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Autismo

¿Qué es el autismo?

El autismo es un trastorno del desarrollo, de inicio precoz, que comporta alteraciones


en:
1. La interacción social
2. La comunicación/lenguaje
3. La flexibilidad de conductas, intereses y actividades.

Etimológicamente la palabra autismo  Trastorno neuropsiquiatrico


proviene de la palabra griega autos multifactorial
que significa “si mismo”, también  Problemas en el SNC
 Trastorno generalizado del
eaftismos que significa “encerrado en
desarrollo
uno mismo”

- El concepto de autismo ha ido evolucionando a lo largo de las últimas décadas,


pero quizás el hito más relevante haya sido su inclusión entre los trastornos del
desarrollo. En 1980, el DSM-III introdujo la categoría de ‘pervasive developmental
disorder’, traducido a nuestro idioma como ‘trastorno profundo del desarrollo’ y
más tarde como ‘trastorno generalizado del desarrollo’ (TGD).
- El autismo debe haberse iniciado antes de los 3 años.
- También puede ser entendido como una inconsistencia para el registro e
interpretación de las sensaciones, una limitación cognitiva para procesar la
información del lenguaje y los símbolos, una falla en el desarrollo de estructuras o
comunicación entre las redes neuronales, que activan funciones cognitivas
superiores y que dan paso a la socialización, un trastorno donde intervienen
probables variables genéticas, que condicionan una mente más sistematizadora
que empática.

“Es autista aquella persona para la cual las otras personas resultan opacas e
impredictibles; aquella persona que vive como ausente, mentalmente ausentes, a
las personas presentes, y que por todo ello se siente incompetente para regular y
controlar su conducta por medio de la comunicación”
Eugen Bleuler Acuñó la palabra “autismo” entre pacientes
esquizofrénicos seriamente aislados.
1908

Estudió a 11 niños los cuales tenían


características peculiares: dificultad en
acciones recíprocas sociales, en la adaptación
Leo Kanner a los cambios en rutinas, buena memoria,
sensibilidad a los estímulos (especialmente
1943 sonido), resistencia y alergias a la comida,
buen potencial intelectual, ecolalia y
dificultades en actividades espontáneas.

Estudió a un grupo de niños los cuales también


Hans Asperger se asemejaron a las descripciones de Kanner.
Sin embargo, éstos no tenían ecolalia.
1944
También mencionó que muchos eran torpes y
diferentes de niños normales en términos de
habilidades de motor finas.

Bettelheim Él demandó que el problema en los niños


autistas era debido a la frialdad de sus moldes-
1945
madre.

La teoría de .Kanner fue descartada en 1964


cuando Bernard Rimland, psicólogo y padre
de un niño con autismo publicó su libro “El
Bernard autismo infantil: El síndrome y sus implicaciones
1964 para una teoría neural de la conducta” en
este trabajo, afirmó que el autismo era un
desorden de origen neurobiológico y no
estaba provocado por el contacto afectivo.

Formuló una triada en la que hacía referencia


a las tres dimensiones que están alteradas en
el niño autista: Trastorno de la reciprocidad
Lorna Wing
social, trastorno de la comunicación verbal y
no verbal y ausencia de capacidad simbólica
y conducta imaginativa. Posteriormente,
añadió a estas tres dimensiones una más: Los
patrones repetitivos de actividad e intereses.
Prevalencia
La prevalencia mide la proporción de individuos de una población que padecen
una enfermedad o trastorno en un momento determinado.
Una cosa es evidente, y es que el número de casos diagnosticados del Trastorno del
Espectro del Autismo (TEA) se ha incrementado de forma importante. A mediados de
los 70 la prevalencia se estimaban en 1/5000, a mediados de los 80 en 1/2500, a
mediados de los 90 en 1/200 y a día de hoy varía entre 1/150 a 1/110, en función de
las fuentes.
Por primera vez en la historia, se ha realizado un estudio
de prevalencia del autismo en México. La cifra: 1 de
cada 115 niños estarían en esa condición. (2016)

Etiología
Las causas que se sitúan en el origen del autismo siguen sin estar claras el día de hoy. No
obstante, se considera probado que determinados factores participan en gran medida en
su aparición. Dichos factores son:

Neurobiológicos y químicos
 La serotonina y la dopamina son los dos neurotransmisores que más se han
investigado en el autismo. Ya en el año 1961 Shaim y Freedman detectaron un
incremento de los niveles periféricos de serotonina en un grupo de pacientes
autistas, resultado que se ha confirmado en estudios posteriores. La serotonina es
un regulador del humor, el sueño, la temperatura, el apetito y la secreción de
hormonas, y se encuentra periféricamente en la sangre, el intestino y las
plaquetas. Se da además la circunstancia de que la sintomatología del autismo
se manifiesta muy pronto, durante los tres primeros años de vida, coincidiendo
con la inervación serotonérgica de la corteza cerebral y del sistema límbico.
 En las neurociencias se supone que las neuronas espejo desempeñan una función
importante dentro de las capacidades cognitivas ligadas a la vida social, tales
como la empatía (capacidad de ponerse en el lugar de otro) y la imitación. EN EL
AUTISMO NO HAY PRESENCIA DE ESTAS NEURONAS.
 Otras investigaciones hablan de alteraciones en el cerebelo, específicamente en
el número y tamaño de las células de Purkinje, que sugiere un trastorno evolutivo
en las relaciones sinápticas.
 Los estudios de personas autistas han encontrado diferencias en algunas regiones
del cerebro, incluyendo el cerebelo, la amígdala, el hipocampo, el septo y los
cuerpos mamiliares. En particular, la amígdala e hipocampo parecen estar
densamente poblados de neuronas, las cuales son más pequeñas de lo normal y
tienen fibras nerviosas subdesarrolladas. Estas últimas pueden interferir con las
señales nerviosas.
 Los trastornos del espectro autista son más comunes en los niños prematuros.
Ambientales y Embriológicos
Los TEA son considerados principalmente de origen genético, sin embargo, los
factores ambientales pueden modular su expresión fenotípica. La edad avanzada
de los padres ha mostrado asociación con este trastorno, posiblemente debido a
mutaciones o a la impronta genética. Los factores ambientales externos pueden
actuar como teratógenos del sistema nervioso central en los inicios de la vida
gestacional.
- Periodo prenatal: Los factores ambientales teratogénicos (ejemplo: talidomida o
ácido valproico, enfermedades maternas como rubéola) tienen gran posibilidad
de jugar un rol en el desarrollo del cerebro fetal a través de los factores maternos.
- Periodo perinatal: Se han investigado los efectos que podría tener el peso al
nacer, la duración de la gestación, y las complicaciones durante el parto, como
riesgo para padecer autismo, sin embargo los hallazgos no son consistentes.
 Intoxicación por metales pesados.
 La suplementación con ácido fólico ha aumentado considerablemente en las
últimas décadas, particularmente por parte de mujeres embarazadas. Se ha
postulado que este podría ser un factor, dado que el ácido fólico afecta la
producción de células, incluidas las neuronas.
 En la década pasada, docenas de artículos propusieron una amplia gama de
factores que potencialmente contribuyen con el autismo: depresión materna y
uso de antidepresivos, nacimientos prematuros, cesáreas, edad avanzada del
padre o la madre, padres con sobrepeso y exposición a cualquier cosa, desde
químicos disruptores endocrinos hasta contaminantes del aire y pesticidas. Incluso
algunas investigaciones sugieren que el hermano menor nacido muy pronto o
mucho tiempo después del primer hijo tiene un riesgo elevado de autismo.
Genéticos
 Dentro de los factores genéticos que participan en la etiopatogenia del autismo
se han descrito al menos 10 genes que se multiplican e interactúan entre sí
mostrando una gran variación fenotípica.
 Los estudios de gemelos constituyen
un indicio de que el componente
genético influye en el origen de la
enfermedad. Si uno de los gemelos
es autista, la probabilidad de que el
otro también lo sea es superior a la
media.
 También se ha señalado la relación
causal entre algunos síndromes
neurogenéticos y el autismo, como por ejemplo el síndrome del cromosoma X
frágil, esclerosis tuberosa, neurofibromatosis, fenilcetonuria, síndrome de
alcoholismo fetal, síndrome de Rett, entre otros.
 Consanguinidad de los padres y de incompatibilidad sanguínea madre–hijo.
 Las madres de niños autistas frecuentemente tenían psicosis, los padres; psicosis,
neurosis y alcoholismo. Y tanto los padres, madres y hermanos de niños autistas
tenían muy a menudo retraso mental.

