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INFLACIÓN

DEFINICIONES

Del latín inflatio, el término inflación hace referencia a la acción y efecto de inflar. La

utilización más habitual del concepto tiene un sentido económico: la inflación es, en este caso, la

elevación sostenida de los precios que tiene efectos negativos para la economía de un país.

Esto quiere decir que, con la inflación, suben los precios de los bienes y servicios, lo que

genera una caída del poder adquisitivo. Por ejemplo: un trabajador solía comprar 30 kilogramos

de alimentos con su salario de 1.000 pesos. A los pocos meses, ante la inflación existente, ese

mismo salario le permite comprar apenas 10 kilos de alimentos.

Existen muchas definiciones para la inflación. Antes que perdernos entre términos técnicos

vamos a tratar de explicar su significado en un lenguaje comprensible por todos.

La inflación consiste en un aumento generalizado de los precios debido al aumento del dinero

en circulación. En realidad el alza de los precios es una consecuencia de la inflación y no la

inflación en sí misma, al contrario de lo que comúnmente se piensa.

Ocurre que a veces la cantidad de dinero en circulación (monedas y billetes) crece de manera

desproporcionada. Si la cantidad de dinero en efectivo aumenta sin que exista una revalorización

de los bienes y servicios ofertados en el mercado, el dinero pierde valor, ya que con una misma

cantidad de dinero no se puede adquirir la misma cantidad de productos que anteriormente.

¿POR QUÉ SE PRODUCE LA INFLACION?


No existe una causa única. Se han dado casos en la historia en los que la inflación ha sido

motivada por la falta de previsión de los gobiernos, que han emitido más dinero del que el

mercado podía soportar sin presentar variaciones. Al haber más dinero en circulación los precios

suben.

En otras ocasiones lo que ocurre es que aumentan los costes de los empresarios (porque se

produce un incremento salarial o una subida del precio de las materias primas). Las

consecuencias son las mismas, al aumentar los costes de producción los precios de los productos

suben.

También puede ocurrir que los empresarios busquen incrementar sus beneficios subiendo el

precio de sus productos.

Como vemos, el equilibrio entre todos los factores expuestos es muy difícil. De hecho se

considera lógica la existencia de inflación en las economías de mercado. El problema está

cuando esta inflación crece desmesuradamente o no responde a las previsiones del Gobierno.

Entonces es cuando se puede hablar de un proceso inflacionista.

EL TÉRMINO INFLACIÓN EN ECONOMÍA

Se refiere al aumento de precios de bienes y servicios en un periodo de tiempo. Otra forma de

definirlo es como la disminución del valor del dinero respecto a la cantidad de bienes o servicios

que se pueden comprar con dicho dinero. Es decir, si tenemos un servicio, como puede ser ir en
autobús de Madrid a Barcelona, y el precio de este servicio aumenta con el tiempo, tenemos

inflación. También podría verse como que el valor del dinero ha menguado, debido a que para un

mismo servicio, hay que pagar más dinero.

Desde luego la inflación es un aspecto muy importante de la economía, ya que algunos de los

desastres económicos más importantes que ha habido en el mundo se debieron a una

descontrolada inflación (también llamada hiperinflación). Por ejemplo, en Alemania en los años

20 hubo temporadas de hiperinflación, y los precios subían tan rápido que lo primero que hacía

la gente al cobrar el sueldo era comprar comida para el resto del mes, puesto que si se guardaban

el dinero, en unos días no servía para nada. Esto genera muchos problemas no sólo para la gente,

sino también para las empresas, que no tienen un marco estable para prosperar y acaban

desapareciendo, con el incremento del desempleo.

Lo ideal es que los precios aumenten un poco (muchos bancos centrales fijan el objetivo de la

inflación en 2%), pero una disminución de precios, llamada deflación, tampoco es buena para la

economía, ya que se entra en una espiral peligrosa: como los bienes y servicios bajan de precio,

lo lógico es retrasar las compras y las inversiones (mañana será más barato), las empresas no

ganan dinero y desaparecen, generando desempleo.

