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LA POLÍTICA

AMBIENTAL
LA POLITICA AMBIENTAL
ÍNDICE
INTRODUCCIÓN.

1. EL CRITERIO DE LA EFICIENCIA Y EL PRINCIPIO DE


LA EQUIDAD.

2. LAS POLITICAS DESCENTRALIZADAS.

2.1. LA RESPONSABILIDAD INDIVIDUAL.


2.2. LOS DERECHOS DE PROPIEDAD.

3. LAS POLITICAS DE REGULACION DIRECTA Y


CONTROL: LOS ESTANDARES AMBIENTALES, DE EMISIONES
Y TECNOLOGIA.

4. LOS IMPUESTOS SOBRE EFLUENTES


CONTAMINANTES COMO INSTRUMENTOS DE REGULACION
AMBIENTAL.

4.1. ANALISIS ECONOMICO Y EL NIVEL DEL


IMPUESTO: EFICIENCIA.

4.2. LA POLITICA DE SUBVENCIONES.

BIBLIOGRAFÍA.
INTRODUCCION.

Hasta hace poco tiempo el medio ambiente no era una cuestión de preocupación
a nivel sociológico, ya que no se tenía consciencia de la limitación de los recursos
naturales y el principal problema era el desarrollo económico global.

A medida que avanzamos en nuestra revolución industrial, somos conscientes de


la limitación de los recursos naturales y observamos los perjudiciales efectos de ese
masivo desarrollo industrial provocando tanto la contaminación de los lugares próximos
a las ubicación de las industrias, como a nivel global los cambios climatológicos
observados hoy día debido a ese pequeño agujero atmosférico producido principalmente
por la gran cantidad de gases tóxicos emitidos, que el propio planeta no es capaz de
tolerar.

Sobre nuestra sociedad pesa por tanto la necesidad de encontrar soluciones a los
graves problemas de deterioro ambiental que padecemos, para que las generaciones
futuras puedan disfrutar de unas condiciones ambientales, al menos, iguales a las que
hemos heredado de nuestros antepasados.

Llegado a este punto se introduce el concepto de desarrollo sostenible


enunciado ya en el Informe Brundtland en la Cumbre de Rió de Janeiro de 1992:

"Es el desarrollo que satisface las necesidades actuales


de las personas sin comprometer la capacidad
de las futuras generaciones para satisfacer las suyas."

Pero, ¿qué necesidades sociales, económicas o ambientales se pueden incluir en


este concepto?
Sociales

Equidad

Participación

Autodeterminación

Movilidad Social

Preservación de la Cultura

Económicas Ambientales

Servicios Diversidad Biológica

Necesidades de los Hogares Recursos Naturales

Crecimiento Industrial Capacidad Máxima Admisible

Crecimiento Agrícola Integridad de los Ecosistemas

Uso Eficiente de la Mano de Obra Aire y Agua Limpios

Muchos de estos objetivos tal vez parezcan estar en conflicto entre ellos en el
corto plazo. Por ejemplo, el crecimiento industrial puede estar en conflicto con la
preservación de los recursos naturales. A largo plazo, sin embargo, el uso responsable de
los recursos naturales en la actualidad ayudará a asegurar que se cuente con recursos
para el crecimiento industrial sostenido dentro de muchos años.

En base a lo anteriormente mencionado en nuestro trabajo trataremos sobre la


política ambiental y como esta repercute en nuestro modelo de economía; los temas que
abordaremos se especifican en el índice.
1. EL CRITERIO DE LA EFICIENCIA Y EL PRINCIPIO DE
LA EQUIDAD.

Son criterios específicos de evaluación de los diferentes tipos de políticas


ambientales, tanto centralizada como descentralizada que se pueden llevar a cabo.

Entendemos por política centralizadora aquella que requiere la existencia de


algún organismo administrativo control que se haga responsable de determinar las
medidas que hay que adoptar en cada caso. Sin embargo una política de tipo
descentralizada obtiene sus resultados de la interacción de las decisiones de muchos
agentes individuales, cada uno de los cuales hace básicamente su propia evaluación de
la situación.

La eficiencia la podemos definir como la minimización de los costes totales,


incluyendo los de reducción de la contaminación y de los daños ambientales. Por tanto
una política ambiental es tanto más eficiente cuanto más se aproximen sus resultados al
punto en que el coste marginal de reducción de emisiones o de la calidad ambiental se
iguala con el daño marginal

En algunas ocasiones no es posible estimar los daños producidos por la


degradación ambiental, en este caso se utilizará una política de eficacia en costes,
es decir, cuando obtenemos aplicando este criterio la máxima mejora posible en la
calidad ambiental en función de los recursos existentes a partir del menor coste posible.
Cuando una política es eficiente, debe cumplir este criterio de efectividad en coste, pero
esta relación no tiene porque ser reciproca.

Cuando los programas no son eficaces en coste, los que administran y diseñan
las políticas, llevan a establecer objetivos menos restrictivos en términos de cantidades
deseadas en las reducciones de emisiones, este caso se refleja la reducción de emisiones
de SO2.
Representación grafica:

 CMR1: Representa el coste marginal de reducción con una política que no es


eficaz en términos de costes.
 CRM2: Representa un política que si lo es.
 DM: Daño marginal.
 a1: nivel eficiente de emisiones.
 a2: nivel eficiente de emisiones con un programa eficaz.

