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Actas del Tercer Congreso Nacional de Historia de la Construcción, Sevilla, 26-28 octubre 2000, eds. A. Graciani, S.

Huerta,
E. Rabasa, M. Tabales, Madrid: I. Juan de Herrera, SEdHC, U. Sevilla, Junta Andalucía, COAAT Granada, CEHOPU, 2000.

Hacia el nacimiento de la Historia de la Construcción.


Origen y devenir de una Ciencia

Amparo Graciani García

Resu1ta evidente que la Construcción es el soporte fí- En ocasiones, la razón de recurrir a una u otra so-
sico de la Arquitectura, incluso que la Construcción lución obedecerá simplemente a una cuestión de tipo
crea unos límites y unas exigencias, aunque razona- histórico, a veces por influencias culturales. Además,
bles, al proyecto e incide creativamente en él, apor- en muchos casos los antecedentes explicarán el peso
tando un inagotable repertorio de sugerencias forma- de 1a tradición. A el10 hay que añadir que en socieda-
les; sin embargo, la relación entre ambos conceptos, des tradicionales, aún continúan empleándose méto-
Arquitectura y ConstrucciÓn, no siempre ha estado lo dos de remoto origen.
suficientemente reconocida. Es ésta una de las mu- Además, habrá que considerar no sólo los materia-
chas dificultades que se encuentran los Historiadores les de construcción sino los medios disponibles (he-
de la Construcción, y la razón de que, en ocasiones, rramientas, maquinarias y medios auxi1iares y medios
quienes pretendan acometer estudios sobre el tema, gráficos), lo que nos permitirá comprender el por qué
en realidad lo hagan sobre Historia de la Arquitectura. de cada una de las diferentes soluciones constructi-
La Historia de la Construcción no ha de consistir vas. El uso que a 10 largo de la Historia se ha dado a
en un estudio de las formas arquitectónicas ni de la los materiales de construcción estará relacionado con
creatividad en el diseño edificatorio sino de las solu- tres factores fundamentales: disponibilidad, idoneidad
ciones constructivas del pasado, sin que, por cierto, y coste. Así, podemos afirmar que en las sociedades
falten las alusiones a la Historia de la Arquitectura. preindustriales, existía una re1ación causa-efecto entre
La Historia de la Construcción debe centrarse en la 1a disponibilidad de materiales naturales (como la pie-
solución edificatoria y, por tanto, en un aná1isis de la dra de cantera o elladril10 producido por el barro lo-
Tecnología, sin olvidar otros factores interdiscipli- cal), la elección de1 estilo, la escala de la construcción
nares de evidente interés (históricos, científicos, y el desarrol1o de distintas tecnologías. Tras el siglo
económicos, sociales, materiales...), en unos casos XIX, entran en juego otros factores como el desarro-
objetivos, pero en otros puramente subjetivos o abs- llo y la intemacionalización de la técnica. Hoy en día,
tractos ya que a lo largo de la Historia de la Cons- la disponibilidad de material depende del coste, que
trucción ha existido siempre una interrelación entre -a su vez- está en función del de extracción, trans-
parámetros abstractos, como el contexto, el tiempo, porte y otros como la demanda o calidad. De este
la función del edificio, el esti10, ... y factores objeti- modo, hoy la disponibilidad resulta de las circunstan-
vos como los materiales de construcción (su dispo- cias del mercado. No obstante hay zonas donde aún
nibilidad y adecuación), el clima (ya que 1as condi- subsisten las técnicas tradicionales.
