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CONCEPTO DE LA JURISDICCIÓN
LECCIÓN 1: EL FUNDAMENTO DE LA JURISDICCIÓN
A) AUTOTUTELA
La autotutela es la fórmula de solución de conflictos más primitiva, injusta y
peligrosa. Se caracteriza por la solución coactiva del conflicto por la parte más fuerte
o la que ocupe una situación hegemónica. Es decir, la parte más fuerte impone su
solución a la parte más débil.
La autotutela es característica de las sociedades primitivas, cuando no había
organización estatal o ésta era muy débil. En el momento actual, a nivel internacional,
aun se recurre a este medio de solución, mediante la guerra.
Sin embargo, existen algunas manifestaciones lícitas de autotutela en el ámbito
del Derecho Civil o en el laboral (huelga o cierre patronal).
B) AUTOCOMPOSICION
a) Concepto
La autocomposición es el medio más civilizado de solución de conflictos. Son las
propias partes quienes ponen solución al conflicto intersubjetivo, a través del
acuerdo de voluntades.
La autocomposición constituye un modo lícito para la solución de los conflictos
subjetivos, en los que a nadie se le obliga a acudir a los Tribunales para defender
sus derechos. Estos métodos autocompositivos son:
- La renuncia del actor a su derecho subjetivo
- El desistimiento del proceso
- El allanamiento del demandado a la pretensión del actor (p.e.
reconocimiento de la deuda)
- La transacción entre ambos
- Mediación o conciliación de un tercero para ambas partes solucionen
el conflicto
La mediación y la conciliación se distinguen del resto de fórmulas
autocompositivas por la aparición de una tercera persona, que contribuye a la
solución del conflicto. Entre ellas mismas se diferencian por la forma en que este
tercero es llamado. Mientras que en la mediación puede intervenir de manera
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espontánea o provocada por las propias partes, en la conciliación el tercero actúa
necesariamente de una manera provocada o institucionalizada.
En estas dos fórmulas, el tercero no impone la solución del conflicto, sino que
negocia entre las partes para obtener la autocomposición del litigio.
b) La mediación y la conciliación en nuestro Derecho positivo
- La conciliación
El primer método autocompositivo regulado en nuestro ordenamiento jurídico
fue la conciliación, ya que fue regulada en la LEC de 1881 como un presupuesto
procesal, ya que como requisito previo a la interposición de una demanda, el
actor debía promover un acto conciliatorio. Con la reforma operada en la LEC de
1984, se suprimió el carácter procesal y se convirtió en un trámite potestativo.
La vigente LEC de 2000 conserva vigente la naturaleza potestativa de la
conciliación, convirtiéndose en un derecho del futuro demandante, que puede
promover una conciliación preprocesal de la cual entenderá el Letrado de la
Administración de Justicia.
La conciliación se inicia con una solicitud o papeleta de conciliación en la que
se identifica al actor y al demandado, y se expresará lo que se pida. El LAJ citará
a las partes a una Audiencia, en la que escuchará las alegaciones de ambas y
dictará decreto, en el que se acordará la conciliación con avenencia o sin ella. Si
fuese con avenencia, el decreto dará paso al proceso de ejecución.
La LEC de 2000 regula dos conciliaciones intraprocesales, que tiene lugar al
principio y al término de la audiencia previa. Cualquiera de estas dos
conciliaciones, una vez homologadas por el Juez, tiene el valor de transacción
judicial, que es un método de finalización anormal de proceso, que goza de valor
de cosa juzgada y posibilita abrir el proceso de ejecución.
- La mediación
La mediación es más reciente que la conciliación, ya que fue instaurada por
el RD Ley 5/2012.
La mediación solo puede darse en asuntos civiles y mercantiles, quedando
excluidas la mediación penal (excepto en la Ley procesal del menor), la de las
Administraciones públicas, la mediación laboral y la de la legislación de
consumo.
La mediación, al igual que el arbitraje, tiene un carácter voluntario. Exige
como requisito previo la suscripción de un precontrato de mediación, en virtud
del cual, ambas partes deciden someterse a esta solución. En este precontrato,
las partes son libres de acudir a una mediación institucional o un mediador
individual, el cual debe reunir los requisitos de capacidad necesarios.
El procedimiento comienza con una solicitud, efectuada por una de las partes
o por ambas, cuya admisión general efectos de la litispendencia.
Una vez incoado el procedimiento, el mediador citará a ambas partes a una
sesión informativa sobre todos los aspectos de la mediación y se dejará
constancia de la identificación de las partes, de la designación del mediador y
del objeto del conflicto, así como de su aceptación voluntaria.
Las sesiones se podrán celebrar de manera conjunta o por separado, y están
amparadas por el secreto y la confidencialidad.
La mediación puede finalizar sin avenencia o con avenencia. En caso de
avenencia, el acuerdo de mediación determinará las obligaciones a las que se
comprometen las partes. Dicho acuerdo puede elevarse a escritura pública, lo
que posibilita el proceso de ejecutivo, que no es un auténtico proceso de
ejecución, ya que presenta algunas excepciones. De dicho juicio entenderá el
tribunal del lugar en el que se hubiese firmado el acuerdo de mediación.
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C) HETEROCOMPOSICIÓN
En la heterocomposición, la tercera persona a las que las partes han acudido, que
puede ser individual o colegiada, es la encargada de poner fin al conflicto mediante
una resolución definitiva. El tercero se encuentra en una posición por encima de las
partes.
Las fórmulas heterocompositivas vienen determinadas por el arbitraje y el
proceso, en los que el árbitro y el Juez imponen la solución definitiva e irrevocable a
las partes en litigio.
El proceso es un instrumento de la Jurisdicción para la resolución de conflictos y
está indisolublemente unido a la existencia del Estado. Sin organización estatal no
puede existir la Jurisdicción y las partes deben acudir a métodos autotutelados,
autocompositivos o, como mucho, a arbitrales, pero nunca al proceso.
El proceso y el arbitraje no son excluyentes, sino que son complementarios, ya
que los laudos arbitrales gozan del mismo efecto que las sentencias y suelen emitirse
más rápido.
A) LA JUSTICIA POPULAR
En el Estado liberal, los sistemas de designación popular fueron los primeros que
intentaron dotar de legitimidad al oficio judicial. Se enfrentó la idea la participación
popular en el Poder Judicial con la justicia de los funcionarios reales, lo que impulsó
la implantación de la participación del pueblo en la justicia.
Pronto se implantaron los dos sistemas conocidos de participación popular: el
jurado y la justicia popular
a) El jurado
El jurado constituye la fórmula más perfecta de participación popular en la justicia,
ya que a través de él, los ciudadanos asumen la función jurisdiccional.
La instauración del jurado en el proceso penal supuso el cambio del sistema
inquisitivo por el sistema acusatorio formal o mixto, cambiando el injusto régimen de
la prueba tasada por el de la libre valoración
b) La justicia popular
La justicia popular representa una fórmula más imperfecta de participación
popular, puesto que se realiza a través de la representación. Los integrantes del
Poder Judicial tienen que ser elegidos por el pueblo.
Este sistema se da en USA, en determinados cantones suizos y en la extinta
URSS.
Dicho sistema otorga una gran legitimación democrática en el momento inicial,
pero es insuficiente para su continuidad, ya que puede existir falta de independencia
del juez electo.
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B) LA DESIGNACIÓN MINISTERIAL
También se podría conseguir cierta legitimación democrática confiando al Ministro
de Justicia la selección de los jueces, garantizando así una mayor capacitación.
Este sistema fue llamado modelo napoleónico y estuvo vigente en España hasta
1978.
A raíz de la presión que ejercía el Poder Ejecutivo, se instauró el autogobierno de
la Magistratura, sistema que ha acabado implantándose en la totalidad de los países
europeos.
A) LA INDEPENDENCIA
Los jueces tienen que ser independientes, como tercero situado por encima de las
partes en la resolución de conflictos. Si no lo fuesen, su actuación no constituiría un
verdadero proceso. Esta independencia tiene que ser total, tanto frente a la sociedad
y las partes como frente al Gobierno y a los órganos jurisdiccionales superiores.
La independencia judicial constituye una nota esencial de la Jurisdicción, sin la
cual no podrían los Juzgados y Tribunales aplicar correctamente el Derecho a los
casos concretos.
B) LA SUMISIÓN A LA LEY
Los Juzgados y Tribunales deben limitar su actuación a aplicar a los casos
concretos la Ley emanada de la Cortes Generales.
Por ley no cabe entender solo las promulgadas por el Parlamento, sino también el
Derecho europeo, el de las Asambleas legislativas autonómicas y cualquier
disposición con rango de ley y las normas dimanantes de la potestad reglamentaria.
Los Juzgados y Tribunales están sometidos expresamente a la Ley y al Derecho.
Esta sumisión de los órganos jurisdiccionales a la Ley y al Derecho no es
indiferenciada, sino que está sometido al principio de jerarquía normativa. Así, jueces
y tribunales están sometidos, en primer lugar, a la CE, después a las leyes emanadas
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de los Parlamentos estatal o autonómico, así como a las disposiciones con rango de
Ley, y, finalmente, a los Reglamentos del Poder Ejecutivo. El control de la vigencia
de este principio está encomendado al TC y a los Tribunales Contenciosos-
Administrativos.
La constitucionalización de los principios de seguridad jurídica y de jerarquía
normativa tiene que imponer al órgano jurisdiccional un doble examen de legitimidad:
a. Jurídico-formal, conforme al cual tiene que obtener la certeza que la
norma ha sido promulgada conforme al procedimiento establecido y por
el órgano competente.
b. Jurídico-material, a través del cual debe constatar la legitimidad de la
norma, es decir, si se contradice con otras de rango superior
Si se observase la quiebra de cualquiera de los dos exámenes, se deberá dejarla
inaplicada o bien promover una cuestión de inconstitucionalidad.
Lo que no está permitido al Juez es aplicar una norma anticonstitucional o
claramente ilegal, o dejar de aplicar leyes en virtud de una supuesta objeción de
conciencia, o declararlas inconstitucionales sin promover la correspondiente cuestión
de inconstitucionalidad.
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LECCIÓN 2: LA JURISDICCIÓN: CONCEPTO Y
FUNCIONES
B) LA POTESTAD JURISDICCIONAL
La CE ha otorgado a los Juzgados y Tribunales el ejercicio de la potestad
jurisdiccional en todo tipo de procesos, juzgando y haciendo ejecutar lo juzgado.
Constituye la potestad jurisdiccional la capacidad de actuación de la personalidad del
Estado en la manifestación de juzgar y hacer ejecutar lo juzgado, que queda atribuida
exclusivamente a los juzgados y tribunales.
Dicha potestad posee notas que la diferencian de las demás facultades y derechos
subjetivos, públicos y privados, como por ejemplo:
- Generalidad: la potestad se ejercita para todos (erga omnes). Si el derecho
subjetivo crea obligaciones específicas con respecto a sus destinatarios, la
potestad jurisdiccional no siempre hace surgir prestación alguna determinada,
sino que crea un estado de deber general de sujeción por parte de todos los
justiciables, que se resume en la exigencia de colaboración y de obediencia de
todos los ciudadanos y poderes públicos a las resoluciones judiciales.
- En segundo lugar, al constituir la potestad jurisdiccional una emanación de la
soberanía nacional, los límites de su actuación vienen determinados por los de
la soberanía mismo, esto es, por el territorio y las personas a ella sometidas.
El objeto de la potestad jurisdiccional se resume en la frase juzgar y hacer
ejecutar lo juzgado.
- Con anterioridad al juicio jurisdiccional por excelencia, que es la Sentencia,
existe una potestad ordenatoria que tiene por objeto llamar a las partes y
terceros al proceso, obtener la efectiva sujeción de aquellas a los fines del
proceso o simplemente impulsar el curso del procedimiento.
- El juez también ostenta la potestad de instrumentación o documentación,
cuya finalidad estriba en otorgar a determinados actos de conocimiento el
carácter de prueba, siempre cuando se garantice la vigencia del principio de
contradicción. De este modo las actas gozarán de una fehaciencia indiscutible.
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- La potestad jurisdiccional es una potestad decisoria, en la que el juez o tribunal
resuelve el conflicto, satisfaciendo el derecho fundamental a la tutela judicial
efectiva. Esta última resolución se llama Sentencia, decisión que constituye la
expresión de la potestad jurisdiccional, pues tan solo las sentencias suelen gozar
de la totalidad de los efectos de la cosa juzgada. Uno de estos efectos consiste
en su ejecutoriedad.
- Para hacer efectivo el cumplimiento de la sentencia, los jueces ostentan la
potestad de ejecución, la cual se ejercita a través de los diversos
procedimientos de ejecución de sentencias, cuya finalidad consiste en realizar o
llevar a cabo, en sus propios términos, lo dispuesto en el fallo o parte dispositiva
de la sentencia.
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Porque los jueces y magistrados son independientes y sometidos a la ley y al derecho
tan solo a ellos se les otorga la potestad jurisdiccional. Surge así el principio de unidad
jurisdiccional, cuya utilidad primordial consiste en declarar ilegítimas las demás
denominadas jurisdicciones especiales.
La vulneración del principio de exclusividad jurisdiccional, en cuya virtud, el
ejercicio de la potestad jurisdiccional constituye un monopolio de los integrantes del
Poder Judicial, también supondría una infracción del derecho al juez legal.
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La labor de la Jurisdicción en la tutela de los derechos subjetivos públicos y libertades
públicas es más expeditiva, pues la protección de tales derechos ocupa un lugar
preferente por parte de los tribunales ordinarios. Subsisten dos procedimientos,
administrativo y laboral, para obtener el restablecimiento del derecho fundamental
vulnerado.
En el supuesto que los tribunales ordinarios no restablecieran el derecho o libertad
pública vulnerada, todavía se puede acudir al TC y obtener dicha protección a través del
recurso de amparo.
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Pero sucede que la sociedad va por delante del legislador y los Tribunales se ven
obligados a colmar las lagunas través de la creación judicial del Derecho.
Esta actividad tiene que realizarse con ocasión de la interpretación de la CE o de la
Ley, sin que pueda ningún caso el Juez o Tribunal sustituir la voluntad del legislador por
la suya propia, violentando el espíritu y el texto de la norma.
En segundo lugar, dicha actividad, consistente en complementar el ordenamiento, la
reserva a la jurisprudencia del TS. Lo que no significa que los demás órganos
jurisdiccionales no puedan crear Derecho, pues necesariamente han de hacerlo en la
integración de los estándares, así como en todas aquellas materias no susceptibles de
recurso de casación, en la que las Audiencias Provinciales se ven obligadas a dictar su
jurisprudencia menor.
Pero dicha función es genuina del TS, en tanto que Tribunal de casación. Aunque los
TSJ tienen competencia casacional respecto del derecho civil, foral o especial, propio
de la CCAAA, al TS le corresponde la importante misión de unificar los criterios de
interpretación de las normas, a través de su doctrina legal, a fin que la norma sea
aplicada por igual en todo el territorio nacional, para garantizar el derecho fundamental
que a todos los ciudadanos asiste la igualdad en la aplicación de la ley.
El carácter jurídico vinculante de la jurisprudencia del TS tan solo es reclamable
cuando se efectúa de modo reiterado; una sola Sentencia no produce doctrina legal,
sino que se exige la publicación de dos o más Sentencias que mantengan el mismo
criterio interpretativo.