Por tanto, una política con costes excesivamente elevados, implicaría que la
sociedad tendrá que fijar reducciones de emisiones inferiores a lo que seria deseable.

Podemos obtener como conclusión que los recursos empleados para mejorar la
calidad ambiental deberían ser usados de tal manera que logren el mayor éxito posible.

El otro criterio de evaluación utilizado en políticas ambientales es la equidad


basado en la ética y el interés por la distribución de los beneficios y los costes de las
mejoras ambientales entre todos los miembros de la sociedad.

Costes Beneficios Ingresos Ingresos Ingresos


Programas
Totales Totales Netos Bajos (x) Altos (Y)
A 50 100 50 25 25
B 50 100 50 30 20
C 50 140 90 20 70
D 50 140 90 40 50

En las primeras tres columnas aparecen los costes totales, beneficios totales,
beneficios netos. Los programas A y B tienen los mismos beneficios netos pero estos se
distribuyen más progresivamente en B que en A. Podría haber acuerdo en que B es
preferible a A porque aunque tienen los mismos beneficios netos presentan mejores
efectos de distribución.

Cuando comparamos los programas B y C. Los beneficios netos de C son mucho


mayores que los de B, a nivel distributivo el programa B es mejor, ya que esta es más
progresiva, pero es el programa C el que tiene mayor eficacia ya que sobre el recaen
mayoritariamente el grupo de mayor ingreso.

El último caso de comparación son los programas B y D, este último al igual que
en C, recaen sobre él el grupo de mayor ingreso. Por tanto el programa que elegimos el
D, ya que el grupo X estarían también en las mejores condiciones en términos absolutos
(aunque no relativos).
Como resultado final, la equidad es una preocupación de primer orden en la
definición de políticas ambientales internacionales; así que los países con distinto grado
de desarrollo suelen discrepar sobre la manera de distribuir el presupuesto de los
programas internacionales de control de la contaminación.
2. POLITICAS DESCENTRALIZADAS: Leyes de
responsabilidad civil.

2.1 LA POLITICA INDIVIDUAL.

Las Políticas descentralizadas son aquellas que esencialmente permiten que los
individuos involucrados en un problema de contaminación ambiental sean quienes lo
soluciones por si mismos. Los enfoques descentralizados tienen una serie de ventajas
respecto de otras políticas.

 Las partes involucradas (las que producen o sufren daños ambientales) tienen
grandes incentivos en buscar una solución al problema.

 Las partes involucradas son las que saben más acerca de los daños y los costes
de reducción, de modo que son los más calificados para hallar el equilibrio justo
entre ambos factores. Como consecuencia se tiende siempre a una solución
eficiente.

La responsabilidad de cierto comportamiento consiste en asumir cualquier


consecuencia desfavorable que resulte de dicho comportamiento, es decir rendir cuentas
de todo perjuicio que resulte de él. Así pues, una posible solución a los problemas
ambientales se basa en la responsabilidad civil declarando a los contaminadores
responsables de los daños que ocasionen.

El objetivo de esta política no es garantizar que los afectados sean indemnizados


una vez ocurrido el daño, sino lograr que los posibles contaminadores sean más
cuidadosos al saber que tendrán que rendir cuentas por los daños ambientales que
causen y tomen conciencia de sus efectos externos. De esta forma el efecto inmediato de
esta ley será que se internalizar los daños ambientales y convertirlos en costos internos
para los contaminadores.

El modelo de contaminación ambiental refleja el coste marginal de reducción


(CMR) y el daño marginal (DM) expresados como funciones del nivel de emisiones de
cierto residuo de la producción.

Si suponemos que

 E*: representa el nivel eficiente


 E1: representa el nivel de emisión inicial ( su valor es mayor que e*)
A partir de la entrada en vigor de la ley de responsabilidad civil se obliga a la
industria contaminante a apagar a los damnificados una indemnización igual al perjuicio
ocasionado. De esta forma, el efecto inmediato de esta ley será que los daños que antes
eran externos pasan a representar costes internos para los contaminadores, por lo que a
partir de ese momento los tendrán en cuenta a la hora de decidir sus niveles de emisión.

En el nivel e1, el daño total y por consiguiente la cuantía de la indemnización


equivale a la suma de dinero igual al área b+c+d. Para reducir la cuantía de esta
indemnización, la empresa contaminante deberá reducir o limitar sus emisiones. Si lleva
esto a cabo su CMR aumentará pero siempre que dicho coste sea menor al DM, la
empresa tendrá incentivos para reducir la tasa de emisión, es decir desplazar hacia la
izquierda el nivel de emisión inicial (E1).
Por tanto, al menos en teoría un sistema basado en la responsabilidad civil
podría llevar las emisiones de la empresa hasta el nivel de emisión eficiente (E*). Este
enfoque parece resolver tanto el problema de los incentivos, es decir conseguir que las
empresas tengan en cuenta los daños ambientales que puedan causar como el problema
de la compensación a los damnificados.

El sistema parece resolver el problema de determinar la ubicación exacta del


nivel de emisión eficiente a lo largo del eje que representa el nivel de emisión pero en
realidad esto dependerá del proceso legal por el que se establece la responsabilidad y la
cuantía de las indemnizaciones en cada país.

