas; y compás 35, el e, incluso, de obra a obra. No obstante, existen
sostén del Mi5 con la vocal // durante todo el cuestiones a tener en cuenta para favorecer un
compás, mientras las otras voces modifican la ar- trabajo eutónico del aparato fonador en relación
monía resultante; con los mecanismos de resonancia. Como
• en Tenor: Compás 11, el sostén por tres sabemos, el resonador del instrumento vocal está
tiempos de la nota Fa4 con cambio de articulación constituido por el vestíbulo laríngeo, faringe,
de vocales; boca y, en ocasiones, por las cavidades nasales.
• en Bajo: Compás 10, el sostén por tres Algunos de los factores que afectan la resonancia
tiempos de la nota Do4 con cambio de articulación resultante son: (1) tamaño de las estructuras
de vocales (figura 4). intervinientes; (2) forma de las estructuras
intervinientes; (3) composición y grosor de
las paredes de las estructuras intervinientes;
(4) textura de la superficie de las estructuras
intervinientes; y (5) combinación de diferentes
Figura 4 Et misericordia (Vivaldi) - Línea de Bajo, Cc. 10-11 estructuras.
Algunas conclusiones
sobre la integración dirección
coral-técnica vocal
El recorrido que hemos propuesto a lo largo
de este artículo permite la reflexión respecto de las
cualidades necesarias para los directores corales
a la hora de desempeñarse efectivamente en el
campo de la Técnica Vocal y plantea un modelo
de trabajo sobre una obra específica atendiendo
a los aportes en materia de fisiología, anatomía y
pedagogía de la voz aportados por el paradigma de
la Pedagogía Vocal Contemporánea.
En primer lugar, el director no sólo debe
cantar bien, sino que debe conocer con qué
instrumento tratará, para poder mejorar el
sonido coral (Miller, 1996). Tener conocimiento
de los procesos involucrados en el canto
permitirá realizar un diagnóstico preciso de
las necesidades vocales de los coreutas para
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guiar a los mismos hacia niveles de ejecución El repertorio debe ser abordado,
más profesionales (McKinney, 2005). Brindarles primeramente, realizando un análisis
conocimiento certero acerca de su instrumento sobre las categorías propuestas, detectando
los habilitará, también, para constituirse, a largo posibles dificultades técnico-vocales, de
plazo, en cantantes independientes que puedan manera de anticipar, al trabajo del ensayo,
poseer cierto dominio de su instrumento a través una batería de ejercicios que constituya
de sus percepciones fisiológicas y acústicas. posibles vías de solución a estos problemas.
En segundo lugar, los directores corales Es necesario tomar en consideración que el
no deben limitar la evocación de los recursos proceso fonatorio no se da naturalmente como
técnico-vocales a los primeros minutos de cada algo fragmentado, sino que se constituye como
ensayo, sino hacer uso de los ejercicios en tanto una unidad. Es probable que al trabajar al
herramientas de construcción de competencias interior de alguna de las categorías propuestas,
de ejecución cada vez más diferenciadas. Al de manera indirecta se esté trabajando, también,
igual que cualquier atleta necesita poner a punto sobre otra categoría. Es, también, requisito para
sus músculos para realizar un deporte, antes el director poseer la habilidad de seleccionar los
de dar inicio a la ejecución cantada el coreuta ejercicios que propone de manera significativa,
precisa una rutina de precalentamiento de en pos de arribar eficazmente al resultado sonoro
su instrumento. Pero, además, el director deseado. Asimismo, la planificación de los
coral debe ser el garante del desarrollo vocal ensayos, en el corto y el largo plazo, provee a los
sostenido de los individuos que participan de directores la posibilidad de programar el trabajo
su agrupación coral. Con esto queremos decir vocal y direccionarlo hacia el avance progresivo
que se vuelve insoslayable el diseño de una de la interpretación de la obra y el mejoramiento
estrategia de entrenamiento vocal a largo plazo técnico del grupo.
que contemple todos los aspectos importantes de En síntesis, consideramos indispensable
la ejecución cantada. A través de la proyección un diálogo interdisciplinario entre la pedagogía
de este dispositivo pedagógico, al director le será de la práctica coral y los conocimientos teórico-
posible establecer un plan de trabajo corporal- prácticos de la Técnica Vocal para un despliegue
vocal que le permita subsanar las deficiencias de la actividad optimizado y efectivo. El desafío
encontradas en su coro y, a su vez, elegir un que enfrentan los directores corales en el siglo
repertorio adecuado (uno en el que el nivel XXI se encuentra vinculado a la posibilidad de
de dificultad vocal que las obras requieren se aprehender e instrumentalizar el conocimiento
encuentre alineado con el nivel de experticia disponible en pos del perfeccionamiento
vocal de los coreutas). constante y la mejora planificada del sonido
Los cantantes corales necesitan, muy vocal. Las capacidades de diagnóstico y
a menudo, apoyo técnico para resolver prescripción de estrategias adecuadas y situadas
correctamente pasajes, frases y notas particulares constituyen la condición necesaria para el
de una obra. Aquellos directores que no poseen ejercicio de la profesión y el punto arquimédico
una correcta formación en el campo de la Técnica a partir del cual reestructurar la actividad toda
Vocal no tienen más opción que pasar por alto estas bajo el marco de un paradigma sólidamente
demandas sin brindarles el tratamiento necesario, fundamentado.
lo cual produce inseguridad y frustraciones en los
cantantes. Sin dudas, esta situación se reflejará
posteriormente en el sonido coral resultante.
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ALGUNOS PROBLEMAS
DE AFINACIÓN EN LA
PRÁCTICA CORAL
CARLOS LÓPEZ PUCCIO
Estudio Coral Buenos Aires
PALABRAS CLAVE:
EJECUCIÓN CORAL | TÉCNICA VOCAL |
AFINACIÓN | ENSAMBLE
5. Desempaste
(causa virtual)
31
Causas de desafinación
sistemática
Llamo así a los casos en los cuales el coro o una cuerda entonan
inapropiadamente en el mismo sentido, es decir: se reemplazan
ciertos sonidos por otros igualmente más altos o bajos.
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Al llegar al Si del compás 2 tenderían El otro sub-caso, por confusión del centro
melódicamente a entonarlo como 6o grado, es decir: modal, es esencialmente el mismo aunque esta
algo más bajo que la quinta justa correspondiente al identidad, tal vez, no sea evidente a primera vista.
Mi que estarían cantando los bajos. Ocurre que este Cuando cantando música pre-barroca los coristas
intervalo es pequeño en Re mayor (2do al 6to grado) no comprenden sensiblemente cuál es el centro
pero no debe serlo en la muy transitoria tonalidad de modal sobre el que está escrito determinado pasaje
La, del cual este acorde funciona como dominante. suelen ocurrir errores de afinación por equivocada
La solución es para mí la siguiente: dado que el Si de interpretación funcional. Con un solo ejemplo
las contraltos no posee jerarquía melódica especial -extraído de una experiencia concreta- espero
habrá que tratarlo como nota armónica; el director echar alguna luz sobre este aparente galimatías.
deberá prever el caso y sensibilizar a la cuerda para El pasaje que sigue pertenece al Kyrie de la misa
“oír” el acorde y afinar el Si en función del resultado O Quam Gloriosum Est Regnum, de Victoria. Se
armónico y no de la línea melódica. El sol de tenores trata de una misa Hipomixolidia escrita sobre
deberá seguir las generales de la ley establecida más Sol, por lo que, melódicamente, orbita sobre este
arriba para “sensible”. centro con inflexión permanente sobre Do (que es
El análisis cuidadoso de casi cualquier caso la dominante del modo).
de modulación o desarrollo ofrecerá problemas
similares que el director debe cuidar y anticipar.