Características
Sociales
En algunas personas se da un aislamiento social significativo; otras se muestran
pasivas en su interacción social, presentando un interés escaso y furtivo hacia los
demás. Algunas personas pueden ser muy activas en establecer interacciones
sociales, pero haciéndolo de manera extraña, unilateral, e intrusa; sin considerar
plenamente las reacciones de los demás. Todas tienen en común una capacidad
limitada de empatía, pero son capaces, a su manera, de mostrar sus afectos.
Lenguaje / Comunicación
Algunas personas no desarrollan ningún tipo de lenguaje, otras muestran una fluidez
engañosa. Todas carecen de la habilidad de llevar a término un intercambio
comunicativo recíproco. Tanto la forma como el contenido de sus competencias
lingüísticas son peculiares y pueden incluir ecolalia, inversión pronominal, e invención
de palabras. Las reacciones emocionales a los requerimientos verbales y no verbales
de lo demás son inadecuadas, evitación visual, incapacidad para entender las
expresiones faciales, las posturas corporales o los gestos, en otras palabras todas las
conductas implicadas para establecer y regular una interacción social recíproca.
En algunos casos el desarrollo del lenguaje parece haberse interrumpido o incluso
haber retrocedido. En otros casos puede asociarse con trastornos del desarrollo del
lenguaje receptivo y expresivo.
Conducta
El repertorio de expresión y regulación de emociones es distinto a lo habitual;
algunas veces aparentemente limitado y otros excesivos. A menudo se detectan
graves dificultades para identificar y compartir las emociones de los demás.
La actividad imaginativa resulta afectada. La gran mayoría de personas incluidas en
el espectro del autismo fallan en el desarrollo del juego normal de simulación, ficción
o fantasía. Esta limitada imaginación obstaculiza y limita su capacidad para
entender las emociones y las intenciones de los demás. En algunos casos la
actividad imaginativa es excesiva. En la mayoría de los casos la actividad
imaginativa es ineficaz en su función adaptadora. En la medida que carecen de la
capacidad de imaginar el pensamiento o la mente de los demás, les resulta muy
difícil anticipar lo que pueda suceder, y afrontar los acontecimientos pasados.
Los patrones de conducta son, a menudo, ritualistas y repetitivos. Pueden apegarse
a objetos inusuales o extraños. Los movimientos repetitivos y estereotipados son
habituales. A menudo se da una gran resistencia al cambio y una perseverancia en
la inmutabilidad. Cambios insignificantes en el entorno pueden provocar un
profundo malestar.
Muchas niñas y niños afectados de autismo desarrollan intereses específicos o
preocupaciones sobre temas peculiares.
Además, en muchos casos, se da una sensibilidad inusual hacia los estímulos
sensoriales -táctiles, auditivos, visuales-. Otros rasgos comunes asociados y no
específicos incluyen: ansiedad, trastornos del sueño y de la alimentación, trastornos
gastrointestinales y las rabietas violentas con, a veces, conductas auto-lesivas.
Cognoscitiva
Además de las variaciones de expresión conductual, se da una enorme diversidad
respecto al nivel de funcionamiento mental, que va desde una inteligencia normal o
incluso superior, hasta un profundo retraso mental. Hay que destacar, sin embargo,
que en tres cuartas partes de los casos identificados de trastornos del espectro
autístico, concurre una deficiencia intelectual.

Teorías psicológicas
Teoría de la mente
La llamada teoría de la mente se centra en la habilidad que tendría una persona de
comprender y anticipar las conductas de otras personas, sus conocimientos,
intenciones y creencias. El nombre de esta teoría fue elegido por Alan Leslie. La falta
de actividad mentalista puede producir miedo y el trato de las personas cual si
fueran objetos inanimados, conduciendo al aislamiento. Baron Cohen y otros autores
modificaron la teoría de la actividad mentalista incorporando dentro del sistema de
lectura de la mente diferentes módulos: el detector de intencionalidad (ID), el
detector de la mirada (EDD) y el mecanismo de atención compartida (CAM). El
detector de intencionalidad es un dispositivo perceptual que identifica alguien o
algo como un agente y le atribuye metas o deseos. El detector de la mirada indica
hacia dónde se dirige ésta.
La teoría de la Mente, así planteada define la incapacidad que presentan las
personas autistas para realizar una metarrepresentación, para tener en cuenta el
estado mental de los otros, es decir lo que está pensando o debería pensar. En
realidad, lo que hace el niño autista es tener en cuenta sólo su propio pensamiento.
En cuanto a la comprensión del sarcasmo, metáforas, bromas e ironía, el estudio del
lenguaje figurado recoge el sarcasmo y las metáforas, y en personas con autismo se
ha observado un déficit en esta área, ya que suelen confundir bastante las
intenciones del interlocutor. El déficit en la teoría de la mente en personas con
autismo suele aparecer desde el comienzo de la vida con déficits en atención
conjunta, en el primer año, y continúa con la adquisición atípica de algunas
capacidades relacionadas.
Intersubjetividad
Desde un modelo afectivo-emocional, Trevarthen y Hobson proponen que las
emociones y los afectos serían los primeros pasos para el acceso intersubjetivo,
postulando que la capacidad para acceder “a la mente" sería innata. Las personas
con TEA tendrían dificultades específicas para procesar estímulos emocionales.
Comprueban que en las personas con TEA son muy escasos o nulos los indicios de
percibir a otra persona como “sujeto” planteando que si se llegara a lograr la
intersubjetividad primara, el logro de intersubjetividad secundara ofrecería
muchísimas dificultades para establecerse y en muchos casos no se consolidaría.