El TS también puede modificar su doctrina legal, aunque tiene la exigencia formal de
motivar expresamente en la nueva Sentencia el abandono de la doctrina legal hasta el
momento sustentada y de explicitar en dicha sentencia los nuevos criterios
interpretativos, susceptibles de generar la nueva doctrina legal.
Dicha función de complementación normativa es reclamable en el proceso civil y
demás manifestaciones de la jurisdicción distintas a la penal, pero no en el proceso
penal, porque en el Derecho penal ha de regir el principio constitucional de legalidad.
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SECCIÓN SEGUNDA: PRINCIPIOS
CONSTITUCIONALES DE LA JURISDICCIÓN
LECCIÓN 3: LA INDEPENDENCIA DEL PODER JUDICIAL
A) EL ANTIGUO RÉGIMEN
En el Estado Feudal y en el Absoluto, los Jueces eran funcionarios dependientes del
Poder Real. Los Juzgados y Tribunales eran una delegación del poder real, a quien
siempre debían obediencia.
En el Antiguo Régimen existía una confusión de poderes en la persona del Monarca.
Los Jueces carecían de independencia y formaban parte de diversas jurisdicciones
especiales (ordinaria, eclesiástica, militar, etc.). Las características más sobresalientes
de la Jurisdicción de aquella época pueden resumirse en las siguientes:
a) No existía un poder judicial, sino una función judicial encomendada a distintos
órdenes de funcionarios.
b) Tales funcionarios carecían de independencia judicial.
c) Inexistencia de los principios de unidad y exclusividad judicial.
d) Ausencia de control judicial de los actos demandantes del poder ejecutivo.
B) EL ESTADO LIBERAL
Tras la revolución francesa de 1789, la Jurisdicción pasará a convertirse en el tercer
Poder dentro del Estado.
Para ello, era necesario, en primer lugar, dotar a los jueces de independencia. En
segundo lugar, fue también necesaria la abolición de las jurisdicciones especiales y
la instauración de los principios de unidad y exclusividad jurisdiccional. En 1870, la
Jurisdicción pasa a asumir el monopolio de juzgar y hacer ejecutar lo juzgado.
Asimismo, se prohibió al Poder Ejecutivo inmiscuirse en la constitución y
organización de los Tribunales. El establecimiento del juez legal natural o del lugar de
comisión del delito, el del principio de jerarquía normativa y la obligación de los jueces
de no aplicar los reglamentos ilegales permiten afirmar que nace en España el Poder
Judicial.
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D) LOS ESTADOS DE DERECHO CONTEMPORÁNEOS
Durante la época totalitaria, surgió en Europa un movimiento asociativo de la
Magistratura, que reclamó una mayor autonomía del poder judicial y una potenciación
de la propia Magistratura. Fruto de este movimiento fue la aparición de los sistemas de
autogobierno de la Magistratura.
En España, la potenciación se realizó por la vía de suprimir los antiguos jueces de
distrito y crear un cuerpo único de Jueces y Magistrados. En segundo lugar, la Ley
Orgánica del Consejo General del Poder Judicial de 1980 se apresuró a suprimir las
certificaciones de especial idoneidad. En tercer lugar, la LOPJ de 1985 también procedió
a que revisar el estatuto funcionarial del Juez, suprimiendo las causas absurdas de
incapacidad o que generaban responsabilidad disciplinaria. Finalmente, la CE instauró
un régimen de autogobierno de la Magistratura, el CGPJ, a quien se le confirió
expresamente los nombramientos, ascensos, inspección y régimen disciplinario.
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‐ Las Comisiones que integran el Consejo son la Permanente, la Disciplinaria,
la de Asuntos económicos y la desigualdad.
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4. La inspección de los Tribunales
El CGPJ tiene la potestad de la inspección de los Juzgados y Tribunales para obtener
la información precisa de los órganos judiciales, con el objeto de velar por su buen
funcionamiento.
La inspección de los Tribunales puede realizarse de oficio o a instancia del Ministerio
de Justicia.
Corresponde a la Comisión disciplinaria del CGPJ la inspección y vigilancia de todos
los Juzgados y Tribunales.
La inspección ha de efectuarse sin merma de la autoridad y sin que pueda extenderse
a la censura de la actividad jurisdiccional.
El Inspector redactará un informe y levantará acta de la inspección efectuada, la que
se comunicará al Juez o Presidente del órgano inspeccionado.
B) LOS REGLAMENTOS
El CGPJ tiene potestad reglamentaria sobre diversas materias. Pero estos
reglamentos no pueden afectar al estatuto de jueces y magistrados.
La competencia para dictar reglamentos corresponde al pleno del CGPJ, los cuales
serán publicados en el BOE.
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LECCIÓN 4: LA EXCLUSIVIDAD DE LA JURISDICCIÓN
B) EVOLUCIÓN HISTÓRICA
La evolución histórica del principio de unidad jurisdiccional sufrió los mismos avatares
que los de la propia revolución liberal.
a) En 1868, con el Decreto de unificación de fueros, se suprimieron las múltiples
jurisdicciones del Antiguo Régimen, dejando solo la eclesiástica, la militar y la
del Senado.
Pero, con el paso de los años, este principio empezó a agrietarse como
consecuencia de la expansión de las jurisdicciones especiales más
emprendedoras, como la militar, siendo necesario durante la II República, la
promulgación de tres decretos para que el principio de unidad volviese a la
misma situación de 1868.
b) Con el nuevo Estado autocrático surgido tras la guerra civil del 36, se crearon
nuevas jurisdicciones especiales.
c) En 1977 se abolieron las jurisdicciones de orden público y la de delitos
monetarios, en 1978 se hizo lo propio con los Tribunales Sindicales de Amparo
y Juntas de detasas. Posteriormente, el TC se encargaría de abolir determinadas
jurisdicciones y de ceñir la militar sus justos límites
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La existencia de tales Tribunales, no obstante, no permite configurarlos como
jurisdicciones especiales. En los referidos órganos jurisdiccionales, el requisito de la
independencia judicial concurre con toda su plenitud, aunque a través de una distinta
regulación, razón por la cual deben ser conceptuados como Tribunales especiales, es
decir, como órganos judiciales que, si bien no están integrados en la jurisdicción
ordinaria o Poder Judicial, poseen la totalidad de las notas que adornan la Jurisdicción,
pues solucionan con independencia e imparcialidad y de una manera definitiva e
irrevocable los especiales conflictos que le han sido atribuidos por la CE.
D) LA JURISDICCIÓN MILITAR
La Jurisdicción Militar es la única jurisdicción especial legitimada constitucionalmente
por la CE.
a) Concepto y fundamento
La jurisdicción militar tiene por finalidad asegurar la disciplina en una
organización jerarquizada, en la que la disciplina castrense constituye un valor
esencial para su buen funcionamiento. Solo puede extender su ámbito de
aplicación a quienes voluntariamente decidieron formar parte del ejército.
La CE permite la existencia de la jurisdicción militar, siempre y cuando se ciña
al ámbito estrictamente castrense y sea respetuosa con los principios de la
Constitución.
a. El ámbito estrictamente castrense.
La jurisdicción militar es la única especial que legitima su subsistencia,
siempre que se limite su actuación al ámbito estrictamente militar, que se ha
configurado mediante la concurrencia de estos tres criterios:
Por razón de la materia, la jurisdicción castrense a definirse a los delitos que
atenten a la disciplina castrense
Por razón del lugar, a los cometidos dentro de los cuarteles y en actos de
servicio
Por razón de las personas, tan solo a los militares y nunca a los civiles
b. Su adecuación a los principios de la Constitución.
El ejercicio de la jurisdicción militar tiene que adecuarse a los principios de
la Constitución. A los principios que se refiere esta norma son los de la
independencia y sumisión a la ley y al derecho. Por tanto, el proceso militar ha
de ser respetuoso con tales principios constitucionales. Cuando la jurisdicción
militar se extralimite, el interesado podrá interponer recurso de amparo.
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Mayor reducción del ámbito estrictamente castrense
Las leyes penal y disciplinaria de 1985 ocasionaron una drástica reducción
de los delitos militares y de la jurisdicción militar. Así, la práctica totalidad de
los delitos comunes cometidos por militares son juzgados por los Tribunales
ordinarios. Lo mismo ocurrió con determinados delitos considerados como de
naturaleza militar. En definitiva, se produjo una transformación de los ilícitos
penales militares en tipos penales comunes y una conversión de ilícitos
penales militares en ilícitos administrativos militares.
Potenciación de la independencia judicial
Como consecuencia de la declaración, conforme a la cual, la Jurisdicción
militar tiene que organizarse de acuerdo con los principios de la Constitución,
el legislador ordinario procedió a aproximarla a la Jurisdicción ordinaria, formal
y subjetivamente. Desde un punto de vista formal, dispuso que dicha
jurisdicción tenía que salvaguardar debidamente la unidad del poder judicial
del Estado y calificó a la jurisdicción militar como integrante del poder judicial
del Estado.
2. El monopolio de la jurisdicción
El principio de unidad jurisdiccional tiene que ser completado con el de monopolio
estatal de la jurisdicción, para integrar el genérico principio de la exclusividad
jurisdiccional.
Dicho monopolio jurisdiccional se encuentra proclama proclamado en la CE y en la
LOPJ, según la cual, el ejercicio de la potestad jurisdiccional en todo tipo de procesos,
juzgando y haciendo ejecutar lo juzgado, corresponde exclusivamente a los Juzgados y
Tribunales determinados por las leyes.
El fundamento del monopolio estatal en la potestad jurisdiccional hay que encontrarlo
en la previsión que tienen los particulares de acudir a la autodefensa como medio para
la solución de los conflictos. Los ciudadanos, para obtener la defensa de sus derechos,
han de acudir necesariamente, mediante el ejercicio del derecho a la tutela judicial o de
acción, a los Tribunales, ante los cuales puede obtenerse todo tipo de tutela
jurisdiccional.
Al principio de exclusividad o monopolio de la jurisdicción no se opone la posibilidad
de que determinados conflictos intersubjetivos puedan sobre solucionarse fuera de la
jurisdicción, a través del arbitraje.
El fundamento del arbitraje estriba en el principio dispositivo o absoluto poder de
disposición que tienen los ciudadanos sobre determinados derechos subjetivos o
relaciones jurídicas.
La causa o legitimación del arbitraje y de la intervención de los árbitros estriba en la
previa suscripción por las partes de un convenio arbitral o contrato preliminar de
arbitraje, en cuya virtud las partes estipulan someter a los árbitros los litigios que puedan
surgir en relación con determinadas relaciones jurídicas.
Así la legitimación de los árbitros proviene de ese convenio y de su prestigio derivado
de su imparcialidad, honradez y conocimientos jurídicos.
Los árbitros solo ostentan la potestad de juzgar, pero no lo de hacer ejecutar lo
juzgado. Como tienen la facultad de decidir de manera definitiva y revocable los litigios
que se promuevan ante ellos, estos jueces han de ser independientes, pudiendo ser
recusados. Sus decisiones definitivas, llamadas laudos arbitrales, equivalen a una
sentencia.
En principio, los laudos solo pueden ser anulados por la audiencia Provincial
mediante un recurso extraordinario de nulidad.
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A) LA ATRIBUCIÓN DE LA POTESTAD JURISDICCIONAL A JUZGADOS Y
TRIBUNALES
El principio de exclusividad jurisdiccional significa que tan solo los Juzgados y
Tribunales ostentan el monopolio de la potestad jurisdiccional. Dicho monopolio
consiste en juzgar y hacer ejecutar lo juzgado, lo que significa que ha de estar
presente, tanto en la fase declarativa, como la de ejecución de sentencias.
a) En la fase declarativa
En la fase declarativa, dicho principio significa que todos los litigios y conflictos
sociales que surjan han de ser solucionados por el juez legal y a través del
proceso preestablecido. Así, todos los ciudadanos y poderes públicos quedan
sometidos a la potestad jurisdiccional.
El Poder Ejecutivo no puede asumir funciones juzgadoras, ni declarar materias
exentas de control por parte de los Tribunales.
b) En la fase de ejecución
También corresponde a la jurisdicción con exclusividad la potestad de hacer
ejecutar lo juzgado, de manera que el proceso de ejecución también es un
monopolio de la jurisdicción.
El fundamento del derecho a la ejecución de la sentencia se encuentra además
implícito en el derecho a la tutela y, más concretamente, en la exigencia de que
la tutela de los derechos e intereses legítimos sea efectiva.
Además dicha ejecución tiene que ser jurisdiccional. Como consecuencia, la
CE no autoriza a ningún otro poder del Estado a realizar fallos judiciales. Los
ciudadanos y demás poderes del Estado están obligados a cumplir las sentencias
y demás resoluciones firmes de los Jueces y Tribunales.
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3. Funciones no jurisdiccionales atribuidas por la ley a juzgados
y tribunales
La CE establece que los Juzgados y Tribunales no ejercerán más funciones que las
que expresamente les sean atribuidas por Ley.
Mediante esta prohibición constitucional, a los Jueces les está prohibido el ejercicio
de otras funciones distintas a la jurisdiccional y, de modo especial, la función legislativa
y política. Por eso la CE prohíbe a los jueces en activo ejercer cargos públicos o
pertenecer a partidos políticos y sindicatos.
A) EL REGISTRO CIVIL
Los registros civiles están a cargo de los Juzgados de Primera Instancia y, por
delegación de estos, de los de Paz.
El Registro Civil se rige todavía por una ley de 1957. Tiene como función inscribir
los hechos relativos al estado civil de las personas y se divide en cuatro secciones:
nacimientos y general, matrimonios, defunciones y tutelas y representaciones
legales.
Los actos de calificación registral no poseen naturaleza procesal, sino gubernativa
o administrativa, de ahí que puedan ser recurridos ante el Juez de Primera Instancia
y, en alzada, a la Dirección General, si bien determinados actos son competencia
exclusiva del Ministerio de Justicia.
B) LA INVESTIGACIÓN PENAL
La investigación penal, dirigida a esclarecer el delito y a averiguar el presunto
autor, que asumen los Jueces de Instrucción, no es procesal, sino policial y de aquí
que tales actos de investigación sean asumidos, bien por el Ministerio Fiscal, bien por
la policía.
El fundamento constitucional de esta competencia de los Jueces de Instrucción
hay que encontrarlo en la Constitución, que permite convertir al Ministerio Fiscal en
el director exclusivo de la investigación sumarial, relegando la función del Juez de
Instrucción a los actos instructores estrictamente procesales, como son los de prueba
sumarial anticipada y los limitativos de derechos fundamentales que, por exigencias
de la propia Constitución, tienen que permanecer siempre bajo el principio de
exclusividad jurisdiccional
C) LA JURISDICCIÓN VOLUNTARIA
Por actos de jurisdicción voluntaria cabe entender aquellos en los que no esté
empeñada cuestión alguna. Por cuestión cabe entender la existencia de conflicto de
intereses entre las partes, lo que sí aconteciera dentro del expediente de jurisdicción
voluntaria mediante la oposición de alguna de las partes, lo transformaría en
contenciosa.
Se trata de actos de mera comprobación, donde el Juez, en tanto que autoridad
imparcial, es convocado a fin de dotar de fehaciencia y autenticidad a determinados
actos de voluntad de los particulares.
Diversas leyes contemplan también actos de jurisdicción voluntaria.
D) OTRAS FUNCIONES
Debido a la independencia e imparcialidad de los Jueces y Magistrados, el
legislador delega en ellos determinadas funciones que no son estrictamente
jurisdiccionales, pero que se efectúa en garantía de cualquier derecho.