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Este planteo modal, sensiblemente claro para Una aclaración final: para algunos músicos
un oído “pre-tonal”, resulta exótico a la percepción que nunca se han planteado seriamente el tema
del corista no entrenado en tales secretos. Nuestro de la escalística, la reacción ante planteos como
buen cantante tiende a oír Do como centro tonal éste suele ser despectiva o minimizante del
y Sol como su dominante. Ya en el comienzo, por problema. Actitudes como ésta sospecho que,
citar un ejemplo, la entrada ascendente Sol— en general, encubren más miedo a las propias
Do en tenores y el entorno que sería totalmente limitaciones auditivas que efectivas limitaciones
el de Do, condicionan la sensación moderna auditivas. Después de todo y pese a lo que puede
“tónica Do”. Por esto, en un coro capaz de cantar parecer, la cosa no es ni tan misteriosa ni tan
con buena afinación “natural”, las relaciones difícil de oír. De manera que tiendo a pensar que
interválicas tienden a organizarse en función de las limitaciones son mentales o tan solo prácticas,
Do y no de Sol, como sería lo correcto. Así, en el ya que no es difícil ponerse con contacto auditivo
acorde de Re mayor que precede a la cadencia, en con este mundo de “las afinaciones” que, en
el penúltimo compás, los tenores descenderán a primera aproximación, parece más sutil que lo que
un La, que tenderán a afinar como perteneciente realmente es y del cual sólo su desconocimiento
a la tonalidad de Do y no al modo sobre Sol. Como puede justificar no asignarle la mucha importancia
6to grado de Do el La que canten será levemente que merece. Algunos músicos, en actitud
más bajo que si el mismo sonido fuera “oído” en aparentemente más racional ya que no más
contexto Sol. Así resulta un acorde con 5a pequeña. acertada, pretenden que se trata de correcciones
Estamos ante un ejemplo -quizás menos creíble interválicas no audibles. Esta es una falacia tan
que el anterior pese a mi enérgica protesta de fácilmente demostrable que puede ignorarse.
veracidad- en el que, aun cuando aparentemente La protesta a mi entender más aceptable es la
se estaría yendo contra una pauta esencial del que afirma que la imprecisión de afinación de un
estilo, el director debe inducir al corista a pensar cantante, aun de uno bueno, es suficiente como
su sonido armónicamente y no en rol melódico. para no permitirle manejar con exactitud valores
La conclusión a la cual quisiera hacer llegar al interválicos tan pequeños. Es cierto que factores
lector es que por “escalística correcta” debe entenderse como el vibrato o la natural inexactitud de una voz
la que produce el mejor resultado en cada caso. En humana atenúan considerablemente el glorioso
general en canto coral sería conveniente tender a la efecto de las perfectas relaciones interválicas (que
afinación “natural”, que rinde acordes perfectos con en los números son deslumbrantes) pero puedo
sus intervalos casi siempre perfectos. Sin embargo, en asegurar a mi lector que esta merma no justifica
ciertos casos de pasajes descarnadamente “melódicos”, olvidar el problema. Entienda, por favor, quien
es decir, donde lo melódico prima absolutamente sobre lea estas líneas, que la propuesta es hacer “tender”
lo armónico, la opción guiada por el criterio artístico al cantante hacía una afinación mejor en la total y
del intérprete podrá inclinarse hacia la escalística “de probada certeza de que el resultado -si bien nunca
sensibles”, se llame “pitagórica”, “psicológica” o de perfecto- tiende a ser proporcionalmente mejor.
cualquier otra manera.
Artículo publicado originalmente en: Revista MEDIANTE. Año I - Nro. 2. Septiembre de 1982. Publicado en Revista de
Investigaciones en Técnica Vocal, Año 1 – Nro. 1, Noviembre de 2013, con la debida autorización del autor.
1 | La enumeración que sigue se refiere exclusivamente a lo que podríamos denominar “causas objetivas” “causas técnicas”, o algo así y
excluye las que llamaríamos “causas psicológicas”. Creo firmemente que un coro puede, al desafinar, estar expresando una “dolencia”
grupal extramusical consciente o no. Aspectos tan interesantes, por escapar a mi jurisdicción, no se incluyen en estas consideraciones
más que con este comentario. // 2 | Si bien no tengo cómo demostrarlo creo que esta es una de las razones que condujeron gradualmente
a los compositores occidentales, por ensayo y error, a la norma de proscripción de las duplicaciones de terceras. Esta regla, que tuvo su
primera cima en la elaborada técnica polifónica vocal del siglo XVI y que con altibajos preside toda la armonía clásica, podría haber
surgido por “selección natural”, algo así como: “cuando se evitan las duplicaciones de 3as el resultado es mejor auditivamente”. Esto, con
el paso del tiempo se habría convertido en norma estética ya no fundada en su lógica inicial sino, como tantas otras normas estéticas, en
un incierto “gusto” fundado en el acostumbramiento. El “mejor resultado auditivo” habría sido simplemente la mejor afinación ya que
reduciendo las terceras se reducen las posibilidades de error.
39
LA VOZ Y NUESTRO CUERPO.
UN ANÁLISIS FUNCIONAL
BEGOÑA TORRES GALLARDO
Facultad de Medicina – Universidad de Barcelona
btorres@ub.edu
PALABRAS CLAVE:
VOZ | CANTO | FONACIÓN | ANATOMÍA
FUNCIONAL DE LA VOZ
41
Los resonadores son las cavidades situadas por encima de los
pliegues vocales (en su conjunto forman el tracto vocal) en las que
el sonido producido será modificado y se hará audible. De la forma
y posición de las cavidades de resonancia dependerá el timbre de
nuestra voz. Estas cavidades son: la faringe, la boca y la cavidad
nasal.
Fig. 1. Cartílagos de la laringe. A. visión anterior, B: visión lateral, C: visión posterior. a: epiglotis, b: hueso hioides, c: membrana
tirohioidea, d: asta superior del cartílago tiroides, e: cartílago tiroides, f: asta inferior del cartílago tiroides, g: articulación
cricotiroidea, h: cartílago cricoides, i: primer cartílago de la tráquea, j: ligamento tiroepiglótico, k: articulación cricoaritenoidea.
42
El cartílago tiroides constituye la mayor parte de la pared
anterior y lateral de la laringe y envuelve parcialmente a los demás
cartílagos. Está formado por dos láminas (derecha e izquierda) que
se unen por delante en la línea media formando un ángulo abierto
hacia atrás constituyendo la denominada nuez del cuello. Este
ángulo en los hombres es de unos 90º y en la mujer de unos 120º,
por ello protruye más en los hombres bajo la piel.
La epiglotis se sitúa en la parte posterior del ángulo del tiroides
al que se une por medio de un pequeño ligamento (fig. 1 j). Su
función es cerrar el vestíbulo de la laringe para impedir la entrada
de cuerpos extraños a las vías respiratorias durante la deglución.
No posee ninguna función relacionada con la fonación.
El tiroides y el cricoides se articulan entre sí dando lugar a
las denominadas articulaciones cricotiroideas (fig. 1 g). En ellas el
tiroides bascula hacia delante y atrás. La base de los aritenoides
se articula con la lámina del cartílago cricoides dando lugar a las
articulaciones cricoaritenoideas (fig. 1k), en las que se producen
dos tipos de movimientos: de deslizamiento del aritenoides sobre el
cricoides y de rotación del aritenoides alrededor de un eje vertical.
Los distintos movimientos se realizan gracias a la acción pequeños
músculos (musculatura intrínseca) que se insertan sobre los cartílagos
laríngeos (fig. 2). Esta musculatura actúa separando o acercando los
pliegues vocales, con lo que se produce la abertura o cierre del espacio
comprendido entre ellos, la hendidura glótica (también denominada
glotis). Se habla de músculos abductores y aductores, respectivamente.
43
Todos los músculos son aductores de los pliegues vocales, a
excepción del músculo cricoaritenoideo posterior que es abductor.
En la figura 3A se muestra cómo por acción de este músculo se
produce la rotación de los aritenoides y la consiguiente abertura de
la hendidura glótica. La figura 3B muestra el movimiento contrario
por acción del músculo cricoaritenoideo lateral.
45
Del conjunto de músculos intrínsecos de la laringe sólo dos
tendrán una acción directa sobre el tono de la voz: el músculo vocal
(figs. 4i, 5i) y el músculo cricotiroideo (figs. 2c, 5f).
48
3. El fuelle del aparato
fonador
El diafragma es un músculo plano y grande que cierra por
debajo la caja torácica, es como una lámina que separa el tórax del
abdomen.
La caja torácica está formada por las costillas, el esternón y la
columna vertebral torácica (también denominada dorsal).
49
Durante la inspiración el diafragma se contrae aplanándose
(figs. 5, 6). Debido a esta acción las costillas se mueven lateralmente
(las más inferiores) y hacia adelante (las más superiores). Así la caja
torácica se ensancha y el aire entra en los pulmones aspirado del
mismo modo que lo es un líquido hacia el interior de una jeringuilla.
En la espiración el diafragma se relaja y asciende. Durante la
respiración tranquila (como, por ejemplo, cuando estamos en
reposo) este proceso es automático ya que los pliegues vocales están
abducidos y el aire pasa entre ellos sin ningún esfuerzo.
51
Los músculos del abdomen generan presión intraabdominal
en los denominados actos de expulsión (micción, defecación, tos,
estornudo, vómito y en el parto). Por ejemplo, al toser, realizamos
una inspiración profunda, el diafragma baja y entra aire en los
pulmones. Los pliegues vocales se cierran de forma automática y
el aire queda atrapado entre ellos y el diafragma. Esta columna de
aire será empujada por la presión generada por los músculos del
abdomen. Al contraerse la musculatura abdominal, se crea una
presión dentro del abdomen que empuja a las vísceras. Las vísceras
empujan al diafragma hacia arriba y este a los pulmones. De este
modo, la presión bajo los pliegues vocales (presión subglótica o
infraglótica), que aún están cerrados, vaya aumentando. Llega un
momento en que la presión es tan elevada que los pliegues vocales
se ven obligados a abrirse y el aire intrapulmonar es espirado con
fuerza.