Así por ejemplo en Estados Unidos y en otros países de tradiciones jurídicas


similares, es probable que estas cuestiones se diriman mediante procesos basados en los
principios del derecho consuetudinario aunque también podrían resolverse a través de
normas aprobadas por cuerpos legislativos competentes.

EL DERECHO CONSUETUDINARIO:

Los sistemas de compensación basados en el derecho consuetudinario funcionan


por medio de juicios donde demandantes y demandados presentas sus acusaciones y sus
descargos. Normalmente en ellos es un jurado quien determina los hechos y la cuantía
de la indemnización con que se debe pagar a los damnificados en proporción con los
daños causados.

Existen distintas doctrinas legales sobre daños y responsabilidades que han ido
surgiendo con el tiempo. En algunos países como Estados Unidos, la legislación
distingue entre responsabilidad (cuando el causante de los daños es responsable de ellos
independientemente de las circunstancias) y negligencia. (cuando el causante es
responsable únicamente cuando no ha tomado las precauciones pertinentes).

Así por ejemplo en el caso de una empresa que vierte materiales peligrosos al
medio ambiente, si se considera responsable de los daños ocasionados por sus residuos
deberá compensar a los damnificados por los daños que resulten de sus vertidos
independientemente de las precauciones que haya adoptado y si se considera negligente,
sólo se considera responsable a la empresa si se abstuvo de tomar las medidas
adecuadas para no contaminar al medio.

En un sistema de responsabilidad civil, los factores determinantes son dos: sobre


quien cae el peso de la prueba y qué criterios debe satisfacer la prueba para ser
considerada. Esto supone dos pasos fundamentales (ambos pasos muy difíciles d
determinar ya que los criterios de prueba que se aplican en los tribunales son muy
estrictos.)

En primer lugar demostrar que el material contaminante fue la causa directa de


los daños: Por ejemplo, para los tribunales, la mayoría de los compuestos químicos
guardan con las enfermedades es una relación de tipo exclusivamente probabilística, es
decir, la exposición a la sustancia supone un aumento de la probabilidad pero no la
certeza de contraer cierta enfermedad.
En segundo lugar demostrar que el acusado fue realmente quien originó la
contaminación: en algunos casos esto no plantea dificultades (el petróleo que apareció
en las costas de Alaska procedía indudablemente de naufragio del Exxon Valdés) pero
hay muchos casos en los que desconocemos esta relación directa (de qué fabrica
proceden exactamente las moléculas de SO2 que respiran los habitantes de grandes
ciudades como Nueva York). En estos casos si el damnificado no puede atribuir la
emisión de un contaminante a un acusado concreto seguramente no logrará una
indemnización.

El concepto de costes de transacción es aplicable a los sistemas de


responsabilidad civil, en este caso los costes de transacción comprenden todos los
gastos legales derivados de la búsqueda de pruebas, la presentación de la demanda, la
contestación a las alegaciones de los demandados, la determinación de los daños y el
cobro de la indemnización.

Si el juicio es relativamente sencillo, con una parte de cada lado y un daño claro,
el sistema de responsabilidad civil puede funcionar con un mínimo de costes de
transacción y determinar un nivel de emisión aproximadamente igual al eficiente. Sin
embargo la mayoría de los juicios entrañan complejas cuestiones científicas o hay más
de dos partes involucradas por lo que será muy difícil encontrar soluciones que
satisfagan a tos y los costes de transacción serán muy elevados (ej caso Exxon Valdés).

Así los sistemas de responsabilidad privada basados en el derecho


consuetudinario identifican el nivel de emisión eficiente cuando hay relativamente
pocos implicados o los daños son fáciles de medir.

EL DERECHO POSITIVO:

Los sistemas de responsabilidad civil también se pueden estructurar al amparo


del derecho positivo. En este caso, el pago de indemnizaciones a las víctimas de los
daños se establece por medio de leyes sancionadoras que se encuentran en el ámbito
legislativo.

Hay muchos países que han intentado aplicar leyes de responsabilidad para
abordar el problema de los vertidos de petróleo en el mar por lo que ha habido muchas
convenciones internacionales con el objeto de especificar las responsabilidades de las
empresas cuyos buques derramen petróleo en el mar. Además numerosos países incluso
han aprobado leyes estableciendo la responsabilidad de sus propias empresas petroleras
por sus vertidos en aguas costeras.

Al tratarse de episodios aislados, no existe un flujo de emisión continuo que


pueda medirse como en otros casos y además la probabilidad de que se produzca un
vertido depende de multitud de factores (tipo de navegación, buque monocasco, edad,
mantenimiento del barco, etc.). Como consecuencia a las autoridades les interesa saber
si las empresas adoptan las medidas adecuadas para reducir la probabilidad de que
ocurra un accidente y por tanto las leyes de responsabilidad pueden ser de gran utilidad
en estas circunstancias.
En algunos países se han adoptado otras normas de indemnización como por
ejemplo en Japón que en 1973 se aprobó una ley denominada Ley para la compensación
de daños sanitarios relacionados con la contaminación. Gracias a esta ley se creó una
estructura administrativa y un procedimiento de certificación médica a través de los
cuales los residentes de ciertas zonas contaminadas podían recibir compensación por los
gastos médicos y el lucro cesante debido a una lista oficial de enfermedades
relacionadas con dicha contaminación.

