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UNIDAD 3: INSTALACIONES AISLADAS

Como se ha comentado en las unidades anteriores la aplicación de la energía solar más prometedora
es sin lugar a dudas la fotovoltaica, ya que es la que ha experimentado un mayor incremento.
Haciendo que a medida que crece su implantación, desciende su coste. Este hecho ha constituido un
gran avance en las instalaciones fotovoltaicas aisladas, proyectándose como una alternativa
prioritaria con respecto a la conexión a la red eléctrica. La energía generada durante las horas de sol
será almacenada en baterías o acumuladores, desde donde será tomada para su consumo. Sus
aplicaciones son muy variadas:
• Alumbrado público.
• Electrificación de zonas rurales.
• Alimentación eléctrica en viviendas situadas en lugares de difícil acceso.
• Embarcaciones.
• Autocaravanas.
• Etc.

1 CARACTERÍSTICAS Y APLICACIONES DE UNA RED AISLADA.


Las instalaciones fotovoltaicas autónomas o aisladas son instalaciones no conectadas a la red
general de distribución eléctrica. Su tamaño, por lo general, es menor que el de las
instalaciones conectadas a red, y la potencia instalada no suele superar unos pocos
kilovatios. Existen aplicaciones muy diversas para esta clase de sistemas:
• El consumo eléctrico de viviendas o edificios, especialmente en zonas rurales.
• El alumbrado público.
• El consumo de instalaciones agropecuarias alejadas de la red de distribución eléctrica.
• La electrificación en zonas del Tercer Mundo en las que la red eléctrica se halla aún
poco desarrollada.
• El bombeo y tratamiento de aguas.
• La señalización en calles y carreteras, o las aplicaciones de medición, cámaras, o las
aplicaciones de medición, cámaras de vídeo, etcétera.

1.1 Costes y beneficios de una instalación aislada.


Esta clase de instalaciones suele desarrollarse en lugares en los que es difícil o costoso
llevar la red de distribución al emplazamiento. Existen muchas aplicaciones en las que la
instalación de un sistema aislado tiene un coste inferior (en ocasiones muy inferior) a la
conexión a la red general. Si además tenemos en cuenta el ahorro de la factura eléctrica
durante toda la vida útil de la instalación fotovoltaica, esta resulta ser la opción más
racional económicamente para muchos lugares y aplicaciones.

Es sistema suele dimensionar con una potencia instalada y una capacidad de


acumulación suficientes para garantizar un suministro fiable como mínimo durante tres
días sin sol.

En todo caso, para garantizar el suministro, a veces se instala un grupo electrógeno de


gasolina o diésel para los momentos puntuales en los que los acumuladores se queden
sin energía. En ocasiones, también se complementan con un pequeño aerogenerador para
aprovechar la energía del viento y producir electricidad conjuntamente con los paneles
fotovoltaicos (más adelante trataremos este tema en profundidad).

1.2 El futuro de las instalaciones aisladas.


En el mundo existen unos tres mil millones de personas que no tienen acceso a la red de
distribución eléctrica. Mientras que en Europa o en otras regiones desarrolladas esta
situación se da especialmente en lugares isleños o de difícil acceso, en los países del
Tercer Mundo existen grandes áreas rurales sin electrificar. En esos lugares sería posible
crear instalaciones fotovoltaicas que, aun sin conexión con otras redes eléctricas,
estuviesen conectadas entre sí formando pequeñas redes de distribución.

2 ELEMENTOS DE LA INSTALACIÓN.
Las principales características de la instalación aislada vienen dadas por su pequeño tamaño
y por la necesidad de acumular la energía producida, garantizando tanto como sea posible la
disponibilidad de energía para su consumo. Los principales elementos de la instalación, tal
como se observa en el diagrama, son los módulos fotovoltaicos, el cableado, el regulador y
el acumulador. Las baterías acumuladoras proporcionan energía eléctrica en forma de
corriente continua. En ocasiones, esta se inyecta a la red de consumo directamente bajo esta
forma; cuando la red precisa corriente alterna es necesaria la instalación de un dispositivo
inversor.
Figura 1. Esquema de una instalación aislada. En ella, un aerogenerador y varios módulos fotovoltaicos
alimentan una doble red de consumo, en CC y en CA.