Para poder controlar la inflación hay que medirla, y la forma más común de hacerlo es creando

una cesta de bienes y servicios ponderada según lo que se quiera medir. Por ejemplo, en España

el índice que se suele usar es el Índice de Precios al Consumidor, IPC, que indica

porcentualmente la variación del precio promedio de una cesta de bienes y servicios de un


consumidor típico.

La inflación puede estar provocada por múltiples factores, pero los más destacables son la

inflación de demanda y la inflación de costes. La inflación de demanda sucede cuando la

demanda de un bien sube más rápido que la oferta, y el sector productivo no se puede adaptar

con rapidez. La inflación de costes sucede cuando los costes de la producción suben, por ejemplo

por el encarecimiento de las materias primas, y las empresas mantienen sus márgenes mediante

una subida del precio de sus productos. A veces se habla también de una inflación estructural,

que se produce cuando se entra en una espiral de subir precios, subir salarios, subir precios de la

que es muy difícil salir. Es por ello que cuando hay inflación en un país, sobretodo provocado

por el aumento de las materias primas, se oyen recomendaciones de tener moderación salarial. Si

los sueldos suben, los costes de las empresas también, y se repercutirá dichos incrementos en los

precios finales, con lo que se volverán a subir los sueldos... Puede que incluso la subida de las

materias primas haya pasado y el país se quede encerrado en una espiral de inflación.

La forma más común que se tiene para controlar la inflación son los tipos de interés.

CAUSAS DE LA INFLACIÓN

EXISTEN TRES TIPOS DE INFLACION

INFLACIÓN POR CONSUMO O DEMANDA.

Esta inflación obedece a la ley de la oferta y la demanda. Si la demanda de bienes excede la

capacidad de producción o importación de bienes, los precios tienden a aumentar.


ININFLACIÓN POR COSTOS.

Esta inflación ocurre cuando el precio de las materias primas (cobre, petróleo, energía, etc.)

aumenta, lo que hace que el productor, buscando mantener su margen de ganancia, incremente

sus precios.

INIFLACIÓN AUTOCONSTRUIDA.

Esta inflación ocurre cuando se prevé un fuerte incremento futuro de precios, y entonces se

comienzan a ajustar éstos desde antes para que el aumento sea gradual.

ASIMISMO, EXISTEN DIVERSOS TIPOS DE INFLACIÓN, TALES COMO:

* INFLACIÓN MODERADA: los precios suben de manera gradual;

* INFLACIÓN GALOPANTE: los precios suben en tasa de dos o tres dígitos en un año;

* HIPERINFLACIÓN: la subida de los precios puede alcanzar el 1000% anual, lo que

refleja una seria crisis económica que provoca que el dinero de un país pierda su valor.

EFECTOS DE LA INFLACIÓN

Hemos definido la inflación y descrito sus causas más comunes pero, ¿qué consecuencias

tiene sobre la economía doméstica de los consumidores? Está claro que se trata de un parámetro

macroeconómico pero su influencia en los bolsillos de los ciudadanos de un país es más que

evidente.
El primer efecto es la pérdida de poder adquisitivo de los consumidores. Con la misma

cantidad de dinero se pueden comprar menos productos que en un contexto no inflacionista. Si la

subida de los precios no se ve compensada por un incremento en los salarios tendremos más

dificultades para llegar a fin de mes. Pero si los salarios suben se puede entrar en un círculo

vicioso, ya que los empresarios para compensar este aumento venderán más caros sus productos,

con lo que la inflación seguirá existiendo. Como vemos, la subida salarial no es la única solución

ya que en realidad se está aumentando la cantidad de dinero en circulación.

Los préstamos, en cambio, bajarán su precio real. Si no hay un reajuste de los intereses, al

reducirse el valor del dinero éstos resultarán más asequibles para los deudores. Sin embargo no

hay que olvidar que nuestro poder adquisitivo baja también. Pagar el préstamo nos supone un

menor esfuerzo económico pero con el aumento de los precios este beneficio no redunda de

forma decisiva en nuestra economía.