ciones climáticas establecen exigencias muy También han de analizarse las propiedades físicas
específicas) y ]a economía. de los materiaJes, cuyo uso estará estrechamente re-
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lacionado con ella tipología edilicia así como con las plo, en la selección de materiales (aparte de las pura-
características geológicas del medio físico natural. mente objetivas), en la finalidad, monumentalidad y
A los factores histórico y material habrá que aña- grandeza de los edificios, en la disponibilidad de
dir el humano, es decir, habrá que analizar no sólo mano de obra motivada por las relaciones y depen-
quiénes fueron los individuos que intervinieron el dencias sociales, etc... La selección de materiales tie-
proceso constructivo (mano de obra, productor, ges- ne a veces unas connotaciones abstractas ya que, en
tor y proyectista) sino los condicionan te s que una so- algunas ocasiones, los materiales son portavoces de
ciedad impone (legales, gustos,..). Ejemplo del inte- significados concretos a través del uso que se ha he-
rés y la necesidad de considerar este factor social es, cho de ellos. Así, por ejemplo, e] calor y escala del
entre otros, el que sin la estructura de poder faraóni- ladrillo lo han convertido en sinónimo de la arquitec-
co en Egipto, hubiera sido inconcebible la construc- tura doméstica y familiar, mientras, por el contrario,
ción de las pirámides, o, en líneas generales, cómo ]a piedra se ha preferido en el material preferido para
antes de la Revolución Industrial, cuando el coste de edificios institucionales. Aunque remoto, puede re-
la mano de obra era mínimo, los sistemas de edifica- sultar significativo el caso egipcio, pues en esta cul-
ción basados en la explotación masiva se vieron fa- tura se realizaron en adobes las viviendas populares
vorecidos, mientras, por el contrario, el elevado coste y las tumbas ordinarias, cuando, por el contrario,
actual de la mano de obra en los países desarrollados para las construcciones funerarias de los faraones
encarece hoy en día el resultado final. (pirámides, speos y hemiespeos) y de los nobles
Fundamental es el análisis tecnológico que implica (mastabas). Tengamos en cuenta que los edificios, al
considerar el procedimiento constructivo, los ele- delimitar y definir el espacio, reflejan el espíritu y el
mentos (sistemas de soporte y cubierta), las solucio- gusto de la sociedad de su tiempo, mejor que ningu-
nes en las estructuras de la edificación, los sistemas na otra forma de expresión artística. Manifiestan su
de cimentación y los métodos de rehabilitación, entre significado a través de los materiales con que fueron
otras cuestiones. Aunque, lógicamente, este factor construídos y por el uso o función para el que fueron
será el centro y objeto fundamental la Historia de la levantados.
Construcción no puede limitarse a estudiar tales solu- Partiendo de estas nociones genéricas, quisiéramos
ciones constructivas; apoyándonos en nuestro con- ofrecer en este trabajo una breve evolución diacróni-
vencimiento de que las formas básicas están estre- ca de la Historia de la Construcción, y las etapas que,
chamente relacionadas con los materiales y la según sus bases y fundamentos, se podrían establecer
sociedad, consideramos hay que tener en cuenta los en este proceso, cuyos precedentes podrían remontar-
restantes aspectos, factores sin duda determinantes se a la Antigüedad, si bien hasta el siglo XIX ésta no
de la Historia de la Construcción. adquiriría su carácter científico. En ningún caso se
Así mismo, habría que aportar unas referencias de pretende incluir exhaustivas referencias bibliográfi-
carácter científico, a los conocimientos que en cada cas en tan limitadas notas. La exposición de los enfo-
época se tenían de Geometría Descriptiva, Física, ... ques actuales y los organismos o instituciones que
y otras ciencias auxiliares de la construcción. El trabajan en estas líneas de investigación nos invitará
plantear, brevemente, cuáles fueron los conocimien- a reflexionar acerca de la diversidad de planteamien-
tos de Geomería Descriptiva se hace necesario en al- tos y perspectivas posibles, así como cuáles son las
gunos temas, como por ejemplo, en los referentes a diferentes fuentes de información al respecto.
cantería. Los aspectos físicos habrán de ser conside-
rados porque se comentarán las distintas soluciones
constructivas habituales en cada cultura, en general, HACIA EL NACIMIENTO DE LA HISTORIA DE LA
y en los principales edificios en particular para solu- CONSTRUCCIÓN
cionar los sistemas de fuerzas de éstos y los movi-
mientos diferenciales a que están sujetos, así como El concepto de la Historia de la Construcción es bas-
sus causas. tante tardío. Aunque a lo largo de la Historia no han
Incluso habrán de estudiarse los condicionantes faltado continuas miradas hacia los sistemas cons-
abstractos que en el pasado influyeron en los diferen- tructivos de otros pueblos y reflexiones sobre sus ca-
tes momentos del el proceso constructivo, por ejem- racterísticas y particularidades, las primeras aproxi-
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maciones que lo plantean como una sucesión de he- referidos a las pirámides de Gizeh), que partían de la
chos encardinados y buscando su fundamento más tradición oral, a la que tiene que recurrir, no sólo por
allá de la pura fantasía o de la mitología y de las no- su ignorancia sino además por la lejanía en el tiempo
ticias aportadas por la tradición no surgen hasta el si- desde su construcción, hacia el 2.400 a.e. hasta su
glo XIX. Por ello, podemos afirmar que el proceso propia época. Los griegos, según indica Pausanias
de nacimiento y desarrollo de la Ciencia de la Histo- (libro X, cap. XV, 8) explicaban las murallas de la
ria de la Construcción ha sido lento y progresivo, pu- ciudad de Micenas, construidas mediante grandes
diéndose establecer en él cuatro momentos o etapas bloques de piedra, apenas tallados, como realizadas
claramente definidas. por los cíclopes, gigantes de la mitología griega, con
un sólo ojo en su frente y que, en opinión del autor,
podrían transportar lo que era imposible para los
Primera etapa: los remotos precedentes bueyes. Es ésta la explicación que los griegos daban
al aparejo ciclópeo tan utilizado por la cultura micé-
A esta etapa corresponderían las referencias de auto- nica o heládica. También en la Edad Media, poco o
res que desde la Antigüedad clásica hasta el siglo nada se cuestionaba sobre métodos constructivos, lo
XVIII aportaron sobre aspectos constructivos con- que no resulta extraño en una época en la que las cre-
temporáneos al momento que les había tocado vivir o encias religiosas resultaban tan determinantes que,
anteriores a ellos. Así, entre las más tempranas re- por ejemplo, las pirámides de Egipto se consideraban
ferencias al pasado señalaremos las de Herodoto de los graneros de José.
