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El cuerpo necesita minerales, compuestos inorgánicos

comúnmente llamados elementos, para apoyar funciones


esenciales como la transmisión nerviosa, contracción muscular y
la producción de hormonas. El término macrominerales es
utilizado para describir los minerales que el cuerpo necesita en
grandes cantidades, tal como el sodio, potasio y magnesio. Los
minerales que necesitamos en cantidades diminutas por el cuerpo
son llamados minerales traza.

Aunque necesarios sólo en cantidades diminutas, los minerales


traza son esenciales para muchos procesos bioquímicos y para
poder sostener la vida. A menudo se trata de un solo átomo de un
oligoelemento (elemento químico que se halla en cantidades muy
pequeñas en las células de los seres vivos y es indispensable
para el desarrollo normal del metabolismo.), que se incorpora en
una proteína compleja, que da al compuesto su característica
específica —el hierro como parte de la molécula de hemoglobina,
por ejemplo, o mineral traza como el componente distintivo de
una enzima específica.

La siguiente lista contiene algunos de los minerales traza


principales y describe parte de los procesos corporales en los que
estos participan.

Minerales traza: Función y beneficios


Aunque mencione uno o dos funciones de un mineral en el
cuerpo, éstos pueden estar relacionados en muchas otras, incluso
muchas las cuales aún no han sido estudiadas. Los científicos
recién están comenzando a apreciar la magnitud y el papel que
los minerales juegan en el cuerpo y la salud humana. Con el
tiempo, muchos elementos estarán siendo reconocidos como
esenciales para la vida así como se agregan nuevos elementos a
esta lista todo el tiempo.
Boro
Este mineral traza es necesario para mantener nuestros huesos
sanos y fuertes, lo podemos encontrar en frutas, especialmente
las manzanas, verduras de hojas verdes, nueces y granos.
Además apoya el metabolismo, combate la artritis y promueve la
perdida de peso. Ayuda a eliminar el exceso de flúor en el cuerpo,
una toxina.

Cromo
El cromo es esencial para el metabolismo de la glucosa, se
necesita cromo para la regulación del azúcar en la sangre, así
como para la síntesis de colesterol, grasas y proteínas. La
mayoría de los estadounidenses son deficientes en cromo porque
comen muchos carbohidratos refinados. Las mejores fuentes son
los productos animales, la melaza, los frutos secos, el trigo, los
huevos y las verduras.

Este mineral es muy bueno para las personas que sufren de


diabetes y problemas de colesterol; ayuda a tener una mejor
noche de sueño y alivia los síntomas causados por el estrés.

Cobalto
Este mineral trabaja junto con el cobre para promover la
asimilación del hierro. Un átomo de cobalto reside en el centro de
la molécula de la vitamina B12. Como las mejores fuentes son los
productos animales, la deficiencia de cobalto se presenta con
mayor frecuencia en los vegetarianos.
Cobre
Es necesario para la formación de los huesos, la hemoglobina y
los glóbulos rojos, también promueve la salud de los nervios,
la formación de colágeno y un sistema inmune saludable. El cobre
trabaja en equilibrio con el zinc y la vitamina C. Junto con
el manganeso, magnesio y yodo, el cobre juega un papel
importante en la memoria y la función cerebral.

Los frutos secos, la melaza y la avena contienen cobre, pero la


mejor fuente de este mineral es el hígado, en el cual se encuentra
de forma fácilmente absorbible por el cuerpo. La deficiencia de
cobre combinado con un consumo alto de fructosa, tiene efectos
particularmente nocivos en los lactantes y niños en crecimiento.

Germanio
Un recién llegado a la lista de los minerales traza, el germanio
ahora se considera que es esencial para la salud óptima.
Alimentos ricos en germanio ayudan a combatir la artritis
reumatoide, alergias a los alimentos, el crecimiento excesivo de
hongos, infecciones virales y hasta el cáncer.

Ciertos alimentos que se encuentran en los suelos, concentran


cantidades significativas de germanio, por ejemplo: el ajo,
ginseng, hongos medicinales, cebollas, aloe vera, consuelda y
suma.

Yodo
Aunque es necesario sólo en cantidades diminutas, el yodo es
esencial para numerosos procesos bioquímicos, tales como el
metabolismo de la grasa, la función de la tiroides y la producción
de hormonas sexuales. Los calambres musculares son un signo
de deficiencia, de igual manera son las manos y los pies fríos, la
propensión al aumento de peso, mala memoria, estreñimiento,
depresión y dolores de cabeza. Al parecer es esencial para el
desarrollo mental ya que su deficiencia se ha relacionado con
retraso mental, enfermedad cardíaca coronaria, susceptibilidad al
polio y al cáncer de mama.

Las fuentes de obtención de este mineral incluyen la mayoría de


los alimentos que provienen del mar, sal marina sin refinar, kelp
(quelpo) y otras algas marinas, caldo de pescado, mantequilla,
piña, alcachofas, espárragos y verduras de color verde oscuro.
Algunas verduras, como la col y la espinaca, pueden bloquear la
absorción de yodo cuando se comen crudas o sin fermentar.

Los requisitos de yodo varían ampliamente. En general, aquellos


cuyos ancestros provienen de áreas costeras requieren más yodo
que aquellos cuyos antepasados provienen del interior. La
utilización adecuada de yodo requiere niveles suficientes de
vitaminas A, suministrados por las grasas animales. En exceso, el
yodo puede ser tóxico. El consumo de altas cantidades de yodo
inorgánico (como en la sal yodada o el pan enriquecido con
yodo), así como de yodo orgánico (como en algas) puede causar
problemas de tiroides similares a los de la deficiencia de yodo,
incluyendo bocio.