Los consumidores no pueden ahorrar tanto como antes. Se ven obligados a dedicar más dinero

que antes a la adquisición de productos y servicios, ya que su precio ha aumentado. La capacidad

de ahorro disminuye.

Los productos que más suben en épocas de inflación son los de mayor consumo, con lo que

este aumento de los precios lo sufren todos los consumidores. Como podemos suponer los

productos más demandados suelen ser los de primera necesidad y en estos casos resulta más

difícil prescindir de ellos. Si la comida o la ropa suben de precio las economías familiares se

resienten.
MEDIDAS CONTRA LA INFLACIÓN

Cuando la inflación crece más allá de las expectativas de los gobiernos, estos pueden tomar

una serie de medidas para contrarrestar sus efectos.

Básicamente se trata de dos vías de acción:

- Reducir la cantidad de dinero en circulación. Si se emite menos moneda se frena la

devaluación del dinero. El peligro para el consumidor es que esto se suele traducir en una

congelación de los sueldos y las inversiones públicas.

- Subir los tipos de interés. De esta manera se intenta fomentar el ahorro. Si los tipos de

interés suben menos gente se verá dispuesta a afrontar el coste de un préstamo, con lo que la

cantidad de dinero en circulación se reducirá.

Los consumidores en épocas de inflación suelen recurrir a sus ahorros para reducir los efectos

de la subida de precios. De todas maneras hemos de asumir que las situaciones inflacionistas son

normales en las economías de mercado, el caso es estar preparado para sobrellevar el aumento de

precios resultante, por lo que la mejor medida para el consumidor es tener una economía saneada

y una fuente de capital firme y segura.

CONSECUENCIAS POSITIVAS DE LA INFLACIÓN


Si bien este término suele evocar épocas de crisis económica y desesperación por parte de los

ciudadanos ante el aumento aparentemente imparable de los precios, la inflación también acarrea

una serie de fenómenos positivos.

Según el keynesianismo (una teoría económica), los salarios nominales tardan menos en

incrementarse que en ajustarse hacia el descenso; cuando éstos son sobrevaluados, dicha

particularidad puede llevar a un desequilibrio que dure mucho tiempo, lo cual resulta en un gran

porcentaje de desempleo. Teniendo en cuenta que la inflación no superaría los salarios reales si

los nominales no cambiaran, los keynesianos aseguran que, en cierta medida, la inflación puede

ayudar a los mercados de trabajo a equilibrarse más velozmente.

Uno de los medios más comunes para controlar la oferta de dinero es la posibilidad de

establecer una tasa fija de descuento, la que los bancos deben usar para solicitar un préstamo al

banco central; por otro lado, también se pueden realizar operaciones de mercado abierto, o sea

que el banco central intervenga en el mercado de bonos para impactar en las tasas de interés

nominal. Cuando una economía está atravesando una crisis y ve una baja en su interés nominal,

llega un punto en el cual el banco no puede reducir más las tasas, dado que se convertirían en

números negativos, y este fenómeno se denomina trampa de liquidez. Nuevamente, un cierto

grado de inflación suele asegurar que dichos valores no se acerquen al cero, ofreciendo a las

entidades bancarias la posibilidad de reducirlos cuando así lo necesiten.

Como demuestra la historia de ciertos países, un alto grado de inflación puede desembocar en

una veloz expansión económica. Una de las razones para esto es que las inversiones de tipo

financiero ven su credibilidad neta (que se obtiene restando al interés nominal la inflación)
decrecer considerablemente, lo cual vuelve más tentadoras las inversiones no financieras. Más

aún, es importante notar que las medidas de tipo anti inflacionista han demostrado en más de un

caso afectar negativamente la economía, como se puede apreciar en el decaimiento que sufrió

Brasil en el año 96 y Sudáfrica en el 94.

