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Introducción

Claramente a través del tiempo nuestro país ha ido creciendo en el ámbito del trabajo,
incorporando cada vez más a la mujer, la cual va tomando un roll fundamental en la fuerza
laboral de nuestro país. No obstante, para la sociedad puede ser un arma de doble filo, cuando
se habla del estado de embarazo de la mujer en el campo laboral, debido a que ellas en edad
reproductiva, consciente o inconscientemente son víctimas de una manifestación frecuente de
discriminación por parte del empleador.

Cuando se habla del crecimiento y desarrollo laboral por parte de la mujer, se


reconoce que la nuevas legislaciones y leyes han fortalecido la protección a las trabajadoras
embarazadas haciendo respetar su estado en igualdad de condiciones con los hombres.

La protección durante el embarazo, principalmente va destacando una doble finalidad,


que es pretender proteger a la mujer durante el periodo, como también la del recién nacido y
como así velar por la salud de ambos, asegurando reposo en los últimos meses de gestación, el
mantenimiento de su fuente laboral y monetaria, fuero maternal que impide la desvinculación
de la empresa y proporcionar el acompañamiento y apego del niño/a durante los primeros
meses de vida. Además esta nueva ley contempla no solo el binomio madre – hijo, sino
también la incorporación del padre en el post natal con algunos días para que se afiato al
círculo del niño, rutinas y apoyo a la madre, permitiendo empatía prestando el apoyo paterno.
ANALISIS LEY DE PROTECCION A LA MATERNIDAD

El surgimiento de la protección a la maternidad es producto de la preocupación por el


bienestar e igualdad de condiciones de la mujer en Chile, tanto en el ámbito social como el
laboral. Estas normas de protección han sido una forma para salvaguardar la infancia, la
estabilidad familiar y el desarrollo femenino como tal.

La demanda por esta legislación protectora es producto de la constante tensión entre tres
objetivos que serían: la reproducción de la mano de obra, el mejoramiento de los indicadores
biosanitarios hasta ese momento (mortalidad infantil) y el mejoramiento de las condiciones
laborales para las trabajadoras en el siglo XX. Ya en la década de los 90 comienza a aparecer la
preocupación por los roles de crianza, la protección del núcleo familiar y el cuidado infantil,
conceptos como el apego comienzan a tomar fuerza. Cambios que son producto de la
inserción laboral femenina en variados ámbitos profesionales y no sólo el cuidado de los hijos
y el hogar.

Las cifras de Cepalstat muestran claramente el crecimiento de la participación de las mujeres


en el mercado laboral en América Latina, desde 1990 hasta el año 2013. En este período, la
tasa de participación femenina tuvo un incremento que llegó a más de un 50% de la población
femenina en edad de trabajar y en los últimos años se ha mantenido en torno al 54,0%. (INE
2015). Sin embargo Ahora bien, a pesar del aumento en el número de mujeres participando en
el mercado laboral, las brechas de género asociadas a la participación laboral son aún un tema
pendiente, generalmente vinculadas a áreas de servicios, con tendencia a percibir ingresos
más bajos. Adicionando que grados de precariedad y de flexibilidad de sus empleos son
mayores que los de los hombres (INE 2015)

Se hace necesaria, por todo esto una reforma en las normas de protección laboral femenina,
es así como desde el año 1917, con la ley 3.186 se le obliga al empleador establecer sala cuna
y proveer el derecho de dos porciones de tiempo para lactancia en fábricas o establecimientos
de más de 50 trabajadoras mayores de 18 años. En 1925 surge el decreto 442 donde se
estipula el descanso maternal de 60 días, pagado al 50% del salario por el empleador. En el año
1931 se extiende el derecho a sala cuna y lactancia: cubre a todas las mujeres sin distinción de
edad o estado civil y reduce a 20 el número de trabajadoras para que nazca la obligación.
Además de la extensión del descanso maternal a 12 semanas (6 antes y 6 después del parto)
con un pago de licencia que se divide entre el empleador y el sistema de seguridad social.

Más tarde en el año 1966 se confiere un postnatal ampliado en el código del trabajo, según los
servicios de salud para atender eventos de enfermedad en el niño/a. ese mismo año vuelve a
extenderse el derecho a sala cuna y lactancia hasta que el niño/a cumple dos años y la
inspección del trabajo ordena que incluso con menos de 20 trabajadoras.

Ya en el año 1970 se establece la licencia pagada a la madre por enfermedad grave del hijo
menor de un año; y extensión del fuero maternal a un año del cese del post natal.

En los años 90, aparece un gran cambio en la historia de la ley de protección a la maternidad.
En 1993 con la ley 19.250 se estipula que el Padre podrá gozar de la licencia por enfermedad
del hijo menor de un año, si la madre está de acuerdo y además éste tiene el derecho en caso
que la madre hubiese fallecido o tuviera la custodia legal. Esto demostró un gran paso en
incluir a el padre en la crianza del niño/a, y que el proceso sea responsabilidad del binomio
madre-hijo.