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Esta atribución de funciones la realiza el legislador atendiendo a dos criterios,
objetivo orgánico y subjetivo.
a) Criterio objetivo
El legislador ordinario desea reforzar la independencia de la Administración
mediante la inclusión en ella de miembros del Poder Judicial con el objeto de
reforzar su autoridad.
Así, a fin de proteger adecuadamente el derecho al sufragio activo y pasivo,
se refuerza la imparcialidad de la autotutela administrativa en materia electoral
mediante la configuración de las juntas electorales, que cuentan con miembros
procedentes del Poder Judicial.
b) Criterio subjetivo
Debido a la relevancia de los derechos fundamentales y a las circunstancias
que, en materia de limitación del libre ejercicio de los derechos fundamentales, la
jurisdicción tiene que ostentar, las leyes atribuyen directa o indirectamente a los
Jueces las resoluciones limitativas de estos derechos fundamentales.
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LECCIÓN 5: LA INDEPENDENCIA DE JUECES Y
MAGISTRADOS
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La LOPJ establece un severo régimen de incompatibilidades de la función de
Juez con la ejecutiva o legislativa, con la Abogacía o con la gestión de sociedades
mercantiles, así como de prohibiciones, cuyo incumplimiento puede engendrar
responsabilidad disciplinaria, y cuya finalidad consiste en asegurar la división de
poderes, afianzar la imparcialidad del Juez frente a la sociedad y las partes, y
asegurar el correcto funcionamiento de la justicia.
b) Represivas
La LOPJ establece que todos están obligados a respetar la independencia de
los Jueces y Magistrados. Esta ley faculta al Juez que se considere inquietado en
su independencia a poner los hechos en conocimiento del CGPJ, estando
obligado el Ministerio Fiscal a ejercitar las acciones oportunas en defensa de la
independencia judicial, pues la CE le confía la función de velar por la
independencia de los Tribunales
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‐ Traslado del escrito a las demás partes para que aleguen y comunicación del
mismo al magistrado encargado de instruir el incidente
‐ Traslado del escrito de recusación al juez recusado, para que informe sobre la
concurrencia de la causa
‐ Una vez admitido a trámite el incidente por el instructor, si el recusado acepta
como cierta la causa alegada, se resolverá el incidente sin más trámites
‐ Si no la acepta, el instructor decidirá sobre la práctica de la prueba propuesta y
remitirá todas las actuaciones al tribunal competente para decir la recusación
‐ Este tribunal solicitará el informe del ministerio fiscal y resolverá el incidente
La competencia para decidir los incidentes de recusación de magistrados
corresponde a la sección o sala de la que formen parte.
A) RESPONSABILIDAD PENAL
La responsabilidad penal del Juez tiene que dilucidarse cuando haya cometido un
delito en el ejercicio de su función jurisdiccional. En tal caso, se interpondrá
directamente la pertinente querella ante el órgano jurisdiccional ante el que esté
aforado el Juez o Magistrado.
El procedimiento puede iniciarse de oficio, mediante providencia del tribunal
competente o a instancia de parte, pero siempre mediante querella.
Si el delito fuese apreciado por el TS o por un TSJ, la denuncia la planteará
directamente ante el tribunal competente.
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B) RESPONSABILIDAD DISCIPLINARIA
El juez puede incurrir en responsabilidad disciplinaria cuando incurre en alguna de
las conductas previstas en la LOPJ como faltas muy graves, graves y leves.
En ocasiones, las faltas pueden ser constitutivas de un delito. En tal caso, se
incoarán dos procedimientos paralelos, uno penal y otro administrativo sancionador.
A fin de evitar la vulneración del principio constitucional del ne bis in ídem y garantizar
el principio de supremacía de la jurisdicción penal sobre la administrativa, es obligado
suspender el procedimiento administrativo hasta que recaiga sanción penal.
Fuera de estos casos, las faltas administrativas están dirigidas a asegurar el
cumplimiento de las obligaciones del Juez, a fin de asegurar el imparcial y correcto
funcionamiento de la justicia.
La autoridad competente para la imposición de la sanción depende de la gravedad
de la misma. Si se tratase de una infracción leve, pueden ponerla el presidente del
Tribunal o Sala de gobierno respectiva; si fuese grave, la Comisión disciplinaria del
CGPJ, y si fuera muy grave, tendrá que imponerla el pleno del CGPJ.
24
LECCIÓN 6: EL DERECHO AL JUEZ LEGAL
1. Concepto y regulación
El derecho al Juez legal se encuentra previsto en nuestra CE en dos preceptos
diferenciados:
‐ De manera positiva, todos tienen derecho al juez ordinario predeterminado por la
ley
‐ De manera negativa, la prohibición de los tribunales de excepción.
El Juez legal es el predeterminado con arreglo a las normas de competencia
preestablecidas.
Puede definirse el derecho al Juez legal como el derecho fundamental que asiste a
todos los sujetos de derecho a plantear sus pretensiones o a ser juzgados por auténticos
órganos jurisdiccionales, creados mediante Ley Orgánica, pertenecientes al Poder
Judicial, respetuosos con los principios constitucionales de igualdad, independencia y
sumisión a la Ley, y constituidos con arreglo a las normas comunes de competencia
preestablecidas.
2. Notas esenciales
A) RESERVA DE LEY ORGÁNICA
La primera nota que tiene que revestir el Juez legal es la de tratarse de un órgano
jurisdiccional expresamente establecido mediante Ley Orgánica, emanada de las
Cortes Generales.
De este modo, la creación de nuevos órganos jurisdiccionales y la determinación
de sus atribuciones es una competencia del Estado. Dicha competencia tiene que ser
ejecutada a través de una ley orgánica, tal y como establece la CE al disponer que la
Ley Orgánica del Poder Judicial determinará la constitución, funcionamiento y
gobierno de los Juzgados y Tribunales.
Por tanto, la instauración y composición de los órganos jurisdiccionales y la
determinación genérica de su competencia objetiva tiene que estar expresamente
prevista en la LOPJ, jamás mediante un decreto-ley.
El Poder Ejecutivo o el CGPJ solo quedan facultados para modificar el número y
composición de los órganos judiciales, pero sin que puedan alterar el régimen de
constitución y funcionamiento de los órganos judiciales o alterar la determinación,
naturaleza, competencia o planta de los órdenes y órganos jurisdiccionales.
C) IGUALDAD
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Si todos los ciudadanos son iguales ante la Ley, la CE no puede permitir la
creación de Tribunales instituidos por razón de nacimiento, raza, sexo, religión,
opinión o cualquier otra condición o circunstancia personal o social.
Por esto, puede parecer discutible la existencia de determinados privilegios:
‐ La inviolabilidad o ausencia de responsabilidad, civil o penal.
‐ La inmunidad o imposibilidad de ser detenido
‐ El aforamiento a determinados órganos jurisdiccionales superiores
‐ La exención al deber de comparecer y declarar verbalmente ante el Juez de
Instrucción.
Tales privilegios suponen una discriminación frente a los demás ciudadanos,
basada en una circunstancia social, como lo es la condición de Autoridad.
D) INDEPENDENCIA
El órgano jurisdiccional ante el cual acuden las partes a fin de que dirime el
conflicto ha de revestir todas las garantías de la independencia judicial, ya que todos
tienen derecho a ser juzgados por un Tribunal independiente e imparcial.
Ante eventuales vulneraciones al Juez legal, cobra una singular relevancia la
imparcialidad del órgano jurisdiccional, que se garantiza en la esfera del proceso a
través de la abstención y de la recusación.
Cualquier parte procesal que pueda tener dudas fundadas sobre la imparcialidad
del Juez, puede sugerir su abstención o provocar su recusación ya que tales
garantías integran el concepto de Juez legal.
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SECCIÓN TERCERA: LA ORGANIZACIÓN DEL
PODER JUDICIAL
LECCIÓN 7: LA ORGANIZACIÓN DEL PODER JUDICIAL
A) ORGANIZACIÓN JURISDICCIONAL
El Poder Judicial actúa como Jurisdicción cuando, dictando actos, juzga y hacer
ejecutar lo juzgado. Para ello se constituye en forma de Juzgado, Tribunal o Salas de
Justicia. Sus resoluciones son actos procesales, los cuales pueden ser impugnados.
El Poder Judicial parece una pirámide, en cuya cúspide se sitúa el Tribunal
Supremo como Tribunal superior de todos los órdenes y órganos jurisdiccionales y a
quién las leyes le confieren la función de emitir su doctrina legal, vinculante para todos
los Juzgados y Tribunales.
Esta organización jerárquica solo lo es a efectos procesales o jurisdiccionales,
nunca gubernativos. Los Magistrados del Tribunal Supremo no son superiores a los
demás Jueces y Magistrados.
B) ORGANIZACIÓN GUBERNATIVA
Los Jueces y Magistrados son también funcionarios, dependientes del CGPJ. Su
relación funcionarial que les vincula con los órganos de gobierno del Poder Judicial
ocasiona actos administrativos, en los que dichos órganos de gobierno no ejercitan
potestad jurisdiccional, sino la potestad administrativa de autotutela.
También la organización gubernativa del Poder Judicial se parece a una pirámide,
en cuya cúspide se sitúa el Consejo General del Poder Judicial.
Este órgano ostenta todas las potestades gubernativas, incluida la disciplinaria.
Tiene competencia para la designación, formación, promoción y régimen disciplinario
de los Jueces y Magistrados.
Esta potestad se extiende sobre todo el territorio nacional, por lo que se dividió el
trabajo en órganos gubernativos inferiores. Estos órganos son:
‐ El Juez Decano
‐ Presidente de Sala
‐ Presidentes de las Audiencias Provinciales, de los Tribunales Superiores de
Justicia y el Tribunal Supremo.
27
independencia es distinta a la de los Jueces y Magistrados y suelen dictar sus actos a
través de Leyes procesales diferentes a las de Enjuiciamiento.
La legitimidad de estos órganos jurisdiccionales también deriva de la propia
Constitución. Estos órganos, que no integran el Poder Judicial pero que forman parte de
la Jurisdicción, están integrados por las Jurisdicciones especiales, los Tribunales
Especiales y los Tribunales Supranacionales
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A) LA ADMINISTRACIÓN DE JUSTICIA Y LAS CLÁUSULAS
SUBROGATORIAS
Según la CE, es competencia exclusiva del Estado todo lo relativo a la
Administración de Justicia. Mediante dicha calificación queda claro que solo al Estado
Central le asiste la competencia legislativa, que ha de ser ejercida mediante Ley
Orgánica, tanto a todo lo relativo a la constitución y funcionamiento y gobierno de los
órganos jurisdiccionales, como a las potestades reglamentarias y de ejecución.
El objeto de esta competencia comprende tanto todo lo relativo a la constitución y
funcionamiento de los Juzgados y Tribunales, como su gobierno por el Consejo, el
estatuto de los Jueces y Magistrados, la competencia legislativa sobre el personal y
toda la competencia sobre materias supracomunitarias.
Por ello, la práctica totalidad de los Estatutos de Autonomía procedieron a
contemplar las llamadas cláusulas subrogatorias, conformes a las cuales, a las
CCAA les corresponde ejercer todas las facultades que las Leyes Orgánicas del
Poder Judicial reconozcan o atribuyen al gobierno del Estado.
Se delimitaron las competencias entre el Estado y las CCAA gracias a la creación
por parte del TC del concepto administración de la Administración de Justicia.
Éste concepto comprende a los medios personales y materiales que constituyen
o se encuentran al servicio de la justicia. Esta competencia puede aparecer
compartida entre el Ministerio de Justicia y las CCAA. Por medios personales cabe
entender todos los funcionarios judiciales, es decir, el personal auxiliar y colaborador
de la justicia. Por medios materiales nos referimos a la infraestructura o soporte físico
de la misma.
29
Los Tribunales Superiores de Justicia vienen configurados como Tribunales de
Apelación, con expresa prohibición de que los demás órganos jurisdiccionales no
situados en su demarcación puedan conocer de dicho recurso de apelación, con la
excepción de los TSJ de las CCAA en los que exista el Derecho Civil Foral y el
legislativo autonómico, en los que este Tribunal actuará con funciones con
competencia como Tribunal de Casación
30
LECCIÓN 8: EL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL
31
La naturaleza de dicho órgano jurisdiccional tiene que ser encuadrada dentro de
la categoría de los Tribunales especiales.
2. Organización
El TC se compone de 12 magistrados, independientes, inamovibles, responsables y
solamente sometidos al imperio de la Constitución.
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C) LOS SECRETARIOS DE JUSTICIA Y PERSONAL AUXILIAR
El TC está asistido por los Secretarios de Justicia y el necesario personal auxiliar.
La función de tales secretarios consiste en ser depositarios y otorgar la fe pública,
ordenar impulsar el procedimiento y dar cuenta a los Magistrados. También pueden
inadmitir los recursos de amparo por incumplimiento de los presupuestos procesales.
D) EL SECRETARIO GENERAL
El Secretario General del TC es elegido por el Pleno. Asiste a los Plenos
gubernativos, es depositario de la fe pública del Tribunal, dirige la publicación de la
doctrina del TC organiza los distintos servicios jurídicos y administrativos, y autoriza
el gasto.
E) LOS LETRADOS
Los Letrados del Tribunal constituyen un cuerpo de funcionarios y técnicos
contratados en función de su especialización en todos los campos del derecho. Su
función primordial consiste en auxiliar en las funciones jurisdiccionales de todos los
órganos deliberantes del TC, mediante la elaboración de informes y de propuestas
de resolución.
3. Funciones
El TC ejerce todas y cada una de las funciones propias de la jurisdicción, es decir, la
genérica, de resolución definitiva e irrevocable de los especiales conflictos que se le
plantean, y las específicas, consistentes en la protección de los derechos subjetivos, el
control normativo y la creación judicial del derecho.
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fundamentales y, en el caso que no asuman su tutela, es cuando se puede acudir
al TC mediante el recurso de amparo
Solo cuando se haya acudido a los Tribunales ordinarios y se hayan agotado
todas las instancias previstas dentro del Poder Judicial, es cuando el particular
podrá acudir al TC mediante el recurso de amparo para restablecer su derecho
fundamental o libertad pública.
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vez oídas las partes, el TC resuelve mediante sentencia, la cual goza de los
mismos efectos de cosa juzgada que los recursos de inconstitucionalidad.
‐ Recursos y cuestiones de inconstitucionalidad: se dan contra normas
forales fiscales de los territorios del País Vasco.
b) Los conflictos de competencia entre el Estado y las CCAA
Los conflictos de competencia son unos procedimientos específicos de control
de la constitucionalidad, limitados a comprobar si las disposiciones y actos
emanados de los distintos poderes del Estado se adecúan o no al reparto
constitucional de competencias.
Los conflictos de competencia pueden ser positivos, cuando Gobierno y una
CA reclaman para sí la competencia, o negativos, cuando la Administración del
Estado delega indebidamente su competencia en una CA, y han de ser
planteados por la parte gravada ante el TC.
Planteado el conflicto y efectuadas las alegaciones de las partes, el TC resuelve
mediante sentencia a quien le corresponde la titularidad de la competencia
controvertida.
c) Los conflictos en defensa de la autonomía local
Los municipios y provincias pueden plantear ante el TC un conflicto a fin de que
dicho Tribunal declare si la disposición impugnada invade o no la autonomía local.