En la fonación realizamos una acción similar a la explicada.
Inspiramos diafragmáticamente, los pliegues vocales se ponen en
contacto (periodo prefonatorio) y realizamos una espiración activa,
ahora controlada, para ponerlos en vibración. Si realizamos una
nota aguda, los pliegues vocales están fuertemente acercados y
tendremos que ejercer una mayor presión intraabdominal para
ponerlos en vibración, que si realizamos una nota grave, en la que los
pliegues se aproximan con menor fuerza. También de la espiración
dependerá la intensidad o volumen de la voz. Si realizamos más
presión con los músculos del abdomen, los pliegues vocales se
separarán con más fuerza. Como la amplitud de su vibración será
mayor también lo será la intensidad de la voz resultante.
Como hemos visto, cuando inspiramos, el diafragma se contrae
y la musculatura del abdomen debe relajarse para permitirle
descender. En la espiración activa sucede lo contrario. Este
equilibrio continuo entre diafragma y musculatura abdominal es
lo que se conoce como apoyo de la voz. Cuando le decimos a un
estudiante de canto que haga fuerza hacia abajo al realizar una nota
aguda, indirectamente le estamos diciendo que tense los músculos
del abdomen. Es importante, sin embargo, señalar que nunca debe
ejercerse una presión excesiva innecesaria. Es importante saber
controlar el aire espirado haciéndolo salir con mayor o menor fuerza
en función de las notas a realizar. Si gastamos todo el aire de golpe
nos quedaremos sin fiatus.
4. Los resonadores
El sonido producido en los pliegues vocales se hace audible
y se modifica en las cavidades de resonancia. Como en todo
instrumento, es necesario adecuar las cavidades de resonancia
al sonido producido. De la forma y volumen de estas cavidades
dependerá el timbre de nuestra voz.
52
Fig. 13. Corte sagital de la cabeza. a:
cavidad nasal, b: labio, c: lengua, d:
mandíbula, e: laringe, f: porción nasal de
la faringe, g: velo del paladar, h: porción
oral de la faringe, i: porción laríngea de
la faringe
Fig. 15. Músculos de la masticación. a: temporal, b: masetero, c: pterigoideo lateral, d: pterigoideo medial
56
Los senos paranasales (fig. 19) son cavidades neumáticas anexas
a la cavidad nasal que se encuentran en el interior de distintos huesos
del cráneo de los que reciben su nombre. Serán lugares en los que el
cantante notará sensaciones de vibración (de aquí los términos voz
de cabeza o voz en la máscara). El sonido producido en los pliegues
vocales se transmite a través de los músculos del cuello hasta estas
cavidades vacías donde resonará.
Fig. 19. Senos paranasales. A: visón anterior, B: visión lateral. a: seno frontal, b: celdas etmoidales, c: seno etmoidal, d: seno maxilar.
57
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
Abitbol, J. y Abitbol, B. (1998). Voix et ménopause: crépuscule des
divas. Contracep. Fertil. Sex. 26 (9). 649-655.
Spiegel, J.R., Sataloff, R.T. y Emerich, K.A. (1997). The young adult
voice. J. Voice. 11 (2). 138-143.
Torres, B., Sardà, E., Vilaró, J., Gumila, B., Massó, N., Germán, A.,
Rey, F. y Ruano-Gil, D. (2002). Muscular activity during diaphrag-
matic breathing in a singer. Join Meeting of the British Association
of Clinical Anatomistis and Spanish Anatomical Society. Barcelona.
Torres, B., Sardà, E., Vilaró, J., Gumila, B., Massó, N., Germán, A.,
Rey, F. y Ruano-Gil, D. (2003). Relaciones musculares en la respi-
ración diafragmática. Primer Congrés del Collegi de Logopedes de
Catalunya. Barcelona.
58
Cantar afinadamente: ¿una
habilidad para elegidos?
MARINA PEÑA
Universidad Nacional de La Plata
marinap30@hotmail.com
1 | En este trabajo la palabra disfunción alude únicamente a ejecuciones vocales erróneas con relación a un modelo dado.
2 | Extraído de: ficha de circulación interna. Cátedra de Educación Musical, Facultad de Bellas Artes, UNLP.
61
A través del tiempo, diferentes métodos de enseñanza han
destacado la importancia del desarrollo vocal en la formación
musical; Kodály, por ejemplo, basó su método “en la educación del
oído y en la adquisición de una voz bien educada, todo ello antes
de introducir al alumno en la práctica de cualquier instrumento;
consideró la voz como el mejor instrumento para acompañar otra
voz” (Subirats, 2007).
En un trabajo reciente, Mei-Ying Liao y Jane W. Davidson afirman
que el método solfa de Kodály, combinado con signos de la mano,
provee una visualización en el espacio de alto-bajo y la relación
entre las notas que se cantan, por lo que, a través de la sensación
kinestésica, la memorización de los sonidos es lograda y afirmada.
Apfelstadt (1988)3 considera que el uso de gestos con las manos para
indicar niveles es una estrategia efectiva para reforzar la sensación
de intervalo y mejorar la percepción de alturas en contextos de
desarrollo vocal. Liao y Davidson afirman que niños que utilizaban
gestos para el reconocimiento de intervalos, los identificaban con
mayor rapidez y acierto que los niños que no usaban tales gestos
(Mei-Ying Liao y Jane W. Davidson, 2007). Para ellos, los gestos
y movimientos ayudan a transformar una actividad abierta en
una actividad imaginada, es decir que el uso del cuerpo, a través
del gesto y el movimiento, permite generar representaciones que a
futuro pueden ser recuperadas aún en ausencia del comportamiento
enactivo.
Los hábitos vocales del cantante son difíciles de orientar o
modificar por parte del educador, por varios motivos: a) “muchos
comportamientos vocales son inconscientes e influidos por `cómo
nos sentimos´ al momento de usar la voz”; b) “no es posible observar
la fuente de sonido (órganos vocales); es necesario recurrir a
sensaciones propioceptivas, así como al feedback que devuelven los
auditores” (Welch, 2002).
El educador especializado actúa como modelador de las habilidades
vocales que los niños deben imitar. En este proceso se torna
fundamental el uso adecuado del feedback o retroalimentación. Las
devoluciones positivas se ven reflejadas en buenos climas de trabajo
y mejores actitudes grupales. Aún así, la retroalimentación negativa
es necesaria y optimiza los resultados en la medida que aparece
combinada con feedback positivo (Price, 2002)
El educador musical opera en muchas circunstancias como
director coral. En estos casos y ante ciertas problemáticas se
encuentra frente a la necesidad de utilizar “verbalizaciones breves,
precisas y eficientes así como conductas no verbales que incluyan
importante monto de contacto ocular, precisión y claridad en los
gestos de conducción” (Price, 2002).
62
Uno de los factores que puede producir errores en el canto es el
referido a “problemas de producción, ya que el poder identificar en
la mente las alturas exactas no necesariamente va acompañado de
la habilidad de reproducción exacta. Una autocorrección deficiente
puede existir tanto en el sujeto que sabe que está cantando alturas
incorrectas pero no puede corregirlo, como en el que no sabe que
está cantando incorrectamente a causa de una inhabilidad para
comparar su producción con su representación interna” (Mónaco,
2006).
El educador-modelo es quien debería conducir al sujeto en
la formación de esas representaciones referidas al canto. “Una
particularidad metodológica de esta competencia es el modo de
cantar ‘nota a nota’ tal como lo hace el músico cuando decodifica una
melodía por lectura” (Furnó, 2005), en algunos casos prescindiendo
del soporte gráfico representacional y otras haciendo uso de él, aún
en formatos analógicos. “Cuando la metodología ignora o minimiza
este trabajo meticuloso se corre el riesgo de promover una modalidad
de canto que se traduce en un contorno melódico ajustado al original
pero distante de la afinación precisa” (Furnó, 2005).
Algunas estrategias metodológicas utilizadas en la enseñanza y
ajuste de la afinación incluyen vocalizaciones:
• por grado conjunto ascendentes y descendentes con
vocales que permitan una mejor colocación del sonido en los
resonadores superiores (i-u);
• de largo aliento, que permitan trabajar sobre la extensión
del fiato;
• en las que se trabajan diferentes articulaciones;
• que proponen juegos imitativos pancromáticos como
solución para abandonar el canto articulado sobre la voz
hablada (Peña, 2010).