Halicarnaso, Plinio o el tratadista Vitruvio. En el si- En el Renacimiento, el hombre se hace mucho más
glo V a.C. entre otras cuestiones, Herodoto, en su antropocéntrico y se acerca a la realidad de las cosas,
descripción del mundo conocido por él a través de intentando recabar su fundamento. Es por ello que,
sus viajes (Los nueve libros de la Historia), describe durante este período, se acentúa el gusto por la Anti-
sistemas constructivos que le antecedieron en el güedad y se generan apasionadas investigaciones en
tiempo, comentando por ejemplo cómo se habían tomo a lo antiguo por parte de tratadistas como León
construido las pirámides de Egipto. Plinio, en su His- Bautista Alberti, Palladio y Vignola., quienes, elu-
toria Natural (XXXV, 109), en el siglo I a.C. aludía diendo los fundamentos fantásticos y basándose en la
al primer encofrado de la Historia que empleaban los observación, siguieron los posicionamientos vitruvia-
íberos en la Península Ibérica y que denominaba nos. Bien es cierto que mientras en Los Diez Libros
molde parietes (paredes de molde). El propio Vitru- de Arquitectura, Vitruvio, quizás por el carácter
vio, cuando en su obra Los Diez Libros de Arquitec- pragmático de su cultura, establece una perfecta inte-
tura explicaba, entre otras cosas los procedimientos gración los conceptos Arquitectura y Construcción,
de construcción romana, hacía alusiones a métodos indicando que el edificio debía de ser «firme, útil y
de sus predecesores los etruscos. bello», al tener firmitas, utilitas y venustas. Aunque
Si bien excepcionalmente, como en el caso vitru- la huella y el legado de Vitruvio fueron determi-
viano y en otros tratadistas posteriores, se fundamen- nantes durante el Renacimiento e incluso perdurará
ta en la observación, lo habitual era su apoyo mitoló- hasta que a finales del XVIII empiecen a gestarse im-
gico o sobrenatural, basado por lo común en la portantes cambios, el tratadista italiano J. B. Alberti,
tradición oral más que en la constatación de hechos con su obra Re Aedificatoria, planteará ya evidentes
pasados. Es ésta una constante de la Antigüedad e in- avances. Alberti, en su Re Aedificatoria, con un plan-
cluso de la Edad Media. Estos fundamentos fantásti- teamiento renacentista y más antropocéntrico, habla-
cos, existieron ya de antiguo, en plena época clásica, ba, en vez de unafirmitas, de una necesitas, que sa-
en autores como el ya referido Herodoto o Pausanias. tisface el nivel de las necesidades elementales y
Herodoto, que en su obra en ningún caso pretendía básicas del hombre, no sólo el de la firmeza de la
justificar los procedimientos empleados en las cons- edificación.
trucciones que él encontraba en sus viajes por el En cualquier caso, paralelamente a la proliferación
mundo conocido en la época que le correspondió vi- de la tratadística, la fantasía perduró en el tiempo.