Hierro
Como forma parte de la molécula de hemoglobina, el hierro es
vital para una sangre sana; el hierro también forma una parte
esencial de muchas enzimas. La deficiencia de hierro se asocia
con un mal desarrollo mental y problemas con el sistema inmune.
Se encuentra en los huevos, el hígado de pescado, carnes y
verduras de hoja verde. El hierro proveniente de proteína animal
se absorbe más fácil que el hierro proveniente de los vegetales.

La adición de las vitaminas solubles en grasa que se encuentran


en el aceite de hígado de bacalao y en la mantequilla a la dieta, a
menudo resultan en una mejora en los niveles de hierro en el
cuerpo. Recientemente, los investigadores han advertido contra el
hierro inorgánico utilizado para complementar la harina blanca. En
esta forma, el hierro no puede ser utilizado por el cuerpo y su
acumulación en la sangre y en los tejidos es esencialmente una
acumulación de toxinas. Cantidades elevadas de hierro
inorgánico se han relacionado con enfermedades del corazón y
cáncer.

Manganeso
Es necesario para la salud de los nervios, un sistema inmune
sano y para la regulación del azúcar en la sangre, el manganeso
también juega un papel en la formación de la leche materna y en
el crecimiento de los huesos sanos. La deficiencia puede conducir
a manos temblorosas, convulsiones y falta de coordinación. El
consumo excesivo de leche puede causar deficiencia de
manganeso, ya que el calcio puede interferir con la absorción de
manganeso. El fósforo antagoniza el manganeso también.

Las mejores fuentes son las nueces (especialmente las pecanas),


semillas, granos enteros y grasa de mantequilla.

Molibdeno
Este mineral es necesario en pequeñas cantidades para el
metabolismo de nitrógeno, la absorción de hierro, la oxidación de
las grasas y la función celular normal. Las mejores fuentes son las
lentejas, el hígado, los granos, las legumbres y las verduras de
hoja verde.

Selenio
Un antioxidante de vital importancia, el selenio actúa con la
vitamina E para proteger el sistema inmune y mantener sana la
función del corazón. Es necesario para la función pancreática y la
elasticidad de los tejidos y se ha demostrado que protege contra
la radiación y los minerales tóxicos. Los altos niveles de
enfermedades del corazón se asocian con el suelo deficiente en
selenio en Finlandia y una tendencia a lesiones fibróticas del
corazón está asociada con la deficiencia de selenio en partes de
China.

Las mejores fuentes son la mantequilla, nueces de Brasil, los


mariscos y los cereales cultivados en suelos ricos en selenio.

Silicio
Se necesita este elemento muy olvidado por muchos para huesos
fuerte y flexibles y cartílagos sanos, el tejido conjuntivo, la piel, el
cabello y las uñas. En los vasos sanguíneos, la presencia
adecuada de silicio ayuda a prevenir la aterosclerosis. El silicio
también protege contra el aluminio tóxico.

Buenas fuentes son los cereales con superficies brillantes como


el mijo, maíz y lino, los tallos verdes de verduras y caldo de hueso
hecho en casa en la que se han incluido patas de pollo o de
ternera.
Vanadio
Es necesario para el metabolismo celular y la formación de
huesos y dientes, el vanadio también juega un papel en el
crecimiento y la reproducción y ayuda a controlar los niveles de
colesterol en la sangre. Su deficiencia se ha relacionado con
enfermedad cardiovascular y renal.

Las mejores fuentes para su obtención son el alforfón


(buckwheat), aceites vegetales no refinados, cereales y
aceitunas. El vanadio es difícil de absorber.

Zinc
El llamado mineral de la inteligencia, se requiere de zinc para el
desarrollo mental, para los órganos reproductivos sanos
(especialmente la glándula prostática), para la síntesis de
proteínas y la formación de colágeno. El zinc también está
involucrado en el mecanismo de control de azúcar en la sangre y
por lo tanto, protege contra la diabetes. El zinc es necesario para
mantener los niveles adecuados de vitamina E en la sangre.

La incapacidad para saborear u olfatear y la pérdida de apetito


son signos de deficiencia de zinc. Altos niveles de ácido fítico en
los cereales y las legumbres bloquean la absorción de zinc. La
deficiencia de zinc durante el embarazo puede causar defectos de
nacimiento. Como los anticonceptivos orales disminuyen los
niveles de zinc, es importante que las mujeres esperen por lo
menos seis meses después de suspender la píldora antes de
quedar embarazada. Las mejores fuentes son las carnes rojas,
ostras, pescado, nueces, semillas y jengibre.
Nota: No todos los minerales son beneficiosos para el cuerpo. En
ciertas formas (composición química) puede que el plomo,
cadmio, mercurio, aluminio y arsénico (los metales pesados),
sean necesarios pero en las formas y cantidades que los
conocemos son veneno para el cuerpo. Estos provienen de la
contaminación del aire, agua, suelo y alimentos; El plomo se abre
paso en el suministro de agua a través de tuberías de plomo. Las
fuentes de aluminio incluyen productos procesados de soya,
utensilios de aluminio, sal de mesa refinada, desodorantes,
vacunas y antiácidos. La levadura en polvo puede ser otra fuente
de aluminio y debe evitarse. Los empastes de amalgama y las
vacunas son las fuentes principales de mercurio tóxico en el
sistema —vinculados a la enfermedad del Alzheimer y un número
de otras condiciones neurodegenerativas.

Los minerales como el calcio y magnesio, y los antioxidantes


como la vitamina A, carotenos, vitamina C, vitamina E y selenio,
protegen contra todas estas toxinas y asisten el cuerpo en su
eliminación. El silicio, en cantidades adecuadas, protege contra el
aluminio.

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