Está en la página 1de 19

Staphylococcus aureus y sus factores de virulencia

MARTÍNEZ IBARRA ALEJANDRA

Universidad Autónoma Metropolitana

Introducción
1. Estructura de Staphylococcus aureus
2. Mecanismos de evasión de la respuesta inmune por parte de S. aureus
2.1 Estrategias de evasión del complemento desarrolladas por S. aureus.
SpA
Sbi
SSL-7
CHIPS
SCIN
Efb
Estafiloquinasa
3. Organización y regulación de los genes que codifican factores de
virulencia.
4. Adherencia bacteriana, colonización e invasividad a tejidos del
huésped.
5. Islas de patogenicidad bacteriana
6. Toxinas bacterianas y su papel en virulencia (Exotoxinas, endotoxinas).
Enterotoxinas
Exotoxinas
Toxina del síndrome de shock tóxico
Toxinas exfoliativas
Alfa – hemolisina
Beta – hemolisina

1
Delta – hemolisina
Gama Hemolisina y PV leucocidina
7. Biopelículas bacterianas
PIA
Bap
PGA

Introducción

Staphylococcus aureus es un microorganismo anaerobio facultativo,


grampositivo, inmóvil, catalasa y coagulasa positivo; de forma esférica, que se
agrupa en forma de racimo de uvas. La pared de las células estafilocócicas es
resistente a la lisozima y sensible a la lisostafina, la cual rompe los puentes de
pentaglicina de Staphylococcus spp. S. aureus es capaz de crecer en un rango de
temperatura de 7 a 48°C, aunque su temperatura óptima es de 30 a 37°C, a un pH
de 4.2 a 9.3, siendo de 7 a 7.5 el pH óptimo y en concentraciones de cloruro de
sodio (NaCl) hasta de 15% (Bachert et al., 2002).

S. aureus habita de forma natural en tracto respiratorio alto, piel y cabello


de animales de sangre caliente, incluyendo al hombre (Borelli et al., 2006). Una
gran fracción de la población humana está colonizada con esta bacteria. Esas
cepas colonizadoras de S. aureus causan enfermedad sólo raramente. Sin
embargo, S. aureus es una de las causas más frecuentes de infección bacteriana
en la gente. Cepas específicas resistentes a antibióticos causan epidemias
hospitales, pudiéndose distinguir entre estas, infecciones "nosocomiales" e
infecciones adquiridas por comunidad, que son causadas por un grupo mucho
más diverso de cepas con propiedades diferentes. S. aureus puede causar una
amplia gama de enfermedades en los límites de toxicosis como la intoxicación por
alimentos hasta enfermedades invasivas. Las cepas de S. aureus codifican una
gran variedad grande de toxinas secretadas, y estas toxinas son responsables de
la mayor parte de los síntomas clínicos asociados con las infecciones (Brüssow et
al, 2004).

1. Estructura de Staphylococcus aureus

Todos los genomas estafilocócicos tienen un tamaño aproximadamente de


2.8. Mbp con un contenido bajo de G+C. El ADN de S. aureus se encuentra
organizado en un cromosoma (Baba et al., 2008)

La pared celular estafilocócica juega un papel importante para el éxito de


este organismo, debido a que esta resiste presiones de turgor enormes en todas

2
las a través de todo el ciclo celular (la California 20 a 30 atm), interactúa
fuertemente con el ambiente externo célular, particularmente en procesos de
infección, y está intimamente implicado en la división celular.

Los componentes de la estructura primaria de la pared celular estafilocócica


consisten en peptidoglicano, ácidos lipoteicóicos, proteínas superficiales y
recientemente se ha demostrado la existencia de un espacio periplámico (Matías y
Beveridge, 2005).
El peptidoglicano es el principal componente de la pared celular de S.
aureus. y es el blanco de antibióticos importantes, entre ellos los B-lactámicos, por
ejemplo las penicilinas, que ejercen su actividad antimicrobiana interfiriendo con
las enzimas (proteínas de unión a penicilinas) específicamente involucradas en la
síntesis de peptidoglicano, mientras glicopeptidos, por ejemplo la vancomicina)
une con alta afinidad y especificidad a los precursores de peptidoglicano,
previniendo así la incorporación a la pared celular bacteriana
Actualemtne existe una necesidad constante de nuevos fármacos
antiestafilocócicos debido al desarrollo de cepas antibiótico – resistentes. Un
ejemplo de este fármaco es la lisostafina, una enzima secretada por
Staphylococcus simulans que rompe específicamente los puentes cruzados de
pentaglicina del peptidoglicano de S. aureus, así hidrolizando la pared celular y
lisando la bacteria. Debido a su especificidad única, la lisostafina podría tener el
alto potencial en el tratamiento de infecciones estafilocócicas antibótico-resistentes
(Francius et al., 2008).

2. Mecanismos de evasión de la respuesta inmune por parte de S. aureus

El sistema de complemento es la parte de la defensa innata inmune de un


hospedero vertebrado, que forma una barrera principal y temprana para la
invasión de microbios y patógenos. Sobre la entrada de un invasor, el
complemento puntualmente es activado y ataca por opsonización y lisis (target).
Además, el sistema de complemento activado induce las reacciones inflamatorias
que inician las cuales inician las funciones efectoras celulares adicionales tanto de
la respuesta inmune innata como de la adaptable (Zipfel et al.,2007).

Para establecer una infección, los patógenos tienen que inhibir, controlar y
prevenir el reconocimiento del complemento e inhibir la función del efector.
Muchos patógenos han desarrollado los medios para controlar la respuesta del
complemento del hospedero y para este fin utilizan múltiples estrategias de
evasión para interferir e inactivar el poderoso ataque de complemento.
Los mecanismos a través de los cuales los patógenos pueden evadir el
complemento son: 1) a través de secreción de proteasas, ii) disfraz del
complemento y iii) expresión de inhibidores del complemento (Zipfel et al.,2007).

2.1 Estrategias de evasión del complemento desarrolladas por S. aureus.

3
La estrategia de evasión del complemento de S. aureus consiste en que
ésta bacteria expresa múltiples proteínas de superficie celular y secreta proteínas
adicionales dirigidas hacia las defensas inmune adaptativas e innatas del
hospedero (Zipfel et al.,2007).

