La erección es una función muy compleja ya que depende de diferentes mecanismos localizados a diferentes niveles. De manera simple se puede decir que la erección se inicia a partir de un estímulo sexual (visual, auditivo, olfatorio, pensamiento, etc.) influenciado por la testosterona (hormona masculina) que es integrado en el cerebro. En éste se inicia una señal que viaja por la médula espinal, favoreciendo la liberación de unos elementos llamados neurotransmisores en las terminales de los nervios del pene. Estos neurotransmisores actúan sobre el tejido que constituye los cuerpos cavernosos del pene formado, de forma parecida a una esponja, por una serie de celdillas (sinusoides) rodeadas de músculo que en estado de flacidez se halla contraído y por lo tanto, las celdillas se hallan cerradas. Los neurotransmisores, fundamentalmente el óxido nítrico, hacen que la musculatura de las celdillas se relaje, favoreciendo la entrada de sangre en el pene y por lo tanto, dando lugar a la rigidez del pene. Después de la eyaculación o cuando cede el estímulo sexual, otros elementos como la adrenalina hacen que se contraiga de nuevo la musculatura de las celdillas, salga la sangre del pene y se recupere el estado de flacidez. Por lo tanto, en la erección intervienen diferentes puntos del cerebro, hormonas (testosterona), los nervios que transcurren por la médula espinal hasta el pene, arterias, venas y los cuerpos cavernosos. ¿A que llamamos disfunción erectil (Impotencia)? A la incapacidad permanente o temporal para conseguir y / o mantener una erección de buena calidad que permita una relación sexual satisfactoria. ¿Cuales son las causas por las que se afecta la erección? Cualquier cosa que afecte a uno o varios de los elementos que intervienen en la erección pueden ser causa de disfunción eréctil (impotencia). En líneas muy generales, nos referimos a causas orgánicas cuando se alteran los vasos, los nervios o los cuerpos cavernosos del pene y a causas psicógenas cuando el origen se halla a nivel del cerebro. En un gran número de ocasiones pueden hallarse en un mismo individuo tanto causas orgánicas como psicógenas. Aparte de una gran cantidad de problemas psicógenos como son la depresión, la mala relación de pareja, problemas laborales o de otra índole, el hecho de no tener una correcta erección condiciona una preocupación que empeora la situación. Dentro de las causas orgánicas, las más frecuentes son las que afectan a los vasos sanguíneos dificultando la entrada o el mantenimiento de la sangre en el pene. Ello puede ser debido a obstrucciones (arterioesclerosis), traumatismos o lesiones de las arterias. Dado que el pene es como un gran vaso sanguíneo, comparte todos los factores de riesgo de la enfermedad cardiocirculatoria (colesterol alto, tabaquismo, hipertensión arterial, diabetes, obesidad). En muchas ocasiones, es posible descubrir una enfermedad importante como la hipertensión arterial o la diabetes, cuya primera manifestación es una disfunción eréctil al afectarse antes los pequeños vasos arteriales. Si la enfermedad progresa, posteriormente podrá afectar a las arterias del corazón. Por este motivo, es importante estudiar las causas de la disfunción eréctil y poder prevenir problemas mucho más importantes para la salud general. Determinadas enfermedades, traumatismos u otras lesiones de los nervios también pueden originar disfunción eréctil. Una situación frecuente es la que tiene lugar cuando se realiza una extirpación completa de la próstata por cáncer. En estos casos es muy difícil que no se lesionen los nervios de la erección que se hallan adheridos a la próstata. La edad avanzada por si misma no es una causa de disfunción eréctil, no obstante, es muy frecuente por las enfermedades que presenta el individuo y que pueden afectar a la erección. Hay una gran cantidad de fármacos (antihipertensivos, antidepresivos, etc.), drogas y otros tóxicos que pueden afectar a la erección al actuar a diferentes niveles. Determinadas enfermedades del pene como la denominada enfermedad de la Peyronie (fibrosis del pene) puede ser también causa de disfunción. La disminución de la testosterona afecta mayormente al deseo sexual, pero también puede influenciar negativamente en la erección. Aparte de las mencionadas, existen muchísimas otras causas tanto conocidas como no conocidas de disfunción eréctil.