Para ello es necesario que la corporación solicite el referido informe del órgano
consultivo competente e interponga su recurso dentro del plazo. La sentencia del
TC se limitará a declarar la existencia o no de la referida invasión competencial y
a qué órgano del Estado pertenece dicha competencia, pudiendo anular los actos
de aplicación de la disposición impugnada. Pero, si estimara que además la
disposición normativa es inconstitucional, planteará una autocuestión de
inconstitucionalidad, la cual será solucionada por el Pleno del Tribunal.
35
LECCIÓN 9: LOS JUZGADOS Y TRIBUNALES
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De la responsabilidad penal contra autoridades militares aforadas al Tribunal
Supremo conoce la Sala 5ª o de lo Militar del TS.
Si el autor fuese menor, conoce de tal infracción el Juez de Menores, previa
instrucción efectuada por el Ministerio Fiscal.
También están dentro del orden penal los Juzgados de Vigilancia Penitenciaria,
que tienen como misión la aplicación de la Ley General Penitenciaria y revisar la
relación administrativa de los pesos con la Dirección del centro penitenciario.
c) El orden contencioso-administrativo: conoce de las pretensiones contra los
actos y reglamentos de la Administración Pública que infrinjan el Derecho
Administrativo. Integran dicho orden los Juzgados de lo Contencioso-
Administrativo, las Salas de lo Contencioso-Administrativo de los TSJ y de la AN
y la Sala 3ª o de lo Contencioso-Administrativo del TS.
d) El orden social: es competente para el conocimiento de todos los conflictos,
individuales y colectivos, de trabajo y de las pretensiones en materia de
Seguridad Social. Pertenecen a este orden jurisdiccional los Juzgados de lo
Social, la Sala de lo Social del TSJ y de la AN y la Sala 4ª o de lo Social del TS
D) JUZGADOS DE PARTIDO
Integran la categoría de Juzgados de Partido los Juzgados de Primera Instancia y
de Instrucción y los Juzgados de Violencia sobre la Mujer, que extienden su
demarcación a un partido judicial. El partido judicial viene determinado por la
circunscripción territorial de un municipio o grupo de municipios limítrofes.
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4. La división territorial en Salas y Secciones
Los Tribunales se dividen, por razones de especialización, en Salas. Éstas Salas
pueden aparecer divididas en Secciones. Éstas son conjuntos de tres o más
Magistrados que se constituyen en Tribunales para el concreto conocimiento de los
asuntos que se les asignen.
Las Audiencias Provinciales se dividen en Secciones
6.Órganos colegiados
A) EL TRIBUNAL SUPREMO
El Tribunal Supremo, con sede en Madrid y jurisdicción en toda España, es nuestro
Tribunal de casación y está constitucionalmente legitimado para garantizar y obtener
la aplicación de las leyes ordinarias y asegurar, mediante la creación de su doctrina
legal, la interpretación uniforme del Derecho.
Su presidente es nombrado por el Rey, a propuesta del CGPJ, y está compuesto
por cinco Salas de todos los órdenes jurisdiccionales.
a) La Sala de lo Civil del Tribunal Supremo conoce:
‐ De los recursos de casación, revisión y otros extraordinarios en materia civil
que establezca la LEC.
‐ De las demandas de responsabilidad civil por hechos realizados en ejercicio
de su cargo, dirigidas contra las personas aforadas.
‐ De las demandas de responsabilidad dirigidas contra Magistrados de la
Audiencia Nacional o de los Tribunales Superiores de Justicia por hechos
realizados en ejercicio de su cargo.
b) La Sala de lo Penal del Tribunal Supremo es competente para conocer:
‐ De los recursos de casación, revisión y otros extraordinarios en materia penal
que establezca la Ley.
‐ De la instrucción y enjuiciamiento de las causas contra las personas aforadas.
‐ De la instrucción y enjuiciamiento de las causas contra Magistrados de la
Audiencia Nacional o de un Tribunal Superior de Justicia.
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c) La Sala de lo Contencioso-Administrativo del Tribunal Supremo conoce:
‐ En única instancia, de los recursos contencioso-administrativos contra actos
y disposiciones de organismos del Estado.
‐ De los recursos de casación y revisión en los términos que establezca la Ley.
d) La Sala de lo Social del Tribunal Supremo tiene competencia para el conocimiento
de los recursos de casación y revisión y otros extraordinarios que establezca la
Ley en materias propias de este orden jurisdiccional.
e) La Sala de lo Militar del Tribunal Supremo conoce:
‐ De los recursos de casación y revisión que establezca la Ley contra los
resoluciones del Tribunal Militar Central y de los Tribunales Militares
territoriales.
‐ Instrucción y enjuiciamiento, en única instancia, de los procedimientos por
delitos no disciplinarios, que sean competencia de la jurisdicción militar y se
dirijan contra las personas aforadas.
‐ De los incidentes de recusación contra uno o dos Magistrados de la Sala o
contra más de dos miembros de la Sala de Justicia del Tribunal Militar Central
‐ De los recursos contra las resoluciones dictadas por el Magistrado Instructor.
‐ De los recursos jurisdiccionales en materia disciplinaria militar.
‐ De los recursos jurisdiccionales contra sanciones disciplinarias judiciales
impuestas a quienes ejerzan funciones judiciales.
‐ De los recursos de apelación en materia de conflictos jurisdiccionales contra
las resoluciones en primera instancia del Tribunal Militar Central.
‐ De las pretensiones de declaración de error de los órganos de la jurisdicción
militar, a los efectos de responsabilidad patrimonial del Estado.
B) LA AUDIENCIA NACIONAL
La Audiencia Nacional tiene jurisdicción en toda España y su sede en la ciudad de
Madrid. Es un Tribunal de apelación o de instancia sobre las materias tasadas que
la LOPJ le ha confiado. La Audiencia Nacional está estructurada en cuatro Salas:
a) La Sala de Apelación: Es competente para el conocimiento de los recursos
devolutivos contra las resoluciones de la Sala de lo Penal que la LECrim
determine.
b) La Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional conoce del enjuiciamiento de las
causas por los siguientes delitos:
‐ Delitos contra la Familia Real, altos organismos de la Nación y forma de
gobierno.
‐ Falsificación de moneda, siempre que sean cometidos por organizaciones o
grupos criminales.
‐ Defraudaciones y maquinaciones para alterar el precio de las cosas que
produzcan grave repercusión en la seguridad del tráfico mercantil, en la
economía nacional o perjuicio patrimonial a una generalidad de personas de
ámbito supraprovincial.
‐ Tráfico de drogas o estupefacientes, fraudes alimentarios y de sustancias
farmacéuticas, siempre que sean cometidos por bandas o grupos
organizados.
‐ Delitos cometidos fuera del territorio nacional, cuando corresponda su
enjuiciamiento a los Tribunales españoles.
La Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional extenderá su competencia al
conocimiento de los delitos conexos con todos los anteriores.
‐ De los procedimientos penales iniciados en el extranjero, cuando corresponda
a España la continuación del procedimiento penal.
‐ De las cuestiones de cesión jurisdiccional en materia penal.
39
‐ Del procedimiento para la ejecución de las órdenes europeas de detención y
entrega.
‐ Los recursos contra sentencias y otras resoluciones del Juzgado Centrales de
lo Penal, de los Juzgados Centrales de Instrucción y el Juzgado Central de
Menores.
‐ Dos recursos contra las resoluciones dictadas por los Juzgados Centrales de
Vigilancia Penitenciaria.
‐ De cualquier otro asunto que le atribuyan las leyes, sobre todo del
conocimiento de los delitos de terrorismo.
c) La Sala de lo Contencioso-Administrativo de la Audiencia Nacional conocerá, en
única instancia:
‐ De los recursos contencioso-administrativos contra disposiciones y actos de
los Ministros y Secretarios de Estado que la Ley no atribuya a los Juzgados
Centrales de lo Contencioso-Administrativo.
‐ De los recursos contencioso-administrativos contra los actos dictados por la
comisión de vigilancia de actividades de financiación del terrorismo. También
conoce de los recursos devolutivos que la Ley establezca contra las
resoluciones de los Juzgados Centrales de lo Contencioso-Administrativo y
de los recursos no atribuidos a los Tribunales Superiores de Justicia.
d) La Sala de lo Social de la Audiencia Nacional tiene competencia, en única
instancia, para el conocimiento:
‐ De los procesos especiales de impugnación de convenios colectivos cuyo
ámbito territorial de aplicación sea superior al territorio de una Comunidad
Autónoma.
‐ De los procesos sobre conflictos colectivos cuya resolución haya de surtir
efecto en un ámbito territorial superior al de una Comunidad Autónoma.
40
‐ Destrucción y el fallo de las causas penales contra Jueces, Magistrados y
miembros del Ministerio Fiscal por delitos cometidos en la Comunidad
Autónoma, siempre que no corresponda al TS.
‐ El conocimiento de los recursos de apelación contra las resoluciones dictadas
en primera instancia por las Audiencias Provinciales.
‐ La decisión de las cuestiones de competencia entre órganos jurisdiccionales
del orden penal con sede en la Comunidad Autónoma.
b) Las Salas de lo Contencioso-Administrativo conocen, en única instancia, de los
recursos en relación con, entre otros:
‐ Los actos de las Entidades Locales y de las Administraciones de las
Comunidades Autónomas.
‐ Las disposiciones generales emanadas de las Comunidades Autónomas y las
Entidades Locales.
‐ Los actos y disposiciones de los órganos de gobierno de las Asambleas
Legislativas de las Comunidades Autónomas.
c) La Sala de lo Social del Tribunal Superior de Justicia conoce:
‐ En única instancia, de los procesos que la Ley establezca sobre controversias
que afecten a intereses de los trabajadores y empresarios en ámbito superior
al de un Juzgado de lo Social y no superior al de la Comunidad Autónoma.
‐ De los recursos contra las resoluciones dictadas por los juzgados de lo social
de la comunidad autónoma.
‐ De las cuestiones de competencia que se susciten entre los Juzgados de lo
Social de la Comunidad Autónoma.
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7. Órganos unipersonales
Todos son órganos de primera instancia, cuya función primordial consiste en
conocer de la fase declarativa del proceso, es decir, recabar todo el material de hecho
y de derecho necesario para dictar la sentencia. También tienen asignada la fase de
ejecución.
A) JUZGADOS DE PAZ
Los Juzgados de Paz tienen su sede en aquellos municipios en donde no exista
Juzgado de Primera Instancia e Instrucción y limitan su demarcación a la del propio
municipio.
a) En el orden civil les corresponde el conocimiento de los asuntos de cuantía no
superior a 90 €
b) En el orden penal conocerán de los delitos leves tipificados en el artículo 620.1 y
2 del Código Penal.
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C) JUZGADOS DE LO MERCANTIL
En cada provincia existe uno o varios Juzgados de lo Mercantil, que son
competentes para conocer de las cuestiones que se susciten en materia concursal:
‐ Las acciones civiles con trascendencia patrimonial que se dirigen contra el
patrimonio del concursado
‐ Las acciones sociales que tengan por objeto la extinción, modificación o
suspensión colectivas de los contratos de trabajo en los que sea empleador
el concursado.
‐ Toda ejecución frente a los bienes y derechos de contenido patrimonial del
concursado.
‐ Toda medida cautelar que afecte al patrimonio del concursado.
‐ Las que en el procedimiento concursal debe adoptar en relación con la
asistencia jurídica gratuita.
‐ Las acciones tendentes a exigir responsabilidad civil a los administradores
sociales, a los auditores o a los liquidadores, por los perjuicios causados al
concursado.
También serán competentes los Juzgados de lo Mercantil para conocer de las
siguientes materias:
‐ Las demandas en las que se ejerciten acciones relativas a competencia
desleal, propiedad industrial e intelectual y publicidad.
‐ Las pretensiones promovidas relacionadas con la normativa en materia de
transportes.
‐ Aquellas pretensiones relativas a la aplicación del Derecho Marítimo.
‐ Las acciones relativas a condiciones generales de la contratación.
‐ Los recursos contra las resoluciones de la Dirección General de los Registros
y del Notariado.
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b) Los Juzgados de Violencia sobre la Mujer podrán conocer el orden civil de los
siguientes asuntos:
‐ Los de filiación, maternidad y paternidad.
‐ Los de nulidad del matrimonio, separación y divorcio.
‐ Los que versen sobre relaciones paterno-filial es
‐ Los que tengan por objeto la adopción o modificación de medidas de
trascendencia familiar.
‐ Las que versen exclusivamente sobre guardia custodia de hijos e hijas
menores o sobre alimentos reclamados por un progenitor contra el otro.
‐ Los que versen sobre la necesidad de asentimiento en la adopción.
‐ Los que tengan por objeto la oposición a las resoluciones administrativas en
materia de protección de menores.
G) JUZGADOS DE LO SOCIAL
Son órganos unipersonales de primera instancia. Tienen competencia para el
conocimiento de todos los conflictos individuales y colectivos de trabajo no
reservados en la primera instancia a la Sala de lo Social del TSJ o de la AN.
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H) JUZGADOS DE VIGILANCIA PENITENCIARIA Y CENTRALES
Son órganos unipersonales de carácter provincial que conocen de materias
relacionadas con la ejecución de las penas privativas de libertad y medidas de
seguridad, control jurisdiccional de la potestad disciplinaria de las autoridades
penitenciarias, amparo de los derechos y beneficios de los internos en los
establecimientos y demás que señale la Ley.
También existen Juzgados Centrales de Vigilancia, que tendrán las funciones
jurisdiccionales descritas y demás que señale la Ley, en relación con los delitos
competencia de la Audiencia Nacional.
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LECCIÓN 10: EL TRIBUNAL DEL JURADO
2. Evolución histórica
En la evolución histórica del Jurado interesa distinguir entre la del Jurado español y
la del europeo.
A) EL JURADO ESPAÑOL
En el siglo XIX, fue instaurado el Jurado, coincidiendo con el acceso al poder de
los liberales, pero pronto fue suprimido por los gobiernos conservadores.
La evolución histórica del Jurado español se caracteriza por:
‐ Su manifiesto contenido ideológico liberal
‐ Su carácter burgués, machista y con un fuerte absentismo de las clases medias
‐ Atendiendo a la competencia objetiva, y a pesar de haber nacido para la defensa
de las libertades públicas y el conocimiento de los delitos más graves, se fueron
retirando de su competencia los delitos importantes.
‐ Su carácter selectivo en la represión de los delitos: en los delitos pasionales era
muy laxo en su cumplimiento, en tanto que en los delitos contra la propiedad era
extremadamente severo.
B) EL JURADO EUROPEO
La historia del jurado europeo viene marcada por las siguientes etapas:
a) El jurado anglosajón: el jurado es una institución inglesa, que fue importado a
la Europa continental tras la revolución francesa. El jurado francés aparece
concebido a semejanza del inglés: se le encomendaba la función de conocer
exclusivamente de las cuestiones de hecho, reservándose a los Magistrados la
aplicación del Derecho. Éste sistema se reveló como peligroso, ya que los jurados
optaron en muchas ocasiones por veredictos absolutorios, ante la duda de que
los Magistrados impusieron una pena excesivamente rigurosa.
b) El jurado mixto: manteniendo la estructura formal del jurado anglosajón, este
jurado posibilitó que, una vez pronunciado el veredicto y siempre que éste fuese
inculpatorio, tenían que reunirse Jueces legos y Magistrados del mismo colegio a
fin de adoptar la pena.
c) El jurado escabinado: este jurado encuentra sus orígenes en el antiguo derecho
visigodo, en el que la administración penal de justicia era compartida entre los
Jueces y el pueblo de cada ciudad, reunido en asamblea. El escabinado se
caracteriza por la reunión de Jueces técnicos y legos en un solo colegio, a quienes
46
se les encomienda la función de deliberar y resolver la actualidad del objeto
procesal penal, decidiendo tanto los hechos como la aplicación del Derecho y la
individualización de la pena.