¿COMO SE DETIENE LA INFLACIÓN?

Para detener la inflación, los bancos centrales tienden a incrementar la tasa de interés de la

deuda pública. De esta manera se incrementan las tasas de interés en los préstamos al consumo

(tarjetas de crédito, hipotecas, etc.). Al aumentar las tasas de interés del consumo, se frena la

demanda de productos.

El lado negativo de este control es que al frenar la demanda de productos, se frena a la industria

que los produce, lo cual puede llevar a un estancamiento económico y desempleo. Un ejemplo es

el sexenio del Presidente Vicente Fox, durante el cual se controló la inflación (el tercer mejor

sexenio, después de los gobiernos de Adolfo López Mateos y Gustavo Díaz Ordaz), pero el

crecimiento del Producto Interno Bruto ha sido de los peores en 70 años, sólo por encima de

Miguel de la Madrid Hurtado.

ORIGENES DE LA INFLACIÓN

La inflación es un fenómeno económico de origen monetario. Por esto, antes que todo, es

necesario explicar un poco la función del dinero en la economía. Desde que el hombre se
organizó en la forma más primitiva de sociedad empezó a darse cuenta que si cada miembro del

grupo se dedicaba a realizar aquello para lo que es más apto, todos se beneficiaban.

Al ir creciendo las sociedades también aumenta el número de necesidades y el de bienes y

servicios para satisfacerlos. Sin embargo, las transacciones originales basadas en el trueque se

van complicando con la creciente diversidad de los nuevos productos. Ante esta perspectiva

surge la necesidad de recurrir a una mercancía sumamente líquida que se pudiera intercambiar

por sus productos y que a la vez estuviera seguros que iba a ser aceptado por las mercancías que

demandaran. Así surge el dinero, es otra mercancía que simplifica el proceso de intercambio.

LA INFLACIÓN Y LA TOMA DE DECISIONES EN LAS EMPRESAS

Durante mucho tiempo la inflación ha sido un tema de mucha preocupación para la toma de

decisiones gerenciales. Esto se debe a que sus efectos en un inicio pueden aparentar una bonanza

económica, ya que el nivel de producción, el empleo y hasta las utilidades puedan crecer; pero

pasado este breve período de tiempo, todos empiezan a ver disminuido sus ingresos por culpa del

aumento de precios. Aunque al final todos los individuos en la economía pierden ante un proceso

inflacionario, existen algunos grupos que se verán beneficiados por ésta en el período entre el

aumento de la masa monetaria y el aumento en los precios.

El principal beneficiario de la inflación es el Gobierno, ya que al ser éste el creador del

dinero, puede aumentar su volumen y aprovecharse del momento en que los precios todavía no

han aumentado. Otros beneficiados, pero en menor medida, por este proceso son los primeros en

recibir la nueva emisión monetaria y así la ganancia va disminuyendo para cada sector que recibe

el nuevo dinero mientras más alejado está de la fuente inflacionaria.


Como se entiende aquí, la inflación es una relación entre masa monetaria y precios que se

desarrolla en momentos y magnitudes distintas según su posición en la espiral inflacionaria y su

sensibilidad a cambios en los precios. Como se tratara de demostrar, si todos los precios en la

economía, inclusive el salario, aumentaran en la misma proporción y al mismo momento no

habría razones de preocuparse por la inflación. Sin embargo, debido al desorden en que se

desarrolla el proceso mismo, las señales emitidas por los precios no son interpretadas

correctamente por los agentes económicos lo que lleva a una ineficiente asignación de los

recursos.

A mediano y largo plazo la inflación alta y acelerada, es sumamente perjudicial pues afecta la

asignación de recursos, desviando éstos de las actividades productivas, hacia las rentas y la

inversión en activos fijos. Además, crea incentivos a consumir y no a invertir o ahorrar a

aquellos que no tienen acceso a la inversión en activos fijos. Por otro lado, afecta el ingreso real,

pues la indexación, generalmente se queda atrás, ya que es difícil practicarla en forma

generalizada. En resumen, a largo plazo, la inflación provoca el empobrecimiento general y

reduce el poder adquisitivo de los individuos además de desincentivar el ahorro e inhibir la

inversión en actividades productivas.

