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Cot ouvrage, publié dans le adre du Programme d’Aide 3 la Publication Vietoria Ocampo, bénéficie du soutien du Ministore francais des Affaires Etrangeres et du Service de Coopération et "Action Culturelle de Ambassade de France en Ari sta obra, publicada en el marco del Programa de Ayu PPablicacd Victoria Ocampo, cueata con el apoyo del Ministerio ide Asuntos Extranjeros de Francia y del Servicio de Cooperacion Yale Accidn Cultural de Ia Embajada de Francia en Argentina al Jacques Ranciére En los bordes de lo politico dct preeem etdn| | to politi / Jacques Rance | | 128 ps 1812 em, Titulo francs: Aus bods de pottigue ‘La Tabeigque-Eaiions, 1998 Thaducetény presen ys Algjondro Mi bral som ww edicionestacebra.com.ar Imagen de tapa Carlos Altamirano,"Retratos", 1996, fragmento, Angentin de junio de 2007 n Grafica Pinter, México 1352/55 (CUIAB), Buenos Aiees, ‘Ayeda hecho ol depésite que dispel ley 11.723, Prosentacn La primera edicin de este libro aparecié en Paris en 1990!, vos despuds de la publicacidn de Lie le Capital, la obra que «Althusser publicara ent a Jacques Raneiére, Etienne B Tablet. Rancidte tenia 25 afios bat, Pieere Macherey y Roy ‘uande particips junto a Althusser en esa obra que se convert 1 en referencia ebligada para los intelectuales durante largos ion. En tos Ronde defo politica es un libra que, respondiendo a li contingencia, muestra el trinsito de la obra desu autor desde cia erie pexeroso y singular: en él asume valientemente trabajo de pensar esos conceptos que hoy se reclaman de tna imposib loc poltia, igualdad, comunidad, democracia. Como lo manitestara el mismo Raneigze, ef movimiento jpensamiento; abocado desde entonces, principalmente, a la rnvestigacion ile los archivos del pensamiento comunitario) La <1 68 marca el comienzo de una nueva etapa en sit he dfs prota. Archi wel seri obzeo, EL Foo y wel contexte yobres y EI Maesir Ignorante son obras que si in que surge la publicacién de los tres ensayos que companen en os tones de topic los Hones. Su redaccién tenia entonces la apariencia de la con: Tingencia. Sin embargo, y ala luz del desarrollo ulterior de su pensamiento, hoy pod 108 descubrir'en esos escritos los fundamentos de una nueva concepeidn de Ia politica y de comunidad) cuya traza vemos desarrollarse hasta sts publica contemporsneas, come EI Desaenerde, 1 tesis sobre a Politica, La partici de a sensible te Enel prefacio la segunda edicién francesa, Ranciéee senala ‘que con este libro apuntaba diresponder a “tne coyunture pot (1 frien marcada porel tema obsesivo del fn”. Fin de la politica, fin de la Historia (Fukuyama), fin de la comunidad. EI primero de sus ensayos nos m lestea, sin embargo, como esta idea del fin ha acompanado el pensamiento dela politica por lo menos desde la polite de Aristoteles y Platén, Ast “..designar, como ace Leo Strauss, la Repblica ota Pol ica como obras yparadigunas de fsa potaien es quiz bora tates originarin dete relacin ‘ere flsofia potion: fa coinclencia entre el deseo de realizar “de bora ls sts de a politi, que se revinca en ef Gorgias, web deseo de pore isa a politica, de hacer odes sono el”, Ponte Fin, porlo menos, “sn ela spendin, denwrritivo.” Poner fe al desorden de la politica, a la “autorregulacinnaniryien de 10 nsltipa ta se la decision mayoritari’™, corsa tal pare ‘ce haber sido desce siempre la intencién de la flosotia inserita en otras tanias dectinaciones d a8 politicas del fn ~u topic liberates, misticas, Sup 1 ese pensamiento del fin supone, asi, pensar un nuevo concepto de democricia, a distancia de una teadici ‘que, desde e] fondo de su raigambre ontolégica, esconde el Prsenacion principio de su disolucidn, “La democracin no es mi wna forma de abierno ni wa estilo de vida social, et mod de sudjetowcion por 1 cual existe sujetos politicos. Esta doble contra ofirmactn sup ey con aden de to potion cuanto esencia wnitaria def ser-en= in.” Supone tambin “disocinrel pensaento de ko politicn det pensniento det poder”, ‘Mis al cel speiron en que ese pensamiento del fin pensaba pecipitar el pensamiento de la democ lun sujeto que se define no ya por su participacién en la eleecién, dis representantes, sino por si relacion diferencia respecto del Ja, Ranciéee piensa en ‘comunidad dada, Pensar la co orden que se le asigna en ‘muinidad es pensar en esa relacdin de tensién. Su inseripeidn ibn de part a concepcidn de la comunidad cn Ia comunidad supone precisamente una re {n-particidn, Una nue ipa pei asi es exa “conmmnnauté de partage” en los mitiples sen: Fidos que el término asuime: comunidad en la que compar cs la imagen de las comida fraternales que evoca el segundo censayo= pero es al mismo tiempo, comuniclad de particibn, 0 ‘comunidad de division, en la que la participacién supone el poder divisor que marca la emergencia del sujeta democriticn: ‘lo hay democracia alli donde emerge el Dos dela politica, Frente a los coinceptos de representacin y consenso en que’ se agota cierto debate presente tiea, Rant postula tomno a la participacién poli- ‘a verdudere purtcipaciin esta incenci6n de ese sujeto imposible que hoy dia oi ta calle se mowimienta que no nace de rcs que dd tn densoeracie misma. Lt garantie de fa pervaecia democrica 02 # por ver tos fos empos aera os espacios sacs por firms de partcipacén 0 conteapaer: sa por farenscacion de En as bese fo pit tos actors ye forma desu aetuor, por la posbiida, siempre bert ste una emergenca de esesujeto que elisa. El contol dela democrncia ‘no ede dejar de sera su imagen, verstiteintermitemt, es deci, leo de confine HI nuove concepto de sujeto demoeritico que emerge alli, ces el de un sujeto que se constituye a través del disenso, en la indicacién de su diferencia, en su relacisn dere tun orden respecto del cual reclama i dad: igualdlad de dere ‘hos para la reivindicackin de esa misma diferencia, “La igual slo se scr eto min social w tr de i senso, EI fisenso noes solamente laquerella, es stanca en kr config ‘saci misma de los datos sensible, disocacin insert ete os mats sl ser ls mnt de ace, every de dvi. Lt igual es lant pri ‘pio siltimo de todo orden social y gabernomental con ens exci tte su fnclonamiento “aormal” No reside ni en wm sistema de ‘asttacionales rer west de fs costunths de a socielad, nen Ta