Ciertas estrategias que comprometen la actuación del
educador en términos de capacidad de audición, afinación vocal,
dirección de la atención hacia el problema, se ponen de manifiesto
durante:
• la detección de errores en tiempo real;
• la dirección de la atención de los sujetos hacia el punto y
naturaleza del error;
• la propuesta del modelo de la versión correcta;
• la construcción de vocalizaciones con los sonidos
y/o intervalos que presentan dificultad en relación con las
particularidades del ejemplar;
• el uso de representaciones que brinden soporte a la
ejecución vocal (movimientos con el cuerpo , grafías);
• la comparación entre versiones correctas e incorrectas.
63
En este trabajo serán motivo de estudio las estrategias pedagó-
gicas puestas en juego durante todo el proceso de enseñanza de la
afinación en el canto. Constituyen el objeto de estudio las competen-
cias musicales del educador que resultan imprescindibles ante la de-
tección de errores y posterior corrección, tanto como las implicadas
en la tarea de modelado 4.
Objetivos
• Seleccionar situaciones de clase en las que el proceso de
enseñanza-aprendizaje del canto constituye el eje central.
• Identificar disfunciones de afinación típicas de niños insertos
en grupos numerosos de EPB.
• Describir estrategias aplicadas por un docente de música en la
detección de disfunciones de afinación y corrección de las mismas
en tiempo real.
Metodología
Se filmaron cuatro clases de música correspondientes a
los grados 1º, 3º, 4º y 5º, respectivamente, en las que se había
considerado desarrollar un trabajo vocal específico. Con la finalidad
de minimizar el efecto de perturbación o incomodidad que suele
incidir durante el registro de una clase, la filmación estuvo a cargo
de la docente de grado; el foco estuvo dirigido predominantemente
sobre la actuación del educador musical y sobre eventuales
intervenciones de los niños que, por azar, protagonizaran sucesos
específicos relativos a la problemática. El material audiovisual es
“en crudo”; se evitó cualquier tipo de edición con el fin de preservar
y estimar las actuaciones en tiempo real y evitar cualquier tipo de
distorsión de la situación vivida.
Se seleccionaron momentos de las clases en los que se pudiera
observar la aplicación de estrategias de enseñanza y corrección específicas
(son cuatro situaciones breves, cuyos lapsos oscilan entre 50’’ y 2’).
Se analizaron minuciosamente las acciones desplegadas por el
educador y los alumnos durante esas situaciones. Además, y mediante
un ejercicio de rememoración e introspección de la educadora/
investigadora responsable de este trabajo, resultó posible vincular
esos acontecimientos con la reflexión pedagógica concomitante que
iba guiando tal actuación. El análisis de la interacción educador-
alumnos, tanto como el de las ideas desplegadas en torno a la
problemática de la enseñanza y corrección de la afinación en niños,
durante una clase dirigida a un grupo numeroso, constituyen el
objeto de estudio de este trabajo.
4 | Este trabajo se enmarca en el proyecto de Beca de perfeccionamiento “Construcción de la afinación vocal en el aula: desarrollo de
estrategias de enseñanza y evaluación”, UNLP. Directora Dra. Silvia Furnó.
64
Sujetos de estudio
De la totalidad de filmaciones se seleccionaron las correspondientes
a los grados 1º y 3º de la EPB “III Milenio”. Los alumnos que los integran
están habituados a participar de prácticas sistemáticas de aprendizaje
y corrección del canto durante las clases de música. Son alumnos
regulares del establecimiento por lo cual cuentan, respectivamente, con
dos, tres y cuatro años de experiencia previa.
Fig. 1
Fragmento motivo de estudio: primera semifrase que presenta 3 ufm, 2 ufm de 4 tiempos (3 articulados y uno
en silencio) y una de 8 tiempos (7 articulados y uno en silencio)(fig. 2)
65
Fig. 2
Fig. 3
6 | La pregunta “¿Cómo es?” interpolada sin interrupción del discurso durante la enseñanza de la canción da pie a la imitación de los
alumnos y pone de manifiesto códigos de acción compartidos que son patrimonio del grupo.
66
La respuesta grupal a la instancia de corrección resultó
satisfactoria en términos generales. Sin embargo, la corrección puso
en evidencia una voz que cantaba por encima de la melodía. Al
percibirla, y sobre la marcha, el docente:
• identificó al sujeto cantando en otro centro tonal;
• reconstruyó la melodía original nota a nota;
• elaboró una propuesta que contrarrestara el pudor del sujeto.
La corrección personalizada se realizó sin solución de continuidad
ni explicación de lo que iba a suceder7; el docente necesitaba identificar
puntualmente lo que el sujeto estaba cantando, para ello:
• cantó la melodía duplicándola en la guitarra;
• solicitó la ejecución a dúo con el sujeto;
• retiró el andamiaje para escuchar la voz de la niña.
La breve respuesta del sujeto permitió advertir una melodía de
contorno coincidente pero en un centro tonal más agudo. Mientras
escuchaba, el docente:
• detectó el centro tonal en el que cantaba la niña (Re mayor);
• seleccionó las estrategias de corrección adecuadas y decidió
en qué orden serían utilizadas.
Las estrategias de corrección individual seleccionadas
pretendían ubicar al sujeto en un contexto armónico adecuado al
tiempo que permitían construir un soporte afectivo sólido, para lo
cual el docente:
• transportó el centro tonal de Do a Re mayor;
• presentó el fragmento en el nuevo centro tonal;
• solicitó la ejecución de la niña;
• se agachó hasta quedar en el mismo nivel en el que estaba
sentada la niña;
•acompañó con gestos de aprobación cada ejecución del sujeto;
•dirigió su atención hacia la ufm3;
•insistió reiterando el modelo correcto;
•elogió la afinación alcanzada;
•compartió el elogio con todo el grupo8.
El sujeto logró corregir la afinación de la ufm3, aunque la semifrase
completa no estaba resuelta en su totalidad; de todos modos el docente:
• omitió los desajustes percibidos en las primeras ufm;
• supuso que, al corregir este fragmento, el sujeto lograría
ubicar la totalidad de su ejecución en el centro tonal correcto.
7 | La misma pregunta “¿Cómo es?” fue utilizada para solicitar la ejecución de la niña; sus compañeros notaron que la pregunta no
estaba dirigida a ellos e hicieron silencio. Este proceder pone en evidencia hábitos alcanzados por el grupo en prácticas de corrección
sistemática del canto, tanto grupal como individual.
8 | El grupo acompañó el proceso de corrección en silencio y con absoluto respeto. La filmación permite advertir que el grupo opera
con códigos preestablecidos, compartidos y sistematizados. El elogio final cierra una serie de acciones docentes tendientes a brindarle al
sujeto un espacio de contención fuertemente afectivo.
67
Situación 2: Ajuste de desafinación mínima (desafinación a
distancia menor a semitono)
(Duración del fragmento analizado -4º grado-).
El fragmento musical, motivo de estudio, es la segunda
semifrase de la obra mencionada en la situación anterior, con una
estructura idéntica a la primera.
El docente comenzó a tocar la guitarra mientras indagó acerca
de si todos veían la letra. Propuso empezar a cantar con una pregunta:
“¿Vamos?”. Un niño repreguntó: “¿Todos?”. El gesto afirmativo de la
docente se superpuso al comienzo de la canción. En este comienzo
se pudo observar cómo el docente:
• comenzó a cantar con los niños para, luego, abandonar la
ejecución y escucharlos en silencio;
• chequeó la resultante de la primera semifrase;
• percibió, junto con el sonido del grupo, otra voz que desafinaba
en el cierre de la primera semifrase y desarrollo de la segunda;
• identificó el sector del salón desde donde provenía la
voz desafinada al tiempo que comenzó a recorrer el aula para
acercarse a ese lugar;
• identificó puntualmente al sujeto.
Fig. 4
68
• presentó la primera mitad de unidad (modelo correcto)
acompañando con gestos que representaban, espacialmente, cada
altura;
• solicitó al niño la imitación;
• interpretó la segunda mitad de la unidad utilizando
nuevamente el gesto para cada altura;
• solicitó nuevamente la imitación por parte del niño.
Mientras escuchaba las ejecuciones del niño el docente:
• comparó las versiones resultantes con el modelo propuesto
y con las ejecuciones precedentes del sujeto;
• realizó una estimación topológica del grado de mejoría de
la afinación alcanzado;
• acompañó la ejecución con gesto de aprobación.
Luego de practicar con ambos fragmentos de unidad por
separado el docente:
• interpretó la ufm3 completa;
• escuchó la versión del niño;
• evaluó el progreso alcanzado y dio por terminado el
momento de práctica individualizada.
La ejecución del niño se consideró ajustada a pesar de que el sonido
más agudo (nota la) revelaba una desafinación mínima. Cabe aclarar
que el sujeto pertenecía al grupo de los niños menos afinados del
curso por lo que el resultado obtenido se consideró de gran precisión
para sus posibilidades; ante este resultado el docente expresó su
conformidad con un “maravilloso” cargado de afectividad.
