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El Niño Feo

Érase una vez, un niño llamado Andrés David, en el cual éste chiquillo gozaba de
una infancia dichosa hasta que clausura sus estudios de la primaria para dar
comienzo a la secundaria. Lo que éste niño no sabía es que ésta nueva etapa se
iba a convertir en el ciclo más complejo de su vida.

En ésta nueva etapa, le tocó que afrontarla sin ninguno de sus amigos y
compañeros de la primaria es decir, le tocó iniciar de cero, aunque su aspecto
físico nunca fue agraciado; no padeció ataques de bullying o de otro carácter. Sus
primeros días en el colegio comenzaron a ser espantosos, una gran mayoría de
sus compañeros lo agredían tanto verbal como físicamente, Andrés no poseía
fuerzas para actuar en su defensa.

El chiquillo cada vez que pasaban los días, semanas y meses seguía siendo
víctima del acoso de sus compañeros hasta que de tanta intimidación se volvió
viral en el colegio y se tomó como una “moda” el molestar al pequeño Andrés
David, muchachos de todos los grados lo molestaban, lo golpeaban y muchos de
éstos insultos eran ¡Porky!, ¡Morfeo!, ¡Cerdo! Y el famoso “Niño Feo”. Andrés
David, cada vez que llegaba a su casa sentía un grado de satisfacción como
cuando una persona toma un vaso de agua en el desierto, hasta que llegó un
período en el que Andrés David fingía estar enfermo y así engañar a sus padres
para que no lo enviaran al colegio.

Sus padres de tantos días de que su hijo siguiera “indispuesto” acceden a llevarlo
dónde un médico, el niño se rehusó a ir hasta que forcejeó y sus padres se dieron
por vencidos hasta llamar a un médico domiciliario a escondidas. Después de
haber llegado el doctor, el niño se resignó a resistirse y relató lo que estaba
aconteciendo, sus padres hablaron con los organismos de la institución para
presentar su queja; ¡llegaron con un carácter de individuos de “pocos amigos” ¡
muchos de los estudiantes implicados lograron darse de cuenta de la presencia de
los progenitores de Andrés y éstos emprendieron la corrida para alertar a sus
cómplices.

Pero esto no acabó ahí, después de varios días de normalidad, sus agresores
abordaron una nueva agresión con más peligrosidad. Ésta fue la que agotó la
paciencia de Andrés, le quitaban el dinero del descanso y le pedían que
hurtara objetos de valor de su casa a cambio de no atentar contra la vida de sus
papás.
Andrés totalmente confundido entabló abandonar su casa dejando una carta en el
baño que a las horas después fue leída por sus padres, en la que decía las
razones por que se fue de la casa. Sus padres muy preocupados salieron a
buscarlo y después de 2 días fueron a denunciar a la policía la desaparición de su
pequeño y único hijo.

Pasó más de un año sin saber nada del pequeño Andrés David, sus padres ya lo
daban por muerto y vivieron una anualidad de sólo tristeza por su chiquillo que
para ellos si era un “Niño Lindo”, después de los dolorosos comenzaron los
gozosos; ¡el niño Andrés apareció!; sus papás estaban con una felicidad que “ni el
dinero se las podía comprar”.

El chiquillo pasó cantidades de injurias en todo éste tiempo, llegando con la misma
ropa con la que se había ido, eso sí, en mal estado y sucia al igual que él. Le pidió
a sus padres y éstos con lágrimas de felicidad lo perdonaron de todo corazón y la
normalidad acogió la casa y el entorno de Andrés David ya que éste al final fue
cambiado de colegio y emprendió una nueva etapa dichosa en su vida.

FIN

Autor: Carlos Andrés Marmolejo Sánchez

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