ensenancs uniforme de los ios deta rapiblicn nies a elsponibile lad de tos productos a ben precio en fs ofertas de los supermercades [La igual es feataentaly ausente, aetale intennestog,stempre reomte at ication de iuioducsy grupos que, a contvacoriente del "ursoordinayo de las cosas, amen of resgode verfcet,énoentando firs invites 0 cuectons para su evrfcncin™ En ese sentid, como dirs el mismo Ranciére, la igualdad ‘ests siempre detris nuestro: es el principio que permite recla- tuna distribucion diferente respecto del orden ‘que permite, justamente, do, es lo que sea posible una desclasificacién, En primer Igor," iguatdad, em general, aes wf por alee Hewes Rance “Sobre of macs prorat, fe ar Es um punt depart, wn presupuesto ques deb ovrfcw at Ws de secuencin de acts specifics. En segurul termi, a igual sos condicion de ta propia desigualdad. Para obedecer un orden es bedeerte”® {La taza entendlica como punto de partida, es condicién, como, rvesurio comprenuerta y comprender que es neces principio de igualdad, de toda deselasificacion. {in Ef nesta ignorante, Raneibve nos muestra que la misma abt, necesariamente, Ia ligiea social y la lea educa ws intrincadas y son inseparable la una Je la otra, Como lo explica él mismo, en esta obra“... se tata en view tds de a pedagogiaentretnid sino de ure reflexion ice nbsolutamente ates la manera en que Ja ran pra teraz sia tind fa ie 9 a ora®. La educacion trad ‘onal tiene a reprocucir Ins relaciones de desigualdad social a Figura del “maestro explicador": a explieacion es en i misma un mecanismo que ura esa reproduc, La figura {det maestro tradicional es la figura del “maitre” con todas las resonancias que iene el Kérmino en francés “mattre”, no es slo ‘el maestro, sino también el amo, el shor respecte al servo que la desigualdad y perpetia cl orden socal. EL "maestro te" designa justamente la Figura de este maestro que se stituye 6! misno en wna instancia le emancipacidn: 11 masts ignorant esdabloe para waa wa ro sigencia w ineligencla. Es solamente ime autoridad, solamente we ‘ont qe adeno a igmorante lar (ou propio) camino, es dette nena poner en eecucion wna capac que ya pose, capaci que todo borane bw demostade al adguirir, swingin restr, ef ms fii de fo apnondiajos, ques pana cualquier no que viene al mend, 1 eb fengue gue Haars naterna”® Edlucaciin y politica revelan asi su potencia emancipatoria {en fa edtucacign como en la sociedad “te comunidad de os iguales 1 siempre aetuaizable, pero hay que comprender que ella no les un fin por aleanzar, sino un supuesto que se debe plantear dlesde la partida y replantear sin cesat, Pues la comunidad! "se encuentra suspendida ee act, siempre por rehacer de su verif civ". Tanto la educacién como la. poliica se fentonces, como instancias de emaneipacisn posibl perniten, justamente, el surgimiento de ana subjetividad que se define através de ese poder de desclasii Podemos distinguir, como lo hace Rance -con Foucault entre polica y politica: polica, en sentido amplio, no es slo ‘1 organisme tepeesor sino el orden que determina la Tstado. Hse orden asigna a cada cual, a cada grupo s0 lugar dentro de una estructura que por sf misma no es politica. Fxiste politica justamente, cuando quienes pertenecen a uno de Jos grupos asi clasificados pore orden del Estado se desclastin, considerindose periudieado en esa clasficacién, Esto supane lerlamente un movimiento en apariencia paridojal; quienes pettenecen aun grupo social, 0a sina minoris, tritese de os mujeres, os prolelarios, los estudiantes, ete, afitman su dif rencia en cuanto grupo, pero, al mismo tiempo, reivindican su. iiualdad pues al reclamar otro estatste fara si sevindran si igualdlad ep derechos ante Ia comunidad. Por ende, la comunidad silo puede ser concebida como ud de particidn; silo asi se revela como comunidad y democritica, lejos de toda determinacién por una n elos que la trascienda: "ay politica pore ‘cuando el orden natural de fos eyes pastors, de fos seors de Ja serra o de los poserdores es interrumpi por ura iertad que view Prsentacin « wetutizar la igual sittin sabre fa que deseansa too orden so “ot” in este sentido, la igdaldad politica sélo puede maniles lirse como continua divisién del orden estatal, estitico, por desclasfieante a través vl das de Ia politica, por esa potenc ts [a al un grape se desprende de la multiplicidad andnima ‘marcando su inscripeidn en ese mismo movimiento de pa ‘isin particpacién, como tinica posibilidad de existencia de la Hy politic dose ol mamentoen que existe la esfra de aparencia de sf ism, Por cons 1 sujet cb del que to propio es ser diferente cients, dese et panto desta polin, as seyipeiones def igualdad je fignran en tas Dectarciones de fs Derechos del Home en fs bul dels egos as eonsttucowes as que materialize tal ‘ial insta o eslin grabadasen ol frontspicio de sus tific no ‘on “formas” desmentidas por st eoutenito o “apariencias” destinadas “ocular ta realidad, Sone wn modo efetioo del apareer del pc, el niin de igualdad que se inserie en of cmmpo de te experiencia eo Giertamente, Ranciére desarrollajn concept de subjetivi- lad radicalmente inmanente que supone la constante rede ‘in dol status mismo del sijelo, el que se constituye a partir ‘dost relacgn relativa respecto del orden socal. Pero, al mismo tiempo, ese sujeto que concibe debe ser comprendid no slo a listancia respecte de las maltiples interpretaciones del sujeto hhexeliano, definiendo una subjetividad que se determina a tr ‘és de fa serie de operaciones que lo constiuyen en un campo in de aquellos autores que sensible determinado, sino ta pparccen compartir cierta conexpeidn det disenso. nos nts ee pitcn Fn una intervencién rec Philosophie, dri te en el Collige International de “Est clam, en eect, que la prevcupacin respect af disenso me es comin a ueacas ols personas. Pero yo the covspendido de otra manera que eles. Casi toes fos autores, views 0 muertos, ue eomstri yer hay ta actuatidad del disensocomparten en efecto una misma ide et consensoy dan of misino nombre a su figura pulitee. La lame temoeraca, Pensadores ta diferentes com Avera! y Lyotard, Baio, Agron o Miter fenen ew conti cierta ide de consenso con de ‘mocrcia estes como te igual artmdtce de Paton, el région eka -mezcta inistinta 0 dnifvet. La erocracta es pra ells el ries: set recuemtoiniferente, pared In cnculacn de fos merconcias 0 at “gotew uniformed tanta” que exracteriaa of periionsextin Ma aro. Elta ol poder det mal mati que circa intercautidndose fen summa mula y reproduciénese de manera identcn. Estos pensadores poner te potencia de Ja diferencia: el buen mutipl, ef que conten ‘un principio de alteridad, sna potencia suplementara, Esta puede ser ‘a superpotenc:potencin arent det cine a vlad de tes ruutitudes (Negri, © ben rene suplementarilad mo tntercambiabte (ct wcontecimiento de serdal de Bastion 0 el uno dems de Mituer Fundan entonces fe politi sobre esta superpotenciao este saplemento ‘bie fe open ate principio de la comunidad el gobierno pustral de Milner). Oponen a le democraca wn privipio de hetengeneita, La heteregenedeadpuee ser wn figura del sor delete infinite 0 malt tuules, day una verde paition 0 una superac le ta pation encel comunism, Puede, al contvario,idemtficrse com tra cost gue et ser haciendo encallarse ola potenciaconunitari, Yo. por ni pore oma esta ligicn a contrapie He tomado el parti singular te 1a potencia de to heterogneoo del undead of nombre de demas y de plantear en eousecuencia ta devaocracia como apursta al vonsenso. Es tea manera elec quero hay heterognc real, no hay principio onto gio de a aifernca politica vce te eiferenca en relat aa politica, no hay arkhé 0 anté ark. Hay, ns tug, wn principio de iguelda {que noes bo “propio” deta ple y que no ee muta propio mas que que trains actos de werifiacion [En ese sentido, el sujeto se define, sl se quiere, ain come rnegatividad”, pero una negatividad que no consiste en el acign teleoldgica: las formas slespliegue de ninguna d dle la subjetividad se constitayen en tantas formas de igualdad, fn tanto igualdad y diferencia son earas le ese mismo proces dle subjetivacién: no hay forma de lo humane, sino las diversas fig interior de un campo politica de experiencia, as que asume su constitueidn al diferenciarse como tal al ‘Campo que ninguna razén podria Megae reomo tun orden necesarior si la razdn puede establecer distineiones, (ella misma parcce ser esa capacidad de establecer distin- ones, dificilmente podriamos asumir que esas distinciones sean en verdad las formas esenciales que asume lo eval en st nto ‘puifestaciéns s6le pademos seguir su movimiento en eu diferenciacion, seguir la traza deesa cont Es rua negacidn de fas formas, o de las figuras, que emer en ese sentid que podemos decir que ninguna subjetividad “s constituye 3 partir de la pura proyeccién de st misma, sino siempre contingariente trabajada pore «que constituye ese campo sensible en que se afiema cualquier Figura de sujet, a potitien, en cuanto fla y nes mis queef conju de act | ue fection una “propiedad” suplementara, toa propiedad bitin lenin de tem ef Calloge tert ce Peso, 2 leat ‘Una trad serene hos pune vey nia oven 'Y antropoégicumente imposible de encontrar te igaldad de los seves hablants, Exist como suplementa se cualquier biew, Se opmne oad En los bordes de lo politico sstructuraciones el murat eo m (este ln circutacion dela sure a ta egeri-acion dele en oc os artifice de a igualdad, sus forma ins unt que mo conoce masque ef de poblaciin) y otra ae de revnfiguacion sel “mune dada” en comin eectuades por eae pote AM, Introduecion® 1 lar de los bores de lo politico no compromete apa nte a nada muy preciso actual, La leyenda de lo politica sittia sus comienzos siempre en algin borde, el Tiber al Neva, para encallarle en algin otro, de Siracusa al oly: riberas le los ios de Ia Fundacion, orillas de las isa, le a refundacion, precipicios de ruina u horror. Algo esencial tbe contener este paisaje para que la politica se haya obsti Y sabemos qu la filosof hadamente representado en signee en esta obstinacidn. Sus pretensiones eden resumise bastante bien a t arrancar ala politica el peligro que lomado parte respecto ala politica p le este imperative: par arla sobre seeo, instalarla fom tierra firme, a totalidad de la empresa politica platéniea puede ser ppensada como una'polémica antimaritima. El Gorgias insiste enferma de sti puerta, de la predo- fn ese panto: Atenas esta ‘winancia de una empresa maritima en la que la supervivencia Yel lueto son los Ginieos principios. La polit \lovit, ef hecho democritieo, se identifica al reine matitimo de ‘esos leseos de posesién que recorten los mares exponiéndose cempiriea, es Invultineamente al vaivén de las alas y la brutalidad de los aamblea demoeritica de ‘marines, EL gran animal popular |i polis imperialista podria ser representadt c Fn lost det pin tle marinos ebrios. Para salvar la politica hay que arrastratla sobre tierra de pastores. Por la discusion con que se iniia el evarto libro de kas Leyes, sabemos que los ochenta estado que separan desu puerto la tlad de Clinias parecen clemasiado escasos al ateniense, Silo sen su contorno impide que la existencia de algunas mont ‘esta proximidad haga desesperada la empresa de fundacion. Y ‘es que estamos siempre demasiado corca del almuron, del olor salobre. El mar hiede. Y no a causa del limo. El mar hucle a marino, huele a democracia. El trabajo de la filosofia consiste fen fundar una politica distinta, una politiea de conversion que ‘uelva las espaldas al mar: Esto es antes que nada tan asunto de puesta en escer esplazamiento de imagenes: cavema y montafia en lugar de mary tierra. Antes de hacernos descender en la célebre caver nna, Sécrates nos ha hablado abundantemente de trirremes, ‘marinas ineorregibles y polos impotentes, Yaen la caverta di. remos adids a este paisaje marino, seductor y fatal La caverna ces el mar conducido bajo tierra, privado del resplandar de su ocwinico, el encierro; hombres, _prestigis en lugar det horizon tencadenados sustituyen al baneo de remeros: la opacidaad de flejo de la ez sobre las as. las sombras contra el muro, ef Precediendto la operacion en que se libera al prisionero y se le nvita a conversar encontrames esa otra y primera metatoriz ‘iG que consistia en enterrar el mat, secirl, en privarle de sus reflejos, én cambiar la nateraleva misma del refle, Violeneias de tas que, coma sabemes, el mar se vengari. De abi la parado- Jemento firme J de esta empresa: para conslucie la polit del saber y el coraje se hace necesario abordae las islas de la refundacion y atravesar