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E l 24 de marzo de 1976 el

país se encontraba en uno


de los momentos más graves de su
vez más agravada se repite desde
hace medio siglo.
Su postergación determina una
historia. Próximo a la desintegra- creciente recurrencia de las crisis
ción, como siglo y medio atrás, que protagonizan sucesiva y alter-
cuando la Nación se disolvía en re- nativamente gobiernos civiles y mi-
públicas varias con pujos de inde- litares. La velocidad crítica en au-
pendencia. El poder del Estado ca- mento nos coloca, como nación,
recía de efectividad, puesto que no como comunidad y como Estado,
monopolizaba la fuerza contra la cada vez mas cerca de la desinte-
subversión en auge, y la que ejerci- gración y del alienamiento total a
taba a bruscos ramalazos estaba factores externos.
falta de racionalidad y de moral La transformación que requiere
cohesiva. el país ha sido reiteradamente
Los mecanismos institucionales asumida por lar FF.AA. El consen-
no tenían la menor posibilidad cier- timiento de los sectores sociales las
ta de volver a la normalidad, por ha acompañado cuando ofrecían
cuanto se habían salido de madre y programas en ese sentido, porque
destruían los cimientos de la co- la comunidad toda tiene conciencia
munidad, destrozando a la Repúbli- de que para superar el atraso es-
ca. tructural, la formalidad democrati-
Los factores de poder excedían ca encuentra dificultades mayores.
su función integradora ante la debi- El ser nacional, cuya identifica-
lidad, bien notoria, del gobierno, al ción se procura en estos días, tiene
que imponían su ley. Era éste al definido el tema desde que emergió
caso de algunas direcciones gre- de la anarquía, y tras la dictadura
miales logiadas, ante las cuales de- de Rosas quiso un regimen presi-
clinaban sus poderes las autorida- dencialista, un Ejecutivo fuerte.
des legales. Se alcanzo el punto del Pero como ha dicho el Presiden-
disloque con la carrera por los más te con claridad y cierto apremio
altos salarios nominales corrida en indicativo: “Los gobiernos de las
oportunidad del “rodrigazo”, mo- FF.AA. que no efectuaron en tiem-
mento en que la falta de disciplina po y forma una clara propuesta al
social se convirtió en norma, y la país terminaron condicionados por
justa reclamación de los trabajado- ta alternativa surgida desde grupos
res fue mal utilizada hasta lograr opositores y debieron entregar el
una alteración más profunda en la poder a sus adversarios.”
destruida economía. La Argentina de hoy acepta que
En el concierto de las naciones históricamente cualesquiera sean
civilizadas perdíamos crédito moral los juicios que merezcan los
y material, en forma acelerada, gobernantes caídos desde Juan Ma-
puesto que nuestra situación cons- nuel de Rosas y Justo José de Ur-
tituía un hecho de conocimiento quiza, el desplazamiento les llegó a
generalizado. También era de co- los gobiernos o bien porque no ofre-
nocimiento internacional que no cían programa adecuado, o bien
podíamos afrontar nuestros com- porque agotado el realizado no
promisos externos. Vivíamos a atinaban a crear otro, o bien por-
borde de la cesación de pagos. que el factor externo se imponía
Bastó que las FF.AA. tomaran sobre el interés nacional.
el poder asumiéndose como res- Hoy, 24 de marzo de 1977, la
ponsables últimas de la sobrevi- subversión armada está derrotada
vencia del Estado-nación, para que y dispersa. El triunfo del orden no
retrocedieran los factores de desin- pudo ser más amplio. El Estado na-
tegración. Se impuso el orden. Se cional tiende francamente a mono-
restableció la confianza en el ám- polizarlo y ésa es la voluntad del
bito interno y en el orden interna- gobierno de las FF.AA. Ello se ha
cional. Los objetivos inmediatos del logrado a un muy alto costo, que
movimiento quedaron cumplidos afecta a todo el cuerpo social.
en forma instantánea. Ahora se continuará dirimiendo
El día siguiente era el de la gran en el campo ideológico, pero la vic-
tarea. Quienes la asumieron sabían toria definitiva no se alcanza solo en
que la reconstrucción del Estado, la confrontación principista. La
cualquiera fuera el camino elegido causa de la libertad y de la demo-
para su logro, demandaría tiempo, crecía se consolidará tanto más rá-
En consecuencia, ni se fijaron ni pidamente cuanto más sólidas
aceptaron plazos sino objetivos. sean sus bases éticas, pero también
Sabían también que, las gustara o sus respuestas materiales. Cuanto
no, eran -son- herederos de una más se eleve la condición del hom-
repetida tradición “revoluciona– bre y de la comunidad.
ria” que viene desplazando gobier- En marzo de 1977 la economía
nos desde 1930. Es decir, desde ha- soporta los riesgos de la inflación
cía —al 24 de marzo de 1976— 45 qué no amengua. El salario real ha
años largos. Por ello no admitieron disminuido su valor rápidamente y
llamar “revolución” al hecho del 24 no se recupera con los aumentos
de marzo, que debía quedar en la nominales. La presión impositiva se
historia como un acontecimiento de propone niveles muy altos, en to-
signo distinto. Su tácitamente das las áreas. La inversión repro-
aceptado desafío consiste en hacer ductiva sigue amenazada por el
la revolución. No volver atrás. avasallador gasto burocrático.
Un año más tarde continúa te- Una revolución en curso tiene
niendo total vigencia la propuesta que verificar la marcha de todos
de las Fuerzas Armadas. El general sus frentes. Colocarlos en pareja
Videfa, señaló en un reportaje he- progresión constituye una condi-
cho por Clarín hace apenas dos me- ción de la victoria. Y, en todo caso,
aos, cuál es la alternativa. O esa un compromiso que no cesa, por-
propuesta se desarrolla mas allá de que con las FF.AA. lo ha asumido
sus enunciados generales, o el país toda la Nación.
vuelve a una situación que cada

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