de los momentos más graves de su vez más agravada se repite desde hace medio siglo. Su postergación determina una historia. Próximo a la desintegra- creciente recurrencia de las crisis ción, como siglo y medio atrás, que protagonizan sucesiva y alter- cuando la Nación se disolvía en re- nativamente gobiernos civiles y mi- públicas varias con pujos de inde- litares. La velocidad crítica en au- pendencia. El poder del Estado ca- mento nos coloca, como nación, recía de efectividad, puesto que no como comunidad y como Estado, monopolizaba la fuerza contra la cada vez mas cerca de la desinte- subversión en auge, y la que ejerci- gración y del alienamiento total a taba a bruscos ramalazos estaba factores externos. falta de racionalidad y de moral La transformación que requiere cohesiva. el país ha sido reiteradamente Los mecanismos institucionales asumida por lar FF.AA. El consen- no tenían la menor posibilidad cier- timiento de los sectores sociales las ta de volver a la normalidad, por ha acompañado cuando ofrecían cuanto se habían salido de madre y programas en ese sentido, porque destruían los cimientos de la co- la comunidad toda tiene conciencia munidad, destrozando a la Repúbli- de que para superar el atraso es- ca. tructural, la formalidad democrati- Los factores de poder excedían ca encuentra dificultades mayores. su función integradora ante la debi- El ser nacional, cuya identifica- lidad, bien notoria, del gobierno, al ción se procura en estos días, tiene que imponían su ley. Era éste al definido el tema desde que emergió caso de algunas direcciones gre- de la anarquía, y tras la dictadura miales logiadas, ante las cuales de- de Rosas quiso un regimen presi- clinaban sus poderes las autorida- dencialista, un Ejecutivo fuerte. des legales. Se alcanzo el punto del Pero como ha dicho el Presiden- disloque con la carrera por los más te con claridad y cierto apremio altos salarios nominales corrida en indicativo: “Los gobiernos de las oportunidad del “rodrigazo”, mo- FF.AA. que no efectuaron en tiem- mento en que la falta de disciplina po y forma una clara propuesta al social se convirtió en norma, y la país terminaron condicionados por justa reclamación de los trabajado- ta alternativa surgida desde grupos res fue mal utilizada hasta lograr opositores y debieron entregar el una alteración más profunda en la poder a sus adversarios.” destruida economía. La Argentina de hoy acepta que En el concierto de las naciones históricamente cualesquiera sean civilizadas perdíamos crédito moral los juicios que merezcan los y material, en forma acelerada, gobernantes caídos desde Juan Ma- puesto que nuestra situación cons- nuel de Rosas y Justo José de Ur- tituía un hecho de conocimiento quiza, el desplazamiento les llegó a generalizado. También era de co- los gobiernos o bien porque no ofre- nocimiento internacional que no cían programa adecuado, o bien podíamos afrontar nuestros com- porque agotado el realizado no promisos externos. Vivíamos a atinaban a crear otro, o bien por- borde de la cesación de pagos. que el factor externo se imponía Bastó que las FF.AA. tomaran sobre el interés nacional. el poder asumiéndose como res- Hoy, 24 de marzo de 1977, la ponsables últimas de la sobrevi- subversión armada está derrotada vencia del Estado-nación, para que y dispersa. El triunfo del orden no retrocedieran los factores de desin- pudo ser más amplio. El Estado na- tegración. Se impuso el orden. Se cional tiende francamente a mono- restableció la confianza en el ám- polizarlo y ésa es la voluntad del bito interno y en el orden interna- gobierno de las FF.AA. Ello se ha cional. Los objetivos inmediatos del logrado a un muy alto costo, que movimiento quedaron cumplidos afecta a todo el cuerpo social. en forma instantánea. Ahora se continuará dirimiendo El día siguiente era el de la gran en el campo ideológico, pero la vic- tarea. Quienes la asumieron sabían toria definitiva no se alcanza solo en que la reconstrucción del Estado, la confrontación principista. La cualquiera fuera el camino elegido causa de la libertad y de la demo- para su logro, demandaría tiempo, crecía se consolidará tanto más rá- En consecuencia, ni se fijaron ni pidamente cuanto más sólidas aceptaron plazos sino objetivos. sean sus bases éticas, pero también Sabían también que, las gustara o sus respuestas materiales. Cuanto no, eran -son- herederos de una más se eleve la condición del hom- repetida tradición “revoluciona– bre y de la comunidad. ria” que viene desplazando gobier- En marzo de 1977 la economía nos desde 1930. Es decir, desde ha- soporta los riesgos de la inflación cía —al 24 de marzo de 1976— 45 qué no amengua. El salario real ha años largos. Por ello no admitieron disminuido su valor rápidamente y llamar “revolución” al hecho del 24 no se recupera con los aumentos de marzo, que debía quedar en la nominales. La presión impositiva se historia como un acontecimiento de propone niveles muy altos, en to- signo distinto. Su tácitamente das las áreas. La inversión repro- aceptado desafío consiste en hacer ductiva sigue amenazada por el la revolución. No volver atrás. avasallador gasto burocrático. Un año más tarde continúa te- Una revolución en curso tiene niendo total vigencia la propuesta que verificar la marcha de todos de las Fuerzas Armadas. El general sus frentes. Colocarlos en pareja Videfa, señaló en un reportaje he- progresión constituye una condi- cho por Clarín hace apenas dos me- ción de la victoria. Y, en todo caso, aos, cuál es la alternativa. O esa un compromiso que no cesa, por- propuesta se desarrolla mas allá de que con las FF.AA. lo ha asumido sus enunciados generales, o el país toda la Nación. vuelve a una situación que cada