Esta ley funciona como un sistema general centralizado de indemnización para


las victimas de la contaminación mientras reemplazando lo que en otros países sería un
proceso de juicios individuales. Esta modalidad tiene la ventaja de ser mucho menos
costosa que la basada en procesos individuales posee ciertos inconvenientes

 Determinar si los problemas sanitarios se deben a la contaminación de la


zona.
 Establecer la cuantía justa de indemnización.
 No se incentiva a las empresas a adoptar medidas que reduzcan el riesgo de
tener que hacer frente a este tipo de demandas.

Las cláusulas de la Ley sobre las indemnizaciones por daños derivados de la


contaminación atmosférica fueron derogadas en 1988 como consecuencia de la presión
de los grupos industriales y financieros, que sostenían que los estándares de calidad
ambiental se estaban cumpliendo y por tanto no había necesidad de posteriores
compensaciones.

En los países Bajos está en vigor hoy en día una ley de compensación por daños
debidos a la contaminación, financiada mediante un fondo especial que permite que
toda persona que sufra daños debidos a la contaminación puede solicitar una
indemnización

Así pues, el que las leyes de responsabilidad civil proporcionen a los


contaminadores los incentivos adecuados dependerá en gran medida de la fórmula que
se utilice para calcular la cuantía exacta de la indemnización por lo que este tipo de
leyes sólo ofrecerán los incentivos correctos si dicha indemnización es
aproximadamente equivalente a la magnitud del daño real.

2.2 LOS DERECHOS DE PROPIEDAD.

Supongamos que una empresa A vierte sus residuos a un lago, de este mismo
lago la empresa B toma agua para fabricar sus productos, por lo que hay una empresa
causante de daños y otra damnificada pero ¿cuál es? La empresa damnificada será
aquella que tenga derecho a beneficiarse de los servicios del lago, o sea, aquella que
tenga los derechos de propiedad privada del lago.
En los países occidentales desarrollados la mayor parte de las estructuras
institucionales se basan en el derecho de propiedad privada. Los países en desarrollo
también están adoptando este tipo de estructura de propiedad. Pero estos derechos
solemos relacionarlos a activos producidos por el hombre (máquinas, edificios…), no
existen derechos de propiedad bien definidos sobre activos ambientales.

Así pues, la propiedad del lago puede ser de la empresa A o B, cabría pensar que
dependiendo de cual posea el lago la contaminación sobre el lago será mayor o menor;
pero esto no es cierto ya que ambas empresas pueden negociar sobre su uso y poner
límites en actividades no autorizadas ya que teóricamente el nivel de emisión final será
el mismo.

Según esto podemos plantear varios supuestos:

- Si el lago es propiedad de la empresa A(vierte residuos), por lo que puede


utilizar el agua como quiera. Si inicialmente las emisiones son e^1 (no se destinan
recursos para reducir las emisiones),el daño marginal es igual a r € y el coste marginal
de reducción es nulo. Así que la empresa B puede ofrecer dinero(0-r euros) a la A si esta
reduce los residuos.

Esta negociación sobre la reducción continuará en tanto el daño marginal sea


superior al coste marginal de reducción. Ya que a la empresa A le conviene reducir sus
emisiones a cambio de una cantidad de dinero mayor que el coste marginal de
reducción, y la empresa B se beneficia pagando una cantidad de dinero menor que el
daño marginal.
Con esta negociación se consigue reducir el nivel de emisiones hasta e*(punto en el que
el coste marginal de reducción coincide con el daño marginal).

- Si es la empresa B(toma agua) la propietaria del lago no permitirá ningún tipo


de contaminación, siendo el nivel de emisión cero o próximo. Pero esto no ocurrirá ya
que cuando las dos empresas negocien la empresa A pagará a B para que le permita
verter residuos en el lago.

En esta negociación cualquier precio acordado menor que el coste marginal de


reducción pero mayor que el daño marginal beneficiará a ambas empresas.
Ahora nos encontramos en el caso contrario la anterior porque el nivel de emisión de
residuos pasa de un valor inicial 0 al óptimo e*. En este punto el coste marginal de
reducción(máximo que paga empresa A para poder verter sus residuos) coincidirá con el
daño marginal(mínimo que la empresa B pide por contaminar el lago).

Con estos dos casos podemos enunciar el TEOREMA DE COASE: "Los


derechos de propiedad (individuales o en grupo) permite crear las condiciones
necesarias para que un proceso de negociación descentralizado produzca un nivel
eficiente de calidad ambiental". La ventaja de este teorema es que las partes implicadas
son las que mejor conocen los costes de reducción y daños por lo que buscarán el punto
óptimo. Como es un sistema descentralizado ningún organismo administrativo central
toma decisiones con intereses políticos en lugar de puramente económicos. Con esto se
ha llegado a que se recomiende la propiedad privada de los recursos naturales y
ambientales para garantizar un uso eficiente de estos.

Para que el sistema funcione correctamente y se alcance un nivel de


contaminación ambiental próximo al eficiente se deben dar tres condiciones:

 Los derechos de propiedad deben estar bien definidos, ser ejercitables y


enajenables.

