Daniel Varón - Un Recorrido en La Divulgación Científica y El Reto en La Modernidad Latinoamericana

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Un recorrido en la divulgación científica y el reto en la modernidad latinoamericana

Daniel Felipe Varón Quintero*

*Estudiante del instituto de Biología de la Universidad de Antioquia - 2016

Una vez se me da la oportunidad de escribir sobre un tema libre decido entonces, hablar

en primer inicio sobre Carl Sagan (reconocido científico y divulgador científico), inicialmente

pensaba que, sería interesante escribir sobre ¿cómo Sagan utilizó la literatura y los medios de

comunicación para divulgar Ciencia?, inclusive en el curso Cátedra universitaria 1 di una breve

exposición sobre el tema; pasado el tiempo he reflexionado del cómo iba a direccionar este

ensayo, en un principio, estaba decidido a ver los temas centrales y herramientas utilizadas por

Sagan para la divulgación científica, pero, al poco tiempo me di cuenta que sería un error solo

quedarme en ese contexto, puesto que, simplemente tendría una postura de exaltación a un

científico y los temas tratados por él. Poco después de reflexionar encontré el rumbo que debería

tener, un ensayo contando en parte lo que utilizó Sagan para la divulgación, con el fin de

entender la divulgación científica, esto me lleva a lo que realmente buscaba, puesto que, en la

práctica de la divulgación científica también interactúan los demás sujetos, es decir, no solo el

científico o sujeto divulgador, sino los receptores, el público que aceptará o rechazará el discurso

expuesto, por tanto, nos lleva a descubrir que la divulgación científica no es un transmitir de

conocimientos y descubrimientos científicos, sino que por el contario, es una co-construcción,

entre la sociedad y la Ciencia, en la apropiación del conocimiento de la sociedad y la crítica de

las instituciones científicas en la sociedad.


Se comenzará con un breve relato explicando y poniendo en evidencia cómo fue que la

Ciencia moderna se inscribió en la literatura, teniendo entonces, una presencia en la literatura,

para lo que con hoy se puede concebir como ciencia ficción y divulgación científica. Era

entonces los inicios del siglo XVIII cuando “empiezan a aparecer en la literatura personajes

científicos, sobre todo médicos, cirujanos y boticarios” (Solbes y Traver, 2014), y, está claro que,

fue la época en donde las matemáticas y las ciencias fueran las glorias de la ilustración y tuvieran

presencia en la literatura, esto nos da un acercamiento de dónde buscar los registros, es ahí donde

aparece escritores como Jonathan Swift (1726) en su obra Viajes de Gulliver, también está

Voltaire – Micromegas (1752), mostrando de manera adecuada en la figura de novela la

utilización en sus relatos sobre la Ciencia, también del como los ‘poderos’ usan la ciencia y cómo

ésta puede ayudar a resolver problemas sociales. En secuencia, ya en el siglo XIX aparecen

escritores como “Stendhal, Balzac, Dickens, Flaubert, Dostoievsky, Tolstoi, Galdós, Clarín,

Oller”, por su puesto habrán más y de cada cual se podrá llenar páginas enteras analizando sus

obras, pero en este caso el centro será ver cómo la ciencia va tomando una posición y opinión

político-social en la sociedad de esa actualidad, es Dickens con su obra Tiempos difíciles (1854)

y logra mostrar a partir de las ciudades industriales la imagen de los patrones, políticos y jueces

en la sociedad, aunque, a su vez muy tímida la imagen y la ‘solución’, pues, solo muestra en

evidencia un ‘problema’ para unos, es decir obreros y otros marginados (como explican los

autores), realmente no va la obra más allá de esos postulados, solo cuando sale Germinal (1885)

de Zola, se logra ir un poco más allá en la posición político-social de la Ciencia.

Quizá aun en esa época no se veía cómo estaba presente la divulgación científica y la

ciencia ficción, pero esto, fue parte del proceso para poder llegar a lo que conocemos en el hoy

de esas dos prácticas. Inclusive uno de los exponentes claros y que iniciaron hacer novela de
ciencia ficción fueron Julio Verne y Herbert G. Wells, los encargados de darle sentido e inicio a

la ciencia ficción con múltiples novelas, relatando tiempos futuros, con avances tecnológicos no

vistos en la época, solo imaginados por los autores, siendo esta época muy enriquecedora en el

tema de ciencia en la utilización de la literatura para generar novelas, en el intento de hacer

ciencia ficción. Ahora, por el lado de la divulgación, tenemos a Arthur Conan Doyle con su

célebre detective Sherlock Holmes, dándole un sentido científico en el actuar de un detective en

su cotidiana labor, inclusive en la obra Estudio escarlata (1887) el propio Holmes dice […] “Es

una equivocación colosal establecer teorías antes de disponer de todos los elementos de juicio,

porque así es como este se tuerce en un determinado sentido”, esto realmente nos quiere decir, la

búsqueda de evidencia, es decir, poder demostrar algo a partir de la organización de partes para

poder en su caso, resolver algún problema de complejidad en su labor de detective; en otras

palabras, elementos de la Ciencia como tener elementos verídicos y evidentes para la

formulación de teorías para poder dar un juicio.

