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Claramente a través del tiempo nuestro país ha ido creciendo en el ámbito del trabajo,
incorporando cada vez más a la mujer, la cual va tomando un roll fundamental en la fuerza
laboral de nuestro país. No obstante, para la sociedad puede ser un arma de doble filo, cuando
se habla del estado de embarazo de la mujer en el campo laboral, debido a que ellas en edad
reproductiva, consciente o inconscientemente son víctimas de una manifestación frecuente de
discriminación por parte del empleador.
La demanda por esta legislación protectora es producto de la constante tensión entre tres
objetivos que serían: la reproducción de la mano de obra, el mejoramiento de los indicadores
biosanitarios hasta ese momento (mortalidad infantil) y el mejoramiento de las condiciones
laborales para las trabajadoras en el siglo XX. Ya en la década de los 90 comienza a aparecer la
preocupación por los roles de crianza, la protección del núcleo familiar y el cuidado infantil,
conceptos como el apego comienzan a tomar fuerza. Cambios que son producto de la
inserción laboral femenina en variados ámbitos profesionales y no sólo el cuidado de los hijos
y el hogar.
Se hace necesaria, por todo esto una reforma en las normas de protección laboral femenina,
es así como desde el año 1917, con la ley 3.186 se le obliga al empleador establecer sala cuna
y proveer el derecho de dos porciones de tiempo para lactancia en fábricas o establecimientos
de más de 50 trabajadoras mayores de 18 años. En 1925 surge el decreto 442 donde se
estipula el descanso maternal de 60 días, pagado al 50% del salario por el empleador. En el año
1931 se extiende el derecho a sala cuna y lactancia: cubre a todas las mujeres sin distinción de
edad o estado civil y reduce a 20 el número de trabajadoras para que nazca la obligación.
Además de la extensión del descanso maternal a 12 semanas (6 antes y 6 después del parto)
con un pago de licencia que se divide entre el empleador y el sistema de seguridad social.
Más tarde en el año 1966 se confiere un postnatal ampliado en el código del trabajo, según los
servicios de salud para atender eventos de enfermedad en el niño/a. ese mismo año vuelve a
extenderse el derecho a sala cuna y lactancia hasta que el niño/a cumple dos años y la
inspección del trabajo ordena que incluso con menos de 20 trabajadoras.
Ya en el año 1970 se establece la licencia pagada a la madre por enfermedad grave del hijo
menor de un año; y extensión del fuero maternal a un año del cese del post natal.
En los años 90, aparece un gran cambio en la historia de la ley de protección a la maternidad.
En 1993 con la ley 19.250 se estipula que el Padre podrá gozar de la licencia por enfermedad
del hijo menor de un año, si la madre está de acuerdo y además éste tiene el derecho en caso
que la madre hubiese fallecido o tuviera la custodia legal. Esto demostró un gran paso en
incluir a el padre en la crianza del niño/a, y que el proceso sea responsabilidad del binomio
madre-hijo.
Siguiendo la línea de la ley anterior, en el año 1997, se otorga el permiso parental en caso de
enfermedad grave en el hijo menor de 18 años. Ya en el año 2000 es otorgado el descanso y
subsidio al padre en caso de fallecimiento de la madre, con el intento de fortalecer el núcleo
familiar a pesar de las adversidades y que los padres puedan también hacerse cargo de sus
hijos con el apoyo de su empleador, recurriendo lo menos posible a dejar a el niño/a a cargo
de terceros.
En el año 2005 con la ley 20.047 se accede a licencia parental por el nacimiento o adopción de
un hijo. Luego en el 2009 se otorga licencia, subsidio y fuero a las madres adoptantes de hijo
mayor de 6 meses. Con esto se piensa generar homogeneidad en la ley y que no sólo sean
beneficiarias las madres/padres biológicos y el trabajo que eso conlleva es el mismo.
Felipe: El horario de las escuelas hace que los niños estén estresados y sin ganas de nada,
mientras los padres son esclavizados por sus trabajos, produciendo así que no se tengan las
mejores condiciones para promover la vida familiar.
Juan: Falta más legislación sobre el tema, ya que como a modo de ejemplo, cuando una madre
trabaja fuera del hogar y se enferma un hijo, se consiguen permiso por el día, pero no por todo
el tiempo necesario. Si la madre falta para cuidar de ellos, no tiene como justificarlo, y
simplemente la despiden. Necesitamos que se legisle sobre las licencias para cuidado del hijo.
Alejandro: Una mujer embarazada, tiene una muy mala expectativa para encontrar trabajo, ya
que el posible empleador siente que podría ser una posible carga, es más existe un rango
etario de las mujeres donde las isapres cobran un extra por un futuro embarazo.
Luis: Comprendo que exista fuero por un tiempo específico para las madres y los padres, pero
lo principal es que el gobierno entienda que para criar a alguien y tener una buena convivencia
familiar, se necesita más tiempo, por lo que creo que sería bueno reducir un poco las horas de
trabajo, y legislar por los permisos para el cuidado de ellos.
Conclusión