 Debe existir en sistema eficiente y competitivo que permita a las partes negociar
y llegar a un acuerdo sobre el uso de los derechos de propiedad.

 Debe haber un conjunto completo de mercados que permita al propietario de un


activo ambiental extraer de él todo el valor social que pueda derivarse de su uso.

Otras condiciones que deben cumplirse para el cumplimiento del sistema de


derechos de propiedad privada son que la empresa propietaria pueda impedir la invasión
de sus propiedades; que pueda venderlas a cualquier comprador.

Esta venta de la propiedad es muy importante ya que si no se pudiera vender el


incentivo para preservar el activo ambiental se debilitará a largo plazo puesto que el
vendedor no será castigado con la reducción de su valor de mercado y los propietarios
no tienen incentivos para mantener la productividad de sus propiedades a largo plazo.

El uso eficiente de una propiedad depende de las negociaciones y acuerdos de


las empresas. En el caso del lago los costes de negociación y los de transacción (los
derivados de la supervisión del cumplimiento de los acuerdos) son lo bastante bajos
como para permitir a las empresas negociar sobre el nivel eficiente de emisión.

Si en lugar de dos empresas tenemos una empresa que contamina el lago de una
población de varios miles de habitantes que utiliza este lago como suministro de agua y
zona de ocio. En este caso la empresa contaminante tiene que negociar con el
representante de la población pero el valor de la mejora de la calidad del agua que tiene
para cada habitante es mínima comparado con el valor que tiene para la empresa
contaminar el lago. Pero para los habitantes la calidad del agua es un bien público y esto
aumenta mucho los costes de transacción para alcanzar un acuerdo entre las partes.

Uno de los principales problemas que tienen los bienes ambientales es que no
existe un mercado plenamente desarrollado ni definido que establezca un valor
apropiado de ellos. Estos activos ambientales son bienes públicos y las empresas u
organizaciones interesadas en conservar su valor ecológico sólo disponen del dinero
percibido de las aportaciones voluntarias para competir con otras empresas de carácter
no ecológico por la compra de bienes ambientales, así es que el propietario del activo
ambiental recibirá más dinero y ganancias de actividades como el turismo y terrenos
destinados a actividades lúdicas que el recibido si destina su propiedad a la
conservación del medio natural; esto ocurre por el llamado comportamiento free-rider o
parasitario de los individuos.
Un testimonio de esto es el caso de los bosques situados en el norte de California
y la empresa eléctrica de Texas (2000). Esta empresa compró derechos de carbono, o
sea, compra un número determinado de hectáreas de bosque que por su actividad
fotosintética reducen la emisión de dióxido carbono y por tanto reducen el
calentamiento del planeta generado por la emisión de este dióxido procedente de otras
actividades de la empresa como es el desplazamiento de los trabajadores, uso de papel,
viajes de negocios… Este nuevo punto de vista da a los bosques un nuevo valor en el
mercado aparte del que tenía como productor de madera del que se beneficiarán los
propietarios de zonas boscosas.

3.-LAS POLÍTICAS DE REGULACION DIRECTA Y CONTROL:


Los estándares ambientales, de emisiones y tecnológicos.
Una regulación directa y control (RDC) en las políticas públicas, es aquella en
que, con el fin de generar un comportamiento considerado socialmente deseable, las
autoridades públicas decretan por ley el comportamiento y hacen uso de mecanismos de
ejecución de leyes útiles para hacer que las personas se ciñan a la norma. En las
políticas ambientales, depende de diversos estándares para generar mejoramientos en la
calidad ambienta. Un estándar solo es un nivel decretado de desempeño que se hace
aplicar mediante la ley, como la tasa máxima de emisiones legalmente permitida. El
concepto consiste simplemente en aprobar una norma que haga ilegal esa actividad;
después se remite a la autoridad competente para que ejecuten ese mandato. Son
sencillos y directos, establecen objetivos claramente específicos; recurren al sentido de
todas las personas que desean enfrentar de forma decidida y directa la contaminación
ambiental y lograr su reducción, por lo que parecen compatibles con nuestro sentido
ético.

ESTÁNDARES AMBIENTALES

La calidad ambiental del entorno se refiere a las dimensiones cualitativas del


entorno circundante; como el aire y el agua de una ciudad. Un estándar ambiental es un
nivel nunca sobrepasable por determinado contaminante en el entorno ambiental. No
pueden ejecutarse directamente, se puede obligar al cumplimiento de las diversas
emisiones que conducen a los niveles de calidad ambiental. Se expresan generalmente
en términos de los niveles promedio de concentración durante determinado periodo.
Tienen dos criterios: un promedio máximo anual y uno máximo de 24 horas, ya que
existen variaciones en las condiciones metereológicas a diario y por las estaciones, al
igual que en las emisiones que producen variaciones en la calidad ambiental.

ESTÁNDARES DE EMISIONES
Son niveles no superables aplicados directamente a las cantidades de emisiones
que provienen de las fuentes de contaminación. Se expresan en términos de la cantidad
de material por determinada unidad de tiempo, como gramos por minuto. Las corrientes
continuas de emisiones pueden someterse a estándares para tasas instantáneas de flujo.