Fig. 5
69
En el inicio se observa que el docente:
• solicitó atención para mostrar un nuevo material melódico;
• fragmentó la segunda voz en unidades menores;
• ejecutó las dos primeras unidades acompañada por
instrumento armónico9;
• solicitó la ejecución del grupo a través de la pregunta
¿Cómo es?;
• indicó la entrada con movimiento de cabeza;
• escuchó la ejecución del grupo sin cantar;
• evaluó el nivel de ajuste general;
• segmentó internamente la unidad en dos subunidades;
• identificó ambas subunidades como desajustadas y la
segunda como la de mayor desajuste;
• planeó el modo de corregir los errores advertidos.
En primera instancia el docente:
• cantó correctamente la segunda unidad realizando gestos
que representaban cada altura espacialmente;
• solicitó la ejecución del grupo; instó al grupo a imitar,
activó e impulsó al grupo a realizar la imitación;
• escuchó el sonido grupal resultante al tiempo que duplicó
la línea melódica en la guitarra.
El ajuste alcanzado por el grupo fue considerado insuficiente, por
lo cual el docente:
• insistió reiterando el modelo correcto;
• cantó esa unidad con el nombre de las notas, como modo
de enfatizar la altura de cada sonido;
• escuchó la versión con nombre de notas utilizando gestos
representativos de la altura en el espacio con la intención de
optimizar la comprensión de las relaciones entre las mismas.
Fig.6
9 | La fragmentación del discurso implicó una toma de decisión, por parte del docente, en la que estaba implícito un análisis
estructural de la línea melódica que le permitía realizar un corte lógico, al tiempo que organizar el acompañamiento armónico de
modo tal que resultara claro y útil para dar soporte al canto de los niños.
70
El docente realizó estas acciones dando la espalda al grupo.
Los alumnos permanecieron expectantes. Al finalizar el gráfico el
docente:
• reinició la ejecución mostrando la correspondencia de
cada sonido con los puntos del gráfico.
Los niños cantaron en simultáneo; a pesar de ello, el docente:
• evaluó la ejecución de los niños como “mejorable”;
• consideró la necesidad de explicar con mayor detenimiento
la construcción de la unidad y los puntos de error;
• hizo notar, marcando en el gráfico, que la primera altura
era igual a la última; (Fig. 7)
Fig.7
Fig. 8
10 | El docente comenzó a cantar lo que el niño estaba cantando y en el mismo registro y, sobre el último sonido que identificó, solicitó
al niño, a modo de recitativo, que cantara nuevamente.
71
• solicitó al niño que imitara ese par de sonidos;
• escuchó la ejecución del niño duplicando la melodía en
la guitarra;
• evaluó la ejecución como ajustada;
• hizo escuchar el segundo par de sonidos; (Fig. 9)
Fig.9
Fig. 10
72
La tarea de corrección se centró en la primera ufm (Fig. 11).
Fig.11
Fig.12
Fig.13
73
• solicitó la imitación de los alumnos;
• escuchó la ejecución y la evaluó positivamente;
• ejecutó correctamente la primera ufm completa;
La ejecución estuvo más ajustada, a pesar de lo cual el
docente contempló la necesidad de abordar nuevas estrategias que
le permitieran disminuir la dificultad del salto de 6º inicial, para lo
cual:
• propuso una imitación de tipo pancromática de una
extensión de 6º de do a la (Fig. 14);
Fig. 14
Fig. 15
74
• solicitó la imitación por parte de los niños;
• escuchó la versión;
• propuso completar la unidad incorporando un nuevo gesto
-movimiento de las manos con los brazos extendidos sobre la cabeza;
• propuso volver a la posición de partida (agachados).
La indicación de volver a la posición inicial predispuso al grupo para
realizar, una vez más, la ejecución con movimiento. Luego el docente:
• solicitó la atención del grupo para que sólo observara su
accionar;
• mostró la ejecución y solicitó la imitación;
• observó la resultante;
• felicitó entusiasta y enfáticamente;
• solicitó al grupo volver a sentarse.
Recuperar el nivel de concentración demoró un par de minutos.
Al retornar al silencio el educador:
• interpretó la primera unidad formal completa;
• solicitó la ejecución de los niños explicando que no iba a
cantar para apreciar mejor su versión;
• escuchó la ejecución de los niños;
• estimó suficiente el monto de mejoría alcanzado;
• felicitó enfáticamente.
76
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
Aebli, H. (1995). 12 formas básicas de enseñar. Una didáctica basa-
da en la psicología. Madrid: Narcea.
El instrumento invisible y
la tradición pedagógica
Tradicionalmente, la enseñanza del canto se ha apoyado en las
experiencias individuales de los maestros y en las recomendaciones
heredadas de los enseñantes del pasado. De manera que las nociones
pedagógicas relativas a la voz se fueron constituyendo mediante la
recopilación de una tradición -básicamente oral-, consistente en la
transmisión de un saber hacer, inculcado mediante la traducción a
palabras de sensaciones y propiocepciones acústicas y fisiológicas.
78
Esta metodología de base empírica ha derivado en que, aún
sobre una base general, cada cantante-maestro desarrolle una
terminología personal y sus estudiantes –cantantes y maestros, más
tarde- tomen estos términos variando o adaptando sus significados
sobre la base de las sensaciones y percepciones propias.
Esta forma de pedagogía -que aún prevalece- ha tenido, por
consecuencia, un escaso acuerdo en relación con los alcances
terminológicos -no es infrecuente en el canto que un mismo término
sea empleado para decir cosas diametralmente opuestas1 - y con
opiniones del todo contrapuestas en referencia a lo que es saludable
o no en el entrenamiento vocal. No obstante éste no es un problema
aislado de la enseñanza del canto sino que parece ser común,
también, a la pedagogía de los instrumentos.
En lo concerniente a la pedagogía vocal, muchos de estos
hechos son la consecuencia de factores inherentes a la naturaleza
del instrumento: (i) el ejecutante no puede ver la fuente sonora
(pliegues vocales), la lengua o la forma del tracto vocal; (ii) por lo
tanto, tiene que descansar en sus propiocepciones y en el feedback
auditivo para inferir qué esta ocurriendo en su voz; (iii) además, gran
parte del comportamiento de la voz no es directamente accesible a
los procesos concientes (Welch & Sundberg, 2002); (iv) no fue sino
hasta el siglo XX que la ciencia produjo conocimiento confiable
sobre el aparato fonador y la función vocal (Mauléon, 2004).
Si consideramos estos hechos, las prácticas de la pedagogía
tradicional, con el uso habitual de imágenes y metáforas para referir
a las sensaciones emanadas de los procesos internos o acústicos,
aparecen como herramientas lógicas, útiles y eficientes dado el
avance del conocimiento de que disponían los maestros del pasado.
No obstante, resultaría adecuado, hoy día, hacer una revisión de
las prácticas tradicionales en función de los nuevos conocimientos
sobre la voz, no para reemplazar a la pedagogía tradicional, sino
para revisarla, enriquecerla y renovarla, para darle bases teóricas y
sustento a muchas de sus propuestas y, por qué no, también, para
poner en serio cuestionamiento algunas otras.
1 | Tómese como ejemplo el término appoggio o apoyo que, según la técnica respiratoria que el cantante emplee, se refiere a conductas
completamente distintas. Para más detalles, véase: Mauléon, 1998.
79
Un nuevo paradigma
para pensar el canto
Muchas de las capacidades musicales que esgrimimos los
humanos, así como varias de las relaciones funcionales del
aparato fonador, están altamente condicionadas por las conexiones
neurológicas y anatómicas establecidas como resultado del proceso
evolutivo de la especie (Morley, 2002). Consideremos algunas de
estas cuestiones. Para eso necesitamos un somero recorrido por la
anatomía del aparato fonador.
El instrumento vocal consiste en: a- una fuente de energía: el
sistema respiratorio; b- una fuente de sonido: los pliegues vocales; y
c- una caja de resonancia: el tracto vocal -constituido por el vestíbulo
laríngeo, la faringe y la boca, y complementado, algunas veces, por
la cavidad nasal. La acción combinada de estas estructuras es la
que determina las características del sonido vocal para el canto y el
habla (Mauléon, 2004) (figs. 1 y 2).
Desde el punto de vista fisiológico la laringe constituye un
sistema de protección del aparato respiratorio contra la entrada de
cuerpos extraños. Este sistema se compone de un cierre opercular,
producido por el descenso del cartílago epiglótico y un cierre anular
o esfinteriano, producido por medio de las bandas ventriculares y las
cuerdas vocales. Los mecanismos del sistema están coordinados con
la función de deglución, de manera que una activación de la función
respiratoria inhibe la deglución y viceversa.