El modelo anglosajón o español del jurado tan solo permanece vigente en la High
Court inglesa, en los USA, en Rusia y en nuestro país, habiendo instaurado los demás
países europeos bien el sistema mixto, bien el escabinado.
3. Regulación legal
La configuración del jurado corresponde al Poder Legislativo. La Ley del Tribunal del
Jurado es la expresión de dicha configuración. En ella, no solo se ha reinstaurado el
jurado, sino que se ha creado una innecesaria instrucción dirigida a evitar las
inquisiciones generales.
A) MODELO DE JURADO
En el momento actual existen tres modelos de jurado: el anglosajón, el mixto y el
escabinado. Todas estas fórmulas son perfectamente constitucionales.
El legislador español opto por establecer un jurado de tipo anglosajón, compuesto
por nueve ciudadanos extraídos por sorteo del censo electoral, a quienes se les
atribuye la función de dictar el veredicto. El Tribunal del Jurado está presidido por un
Magistrado.
47
estimación de una causa de exención de la responsabilidad, el hecho que determine
el grado de ejecución y el hecho delictivo por el cual el acusado habrá de ser
declarado culpable o no culpable.
El jurado se pronunciará sobre todas estas cuestiones, procediendo a su
deliberación y votación, que tendrán lugar a puerta cerrada. Las decisiones que sean
desfavorables al acusado deben ser adoptadas por mayoría de, al menos, siete votos,
y las que sean favorables por mayoría de cinco. El resultado de la votación y las
incidencias de la deliberación se reflejarán en el acta, que deberá incluir la explicación
de las razones por las cuales el jurado ha llegado a un concreto veredicto. Se trata,
de esta forma, de que el veredicto esté debidamente motivado.
48
LECCIÓN 11: LA JURISDICCIÓN COMO PRESUPUESTO
PROCESAL
49
España y el hecho fuese también delito el país extranjero, podrían conocer del
hecho los Tribunales españoles.
b) Del criterio de la naturaleza del bien jurídico protegido se entiende que, si se
tratara de alguno de los más graves delitos contra el Estado o la Corona,
cometidos por funcionarios públicos en el extranjero o contra el control de
cambios, también podrán entender los Tribunales españoles.
c) El criterio de la jurisdicción universal obedece a la suscripción por España de
diversos Tratados, según los cuales determinados delitos, tales como el
genocidio, no solo son imprescriptibles, sino que pueden ser perseguidos en
cualquier país del mundo.
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Presidente del TS, dos Magistrados del TS del orden jurisdiccional en conflicto y
dos Magistrados de la Sala de lo militar.
c) Entre la Jurisdicción Contable y la Administración o la Jurisdicción Militar
La única especialidad de estos conflictos reside en el Tribunal competente para
su solución: si se tratara de un conflicto entre la Jurisdicción Contable y la
Administración, el órgano competente es el Tribunal de Conflictos
Jurisdiccionales. Pero, si transcurriera entre la Jurisdicción Contable y la Militar,
el tribunal competente es la Sala de Conflictos.
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SECCIÓN CUARTA: EL PERSONAL
JURISDICCIONAL Y LABORAL
LECCIÓN 12: EL PERSONAL JURISDICCIONAL
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pruebas selectivas y un curso de dos años en la Escuela Judicial. Dicho curso
comprende formación teórica y práctica.
‐ La vía del concurso está prevista para el ingreso en la Magistratura de los
juristas de reconocido prestigio, quienes acceden a órdenes jurisdiccionales
determinados.
‐ También se contempla un sistema específico de ingreso a las Salas de lo Civil
y Penal de los TSJ. Una de cada tres plazas convocadas por este sistema se
cubrirá con un jurista de reconocido prestigio.
D) INCOMPATIBILIDADES Y PROHIBICIONES
Existe un régimen de incompatibilidades, que se pueden diferenciar entre
absolutas y específicas.
Las incompatibilidades absolutas se prevén en el art. 389 de la LOPJ, en cuya
virtud el cargo de juez o magistrado es incompatible con una serie de funciones.
Las incompatibilidades específicas o relativas se transforman en causas de
abstención y son de dos tipos: por razón de parentesco y de carácter profesional.
La sanción al cumplimiento del régimen de incompatibilidades constituye una falta
muy grave o grave.
Existe también una serie de prohibiciones para el juez o magistrado, como por
ejemplo la prohibición de desempeñar cargos públicos o pertenecer a partidos o
sindicatos. A cambio de esto, se permite a los jueces asociarse entre ellos
A) FUNCIONES
Los Letrados de la Administración de Justicia son técnicos superiores de la
Administración de Justicia, que ostentan el carácter de Autoridad y la dirección de la
oficina judicial y a quienes se les encomienda el ejercicio de la fe pública judicial.
a) Los Letrados como funcionarios de la Administración de Justicia
Se encuadra a dichos funcionarios dentro del concepto de personal al servicio
de la Administración de Justicia y se les configura como técnicos superiores
dependientes del Ministerio de Justicia.
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Desde un punto de vista subjetivo, dichos Letrados pertenecen a la llamada
administración de la Administración de Justicia.
b) Los Letrados de la Administración de Justicia como depositarios de la fe pública
judicial: la potestad de instrumentación
Los Letrados de la Administración de Justicia no pueden ser considerados como
unos funcionarios más de la Administración de Justicia. Aunque se rigen por
algunos principios como los de unidad y dependencia general de jerárquica, son
depositarios de la fe pública judicial, cuyo ejercicio requiere sumisión a los
principios de legalidad e imparcialidad, autonomía e independencia.
El Letrado de la Administración de Justicia es una autoridad imparcial y su
estatuto se asemeja al del Juez. Por esta razón, su estatuto jurídico es similar al
de los Jueces y Magistrados y, para preservar su imparcialidad, han de
abstenerse por las mismas causas que éstos y pueden ser recusados.
Ejercen con absoluta independencia la potestad de instrumentación, que
tiene por objeto otorgar el carácter de documento público con autenticidad formal
a las actas y diligencias en las que intervienen, y producen constancia de los
actos procesales por ellos intervenidos.
c) La potestad ordenatoria y resolutoria del Letrado de la Administración de Justicia
El Letrado de la Administración de Justicia ejercita también una potestad
resolutoria, que incide en la potestad de juzgar y hacer ejecutar lo juzgado.
‐ Las diligencias de ordenación
Por dichas diligencias cabe entender resoluciones del Letrado de la
Administración de Justicia que tienen proyecto la mera ordenación o impulso
del procedimiento.
La LOPJ denomina diligencias a las resoluciones de dicho Letrado, las
cuales pueden ser de ordenación, de constancia, de comunicación y de
ejecución. Las diligencias de ordenación son de mera tramitación e impulso
procesal; las de constancia certifican la existencia de un hecho o acto
procesal; las de comunicación tienen por objeto poner en conocimiento de los
intervinientes en el proceso un acto del tribunal, y las de ejecución.
‐ Los decretos
El Letrado de la Administración de Justicia puede dictar decretos, que son
resoluciones motivadas que deciden puntos esenciales o ponen fin al
procedimiento. La LEC concretó que dichos decretos se dictarán cuando se
admita a trámite la demanda, cuando se ponga término al procedimiento del
que tenga competencia exclusiva y, en cualquier clase de procedimiento,
cuando fuese preciso.
‐ Los Acuerdos
Las resoluciones de carácter gubernativo de los Letrados de la Administración
de Justicia se denominarán Acuerdos
d) El Letrado de la Administración de Justicia como órgano de comunicación
El Letrado de la Administracion de Justicia es considerado como un órgano de
comunicación entre el Tribunal y las partes, de un lado, y con las demás
autoridades y órganos jurisdiccionales, de otro.
‐ Con las partes
A este funcionario le corresponde la dirección de todos los actos de
comunicación. Tales actos pueden dirigirse tanto a las partes y terceros, como
los funcionarios al servicio de la Administración de Justicia y a las demás
autoridades no judiciales.
‐ Con los demás órganos jurisdiccionales
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También le corresponde a este funcionario relacionarse con las demás
autoridades y órganos jurisdiccionales a fin de obtener de ellos el auxilio
judicial.
e) El Letrado de la Administración de Justicia como director de la oficina judicial
Otra de las funciones clásicas del Letrado de la Administración de Justicia
consiste en la dirección de la oficina judicial.
En ejercicio de esta función, el Letrado de la Administración de Justicia actúa
bajo los principios de unidad, dependencia jerárquica, división de funciones y
coordinación, encontrándose sometido a las órdenes o directrices de su
Secretario General de la Administración de Justicia.
Las tradicionales oficinas judiciales se dividieron en dos, creando, por un lado,
unidades procesales de apoyo directo y servicios comunes, y por otro lado,
las unidades administrativas.
f) Otras funciones
También le corresponde la gestión de los tributos que le sea encomendada y la
tasación de costas, debiendo vigilar el cumplimiento del pago de las tasas
judiciales. También le incumbe la confección de la estadística judicial.
B) ESTATUTO
Los Letrados de la Administración de Justicia ingresan a través del sistema de
oposición o concurso-oposición. En el ingreso se exigen los mismos requisitos de
acceso que a la carrera judicial y la superación de un curso de formación en el Centro
de Estudios Jurídicos.
El Cuerpo de Letrados de la Administración de Justicia se divide en tres
categorías.
Las incapacidades, incompatibilidades, previsiones, jubilación y situaciones
administrativas de los Letrados de la Administración de Justicia son idénticas a la de
los Jueces y Magistrados
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LECCIÓN 13: EL MINISTERIO FISCAL
1. Naturaleza jurídica
El Ministerio Fiscal es un órgano que tiene por misión promover la acción de la justicia
en defensa de la legalidad, de los derechos de los ciudadanos y del interés público
tutelado por la Ley, así como velar por la independencia de los Tribunales.
Desde una dimensión objetiva, la naturaleza del Ministerio Fiscal es una parte
imparcial que, mediante el ejercicio del derecho de acción, provoca la actividad
jurisdiccional para proteger la legalidad procesal o material y sostener la acusación en
el proceso penal.
Desde un punto de vista subjetivo, la doctrina todavía discute acerca de si nos
encontramos ante un órgano dependiente del Poder Ejecutivo o perteneciente al Poder
Judicial.
Aunque el Gobierno tenga la potestad de proponer al Rey el nombramiento y cese
del Fiscal General del Estado, no parece que en la actualidad pueda reclamarse su
dependencia con respecto al Poder Ejecutivo, por cuanto en ningún caso dicta actos
administrativos, sino actos procesales.
Pero tampoco puede afirmarse que sea plenamente un órgano jurisdiccional, ni
ejercita la potestad jurisdiccional, ni goza de la independencia judicial.
El Ministerio Fiscal, aunque esté regido por los principios de unidad y dependencia
jerárquica y, por tanto, no goce de la independencia judicial, es una parte imparcial,
siendo su imparcialidad superior incluso a la de los jueces.
A) PRINCIPIOS DE ORGANIZACIÓN
a) Unidad
El Ministerio Fiscal goza de una sola personalidad jurídica, es único para todo
el Estado.
En la cúspide se encuentra el Fiscal General del Estado, quien ostenta la
Jefatura del Ministerio Fiscal y su representación en todo el territorio nacional. Le
corresponde dictar órdenes singulares o instrucciones sobre la interpretación de
las leyes, que se convierten en fuente del Derecho.
b) Dependencia
El principio de dependencia jerárquica y se convierte en el complemento
imprescindible del principio de unidad, informando ambos el funcionamiento
interno de la Fiscalía.
Todos los fiscales actúan bajo las órdenes y la supervisión de sus superiores:
los abogados fiscales y fiscales están sometidos a los mandatos instrucciones
que pueda impartir el Fiscal Jefe de la AP, AN, TSJ o Fiscal de Sala del TS y
dichos Fiscales Jefes están sometidos a las órdenes inmediatas del Fiscal
General del Estado.
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B) ÓRGANOS
La Fiscalía aparece configurada como una pirámide, en cuya cúspide se sitúa el
Fiscal General del Estado, asistido por el Consejo Fiscal, la Junta de Fiscales de
Sala, la Inspección Fiscal, la Secretaría Técnica, la unidad de apoyo y por los Fiscales
de Sala.
Por debajo del Fiscal General del Estado se encuentran las Fiscalías del TC, TS,
de la AN y Fiscalías especializadas, la Fiscalía de los TSJ y las Fiscalías de las AP.
En cada una de estas Fiscalías existe un Fiscal Jefe, un Teniente Fiscal y una
pluralidad de Fiscales con sus categorías oportunas, Fiscal de Sala en el TS, Fiscales
y Abogados Fiscales.
C) ESTATUTO
La nota más característica del estatuto de los miembros del Ministerio Fiscal reside
en su similitud con el de Jueces y Magistrados.
El ingreso en el Cuerpo de Fiscales se efectúa mediante oposición libre y conjunta
con los aspirantes a jueces. Su régimen retributivo es idéntico al de los jueces y
magistrados y los requisitos de capacidad, las prohibiciones, incompatibilidades y
situaciones administrativas son similares a las que rigen para los jueces y
magistrados.
3. Principios de actuación
A) LEGALIDAD. LA OPORTUNIDAD REGLADA
Por el principio de legalidad, el Ministerio Fiscal actuará con sujeción a la
Constitución, a las leyes y demás normas que integran el ordenamiento jurídico
vigente.
Si un determinado miembro del Ministerio Fiscal estimada contraria al principio de
legalidad una determinada orden dictada por su superior, podrá mostrar su
discrepancia ante la Junta de Fiscales. Pero el informe de dicha junta no es
vinculante, por lo que el fiscal subordinado tendrá que acatar, en último término, la
orden de su superior.
La vigencia del principio de legalidad no se pone a que pueda instaurarse en
nuestro ordenamiento un principio de oportunidad reglada, cuyo fundamento
descansa en la necesidad de conciliar aquel principio de legalidad con la protección
del interés público y los derechos de los ciudadanos. Por eso, el Ministerio Fiscal está
constitucionalmente legitimado para no incoar un determinado procedimiento penal
bajo el previo cumplimiento de determinados presupuestos o para adoptar o instar
incluso el sobreseimiento de un determinado proceso bajo condición de cumplimiento
de unas determinadas prestaciones inmediatas y/o futuras.
B) IMPARCIALIDAD
Debido a la circunstancia de que el Ministerio Fiscal no defiende derechos o
intereses propios, sino ajenos, así como los bienes intereses públicos socialmente
relevantes, Su actuación en el proceso es la propia de una parte imparcial. El
Ministerio Fiscal, al ser parte del proceso, no puede ser recusado, pero está obligado
a abstenerse por las mismas causas de abstención que rigen para los jueces y
magistrados.