2.1 Módulos fotovoltaicos.


La célula solar es la estructura elemental que permite aprovechar la radiación solar para
producir electricidad. Las células se ensamblan y se conectan, como también hemos
tratado, en paneles o módulos fotovoltaicos, que les proporcionan a aquellas rigidez y
protección, proporcionando corriente eléctrica a valores de tensión e intensidad
utilizables.
La instalación fotovoltaica no se puede concebir sin los módulos; son elementos
indispensables.
A diferencia de los sistemas conectados a red, en los que se trata de optimizar la
inclinación de los paneles1 para que produzcan la mayor cantidad de energía posible
durante el año, en los sistemas aislados se intenta optimizar la inclinación para garantizar
la producción eléctrica en los meses del año de menor radiación solar.

2.2 Baterías.
La producción de energía solar y su consumo, por lo general, no coinciden en el tiempo.

1 El Pliego de Condiciones Técnicas para Instalaciones Aisladas de Red del idea define tres posibles inclinaciones
para los paneles, que dependen de la latitud del emplazamiento de la instalación. Cuando se emplea el criterio del
peor mes (para maximizar la producción en diciembre) se suman 10º a la latitud. Si se emplea el del mejor mes (para
maximizar la producción en junio) se le restan 20º. Para maximizar la producción media anual, se le restan 10º. Así,
en el criterio del peor mes, que es el más habitual en las instalaciones aisladas, los paneles suelen tener una
inclinación de unos 50º en España y zonas de latitud similar.
En ocasiones, los soportes de los módulos de las instalaciones aisladas tienen dos posiciones de diferente inclinación,
una de invierno y otra de verano, que se fijan manualmente.
Se precisa, por tanto, alguna forma de almacenamiento de la energía para que pueda
consumirse en momentos en los que el Sol no luce. También es preciso prever que haya
horas o días enteros en los que no brille un solo rayo de sol y la producción eléctrica, en
consecuencia, se reduzca drásticamente. Además, el acumulador de la instalación fija la
tensión de trabajo de la instalación; así, existirán sistemas a 12, 24 o 48 voltios, entre
otros posibles valores.
Los tipos de baterías más comunes en los sistemas aislados son las de plomo y ácido
(similares a las baterías de automóvil), relativamente baratas y capaces de cargarse con
corrientes eléctricas de muy diversa intensidad. Sus capacidades pueden ser muy
variables, dependiendo de la magnitud de la instalación y las necesidades de consumo;
existen baterías capaces de almacenar entre 0.1 y 100kWh. Suele elegirse la capacidad
nominal de la batería entre tres y ocho veces la energía consumida por la carga durante
un día o ciclo de utilización.
Las baterías consisten en unas celdas, cada una de las con una tensión nominal de 2V.
Las celdas se conectan en serie y se agrupan en un armazón común para ofrecer la salida
correspondiente. Por ejemplo, seis celdas conectadas en serie proporcionan una tensión
nominal de 12 voltios. En sistemas grandes se conectan celdas individuales o baterías
enteras en serie o paralelo, según las necesidades del sistema, tal como veremos más
adelante.
La capacidad de la batería se reduce ligeramente debido a los ciclos de carga y descarga.
Cuanto más profunda es la descarga de la batería, mayor es su pérdida de capacidad,
porque mayor es el grado de sulfatación que sufren los electrodos. Los fabricantes suelen
proporcionar una gráfica en la que se representa la relación entre la profundidad de
descarga y el número de ciclos que se pueden alcanzar para dicha profundidad, referida a
la capacidad nominal de la batería. En el ejemplo se muestra la gráfica de las baterías
solares de la empresa Deka Solar. La gráfica muestra el comportamiento de la batería
según el porcentaje de descarga a que se somete. Según ese porcentaje la batería
mantiene su capacidad de recarga se deteriora paulatinamente. Así, por ejemplo, si la
batería se somete a descargas del 10%, a partir de los 3300 ciclo, solo ser recargará hasta
el 90% de su capacidad nominal. A partir de un determinado número de ciclos, la batería
ya no puede recargarse por encima de un determinado umbral y se dice que el ciclo de
vida del acumulador está agotado.
Las baterías muestran diversos comportamientos según la profundidad de la descarga a la que se sometan.
El eje vertical de la gráfica muestra la capacidad remanente y el horizontal el número de ciclos, todo ello
para una temperatura de 20ºC. La capacidad de la batería depende de la temperatura: cuando esta
desciende, la capacidad de la batería depende de la temperatura: cuando esta desciende, la capacidad
también lo hace; cuando se incrementa, la capacidad se eleva.

