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UNIDAD 1

Introducción (enviada por la Profe)


El Derecho Concursal forma parte del derecho comercial, o derecho patrimonial o derecho económico, y está en la
actualidad normado en nuestro país por la ley 24.522, llamada “Ley de Concursos y Quiebras”, sancionada en el mes
de agosto de 1995, con reformas importantes posteriores. Luego y a partir del 1 de agosto de 2015, la Ley de
Concursos y Quiebras se incorporó al Código Civil y Comercial de la Nación.
Cuando un deudor se halla en la imposibilidad de hacer frente a sus obligaciones, el ordenamiento jurídico prevé dos
tipos de juicios, o procedimientos judiciales:

1. Juicios individuales, en donde un determinado acreedor, ante el incumplimiento del deudor, teniendo un
título que tiene incorporado un crédito en dinero que trae aparejada ejecución, o una sentencia de condena
a su favor, procede a la ejecución individual de su crédito. Esto es, ejecuta algún bien del deudor para
cobrarse su deuda. En estos juicios cada uno de los acreedores se enfrenta en forma individual con su
deudor.
El presupuesto para la apertura de este juicio es el incumplimiento individual de una determinada
obligación; y el acreedor que cobra mejor suele ser el que ejecuta primero en el tiempo (en realidad el que
cautela un bien primero): de allí el dicho “primero en el tiempo mejor en el derecho” (prior in tempore
potior in iure).

2. Juicios concursales, o procedimientos concursales, o concursos, en los que todos los acreedores de un
deudor son llamados a concurrir a un único juicio, para ser tratados en un pie de igualdad, a prorrata de sus
respectivos, créditos, salvo determinadas preferencias y privilegios que establece la ley.
El presupuesto para la apertura de un juicio concursal es, no ya un incumplimiento aislado, sino el estado
de cesación de pagos del deudor, ante el cual todos los acreedores del deudor común, ejercen sus derechos
sobre todos los bienes que componen el patrimonio del deudor. Por ello se trata de un proceso universal.

La cesación de pagos se ha definido como “el estado de impotencia, generalizado y permanente, que tiene
el patrimonio del deudor, para hacer frente a las obligaciones exigibles con medios normales”. Y a esto
refieren los arts. 1, 66 y 69 de la LCQ.

La LCQ. contiene normas de fondo y de forma. Los concursos regulados por esta ley son los dos procedimientos
originarios, un procedimiento derivado de otro, y procedimientos conexos existentes.

Tipos de procesos concursales


Los procedimientos originarios son dos: el concurso preventivo y la quiebra directa. Ambos se desarrollan en un
procedimiento judicial.

1. El concurso preventivo se desarrolla sobre la base de que el deudor sigue al frente de la administración de su
patrimonio y continúa, si la tiene, con su actividad empresarial. Tiene una finalidad protectora del patrimonio
insolvente, y se considera que el concurso es exitoso si el deudor llega a un acuerdo con sus acreedores y lo
cumple. Este acuerdo es un plan de pagos que se llama “acuerdo preventivo”.
El concurso preventivo, es un procedimiento preventivo de la quiebra, que puede tramitar como:

 concurso de una sola persona;


 o abierto a un conjunto de personas (agrupamiento) al mismo tiempo pero en expedientes separados para
cada persona, con coordinación de procedimientos.
 o abierto al garante para que tramite en forma conjunta con el del garantizado, ante el mismo juez y
síndico.
Y en cualquiera de los tres casos anteriores, el concurso puede tramitar como caso general (gran concurso)
o como pequeño concurso.

2. La quiebra directa tiene como finalidad la liquidación del patrimonio del deudor, para distribuir su producido
entre sus acreedores; salvo terminación no liquidativa por pacto individual con los acreedores llamado por la
LCQ. “conclusión por avenimiento”; o por pago de los créditos de los acreedores, llamado conclusión por
“presentación de cartas de pago”.

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En la quiebra, el deudor pierde la administración de su patrimonio y la posibilidad de continuar con su actividad
empresarial; es reemplazado por el síndico concursal, quien puede continuar con su explotación bajo
determinados requisitos. También puede continuar la explotación una cooperativa de trabajadores.

Hoy la quiebra es siempre liquidativa, en el sentido de que la empresa debe ser vendida al mejor postor, con
grandes preferencias hacia los acreedores laborales para que la adquieran.

3. El concurso preventivo puede transformarse en otro derivado del primero: La quiebra indirecta se produce
por el fracaso de un concurso preventivo anterior, por no haber logrado un acuerdo con sus acreedores o por
no haberlo cumplirlo.

