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LA TALIDAD

UN EXTRACTO DE LA PISTIS SOPHIA DEVELADA

Sólo el Cristo Intimo puede ayudarnos, empero, el Señor Interior sin la serpiente
nada podría hacer.

Todos nosotros, en tanto no hayamos muerto totalmente, seremos unos pobres,


miserables y cuitados.

El corazón de aquellos que tienen el ego vivo y fuerte es un tumulto en el interior.

Sólo el corazón tranquilo puede darnos la verdadera y legítima felicidad.

La meditación interior profunda tiene por objeto lograr la verdadera tranquilidad.

No sería posible lograr la paz del corazón tranquilo en tanto existiesen dentro de
nosotros los factores psicológicos de la intranquilidad.

Durante la meditación interior profunda exploramos al "Yo" psicológico.

Durante la meditación interior profunda sólo nos proponemos comprender


integralmente aquel defecto psicológico descubierto en auto-observación.

Cada defecto auto-observado debe ser previamente comprendido a través de la


meditación antes de proceder a su eliminación.

Oración y magia sexual son indispensables para la eliminación.

Es en la Novena Esfera, durante la conexión del "Lingam- Yoni", cuando se debe


orar.

Se suplicará en esos instantes a la Divina Madre Kundalini que desintegre y


elimine aquel agregado psíquico que previamente hayamos comprendido.

Así, eliminando los factores de la intranquilidad, lograremos la plena tranquilidad.

Sólo el corazón tranquilo puede llegar a la iluminación, y a la Omnisciencia.

Cuando el Bodhisattva llega a la Iluminación, se prepara para la Omnisciencia.

No es posible llegar a la Omnisciencia si antes no se ha aprendido a vivir entre lo


absoluto y lo relativo, entre lo mutable y lo inmutable.

Aquellos que han pasado más allá del Vacío Iluminador y de la relatividad de la
vida experimentan eso que se llama Talidad.
La Talidad, es la Gran Realidad de la vida libre en su movimiento.

Sólo quienes pueden experimentar a voluntad la Talidad reciben el don de la


Omnisciencia.

Nadie podría llegar a la Omnisciencia sin haber logrado la verdadera realidad del
corazón tranquilo.

A los agregados psíquicos hay que sacudirlos y eliminarlos como langostas.

Tiemblan las rodillas de aquellos que tienen ego y sus carnes están magras.

Cuán débiles son aquellos que tienen conciencia egoica, tiemblan de temor.

Los tenebrosos se burlan de los Iniciados caídos.

Sólo la gracia del Cristo Intimo puede salvar a los caídos.

Sólo el Señor ha formado las manos del caído y sólo él puede salvarnos.

La gran Aniquilación budhista es urgente, inaplazable e impostergable.

Necesitamos morir en todos los niveles de la mente y pasar más allá del Vacío
Iluminador y de la realidad existencial del Universo.

Es urgente dejar de existir dentro de la herejía de la separatividad o en la dicha del


Vacío Iluminador.

Se hace impostergable auto-realizar dentro de sí mismos a eso que se llama


"Talidad".

La "Talidad" es la Gran Realidad, más allá de la perversidad y de la santidad.

Entre el seno de la "Talidad", más allá de la perversidad y la santidad, jamás


podrían existir los santos.

En la "Talidad" no hay nada que pueda llamarse santo.

La Gran Realidad es la Gran Realidad, la "Talidad"; los santos y los perversos


giran dentro de la gran rueda del Samsara y por ello están muy lejos de la
"Talidad".

Empero, debemos tener mucho cuidado con el agregado psíquico de los auto-
méritos.

El agregado psíquico de los auto-méritos nos hace nacer en los cielos o en la tierra
nuevamente.

El agregado psíquico de los auto-méritos nos aleja de la "Talidad".


Nosotros jamás tenemos méritos reales porque quien realiza toda obra verdadera
es el Padre.

El primer principio de la Doctrina Gnóstica es la "Talidad" o Gran Realidad.

El Cristo Intimo debe destruir en nosotros al agregado psíquico del auto-mérito


para llevarnos a la "Talidad".

El Señor levanta a los caídos.

Trabajad con la Mujer-Serpiente y el Señor os salvará.

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