SpA (módulo B). Proteína estafilocócica A. Es una proteína de superficie que


altera la iniciación de la ruta clásica del complemento. Ésta reconoce el dominio
Fc de las Igs con alta afinidad, lo cual resulta en una señalización invertida y
bloqueo de los sitios de unión de C1q (y el receptor Fcγ). SpA también puede
unirse al receptor gC1qrR/p33 de C1q, el cual es altamente expresado en la
superficie de las plaquetas y células endoteliales. Sin embargo este mecanismo
podría estar más cercanamente relacionada a la adhesión celular por la
asociación al fibrinógeno, que la evasión inmune. SpA puede unirse a factor
Willebrand y al receptor 1 del factor de necrosis tumoral (Lambris et al., 2008).

Sbi. Proteína de unión a IgG de S. aureus. es una proteína menos caracterizada


que muestra la misma versatilidad fisiológica que SpA (Lambris et al., 2008)..

SSL-7. Superantígeno estafilocócico similar a la proteína 7. Esta proteína rompe la


cadena de la respuesta inflamatoria que es llevada a cabo por C5 y sus productos
de activación. SSl-7 se une a C5 con lata afinidad, resultando en la inhibición de la
hemólisis mediada por el complemento. SSL-7 también interactúa con IgA en una
manera independiente de C5 (Lambris et al., 2008).

CHIPS Proteína inhibidora de quimiotaxis. Altera las respuestas de monocitos y


neutrófilos inhibiendo la señalización de C5a, principalmente a través de la
interacción y antagonización de los receptores C5a (Lambris et al., 2008)

SCIN. Inhibidor del complemento estafilocócico. Es una proteína de 10kDa que


bloquea las rutas la activación del complemento, clásica, alternativa y de la lectina.
SCIN se une específicamente al activador unido a convertasas, pero no a
componentes libres. SCIN parece estabilizar las convertasas C3 en un estado no
funcional bloqueando eficientemente todas las rutas (Lambris et al., 2008)

Efb. Proteína de unión al fibrinógeno extracelular. Efb fue la primera proteína de


unión a C3b identificada en S. aureus, inhibe la opsonofagocitosis a través de los
granulocitos. Une fibrinógeno y también el tioester del dominio C3d de C3b
(Lambris et al., 2008). Efb inhibe la deposición de C3b sobre superficies
sensibilizadas. El sitio de unión del fibrinógeno está contenido en la terminal amino
y el sitio de unión de C3d en la terminal carboxilo de la proteína. La unión de Efb
a C3 nativa altera la conformación del componente del complemento central y así
impide la activación subsecuente de C3 (Zipfel et al.,2007).

Estafiloquinasa. Es una proteína, no es una enzima por sí misma, ésta forma un


complejo con el plasminógeno y se convierte en una serina proteasa plasmina
activa, cuyo sustrato es C3 e IgG humanas. La plasmina se une a la superficie de
S. aureus y remueve IgG, C3b e iC3b de esta superficie, revirtiendo así el efecto
4
de opsonización. La hendidura de la plasmina de IgG en su región de charnela o
bisagra también podría atenuar la activación de la vía clásica por C1q. Además de
activar la plasmina, la estafiloquinasa suprime directamente las propiedades
bactericidas de defensinas – α, lo cual la hace un importante factor de
colonización (Lambris et al., 2008)

3. Organización y regulación de los genes que codifican factores de


virulencia.

La formación de biopelícula, factor de virulencia importante para la


colonización en S. aureus, requiere de diversos loci que codifican el componente
polisacárido de la matriz exracelular de la biopelícula, entre esos loci se incluyen
sarA, agr, dlt, hla, clp, and ica.

Además de SarA, que es el regulador accesorio estafilocócico,


posiblemente también el factor de estrés sigma, σ B es importante para la
regulación de biopelícula en S. epidermidis, pero menos importante en S. aureus.
(Tu Quoc et al., 2007).

La presencia de PIA polisacárido de adhesión intracelular, es controlada


por el operón icaADBC, éste está reprimido por IcaR y TcaR, un regulador del
locus asociado a teicoplanina (Tu Quoc et al., 2007).

En aislamientos estáfilocócicos clínicos y de laboratorio, la producción de


PIA no siempre se ha correlacionado con la formación de biopelícula, y de hecho,
algunos sistemas modelos, el locus ica puede ser suprimido sin afectar
considerablemente la formación de la biopelícula in vivo o in vitro. El hallazgo de
la producción de biopelícula en ausencia o presencia de ica, ha conducido a la
proposición de 2 rutas que regulan la formación de ésta, denominándose ica-
independiente e ica-dependiente.

El locus regulador del gen accesorio (agr), controla la producción de


numerosos factores de virulencia en respuesta a señales de detección de quórum
o autoinducción capturadas a través del sistema sensorial de dos componentes
AgrAC. La molécula efectora del locus agr es un ARN regulador, llamado RNAIII.
Además de sus efectos sobre la expresión del gen de factor de virulencia, la
transcripción primaria RNAIII también codifica hemolisina, cuyas propiedades
surfactantes, modulan la formación biopelícula. Un estudio reciente con S. aureus
también reveló que la interrupción del sistema arlRS, también de dos
componentes, demostró promover fuertemente la formación de biopelícula
mejorando la adhesión a la superficie y la producción de PIA. De la misma
manera, la inactivacion de un sistema alterno de detección mediado por LuxS
mostró incrementar la formación de biopelícula in vitro y resultó en el
mejoramiento de la virulencia in vivo en un modelo de rata de infección mediada
por biopelícula (Tu Quoc et al., 2007).
5
Diversos determinantes de virulencia están son codificados por bloques de
genes contenidos en profagos que se encuentran integrados al genoma, lo cual
resulta de gran importancia debido a la adquisición de propiedades de virulencia a
través de esta vía. En un estudio de secuenciación y comparación de genomas de
diversas cepas de S. aureus se determinaron las locaciones de los principales
genes relacionados con virulencia y se encontró que genes que codifican para
exotoxinas se encuentran contenidos en el fago vSaα; aquellos que codifican para
enterotoxinas en los fagos φNM3, vSa3, φSa3mw, φSa3n, vSa4 y vSaβ,
dependiendo de la cepa analizada; genes para la toxina del síndrome del shock
tóxico en el fago vSa4; genes para la toxina exfoliativa y la alfa-hemolisina en el
fago vSa‫ ;ץ‬genes para LukDE leucocidina y diversas exoenzimas en el fago vSaβ,
entre otras (Baba et al, 2008).