4. Procedimientos conexos: La quiebra consecuencial o por extensión, que se produce cuando un sujeto jurídico,
le extiende el estado de quiebra a otro, esto es, provoca el estado de quiebra de otro sujeto jurídico, a fin de
que el que este último responda de algún modo, del pasivo del primero, estableciéndose entre ambos una
especial conexión.

Además de las normas relativas a los concursos preventivos y las quiebras, existe en la LCQ. Un proceso no judicial
de naturaleza contractual, o judicializado parcialmente, al que la doctrina llama un proceso paraconcursal, que es en
los hechos un acuerdo preconcursal. Acuerdo preventivo extrajudicial o Ape, con normas contenidas en la LCQ en
sus arts. 69 a 76 LCQ.

Principios generales de los procesos concursales


Universalidad: el concurso produce sus efectos sobre la totalidad del patrimonio del deudor, salvo las exclusiones
legalmente establecidas respecto de bienes determinados.
Existen dos expresiones sobre universalidad:
a. Objetiva: Se trata de la afectación de todo el patrimonio de un deudor, su activo.
b. Subjetiva: Todos sus acreedores reconocidos en el proceso concursal, titulares de acreencias contra ese
deudor.

Colectividad: Todos los acreedores del deudor de causa o título anterior a la apertura del proceso concursal deben
pedir verificación de sus créditos para ser admitidos al pasivo.

Pars conditio creditorum, excepciones (Igualdad de tratamiento): Todos los acreedores van a ser tratados en forma
igualitaria. Hoy se entiende to-dos los acreedores pertenecientes a una misma categoría van a ser tratados en forma
igualitaria. Limitaciones: La existencia de privilegios, prelaciones y prioridades de cobro.

Oficiosidad e Inquisitoriedad: En los procesos individuales, son las partes las que impulsan el proceso
(acreedor/deudor). En cambio, en los procesos concursales, es el juez quien puede hacer-lo. A esto se llama principio
de oficiosidad (lo puede impulsar el juez, de oficio), a lo que se suma el principio de inquisitoriedad, mayores
facultades de investigación del juez y del síndico concursal para averiguar la situación patrimonial y personal de los
concursados. Esto por la existencia de intereses generales o públicos.

Unidad del proceso concursal: Es una derivación del principio de universalidad. Se entiende como la imposibilidad
lógica y jurídica de la coexistencia de dos procesos concursales relativos a igual patrimonio de un mismo sujeto
jurídico. Este principio es válido solamente dentro del territorio del país, porque en el orden internacional sigue
prevaleciendo el sistema de pluralidad de concursos.

Concepto de cesación de pagos


Se ha definido como “el estado de impotencia, generalizado y permanente, que tiene el patrimonio del deudor, para
hacer frente a las obligaciones exigibles con medios normales”. Y a esto refieren los arts. 1, 66 y 69 de la LCQ.
El estado de cesación de pagos, cualquiera sea su causa y la naturaleza de las obligaciones a las que afecto, es
presupuesto para la apertura de los concursos regulados en esta ley, sin perjuicio de lo dispuesto por los artículos 66
y 69. (Excepciones: concurso en caso de agrupamiento y acuerdo preventivo extrajudicial)

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Quiebra virtual o de hecho
Se designa de este modo a quien está en cesación de pagos, pero que todavía no ha sido declarada judicialmente.
Tanto los concursos preventivos como las quiebras, pueden tramitar por las reglas generales (llamado caso general o
concurso principal) o como pequeño concurso de los arts. 288 y 289 LCQ. Es una forma de facilitar el concurso a los
deudores pequeños.

Universalidad del juicio concursal


El concurso produce sus efectos sobre la totalidad del patrimonio del deudor, salvo las exclusiones legalmente
establecidas respecto de bienes determinados.

Sujetos de los concursos


Pueden ser declaradas en concurso las personas de existencia visible, las de existencia ideal de carácter privado y
aquellas sociedades en las que el Estado Nacional, Provincial o municipal sea parte, cualquiera sea el porcentaje de
su participación.
Se consideran comprendidos:
1) El patrimonio del fallecido, mientras se mantenga separado del patrimonio de sucesores.
La indivisión hereditaria solo cesa con la partición. Si la partición incluye bienes registrables, es oponible a terceros
desde su inscripción en el registro público. La masa indivisa insolvente puede someterse a concurso preventivo o
quiebra, a solicitud de los copropietarios (herederos) de la masa o de los acreedores. Este concurso carece de
efectos personales (inhabilitaciones)

2) Los deudores domiciliados en el extranjero respecto de bienes existentes en el país.