nuevamente ef mar, entregando al e ppricho de mareas y marinos fos planos de la tefundacda ciudad de pastores Tal podria ser el primer objetivo de este anuncio no compeo= Iotedor, de este anuncio sin promesa:indicar algunos lapares ninos. de reflexin en torno a esta Figura de los bordes que Jo politico, come c acompaiiar al pensamiento.d Jal posicién de la filosofia ‘mbién sobre esa vieja y sempre act I bonte de lo palitico- vinculada a la idea de un alejamiento dle un cambio de rumbo; conversién que no ha ol bord fata vouadla de acompafar, de manera parlanehina a silenciosa —di= te parlanchin lexi la ieetlesin, lo distraccidn de la flosofia frente a lo politic desde la mete Jui griega hasta Ia Kel alemana, Pero parece a la vez que la actualidad puede proporcionara Xin. Mil discursos, sabios ‘oo interrogante una nueva signi profanos, anuncian hoy el fin de la edad en que la politica tvtaba de costa a costa, ¥ se dice terminado, asimismo, el po en que los fldsofos legisladores pretendian reinstalarla en 2 nuevos precipicion: la cl terrtorio de los bordes los bores del origen o del preeipicio- en que la enclausteaba 1a tutelafiloséfica. Libre, de ahora en adelante ésta se desple- espacio sin orillas de sit propia supresiin. EL fin de da seria también el fin de la politica misma, 0 terren0, arriesgande conduct a hoy, 1a politica some Vivimas, sein s€ dice, el fin de las divisiones politicas, de los \lesgatramientos sociales y de los proyectos utipicns. Hemos. tentrado en la época del estuerz0 productivo comin y de la libre eirculacién, del consenso nacional y la competencia inter ‘nacional. En lugar de islas utépicas y-milenarismos ta tarda abiduria de nuestro tiempo propone paraisos terresttes més sevesibles, plazas mas prosimos: el Centro o Europa, 1993 o el vo 2000, Sin embargo, y considerindola mis detenidamente, {emitica ofrece algunas sorpresas. Asi el notable norteameti- ino que anunciara con tanto ruido que en nuestia época se 4. En ls bord det pica sitia el fin de la historia nos advierte, con més modestia, que n esel mismo que proclamaba Hegel en 1807, a riesgo de dlejarmosen la indecisibn: zese intervalo particularmente dens, los dos silos que demorara la historia en consumarsu muerte, ‘obedecerin, acaso, ala siempre lenta eliminacién de las super= vivencias o bien al error funesto del exéget Marx, que no viera a historia, sino-el cn la promesa hegeliana el anuncio del fin de fin desu prehistoria? Podriamos limitarnos simplemente a sonreir ante la prisa )con que los gestionarios politicos anticipan el momento en qu “acabada la politica, podrin finalmente trabajar en calma los (Casuntos politicos. Empero, quiz sea mis interesante examina mas de cerca la duplicidad de esta realizaciénisupeesion de lo politico -quees, al mismo tiempo, una supresion/realizacn de Ia filosoia; puede que valga la pena interrogarse respecto a esta filosofia de ajar a nueva conjuneidin la vieja pretensidn de politica de sus bordes funestos y In nueva certiduimbre en la ‘cl fin dela historia, zAcas0 10 &5 justamente en ese momento -en el momento en que s° piensa liberada del peso de las utopias floséficas~que la politica pasa ‘1 ocupar la funcién que le asignara el proyecto filosdtic, a de acabar con los desérdenes de la politica? {Los textos que siguen intentan extraer algunoselementos de _anlisis deese nudo singular. A través de los anlisis stisfechos cl términ de ls desven- consumaciin de la pol fo nostitgicos de restr tras igualitarias y comunitarias el triunto de empo sobre lemocracia ‘ode la histo Tiberal el fin de las ideotogias ef fin ee la politi ria, hemos intentado diseernir algunas paradjas que pueden conducimos.a reexaminar no solamente la intervencidn politica sa extrafia actividad te la filosofia, sino también el estatuto de Namada politica, Debemos prevenir al lector sobre ol earietor ‘coyuntural de estos ansliss y el contexto en que x insertan, en particular los dos primeros textos, Fruto de una discusidn con 2 {ilosolos y amigos latinoamericanos confrontados a las espe taneas y dificultades del retorno a la democracia. En Santiago ‘nos intentado rellexionar en tomo a una reinterpretaciin de la experiencia democritica mas alli de los estereotipos, tedrica ¥ politicamente desasteosos, de democracia “real” y demoer reflexidn se 1a “formal”, En un encuentro franco-brasil JeQiene, por el contrario, en algunas de las ambigiiedades¢ fn (~ octidentales de la democracia en la hora supuestamente Iviunlal de superacién de la hicha de clases. Una huelga de stutiantes en Paris y la tiltima eleccién presidencial francesa su materia inmediata a esta na formulacidin ambigua, © filo mantener en es tos than proporcionad eventualmen roilesidn. Sin privarme de precisar ollar un anlisis sigestivo, he qu ricter de confrontacin inmediata entre tos textos st problemas de interpretacién de la herencia filséiica clisica y hlgunos problemas suscitados por las solicitaciones y sorpresas te nuestro presente, El in de la politica o la utopia realista ta poomesa 1 fin de ta politica, Joscrito.frecuentemente como el fin de cierto tiempo, de un adio en si mismo por certo uso del tempo, el uso de 1yo tumor corte hoy por doquier, ¢s ‘el murelo guibermamental francés se puede sim= oliaar perfectamente exe fin con el paso de primer al segundo splenado socialista. En 1981, el candidato socialista ala presi- dlencia habia hecho ciento diez promesas. No cien,ciento diez. EL foccolonte os la eweneia de la promosa, Fn 1988 fe reclecto, sin {yu nadie le preguntara exdintas de éstas habia cumplico, Por el por lo siguiente: aparte Jun excepeidn, que mencionaremos enseguida, el presidente ya guna promesa, Es que en esos site aos, decian los into Gl comb nosotros hemes cambiado de siglo, Hemos sharvlonado et “polvoriente corpus filasico y cultural” del igo pasado, ol diceinueve e siglo del pueblo sofiado, dela pro- css comunitaria y de las islas de utopia; e siglo de la politica ontario, la opinign ilastrada fe ala Jo futuro que abriera el abismo en que nuestro siglo peigraba Jumbir, La nueva actitud de nuestro presidente-candidato que cortesponde al que finalmente ha comprenslio la sn, asumiende et gin del siglo. Pues el principio det mal | ronda procisamente en la promesa, en ese gesto que pro hacia clelante unifelos se la comunidad