vir carecía de nociones constructivas, exponiendo Así, hasta el siglo XIX se otorgaba un carácter sobre-
planteamientos hoy fácilmente criticables (como los natural a las construcciones megalíticas; las únicas
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explicaciones existentes eran las que había desperta- zan a exponer sus propios planteamientos, entonces
do la imaginación popular; sin duda, entre ellas, las novedosos (si bien hoy plenamente aceptados), sobre
más curiosas serían las de Holanda, Cerdeña y el la evolución histórica y sobre el desarrollo del arte a
Cáucaso. En Holanda se hablaba de las tumbas de los lo largo de la Historia. Aunque no nace la Historia de
Gigantes, mientras que en Cerdeña, se tenían las la Construcción, se fijan las bases de la moderna His-
construcciones megalíticas como casas de las hadas. toria del Arte, fundada por el prusiano Johann Joa-
En el Cáucaso se las consideraba obras de gigantes chim Winckelmann (1717-1768), cuyo pensamiento
que llegaron a la zona para ayudar a los enanos a arquitectónico, muy difundido entre la élite europea
construir sus casas. En estas regiones, se creía que, durante el siglo XVIII se recogía en Observaciones
en ciertos días del año, dólmenes y menhires pasea- sobre la Arquitectura de los Antiguos (1762), Monu-
ban por las orillas del río, dándoles nombres tan sig- mentos inéditos de la Antigüedad, explicados e ilus-
nificativos como "piedra que gira", "piedra loca", etc. trados (1767) y sobre todo su Historia del Arte en la
Antigüedad (1764), en la que, por vez primera, la ob-
servación directa de las obras de arte concluía con
Las novedades dieciochescas una clasificación estilística, descubriendo la Historia
de los Monumentos como la Historia de la Civili-
Aunque ya se apuntara con Alberti, en su Re Aedifi- zación.
catoria, a partir del siglo XVII, los autores empiezan El interés del nacimiento de la Ciencia de la Histo-
a aceptar la desvinculación entre la técnica construc- ria del Arte como eslabón de partida para el arranque
tiva y el proceso de proyecto. Mientras unos restrin- de la Historia de la Construcción, estriba en dos
gen su interés a los conceptos de belleza y diseño (de cuestiones. De una parte, establece el marco de los
Vignola, F. Blondel e incluso la misma actitud de la estilos artísticos en general y arquitectónicos en par-
propia Academia Francesa), otros se interesan por la ticular, que será seguido por los primeros autores in-
técnica, una «parcialización tecnológica», que se vió teresados en la Historia de la Construcción, que
impulsada por la fundación en Francia de las Acade- como Viollet le Duc o Choisy comiencen a aportar
mias de Ciencias (1671) del Corps de Genie Civil datos sobre técnicas constructivas del pasado y a ex-
(1672) y posteriormente de las escuelas de Ponts el poner la relación entre los fundamentos estéticos de
Chaussées (1747) y Polytechnique (1795). cada período y los procedimientos técnicos seguidos.
El siglo XVIII experimentó en el ámbito cultura En segundo lugar, el nacimiento de la Historia del
una clara preocupación por la Historia, de claros fun- Arte y de la Arquitectura contribuyó a fomentar el
damentos Kantianos y Hegelianos, planteándose afán restaurador, lo que así mismo impulsó el desa-
como una correlación de hechos vinculados entre sí rrollo de la Historia de la Construcción, que para do-
por el principio de causa-efecto. Esta preocupación tarse de contenido exigía en muchos casos de un re-
por la Historia, se manifiesta entre otras cuestiones conocimiento del interior de los propios edificios que
en el interés de cada país el interés por las antigüeda- sólo la práctica restauradora permitía.
des propias, que generó estudios durante los siglos En líneas generales, podría decirse que en este si-
XVIII Y XIX (Roma subterránea (Bosio, 1632), so- glo en que se realizaba un primer intento de acerca-
bre los mosaicos (Ciampini, 1690), o la enciclopédi- miento a la realidad, cuando la Historia no había aún
ca obra de Juan Agustín Ceán Bermúdez, 1832). Una alcanzado su esplendor como Ciencia, muchas consi-
preocupación incrementada por la atracción que des- deraciones sobre la Historia de la Construcción resul-
piertan los importantes hallazgos arqueológicos que taban bien erróneas, como la idea, tan difundida en
se producirán en este siglo (Herculano, 1711; Pom- este siglo de que los megalitos franceses habían sido
peya, 1748), que resultarán decisivos para el conoci- realizados por los galos.
miento de las técnicas de construcción antiguas y el
consiguiente desarrollo de estos estudios en la si-
guiente centuria. Los inicios decimonónicos
En este contexto, se puede comprender el gran
aporte del siglo XVIII al nacimiento de la Historia de Las primeras aproximaciones de mayor fundamento
la Construcción, ya que algunos autores que comien- no aparecen hasta el siglo XIX, pues a pesar de que
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las obras de autores clásicos como Vitruvio y otros sido, aunque no despreciables, en cierto modo, frag-
tratadistas son una fuente básica para realizar un aná- mentados y escasos; a estas dos circunstancias, ha-
lisis histórico de las técnicas constructivas de las co- bría que añadir el hecho de que, en realidad, se limi-
rrespondientes épocas, podemos afirmar que hasta el taban a constatar obras y a hacer hincapié en su
siglo XIX no surge un interés por relatar, con un ca- interés constructivo, sin interesarse por el modus
rácter más o menos científico, los procedimientos edi- operandi que las posibilitó. De esta forma, habrá que
ficatorios del pasado. Esto fue lo que determinó que esperar a recientes trabajos al respecto para encontrar
para el conocimiento de las técnicas constructivas de aportaciones de verdadero interés.
la Historia fuera fundamental el de las interpretacio-
nes de la tratadística decimonónica, frecuentemente
ilustradas con láminas grabadas. Entre ellos, cabe se- Las nuevas perspectivas del siglo XX
ñalar las figuras de Choisy o Viollet le Duc.