Conviene tener en cuenta la diferencia entre estándares ambientales y de


emisiones. Estableces estándares emisiones de cierto nivel no lleva a cumplir con un
conjunto de estándares ambientales. Entre las emisiones y la calidad ambiental se
encuentra la naturaleza, en particular los fenómenos metereológicos e hidrológicos que
vincula a estos dos factores. La calidad ambiental del agua en diversos puntos, ubicados
a lo largo de la corriente depende de la cantidad de emisiones al igual que de las
condiciones hidrológicas del río: su tasa de flujo, temperatura, condiciones naturales de
reaireación otros factores.

El vínculo entre las emisiones y la calidad ambiental también puede verse


considerablemente afectado por las decisiones de los humanos, como el caso de los
automóviles. Un programa de contaminación del aire por fuentes móviles establece
estándares de emisiones para los nuevos modelos en términos de emisiones por Km.
recorrido. Pero al no existir forma de controlar bien ni la cantidad de automóviles en las
carretera ni el total de hors recorridas, la cantidad agregada se contaminantes en el aire
no se controla de forma directa.

Los estándares de emisiones corresponden a un tipo de estándar de desempeño,


puesto que se refrieren a los resultados finales que se esperan lograr de los
contaminadores que son regulados.

Un estándar de desempeño, como un estándar de emisiones, establece una


restricción según un criterio de desempeño y luego permite que las personas escojan los
mejores medios para lograrlo. Un estándar tecnológico en realidad impone ciertas
decisiones y técnicas que se deben utilizar, como equipos o prácticas operativas
particulares que deben utilizar los contaminadores.

ESTÁNDARES TECNOLÓGICOS

Se trata de otros tipos de estándar no especifican un resultado final, pero


determinan la tecnología, técnicas o prácticas que deben adoptar los contaminadores
potenciales. El requerimiento de que los automóviles deben estar equipados con
convertidores catalíticos es un estándar tecnológico. Si a todas las empresas de energía
eléctrica se les exigiera la instalación de extractores de impurezas en sus chimeneas de
escapa para reducir las emisiones de dióxido de sulfuro, estos serían estándares
tecnológicos, puesto que las autoridades centrales especifican un tipo particular de
tecnología. También existe una variedad de estándares de productos en los cuales se
especifican las características que deben tener los bienes. Un estándar tecnológico en
realidad impone los medios para lograr un determinado objetivo.
PROBLEMAS DERIVADOS DE LA APLICACIÓN DE ESTÁNDARES:
Definición del nivel de estándar y Uniformidad de los estándares.

El primer problema consiste en saber dónde establecer el estándar. Los


estándares se aplican mediante determinado tipo de proceso autoritario
político/administrativo que puede verse afectado por toda clase de consideraciones. El
planteamiento más importante es si, al establecer los estándares, deberían tenerse en
cuenta solo los daños o ambos, es decir, los daños y los costos de reducción. Un punto
de vista consiste en establecer el estándar en un nivel de riesgo cero, en el que el
estándar protege a todos del daño, independientemente del grado de sensibilidad de cada
uno.

No obstante, otras investigaciones indican que no puede haber ningún umbral


para muchos contaminantes ambientales, como los niveles seguros de ozono, pueden no
serlo para quienes padecen asma. Así, podría formularse que se aceptan daños
“razonablemente pequeños”.

Otra forma de ciencia podría sugerir que al establecer el estándar deberían


“equilibrarse” los daños y los costos de reducción. Existe cierto equilibrio cuando se
establecen los estándares según un promedio registrado durante determinado periodo.
Los periodos a corto plazo, cuando la calidad ambiental es baja, son considerados
aceptables en la medida en que no duran demasiado. Podría decirse que se lleva a cabo
una dedicación implícita entre los daños que resultaran debido a l deterioro temporal de
la calidad ambiental por debajo del estándar y los altos costos que serian necesarios
para mantener la calidad ambiental dentro del estándar bajo todas las condiciones.

La uniformidad de los estándares es el segundo problema, saber si deberían


aplicarse uniformemente a todas las situaciones o de forma variada según las
circunstancias. Los estándares de la calidad ambiental del aire, por ejemplo, en EEUU
son esencialmente nacionales. El problema consiste en que las regiones pueden diferir
enormemente en términos de los factores que afectan las relaciones de costos de daño y
de reducción.

LOS ESTÁNDARES Y LOS INCENTIVOS PARA MEJORAMIENTOS


ADICIONALES

Uno de los criterios par evaluar tipos alternativos de políticas ambientales


consiste en el fortalecimiento de los incentivos que producen para descubrir y adoptar
mejores técnicos y administrativos para controlar la contaminación. Es el caso de los
estándares tecnológicos. Los incentivos para hallar formas más baratas de reducir
emisiones son efectivamente cero. Si las autoridades de control establecen en forma
detallada la tecnología y prácticas especificas que los contaminadores pueden utilizar
legalmente para disminuir emisiones, no hay recompensas par hallar mejores enfoques.
Los estándares de emisiones, si generan incentivos positivos de “I+D” en el control de
la contaminación aunque se observará que estos son mas débiles que aquellos que
corresponden a los tipos de políticas para el control de la contaminación con incentivos
económicos.
En la mayor parte de los países, el control de la contaminación, se ejerce
fundamentalmente mediante el establecimiento de estándares. El objetivo mas común es
la mejor tecnología disponible. Alcanzar este objetivo implica: un grado considerable de
intervención estatal en las decisiones relacionadas con las inversiones industriales, y
descarta las decisiones sobre si los costes de imponer un estándar excede los posibles
beneficios ambientales. Literalmente la expresión de “la mejor tecnología disponible”
sugiere que, si existe una tecnología mejor, las empresas deberán adoptarla sin reparar
en sus costes; pero para juzgar si los costes son excesivos, se requiere una intervención
aun mayor de los inspectores que controlan la contaminación, que se enfrentarán tanto
al departamento financiero como a los ingenieros de las empresas.