Otro importante factor de virulencia que posee S. aureus es la resistencia a


antibióticos. Las cepas resistentes a muchos antibióticos son denominadas
meticilina – resistentes (MRSA), estas causan infecciones fatales tales como
neumonía necrosante

4. Adherencia bacteriana, colonización e invasividad a tejidos del huésped

La mayoría de las bacterias, mas no todas, se adhieren y viven en una


asociación cercana con las superficies. Son las adhesinas proteicas las que les
confieren la capacidad de resistir a las fuerzas físicas de remoción. Estas
adhesinas bacterianas poseen especificidad para superficies, y tienen funciones
de indicación de dirección para la bacteria. La expresión de las adhesinas es
controlada por varias señales ambientales a través de comunicación cruzada
entre adhesinas (Klemm y Schembri, 1999).

El polisacárido de adhesión intracelular basado en la glucosamina (PIA) o


pli-Nsucsanilglucosamina (PNSG), es respondable de la adherencia de célula a
célula.
SarA regula positivamente los genes fnbA y fnbB. FnbA y FnbB son las
proteínas adhesivas importantes para la virulencia, promoviendo la adhesión a
superficies bióticas y abióticas (Shanks et al, 2008).

La proteína de unión a la fibronectina tiene dominios de unión a la heparina,


y se las proteínas de unión a la fibronectina son requeridas para la formación del
biofilm, y son estimuladas por el citrato para este efecto (Shanks et al., 2008).
Mutaciones realizadas en la cepa Newman de S. aureus en los genes fnbA y fnbB
han producido truncamientos de las proteínas FnbA/FnbB y adhesión reducida a la
fibronectina (Grundmeier et al., 2004)

S. aureus produce biopelícula, este es un modo de colonización que facilita


la infección. Una biopelícula se define como una comunidad estructurada de
células bacterianas encerraadas en una matriz polimérica producida por ellas
6
mismas (Costerton et al., 1999). La adherencia inicial a la superficie de los
estafilococos a las superficies abióticas es mediada por múltiples factores. La
alteración de la carga negativa de los ácidos teicoicos, por ejemplo, a través de la
esterificación de D-alanil reductor, afecta la adhesión primaria y adherencia al
poliestireno. Determinantes proteicos tales como la autolisina AtIE, la proteína
asociada a la agregación y la proteína asociada a la biopelícula también modulan
la adhesión a la superficie (Tu Quoc et al, 2007)

La patogénesis de cepas particulares de S. aureus es atribuida al efecto


combinado de factores extracelulares y toxinas, junto con las propiedades
invasivas de la cepa como la adhesión, la formación de biopelícula, y la resistencia
a la fagocitosis (Cucarela et al., 2001). Mas adelante se describe a detalle el
proceso de formación de biopelícula de S. aureus.

5. Islas de patogenicidad bacteriana

Gracias a análisis comparativos del genoma de S. aureus se ha revelado


que existen regiones bien conservadas mientras que otros bloques de la
secuencia muestran alta variabilidad. Las regiones variables han sido clasificadas
como profagos, islas de patogenicidad (PAI) o cromosomas en casete
estafilocócico (SCCmec) (Baba et al., 2008).

Actualmente, el término isla de patogenicidad se utiliza para describir


regiones cromosómicas que contienen genes de virulencia y que están ausentes
de cepas no patógenas de la misma especie o de especies cercanamente
relacionadas. Las islas de patogenicidad difieren en estructura y función, pero
comparten diversas características en común, incluyendo el hecho de que ellas
están frecuentemente insertadas en genes de ARNt, que su contenido de G+C
difiere del resto del genoma y que ellas codifican restos de elementos móviles
(Lavigne y Blanc-Potard, 2008).

Las islas de patogenicidad de Staphylococcus aureus (SaPIs) son una


familia de elementos genéticos que llevan genes que codifican una variedad de
toxinas superantígenos. Las SaPIs están establemente integradas en sitios
cromosómicos específicos, pero pueden ser movilizadas después de la infección
por ciertos bacteriófagos estafilocócicos o por inducción SOS de profagos
endógenos por estrés ambiental, incluyendo ciertos antibióticos (Poliakov et al,
2008).

El miembro prototipo de la familia SaPI, SaPI1, contiene genes para la


toxina del síndrome de Shock tóxico (TSST-1) así como enterotoxinas Q y K.
SaPI1 puede ser movilizado por el bacteriófago 80α, conduciendo a la formación
de SaPI1 que transforma las partículas que tienen una morfología similar a aquella
del 80 α, pero con capsides que son aproximadamente un tercio del volumen de
aquellos del fago ayudante, conmensurado con el tamaño más pequeño del ADN
de SaPI1. La integración y la ecisión de SaPIs está ligada al fago, ocurre por la
7
recombinación de un sitio específico entre una secuencia específica att en la isla
de patogenicidad y un sitio de att cromosómico correspondiente, que conduce a la
generación de repeticiones cortas directas flanqueando al elemento integrado.
SaPI1 codifica una integrasa semejante a las integrasas del fago y es suficiente
para la integración del sitio específico de la isla patogenicidad, pero no puede
promover la ecisión de SaPI1 en ausencia del fago ayudante. Un segundo gen de
SaPI1 semejante al del fago codifica una proteína homóloga a la pequeña
subunidad de la terminasa del fago, una enzima implicada en la encapsidación del
ADN (Poliakov et al, 2008).