cuyos fragmentos se pre= feras. A través de este president Pitan come piedras mort promesa, la politica desiunciaba Finalmente su largo compromis, eto on finde ta pio mtn tits et poitica lucionatia de esta destruccién para entrar al fin en un tiempo ‘con lasddeas de fo futuro y de lo allende;a Megara su fin en tant Ja doble realeza viaje clandstino hacia islas de utopia se identtiaria, dese aber a, con el arte de conduit el navio, de exquivar las ola; con et |e pasado y del futur. movin ‘ Nese tempo que ya no se encuentra divi you debe corresponder un espacio hiberade de divisién., Bl Hioma gubernamental Io Hama naturalmente centr; éste no lesgna un partido nie crs sino que esl nombre gndsico a cae ‘ Jo una nueva configurackin del espacio politico, libre desplie- eesti ae oe le una fuerza consensual adecuada al libre despliegue ico de la prodaiceién y la eieculacidn. Pero si bien es facil tar el comienzo y el fin de los tiempos, la identificacidn mpirica de esa configuracién plantea otros problemas. El cen ; +I 6 ica parece més bien awe, en ana temporalidad aligerada fo por la pro iento natural y pacifico de crecimiento, de esa produced {que reconeilia la phys griega con el arte cotidiano de: propuilsar Paso a paso las cosas delante suyo -productin quel siglo eno ‘quecido confundiera con el gesto homicida de la promesa, ier |a politica tal como se han secularizade texas las olraactivica. sles que eonciemen a la produccién y a la reprealuccion ce low idividuos y de os grupos; abandonar las iusiones vineuladas al poder, a Ia representacion voluntarista del arte politico en ‘canto programa de liberacién y promesa de fel do Ivo no deja de ecapsirsenos. Elfin dela pol livklirse en dos fines que no coinciden el fin de la promesa y bl lin de la divisidn- y que producen vietualmente dos partidos dad; aban- war toda identificacion de la potestas politica con el peri de una idea, de cualquier ‘los de grupo; acerearla ala poteriia {que acompana las actividades secularizadas del trabuje, ef ine ct goce; conecbir un ejercicio politico en sineronia | ‘le! ucvo consense, seni ke a ecm spe tna ‘wopia, como lo muestra Aristiteles de modo cjemplai’ Pues la utopia no es lo lejano o el futuro ee lizado sino la construccién intelectual que hace eoincidlit lugar de pensamiento con un espacio intuitive percibide 0 per. ceptible. El realismo no es ni el rechazo Kicide de la utopia ni el ‘olvido del trios, sino una de las maneras ut6picas de eonfigurar cel elos y reencontrar la rosa de la razén en la cruz del pr 1 fede potion te top rest Hacer coincidir la idea fitosética del medio con ta clase media Yl espacio ciudadano, significa atin realizar el programa pla- Joni situar fo miltiple bajo la ley del Uno, instituir el reine ely medida.en ugar del ape demaeritico, La filosoia pone fin. la slivision politica y sutura su propia sivisin frente a la politica haciendo uso de un recurso metaférica que, al mismo Hompo.que la separa absolutamente de la empiricidad po le permite coineidir exactamente con ell, vin olvidar, ciertamente, que el medio es siempre insu lo social no logra apaciguar lo lente pra ecupar el central politico, es necesario retomar el asunto a la inversa, asignando \ lo politico la regulaeidn del eonilicto social) Mas esta sélo kirh hacerlo organizando su propia sustracciin, boreandlo la Iinogen det centro y las tensiones imaginarias que se ncercan & de dl. ELarte politico operari entonces una nueva ‘espacio politico, espacio social y espacio plislaocion El uric oincidencia en politica consiste en uiiizar positivamente la contradiccién sdémas es la union entre una fuerza centripeta y ad luna fueera centrifuga, I paradoja viviente de una colect los apolitiens) Continuament politica tormada por inal dde-simismo, dispersindose en la mullipli Ulxl de focos de gose y placeres intermitentes, ELarte politico slebe transformar las intermitencias del démos en intervalos que ‘mantengan su poder a distancia de sus turbulencas, separado dle si mismo, Tales la preocupacién que marca en tes libros IV y VI de la Pulitice a comparacién entre las malas y las buenas formas de stemocracia, La mala democraciaes aquella que coincide con st hombre: en ella el démas ejerce el poder, habita en el centro de. mos se distan la ciudad y no tiene més que dar algunos pasos para asistr a La vsamblea y aspirar alos arta. Por el contrarig, la buena demo- ‘cia 1s que se acer tanto como es posible al ségimen ideal y no tor dle la poleia~ introduce la distancia en centro alos uporei, recurtiendo al censo o En ese caso las leyes mandan “en 1a prasodon) Prvodes es un féemino notable, Signitie eetborde, el punto en que el camino toca a su fin, Eel Polite, este borde asume un sentido mis preciso: conse el hecho de presentarse para hablar ante la asambles, Peg proves designa, af mismo tiempo, el excedente que permite resentarse, ponerse en camino, ese algo mis que: permite ‘intra la asamblea: algo suplementario en relacidn al abajo ¥.a Ja vide que éste asegura, Ese suplemento que folla ne oe necesariamenie el dinero, Puede ser simplemente tiempo, el {iempo libre. Tiempo libre que falta para ial centro, port centro est lejos; porque no se puede renuncat al trabajo {ganancia cotidiana 4 "Estos son, segiin lo expone el libro 1, os beneticios dela de- ‘mocracia rural, sobre tode ali donde los campos se encuentsag sulicientemente lejos de la ciudad. En razsn de ello cs post Jograr una buena democracia ¢ incluso, una buena polite los agricuiltores no tendrin tiempo para hacer asamblens trecuace femente, no tendeén el tiempo de ocupar el centro, prefiriendo trabajar perder el tiempo haciendo politica, Tendgan la posibh, lida (la exousia) de hacer politica, pero decidirin ellos rma abandonar ls cargos a quienes poscen la ouia la fortuna qe permite dedicarles tempo, Fn exe caso, la perfeccidin se obtives por desercion del conten, Es necesario que los ciudadanow exten lejos del centro de su soberania, Para que el régimen lunelone ‘necesita cierta cualidad (poton fina), Mas este no alude aon, {ualided de ls ciudadans, sino solamente a una propiedad de su espacio, Es necesario que no existan campos en la inmedic, tea de los muros de la ciudad; que eté cortado el acceso can igin oteo medio, 6m de la fata de recurso! en pri 9je 2 fide a pti te utopia esta