Los estándares rara vez favorecen la innovación, se aplican mejor a productos y


procedimientos nuevos que a los que ya existen, como en el caso de la industria
farmacéutica, en el que este prejuicio contra las novedades ha reducido el numero de
medicamentos nuevos introducido en el mercado norteamericano en comparación con
otros países. Otro ejemplo lo constituirían las empresas eléctricas y metalúrgicas, en las
que se han establecido límites mas estrictos de emisiones para las empresas nuevas y no
para las más antiguas y sucias.
Cada vez que se elevan los estándares de emisiones de los coches
estadounidenses suben los precios y aumenta la edad media del parque móvil, ya que
unos estándares mas altos implican coches mas pequeños, ligeros y de menor
rendimiento, y también mas caros. Esto hace que disminuyan los beneficios ecológicos
marginales.

4. LOS IMPUESTOS Y SUBSIDIOS SOBRE EFLUENTES


CONTAMINANTES COMO INSTRUMENTO DE REGULACIÓN
MEDIOAMBIENTAL

4.1 ANALISIS ECONÓMICO Y EL NIVEL DEL IMPUESTO:


EFICIENCIA.

Hasta no hace mucho la gente utilizaba el medio ambiente como vertedero de


residuos a un coste prácticamente nulo, no tenía demasiados incentivos para reflexionar
sobre las repercusiones que sus acciones tenían en el entorno y para economizar el uso
de los recursos ambientales. El objetivo de las políticas de los incentivos es cambiar esta
situación.

Existen básicamente dos tipos de políticas de incentivos:

 Las de impuestos y subsidios.


 Las de permisos de emisión negociables.

Así pues el enfoque más directo para controlar las emisiones de un residuo en
particular consiste en hacer que una entidad pública ofrezca un incentivo financiero para
modificar estas emisiones. Esto se puede realizar de dos maneras aplicando un impuesto
a cada unidad de emisiones o suministrando un subsidio por cada unidad de emisiones
que reduzca la fuente.

LOS IMPUESTOS SOBRE LAS EMISIONES

Este tipo de sistemas lanzan a quien contamina el siguiente mensaje: <<Podéis


contaminar tanto como queráis, pero vamos a medir vuestras emisiones y a cobraros
cierto canon por unidad que emitáis(por ejemplo, por cada tonelada)>> .Fijar un
impuesto sobre las emisiones equivale a obligar a las empresas contaminadoras a pagar
por los servicios ambientales(transporte, dilución, descomposición química, etc.),igual
que lo hacen cuando emplean otros factores productivos. Y del mismo modo que las
empresas siempre tienen un incentivo para economizar el uso de la mano de obra y otros
factores convencionales escasos, una vez establecido el impuesto lo tendrán también
para hacer un uso razonable de los servicios ambientales. ¿De qué manera?

Esto se realiza, en un principio, de cualquier forma que parezca razonable. Se


permite a los contaminadores que determinen libremente de qué manera pueden reducir
mejor las emisiones, entra en juego su propia energía, creatividad y deseo de minimizar
costos para hallar la forma menos gravosa de reducir las emisiones.

El análisis económico básico: El Gráfico ilustra el funcionamiento básico de un


impuesto sobre las emisiones. Las cifras que aparecen en él corresponden a una única
fuente de emisiones de un contaminante particular. Supongamos que las autoridades han
fijado un impuesto de 120Euros/ Tonelada . En la segunda columna se registran los
costos marginales de reducción de la empresa, y en la tercera columna aparecen los
costos totales de reducción. Las últimas dos columnas muestran el importe de la factura
que llegaría cada mes a la empresa en concepto de impuestos, en función del nivel de
emisiones, y el coste total, que es la suma del coste de reducción y del impuesto.

Como podemos ver, el coste total mínimo asciende a 850 Euros y se obtiene
reduciendo las emisiones a 4 toneladas/mes. La información esta contenida en el cuadro.
Supóngase que la empresa está emitiendo 10 toneladas/mes; si fuera a reducir las
emisiones hasta 9 toneladas, le generaría unos costos de reducción de 15, pero por otra
parte ahorraría 120 en impuestos, lo que representa obviamente una buena decisión. Si
se sigue esta lógica, esto podría mejorar su resultado final al continuar reduciendo las
emisiones siempre y cuando la tasa de impuestos se encuentre por encima de los costos
marginales de reducción.