Otras islas de patogenicidad encontradas en aislamientos clínicos de cepas


de S.aureus son vSaα, vSaβ, vSa‫ ץ‬y νSa4; vSaα, vSaβ, las dos principales islas
de patogenicidad de S. aureus están presentes en todas las cepas estafilocócicas
secuenciadas hasta ahora, se piensa que estas islas de patogenicidad fueron
aquiridas posiblemente a través de transferencia genética horizontal debido a la
existencia de genes de recombinación, las integrasas; vSa‫ ץ‬también está presente
en todas las cepas secuenciadas de S. aureus y codifica una toxina exfoliativa y
exotoxinas; vSa4 se ha encontrado insertada en diversas cepas, entre ellas la
N315, en donde se localiza rio abajo en el fago φNM3 y codifica 20 marcos de
lectura abiertos incluyendo tres genes superantígenos presentes en esa cepa,
mientras que en la cepa Newman carece de determinantes de virulencia y codifica
solo para una integrasa y tres proteínas. (Baba et al., 2008)

6. Toxinas bacterianas y su papel en virulencia (Exotoxinas, endotoxinas).

Enterotoxinas

Las enterotoxinas de S. aureus se clasifican como citotónicas debido a la


afluencia de agua que es pasiva y sigue la secreción activa de iones de cloruro en
el lumen intestinal. En general, estas toxinas, ejercen sus efectos por las
perturbaciones del sistema de nucleótido cíclico a nivel de la ciclasa.

Conocidas también como toxinas pirógenas estafilocócicas superantígenas


(PTSAgs) incluye SEA, SEB, SECn, SED SEG, SEH, SEJ. Como la mayor parte
de proteínas secretadas por S. aureus, este tipo de exotoxinas son producidas
principalmente en la fase postexponencial de crecimiento (Dinges etal., 2000).

La colonización de S. aureus en los alimentos se ha asociado en gran parte


con la forma de gastroenteritis que se manifiesta clínicamente como emesis con o
sin diarrea. Esta condición es llamado intoxicación estafilocócica alimentaria y
resulta de la ingestión de una o más enterotoxinas estafilocócicas preformadas en
los alimentos que han sido contaminados con S. aureus (Dinges et al., 2000).

Cada uno de estas exotoxinas exhibe al menos tres propiedades biológicas:


pirogenicidad, superantigenicidad, y la capacidad para aumentar la mortalidad de

8
endotoxina en conejos hasta 100,000 veces más. Las enterotoxinas poseen
propiedades adicionales, ya que son potentes agentes eméticos potentes
(Dinges et al., 2000)

La propiedad mejor caracterizada de las PTSAgs es la superantigenicidad,


la cual se refiere a la capacidad de esas exotoxinas para estimular la proliferación
de los linfocitos T sin contemplar la especificidad antigénica de estas células.
Otras proteínas de enterotoxinas estafilocócicas (SEG, SEH, y SEI) o genes (sej y
sek) también puede ser PTSAgs o codificar PTSAgs debido a que ellas exhiben
actividad superantigénica o la homología de secuencia para PTSAgs conocido
(Dinges etal., 2000).

Los genes para estas toxinas son llevados por plasmidos, bacteriófagos, o
elementos heterólogos genéticos, tales como islas de patogenicidad (Dinges etal.,
2000). Por ejemplo, el gen que codifica la enterotoxina estafilocócica A, sea, fue
mapeado cerca del sitio de adhesión de el fago temperado PS42-D; los genes sea,
se encuentran asociados a una familia de fagos, más que a un solo fago (Brüssow
et al., 2004).

La expresión de los genes que codifican las enterotixinas estafilocócicas es


controlada por al menos tres sistemas globales reguladores: el regulador
designado accesorio génico (agr), el regulador accesorio estafilocócico génico
(sar), y un sistema de represión de catabolitos. Cada toxina es traducida en una
proteína precursora que contiene una secuencia de señal aminoterminal, que es
hendida durante la exportación de la célula. Son moderadamente estables a la
inactivación química, proteólisis y desnaturalización por calentamiento (Dinges et
al., 2000).

Las propiedades antigénicas de las enterotoxinas estafilocócicas no han


sido útiles en la identificación de variantes importantes, pues dichas diferencias
moleculares son indistinguibles a pesar de la diferencia en residuos de
aminoácidos. Estructuralmente las enterotoxinas están conformadas como
proteínas plegadas comunes; la forma completa de las moléculas de las
enterotoxinas es elipsoide, y contienen dos dominios desiguales: un dominio A, y
un dominio B, más pequeños que el A. Su estructura secundaria consiste en una
mezcla de hélices α y hojas β (Dinges et al., 2000).

El dominio B contiene residuos cerca pero no incluyen la terminación amino


de la proteína madura. En otras proteínas, la estructura del dominio B se asocia a
la unión de carbohidratos o a otras proteínas, en en caso de las enterotoxinas este
dominio no muestra en su actividad ninguna de esas dos funciones. Posee una
región β-barril interna hidrofóbica y una superficie externa por residuos
hidrofílicos. Al final del dominio B se localiza un puente disulfido característico de
lasenterotoxinas, en oposición a la hélice α en forma de gorra. EL dominio A
contiene una terminación carboxilo y un hacimiento β motif. Los dominios A y B se

9
encuentran separados por un surco largo que forma una cavidad marcado por
hélices α (Dinges et al., 2000).

La estructura de las enterotixinas se caracteriza además por (i) una terminal


amino muy grande que se pliega por encima del dominio A, (ii) una segunda hélice
α en el surco largo que separa al dominio, (iii) una “asa” de cisteina en el dominio
la B, y (iv) una hélice α en la base del dominio la B. Estas características
estructurales extras de las enterotoxinas están posiblemente relacionadas con su
capacidad para inducir intoxicación alimentaria estafilocócica y con su resistencia
al rompimiento en el tracto gastrointestinal (Dinges et al., 2000).

Las enterotoxinas poseen sitios específicos de unión a los receptores de los


linfocitos t (TCR) y al complejo mayor de histocompatibilidad (MHC). La unión de
SEA, SEB, y el SEC al TCR ocurre a través de la cavidad formada en el surco en
la molécula de esas enterotoxinas. Esta cavidad parece actuar recíprocamente
con las tres asas de Vb (CDR1, CDR2, y HV4) (Dinges et al., 2000).