Es una excepción al principio general vigente, según el cual el domicilio del deudor determina la ley aplicable y la
competencia judicial en materia de concurso.

No son susceptibles de ser declaradas en concurso, las personas reguladas por Leyes Nros. 20.091, 20.321 y 24.241,
así como las excluidas por leyes especiales
- Las entidades financieras no pueden ser sujetos del concurso preventivo, pero sí pueden ser declaradas en
quiebra, sin embargo tienen un régimen diferenciado
- Las entidades aseguradoras tampoco pueden ser sujetos de concurso preventivo. Cuando son insolventes,
pueden ser liquidadas judicialmente por un procedimiento que o se denomina quiebra.
- Los bienes fideicomitidos se consideran patrimonio separado de los patrimonios del fiduciario y del fiduciante.
Los bienes del fiduciario no responden por las obligaciones contraídas en la ejecución del fideicomiso, las que
solo son satisfechas con los bienes fideicomitidos. Tampoco responden por esas obligaciones el fiduciante, el
beneficiario ni el fideicomisario, excepto compromiso expreso de éstos. La insolvencia de los bienes en
fideicomiso no da lugar a su declaración de quiebra.
- Las personas jurídicas de carácter público están completamente excluidas del régimen concursal. Estas son: 1)el
Estado Nacional, las provincias, la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, las entidades autárquicas y las demás
organizaciones constituidas en la Republica a las que el ordenamiento jurídico les atribuya ese carácter; 2) los
Estados extranjeros; 3) la Iglesia Católica.
- Las asociaciones mutuales son pasibles de ser declaradas en concurso preventivo o en quiebra.

Juez competente
Corresponde intervenir en los concursos al juez con competencia ordinaria (excluyendo así a la justicia federal), de
acuerdo a las siguientes reglas:
1. Si se trata de personas de existencia visible, al del lugar de la sede de la administración de sus negocios; a falta
de éste, al del lugar del domicilio.
Si ejerce “actividad económica o profesional” (y no hay “sede de administración”), atendiendo el lugar donde
ejerce esa actividad; en su defecto, por el lugar de la “residencia habitual”.

2. Si el deudor tuviere varias administraciones es competente el juez del lugar de la sede de la administración del
establecimiento principal; si no pudiere determinarse esta calidad, lo que es el juez que hubiere prevenido.

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3. En caso de concurso de personas de existencia ideal de carácter privado regularmente constituidas, y las
sociedades en que el Estado Nacional, Provincial o Municipal sea parte -con las exclusiones previstas en el
Artículo 2 - entiende el juez del lugar del domicilio declarado en el estatuto o en la autorización que se le dio
para funcionar.

4. En el caso de sociedades no constituidas regularmente, entiende el juez del lugar de la sede; en su defecto, el
del lugar del establecimiento o explotación principal.

5. Tratándose de deudores domiciliados en el exterior, el juez del lugar de la administración en el país; a falta de
éste, entiende el del lugar del establecimiento, explotación o actividad principal, según el caso.

Luego examina si se han cumplido los requisitos.

Concurso declarado en el extranjero


La declaración de concurso en el extranjero es causal para la apertura del concurso en el país, a pedido del deudor o
del acreedor cuyo crédito debe hacerse efectivo en la REPUBLICA ARGENTINA. Sin perjuicio de lo dispuesto en los
tratados internacionales, el concurso en el extranjero, no puede ser invocado contra los acreedores cuyos créditos
deban ser pagados en la REPUBLICA ARGENTINA, para disputarles derechos que éstos pretenden sobre los bienes
existentes en el territorio ni para anular los actos que hayan celebrado con el concursado.

Pluralidad de concurso
Declarada también la quiebra en el país, los acreedores pertenecientes al concurso formado en el extranjero
actuarán sobre el saldo, una vez satisfechos los demás créditos verificados en aquélla.

Reciprocidad
La verificación del acreedor cuyo crédito es pagadero en el extranjero y que no pertenezca a un concurso abierto en
el exterior, está condicionada a que se demuestre que, recíprocamente, un acreedor cuyo crédito es pagadero en la
REPUBLICA ARGENTINA puede verificarse y cobrar -en iguales condiciones- en un concurso abierto en el país en el
cual aquel crédito es pagadero.

Paridad de dividendos
Los cobros de créditos quirografarios con posterioridad a la apertura del concurso nacional, efectuados en el
extranjero, serán imputados al dividendo correspondiente a sus beneficiarios por causas de créditos comunes.
Quedan exceptuados de acreditar la reciprocidad los titulares de créditos con garantía real.

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