Siguiendo la línea de la ley anterior, en el año 1997, se otorga el permiso parental en caso de
enfermedad grave en el hijo menor de 18 años. Ya en el año 2000 es otorgado el descanso y
subsidio al padre en caso de fallecimiento de la madre, con el intento de fortalecer el núcleo
familiar a pesar de las adversidades y que los padres puedan también hacerse cargo de sus
hijos con el apoyo de su empleador, recurriendo lo menos posible a dejar a el niño/a a cargo
de terceros.

En el año 2005 con la ley 20.047 se accede a licencia parental por el nacimiento o adopción de
un hijo. Luego en el 2009 se otorga licencia, subsidio y fuero a las madres adoptantes de hijo
mayor de 6 meses. Con esto se piensa generar homogeneidad en la ley y que no sólo sean
beneficiarias las madres/padres biológicos y el trabajo que eso conlleva es el mismo.

La protección de la maternidad aduce a una doble finalidad, por un lado, se pretende


salvaguardar la relación entre el recién nacido, y sus padres, fomentando el apego y la
lactancia materna exclusiva durante los primeros meses de vida (ya que este es un indicador
de baja mortalidad infantil y los gastos salud que genera) y por otro lado brindar cierta
seguridad y estabilidad laboral y económica durante este periodo tan importante y delicado a
la vez en la vida de, no sólo la mujer, sino que también de su acompañante e incluso toda su
familia.
Discusión
La extensión del post-natal a 6 meses para las mujeres o que el padre haga uso del post-natal
parental, constituyen un avance importante para la “protección a la maternidad, paternidad y
vida familiar” Sin embargo en Chile la maternidad no está protegida por el Estado, ya que aún
rigen leyes y políticas que no corresponden al estilo de vida actual.

A continuación, exponemos a modo de ejemplo, las distintas opiniones obtenidas en la sesión


de trabajo celebrada el sábado 12 del mes en curso.

Extracto principal de Ideas

María Fernanda: La “protección a la maternidad, paternidad y vida familiar” no debería ser


solo durante el embarazo o los primeros 6 meses de vida de los niños, ya que las madres y
también los padres necesitan dedicarles tiempo a los hijos.

Felipe: El horario de las escuelas hace que los niños estén estresados y sin ganas de nada,
mientras los padres son esclavizados por sus trabajos, produciendo así que no se tengan las
mejores condiciones para promover la vida familiar.

Juan: Falta más legislación sobre el tema, ya que como a modo de ejemplo, cuando una madre
trabaja fuera del hogar y se enferma un hijo, se consiguen permiso por el día, pero no por todo
el tiempo necesario. Si la madre falta para cuidar de ellos, no tiene como justificarlo, y
simplemente la despiden. Necesitamos que se legisle sobre las licencias para cuidado del hijo.

Alejandro: Una mujer embarazada, tiene una muy mala expectativa para encontrar trabajo, ya
que el posible empleador siente que podría ser una posible carga, es más existe un rango
etario de las mujeres donde las isapres cobran un extra por un futuro embarazo.

Luis: Comprendo que exista fuero por un tiempo específico para las madres y los padres, pero
lo principal es que el gobierno entienda que para criar a alguien y tener una buena convivencia
familiar, se necesita más tiempo, por lo que creo que sería bueno reducir un poco las horas de
trabajo, y legislar por los permisos para el cuidado de ellos.
Conclusión

Lamentablemente, si bien ha sido una iniciativa buena y necesaria, escasamente ha logrado


proteger a la mujer en cuanto a su calidad de ciudadana. Efectivamente esta ley de protección
a la maternidad ha tenido un impacto negativo en la empleabilidad femenina y su
remuneración, esto debido a que los empleadores aluden factores como el encarecimiento de
la mano de obra, en parte por las licencias que ésta debe tomarse en el momento de ser
madre; o peor aún, que el trabajo femenino remunerado es un mal menor, ya que va en
detrimento del cuidado del hogar y la crianza. A todo este discurso que pareciera ir
directamente en contra de la independización laboral femenina se le suma el argumento
biomédico aduciendo la importancia de la lactancia materna en la protección y salud de los
infantes y que a pesar la razón que tiene, irremediablemente cuestiona el papel de la madre
trabajadora.
Sin duda alguna a esta legislación le falta una revisión ya que sus requisitos para
beneficiar la maternidad en chile, presenta argumentos contradictorios para poder beneficiar a
las personas correspondientes. Generando así una mala expectativa en relación a la
maternidad en chile, teniendo como resultado la baja natalidad.
Hoy en día la gran parte del grupo familiar debe trabajar, incorporando a las madres.
Las cuales quedan en muchas ocasiones quedan a la deriva, recibiendo un mínimo de subsidio,
el cual no genera un aporte ideal, en comparación con los gastos que deben realizar para todo
el proceso de la maternidad, por otra parte las imposibilita a realizar trabajos mediante el pre
y postnatal, lo cual se contradice a una promulgación para protección, ya que las dejan en un
vacío sin poder generar más recursos, estando totalmente aptas.

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