Claramente para ir saliendo del tema e involucrarle más en la búsqueda de los retos de la

modernidad en la divulgación, tomaremos por encima algunos autores y descubrimientos que

fueron fundamentales en la sociedad desde la Ciencia.

Es incuestionable que, Científicos como Kepler, Galileo, Copérnico y Newton tuvieron

un gran impacto con sus descubrimientos, no solo en la parte académica, sino política, y en lo

social con el ‘empuje’ o consolidación de la des-centralización del humano como centro del

cosmos, por otro lado, Charles Darwin, dando certeramente un sentido al humano como un

resultado de la evolución biológica y no una creación divina que responde a la escala vertical de

la vida, como se creía en ese momento por el árbol de la vida de la época, donde el hombre era la

cúspide de la creación.
A partir de efectos de la Ciencia en la sociedad tomaremos finalmente a Albert Einstein

con su teoría de la relatividad general, eran los principios del siglo XX, dando explicación y

reuniendo en una teoría principios como el tiempo y el espacio, inclusive hablando más allá, de

la gravedad y la relación con ese tiempo-espacio; luego comienza una proliferación en

descubrimientos, teorías, sin números de experimentos y comienza una acelerada producción

científica y de tecnología. De modo que sigue la aparición de científicos y con su Ciencia

haciéndola cada vez más ligada a la sociedad, es decir, una Ciencia transformadora desde lo

académico y lo social, sus descubrimientos estarán creando ideas en la sociedad,

transformaciones estructurales (no solo en la urbanización o tecnología, sino en el medio

ambiente también), como afirma Barceló, (1998) “los descubrimientos de la tecnociencia están

transformando nuestro mundo de forma a un tiempo inexorable y, posiblemente, irreversible”,

por otra parte Barceló cita a Alvin Toffler (en su libro El shock del futuro) en esta misma línea,

hablando sobre los cambios a altas velocidades de lo cultural, “dominado por la Ciencia y la

tecnología, y sometida a su excepcional capacidad transformadora”, mientras, por otro lado

también se afirma que, un ciudadano de hoy está expuesto a tales cambios, con ello resulta que,

la civilización en la que nace no será la misma que cuando muere, en efecto, estamos obligados a

estar sometidos a tales cambios desde la Ciencia y tecnología en nuestra sociedad, haciéndonos

actores ‘legos’, en otras palabras, los resultados de la Ciencia podrán ser vistos y tener efecto en

nuestro entorno, así como la utilización y demanda en el uso de la tecnología.

De lo anterior se puede poner en relato y conexión, la relación de la Ciencia, literatura y

sociedad, ya que, adelantos científicos han sido predichos desde la literatura (con la ciencia

ficción, aunque aún falta hablar más sobre este tema), como la interacción de la sociedad con los

resultados de la tecnociencia, y es ahí, donde entra realmente el papel de la divulgación


científica, pues en una pasado como afirma Alcíbar, (2015), el papel de la divulgación científica

ha pasado por diversas etapas, utilizando como herramienta la comunicación pública de la

ciencia y la tecnología (CPCT), aunque siempre con los mismos actores en principio, científicos

y público no-científico, mediado realmente por el acto político, no solo el institucional del ente

gubernamental, sino también por los acotes ‘legos’ de la sociedad. Bajo el principio de la

comprensión pública de la ciencia (PUS por sus siglas en inglés). Muestra como el científico ha

utilizado los espacios sociales con fines políticos, pues en esta muestra de información tendrá la

aceptación del sujeto ‘lego’, en fines, del producto de tecnociencia, “los científicos son capaces

de explotar los medios como recurso político, sobre todo cuando los asuntos que se manejan

están sujetos a competición o controversia” y pone como ejemplo casos, el Proyecto Genoma

Humano, fue un hecho que llegó a muchas partes del mundo, mostrando la maquinaria en la

comunicación que es capaz de manejar la Ciencia; también como un científico bajo intereses

mediáticos expone mediado por un reportero del New York Times que el descubrir y aislar el gen

responsable del cáncer de colon era tan poderoso en sus beneficios terapéuticos que, incluso

podía evitar la muerte.