En cualquier caso, los puntos de vista de esos aná- El siglo XX motivó la aparición de nuevas perspecti-
lisis dependerán del período histórico a considerar; vas y una nueva visión de la Historia de la Construc-
por ejemplo, cuando se trate de analizar los procedi- ción. Así, en este siglo se producen diversos fenóme-
mientos constructivos medievales, se realizará una nos que podríamos concretar en los siguientes
historia romántica de la construcción, con un trata- puntos:
miento minucioso y detallista, mientras que al estu-
diar el Renacimiento, el autor se distanciará del obje- l.Novedades temáticas. en tanto aparece un interés
to construido, analizándolo desde una perspectiva por el análisis constructivo de épocas antes olvi-
puramente compositiva. Por todo ello, cabe decir dadas;
que, pese a su interés, las aportaciones de los estu- 2. Novedades conceptuales ya que se evidencia una
diosos decimonónicos, presentan dos graves proble- relativa proliferación de los estudios sobre el
mas: un tratamiento desigual del hecho constructivo tema, concibiéndola como una parte concreta de
en cuanto a su minuciosidad y una preferencia hacia la Historia de la Tecnología, o como una línea de
temas medievales, con el consiguiente abandono, in- investigación para otras disciplinas auxiliares;
terés u olvido de ciertos períodos de la Historia de la 3. Novedades en las fuentes dado que se observa
Construcción. Por tanto, una conclusión que errónea- una lógica tendencia a recurrir a fuentes directas,
mente estos tratados del siglo XIX podían inducimos y;
a pensar es que, a partir de esta época, los procesos 4. Novedades académicas, pues se ha producido
constructivos no se vieron enriquecidos y que para proceso de incorporación de la Historia de la
que se produzcan nuevos avances habrá que esperar Construcción como disciplina académica.
a la aparición de la llamada Arquitectura del Hierro.
Pero para la Historia de la Construcción, el siglo
XIX no es sólo fundamental por surgir entonces su l. Las novedades temáticas
propio concepto, sino por que durante este siglo se El interés por el análisis constructivo de épocas
publican, por primera vez, tratados exclusivamente antes olvidadas.
técnicos sobre construcción, siendo pionera la obra
Art de Batir de Rondelet (1802). Aparecen con ellos Con el nuevo siglo, comienzan a incentivarse los es-
unas fuentes fundamentales para la realización de tudios de períodos, culturas y civilizaciones hasta el
una Historia de la Construcción, de las cuales se ca- momento ignorados o de los que se ofrecía una vi-
recía hasta la fecha, pues en los tratados anteriores se sión errónea y desprovista de un carácter científico.
habían entremezclado los conceptos arquitectónicos Así por ejemplo, sucede con los referentes a la cons-
con los puramente constructivos. Sin embargo, a par- trucción prehistórica, lo que, en este caso resulta ló-
tir de aquellos autores del siglo XIX que la hicieron gico porque habrá que esperar al desarrollo de la
nacer, se observa cómo los estudios de Historia de la Prehistoria como Ciencia. Esta incorporación tardía
Construcción sufrieron un paulatino abandono, ya será la causa de un retraso en la veracidad del análi-
que, desde entonces los intentos de penetrar en las sis de estas épocas, pues siguen realizándose estudios
técnicas constructivas de los que nos precedieron han aun conjeturales, en la línea de los existentes con an-
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terioridad. Pensemos, por ejemplo, que cuando en Existen algunas sociedades fundadas con este fin; en-
1911, Elliot Smith escribió su obra The Ancient tre ellas, cabe destacar la Sociedad de Historia de la
Egyptians. el autor interpretaba como egipcios los Construcción (Construction History Society), una en-
monumentos megalíticos del Norte de Europa. tidad de carácter internacional, con sede en Gran
Otro caso significativo, este en el ámbito español, Bretaña y perteneciente a] Chartered lnstitute of
es el mudéjar, estilo que constituye una manifesta- Building. Esta sociedad viene editando, anualmente,
ción netamente hispánica aunque con algunas pro- desde 1985, una revista, denominada Construction
yecciones en el Mediterráneo e Hispanoamérica. Hay History, que está dedicada a cualquier aspecto vincu-
que esperar al último tercio del siglo pasado para en- lado a la Historia de ]a Arquitectura y la Construc-
contrar los primeros estudios sobre el tema; en cual- ción y a] desarrollo de la Historia de la Construcción
quier caso, en estos inicios las interpretaciones no como una disciplina académica. Se trata de la única
son del todo acertadas, pues se plantea como conse- revista periódica en lengua inglesa sobre el tema.