Los pliegues ventriculares y vocales aparecen en la especie
en dos momentos distintos de la evolución. El más antiguo son las
bandas ventriculares. Un indicador de que pertenece a un estadio
más primitivo es que no tienen inervación nerviosa y, por lo tanto,
para cerrar necesitan la contribución de distintos músculos del
tracto vocal vinculados a la deglución. Las bandas ventriculares se
activan en la realización de acciones que requieren fuerza, como
empujar, cavar, levantar un peso y todos los movimientos hacia fuera
del cuerpo; en la deglución contribuyen al cierre de la cavidad laríngea
y faríngea. Por ser más primitivos evolutivamente, y por su relación
con el tracto vocal, cuando existe una gran presión en los pulmones
y se retiene el aire (bandas ventriculares activas), pueden observarse,
también, contracciones en los músculos del cuello y la cara.
Los pliegues vocales o cuerdas vocales representan un estadio
evolutivo más avanzado. Aparecieron en la especie durante el
período arbóreo, junto con grandes modificaciones en la cintura
escapular y el tórax como respuesta a la necesidad de trepar.
Es importante que consideremos estas relaciones entre cintura
escapular, diafragma, músculos del tórax, músculos de la espalda
y cuerdas vocales, porque el haberse integrado en una respuesta
80
adaptativa común determinó circuitos motores vinculados, y estas
relaciones neurales tienen gran importancia para la función vocal.
Eugene Rabine (2002) considera a la laringe como un
mecanismo de doble válvula, en el cual las bandas ventriculares
o falsas cuerdas vocales constituyen la válvula superior -que él
denomina de sobre-presión o espiratoria- y las cuerdas vocales
constituyen la válvula inferior o de baja presión o inspiratoria. De
acuerdo con la tesis de Rabine, si se analiza la función respiratoria
desde sus conexiones neurales, la dinámica respiratoria aparece
regulada desde estas válvulas. Así la válvula de sobre-presión
-bandas ventriculares- reacciona contra el aire espirado y la válvula
de baja-presión -pliegues vocales- reacciona contra el aire inspirado.
En funciones como defecar y parir es necesario mantener
una gran presión dentro del cuerpo; además esta presión genera
una estabilización del tórax de forma que permite al esqueleto
proteger a los órganos vitales y posibilita el accionar de los brazos,
las piernas y la cabeza en una dirección centrífuga respecto al
cuerpo2. Para que sea posible generar esta gran presión interna, las
bandas ventriculares deben cerrarse mientras los abdominales, los
intercostales internos y otros músculos espiratorios se contraen. Si
en esta misma situación las bandas ventriculares abren se producirá
una fuerte salida del aire.
En el sistema de baja-presión, las válvulas -cuerdas vocales-
cierran contra el aire que entra. En esta situación la columna
vertebral y el tórax tienen gran flexibilidad y la cintura escapular se
estabiliza en relación con el tórax3. El cierre de las válvulas de baja
presión permite la ejecución de fuerzas centrípetas. Las conexiones
neurales son, ahora, entre las cuerdas vocales y los músculos
inspiradores, principalmente el diafragma y los intercostales
externos.
Consecuencias para la
Técnica Vocal
Como es sabido, una de las principales preocupaciones que
consume las energías de maestros de canto y cantantes es el domino
de una técnica respiratoria eficiente. Con el nombre de appoggio,
distintas escuelas de canto hacen referencia a este problema y lo
abordan desde el punto de vista del comportamiento del diafragma
y de los músculos del tórax y del abdomen (Mauléon, 1998). Estos
enfoques tenían como base la observación externa del comportamiento
de la musculatura y sus correlatos propioceptivos y acústicos. El
aporte de la tesis de Rabine es que toma en cuenta, por primera vez,
los circuitos reflejos que están trabajando durante la respiración, algo
que, desde luego, los maestros del pasado no podían conocer.
81
Este nuevo enfoque del problema nos permite entender la
función respiratoria más ampliamente y puede contribuir al diseño
de nuevas estrategias pedagógicas en el canto.
Explica Rabine (2002):
2 | Una emoción como el miedo tenderá a activar esta válvula por activación de una serie de mecanismos vinculados a un primitivo
reflejo de huida. Correr es una movimiento centrífugo de las piernas.
3 | Primitivamente este mecanismo la protegía de ser arrancada del cuerpo en los movimientos de trepar.
82
2- Luego, la calidad del ataque determinará la calidad de la voz.
3- La tendencia inspiratoria, es decir, la actividad de los
músculos inspiratorios deberá permanecer constante durante el
canto, porque, como se ha dicho, la actividad inspiratoria apoya
neurológicamente la actividad en las cuerdas vocales (válvula
de baja presión). Si esto ocurre, habrá una actividad mínima de
los espiradores pero, aún así, podremos espirar.
Podríamos ver aquí cierta correspondencia con alguna
de las definiciones de appoggio de las escuelas tradicionales,
pero no debemos olvidar que la diferencia sustancial reside en
que, mientras que en el enfoque tradicional la respiración es
regulada desde los grandes grupos musculares, aquí se plantea
que “la función respiratoria reaccione en forma refleja a la
acción de las cuerdas vocales” (Rabine, 2002).
4- Decíamos, entonces, que los músculos inspiratorios
deben permanecer activos durante el canto. Estos mismos
músculos arrastrarán a la laringe hacia abajo, contribuyendo
a que los músculos del tracto vocal se estiren y provoquen la
apertura de las bandas ventriculares. El resultado será un tracto vocal
largo y ancho con las consiguientes ventajas para la amplificación del
sonido y el aumento de la riqueza tímbrica de la voz.
5- La presión sub-glótica estará reducida, con lo cual
se mantiene un trabajo diferenciado e independiente en las
cuerdas vocales. Esto es importante para la regulación de la
altura, el volumen del sonido y la calidad vocal.
6- De manera que, aunque en cierto momento los
músculos espiratorios comenzarán a activarse -por disminución
del volumen pulmonar-, la actividad inspiratoria deberá
permanecer, de lo contrario, la actividad espiratoria se hará
dominante y, como consecuencia, aparecerá una activación
intensa de los músculos abdominales, un cierre en el tracto vocal
y las cuerdas vocales comenzarán a rigidizarse para apoyar la
actividad de las bandas ventriculares y el cierre del tracto vocal,
con lo cual ya no estarán libres para la fonación.
Esta forma de ver el funcionamiento de la voz, desde la laringe,
debe generar la revisión de las ideas tradicionales en terapia de la voz
y en pedagogía vocal. Entre ellas, que no puede haber un desarrollo
propioceptivo hacia la laringe y la actividad de las cuerdas vocales.
En este modelo, las cuerdas vocales están puestas en el centro
de la regulación del canto y los grandes grupos musculares deberán
ser entrenados y trabajados, de manera que sus bloqueos tensionales
o posturales no interfieran con la función vocal al condicionar
el funcionamiento reflejo de la glotis y el tracto faríngeo. En este
paradigma cobran sentido muchas observaciones realizadas por
instrumentistas y maestros, relativas a la utilidad y el beneficio que
las técnicas de trabajo corporal aportan a la ejecución.
83
Otras dificultades en la práctica del canto parecen surgir de
una transferencia inconsciente de los comportamientos del habla
coloquial hacia el canto.
Comencemos por poner en claro que una cosa es el canto
espontáneo, el que, por ejemplo, usa la mamá para entonar una
nana a su bebé y otra, muy distinta, el canto artístico. El primero,
comparte, sin duda, muchos de los rasgos del habla -rango de alturas,
tesitura, proyección, probablemente la articulación. En ambos
casos se está presuponiendo una situación de comunicación que no
involucra ni grandes distancias ni grandes auditorios, sino, más bien,
una interacción próxima.
Ahora bien, esta habilidad de cantar espontáneamente puede
aprovechar con eficiencia muchas de las coordinaciones que ya
tenemos establecidas y altamente coordinadas para el habla;
además el canto es una forma de expresión con la que convivimos
desde la cuna, y aún antes, pues, según los más recientes estudios
en el desarrollo infantil, el canto es, en cierto modo, precursor
del lenguaje. Es muy posible que las ideas sobre la naturalidad y
la simplicidad del acto de cantar estén vinculadas al dominio tan
preciso que poseemos de la voz en el habla, en que, sin gran esfuerzo,
nuestros pensamientos pasan con precisión a la voz.
Esta idea, un tanto ingenua, del canto tiene sus consecuencias
más dramáticas en la escuela4 y en los coros vocacionales.
Adquisición y
procesamiento del
lenguaje
El proceso de adquisición del lenguaje es de alta complejidad
y comienza desde la vida intrauterina, de manera que las
programaciones motoras, emocionales y perceptuales del lenguaje
son muy profundas.