aly Lo politico, como también el acceso entre los cudada- yl letrtori de su cudadania. Fs mecesario que exista un de lo politics. Tayi atin Una. wloptay Siem: Intra, un vacio en el borde ‘a turba ocupa siempre el agora, el populacho (shir het etme al ails De ll proviee a rela te En enfaa demmocracing “en que la mulitud es compolida 8 ‘asambleas gta all campo”, es necesario que “no se ha so si hay una multitud (akldos) en el Sgora, sin la concur se encuentra en los campos" Simpli ausencia de los que frencia de la masa qu ficando: no hay que hacer asambleas ho estin. Regla perfecta de una demoeracia auto suste lnversidn irénica del principio del medio, Se trata con esto de sniizarel centro no ya porta presencia sino porn asenci, porta fanelon dum interval que disperse ls interes. Pty ‘ow realise es alin ut6pico, No existe Ta clase que por st sola presencia © ausencia pueda pacificar el lugar de lo politico, s0. AL buen politico corresponde entonces regulanin el acceso, segiin un doble naginarias, lespeje st ac l prever los arreglos que reg plan de disposieiones efectivas y- percepeiones : ) Poca to cual es negesario que al redistribuir los puestos se |. | tos afects, sustraer de logue se proporciona a | Tos otros. EL mejor ejemplo ésta permite dara unos lo que lo hace deseable pa | deesto es la gratuidad de las magistratura llosla exons reservande los privieios denon Graclasa. stl, cada wo ocapars satisfcho olga que le eovtesponde Los pobres: no aspirarin a las magistraturas y no se sentinin efereen, puesto que ésias no producer neo libremente la pasion piiblica del ho- ia. Los ricos ejereers imentar su fortuna; sin duda, colosos de los que provecho, saerific hor a la pasién privada de la gistraturas sin pode Enos vd eo patio ddeberin incluso sacrificarla un tanto, Pagarin para satisfac su pasion, s principio de honor eolective: pot no tener que cencontrarse ellos, “las mejores", gobemados por los “menon ‘buenos’, De ese modo tanto las pasiones privadas como lan Pasiones piblicas se encuentran bien repartidas. Se agrega ay esto que los pobe alos al trabajo, encuentra los mismo 105 cerrar el circulo dicienddo que Estos poxirin también partcipar, legado sit turno, de las po. dldas y beneficios de los arta. Aristoteles no le hace, pues sti persundido de que la gananeia es la verdadera pasion de a masa y que si sta se interesa por la politic efecto: [os moxlernos cerrarin el c Pobres, por poco que se enriquezcan, ef aceeso a la clase prom Videncial del justo medio, Aristoteles, sin embargo, invente lo fesenciak la “moderizacién”, Ia politica del fin de lo politic, se fin qu fos apor, al consagrarse sin obst 1 medio de converlirse fn rieos, en euporot, Pode 5 slo en st lo prometiendo a low 8€ confunle con Su nacimiento en cunt arte de traer lo social mecliante lo politic y lo politien mediante lo SOGAT/AI redistribuir los cargos y las pasiones que apuntan a lllo=Ia percepcidn de los placeres y los afectos ligados a ex bercepein- ta politica organiza su propia deflacion: crea exe ‘Social que faltaba al cumplimiento natural de este Ja contlictividad del ser-en-conjunto los intervatos de intercon ‘que divergen y coexisten; suscita ese social en el que la privades Y lo pablo se armonizan en su distancia, en el eercico sepa, {as pisiones piblicas del honor y las pasiones privades dela gana Queda tan sélo un problema, et problema de otro borde aquel en que la perfeecién de la politico auto-sustraida termine Por parecerse enormemente a la negacién politica de fo politico, 2 esa reabsorcidn del espacio consin en la esfera privacla del de Iinio Hamado despotismo. tirana, La mejar-de las demortacioe ~entiéndlaye la buena politeie—en que la masa de los chudadanos fide a pti out att be vistice antes en su preferencia pore cro que en tat Tht cindaana; exe Buen rigimen politico que eoncuerda com saci apo de on sudadanos 20 pond en eyo ism recursos que sven paral anigullain tri Up poteniacomine el mrophvone,e pensar poqueto de oe Hvlikinos encerados en a mezauinad en la dkte des aaa a epoiencla propia om an il os ecurss de aac coletiva? Minimo pero des ; afiunza € impotencia de los ciudadanos; peace eae di se considera que existen buenos: tie! buen gobierno sobre tao * Innes, espontineamente dispuestos a emplea los buenos me tise conservacion que senciona el libro VL Pisisteato propor tions el xtelo de buen tran os medios que empleara para iernar evocadosen lx Constiucin de Atos, se patecen hasta {Scontusin a as buenas elas de una demoeracia rural. De st Jropio peculio,Psistato adclantaba dinero tos pabres para {haces comprasen Herr. La fnalidad es dable: que no pase {i tempo deambulando por la cudad sino que permanezcan ssp campos yea nponercon lo de unariqueze a os de us asin sar ext euporunies on trio preocupad tos privados, no fengan nicl deseo nel temp disponibles para Paltca dela disperin. A quienes pueda inguitar el pa reciente ares “ines” de a polica Arsttle free ua ‘pliechin Wangulizadora: Pisitratogoberaba anes como raltce que com tran. Com el riesgo de enfrentamos ana poradoja Despitizar tl ese ms antiga ce los trabajos. de ite pelieorel que Wega a culminacén al borde del in Ferfeccisn cuando legal bore el abi Ts sures pli enpits ea mn Hep ti por lef lsat mst ia de tien politico en medio de cdesorden de la politica empiric el nas tones deo pice ‘desorden democritico, Realizacién que supone una mediacién “specifica: entre la trascendencia del felos'y los arreglon de Ie Politics, Aristételes deja un lugar para la ulopia realist del fentro, de ese social que se orlenatia por si mismo anulanclo, al mismo tiempo que su propia division, la divisiin de lng Pasiones que apuntan a apropiarse del centro poltice, Para Ia realizacion ilosifca del arte politico, esta utapines un memera to evanescente, Pero quiz el trabajo propio de la moxternidad haya consistido en dar cuerpo a ese tercer termine evanescent En eso constiria In utopia dela moderidad “ta parte que se desprende o el ming medio emancipado de la utopta Hosoftea: lx utopirsociokigica,aquella que plantas propia emancipacién como emancipacién de Wo socal; utopia de eae racionalidad inmanente alo social que anuncia en definitive fin simulténeo de la flosotia ya polite 4. La demecracia sin bordes Sin dud Tocqueville es quien nos permite observar mejor