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4. Funciones del Ministerio Fiscal
Las funciones del Ministerio Fiscal son las siguientes:
B) FUNCIÓN SUBJETIVA
Desde un punto de vista subjetivo, en su calidad de defensa de los derechos de
los ciudadanos, al Ministerio Fiscal le corresponde ejercer en materia de
responsabilidad penal de menores las funciones que le encomienda la legislación
específica, debiendo orientar su actuación a la satisfacción del interés superior del
menor; intervenir en los procesos civiles que determine la ley cuando esté
comprometido el interés social o cuando puedan afectar a personas menores,
incapaces o desvalidas y velar por la protección social puede cesar de las víctimas.
Para esto, se le confieren al Ministerio Fiscal determinadas facultades:
‐ Recabar información de todos los procedimientos
‐ Emitir órdenes instrucciones a los miembros de la Policía Judicial
‐ Practicar detenciones preventivas y efectuar las Diligencias Informativas,
previas a las diligencias previas del Juez de Instrucción, las cuales han de ser
respetuosas con el principio de contradicción y el derecho de defensa, sin que
puedan durar más de seis meses, hasta que finalicen mediante archivo o
presentación de denuncia o querella ante el Juez de Instrucción.
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LECCIÓN 14: EL PERSONAL COLABORADOR DE LA
JUSTICIA
2. La policía judicial
La policía auxilia a los Juzgados y Tribunales y al Ministerio Fiscal en la averiguación
de los delitos y el descubrimiento y aseguramiento de los delincuentes. Los funcionarios
que componen dicha policía judicial son las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado,
las policías autonómicas y las policías locales de los Ayuntamientos.
Junto a esta policía judicial genérica, el RD 769/1987 adscribió también a los
Juzgados, Tribunales y Ministerio Fiscal unidades orgánicas de la policía judicial que,
procedentes de las referidas FFCCS, actúan bajo la directa inmediación de los Fiscales,
en las diligencias informativas previas a las judiciales, de los Jueces de Instrucción en
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los sumarios y en la fase del juicio oral de los Jueces de lo Penal y de las Audiencias
Nacional y Provinciales.
Pero la dependencia de la policía judicial de los órganos jurisdiccionales es solo
funcional y no orgánica, dependiendo en este último aspecto de sus mandos naturales,
quienes les pueden encomendar otros cometidos de prevención y seguridad ciudadana.
Las funciones de la policía judicial son específicamente:
‐ La averiguación acerca de los responsables y circunstancias de los hechos
delictivos y su detención.
‐ El auxilio a la autoridad judicial y fiscal en cuantas actuaciones deba realizar fuera
de su sede y requieren la presencia policial.
‐ La realización material de las actuaciones que exijan el ejercicio de la coerción y
ordenase la autoridad judicial o fiscal.
‐ La garantía del cumplimiento de las órdenes y resoluciones de la autoridad judicial
o fiscal.
‐ Cualquiera otra de la misma naturaleza en que sea necesaria su cooperación o
auxilio y lo ordenase la autoridad judicial o fiscal.
60
LECCIÓN 15: LOS ABOGADOS Y PROCURADORES
61
entrañan una disposición del proceso, como es el caso de la renuncia,
desistimiento, transacción o allanamiento, o para la Interposición de una querella.
A) CONCEPTOS Y REQUISITOS
Son Abogados quienes, incorporados a un Colegio español de Abogados, se dedican
de forma profesional al asesoramiento, concordia y defensa de los intereses jurídicos
ajenos, públicos o privados.
El Abogado puede desempeñar hoy su profesión en todo el territorio nacional y en el
de la UE.
Su función es incompatible con la función de Procurador y con cargos, empleos o
funciones públicas, o con la actividad de auditoría de cuentas. Han de aceptar
libremente la defensa, sin que los demás compañeros puedan asumir la defensa de un
cliente de la cartera de otro Abogado sin la “venia” expresada del Abogado originario.
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En el arrendamiento de obra, el Abogado es contratado para la realización de un
determinado trabajo pre-contencioso.
En el supuesto que se les nombre de oficio, nos encontramos ante un mandato legal
o atípico, que encuentra su causa en la obligación de estos profesionales en asumir la
defensa de oficio como consecuencia de la relación jurídico-pública que les liga con el
Estado y que les obliga a cumplir con el mandato constitucional, según el cual a ningún
ciudadano se le puede ocasionar indefensión.
Si el beneficiario de este servicio viniese a mejor fortuna o gozasen de recursos para
litigar, deben satisfacer los derechos del Procurador y honorarios del Abogado. Lo
mismo ocurre cuando el beneficiario rechace la designación de su Abogado de oficio y
nombre a un Abogado de confianza.
A) EN EL PROCESO CIVIL
No es preceptiva la intervención de Procurador:
‐ En los juicios verbales cuya cuantía no exceda de 900 € y para la petición inicial
de los procedimientos monitorios
‐ En los juicios universales, cuando se limite la comparecencia a la presentación
de títulos de crédito o derechos
‐ En los incidentes relativos a impugnación de resoluciones en materia de
asistencia jurídica gratuita
No es preceptiva la intervención de Abogado en:
‐ Los juicios verbales cuya cuantía no exceda de 900 € y la petición inicial de los
procedimientos monitorios
‐ Los escritos que tengan por objeto personarse en juicio, solicitar medidas
urgentes o pedir la suspensión urgente de vistas
B) EN EL PROCESO PENAL
Como consecuencia de la vigencia del derecho del investigado a defenderse por sí
mismo o a contar con un Abogado de su elección, ha de reconocerse la validez tanto de
la defensa privada del imputado, como de la pública de su Abogado defensor. La LECrim
otorga plena validez a determinados actos procesales que puede realizar el imputado
sin la asistencia de su Abogado. Tales actos son los siguientes:
‐ El derecho de habeas Corpus
‐ El auto del Juez elevando la detención a prisión provisional
‐ La recusación de los peritos
‐ El juicio por delitos leves
C) EN EL PROCESO CONTENCIOSO-ADMINISTRATIVO
En el proceso contencioso-administrativo es preceptiva la intervención de Abogado y
de Procurador ante todos los órganos colegiados con las siguientes especialidades:
‐ En el proceso abreviado y ante todas las actuaciones que transcurran ante los
Juzgados de lo contencioso-administrativo, el Abogado puede asumir la
representación procesal
‐ En los asuntos de personal o que promuevan los funcionarios y demás empleados
sobre su relación funcionarial pueden comparecer personalmente, sin la
asistencia del Abogado y del Procurador
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D) EN EL PROCESO DE TRABAJO
En la primera instancia no es preceptiva la intervención del Abogado ni del
Procurador. En las demás instancias, es preceptiva la intervención del Abogado.
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SECCIÓN QUINTA: LA TUTELA JUDICIAL
EFECTIVA
LECCIÓN 16: EL DERECHO A LA TUTELA JUDICIAL
EFECTIVA
65
En referencia a las partes pasivas, también les asiste el derecho a la tutela, para
lo cual es necesario que conozcan la instauración de un proceso en su contra.
Resulta contrario al derecho a la tutela establecer una fianza desproporcionada
al demandado declarado pobre.
Lo mismo ocurre en el proceso penal, en el que el ciudadano debe conocer la
previa existencia del proceso, para lo cual se hace obligado la comunicación
personal de los actos que tengan por objeto su comparecencia. Para poder
ejercitar con eficacia su derecho de defensa, se le tiene que poner en
conocimiento la imputación contra el existente en una lengua que comprenda o
ser asistido por un intérprete.
d) Derecho de acceso a todas las instancias
Éste derecho de acceso al proceso lo es a todas y cada una de sus instancias.
Hay que distinguir el acceso a la primera estancia de las demás. En la primera
instancia rige este derecho fundamental con toda su amplitud, de manera que no
puede el legislador limitar o condicionar su ejercicio. Sin embargo, el derecho de
acceso a los recursos tiene que ser con arreglo al sistema de recursos
preestablecido y bajo el cumplimiento de todos y cada uno de los requisitos que
condicionan su admisibilidad.
La libertad del legislador a la hora de establecer el régimen de recursos tiene un
límite en el proceso penal, según el cual toda persona declarada culpable de un
delito tendrá derecho a que el fallo condenatorio y la pena que se haya impuesto
sean sometidos a un tribunal superior.
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Debido al mandato constitucional conforme al cual las sentencias serán siempre
motivadas, el TC ha considerado incluido en el derecho a la tutela, la obligación
de los Juzgados y Tribunales de motivar las Sentencias.
Este deber constitucional tiene que dar respuesta al objeto procesal trazado por
las partes. Así, la Sentencia, ha de ser motivada en los hechos, lo que implica la
determinación de los hechos probados y la expresión del razonamiento por el cual
el tribunal obtiene su conclusión. También tiene que ser motivada en los
fundamentos de derecho, en el que se tiene que invocar el derecho aplicable
interpretarlo adecuadamente.
Así, cuando la Sentencia no sea motivada, incurra en un error patente o
contenga una fundamentación irrazonada, puede vulnerar el derecho a la tutela y
abrir las puertas al recurso de amparo.
c) El derecho a la obtención de una sentencia congruente
Las Sentencias tienen que ser congruentes con las pretensiones y resistencias
de las partes.
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LECCIÓN 17: LA ASISTENCIA JURÍDICA GRATUITA
B) PERSONAS JURÍDICAS
La LAJG extiende el reconocimiento del derecho de asistencia jurídica gratuita a
determinadas personas jurídicas, tales como las Fundaciones inscritas en el Registro
correspondiente y las Asociaciones de utilidad pública.
La Ley atiende a la finalidad de las personas jurídicas, reconociendo el derecho a la
asistencia jurídica gratuita únicamente a las personas jurídicas de interés general. Así,
las personas jurídicas sin ánimo de lucro o que persigan como fin la protección del medio
ambiente, tendrán derecho a la asistencia jurídica gratuita, siempre que cumplan los
requisitos.
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También se prevé el reconocimiento excepcional del derecho a personas cuya
situación económica exceda del módulo legal, pero que afrontan unas circunstancias
que deben ser ponderadas y que hacen conveniente ese reconocimiento. En todo caso,
cuando el solicitante ostente la condición de ascendiente de una familia numerosa de
categoría especial, también se le reconocerá el derecho a la asistencia jurídica gratuita.
No será necesario acreditar la insuficiencia de recursos para litigar cuando la solicitud
se realice por las víctimas de violencia de género o por víctimas de terrorismo. No
obstante, si con posterioridad no se les reconoce el derecho, éstas deben abonar al
Abogado los honorarios devengados por su intervención.
Sobre las personas jurídicas que pueden acogerse a este derecho, se entenderá que
hay insuficiencia de recursos económicos cuando su base imponible en el impuesto de
sociedades fuese inferior a la cantidad equivalente al triple del salario mínimo
interprofesional.
Solo podrán gozar de dicho derecho quienes litiguen o vayan a defender en juicio
derechos o intereses propios. Este requisito no puede operar en relación a un proceso
penal.
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La naturaleza administrativa del procedimiento no significa que los órganos
jurisdiccionales estén ausentes en el reconocimiento, ya que la Ley garantiza el control
judicial sobre la aplicación efectiva del derecho, otorgando al Juez o Tribunal que esté
conociendo del proceso principal, la competencia para el conocimiento de las
impugnaciones que se promuevan contra las resoluciones adoptadas por las
Comisiones.
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SECCIÓN SEXTA: EL PROCESO
LECCIÓN 18: EL PROCESO
1. Concepto
El proceso puede ser definido como el instrumento que ostenta la Jurisdicción para
la resolución definitiva e irrevocable de los conflictos intersubjetivos y sociales.
El proceso pertenece a la heterocomposición, por cuanto la resolución del conflicto
se encomienda a un tercero imparcial, situado supra partes. Pero se diferencia de esta
institución, tanto por la causa del encargo que recibe el tercero como por su estatuto
jurídico.
El proceso es el instrumento que tiene el Poder Judicial para resolver los conflictos
que ante sus órganos se les planteen.
2. Notas esenciales
El proceso se caracteriza por una relación triangular, del que se destaca la
supremacía del tercero-juez y la situación de enfrentamiento o contradicción en la que
se encuentran las partes, las cuales se demás denominan actor o demandante y
demandado en el proceso civil, laboral y administrativo, y parte acusadora y defensa
en el proceso penal.
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veracidad y probidad y de actuar con buena fe procesal, y de colaborar con los órganos
jurisdiccionales para una buena marcha del proceso.
A) ELEMENTOS
En toda pretensión puede observarse la concurrencia de los siguientes elementos o
requisitos:
a) Subjetivo: la legitimación
La pretensión tan solo puede ser deducida por quien ostenta la legitimación
activa y tan solo puede ser dirigida contra quien tiene la legitimación pasiva.
La legitimación es una relación jurídica que liga a la parte demandante y
demandada con el derecho. Es una relación jurídica material y forma parte de la
fundamentación de la pretensión.
La legitimación puede ser activa o pasiva. Un actor ostenta legitimación activa
cuando se encuentra en la relación requerida por la norma para solicitar del
demandado el reconocimiento o constitución de un derecho. Está legitimado
pasivamente un determinado demandado, cuando la pretensión se ha dirigido
frente al sujeto responsable de la perturbación del derecho o situación jurídica.
b) Objetivos
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Los elementos objetivos de la pretensión vienen determinados por la petición y
la fundamentación fáctica y jurídica.
La petición es la declaración de voluntad a la que se contrae la pretensión.
Dicha declaración se suele plasmar en el suplico de los escritos de alegaciones
de las partes y en él se individualiza la pretensión, a la vez que se determina
también el objeto del proceso. La petición establece los límites de la obligación
de la congruencia judicial, de tal modo que el órgano jurisdiccional no podrá
otorgar más de lo pedido por el actor, ni menos de lo resistido por el demandado,
ni cosa distinta a lo solicitado por ambas partes.
La petición precisa de una fundamentación fáctica.
Por tanto, el objeto del proceso queda integrado en nuestro ordenamiento por
la identidad de las partes y la petición más la fundamentación fáctica.
B) CLASES DE PRETENSIONES
Atendiendo a su naturaleza, las pretensiones pueden clasificarse en declarativas,
de condena y constitutivas.
En las pretensiones se intenta obtener del Juez el reconocimiento o la declaración
de un determinado derecho subjetivo o situación jurídica individualizada. Están dirigidas
a obtener la condena judicial del deudor al cumplimiento de una determinada prestación
de dar, hacer o no hacer. También tienen por objeto conseguir la creación, modificación
o anulación de un derecho o de una situación jurídica.
En el proceso civil tienen cabida todas y cada una de las referidas pretensiones, en
tanto que en el proceso penal las pretensiones son siempre de condena.
C) REQUISITOS FORMALES
La pretensión ha de reflejarse en el escrito de alegaciones de las partes destinado a
tal efecto.
El acto procesal en el que se interpone la pretensión es la demanda y en ella se
confunden el ejercicio del derecho de acción y el derecho de la formalización de la
pretensión.
En otros procesos, el momento del ejercicio de la acción y el de la interposición de la
pretensión aparecen distanciados procedimentalmente.
A) JURÍDICA
La primera nota que diferencia la satisfacción procesal de la obtenida mediante otros
medios de solución de conflictos es la de estar fundada en el Derecho objetivo. La
satisfacción procesal se caracteriza por estar necesariamente fundada en Derecho.
B) RAZONADA
La sentencia tiene que estar formal y materialmente motivada, es decir, la
satisfacción jurídica ha de ser razonada y razonable. Para garantizar este requisito de
la sentencia existen los medios de impugnación.
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C) COMPLETA
El Ordenamiento le garantiza al actor la posibilidad de obtener una satisfacción
completa de su pretensión.