Por tanto, los temas referentes a Ciencia en la comunicación con la sociedad están

mediados por el periodismo científico y la divulgación científica, por consiguiente, algo que

debe quedar claro son las diferencias conceptuales de ambos términos, ya que, el periodismo

científico “busca la dimensión social de los descubrimientos científicos y de las innovaciones

tecnológicas” (Elias, 2008. Citado por Alcíbar, 2015), ahora por el lado de la divulgación “se

centra en hacer accesibles contenidos estrictamente científico-técnicos, lo que hace que sus

temas sean atemporales”, esto nos quiere decir que, el periodismo científico responde más a la
demanda de la sociedad, en la explicación y la muestra de nuevos productos de la tecnología o la

ciencia, como también su aplicación, lo que el autor Elias dice como ‘rabiosa actualidad’.

De manera que, para poder entender la divulgación científica deberemos mirar, al menos,

de manera fugaz los modelos que se han usado para dicho cometido, realmente en la

globalización se han utilizado tres (3) modelos predominantes, primero el modelo de apreciación

pública de la ciencia y la tecnología (PAST, por sus siglas en inglés), plantea que el flujo de

conocimiento a la sociedad es unidireccional, por parte de la comunidad científica a la sociedad,

ignora que el conocimiento científico puede ser construido por ambas partes y, posiciona al

científico en la esfera del poder, creando así, un déficit cognitivo, finalmente la comunicación de

este modelo centra a la elite de la Ciencia para decidir que ‘mostrar’ o no ‘mostrar’ a la sociedad

con respecto al conocimiento científico.

Tenemos en otro lugar al modelo de compromiso público con la ciencia y tecnología

(PEST, por sus siglas en inglés), conocido también como modelo de dialogo, finalmente el único

cambio del modelo PEST del PAST “enfatiza la necesidad de establecer mecanismos que

favorezcan el dialogo entre ciencia y sociedad”, realmente se sigue con el discurso que los

sujetos ‘lego’ que acceden a los productos de la tecnociencia son sujetos que han logrado un

buen dialogo con la Ciencia, mientras los que no, siguen siendo fruto de la ignorancia.

En efecto, tenemos el tercer modelo propuesto, se trata del modelo de comprensión

crítica de la ciencia en público (CUSP, por sus siglas en inglés), propone un modelo de

deliberación, es decir, la comunicación no debe ser un dialogo unidireccional, posiciona al

público al tanto de la tecnociencia y con un perfil de crítico, con capacidad de cuestionar y

responder a pros y contras de la misma, por tanto, los subscribe en un carácter multidimensional

y contextual. “El conocimiento y su difusión siguen importando pero se pone más el énfasis en
cómo se usa socialmente el conocimiento”, lo más interesante y que deja preguntas (ya expuestas

luego) es que, “el CUSP nace de la reflexión crítica propia del mundo académico”. Respecto a

los modelos anteriores el autor Alcíbar propone cuatro (4) ventajas y las resalta, 1) “la ciencia es

una parte interactiva de la sociedad”. 2) “considera que las formas de conocimiento científicas y

no-científicas tiene valor”. 3) “propone una doble obligación para la CPCT. Por una parte, la de

informar y educar al público y, por otra, la de explorar y criticar a la ciencia”. 4) “asume que

hay una imagen pública de la ciencia ambivalente, resultado del entusiasmo que generan los

logros de la investigación científica”. Estas ventajas posicionan en mejor lugar la divulgación

científica bajo estos pensamientos y actuares, con el público y la comunidad científica, quizá, es

una reivindicación de los actores sociales y un replanteamiento del pensamiento del científico en

su quehacer, haciendo de éste, una co-construcción con la sociedad. Para exponer las preguntas

formularé solo dos que enmarcan lo principal. ¿Cómo es qué tuvo que ser la comunidad

científica la que se pensó un cambio en la divulgación y no el público? ¿Realmente le interesaba

al público una construcción del conocimiento científico?