Exotoxinas

Toxina del síndrome de shock tóxico. Esta toxina es codificada por el gen tstH
(donde la H se refiere al aislamiento humano), que está presente en el cromosoma
bacteriano dentro de una isla de patogenicidad estafilocócica de 15.2 kilobytes.
TSST-1 es traducida como una proteína precursora con 234 aminoácidos y
secretada después de la ruptura de una secuencia de señal de 40 aminoácidos
localizada en su terminal amino. La proteína madura es una cadena sencila
polipeptídica con un peso molecular de 22,000 y un punto isoeléctrico de 7.2. La
toxina es generalmente resistente al calor y a la proteólisis; TSST-1 puede ser
hervido por más de 1 h sin la pérdida perceptible de actividad biológica, y no es
hendida después de la exposición prolongada a la tripsina. Antigénicamente
TSST-1 es distinta de otro PTSAGS y no tiene la homología de secuencia
significativa primaria a otras proteínas conocidas, incluyendo otras PTSAGs
(Dinges et al., 2000)

TSST-1 está compuesta de dos dominios adyacentes. El Dominio A (1 a 17


y 90 a 194 residuos) contiene una hélice-α central larga (125 a 140 residuos),
rodeada por una hoja β de cinco cadenas. Una hélice corta amino-terminal
próxima al final de esta hélice central en el dominio A. El Dominio B (18 a 89
residuos) está compuesto de un motif tipo barril de cinco cadenas-β. Los residuos
del lado trasero de la hélice α son requeridos para la actividad superantigénica de
TSST-1 Esta toxina es codificada por el gen hla (Dinges et al., 2000).

Toxinas exfoliativas. Estas son proteínas extracelulares responsable del


síndrome de la piel escaldada, asociadas a algunas infecciones por S. aureus
(Brüssow et al., 2004).

10
Existen dos toxinas exfoliativas serológicamente diferentes, estos serotipos
son ETA y ETB, ambos serotipos pueden causar enfermedad en la gente y son
producidos por una proporción pequeña pero significativa de cepas S. aureus.
Aunque ellas se diferencien en algunas propiedades fisicoquímicas, ambas toxinas
producen los efectos de dermatológicos descritos en ratones neonatales. Las
toxinas tienen especificidad de especie, afectando a la gente, monos, ratones, y
hámsteres, pero no ratas, conejos, perros, erizos, ratones campestres, conejillos
de Indias, pollos, o ranas (Landhani et al, 1999).
Ambas toxinas han tienen una homología de secuencia del 40 %. ETA y
ETB consisten en 242 y 246 aminoácidos, respectivamente, con masas
moleculares de 26,950 y 27,274 kDa. El gen para ETA es cromosómico, mientras
que para ETB es plasmídico; ETA es termo estable y conserva su actividad
exfoliante aún después del calentamiento a 60°C durante 30 minutos. Las toxinas
son elaboradas durante la fase postexponencial de crecimiento bacteriano y
excretadas de estafilococos colonizadores antes de la absorción en la circulación
general. Las toxinas alcanzan el zona granulosa de la epidermis por difusión a
través capilares dérmicos. No existe ninguna unión significativa de las toxinas a
cualquier otro órgano de cuerpo que no sea la piel. Estas toxinas tiene alta
afinidad a gránulos de queratohialina ,ETB tiene particularmente alta afinidad por
la por la profilagrina y la filagrina, que son estractos epidérmicos. ETA y ETB han
mostrado unión a un glicolípido parecido a GM4, extraído de la piel ratones
lactantes (Landhani et al, 1999).

Las toxinas exfoliativas poseen la actividad superantigénica, es decir


pueden activar un gran número de clones de Células T simultáneamente. Los
antgenos convencionales requieren de la digestión a través de células
presentadoras de antígenos (APCs) seguido de la presentación superficial de un
pequeño fragmento de péptido formando un complejo con una proteína del MHC
para activar una pequeña proporción (menos del 0.1 %) de células de T que llevan
receptores de Célula t específicos. En contraste, los superantígenos pueden evitar
este proceso de tratamiento intracelular y pueden unirse directamente a la
molécula del MHC sobre la superficie del APC fuera del surco de unión del
antígeno. Este complejo puede entonces unirse con región variable Vβ de la
cadena β del receptor de las Células T, provocando la activación de células
polyclonales CD4+ y Células T CD8+ , que es característico de los superantígenos
(Landhani et al, 1999).

Alfa – hemolisina. Un alto porcentaje de cepas de S. aureus elabora esta toxina,


y es tóxica para una amplia gama de células de mamíferos. Es en particular activa
contra eritrocitos de conejo, y es también dermonecrótica y neurotóxica. Niveles
de toxina alfa tan bajos como 1 mg son mortales cuando es inyectada en conejos
intravenosamente (Dinges et al., 2000).

Los 26 primeros residuos del polipéptido traducido comprenden una


secuencia de señal que es hendida durante la secreción. La proteína madura
contiene 293 residuos y tiene un peso molecular de 33,000 y un punto isoléctrico
de aproximadamente 8.5. No hay ninguna cisteina en la proteína madura, que está
11
compuesta principalmente de hojas β (65 %), estructuras helicoidales α en mucho
menor porcentaje (el 10 %) de la estructura secundaria. Esta toxina está bajo el
control del gen regulador accesorio (agr) y por lo tanto es elaborada durante la
fase exponencial tardía de crecimiento en un cultivo en lote, o en grupo (Dinges et
al., 2000).

Los monómeros de alfa-hemolisina son secretada por S. aureus y se


integran en la membrana de una célula blanco, donde ellos forman heptámeros
cilíndricos. Esta forma de oligomérica es capaz de lisar células eucariontes. La
característica de esta toxina alfa es su capacidad a de lisar eritrocitos,
particularmente, los eritrocitos de conejo, que son al menos 100 veces más
susceptibles a la hemólisis por la toxina alfa que otros mamíferos y 1,000 veces
más que eritrocitos los humanos (Dinges et al., 2000)..