Ante un cambio en el precio de un bien existen dos efectos sobre la demanda de un

consumidor:
EFECTO INGRESO. Una disminución en el precio provoca un incremento en el ingreso

real del consumidor. Dado que puede comprar el mismo paquete de bienes que antes con menos

dinero, él es efectivamente más rico y por tanto cambiará sus elecciones de consumo.

EFECTO SUSTITUCIÓN. A un precio más bajo del bien X, el consumidor comprará más,

aun al mismo nivel de ingreso real, de otros bienes.

La teoría clásica nos enseña que los precios expresan toda la información disponible sobre los

bienes y en base a estos se toma la decisión de si se consume o no y en qué cantidades. Como se

acaba de explicar, un cambio en el precio de un bien provoca cambios en la cantidad consumida

que se pueden explicar por el efecto sustitución y el efecto ingreso.

Sin embargo, para que el mecanismo de precios funcione correctamente y se logre la mejor

asignación de recursos en la economía, la información que estos proporcionen tiene que ser clara

y libre de distorsiones ajenas al mercado. Este es el problema de la inflación, porque los cambios

en los precios no se dan por estas razones, sino por una decisión de política gubernamental

respecto a la cantidad de dinero en circulación.

INFLACIÓN EN GUATEMALA ¿UNA VIEJA VERDAD MONETARIA-

ECONOMÉTRICA?

La inflación en los últimos años, desde 2012, ha mostrado valores menores a la meta de

inflación explicita de 4%, y el crecimiento no ha sido menor a 3% desde el mismo año. La

concepción de la inflación ha variado a lo largo de la historia. Pero, desde el aparecimiento de la

Escuela de Chicago liderada por Milton Friedman existe un consenso general sobre que la
inflación es siempre y en todo lugar un fenómeno monetario (Friedman, 1970, pág. 184. La

traducción es libre y propia). Esta afirmación se ha convertido en un slogan a veces mal

entendido, o re interpretado, de una forma diferente a la que implica el monetarismo de

Friedman. Lo que habitualmente sigue a esa afirmación es lo siguiente: en el sentido que es y

puede ser producida únicamente por un incremento más rápido en la cantidad de dinero que en la

producción, or lo tanto, para analizar la inflación en Guatemala deberá analizarse el crecimiento

monetario en conjunto con el crecimiento con el Producto Interno Bruto.

Un modelo clásico para analizar la inflación en América Latina es el propuesto por Harberger

para medir la inflación en Chile. Un modelo de Harberger modificado ya fue utilizado por Cole

(1996) para medir la inflación en Guatemala, y verificar (si es que es posible, filosóficamente) el

fenómeno monetario de la inflación en Guatemala.

ALGUNOS DATOS RECIENTES SOBRE INFLACIÓN EN GUATEMALA

La inflación interanual, para el mes de septiembre de 2016, se reportó en 4.46%[1]. La meta

explícita de inflación en Guatemala (desde 2013) se encuentra en 4% con un error de ±1%. La

variación interanual, a diciembre de 2015, fue de 3.07%. Este valor, aún en los límites del

objetivo del Banco de Guatemala, despierta inquietud en la población guatemalteca, sobre todo

porque aún está pendiente el tercer trimestre del año que tiende a registrar el alza más importante

en precios. La Gráfica 1 muestra la evolución inflacionaria de Guatemala desde 1950. El peor

período inflacionario fue en los años 1989-1990, coincidiendo con las primeras elecciones de

sucesión democrática luego de la constitución de 1985.


n aquella época, el Banco de Guatemala podía financiar el déficit del gobierno de forma

directa en el mercado primario. El año previo a las elecciones y el de las elecciones registraron

tasas de inflación de 20.17% (1989) y 59.81% (1990). La serie de tiempo muestra que estos

niveles de inflación no habían sido conocidos por los guatemaltecos, y produjo un movimiento

para modificar la Constitución de la República (el origen de dicho movimiento fue el autogolpe

de Estado del Presidente Serrano Elías y la depuración del Congreso, pero se aprovechó la

coyuntura para modificar esta capacidad de financiar déficit del gobierno central por parte del

Banco de Guatemala).