Relación entre la temperatura de trabajo y la capacidad de la batería para diversas intensidades


suministradas.

Caso práctico 1. Fíjate en la gráfica siguiente para determinar en cuántos ciclos la


capacidad de la batería quedará reducida al 80% de su capacidad nominal, si la batería se
emplea con una profundidad de descarga del 50%.
Solución. Empleamos la curva correspondiente a una profundidad de descarga
del 50% y vemos que, cuando la batería ha completado aproximadamente 610
ciclos de carga y descarga, su capacidad se verá reducida al 80% de la capacidad
nominal de la batería.
2.2.1 Tipos de baterías.
El tipo de batería más común es la que se emplea en los automóviles, que consiste en
una batería de plomo y ácido con electrodos en forma de rejilla. Por su uso en los
automóviles para alimentar el sistema de arranque, a estas baterías se las conoce a
veces como baterías de arranque (starter). La ventaja de esta clase de baterías es que
su fabricación tiene un coste relativamente bajo. Estas baterías, con un número
elevado de placas estrechas, están adaptadas para proporcionar una corriente elevada
durante un breve espacio de tiempo, pero no se deben utilizar en instalaciones
fotovoltaicas porque, ante descargas profundas continuadas, pronto quedan
inservibles.

Por el contrario, las denominadas baterías solares son baterías estacionarias y de


ciclo profundo, que tienen placas más anchas, con objeto de incrementar la
resistencia a los ciclos de carga y descarga. Esta clase de baterías deben poder
permanecer durante períodos prolongados en estado parcial de carga, y soportar
ciclos diarios de carga y descarga. A las rejillas de plomo de sus electrodos se les
añade antimonio para endurecerlos, y la concentración de ácido en el electrolito es
inferior, para reducir la corrosión e incrementar el ciclo de vida.
Existen diversos tipos de baterías solares:
▪ Las baterías de ácido abiertas se rellenan periódicamente con agua destilada.
▪ Las baterías de ácido cerradas, estancas o sin mantenimiento no necesitan
rellenarse, pero tienen un ciclo de vida algo más corto que las anteriores, puesto
que la carga y la descarga electrolizan una pequeña cantidad de agua y la batería,
pasado un tiempo, se seca y queda inservible.
▪ Un tipo de baterías de plomo-ácido más desarrollo son las baterías de gel. En
este tipo de baterías, se añaden aditivos al electrolito, lo que reduce la tendencia a
la corrosión y evita la formación de gases. Son baterías sin mantenimiento, se
pueden instalar en cualquier lugar y están selladas para evitar la salida de ácido.

2.2.2 Características de la batería.


La capacidad de un acumulador es la cantidad de electricidad que se puede descargar
hasta que la batería quede completamente descargada. La capacidad es el producto
de dicha corriente eléctrica por el tiempo de descarga:
C n= I n ×t n

en esta expresión el subíndice n indica las horas de descarga de la batería. De este


modo, la capacidad de la batería se mide habitualmente en amperios-hora (Ah). Una
batería tiene una capacidad de un amperio-hora cuando se puede extrae de ella una
corriente de un amperio durante una hora, hasta quedar completamente descargada.