cuencia de los sistemas de construcción islámica y Pero, como ya hemos indicado, y al margen de
no como un estilo peculiar y diferente. La revaloriza- esos escasos intentos globalizadores, lo habitual es
ción de la época es tardía pues no se produce hasta que se trate de estudios parciales; por ser una materia
los años setenta, a partir de los cuales hay una co- que se presta bastante a la multidisciplinariedad, las
rriente de defensa de este estilo, que ha originado investigaciones son de muy diversa procedencia y
una ingente cantidad de publicaciones al respecto. El con muy diferentes enfoques. Por ejemplo, algunos
auge de los estudios sobre el Mudejarismo ha venido científicos de] campo de la petrología se han dedica-
propulsado desde que en 1975 se iniciaran los Con- do a analizar las características de la piedra como
gresos Internacionales de Mudejarismo, que se cele- material de construcción empleados en edificios anti-
bran en Teruel cada tres años, y están dedicados a las guos; los ingenieros a analizar el comportamiento es-
diversas manifestaciones de esta cultura. En cuanto a tructural de éstos; los arquitectos a considerar cuál es
construcción se refiere, han aparecido muchas publi- la relación existente entre Arquitectura y Construc-
caciones sobre carpintería y cerámica, que son dos ción, algunos técnicos a investigar los medios con
técnicas muy características de esta cultura. Así, cabe que contaban los constructores, al incluir la Historia
destacar los estudios de Enrique N uere Matauco so- de la Construcción como una parte de la Historia de
bre carpintería de lo blanco, especialmente realizados la Tecnología,... Es decir, lógicamente, su enfoque
a partir del aná]isis de] manuscrito de Diego López depende de la procedencia del autor del estudio. Aún
de Arenas (Tratado de carpintería a lo blanco). no existen grandes obras de conjunto, pero no cabe
duda de que, aunque en diversas líneas, se están pro-
duciendo importantes avances que algún día podrán
2. Las novedades conceptuales aunarse en una empresa común. Como ya hemos in-
La prolileración de los estudios de Historia de la dicado, en realidad, se trataría de un proceso de apli-
Construcción. Nuevos enfoques: análisis tecnológicos cación de diferentes disciplinas auxiliares en pro de
y estructurales y otros. Causas y consecuencias. un desarrollo de los conocimientos sobre la Historia
de la Construcción. Es ésta precisamente la novedad
Como ya hemos indicado, de un lado, y especialmen- que el siglo XX viene aportando.
te a partir de la Segunda Guerra Mundial, se fomen-
tan las investigaciones de Historia de la Construcción.
Este desarrollo es consecuencia, fundamenta]mente, La Historia de la Construcción en la Historia de la
de ]a búsqueda de nuevas aplicaciones y de líneas de Tecnología
investigación en otros campos para disciplinas que
ahora se convertirán, de algún modo, en auxiliares de Entre todos ellos, predominan los estudios en los que
la Historia de la Construcción (la química, la ingenie- la Historia de la Construcción se analiza como parte
ría, la petrología,...), así como del auge que ha experi- de la Historia de la Tecnología. Así, suelen aparecer
mentado en estos últimos tiempos la Historia de la referencias muy interesantes en obras dedicadas a
Tecnología. este tema. Quizás, una de las más completas y de fá-
Sin embargo, es raro encontrar estudios globales. cil acceso y manejo sea la publicada por Gustavo
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Gi]i, editada por Me]vin Kanzberg y Carro]] W. ingenieros interesados en las estructuras antiguas.