Una vez que el heptámero cilíndrico se ha formado en la membrana de


célula, un poro de 1 a 2 nm es formado gradualmente. El monómero de la toxina
inicialemnte se une y se incorpora en la membrana de la célula blanco., la unión
puede ocurrir de dos formas. Cuando la toxina alfa está presente en
concentraciones bajas, un receptor específico une la proteína. No se conoce la
identidad de este receptor de superficie de célula, sin embargo, en
concentraciones más altas, la alfa-hemolisina no expresamente se adhiere a la
membrana de célula. El monómero, es capaz de penetrar la bicapa liídica. La
difusión de los monómeros a través de la bicapa lipídica causa la formación
subsecuente de un poro heptamérico. Se ha sugerido que los cambios
conformacionales ocurridos en la toxina después de la oligomerización son
necesarios para la activación del poro (Dinges et al., 2000).

Beta – hemolisina. Esta toxina es sumamente hemolítica para la oveja, pero no


eritrocitos de conejo. No es dermonecrótica en conejillos de Indias, y no es mortal
en ratones. Esta toxina mejora su actividad a través de la incubación por debajo
10°C después del tratamiento en 37°C, conduciendo a la denominación la
hemolisina " frío- caliente"

La beta-hemolisina es secretada en medio de cultivo como una exotoxina,


tiene un peso molecular de 35,000. Es codificada por r el gen hlb,
cromosómicamente está localizado en el Fragmento ClaI de 4 kb y codifica un
polipéptido de 330 aminoácidos con un peso predicho molecular de 39,000. Los 34
primeros residuos del polipéptido comprenden una secuencia señal, hendida en la
secreción, resultando una proteína madura con peso molecular de
aproximadamente 35,000, su punto isoeléctrico es por encima del pH 9. La beta-
hemolysin es producida en gran cantidad cepas de S. aureus particularmente
aislamientos animales (Dinges et al., 2000).

Delta – hemolisina. Es un péptido de 26 aminoácidos capaz de causar el daño de


la membrana en una variedad de células de mamíferos.La toxina de aislamientos
humanos de S. aureus contiene nueve diferencias de aminoácidos en
comparación con la delta-hemolisina extraida de aislamientos caninos, los pesos
12
moleculares de éstas son de aproximadamente 3,000. Estas hemolisinas
diferentes conservan propiedades de carga, y ambas son hemolíticamente activas,
aunque serológicamente son parcialmente idénticas. Esta proteína es elaborada
en el 97 % de cepas de S. aureus, y una proteína inmunológicamente relacionada
es elaborada por cepas de Staphylococcus haemolyticus (Dinges et al., 2000).

El gen hld codifica una transcripción de 514nucleótidos que produce la


delta-hemolisina. La delta-hemolisina es controlado por agr, y la expresión más
alta en caldo de cultivo es observada en la fase tardía logarítmica
(postexponencial) (Dinges et al., 2000).

La delta-hemolisina es producida en el 97 % de las cepas de S. aureus.


También es supuesto que del 50 a 70 % deestafilococos coagulasa-negativos
produce esta toxina. La delta-hemolisina es capaz de lisar eritrocitos y otras
células de mamíferos, así como estructuras subcelulares tales como la envoltura
membranal, organelos, esferoblastos y protoplastos. Esta toxina también posee
actividad dermonecrótica, y resulta mortal en altas concentraciones. La presencia
de fosfolípidos inhibe la actividad de la delta-hemolisina (Dinges et al., 2000).

El mecanismo de acción de la delta-hemolisina. Una hélice es formada por


la toxina delta con dominios hidrófobos e hidrófilos sobre lados de enfrente.
Basado en esta información, se ha propuesto que la delta-hemolisina actúe como
un surfactante para romper o alterar la membrana celular (Dinges et al., 2000).

Gama Hemolisina y PV leucocidina. Estas dos toxinas producidas por S. aureus


están formadas por dos componentes. Cada una de estas toxinas es hecha como
dos proteínas no asociadas secretadas, los componentes son llamados S y F
(para lenta - y proteínas de rápida - extracción en una columna de intercambio
iónico). La gama-hemolisina es elaborada por prácticamente todas las cepas de
de S. aureus, mientras PV leukocidina es elaborada sólo por un 2 a 3 % de las
cepas. Las toxinas afectan a los neutrófilos y a los macrófagos, y la gama-
hemolisina es además capaz a lisar muchas variedades de eritrocitos de
mamíferos (Dinges et al., 2000).

Los componentes de estas proteínas provienen de dos loci distintos dentro


del genoma de S. aureus, y las dos toninas resultan. En cepas que contienen
ambas citotoxinas, tres componentes S (HlgA, HlgC, y LukS-PV) y dos
componentes F (HlgB y LukFPV) están disponibles. Un nivel alto de identidad de
secuencia está presente entre estos productos génicos (Dinges et al., 2000).
.
Los genes para la gama-hemolisina son transcritos de un loci simple,
localizado en el fragmento cromosómico digerido ScaI de 4.5 kb. Los extractos
de un clon que contiene este fragmento fueron hemolíticos y leucotóxicos. Los
marcos de lectura abiertos, en orden , son llamados hlgA, hlgC, y hlgB, y ellos
corresponden a genes de gama-hemolisina previamente identificados. hlgC y hlgB
son transcritos en un simple ARNm, mientras hlgA es expresado separadamente.

13
Las tres proteínas codificadas son traducidas todas con una secuencia
sencilla, que es hendida para formar la proteína subunitaria madura secretada.
Los productos maduros tienen pesos moleculares de 32,000 para HlgA, 32,500
para HlgC, y 34,000 para HlgB; sus puntos isoléctricos están estimados en 9.4,
9.0, y 9.1, respectivamente (Dinges et al., 2000).

Los genes que codifican la PV-leucocidina son lukS-PV y lukFPV. Un


fragmento cromosómico EcoRV de 6.5 kb. de S. aureus contiene el locus luk-PV
completo, consistiendo en dos marcos de lectura separados. La proteína extraída
de un clon fue leucotóxica, pero no exhibío ninguna actividad hemolítica. El gene
lukS-PV codifica un polipéptido de 312 aminoácidos, incluyendo una secuencia
señal de 28 residuos que es hendida para producir la proteína madura con un
peso molecular de 32,000. La proteína LukS-PV tiene un punto isoeléctrico de 9.0.
La proteína LukF-PV es una 325-proteína de aminoácido que de modo similar
contiene un péptido de señal de 24 residuos. La proteína madura tiene una punto
isoeléctrico de 9 y un peso molecular de 34,000 (Dinges et al., 2000).