Caso práctico 2. La capacidad de una batería en amperios-hora multiplicada por la


tensión en sus electrodos, nos proporciona una medida de la energía almacenada en
ella. ¿Cuál sería la energía que podemos extraer de una batería de 74 Ah a 12V si
efectuamos una descarga del 30%?
Solución:
Calculamos en primer lugar la energía almacenada por la batería:
74Ah⋅12V=888Wh
La multiplicación de los Ah por los V nos proporciona Wh en el resultado. Si solo
descargamos el 30% de dicha energía, el resultado serían
0.3⋅888=266.4Wh=0.2664kWh.

La capacidad de una batería no es una magnitud constante, sino que depende de la


temperatura y, sobre todo, de la corriente de descarga. Con corrientes de descarga
pequeñas se puede extraer más potencia de una batería que con corrientes elevadas.
En el proceso de la carga de una batería, si la tensión sube por encima de un
determinado límite, puede ocurrir que el agua se electrolice separándose en
hidrógeno y oxígeno gaseosos. Esta mezcla es sumamente explosiva, por lo que el
fabricante define una tensión de corte (cut-out) que no debería sobrepasarse. El
regulador, dispositivo que estudiaremos a continuación, será el encargado de
garantizarlo. Generalmente, para las celdas de 2V se define una tensión máxima de
carga de 2.4V.

Actividad. En una instalación fotovoltaica aislada precisamos un acumulador que


proporcione, al menos, 140Ah de capacidad para un tiempo de descaga completa de
20 horas. Busca en la hoja de características de las baterías de la empresa Ultracell
qué posibles modelos podríamos utilizar. ¿Qué ventajas crees que ofrecería cada una
de ellos?

La tensión que proporcionan las baterías de plomo varía en función del nivel de
carga. Por ejemplo, una batería de 12V nominales proporciona unos 11V cuando está
descargada y unos 13 V cuando está totalmente cargada. Medir la tensión que existe
entre los bornes de la batería es, por tanto, la forma más sencilla de conocer el nivel
de carga de una batería.

2.2.3 Cálculo de la batería.


En la configuración de una instalación aislada, se plantea qué características deberá
tener el acumulador que empleemos. Para efectuar el cálculo deberemos conocer el
consumo medio diario (LD) [Wh] y deberemos establecer qué autonomía (FSB) [días]
deberá tener razonablemente la instalación, es decir, cuántos días podrá funcionar en
ausencia total de generación eléctrica. También deberemos tener en cuenta la
profundidad máxima de descarga (PDmáx) [en tanto por uno] a la que se someterá la
batería. A partir de todos estos datos emplearemos la fórmula:
L D⋅F SB
C B=
PD máx

Caso práctico 3. ¿Cuál será la capacidad que deberán tener los acumuladores de una
instalación solar aislada si el consumo diario previsto es de 1520Wh y se desea tener
una autonomía de 4 días, con una profundidad máxima de descarga del 65%?
Solución:
Empleamos la fórmula antes mencionada para calcular la capacidad de los
acumuladores:
L D⋅ f SB 1520⋅4
C B= = =9353.8Wh
PD máx 0.65
Para calcular la capacidad de la batería en amperios-hora dividimos la capacidad
expresada en vatios-hora entre la tensión nominal de la batería:
9353.8Wh
C B= =779.5Ah
12V

CARGA COMPLETA INICIAL DE LOS ACUMULADORES!!

2.3 Regulador de carga.


Dispositivo electrónico los procesos de carga y descarga de la batería.
- Controla el proceso de carga, evitando que, con la batería a plena capacidad, los
módulos fotovoltaicos sigan inyectando corriente en la misma. Se lleva a cabo anulando
o reduciendo el paso de corriente del campo fotovoltaico.
- Controla el proceso de descarga, evitando que el estado de carga de la batería alcance
un valor demasiado bajo cuando se está consumiendo la energía almacenada. Esto se
lleva a cabo desconectando la batería de los circuitos de consumo. El regulador también
es una fuente de información de los parámetros eléctricos de la instalación fotovoltaica.
Puede proporcionar datos de la tensión, intensidad, estado de carga de las baterías, etc.