Puersell, Ir. (Historia de la Tecnología. La técnica Para estos análisis estructurales, se están aplicando
en Occidente. de la Prehistoria a ] 900, Barce]ona, las técnicas más novedosas. Uno de los pioneros en
]981). este sentido es Robert Mark, profesor de Arquitectu-
Además, este auge de ]a Historia de la Tecnolo- ra e Ingeniería Civil en ]a Universidad de Princeton,
gía, ha propulsado ]a aparición en diferentes Univer- quien para e] análisis de las estructuras góticas, fun-
sidades de disciplinas vinculadas a ]a Historia de ]a damenta]mente, aplica el procedimiento de] modela-
Ciencia y ]a Tecno]ogía, incluso con especialidades do jÓtoelástico.
temporales (por ejemplo, en las Universidades de Es interesante señalar ]a labor que, en esta línea de
Amsterdam, Copenhague,... o en e] Imperial College estudios estructurales, viene real izando el Instituto de
of Science and Technology de la Universidad de Tecnología de Massachusetts (Massachusetts Institu-
Londres); ]a creación de bibliotecas especializadas te of Technology, MIT), el cual, dentro de] programa
en Historia de la Ciencia y de ]a Tecno]ogía (como Al!i'ed P. Sloan. ha organizado durante los últimos
por ejemplo, la perteneciente a la Burndy Corpora- cinco años una serie de seminarios sobre el papel de
tion -Bihlioteca Burndy-), museos (como el Mu- ]a tecnología en ]a Historia de la Arquitectura, y que
seo de Historia y Tecnología de ]a Smithsonian Insti- ha visto sus frutos en ]a obras editada por Robert
tution), publicaciones al respecto, muchas de ellas Mark Architectural Technology up to the Scientij"ic
por parte de instituciones específicamente dedicadas Revolution (MIT, 1993), obra pionera en e] análisis
a ello, como ]a Smithsonian Institution o e] ya referi- de] comportamiento estructura] de los principales
do Imperial College oj"Science and Technology de ]a edificios de la Antigüedad.
Universidad de Londres, a los cuales se puede acudir
en búsqueda de datos de interés. Por ejemplo, la
Smithonian Institution publica ]a revista American Otros enj"oques
Quaterly, dependiente del Departamento de Civili-
zación americana de la Universidad de Pensy]vania. A los estudios de Historia de la Construcción desde
E] Imperial College of Science and Technology de ]a e] punto de vista de la Tecnología o de los comporta-
Universidad de Londres ha publicado cinco vo]úme- mientos estructurales habría que añadir otros tipos de
nes sobre Historia de la Tecno]ogía (A History of análisis menos frecuentes. Por ejemplo, el análisis
Technology) que constituye una de las obras más de] factor humano interviniente en ]a construcción (e]
completas al respecto. Incluso se han realizado reco- arquitecto, el aparejador, e] obrero y e] artesano en
pi]aciones bibliográficas muy interesantes sobre ]a las diferentes variantes de mano de obra) así como de
Historia de la Tecnología en las que, lógicamente, se la situación socia] de éstos. Podemos decir que un
incluyen textos recomendables para un conocimiento hito en esta línea supuso la obra de M.S. Brigg (The
de la Historia de ]a Construcción. Entre ellas, seña]a- Architect in History), publicado en Oxford en 1927,
remos la realizada por Eugene S. Ferguson, profesor que constituyó e] único intento en este sentido y que
de Ingeniería Mecánica en la Iowa State University, ha sido e] único e interés hasta que en 1977 la Uni-
denominada Contrihutions to Bibliography in the versidad de Oxford publicara la obra The Architect.
History of Technology, ]a cual debe ser considerada Chapters in the History ofthe Profession.
como una bibliografía muy completa en este campo. No cabe duda de que en este tipo de trabajo ha ve-
nido impulsado por dos factores. De un lado por el
La Historia de la Construcción como análisis desarrollo del sentido de la profesión, así como -en
estructural ocasiones- de las instituciones corporativistas y
profesionales. Pensemos, por ejemplo, que en los úl-
También últimamente, muchos de los estudios sobre timos años se han realizado algunas publicaciones en
Historia de ]a Construcción se dedican al desarrollo España sobre ]a Historia de] Aparejador, una figura
de las técnicas estructurales. Así, en noviembre de significativa de ]a Historia de la Construcción en Es-
1995, se celebró en Barce]ona el 1 Congreso Interna- paña y que todas ellas han venido impulsadas, o al
cional sobre estructuras antiguas. Por ello, habitua]- menos publicadas, gracias a la intervención de los
mente los estudios han sido realizados por parte de Colegios de Aparejadores y Arq\litectos Técnicos
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que tan buena labor cultural vienen realizando. El se- con la Geometría Descriptiva y el dibujo,... incluso
gundo de estos factores es el interés que han adquiri- con el proyecto arquitectónico.
do los estudios sociológicos en general (la Sociología Recientemente en diversas universidades (Amster-
de la Historia), el cual, lógicamente, aJcanza también dam, Copenhague, Londres, Masachusset,...) se han
al ámbito de la Construcción. incorporado materias vinculadas a la Historia de la
Otro enfoque de estos años, particuJamente aplica- Tecnología y que incluso se vienen impartiendo con
do a las técnicas constructivas de la Prehistoria y la cierta regularidad cursos y seminarios sobre la tecno-
Antigüedad y que en nuestra opinión menos acertado logía en la edificación y sus consecuencias estructu-
por lo que preferimos obviarIo en nuestro trabajo, es rales (por ejemplo, el MJT).