En esta interacción con la sociedad, de la Ciencia en la labor de la divulgación, en

muchos casos aun vista por la comunidad científica como huérfanos, pues ya no usarán el

lenguaje matemático y perderán su rigor científico, constatando en sentido erróneo el prestigio de

brillantes carreras y tareas cumplidas en la divulgación científica, por parte de esta comunidad

científica de la Ciencia idealizada, como afirma Barceló (1998), “la divulgación científica como,

por ejemplo, Isaac Asimov o Carl Sagan, puedan haber sido injustamente infravaloradas por el

establishment científico”. Siendo estas posturas rápidamente deslegitimadas, pues, Asimov desde

la parte conceptual inventó el término de robótica y lo popularizó, por otro lado, el reconocido

astrofísico Eddintong con respecto a la teoría de la relatividad de Einstein la “hizo asequible a


todos con la brillante analogía de la hoja elástica tensa y deformada localmente por la presencia

en ella de bolas de metal. Una analogía eficaz y nada banal.”, en la realidad no solo eso, sino que

él fue quien llevó la teoría de la relatividad general de Einstein a su lugar de origen, la zona

anglosajona, en ese entonces éste lugar poco conocía de avances alemanes por la primer guerra

mundial.

En ese sentido, podemos seguir buscando y encontrando muchos científicos que han

tenido facetas o se han dedicado en parte de su carrera a ser divulgadores de la ciencia, es decir,

divulgadores científicos, donde tendremos como principales autores a Isaac Asimov y Carl

Sagan, este último con una postura política más explícita en la sociedad.

Entrando más en el mundo de comprender cómo han hecho la divulgación científica, se

verá de manera breve la trayectoria y publicaciones de Carl Sagan, físico de la Universidad de

Chicago, considerado científico muy bien posicionado como otros de su momento Muller,

Kuiper; luego invitado a trabajar en la NASA en los programas Apollo, Viking, Voyager, Mariner

y Galileo. Se dedica a la radioastronomía, luego comenzó a desarrollar un seminario en la

posibilidad de vida extraterrestre (uno de los componentes de la astrobiología, una ciencia

reciente, de la cual radican también intereses míos, pues formo parte de una comunidad científica

del Planetario de Medellín en este tema), tras pasar varios sucesos hasta el final de sus días es

director del Laboratorio de Ciencias Espaciales de la Universidad de Cornell.

Fue entonces, en la década de los 80’s que popularizó la Ciencia, en principio por el

riesgo de armas nucleares y el deterioro del medio ambiente, posteriormente se instaura en la

tarea de despertar el entusiasmo y pasión por la ciencia explicando temas complejos de manera

sencilla, pues, así lo afirma Sabbatini y Polino (2002). Fue por esa época que comenzó con un

activismo político muy marcado en esos temas específicos, luego su carrera se extiende y llega a
grandes logros, literatura, medios audiovisuales, por ejemplo, el programa Cosmos: un viaje

personal, cabe aclarar que Sagan no comienza su actividad de divulgación en el año 80 con

precisión, sino más antes, inclusive en 1978 gana el premio Pulitzer con su libro Los Dragones

del Éden, aunque también el título Cosmos es de un libro, hay otros libros que serán

mencionados más adelante.

En ese recuento de obras de Sagan comenzaremos con Contacto, que es llevada a la

cinematográfica con una película con el mismo título. Para no ir muy lejos en un análisis de la

obra, se dirá entonces que, es una ‘excusa’ de usar la ciencia ficción como herramienta de

narrativa en la divulgación científica, para alertar y encaminar en la sociedad “el pensamiento

crítico y preservación del planeta”. Donde también como deseo de Sagan que en otras son sus

obras y ésta (El Mundo y sus Demonios, Un Pálido Punto Azul y Miles de Millones), los deseos

de Sagan en la interacción de la Ciencia, lo político y lo social (1).

A partir de comprender de manera fugaz uno de los componentes de la obra Contacto se

puede ver que en casi todas sus obras, literarias y no literarias, invita a la crítica de lo social y lo

político hacía la ciencia y de igual manera la interacción de estos tres componentes bajo el

sentido de cuidar nuestro “grano de arena” (como ha denominado nuestro planeta en varias

oportunidades), como dice el autor Barceló (1998), “la creencia en que la humanidad puede

progresar y, lo más importante, que el motor material de ese progreso ha sido para muchos la

ciencia moderna y sus variadísimas aplicaciones tecnológicas”, dejan en evidencia la percepción

más allá de un escritor sino de un ciudadano, de un humano con la idea de poder progresar como

civilización, inclusive Sabbatini y Polino (2002), enfatizan que Sagan también pretendía en su

obra en la divulgación científica reconocer que la importancia de la humanidad en la búsqueda

de conocimientos y reflexiones sobre humanidad y su habitad, pues, “los hombres vuelven la


vista al ‘cielo nocturno que ha sido siempre una compañía y fuente de inspiración’ […] De esta

manera, Sagan cumple con un cometido por el que siempre bogó: ‘reavivar (en el público lector)

aquel regocijo de los antiguos por comprender el mundo natural’”.