El modelo propuesto plantea que el acceso a la mente y a las intenciones de los


otros sería innato y que la captación de las intenciones sería posible gracias a la
presencia de procesos de intersubjetividad. En los autistas, la alteración de los
mismos les dificultaría el acceso a posibilidades de cooperar y entenderse ya que
presentarían dificultades para tener en cuenta los estímulos emocionales en el
procesamiento cognitivo.

Entendiendo a las emociones y a los afectos como los primeros caminos hacia las
mentes de los otros, las personas con TEA no pueden darse cuenta, o lo hacen con
bastantes dificultades, de que las personas se diferencian de las cosas de modo de
establecer con ellas un contacto intersubjetivo. Como consecuencia de las
carencias que presentan en relación al establecimiento de relaciones intersubjetivas,
se notan:

 Dificultades para “empatizar” con las personas ( sentir con ellas)


 Alteraciones importantes en la decodificación de emociones
 Comunicación declarativa ausente o muy escasa
 Ausencia de gestos protodeclarativos y, en los casos más severos, ausencia
también de gestos protoimperativos.
 Uso “instrumental de las personas” para pedir sin hacer uso de signos (lleva la
persona hacia el objeto que desea).

Coherencia Central
Hace referencia a la capacidad de integrar parcelas de información en una
comprensión coherente y significativa de la globalidad. Los problemas de cognición
social se producirían por la dificultad para integrar las claves sociales.
En base a esta teoría, Frith predijo que las personas con autismo serían relativamente
buenas en aquellas tareas en las que se primaba la atención en la información local
(procesamiento relativamente fragmentario), pero que lo harían mal en tareas que
requiriesen el reconocimiento del sentido global.
Mientras que las personas con desarrollo neurotípico poseen una tendencia natural
a integrar la información que perciben en un todo, las personas con autismo mirarían
el mundo de forma fragmentada, fijándose mucho más en los detalles que en el
conjunto.
Esta manera de percibir la información provoca dificultades importantes en el
terreno socio-emocional, ya que hay muchas claves en el entorno que nos permiten
desenvolvernos de forma adecuada en contextos sociales e interacciones
interpersonales. Esta falta de influencia del contexto y la escasa motivación para
buscar su significado se llama coherencia central débil y sería una característica
principal de las personas con autismo.
Funciones Ejecutivas
El término función ejecutiva (FE) engloba una serie de procesos cognitivos necesarios
para comportamientos o conductas dirigidas hacia un objetivo. Estos se incluyen
dentro de las llamadas funciones cognitivas de alto orden ya que ejercen control
sobre procesos cognitivos más automáticos, manipulando información o inhibiendo
información irrelevante y regulando la actividad cognitiva, emocional y / o
conductual hacia una meta final.

Diferentes estudios de neuroimaginería cerebral coinciden en demostrar que la


función ejecutiva depende de la actividad de los lóbulos frontales, específicamente,
la FE ha sido asociada a la actividad de la corteza prefrontal dorsolateral y
cingulada anterior, y a conexiones recíprocas con otras áreas corticales y estructuras
subcorticales.

La adquisición de las funciones ejecutivas se inicia de manera temprana en el


desarrollo (aproximadamente desde el año de edad) y se desarrolla lentamente,
con dos picos a los 4 y a los 18 años; después se estabiliza y declina en la vejez.

Planificación

Es una operación compleja y dinámica en la que una secuencia de acciones


planificadas se debe monitorizar, reevaluar y actualizar constantemente.

Se define como la capacidad para integrar, secuenciar y desarrollar pasos


intermedios para lograr metas a corto, mediano o largo plazo.