Hay seis formas posibles de Gamma-hemolisina/PV-leucocidina, debido a la


presencia de tres unidades potenciales S y dos F, todas las combinaciones son
capaces de lisar eficientemente leucocitos (Dinges et al., 2000).

Las respuestas inflamatorias debido a las doxinas de dos componentes han


sido observadas, incluyendo la capacidad de la PV-leucocidina para inducir
secreción granular en leucocitos polimorfonucleares y la liberación de mediadores
inflamatorios. Se ha documentado que la gama-hemolisina es menos capaz de
inducir una respuesta de leucocitos polimorfonucleares que la PV-leucocidina, en
cuyo caso, la subunidad de S es más importante que la subunidad F debido a que
se ha supuesto que el componente S es el responsable para la unión inicial a la
membrana (Dinges et al., 2000).

7. Biopelículas bacterianas

Las células de una biopeícula y las células planctónicas presentan grandes


diferencias en los perfiles de expresión de proteína y, en particular, significativo
incremento en las proteínas en biopelículas asociados con la adhesión de la
célula, la biosíntesis de peptidoglicano, y el metabolismo del formato y piruvato
(Tu Quoc et al., 2007).

Numerosos factores exógenos afectan la formación biopelícula en los


estafilococos, y aquellos disparadores exógenos incluyen la salinidad y la glucosa,
la limitación de oxígeno, la depleción de hierro, heparina, y varios estreses como
el calor y el etanol. El estrés del ciclo del ádido tricarboxílico también ha mostrado
inducir la producción de PIA y la promoción de biopélicula, sugiriendo que señales
endógenas metabólicas también puedan ser sentidas que regulan la formación
biopelícula (Tu Quoc et al., 2007)

14
El gen mgrA, también llamado rat o norR codifica la proteína de MgrA, una
porteina de unión de DNA que actúa como un importante regulador de la actividad
autolítica. La disrupción de mgrA resulta en una formación de biopelícula alterada
posiblemete como consecuencia de propiedades de la superficie alteradas o
cambios en la expresión de los genes (Tu Quoc et al., 2007)

El proceso de formación de Biopelícula en S. aureus implica: (i)la adhesión


de células bacterianas a una superficie (adhesión temprana) y (ii) acumulación
dependiente de crecimiento de bacteria en clusters de células multilaminados
(adherencia intercelular). Diferentes proteínas incluyendo aquellas de la familia de
los componentes microbianos superficiales que reconocen moléculas adhesivas
de la matriz (MSCRAMMs), están implicadas en la adherencia de S aureus.
Expresamente, MSCRAMMs puede mediar la adherencia de S. aureus a
diferentes tipos de células y superficies abioticas una vez que los componentes
adhesivos del plasma del hospedero han cubierto la superficie objetivo (Cucarela
et al., 2001).

PIA (antígeno polisacárido de adhesión intracelular), glucalix, juega un papel


importante en la formación de la biopelícula estafilocócica.
El cluster icaABCD, un operon presente en Staphylococcus epidermidis y S.
aureus, participa en la fase de adherencia intercelular de formación biopelícula a
través de la codificación de proteínas implicadas en la síntesis del polisacárido
poly-N-succinil β-1-6 glucosamina (PIA-PNSG) de la matriz de la biopelícula
(Cucarela et al., 2001).

In vitro la adhesión y la formación biofilm sobre superficies celulares de


mamíferos e inertes está asociado con (i) producción exopolisacárido ; (ii) fenotipo
de morfología de colonia rugosa en agar rojo Congo (CRA); (iii) resistencia más
alta a fagocitosis; (iv) sensibilidad más baja a antibióticos cuando hay formación
de biopelículas (v) capacidad más alta para adherirse a superficies diferentes y
biomateriales utilizados en cirugía ortopédica, causando osteomielitis; y (vi)
capacidad más alta para colonizar la glándula ovina mamaria, causando mastitis
(Cucarela et al., 2001).

Bap es una proteína de superficie directamente implicada en la formación


biopelícula sobre superficies abióticas en ausencia de componentes de plasma de
hospedero. El rasgo más notable de Bap es la presencia de una región de
repetición extensa, en la cual las repeticiones son idénticas aún en el nivel de
nucleótido. Aunque la función biológica de las repeticiones no haya sido
establecida, se especula que esta región podría servir para proyectar la parte
amino-terminal de la proteína de la superficie de célula y promover la interacción
con superficies abióticas, componentes de la célula del hospedero, u otra bacteria.
Bap promueve la adhesión primaria así como el segundo paso de formación
biopelícula, donde la adherencia intercelular juega un papel importante (Cucarela
et al., 2001).

15
PGA, polosacárido B-1-6-N-acetil-D-glucosamina, es un polímero involucrado en
la adhesión por estafilococos; adhesión a superficies abióticas, adhesión
intracelular y formación de biopelícula. PGA es un factor de virulencia en un
modelo catéter en Staphylococcus aureus y S. epidermis (Van Houdt y Michiels,
2005).

Los genes CodY, bfd1, y bfd4 se han sido vinculados a la regulación


guanosina-dependiente, lo que indica la posible participación de señales de una
molécula pequeña las señales de sensores metabólicos de una pequeña
molécula, que modulan la biopelícula. En el Bacilo subtilis, CodY es un represor
transcripcional pleiotrópico de proteína de unión a GTP, que regula genes en la
fase de crecimiento postexponencial. El gen bfd1 codifica una proteína hipotética
que contiene un motif GGDEF que es una señal asociada con la actividad
diguanlilato ciclasa. El ácido diguanílico cíclico es un regulador global bacteriano
de motilidad, adherencia, y la formación biofilm. De modo interesante, dos
estudios divulgaron que la adición de ácido cíclico diguanílico atenúa la formación
de biopelícula por S. aureus tanto in vitro como in vivo.

El producto del gen bfd4 es una enzima que comparte un 33% de identidad
con la GTPasa codificada por yjeQ (engQ) en E. coli; en donde se ha observado
que la disrupción de yjeQ reduce la severidad de la virulencia en un modelo de
infección murino (Tu Quoc et al., 2007).