La variación de los parámetros de este aparato son los que optimizan la instalación
“adaptamos entrada/salida”.

FORMA PARTE DE LA BUENA PRAXIS EL CONECTAR VARISTORES


ADICIONALES PARA CONTROLAR Y ANULAR PICOS DE TENSIÓN, A LA
ENTRADA Y SALIDA DEL REGULADOR.

(Características de reguladores en la información facilitada a mayores, en internet mucho


más).

2.4 Inversor.
El inversor, convertidor o rectificador es el sistema que adapta la corriente generada en
los módulos a las condiciones de consumo de las diferentes cargas eléctricas. La
denominación de cada uno de ellos depende del tipo de corriente que transforme. Así, se
denomina inversor al elemento que transforma la corriente continua en alterna,
convertidor al que transforma la alterna en continua y rectificador al que transforma la
continua en continua.

Generalmente, el inversor se conecta a la salida del regulador, si bien puede conectarse


directamente en los bornes de la batería cuando posee control de descarga de la batería.

Los módulos fotovoltaicos y las baterías trabajan en corriente continua, por eso cuando
los elementos de consumo trabajan en continua es necesario un convertidor continua-
continua para adecuar la tensión proporcionada por el acumulador a la solicitada por las
cargas de consumo. En cambio, cuando los elementos de consumo trabajan en alterna, es
necesario un inversor continua-alterna.

2.5 Elementos eléctricos auxiliares.


Además de los elementos característicos de la mayoría de las instalaciones fotovoltaicas,
existen varios accesorios que son necesarios para la seguridad y control de la instalación.

En una instalación solar fotovoltaica se hace uso de equipos y elementos utilizados en


instalaciones eléctricas comunes, sin embargo, hay que prestar especial atención a la
parte de corriente continua, ya que en instalaciones eléctricas convencionales los
sistemas están habitualmente alimentados por corriente alterna, y esto conduce a errores
comunes en fotovoltaica.

A continuación se citan los elementos más característicos:


2.5.1 Cableado. En instalaciones fotovoltaicas se utilizan secciones de cableado
superiores a las utilizadas en instalaciones convencionales debido a la utilización de
bajas tensiones continuas (12, 24 y 48V) y requerimientos de potencia de cierta
consideración.

Los conductores necesarios tendrán la sección adecuada para reducir las caídas de
tensión y los calentamientos. Concretamente, para cualquier condición de trabajo,
los conductores deberán tener la sección suficiente para que la caída de tensión sea
inferior, al 1.5% a la tensión nominal continua del sistema.

Aunque el cableado se pueda considerar un elemento auxiliar, su correcto


dimensionamiento es una cuestión importante en el diseño de la instalación. Debe
tratarse de situar el generador tan próximo al regulador de carga y al acumulador
como sea posible. En resumidas cuentas, debe intentarse que los conductores tengan
la menor longitud posible puesto que, como veremos, ello permitirá secciones más
reducidas.

Para el cálculo de las caídas de tensión y el calentamiento de los conductores se


suele considerar la intensidad que proporcionan los módulos en el punto de máxima
potencia.

Referencias fundamentales son:


- Guía Técnica de Aplicación del Reglamento Electrotécnico de Baja Tensión.
- Pliego de Condiciones Técnicas de Instalaciones Aisladas de Red del IDAE.