La regla que debe seguir la empresa, por tanto, consiste en disminuir las
emisiones hasta que los costos marginales de reducción sean iguales a la tasa de
impuestos aplicada a las emisiones. Después de que la empresa reduzca sus emisiones
hasta 4 toneladas/mes, sus impuestos totales será de 480 Euros. Bajo un sistema de este
tipo, el costo total de una empresa es igual a sus costos de reducción más los pagos de
impuestos.

Dado que la empresa puede aumentar sus precios y trasladar así el impuesto a
los consumidores,¿qué le impide seguir contaminando como si no pasara nada? Si la
empresa mantiene el nivel de emisiones en 10 toneladas/mes, todos los meses deberá
desembolsar 1.200 Euros exclusivamente en concepto de impuestos.

Esta cantidad supera con creces el nivel de gasto de 850 Euros que podría
alcanzar si redujera las emisiones a 4 toneladas/mes, entonces surge la Presión
competitiva que obliga a las empresas a hacer cuanto puedan por minimizar sus costes.
Así pues, si la industria afectada por el programa de impuestos es competitiva, las
empresas responderán reduciendo sus emisiones. Pero por idénticas razones, si la
competencia es más débil, es posible que las empresas reaccionen de otra manera.

Asimismo, si en lugar de establecer un impuesto, se establece un estándar de


emisiones, el desembolso de la empresa es menor que si se establece el impuesto. En
ambos casos, el coste total de reducción es el mismo, pero mientras que en el primer
sistema la empresa puede utilizar gratuitamente el medio ambiente, en el segundo debe
pagar por sus servicios.
En este tipo de actuaciones basada en las presiones competitivas conducirán a
que las empresas realicen lo que esté a su alcance para minimizar sus costos. Así cuando
hay competencia en la industria sujeta a un impuesto a las emisiones, las empresas
reducirán sus emisiones en respuesta al gravamen. Sin embargo, por la misma razón se
debe reconocer que si la competencia es débil, las empresas pueden no responder de
esta manera. Desde esta perspectiva la empresa contaminante prefiere los estándares en
vez de los impuestos a las emisiones, Sin embargo para la sociedad a menudo preferirá
los impuestos a los estándares.

LA POLÍTICA DE SUBVENCIONES: SUBSIDIOS A LAS REDUCCIONES

Básicamente, se puede lograr el mismo efecto si, en vez de un impuesto, se


aplica un subsidio a la reducción de emisiones, en cuyo caso lo que hace la autoridad es
pagar al contaminador una determinada cantidad por cada tonelada de emisiones que
logre reducir a partir de cierto umbral.

El nivel de emisiones de referencia fijado para la empresa es el actual, 10


toneladas/mes. Por cada tonelada que pueda reducir a partir de ese nivel, la empresa
recibirá 120 Euros. La cuarta columna muestra los ingresos totales que percibirá en
concepto de subsidio, y la última columna muestra el resultado de restar de ese total el
coste total de reducción. El ingreso neto resultante es máximo para el nivel de emisiones
de 4 toneladas /mes, el mismo que hubiera elegido la empresa de haber estado frente a
un impuesto de 120 Euros/tonelada. En otras palabras, ambos sistemas, el de subsidios y
el de impuestos, ofrecen a la empresa exactamente los mismos incentivos.

En la tabla aparece cómo funciona esto, utilizando las mismas cantidades que se
vieron en el análisis precedente sobre impuestos.
Sin embargo la diferencia es que mientras con el impuesto la empresa tiene
costos con el subsidio tiene un ingreso. Así, la posición financiera de la empresa es muy
diferencia. En efecto, obtendrá mayores ganancias después de la imposición del
subsidiado, y esto puede tener el efecto de hacer más atractiva esta industria para nuevas
empresas.

LA EJECUCIÓN DE LAS NORMAS

Entre las personas existe una creencia a pensar que la promulgación de una ley
conduce automáticamente a la solución del problema. Esto ocurre en la economía
ambiental se llega a pensar que los análisis que los contaminadores cumplirán más o
menos de forma automática la ley. Esto no es así. La ejecución de leyes exige energía y
recursos como otra actividad. Estudios de EE UU muestran que los costos de ejecución
de leyes constituyen una porción importante de los programas de calidad ambiental.
Hay dos pasos importantes para la ejecución de leyes: el monitoreo y la sanción.

El monitoreo se refiere a la medición del desempeño de los contaminadores


respecto a su requerimiento por Ley. Monitorear el comportamiento contaminante es
complejo por que las personas intentan frustrar el proceso del monitoreo. La otra parte
importante consiste en sancionar a los contaminadores que violan la Ley. Y los procesos
judiciales. En principio las sentencias no parecen contemplar severas sanciones. Esto
podría parecer sencillo, si hallan infractores, simplemente se llevan ante los tribunales y
se les imponen las sanciones especificadas en la ley correspondiente. Sin embargo, la
realidad es mucho más compleja. Los contaminadores, dedican recursos para luchar
contra las sanciones, generando largos y costos conflictos judiciales. En otras ocasiones,
los contaminadores que infringen por primera vez no son sancionados con la totalidad
de penas permitidas por la ley, se intenta que cumpla la ley de forma voluntaria y
estimula a los infractores para que remedien la situación sin recurrir a una sanción.
Asimismo, los tribunales son renuentes aplicar sanciones bajo amenazas de cierre de
empresas, que dificulta el medio de vida de muchas personales.

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