D) ESTABLE
La satisfacción jurídica debe ser permanente e irrevocable. Para garantizar en
definitiva el principio constitucional de seguridad jurídica, surge la institución de la cosa
juzgada, que consiste en evitar que pueda reproducirse el conflicto en otro proceso
entre las mismas partes, siempre y cuando la causa sea la misma.
E) PRÁCTICA
La satisfacción jurídica debe ser real o práctica. Por eso, otro de los efectos positivos
de la cosa juzgada es su ejecutoriedad. Para llevar a cabo los fallos de los tribunales,
existe el proceso de ejecución, ejecución forzosa o vía de apremio.
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LECCIÓN 19: PRINCIPIOS Y ESTRUCTURA DEL
PROCESO
A) CONTRADICCIÓN
La existencia de dos posiciones enfrentadas, la del actor que interpone su pretensión
y la del demandado oponiéndose a la misma, constituye una nota esencial de todo
proceso. La evidencia no puede lograrse sino mediante la oposición entre dos tesis
contrapuestas.
Un proceso está presidido por el principio de contradicción cuando a ambas partes
se les permite acceder al proceso a fin de poder hacer valer sus respectivas
pretensiones y defensas.
Del principio de contradicción pueden destacarse las siguientes notas esenciales:
a) El derecho de acceso al proceso
El primer presupuesto que se deriva del principio de contradicción es la garantía
del libre acceso a los Tribunales, a fin de que las partes puedan ejercitar sus
respectivos derechos de acción y de defensa, y acceder al proceso, tanto a su
fase declarativa como a cualquiera de sus instancias. Dicho acceso ha de ser
efectivo. Esta efectividad se obtiene prohibiendo todos los obstáculos que puedan
limitar o restringir la comparecencia de las partes en el proceso.
b) La adquisición del status de parte
El principio de contradicción exige que el ordenamiento procesal confiera a las
partes dentro del proceso el status procesal de parte para que puedan hacer valer
sus pretensiones y defensas.
El principio de contradicción exige también que la parte pasiva pueda conocer
la pretensión, para poder contestarla con eficacia. En el proceso civil se efectúa
a través del traslado de la demanda; en el administrativo, mediante la remisión
del expediente; y en el penal, con la puesta en conocimiento de la imputación.
A partir de aquí, todos los actos procesales están también presididos por el
principio de contradicción.
c) El derecho a la última palabra
Es la última manifestación del principio de contradicción en la primera instancia
penal. Éste derecho es de inexcusable cumplimiento, no solo en el proceso penal,
sino también en el procedimiento administrativo de carácter sancionador, lo que
no impide que haya de configurarse como un derecho potestativo del acusado,
pues puede renunciar a él.
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B) IGUALDAD DE ARMAS
El principio de contradicción es complementado con el de igualdad de armas, según
el cual, es preciso que ambas partes procesales tengan idénticas posibilidades y cargas
de alegación, prueba e impugnación.
Al ser este un principio consustancial al proceso, ha de estar presente en todas y
cada una de sus instancias, hasta la obtención de una resolución definitiva y firme.
B) EL PRINCIPIO ACUSATORIO
El principio acusatorio informa el objeto del proceso penal. Un proceso penal está
presidido por el principio acusatorio cuando las fases de instrucción y de juicio oral se
encomiendan a dos distintos órganos jurisdiccionales y la acusación es encomendada
a un sujeto distinto al órgano jurisdiccional.
Se dan las siguientes notas esenciales:
a) Desdoblamiento de la función instructora y decisora
Las funciones de instrucción y las de enjuiciamiento y decisión han de estar
encomendadas a dos órganos distintos, para prevenir el prejuzgamiento y evitar
que el acusado sea juzgado por un órgano falto de imparcialidad.
La fase instructora es encomendada al Juez de Instrucción, a quien se le
atribuye la función de investigar el hecho punible y averiguar el presunto autor.
La fase de juicio oral la Sentencia es conferida, bien a los Juzgados de lo Penal,
bien a las Audiencias Provinciales.
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b) Distribución de las funciones de acusación y de decisión
El principio acusatorio exige también el desdoblamiento de las funciones de
acusación y de decisión. Lo importante es que la fase de juicio oral sea abierta
necesariamente a instancia de la acusación, es decir, que exista una parte,
distinta al tribunal decisorio, que formalice y mantenga la acusación.
La función de la acusación se otorgó a un órgano esencialmente imparcial, el
Ministerio Fiscal, expresamente sometido al cumplimiento del principio de
legalidad. Pero no solo tiene el Ministerio Fiscal el ejercicio de la acción penal,
sino que también puede ejercer la acusación particular o popular.
c) Congruencia
Constituye una nota del principio acusatorio la existencia de una determinada
vinculación entre la pretensión y la sentencia penal.
El fallo sobre la pretensión penal debe fundarse en el hecho punible y la
identidad del encausado. Existirá una vulneración del principio acusatorio
cuando la sentencia condene al acusado por un hecho punible que no haya sido
objeto de acusación.
La congruencia penal también opera en la segunda instancia, mediante la
prohibición de la “reformatio in peius”, mediante lo cual no se puede gravar más
a un apelante de lo que ya estaba por la sentencia recurrida.
A) EL PROCESO DE DECLARACIÓN
El proceso o fase declarativa está compuesto por un conjunto de actos procesales
que tienden a lograr del tribunal la satisfacción de la pretensión mediante una resolución
judicial de contenido determinado.
El proceso declarativo se estructura en las siguientes fases esenciales: alegaciones,
pruebas, conclusiones, sentencia e impugnación.
a) Fase de alegaciones
La fase de alegaciones tiene por finalidad introducir el objeto procesal con todos
sus elementos esenciales. Dicho objeto está integrado por la pretensión, de cuyos
elementos hay que destacar:
‐ Elementos subjetivos: la determinación del órgano jurisdiccional competente
y la de las partes procesales
‐ La petición y los hechos con relevancia jurídica que la fundamentan
En el proceso civil, el acto de postulación más importante es la demanda, que
supone el ejercicio del derecho de acción y de la pretensión.
En el proceso penal y en el contencioso-administrativo, la acción se ejercita en
el acto de iniciación del proceso penal o en el de la interposición del recurso
contencioso-administrativo.
b) Fase de prueba
Para que el proceso de declaración pueda cumplir con su finalidad, se ha de
conceder a las partes la posibilidad de solicitar la apertura de la fase probatoria,
a fin de poder evidenciar ante el juez la concurrencia de los fundamentos fácticos,
tanto de la pretensión, como de la defensa.
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A las partes les corresponde la proposición y práctica de la prueba, mediante la
instauración del principio contradictorio. Los jueces también pueden, de oficio,
disponer de la práctica de medios de prueba e intervenir en la misma, formulando
preguntas a las partes, testigos y peritos.
c) Fase de conclusiones y sentencia
El término conclusiones es diferente en función del orden jurisdiccional.
El proceso civil, las conclusiones consisten en un resumen de los hechos
relevantes y en una valoración del resultado de las pruebas practicadas sobre
tales hechos. En esta fase no podrán alegarse hechos nuevos.
En el proceso penal, las denominadas conclusiones definitivas son actos de
postulación mediante los cuales las partes deducen definitivamente sus
respectivas pretensiones, con arreglo al resultado de la prueba.
La Sentencia pone fin al proceso de manera definitiva, resolviendo el fondo del
asunto, ya sea estimando o desestimando a las pretensiones de las partes.
d) Los recursos
Frente a la resolución judicial que pone fin al proceso de declaración, la parte
que se sienta perjudicada dispone de un conjunto de actos de postulación
(recursos), a través de los cuales pueden obtener su revisión.
En el proceso civil, el derecho a los recursos no es absoluto, porque su ejercicio
se encuentra condicionado al cumplimiento de los requisitos legalmente
establecidos, cuya concurrencia debe ser exclusivamente valorada por el órgano
judicial.
En el proceso penal, toda persona declarada culpable de un delito tendrá
derecho a que el fallo y la pena que se haya impuesto sean sometidos a un
tribunal superior.
B) EL PROCESO DE EJECUCIÓN
Para que la tutela judicial sea efectiva precisa de la intervención de los órganos
judiciales, tras la resolución del conflicto, para dar cumplimiento a la sentencia.
Se llama proceso de ejecución a las actuaciones que tienen como finalidad realizar
por la fuerza lo ordenado en un título definitivo e irrevocable, sustituyendo la conducta
del ejecutado a fin de obtener su cumplimiento.
En el proceso de ejecución, el Estado adquiere protagonismo, en la medida en que
es el sujeto principal y el único legitimado para realizar las actuaciones que integran el
proceso de ejecución. Solo a él corresponden los mecanismos de la coacción jurídica y
la potestad de invadir la esfera de los derechos subjetivos de los particulares.
C) EL PROCESO CAUTELAR
El proceso o tutela cautelar es la respuesta a una necesidad creada por el propio
proceso de declaración.
Con el fin de garantizar el derecho a la ejecución de las resoluciones judiciales, ha
de regir también el derecho a la tutela cautelar, el cual asiste a las partes procesales a
obtener del Juez o Tribunal la adopción de las medidas que resulten necesarias para
asegurar la efectividad del futuro pronunciamiento de fondo.
Dicho concepto es plenamente válido para las medidas cautelares que se adopten
en los órdenes jurisdiccionales civil, contencioso-administrativo y laboral. En relación
con el proceso penal, las medidas cautelares cumplen también otros objetivos, tales
como el de evitar la destrucción o desaparición de las fuentes de prueba e incluso el
ludir el riesgo de que el imputado pueda cometer otros hechos delictivos.
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LECCIÓN 20: CLASES DE PROCESOS
B) PROCESOS ESPECIALES
La característica primordial de estos procesos reside en la especialidad de su objeto.
En estos procedimientos especiales tan solo se puede debatir la relación jurídico-
material para cuya protección fue creado.
Tales relaciones jurídicas pueden serlo de cualquier naturaleza, tanto dispositivas
como no dispositivas.
Se asemejan con los procesos ordinarios en que las sentencias que se derivan de
ellos gozan asimismo de la plenitud de los efectos materiales de la cosa juzgada.
C) PROCESOS SUMARIOS
El proceso sumario se caracteriza por tener una cognición limitada a un solo aspecto
o parte de la relación material debatida. Por tanto, las partes tienen limitados sus medios
de ataque y, sobre todo, de defensa.
Las sentencias recaídas en los procesos sumarios no producen los efectos
materiales de la cosa juzgada o los limitan a la relación jurídica material debatida en él.
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3. Tipología material de procesos
El proceso es un instrumento de la Jurisdicción para la solución de los conflictos
mediante la aplicación del Derecho objetivo a los casos concretos. Pueden distinguirse
de los procesos para la aplicación del Derecho Público, de aquellos en los que se
individualizan normas del Derecho Privado.
A) EL PROCESO PENAL
El proceso penal se encuentra regulado por la Ley de Enjuiciamiento Criminal. El
objeto del proceso penal es la pretensión punitiva, que consiste en la petición de
aplicación de una pena al encausado, fundamentada en la presunta comisión de un
hecho punible. Las pretensiones penales son siempre de condena y su elemento
esencial lo constituye el hecho punible y la identidad de su autor. La pretensión penal
es ejercitada por las partes acusadoras, que se enfrentan a la defensa, integrada por
dos sujetos procesales, el imputado y su abogado defensor. El proceso penal se rige
por el principio acusatorio.
El procedimiento penal aparece dividido en dos fases: la instructora y la del juicio
oral.
La fase instructora transcurre ante el juez de instrucción y su función consiste en
preparar el juicio oral. El juez instructor ha de practicar actos de investigación y medidas
de aseguramiento o cautelares.
Cuando finalice la fase instructora comenzará la fase del juicio oral, que está
presidida por los principios de oralidad, inmediación y publicidad. Esta fase está
destinada a formalizar la acusación y a probar los hechos que la fundamentan, tras lo
cual, el Juez o Tribunal pronuncia su Sentencia.
En el proceso penal existen tres procesos ordinarios y ciertos procesos especiales:
‐ Los procesos ordinarios se denominan el sumario ordinario, para el
conocimiento de delitos con penas privativas superiores a los nueve años.
‐ El proceso penal abreviado, para el enjuiciamiento de los demás delitos graves
y menos graves con diligencias previas atribuidas a los jueces de instrucción.
‐ Los juicios de faltas para el conocimiento de los delitos leves, de los que
conocen los juzgados de instrucción.
‐ Otros procesos son el proceso ante el Tribunal del Jurado, para el
enjuiciamiento de relevantes delitos, y los juicios rápidos para el enjuiciamiento
de delitos menos graves
Los procesos especiales son muy escasos y pueden dividirse en especiales por razón
de las personas y por razón de la materia.
B) EL PROCESO ADMINISTRATIVO
A los Juzgados y Tribunales de lo contencioso-administrativo les corresponde
conocer del recurso contencioso-administrativo. Dicho recurso puede ser interpuesto
tanto contra actos administrativos, como contra Reglamentos y demás disposiciones
con rango inferior a la Ley, y puede pedirse la anulación del acto o disposición
impugnada y la condena a la Administración al reconocimiento de una situación jurídica
individualizada, de un determinado derecho subjetivo o al pago de una indemnización
de daños y de perjuicios.
Las pretensiones administrativas son siempre declarativas puras o mixtas:
‐ Declarativas de nulidad o constitutivas de anulación del acto o disposición
impugnada
‐ De condena al cumplimiento por la administración de una determinada prestación.
Existen dos procesos administrativos ordinarios y cinco especiales. El recurso
contencioso-administrativo ordinario está regido por el principio dispositivo.
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Los procesos especiales están integrados por el de lesividad, el de personal, de
suspensión de acuerdos de las corporaciones locales, el contencioso electoral y el
proceso de protección jurisdiccional de los derechos fundamentales.
C) EL PROCESO CONSTITUCIONAL
Los procesos que pueden plantearse ante el Tribunal Constitucional se regulan por
la Constitución y la LOTC. Están informados por los principios dispositivo, escritura y
única instancia. Pueden clasificarse en dos grandes grupos:
a) Protección de derechos fundamentales
La función de protección de los derechos fundamentales la efectúa el TC
mediante el recurso de amparo, a través del cual se puede hacer valer cualquier
derecho fundamental. Para esto, es necesario cumplir con determinados
requisitos previos, de entre los que destaca el cumplimiento del principio de
subsidiariedad, que obliga a plantear el amparo ante los Tribunales ordinarios
antes de acudir al TC.
b) Control constitucional de la legalidad
La función de control constitucional de la legalidad, a fin de obtener la sumisión
efectiva de todos los poderes del Estado a la Constitución, se realiza a través de
tres procedimientos:
- Conflictos de competencia: los conflictos constitucionales de competencia
los pueden plantear tanto el Estado, como las CCAA y las corporaciones
locales. Se pueden trasladar al TC disposiciones o actos que puedan vulnerar
el reparto de competencias y será este Tribunal el que decide a quién le
corresponde ejercer la competencia.
- Control abstracto de la constitucionalidad: esta función se ejercita
mediante el recurso de inconstitucionalidad, que pueden plantearse contra
las Leyes y disposiciones con rango de Ley que puedan infringir la CE.
Mediante este recurso, el TC anula aquellas leyes que vulneran la
Constitución.