Nuestro cerebro se modela durante un período aproximado de
dos años, que es el tiempo que demora el niño en decir sus primeras
palabras. Durante este proceso quedan fijas las conexiones cerebrales
para el procesamiento de las habilidades lingüísticas; a partir de esta
etapa procesaremos las palabras en el hemisferio cerebral izquierdo
y los sonidos en el derecho.
Del mismo modo se habrá establecido un filtro perceptual que
nos hará más permeables a los sonidos de nuestra lengua y menos
dúctiles para percibir y producir los sonidos de una lengua extranjera.
Procesaremos los sonidos de nuestro idioma en el hemisferio
4 | En la escuela, porque la formación vocal docente es deficitaria, el trato que se hace de las voces infantiles y de las voces de los
docentes, lejos de contribuir a la salud vocal, tiende a desmerecerlas. A empeorar este panorama adverso contribuye eficientemente
el medio acústico en el que se desarrolla la vida escolar, donde principios elementales, como el efecto de Lombard, han sido
completamente ignorados.
84
izquierdo, como palabras; los sonidos de una lengua extranjera serán
procesados en el hemisferio izquierdo, como sonidos.
En los primeros dos años de vida se habrán establecido, también,
las conexiones motoras entre lo que oímos y los movimientos de
todo el aparato fonador, especialmente la lengua, los músculos de
la cara, el maxilar y la cuerdas vocales. Estos movimientos serán,
también, los necesarios para producir los sonidos de nuestra lengua
materna; las sutilezas necesarias para articular los sonidos de un
idioma extranjero quedarán fuera de nuestro marco perceptual y,
por lo tanto, motor.
En la adquisición de las habilidades lingüísticas, jugará un
rol central un tipo de estimulación característica e instintiva que
proveen los adultos a los niños, denominada habla maternal o habla
paternal. Es un estilo de habla que los adultos producen en forma
inconsciente cuando hablan con los bebés. Esta forma de hablar se
caracteriza por presentar alturas más elevadas que el habla normal,
generalmente alturas que se adecuan mejor al aparato perceptivo
del niño, por tener patrones prosódicos y fonéticos muy marcados.
Como resultado de este estímulo, el niño podrá captar mejor los
patrones prototípicos de su lengua y extraer las invariantes del idioma
independientemente de las diferentes particularidades de cada
hablante.
Derivaciones hacia la
pedagogía vocal
Como consecuencia de este proceso de desarrollo, tenemos una
programación muy fija entre la base articulatoria del lenguaje y la
percepción. Esto tiene varias consecuencias para la ejecución de las
alturas, la proyección del sonido y la dicción.
Es bien sabido el tiempo que dedicamos los profesores de canto
a lograr que nuestros alumnos abran la boca. De hecho se debe
construir una nueva base articulatoria para el canto, un programa
motor que pueda separarse de aquel automatizado para el habla. Del
mismo modo se demora mucho tiempo para lograr la adquisición de
una buena dicción y, en algunos casos, el éxito es escaso.
Sobre la base de estudios realizados en torno a las dificultades para
la percepción y producción de los sonidos de una lengua extranjera
(Kuhl et al, 2001) se sugieren posibles estrategias para sortear
estas dificultades. Si motricidad y percepción están altamente
relacionadas en el habla, entonces, mejorar las posibilidades de
percepción del hablante permite optimizar, también, la producción.
Si el estilo de habla maternal es un recurso instintivo en los humanos
de todas las culturas para facilitar en los niños la adquisición del
lenguaje, tal vez pueda constituir un recurso viable en la enseñanza
sistemática de una lengua extranjera.
85
En sus experimentos el equipo de Kuhl (2001) de entrenamiento al manejo de esta habilidad
sometió a un grupo de adultos a un entrenamiento pues sabemos la incidencia que los desajustes
que consistía en escuchar grabaciones en estilo articulatorios tienen en diversos parámetros del
de habla maternal de diferentes hablantes de una sonido.
lengua extranjera. No había otro entrenamiento Estas cuestiones no se tienen en cuenta
más que la audición; luego de 12 sesiones, de 10 cuando se abordan las canciones en la escuela
minutos cada una, pudieron medir resultados o cuando la gente comienza a cantar en forma
que indicaban un mejoramiento en la percepción vocacional. Las consecuencias van desde los
y en la producción de los sonidos que antes problemas musicales y de sonido, que no se logran
presentaban dificultad. Este es un ejemplo que resolver, a la fatiga vocal y las lesiones del aparato
muestra recursos pedagógicos potenciales ideados fonador.
sobre la base conocimientos científicos y de fácil Dado que la programación del habla está
acceso para los profesores de canto. fuertemente asentada en nuestro sistema neural,
Otra consecuencia de la programación es necesario contribuir activamente para generar
del habla sobre el canto es la interferencia en nuevas posibilidades de realizar la apertura del
la producción de las alturas y, por tanto, en la maxilar y el movimiento articulatorio. A esto
afinación y, desde luego, la proyección del sonido. se suma que los músculos que intervienen en el
Los profesores de canto tienen esto muy claro, cierre del maxilar suelen estar contracturados y
pero no así quienes trabajan con las voces en la más dispuestos al cierre que a la apertura. Algunas
escuela o quienes manejan un coro vocacional. técnicas simples de trabajo corporal, masajes
Desde luego, además de los programas locales y juegos mímicos pueden ser recursos de
motores del habla, hay otros factores interactuando fácil inclusión durante la preparación vocal antes
que no nos detendremos a analizar aquí. del canto.
Puntualizaremos, simplemente, que los maxilares,
la boca, la lengua, el paladar y la faringe y, por
momentos, la cavidad nasal, constituyen en el
canto la caja de resonancia, pero también los Conclusiones
articuladores cuyos movimientos determinan
el inter-juego de sonidos y ruidos -vocales y Entendemos que los argumentos presentados
consonantes- de que nos valemos los humanos en estas líneas responden en gran medida
para comunicarnos. al objetivo planteado, esto es: proporcionar
En el habla las transiciones entre unos y elementos de reflexión teórica para analizar
otros (ruidos y sonidos) son muy rápidas y las algunas prácticas e ideas pedagógicas usuales.
alturas no están claramente definidas. En el Si bien el canto es, fundamentalmente, un
canto, por el contrario, necesitamos precisión en saber hacer que se construye lentamente en base
las alturas, tonicidad y proyección en el sonido; a la experiencia perceptual y a la práctica de las
hay un predominio de las vocales por sobre las finas destrezas motoras, consideramos necesaria
consonantes, de las aperturas (vocales) del tracto la reflexión consciente sobre ese hacer; una
por sobre los cierres (consonantes). A su vez, reflexión en que las imágenes y sensaciones sean
cuanto más agudo es un sonido, mayor apertura del encuadradas como elementos parciales vinculados
maxilar requiere, de manera que podemos decir a la construcción de un feedback interno y no a la
que hay una correlación directa entre apertura realidad de los procesos vocales.
del maxilar y altura del sonido. Esto puede poner El conocimiento objetivo de los procesos
al cantante en problemas si, por ejemplo, tiene involucrados en la producción de la voz es una
que articular una “i” a una altura considerable forma de hacer visible el instrumento vocal
y ni hablar cuando hay que resolver palabras en en la mente del alumno y puede ser una red de
la tesitura aguda. Los cantantes dedicamos años contención, un reaseguro contra equívocos y un
86
aliado cuando el estilo de aprendizaje del alumno REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
es predominantemente intelectual y reflexivo, Besson, M. y Schön D. (2001). Comparison between Language
and Music. En: The Biological Foundations of Music. Annals
más que perceptual y cinético. New York Academy of Sciences. Vol 930:233- 258.
Ponerle palabras a lo que hacemos, pero
palabras que hablen, también, de la realidad Dowling, J. W. (1998) [1993]. Conocimiento Procedimental y
que subyace detrás de lo que percibimos y no, Conocimiento Declarativo. Trad. Isabel Martínez. En Orpheotron
4: 23-40. Bs.As.Ed. O. Musumeci.
simplemente, de imágenes vinculadas a lo que
creemos que estamos haciendo al cantar. Tratar de Halpern, A. (2001). Cerebral Subtrates of Musical Imagery. En:
vincular los hechos de la voz con el hacer propio The Biological Foundations of Music. Annals New York Academy
de cantar parece ser una estrategia ausente hasta of Sciences. Vol 930:179-92.
ahora en la enseñanza del canto. Kuhl, P. K., Tsao F., et al. (2001). Language/ Culture/ Mind/
Brain - Progress at the Margins between Disciplines. Annals of the
New York Academy of Sciences 935:136-174
Miller, R.(1986). The Structure of Singing. New York: Ed. Schirmer Books.