el, podríamos decir, "ocultista", o sea, el que expJica En el caso españoJ, curiosamente, los orígenes de
los procedimientos constructivos con fundamentos la docencia de Historia de la ConstrucciÓn, se re-
poco certeros, basándose en creencias poco demos- montan a la enseñanza encubierta por la que ciertos
trables. Este tipo de estudio se fomentó en gran me- profesores de Arquitectura abogaban, planteándola al
dida a partir de la Segunda Guerra Mundial, cuando margen de la de Historia de la Arquitectura, entonces
adquirió una gran difusión la nueva teoría de la Ar- impartida en el Cuarto Curso Superior de esta carre-
queoastronomía. Por ejemplo, son muy conocidos ra. En concreto, los pioneros fueron un grupo de pro-
los planteamientos de Hawkins y Thom, quienes de- fesores de la Escuela de Arquitectura de Madrid, sin
fendían que los cromlechs de Gran Bretaña era ob- duda encabezados por el profesor profesor Carlos
servatorios astronómicos. Gato, quienes durante el primer cuarto de siglo abo-
gaban por una vertebración de las diferentes asigna-
turas entre sí, planteando un método de enseñanza in-
3. Novedades en las fuentes tegral, una «simbiosis espontánea» entre las
El interés por las fuentes directas. asignaturas. No obstante, la Historia de la Construc-
ción que Gato y estos autores defendían distaba en
En los últimos años, se observa cómo los estudiosos parte de la que nosostros proponemos. Gato plantea-
de la Historia de la Construcción, persiguiedo una ba una secuencia lógica y vertebrada de la arquitec-
mayor veracidad, prefieren acudir a las fuentes direc- tura monumental de Occidente a partir del problema
tas (más que a los estudios bibliográficos previos, de los empujes, pues el concepto que Gato tenía de la
que en ocasiones resultan demasiado equívocos y ca- Historia de la Construcción era parcial, fundamen-
rentes de fundamento), para el análisis de la cons- talmente porque sólo refería la evolución de los siste-
trucción en épocas pasadas. Así, han proliferado los mas de cubierta. Para Gato, como para el resto de los
estudios de los tratados de construcción, así como los docentes que iban en esta línea, eJ texto de VioHet Le
de arquitectura, en los cuales se han buscado aque- Duc era una pieza clave, por ejemplo, la interpreta-
Hos datos constructivos que pudieran resultar de inte- ción de las bóvedas francesas y anglononnandas era
rés. Igualmente, se recurre como fuente directa a la un trasunto en lo fundamental de la de Viollet Le
propia edificación, sobre la cual se realizan estudios Duc, siendo también interesante el paralelismo entre
y ensayos a partir de las nuevas técnicas. los dibujos. También quedaba clara la presencia de
Choisy, en todo ]0 referente a bóvedas romanas y bi-
zantinas. Como la de otros autores decimonónicos,
4. Novedades académicas ésta era particulannente evidente en el aspecto gráfi-
La incorporaciÓn de la Historia de la ConstrucciÓn co, entre cuyos dibujos existía un interesante parale-
como disciplina académica lismo.
Sin embargo, se trataba tan sólo de un enfoque
En último Jugar, podemos señalar cómo en diferentes peculiar y de la orientación de la asignatura de
contextos docentes, empieza a surgir la idea de incor- Construcción pues hasta que en 1972 con la elabora-
porar la enseñanza de la Historia de la Construcción ción del nuevo Plan de Estudios de Arquitectura
a otras materias, basándose en la necesidad de impli- Técnica se introdujo esta disciplina, la Historia de la
car la Construcción con la Historia de la Arquitectu- Construcción no estuvo integrada como tal en nin-
ra, con ]a Composición, con eJ diseño de estructuras, guna formación académica española. Actualmente,
Hacia el nacimiento de la Historia de la Construcción 477

esta materia no es exclusiva de la Carrera de Arqui- vil. Así, Poco a poco va ampliándose el número de
tectura Técnica; con los nuevos planes de estudio se estudiosos de la materia; buena prueba de ello son
ha producido una incorporación de esta disciplina a los Congresos Nacionales de Historia de la Cons-
la formación que se imparte en algunas Escuelas trucción que en esta su tercera edición vienen desa-
Técnicas de Arquitectura Superior y de Ingeniería, rrollándose desde la Sociedad Española de Historia
en lo que se refiere a Historia de la Construcción Ci- de la Construcción.

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