- Control concreto de la constitucionalidad: el control concreto de la
constitucionalidad se efectúa a través del planteamiento de la cuestión de
inconstitucionalidad. Dicha cuestión es una duda que puede tener, en el
curso de un proceso, un Juez o Tribunal acerca de la constitucionalidad de
una Ley aplicable a un caso concreto. El órgano judicial tiene que suspender
el plazo para dictar Sentencia y traslada dicha duda al TC. Si éste estima dicha
cuestión, la norma es anulada.
D) EL PROCESO LABORAL
El proceso laboral transcurre ante los Juzgados de lo Social. Estos órganos son los
ordinarios especializados en la aplicación del Derecho del Trabajo.
El proceso ordinario está informado por el principio dispositivo, entre otros. Es un
proceso ágil, sencillo, rápido, poco costoso para las partes y que posibilita averiguar la
verdad.
En él se puede hacer valer cualquier pretensión fundada en el Derecho del Trabajo.
Lo común es que estas pretensiones sean mixtas, es decir, de un lado pretendan el
reconocimiento de una determinada relación laboral o derecho subjetivo y, de otro, la
condena a la otra parte al cumplimiento de una prestación.
La principal característica del procedimiento laboral es la oralidad, que permite un
tratamiento concentrado del material de hecho, lo que dota al proceso de trabajo de una
gran rapidez. También rige en este proceso el principio de investigación, que autoriza al
Juez a apreciar de oficio la concurrencia de los presupuestos procesales.
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E) EL PROCESO CIVIL
Los procesos civiles transcurren ante los órganos jurisdiccionales del orden civil. La
pretensión civil ofrece la característica de estar fundada en normas pertenecientes al
Derecho Privado. La relación jurídico material pertenece, pues, al dominio de las partes,
por eso, en el proceso civil, el principio dispositivo sea el principal.
En la actualidad, existen dos procesos ordinarios con un gran número de procesos
especiales y sumarios. Los procesos ordinarios son:
- El ordinario, para el conocimiento de pretensiones con un valor económico
superior a los 6000 €
- El juicio verbal, para las demás demandas de cuantía inferior
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LECCIÓN 21: LOS ACTOS PROCESALES
1. Concepto
Actos procesales son los actos jurídicos realizados por la autoridad jurisdiccional, las
partes o por terceros, a través de los cuales, el proceso se realiza y que producen sus
efectos en la constitución, desarrollo y fin del mismo. El elemento esencial que distingue
el acto procesal consiste en su finalidad, que es la de estar destinada única y
exclusivamente a producir efectos procesales.
Los hechos procesales son aquellos determinados por acontecimientos o
fenómenos de la naturaleza, a los que el Derecho objetivo atribuye afectos en el
proceso.
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Atendiendo al sujeto destinatario del plazo o término, se puede distinguir entre actos
propios, que son los dirigidos a las partes procesales o a los terceros que intervienen
en el proceso, y actos impropios o judiciales, fijados para la realización de actos por
los órganos jurisdiccionales.
La inobservancia de los plazos propios provoca la preclusión del trámite
correspondiente, es decir, la pérdida de la posibilidad legal de realizarlo. Cuando se trata
de plazos impropios o judiciales, su incumplimiento no impide que el órgano judicial
pueda y deba realizar el acto de que se trate.
Los plazos son improrrogables, no obstante, podrán ser interrumpidos y demorados
en caso de fuerza mayor que impida cumplirlos.
A) SUPUESTOS
La LOPJ dispone que serán nulas de pleno derecho las actuaciones judiciales en los
casos que se relacionan:
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a) Cuando se produzcan con manifiesta falta de jurisdicción o de competencia
objetiva o funcional
b) Cuando se realicen bajo violencia o intimidación. La nulidad que se declare en
este supuesto alcanzará también a las actuaciones directamente relacionadas
con él.
c) Cuando se prescinda de normas esenciales del procedimiento, siempre que, por
esa causa, haya podido producirse indefensión. Por normas esenciales del
procedimiento cabe entender todas las que sitúan en indefensión efectiva a una
o ambas partes actuantes.
d) Cuando se realicen sin intervención de abogado, en los casos en que la Ley la
establezca como preceptiva.
e) Cuando se celebren vistas sin la preceptiva intervención del Secretario Judicial.
En este caso, son tres los requisitos que determinan la nulidad del acto procesal:
- Que se haya celebrado una vista
- Que no haya sido intervenida por el Letrado de la Administración de Justicia
- Que dicha intervención sea preceptiva
f) Cuando se resolvieran mediante diligencias de ordenación o decretos cuestiones
que, conforme a la Ley, hayan de ser resueltas por medio de providencia, auto o
sentencia
g) En los demás casos en los que las leyes procesales así lo establezcan.
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LECCIÓN 22: CLASES DE ACTOS PROCESALES
A) ACTOS DE POSTULACIÓN
Los actos de postulación son actos de las partes para solicitar del órgano
jurisdiccional una resolución de contenido determinado. El Juez debe valorar su
admisibilidad y fundabilidad. La admisibilidad consiste en la actitud del acto para que su
contenido deba tomarse en consideración por el Juez. La fundabilidad es la idoneidad
del acto, desde el punto de vista del derecho material, para alcanzar la finalidad
perseguida.
Los actos de postulación pueden subdividirse en actos de petición, de alegación y
de prueba.
A través de los actos de petición se pide la obtención de una resolución de contenido
específico, tendente a lograr un pronunciamiento sobre la admisibilidad, validez y
eficacia de los actos procesales. Los actos de petición más importantes vienen
integrados por los de formalización de la pretensión, que en el proceso civil tiene lugar
con el escrito de demanda y contestación, mientras que el proceso penal sigue un orden
escalonado.
Los actos de alegación constituyen la introducción del material de hecho y de derecho
y se exponen ante el órgano jurisdiccional a fin de proporcionarle los elementos
necesarios para la emisión de la resolución favorable.
Los actos de prueba tienen como finalidad lograr la convicción del órgano judicial
acerca de la veracidad de las afirmaciones introducidas por las partes.
B) ACTOS DISPOSITIVOS
Atendiendo a la titularidad de las partes con respecto al objeto litigioso, pueden ser
dispositivos y no dispositivos. Los actos dispositivos actúan directamente sobre el
sistema de situaciones jurídicas, creando, modificando o extinguiendo alguna de ellas.
A este tipo de actos pertenecen los de la finalización anormal del procedimiento y los
negocios jurídico-procesales: el desistimiento, el allanamiento, la renuncia, la
transacción judicial y la sumisión expresa.
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b) Los autos son las resoluciones judiciales que ponen fin al proceso, resuelven
incidentes sustanciales, se dictan para resolver recursos contra providencias y
decretos.
Los autos serán siempre motivados y contendrán los antecedentes de hecho y
los fundamentos de derecho en los que se va a basar el fallo.
c) La sentencia puede definirse como la resolución judicial por la que, en el
ejercicio de la potestad jurisdiccional, se pone fin al proceso.
Las sentencias serán siempre motivadas, conteniendo los antecedentes de
hecho y, en su caso, los hechos probados, los fundamentos de derecho y la parte
dispositiva o fallo.
La necesidad de motivación constituye una exigencia constitucional que permite
conocer cuáles han sido los motivos que llevan al tribunal a dictar la resolución
con un fallo determinado.
Podemos distinguir, atendiendo a su impugnabilidad, entre sentencias definitivas
y firmes. Son sentencias definitivas las que ponen fin a la instancia y los que
deciden los recursos interpuestos frente a ellas, pudiendo ser objeto de
impugnación. Las resoluciones firmes son aquellas contra las que no cabe
recurso alguno.
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LECCIÓN 23: LOS ACTOS DE COMUNICACIÓN
B) CITACIONES
La citación es la modalidad de comunicación consistente en el llamamiento a las
partes o a terceros para que comparezcan ante el órgano jurisdiccional en un día y hora
determinados (término) con el fin de realizar una concreta actuación procesal.
Consiste en la entrega al destinatario de la cédula, acto de impulso procesal que ha
de contener los siguientes requisitos:
a) El Tribunal que hubiese dictado la resolución y el asunto en que haya recaído
b) Nombre y apellidos de la persona a quien se haga
c) Determinación de su objeto
d) El lugar, día y hora para acudir al llamamiento
e) Prevención de los efectos que la Ley establezca para el caso de incomparecencia
C) EMPLAZAMIENTOS
El emplazamiento es el acto procesal a través del cual se comunica a las partes una
resolución judicial que establece un periodo de tiempo (plazo), dentro del cual, las
partes han de comparecer para la realización de una determinada actuación procesal.
La forma de practicarse el emplazamiento es idéntica a la citación, mediante la
entrega de cédula en la que se harán constar los mismos datos que en la citación.
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D) REQUERIMIENTOS
La última modalidad de acto procesal de comunicación del tribunal es el
requerimiento, cuyo objeto consiste en poner en conocimiento de las partes o de
terceras personas una resolución judicial para que realice una conducta o inactividad.
Como rasgo específico del requerimiento, que lo diferencia del resto, destaca el
erigirse en el único acto de comunicación que admite respuesta del interesado, la cual
habrá de consignarse en la diligencia.
2. Procedimientos de comunicación
Los actos de comunicación se realizarán bajo la dirección del Secretario judicial. La
LEC prevé tres formas de efectuar la comunicación:
a) A través de Procurador
b) Mediante correo, telegrama o cualquier otro medio técnico que permita dejar
constancia de su recepción
c) Mediante entrega al destinatario de copia de la resolución que se le haya de
notificar
A estas formas cabe incorporar una modalidad de carácter supletorio y excepcional,
como la de dictar o la realizada por medios electrónicos, informáticos y similares.
A) POR PROCURADOR
Cuando las partes comparezcan en el proceso por medio de Procurador, las
comunicaciones que se les hayan de efectuar se realizarán por medio de dicho
representante técnico.
En estos casos, el Procurador firmará las notificaciones, emplazamientos, citaciones
y requerimientos, así como las que tengan por objeto alguna actuación que deba realizar
personalmente la parte material.
Excepcionalmente, no se notificarán al procurador las comunicaciones que la Ley
disponga que se practiquen personalmente a los litigantes en persona.
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En caso de no encontrar a una de las partes, el Letrado de la Administración de
Justicia comunicará el nombre del demandado al llamado “Registro Central de rebeldes
civiles”.
D) LOS EDICTOS
Esta modalidad de comunicación tan solo es procedente cuando no sea posible la
citación personal y en los siguientes supuestos:
a) Cuando no conste el domicilio o paradero del destinatario y las averiguaciones
efectuadas por el Tribunal resulten infructuosas
b) Cuando se practique la notificación en el domicilio designado por el demandante,
siempre y cuando no sea hallado nadie en el mismo, ni pudiese conocerse el
domicilio actual
c) Cuando el demandado conste en el Registro Central de rebeldes civiles
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La citación por edictos ha de operar como una modalidad de carácter supletorio y
excepcional.
Cumplidos todos los anteriores requisitos, el Letrado de la Administración de Justicia
mandará que se efectúe la comunicación fijando la copia de la resolución en el tablón
de anuncios de la oficina judicial.
4. El auxilio judicial
Se entiende por auxilio judicial al conjunto de actos de comunicación entre órganos
jurisdiccionales tendentes a la realización de actos procesales necesarios para el
ejercicio de la potestad jurisdiccional en un proceso determinado.
En ocasiones, debido a tener que practicar una determinada actuación procesal fuera
de la sede o de la circunscripción, el Juez debe requerir el auxilio de los demás órganos
jurisdiccionales, quienes habrán de prestar su colaboración mediante la realización de
lacto procesal y su traslación al proceso. Éstas actuaciones conforman el auxilio
judicial, que podrá ser judicial interno o internacional y administrativo.
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b) Son actos de auxilio judicial facultativos los que deban realizarse dentro de la
demarcación judicial, pero fuera de la sede del Juzgado o de la circunscripción
municipal.
En todos los órdenes jurisdiccionales, el único instrumento de auxilio judicial entre los
diversos órganos jurisdiccionales es el exhorto, en virtud del cual, el órgano requirente
se dirige directamente al requerido y le solicita su colaboración para la práctica de un
acto procesal determinado.
El exhorto ha de contener los requisitos formales exigidos y se remitirán
directamente al órgano exhortado. El órgano que recibiese el exhorto, dispondrá su
cumplimiento y lo necesario para que se practiquen las actuaciones.
A) MANDAMIENTOS
Se llaman mandamientos los actos de comunicación por los que se ordena el
libramiento de certificaciones o testimonios y la práctica de cualquier actuación.
B) OFICIOS
El oficio es el acto de comunicación del Letrado de la Administración de Justicia del
órgano judicial con los funcionarios que no pertenecen a la categoría anterior.
C) EXPOSICIONES
Se denominan exposiciones a los actos de comunicación de los órganos judiciales
con las Cámaras Legislativas o los Ministros del Gobierno, las cuales han de realizarse
por conducto del Ministerio de Justicia.
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LECCIÓN 24: CARACTERES Y FUENTES DEL DERECHO
PROCESAL
B) LA JURISDICCIÓN
Pertenece al estudio del Derecho procesal todo lo relativo a la Justicia, en su aspecto
subjetivo, orgánico o estático, es decir, el estudio del Poder Judicial y de su régimen de
gobierno.
C) EL PROCESO
Corresponde al Derecho procesal el estudio del proceso: de los sujetos procesales
que en el intervienen, de los presupuestos y actos procesales, la pretensión, los actos
de alegación, prueba impugnación, las resoluciones judiciales y sus efectos, la cosa
juzgada, las medidas cautelares y de ejecución, las diversas clases de procedimiento
con sus distintas fases y los actos de la jurisdicción voluntaria.
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c) Las normas procesales pueden ser comunes o especiales. Son comunes las
contempladas en la LEC y especiales todas las demás. El carácter común de la
LEC deriva de erigirse en el código supletorio de las demás leyes de
enjuiciamiento.
También son normas comunes las contempladas en la LOPJ, relativas a
presupuestos procesales.
d) La costumbre no es fuente del Derecho procesal, sin perjuicio de que los
profesionales hayan de conocer los usos y prácticas forenses.
e) Los Principios Generales del Derecho son fuente del Derecho. Lo mismo ocurre
con la jurisprudencia y la jurisprudencia del Tribunal Constitucional, Tribunal
Europeo de Derechos Humanos, de Justicia de la Unión Europea y la doctrina legal
del TS.
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Para determinar qué ley de carácter procesal se debe aplicar, lo decisivo es el
ejercicio del derecho de acción, es decir, el momento que determina la aplicación
temporal de la Ley es el de la providencia o decreto de admisión de la demanda, con la
excepción de que se disponga otra cosa en las disposiciones legales de Derecho
transitorio.
Sobre las disposiciones comunes de Derecho transitorio, la regla general es la de
que cada fase del procedimiento ha de tramitarse con arreglo a la Ley nueva o antigua
en la fecha de la interposición del acto de iniciación.
A) COMUNES
Son comunes la Ley Orgánica del Poder Judicial y la Ley de Enjuiciamiento Civil, por
cuanto son de aplicación directa o supletoria en todos los órdenes jurisdiccionales.
Ambas leyes regulan una buena parte de la parte general del Derecho procesal.
B) ESPECIALIZADAS
Como leyes especializadas, propias y de aplicación directa en cada uno de los
órdenes jurisdiccionales, hay que mencionar:
a) La Ley de Enjuiciamiento Criminal
b) La Ley de la Jurisdicción Contencioso-administrativa
c) La Ley reguladora de la Jurisdicción Social
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