SrrAB, también llamado SrhSR, constituye una típica histidina kinasa par
señalizador de dos componentes. SrrA, reprime la producción de factor de
virulencia a través de la modulación de los niveles de RNAIII, efector principal del
locus agr, en condiciones de tensión de oxígeno baja. Se ha especulado que
mutantes srrA son incapaces de desarrollar biofipelícula debido a un defecto
vinculado a la sensibilidad al oxígeno (Tu Quoc et al., 2007).

La disrupcción de los genes atpF y fmtA ha resultado en la formación


defectuosa de biopelícula. La disrupción de atpF afecta la formación de
biopelícula posiblemente debido a la alteración en la síntesis de ATP o en el
potencial de membrana, mientras que la disrupción de fmtA está asociada con
alteraciones en la estructura de la pared celular. fmtA modula los niveles de
resistencia a fármacos en cepas de S. aureus metilcilina resistentes, lo que indica
un vínculo entre biofilm y S. aureus metilcilina resistentes, principales problemas
a confrontar en el manejo clínico de infecciones estafilocócicas (Tu Quoc et al.,
2007).

16
Referencias

Baba, T., Bae, T., Schneewind, O., Takeuchi, F. y Hiramatsu, K. 2008.


Genome Sequence of Staphylococcus aureus Strain Newman and
Comparative Analysis of Staphylococcal Genomes: Polymorphism and
Evolution of Two Major Pathogenicity Islands. J. Bacteriol. 190(1), 300 – 310.
Bécquer, A., V. Leiva, C. Lara y L. Mota. 1997. Staphylococcus aureus,
actividad termonucleasa y enterotoxinas en alimentos. Rev. Cubana Aliment.
Nutr. 11(2), 89-93.
Borelli, B., Ferreira, E., Lacerda, I., Santos, D., Carmo, L., Dias, R., Siva, M.
y Rosa, C. 2006. Enterotoxigenic Staphylococcus spp. And other microbial
contaminants during production of Canastra Cheese, Brazil. Braz. J. Microbiol.,
37, 545-550
Brüssow, H., Canchaya C. y Wolf-Dietrich H. 2004. Phages and the
Evolution of Bacterial Pathogens: from Genomic Rearrangements to Lysogenic
Conversion. Microbiol. Mol. Biol. Rev. 68 (3) 560 – 602.
Costerton, J.W., Stewart, P. S. y Greenberg, E. P. 1999. Bacterial Biofilms: A
Common Cause of Persistent Infections. Science 284, 1318–1322.
Cucarella, C., Solano, C., Valle, J., Amorena, B., Lasa, N. y Penadés, J.R.
2001. J. Bacteriol.183.9, 2888 – 2896.
Dinges, M. M., Orwin, P.M. y Schlievert, P.M. 2000. Exotoxins of
Staphylococcus aureus. Clin. Microbiol. Rev. 13(1), 16-34

17
Francius, G., Domenech, O., Mingeot-Leclercq, M.P. y Dufrêne, Y. F. 2008.
Direct Observation of Staphylococcus aureus Cell Wall Digestion by
Lysostaphin. J. Bacterio. 190 (24), 7704-7909.
Grundmeier, M., Hussain, M., Becker, P., Heilman, C., Peters, G. y Sinha,
B. 2004. Truncation of Fibronectin-Binding Proteins in Staphylococcus aureus
Strain Newman Leads to Deficient Adherence and Host Cell Invasion Due to
Loss of the Cell Wall Anchor Function. Infect. Immun. 72(12), 7155-7163.
Klemm, P. y Schembri, M.A. 1999. Bactierial adhesins: function and structure.
Int J Med Microbiol. 290(1), 27–35.
Lambris, J.D., Ricklin, D. y Geisbrecht, B.V. 2008. Complement evasion by
human pathogens. Nature. Rev. Microbiol. 6, 132 – 142.
Ladhani, S., Joannou, C.L., Lochrie, D.P., Evans, R.W. y Poston, S.M.
1999. Clinical, Microbial, and Biochemical Aspects of the Exfoliative Toxins
Causing Staphylococcal Scalded-Skin Syndrome. Clin. Microbiol. Rev. 12(2),
224 – 242.
Lavigne, J. y Blanc-Potard, A., 2008. Molecular evolution of Salmonella
enterica serovar Typhimurium and pathogenic Escherichia coli: From
pathogenesis to therapeutics. Infect. Genet. Evol. 8, 217-226.
Matías, V.R.F. y everidge, T.J. 2005. Native Cell Wall Organization Shown by
Cryo-Electron Microscopy Confirms the Existence of a Periplasmic Space in
Staphylococcus aureus. J. Bacterio. 188(3). 1011 – 1021.
Poliakov, A., Chang, J.R., Spilman, M.S., Priyadarshan, K. D. Christie,
G.E., Mobley, J.A. y Dokland, T. 2008. Capsid size determination by
Staphylococcus aureus pathogenicity island SaPI1 involves specific
incorporation of SaPI1 proteins into procapsids. J. Mol. Biol. 380 (3), 465 – 475.
Shanks, R. M. Q., Meehl, A.A., Brothers, K. M., Martínez R.M., Donegan,
N.P., Graber, M.L., Cheung, A.L. y O’Toole, G.A. 2008. Genetic Evidence for
an Alternative Citrate-Dependent Biofilm Formation Pathway in Staphylococcus
aureus That Is Dependent on Fibronectin Binding Proteins and the GraRS Two-
Component Regulatory System. Infect. Immun. 76(6), 2469-2477.
Tu Quoc, P. H., Genevaux, P., Pajunen, M., Savilahti, H., Georgopoulus, C.,
Schrenzel, J. y Kelley, W.L. 2007. Isolation and Characterization of Biofilm
Formation-Defective Mutants of Staphylococcus aureus. Infect. Immun. 75,
1079–1088.
Van Houdt, R. y Michiels, C. W. 2005. Role of bacterial cell surface structures
in Escherichia coli biofilm formation. Res. Microbiol. 156, 626 – 633.
Zipfel, P.F., Würzner, R. y Skerka, C. 2007. Complement evasion of
pathogens: Common strategies are shared by diverse organisms. Mol.
Immunol. 44, 3850–3857.

18
19

También podría gustarte