Eduardo González Roposi.

El proceso de la civilización
Lunes 08:30-11:45 Norbert Elias

Cambios en la actitud frente a las relaciones entre hombres y mujeres

En la presente síntesis se abarcara el cambio que en las relaciones entre hombres y mujeres
se ha generado con el avance del proceso civilizatorio, según el capítulo IX del Proceso de
la Civilización de N. Elias. En primer lugar se explica cómo se comprendía el tema de la
sexualidad desde el S XV, integrando visiones seculares del quehacer privado a lo largo de
los años hasta el S XX. Posteriormente se analizan las diversas formas en las que se
manifiesta la represión de los “instintos” humanos en la sociedad.

En un comienzo se comprende la visión secular de la sexualidad a través de los diálogos

escritos por Erasmo y como en estos se manifiestan los distintos sentimientos de pudor que
subyacen a la sexualidad, pues si bien en sus “Diálogos familiares destinados no solamente
a mejorar el lenguaje de los niños, sino también a iniciarlos en la vida” se demuestra una
visión que puede entenderse como inapropiada desde una posición actual respecto a la
sexualidad y la moral; es en realidad una muestra de cómo se manifestaban las primeras
directrices hacia una sexualidad más reprimida o moralista, pues ya en aquellos diálogos se
condicionaba el comportamiento o la opinión frente a diversos aspectos de la vida privada,
que en aquella época no era privada en el sentido actual, pues en el S XV no existía una
división marcada entre lo público y lo privado, lo que nos ayuda a comprender como las
diversas pautas sociales están siempre en evolución (Elias, 1997). A lo largo de los años la
vida sexual ha quedado remitida a una posición muy relegada dentro de la vida social,
incluso en la vida familiar, más aun entendiendo que ahora es en la familia nuclear donde
se ha de generar la ilustración sexual y al no investir aquel proceso con la debida
importancia toman lugar los sentimientos de vergüenza y pudor, generando así que aquellos
sentimientos sean transmitidos a los jóvenes y así se traspasa la represión de los “instintos”
sexuales y no la iluminación sexual necesaria para llevar a cabo una existencia “normal”.
Es así como logramos entender que dentro del S XX se siga instaurando una represión
sexual dentro de la sociedad, pues lo que se transmite es el pudor y la represión, junto con
prohibiciones y resistencias sociales.

De esta forma se desarrolla otro tema importante dentro de la visión y los cambios
civilizatorios para con la sexualidad. Como anteriormente quedo establecido se ha ido
transmitiendo de generación en generación una serie de elementos represivos y prohibitivos
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en cuanto al quehacer sexual, elementos transmitidos dentro del núcleo familiar pero que a
su vez tiene unaraigambre dentro del marco social donde estos se han desarrollado dando
como resultado un Superyó de orden social encargado de transmitir y mantener una serie de
condicionantes, sean sexuales o no, en relación a los impulsos humanos.

“El aumento en la represión de estos instintos se inculca al individuo desde pequeño

como si fuera una autocoacción, una costumbre que actuara de modo automático, en
virtud de la propia estructura de la vida social, de la presión de las instituciones sociales
en general y, en particular, de la de ciertos órganos ejecutivos de la sociedad,
especialmente la familia” (Elias,1997 p.279)

La cita anterior se enmarca como fundamento para comprender la forma en la que las
normas y diversas prohibiciones sociales se establecen cada vez de forma más clara en una
parte de nuestra interioridad individual, como un elemento siempre atento al
comportamiento y sus “desvíos” una especie de policía del pensamiento social que
establece un comportamiento regular a través de un Superyó regulado de manera estricta.

Es importante dejar en claro como la sociedad limita la sexualidad de forma “oficial” a

través de la integración del matrimonio socialmente legitimado, donde en forma subrepticia
se establece la regulación de los impulsos sexuales con una determinada persona, para
legitimar en sentido social y colectivo la integración a un estatuto preexistente de personas
que también funcionan dentro de la lógica del matrimonio, para así validar entre todos los
integrantes de aquella institución la práctica que llevan a cabo siempre bajo la tutela de
otras instituciones, como el estado o la religión.

Para comprender mejor este tipo de procesos es importante tener en cuenta la denominada
evolución social puede tener, al igual que la orgánica, cualquier tipo de cambios en el
tiempo, y que estos dependen de los diversos contextos donde la sociedad se desarrolle,
pues puede llegar el día en que sea una necesidad en pos del progreso humano, regular la
intensidad de este Superyó social para lograr así una satisfacción de los instintos que
permitan un desarrollo más complejo para el ser humano y por ende de radical importancia
en vista y consideración del futuro y el progreso como civilización.
Eduardo González Roposi. El proceso de la civilización
Lunes 08:30-11:45 Norbert Elias

Bibliografía.

N. Elias. El Proceso de la Civilización. Investigaciones sociogenéticas y psicogenéticas.

Bogotá: Fondo de Cultura Económica, 1997. Apartado: Cambios en la actitud frente a las
relaciones entre hombres y mujeres. Pp. 258 – 282.