87
Análisis del texto “To Daffodils”
del Ciclo de las Flores de
Benjamín Britten
Raúl Carranza
Grupo de Investigaciones en Técnica Vocal (GITeV) - LEEM
Facultad de Bellas Artes – Universidad Nacional de La Plata
raulrcarranza@hotmail.com
Entre su vasta producción musical el compositor, director y pianista inglés Edward Benjamín
Britten (1913-1976) escribió un ciclo de canciones que llamó Cinco Canciones de las Flores Op. 47
(1950): “Al narciso”, “La sucesión de los cuatro dulce meses”, “Flores del pantano”, “La Prímula del
atardecer” y “La balada de la retama”. Eligió este tema, como un regalo para el 25 aniversario de la
boda de Dorothy y Leonard Elmhirst, de Dartington Hall, aparentemente porque sus amigos eran
botánicos afectos a las flores. Britten tendía a elegir textos que, en general, no eran tomados por otros
compositores, de ahí la originalidad de esta obra. En este artículo se analiza el texto de la obra “To
Daffodils” (“Al Narciso”). Se presenta la transcripción fonética, algunas recomendaciones para el
director sobre la fonética aplicada al canto y una explicación sobre el poema en que está basada la obra.
To Daffodils
by Robert Herrick
Stay, stay
ste ste
89
Has run
hz rn
As you, or anything.
z ju: : ren
We die,
wi: da
90
Away,
we
Introducción
Alejandra Malvino, distinguida cantante de la escena musical
nacional e internacional, brindó a GITeV, el día 18 de Mayo, una
entrevista en la cual se aborda su recorrido musical desde la niñez
hasta su consagración en los más grandes escenarios líricos del país
y el extranjero. Los inicios de su trayectoria, tanto académica como
artística, se remontan a sus estudios realizados en la Universidad
de Buenos Aires en la carrera de Fonoaudiología, a sus primeros
pasos como cantante dentro de un grupo coral y al comienzo de su
formación como cantante profesional.
Luego de estudiar en forma privada, con diversos profesores,
decide perfeccionarse en el Instituto Superior de Arte del Teatro
Colón. Cursa la carrera de “Canto Lírico” y obtiene la “Maestría
en Canto”, a la edad de 32 años. Posteriormente, decide incursionar
en el ámbito profesional mediante su participación en el “Concurso
Internacional Balvedere 1994”, en Viena, Austria. Esta experiencia
la conduce a definirse como cantante e intérprete profesional, por lo
que abandona su trabajo clínico como fonoaudióloga.
En paralelo a su carrera como cantante, decide abocarse,
además, a la docencia, complementando, de este modo, sus
conocimientos de anatomía y fisiología del aparato fonador y su
experiencia como cantante. Alejandra Malvino parte de una
concepción pedagógica en la cual, por un lado, el alumno ocupa el
lugar central y, por el otro, la metodología de enseñanza que se lleva
a cabo no se concibe como un proceso unidireccional de transmisión
de conocimientos acabados. La enseñanza del canto se concreta,
para la cantante, a través de conceptos como el de entrenamiento
vocal y la construcción de capacidades propioceptivas, y se
encuentra estrechamente vinculada al cuidado del instrumento en
pos de garantizar una vida vocal duradera y saludable.
GITeV, como grupo de investigaciones abocado a la técnica
vocal, presenta el relato de esta profesional del canto, quien nos ha
brindado, desde sus palabras, una valiosa perspectiva sobre esta
expresión artística y las incógnitas que subyacen a ella. Alejandra
Malvino, a partir de la concepción que expresa la pedagogía vocal,
desmitifica la idea romántica del talento artístico.
92
Entrevista GITeV: ¿Cómo decidiste ser cantante?
¿Cómo fueron tus inicios en la música?
A: Sí, sí, por esa cosa que yo intuía, digamos, que yo tenía
un lazo con la música por lo vocal, pero no porque yo hubiera
experimentado la vocalidad cantada (más que cantar alguna
canción…), no desde la faceta de querer estudiar canto. No sé qué
me pasaba por la cabeza.
96
A: Yo digo que el canto es como un trencito que tiene tres
vagones. El que va atrás es el aire y, de acuerdo a la forma de soplo que
hagamos, van a vibrar las cuerdas vocales, que están en el siguiente
vagón. Por último, está el vagón donde está el paquete de todos los
resonadores.
Con el entrenamiento vocal se empieza por entender y
practicar, como primer ítem, la respiración, que es fundamental.
Después, es importante trabajar, también, la voz hablada.
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A: Primero, digamos, chequear que haya una buena salud vocal
y, después, enseñar lo que es una respiración ligada a la emisión;
primero, desde lo que es hablado y, luego, desde lo cantado, con
cosas que sean sencillas para así poder ver a dónde se dirige esa
vocalidad.
O sea: hay algo que hoy en día no se cultiva, que son las
vivencias de la vida que uno tenga. La vida que uno lleva nutre
la vocalidad, la nutre o la destruye. Hay una realidad: la madurez
vocal se va logrando con el estudio, con el trabajo, con la experiencia
y con la vida.
También cuando descubrí el canto, como mi camino, no sabía
mucho de ópera, no estaba formada para eso. Empecé a mirar,
escuchar y demás. Las piezas corales fueron lo primero que canté
y eso me dio mucha experiencia, pero yo sabía que mi objetivo era
llegar a hacer un rol como “Carmen”. Para eso no sólo necesitaba
un desarrollo orgánico y técnico de mi aparato fonador, sino que,
también, iba acompañado del desarrollo psicológico, ya que la ópera
es la máxima expresión artística donde está implicado lo visual, lo
auditivo, lo físico… Es completo.
Y, aparte, otra cosa que también hace que esto sea algo muy
rico: es que jamás termina. Uno nunca termina de aprender y no
todos los días son iguales, y el cuerpo tampoco es igual. La técnica
ayuda y es vital para poder sortear un montón de obstáculos del
cuerpo. Tenés que tener conocimiento, tener las armas para poder
sortearlos.
Lo psicológico aporta mucho, la decisión de que rer hacerlo.
Es mentalizarte pero, a veces, la vida no te permite eso. Tenés que
seguir dedicándote a tus otras cosas y seguir. Es poner, por ejemplo,
la función o el concierto en el que estás involucrada dentro de ese
paquete. En el caso de la maduración vocal, por ejemplo, cuando
uno hace un personaje, al tiempo lo vuelve a repetir y nunca le va
a salir igual. O sea, si lo abordaste ahora y después te toca dentro
de cinco años, la memoria muscular se conserva, pero desde lo
emocional nunca vas a estar parado en el mismo lugar.
Conclusiones
A lo largo de la entrevista, Alejandra Malvino nos ha hecho
partícipes de su recorrido profesional como cantante, nos ha dado
su opinión acerca de la Pedagogía Vocal y ha puesto en evidencia lo
que ella considera que debe ser un profesional modélico.
Cabe destacar el aporte de esta profesional de la voz, quien, en
su enfoque metodológico, reflexiona sobre la posición del docente,
no sólo en relación con lo técnico, sino también con el aspecto
vincular y la dimensión cognitiva de sus alumnos, para desarrollar
un nuevo esquema de trabajo docente-alumno.
Considera, además, como requisito principal, que el docente
de canto sea capaz de reconocer aquellas dificultades vocales
presentes en el alumno y, a partir de ello, logre operativizar sus
conocimientos en pos de solucionar dichas fallas en un intercambio
de conocimientos-percepciones. Las propuestas, por parte del
docente, serán consecuencia de un proceso de diagnóstico previo,
no fundado únicamente en su experiencia personal.
Los principios en los que basa su metodología la Maestra
Alejandra Malvino plantean la necesidad de situar a la
propiocepción como algo fundante de la actividad, de atravesar
la experiencia de la vocalidad desde la vivencia de la ejecución
y, a su vez, de poseer un apoyo técnico-teórico desde donde se
fundamenten los aspectos vinculados a la misma.
El Grupo de Investigaciones en Técnica Vocal agradece
profundamente a la profesional por su dedicación y por aportar su
experiencia y visión personal a las problemáticas abordadas en esta
entrevista.
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Reseña
Making More Sense of How to Sing
(Alan J. Gumm)
Multisensory Techniques for Voice Lessons and Choir
Rehearsals
Creando más sentido sobre cómo cantar. Técnicas multisensoriales para
clases de canto y ensayos corales.
JULIA ALEJANDRA SÁNCHEZ
Primera Parte:
Capítulo 1: “Breath Energy that Supports Vocal Tone” (“La energía respiratoria que soporta la función vocal”)
Capítulo 2: “Accurate, Relaxed, and Vibrant Vocal Tone” (”Precisión, relajación y vibración”)
Capítulo 3: “Focused, Lifted, and Resonant Tone” (“Enfoque, sustento y resonancia”)
Segunda Parte:
Capítulo 4: “Projection and Release of Sound” (“Proyección y libertad sonora”)
Capítulo 5: “Freedom of Articulators from Other Functions” (“Libertad de los articuladores sobre otras estructuras”)
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