De esta manera se da por finalizada la mirada a la trayectoria y obra de Carl Sagan de

manera fugaz, -creo que cerrar con el reavivar de los antiguos por comprender el mundo natural,

da grandes insumos para entrar a hablar ahora de Latinoamérica, pues en recuerdos de mi

infancia (para un buen visor de Sagan) está un episodio de su programa donde decía que las

culturas de centro américa en especial los Mayas, les faltó muy poco para grandes

descubrimientos a nivel astronómico, que de seguir un tiempo más vivos, hubieran llegado a

grandes cosas-. Por tanto, creo, es ahora momento de reflejar los retos que se tiene en la

divulgación de la ciencia en Latinoamérica.

Para Monsalve y Marín (2014), el reto actual de la divulgación científica ya no opera

tanto en la forma unidireccional que brinda la radio y televisión, pues, es necesario componentes

que enriquezcan la comunicación, reflexión y crítica de la implicación de la Ciencia en la

sociedad, por tanto, plantea que la herramienta de la web 2.0 genera o propicia esta condición, la

de interactuar con el público ‘lego’, pues finalmente serán ellos los que en la actualidad

demandan y critican los resultados de la Ciencia y la tecnología.

En lo expuesto por Monsalve y Marín, pone en evidencia las experiencias de países de

Latinoamérica como Brasil, México, Colombia, Chile y Argentina en la labor de la divulgación

de la ciencia y se han caracterizado algunas instituciones (Ciencia Hoje, Ciencia Unam, Maloka

y Parque Explora, Programa Explora, Acercaciencia, respectivamente), con el propósito en la

apropiación y reflexión del conocimiento científico así como la crítica del mismo.
Monsalve y Marín plantea que aún falta mucha más presencia del público para la

comunicación en la construcción de la apreciación para la Ciencia, pues la interactividad en unos

espacios se hace más pobre que en otras, pero en general resalta que, es evidente la necesidad de

mayor interactividad no solo en los espacios físicos sino en los contenidos Web, resaltando que

estos son prácticos y de acceso inmediato, con la ventaja que se pueden actualizar en tiempo real.

Por tanto, el reto de la divulgación científica en Colombia y Latinoamérica radica en, acercar y

popularizar más la ciencia y producción científica en el público, pues finalmente por todo lo

visto en páginas anteriores podemos decir que, la producción científica en últimas cuentas es la

interacción y demanda de la sociedad y política con la ciencia, de este modo (el de mediante la

interacción) haya un apropiamiento eficaz del público con capacidad crítico-reflexiva y sentido

político para con la Ciencia, pero no convirtiéndole en un dialogo unidireccional sino en su

mejor medida de co-construcción, en otras palabras, como plantea el modelo CUSP, una forma

constructivista del asunto, en la interacción de Ciencia, política y sociedad.

NOTAS

(1)
A modo de complemento del pensamiento crítico de Sagan y la idea de la humanidad y su

relación con el habitad, véase: https://www.youtube.com/watch?v=xYmDyHC4Oc0 - Ese

pequeño punto azul pálido (version) Subtitulado - The pale blue dot - Full Version.

Bibliografía

Sabbatini, Marcelo. Polino, Carmelo. (2002). La obra Contacto de Carl Sagan: Ciencia ficción y

divulgación científica. Sección II. Percepción Pública de la Ciencia y la Tecnología.

Jordi Solbes; Manel Traver. (2014). Ciencia, científicos y literatura ‘El papel de la literatura en la

divulgación de la ciencia y la tecnología. MÈTODE Science Studies Journal, 4.


Alcíbar, M. (2015). “Comunicación pública de la ciencia y la tecnología: una aproximación

crítica a su historia conceptual”. Arbor, 191 (773): a242.

Monsalve, Mariana. Marón, Beatriz. (2014). La divulgación científica en la Web, un panorama

latinoamericano. Revista Comunicación, No. 31. p. 35 – 41.

Barceló, Miguel. (1998). Ciencia, divulgación científica y ciencia ficción. Quark. No. 11

Ese pequeño punto azul pálido (version) Subtitulado - The pale blue dot - Full Version -

https://www.youtube.com/watch?v=xYmDyHC4Oc0 (Recuperado marzo de 2016)

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