Caso práctico 4. Supongamos una instalación solar fotovoltaica con ocho módulos
de 220Wpy VMPP de 28V cada uno, conectados en dos strings de cuatro módulos de
corriente en el punto de máxima potencia es 7.6A. La distancia entre los módulos y
el regulador es de 3m. S empleamos conductores de cobre
 =0.018 ⋅mm 2 /m a 20ºC  , ¿cuál deberá ser la sección de los cables en el
recorrido entre los módulos y el regulador? Supón que se emplean tres cables
unipolares (positivo, negativo y tierra) bajo conducto.
Solución:
Empleamos el criterio de la caída de tensión y el del calentamiento de los cables
conductores y consideraremos el más restrictivo de los dos, es decir, el que nos
obligue a emplear un sección mayor.
Si los módulos se encuentran formando dos strings de cuatro módulos cada uno, la
intensidad ue circula por cada uno de ellos hasta el regulador es la intensidad en el
punto de máxima potencia de cada módulo (IMPP=7.56A).
1. Criterio del calentamiento. Considerando las tablas del REBT para cables bajo
tubo, deberá tomarse la sección que permita el valor de intensidad inmediatamente
por encima del necesario. En este caso, con este criterio se precisaría una sección de,
como mínimo, 1mm2.
2. Criterio de la caída de tensión. La caída de tensión en el conductor no puede
superar el 1.5% de la tensión del sistema, es decir, la suma de los VMPP de los cuatro
módulos (112V).
1.5
⋅112=1.68V
100
Conociendo la intensidad que circula por el cable, podemos calcular la resistencia
máxima admisible aplicando la Ley de Ohm:
V 1.68
R= = =0.2222 
I 7.56
A partir de la ecuación de la resistencia del cable, podremos calcular la sección
mínima que debería tener el conductor. En la longitud del cable debe tenerse en
cuenta el doble de la distancia entre los módulos y el regulador, pues las pérdidas
deben computar el cable positivo y el negativo.
⋅L 0.018⋅6
S= = =0.486mm 2
R 0.2222
Como podemos observar, en este caso el criterio más restrictivo es el del
calentamiento, con lo que la sección de los cables deberá ser como mínimo de 1mm 2.
(Nos fijamos en las tablas y tomamos la sección inmediatamente superior a la
calculada). En la práctica, no obstante, se suelen usar cables de sección superior.

Actividad propuesta.
¿Cuál debería ser la sección de los conductores entre los paneles solares y el
regulador si la potencia instalada fuese igual a 3540Wp? ¿Y si en lugar de cables de
cobre empleásemos conductores de aluminio =0.029 ⋅mm 2 /m?
3 Documentación de la instalación.
La empresa encargada de la instalación fotovoltaica suele proporcinar con la instalación una
documentación en la que se especifiquen los cálculos efectuados, se detallen los
componentes que se han empleado y sirva de guía para el manejo de la instalación. La
documentación que debe incluirse junto con la instalación fotovoltaica viene especificada en
el Pliego de Condiciones Técnicas de Instalaciones Aisladas de Red, del IDAE, establece
que la documentación de la instalación debería incluir.

• Una memoria en la que se incluya la tabla de estimación de los consumos


diarios: el dimensionamiento del generador (junto con los datos de irradiancia,
localización, factor de seguridad y criterio de dimensionamiento del mismo) y la
tabla de dimensionado del sistema.
• Planos y esquemas eléctricos de la instalación: la instalación puede representarse
mediante un diagrama unifilar (los trataremos con más detalle en el capítulo
siguiente) o un esquema eléctrico detallado que muestre los diferentes elementos y
sus conexiones. Una buena documentación gráfica facilitará el mantenimiento,
revisión y reparación de averías de la instalación.
• Presupuesto de la instalación: en el que debe constar el coste unitario de todos los
elementos de empleados(módulos, regulador, inversor, acumuladores, cableado,
soportes, material fungible como tornillería, sujeciones, elementos de seguridad
como interruptores, diferenciales, etcétera), el coste de la documentación y
realización de la memoria técnica de la instalación, y el Impuesto de Valor Añadido.

En la documentación de la instalación debería incluirse también cierta información sobre las


tareas básicas de supervisión y vigilancia que debe efectuar el usuario, junto con algunas normas
básicas de protección frente al riesgo eléctrico. Volveremos a tratar algunas de estas cuestiones
cuando abordemos el mantenimiento y la seguridad en el trabajo.

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