En algunas ocasiones la planeación no sólo se realiza en una sola dirección, con


frecuencia se realizan pasos indirectos o en sentido inverso (para lo cual también se
requiere de flexibilidad mental, otra función ejecutiva importante) que al seriarse con
los pasos directos, se consigue llegar a la meta planteada.
Flexibilidad cognitiva

La capacidad para cambiar un esquema de acción o pensamiento en relación a


que la evaluación de sus resultados indica que no es eficiente, o a los cambios en las
condiciones del medio y/o de las condiciones en que se realiza una tarea
específica, requiere de la capacidad para inhibir este patrón de respuestas y poder
cambiar de estrategia. También implica la generación y selección de nuevas
estrategias de trabajo dentro de las múltiples opciones que existen para desarrollar
una tarea. Las situaciones de la vida diaria con frecuencia son altamente
cambiantes y los parámetros y criterios de respuestas no dependen de una lógica
inflexible y generalizable a todas las circunstancias, sino que dependen del
momento y el lugar en donde se desarrollen; la excesiva fijación de un criterio, una
hipótesis o una estrategia de acción, afectan de forma importante la solución de
problemas.

Éste término hace referencia a la habilidad para cambiar a un pensamiento o


acción diferente en función de los cambios que ocurren en las situaciones o
contextos. Las estereotipias, la rigidez e inflexibilidad cognitiva y conductual, la
insistencia en la invarianza ambiental, los rituales y rutinas, las ecolalias tan propios de
la sintomatología de los TEA son los indicadores conductuales más íntimamente
relacionados con las funciones ejecutivas.

Control conductual e Inhibición de respuesta

El control conductual permite retrasar las tendencias a generar respuestas


impulsivas, originadas en otras estructuras cerebrales, siendo esta función reguladora
primordial para la conducta y la atención.

La inhibición de acciones no deseadas que se están ejecutando o la inhibición de


comportamientos prepotentes son uno de los procesos mentales imprescindibles
para la regulación y el control del comportamiento, su flexibilidad y adaptación. La
alteración de dichos procesos de inhibición puede convertirse en el sustrato
psicológico del comportamiento repetitivo y estereotipado, y el deseo de invarianza
de las personas con TEA. Si la persona no es capaz de inhibir pensamientos o
acciones antes o durante el ejercicio de una actividad, tenderá a la perseveración,
la rigidez y la persistencia, como si no fuera dueña de su capacidad para parar y
dirigir su conducta en otra dirección.

Memoria de trabajo

Es la capacidad para mantener información de forma activa, por un breve lapso, sin
que el estímulo esté presente, para realizar una acción o resolver problemas
utilizando información activamente, así como para el curso de los procesos de
pensamiento.

No solo almacena la información, sino que la mantiene, la manipula y la transforma


de manera temporal, por lo que interviene en importantes procesos cognitivos como
la comprensión del lenguaje, la lectura, el razonamiento, etc.

Habilidades mentalistas

Una de las funciones superiores del ser humano más fascinantes es la de ser
capaces de atribuir estados mentales y emocionales a los demás, poder anticipar
sus comportamientos, sus intenciones, intuir o saber aquello que los motiva; en
definitiva, leer sus mentes. Esta habilidad mentalista es imprescindible para sobrevivir
en el mundo social, para relacionarnos, tener amigos, convivir con la familia,
coordinarnos con otras personas, cooperar con otros, engañarlos, enfrentarnos a
ellos, competir, disfrutar de una relación, etc. Y para ello hemos de ser capaces de
desarrollar un proceso ejecutivo: poseer un plan propio, conocer o intuir los planes
que tienen los otros en su mente formándonos una representación mental de ello, y
considerar las consecuencias de ambos planes, los propios y los ajenos. De ello
dependerá el éxito de la resolución en el desempeño de la interacción social. Es por
ello que, dentro de los TEA de alto funcionamiento cognitivo, podemos encontrar a
personas muy inteligentes en alguna área concreta (matemáticas, música, física,
etc.) y, sin embargo, muy torpes en el área de las relaciones sociales.

Sentido de la actividad
Una de las características más relevantes de las personas es que somos seres
propositivos, encarados al futuro, ya sea a corto, medio o largo plazo (planificamos
permanentemente: lo que haremos por la tarde o lo que queremos ser de mayores),
y, además, somos seres intencionales. La investigación sobre el sentido de la
actividad en los TEA desde la óptica de las funciones ejecutivas, en cuanto a la
dificultad que se observa para dar sentido a la acción propia es escasa. En los casos
de mayor afectación se traduce en un vacío de acción funcional y, en los de mejor
nivel, en una dificultad para proyectarse en el futuro
Procesamiento riesgo – beneficio
Habilidad para seleccionar la opción más ventajosa para el organismo en un rango
de alternativas disponibles.
Involucra una carga afectiva que hemos adquirido en base a experiencias propias o
ajenas, y por ende, somos capaces de hacer en cierta medida una anticipación de
lo que sucedería en una u otra situación.

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