exe adveniniento de un fin socokigico de lo politico, y justamenes fen esa misma tensién que mantiene su an is entre la nostal Bia det heroismo politico y el reconocimiento de la demwercts como autorregutacién pacific de lo social. @Qué es lo que se non ropone en La Detocnaciv en Anica, sino ina larga medlitacion Sobre la aetualidad de Avstteles? La igualdad socal, el nigimen proporeionar a los jovenes escolarizadas las calificaciones que ‘orrespondan a los empleos del mercado. Plantea una adeeua- ‘i6n ulopica entre el tiempo bioligico de la madurez del nino ‘que deviene aclultey ! tiempo de expansin mercantil® En Siltimo trame de la secularizacién de la provicencia, la fe en Em as ons bo piticn {a naturateza y en la procuctividad natural del tiempo llega a identificarse con la fe en fos milagros. Ante la provocaciin de un relorno 2 lo areaico o un viaje del “fin” Ja utopia realista responde con una Inside hacia fluro que construye su propia teoria. Si queremos resistin a sta. despreocupada,huida,_es.necesario retomar el asunte contrapelo, tomanlo en serio ese viraje areaico, esos nuevos dlesencadenamienios del odio por el Otroy esas repeticiones del gesto ancestral de pacitieacion, ¢Acaso no lestimopian tatos dle unit deriva singular, vinelada al dereumbe de la represen {acién conflictual de la politica? En el momento en que se pro «lama enterrada la guerta entre pohtes ¥ticos principio soe de la diviskin- vemos ausmentar la pasion del Uno que exclayer £1 arte politico se ve enfrentado entonces a una division mete radical, que no nace ni de la diferencia de riquezas ni del en frentamiento por los cargos, sino de certa pasion de unidad, sostenida por el poder reunidor del odio, 6. EL fof yet politico Probablemente ese punto ciego de los realistas sea tam- bign ali conde ella aborda la politica cl punto eiego de una filosofia frecuentemente mis “realista” de lo que se imagine Volvamos a ese doble origen, a ta doble determinacign dle te politico en Aristételes: a la natu leza que hace de! hombre un Ser eminentemente politico, y al hecho contingente de la divi sidn entre ricos y pobres. La distancia entre unwy otro non lees preguntamos si ta totalidad de la cuestin se encuentra in ‘egramente comprendida en la sumatoria del earicter nateast: _mente sociable de quieres comparten el logos y dle la oposivicn Primera en que se stan aquellos que forzosamente som losjuc les otros no son, o:no tienen lo que los otros tienen. Problema del enire-dess que puede ser evocado a partir de enn figura ex, Et fin de apt nt restr ente en el fibro I se In Plt, em ve ze toto i 1 alli, : fo basta, EI CR were necn ihatad ro eb er in ois en un ser vio de ia desenplads despa, 1 superior Je la suerte, dice Aristte uerraen la medidaen quees favo en el rir Extrafia proposicidn, ineluso para qu habituade que nosotros a las jugadas pero, en sf misma ésta se encentra séidamente engancho: at demoted, com I continunekn de una evden haneron) que se acaba de mostrar: que el hombre es por natu ‘aleza tn animal politien;arrastrando enseguida otra evidencia en estuviera mis sininos del rictrac’, Jise enteramente de ella, por on), que parece, si no deduc ola, por ‘menos tomar fuerza de sit argumento: nuevamente, que hombre es un animal politico, netamente mis politico, en todo caso, ue las abejasy las bestia de rebar, po perce Se Sagal epee ee eee ge todo sing oa jsuerra es lo propio del hombre aislado? 2A quién, entonces, i 2 e “estado de gue ‘hte ser aistado Rar Ia gerra? A menos que “estack tra” quiera decir simplemente “estado de soledad”, El trictrac noes sficente por alararmos este puto, Més bien pareas en contrarse alli para cortarle el paso a otra hipotess, la de un ser- ‘en-conjunto que podria ser portador del odio, factor de gu Silo dos figuras de combate son. consideradas: por una parte, la guerra que produce el asocial, aquel que es mas o menos que ve 9a oo (rps eee deo oe En os es de pity hombre. sta guerra, impensable, inexplicable, se reduce a una’ hipétesis de escuela, pues supone una naturaléva diferente a la dlel hombre. Por otra parte, existe el combate entre grupos por Ja distribucidn de bienes y prertogativas, combate que ls poll ‘8 puede modificar mediante la redisteibucidn de las carta la percepeidn del jue Estado de soledad 0 conflcto eolectivo a causa de to que el tro rUpo posee. FE tercero excluida, ef entre-dos impereado, ces Ta soctalizaciin del odio, la comunidadl que se forma na pag apropiarse de los bienes del otro sino simplemente pury parael dio. Ese ese affioterodtson quien el urbe tiene que wrselen, mas antiguo que nada y siempre joven al abordar el milenio dle a lucha de clases superada: e| punto ciego en los bordes de 4o politico, punto ciegoypara una flosofia que piensa la guerra como divisién y el odio come nvidia; olvidande que el edie ring y reline sin otra razén que el simple hecho de encontrar, s¢ cada eval ali, sin raz5n, antes de poxter imaginas la cau la razr; sin ser destinado a nada por una naturaleza qu signos (esos semeia, esos signos de la natural frecuentemente cuando Aristieles demuestra ln naturales politica del animal humano). Odio que Spinoza a lo menus hat debiddo encontrar en el desencadienamiento asesino de los iit ‘harbarorum, es decir, de los ciudadanos de la nacion mercant pionera de la modemidad sin bordes. Medi, sin embargo, moderniclad desta barbaric, zacas0 no le hubiew obligado a aruinar su edfcio, a admit una raleza: no Ia ridicula pr fen el rvino de la nate tensidn de un reino producide por la voluntad humana, sino, por el conteari, la region ingoberaable dle un dessmparo rebelde al. conocimierito que transforiia-eh felicidad la tristeza? Estoes lo que ala filosotia, en su ‘impaciente (Platén) con lacién paciente Spinoza) orante, le cuesta abordar ‘ese punto en que el orden de la jauria se diferencia de las re to le potion oe tapi ait pion poplar tes arealacdesd ia case tanta inv A union de io lip dlscordante regula | iigio ine. punts .que los teres de cada cuaciden | ‘on aquellos dela maltiplo, en que lo angustiadel sujet dsp led exe sujeto no que evocara un ext de Jean-Frangois Lyotard devine furan deadio aowaladoren-qu el rome dha a separacion se converte en mal radical. ;No ex at nisevamente el punto qu la losoia evita, ali mismo done ria conta ila mds