¿QUÉ CONCLUIR SOBRE LA INFLACION EN GUATEMALA?

En Guatemala el modelo propuesto por el profesor Herberger, para medir los efectos de los

agregados monetarios, sigue siendo válido. Aunque el modelo no puede descartar cierto nivel de

auto correlación, los resultados son estadísticamente válidos y congruentes con la teoría

económica relevante (en este caso, el Monetarismo de Friedman).

Las causas potenciales de la inflación en el año 2016, sutilmente mayor (pero en términos

relativos al año anterior aproximadamente un 33% faltando 3 meses para finalizar el año),

pueden situarse sobre todo en dos elementos: 1. El crecimiento de la base monetaria en el año

2015 (ver Gráfica 3), y en la desaceleración del crecimiento. “En promedio, el efecto en precios

toma alrededor de seis a nueve meses después del efecto en la renta y el producto. Así el cambio

en el crecimiento monetario y el cambio en la tasa de inflación toma en promedio de doce a

diecinueve meses“ (Friedman, 1970, pág. 184). Aunque los valores de retardo que Friedman

provee están basados en muchos años, en muchos países cada país tiene su propio valor de
retardo del efecto monetario. Sabemos que en Guatemala existe un retardo medido y validado

estadísticamente de alrededor un año en los precios.

DEFLACIÓN

Este fenómeno, que es contrario a la inflación, consiste en una reducción sustancial y

persistente de los precios. Generalmente se identifica como una situación en la que el ritmo de la

actividad económica se reduce. Si este proceso deflacionario va acompañado de una persistente

reducción de las operaciones comerciales, y en general de los negocios, se puede decir que la

economía entró en recesión. Pero si la situación se agrava aún más y la disminución de la

actividad eco-nómica alcanza niveles críticos, con quiebra de empresas, gran desempleo y

escasez cre-ciente de capital, aparece la depresión económica.

Se podría pensar que con la deflación ganan aquellas personas que tienen ingresos fijos, como

los asalariados, quienes podrían comprar productos a precios cada vez menores, lo que les

aumentaría su poder adquisitivo. Sin embargo, la realidad es otra, pues la experiencia muestra

que esta disminución en los precios no es perdurable. Cuando hay deflación los empresarios no

pueden mantener ciertos costos, por ejemplo, los salarios, de modo que si éstos no se congelan o

reducen, muchos empresarios ten-drían que reducir el número de trabajadores que han venido

empleando, lo cual provo-caría desempleo.

Adicionalmente, quienes reciben ingresos a través de intereses por dineros que han entregado

en préstamo a otras personas, se exponen a que sus deudores se conviertan en morosos, al carecer

de dinero y capacidad de pago. Por esto, los gobiernos tratan de evitar que las tendencias
deflacionarias se conviertan en graves depresiones económicas. Para lograrlo toman medidas

estimulando la demanda de bienes y servicios por parte de la población. En este caso, por lo

general liberan di-nero a la economía, incrementando el gasto público.


BIBLIOGRAFIA

https://definicion.de/inflacion/

https://www.economia.com.mx/inflacion.htm

http://www.consumer.es/web/es/economia_domestica/finanzas/2003/04/29/60659.php

http://www.socialhizo.com/economia/inflacion-y-canasta-familiar

http://www.deguate.com/infocentros/ecofin/guatemala/economia/indicadores-

economicos/inflacion.php#.Wd0_bzu73IU

https://trends.ufm.edu/articulo/una-vieja-verdad-monetaria-econometrica-importa-la-

institucionalidad/

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