radical de las acusecionesenel que hace Ge a micdcurepecetnams pr ines ol rine een de Incatintote totaltaia? Ln propio de a peracid : no ex aaa haber arrjad la pregunta por sn unin ae dil eas ea siebienes dle que bojstaenets Sada len: tistrofey el aulocestgo maa radicales de Ia losofia? Frente n fecorcel sgeia Rcelin we dni eoioce og ie originals ia vieja y slempre ,geriana frente a la politica, principio fuera de su propia joven traicin llamada metafisica, que transforma la tarea dle vada del ser en cons- tevelacién de los entes en la Tia Be sobre un mundo de objetos puesto a su disposicion: principio de omnipotencia del sujeto y de devastacion del mundo que “tuimina con el fmperio de Ia técnica en el cual el terror po- ikico no aparece mis que como una realizacion particular (lot ciara de gas come la ierra devastada por la ciendo st dom industria agroralimentaria) CGomocemos el modo drastic en que este pensamiento del principio-precpicio regula el acceso ala politica. Al postular la cexstencia de una tnica exencia dle reposaria en Ia unidad de la 6poca, impide dota de sentido al ica sea cual sea la forma que asuima (nazismo y das de la po feet! Lge ok evr seca democracia urguesiay proletriad, demacacia yt talitarismo). América Res 1 mismo principio preipcat el rene de ln cnics dene edenaday dela notmaizacin de un hombresinrtees De Pindose de ese modo la singularidac de munis paroles ste su punto de rica exterminadors H bole come dl abismo permite slo dos posbiidads: la etn woluntarts ‘que vuelve las seas eipos Ponen necesariamente en juego aka mary © opone aero commie 1 pueblo de slvacion sae ter ome, la Hera ae voy de a tern que se penta para todas las omnia oben a ico del siglo el mayo de liv en mediode nde on sue el pensamiento conduc la espera meats et ebay ‘spaciamiento, de sustain tterminabie deo fossa pag et losotar que ints la satanic dels police cee epic space ar deja de hecho os pists del porate castle pene » in de regular odin ce manera concrete aa a ‘eunkla de manera tal que permita nei a opera a -desencadenar la unién a través del odio. = n lgar de dejar a In recta opinion de los gobemnantes la tare de purgar en enn ls pasiones clo Urey elo eal ple, no seria mejor vlveraaalizaexeprinr pane eee 1a fesoia, para conjunar ol desorden dl oto fa ea te sn inti pa isa y pa on lie en rin a politic del find 4 politi? En oe pines ne Ta Alosotiaseequivos, en tina de mal rules seacono et vevlaera gura del okae Pues que cata oes teeta diesordenada de omit sino ln iin de odios en tornoa Ja pasidn del Uno que excluveszNo es acaso esta vauivorncion nici Ta que reaparece cuando, en lugar de la division sobre pasada, se escuchan dle nueve los gritos de lajairia? Quist soa ‘ecesario, entonces, repensar la facticidad de la division demo £1 fede a pti of tapas ‘rita, pensar que tanto la guerra politica entre partidos como Jn patecra social de pobres y ricos, de la que pensibamos ‘compottaban, por si mismas y en su entre mente haber sali Iivamiento confictive, el poder mal comprenddia ste remediag radical, Como si ésa guerra entre pobres y ricos hublese 1 su manera, pacificado una guerra mas antigua. Come si la » politica y lo soci feguladora respecto al desgarramiente tanto mis radical que tunidad, con lo que el retomo de los ws y carismas arcaicos de pacificacién se a pasion por Mesapariciin de Domocracia y ochloctacia. De Platina pest-ociatisme Ponsae el significado actual del “fin de Ia politica” obliga, n establecida por el pensamiento grie- ssi areelaborat la rela oventre és y olhlas, entre el poder del pueblo y la re 3s individuales. Ese esquema ini furbulenta de tos turbuitenc ‘al ha sido validado directa o indinectamente por el modemo pensamiento de la democracia, identificando la democracia ya ‘1a la autorregalacion de los focos dispersos de goce, ya sea sl poder de la ley que instituye la colectividad soberana some- ticndo lo particular lo universal, Pero si bien en su principio alos no es Ia puta adicién desordenada de los apetites, sino la pasin del Lino que excluye Ia aterradora reunién de Jos hombres aterrados-esa relaciin debe ser pensala de otto modo. Bien puede ser que el dims no sea otra cosa qucel movie tmiento por el que To mitiple se atranca al desting inereial que lo arrastra a tomar cuerpo como obos, en la seguridad de incorporacién a la imagen del todo. La demoeracia no es nia autorregulacién consensual de la pluralidad de pasiones de la id de individuos, ni el reing de la colectividad uniticada dee Derechos, En una a ley y amparada por la declaract por iS os ore de otitis sociedad habe der wocracia siempre que el dos exista come, ® poder de divisiin del obhls, Ese poder de di dliscursos y prieticas, mediante los cuales imientos, 4 multitud o fiesta come tal, rechazaindo, al mismo tiempo, tanto su incorporaciin al Uno de la colectividad que dlistribuye rangos e identi 6s de un sistema histérico contingente dl ue se declara y mat ules, como a la pura dereliccion de ce ¥ terror”, Para que haya demo- ente que la ley declare que los individiios son pe iguales y que la colectividad es dues de si misma, Es necesa, rio, ademas, exe poder del di los focos indivicuales de 16 que no es ni la adicion de los partenaires sociales ni la coleccidn de las difereticias, sino, Wl lo contrario, el poder de deshacer los partemariats, las Cole nes y ordenaciones, : Potencia de lo miiltiple andnimo como tal que el genio de Platén ha concebico con justeza como la rebelién de lo cardinal contra lo orcinal is ies to ue pa ete estar rebelion slo posta consist en la manifestacin ciega de la masa, en la adicion des brdenada de los focos desordenados de apetito, Pero la afiema- ‘i6n democrética moderna invierte esa postulacién, plantedndo- se en contra de foxa ondenocién toda igualdad “genética” al ppostular¢1iénos Pome un poder capaz de separase a-si mismo ‘del ots, del rein animal de la politica, en sus formas conjuntas ‘0 disjuntas: el Uno de la coleetividad, la reparticién de las esp cies sociales 0 el Hotismo dé los individuos. Esa potencia propia al dénes, que exivde toda disposicidn del legisladores, en su for- ‘mula elemental, el poder reunidor-divisor del primer miitiple, cl poder del dos dela divisibn. El dos de la divisién es la via por pe itor fect re inva de Lf le a potiticn ati reaite Ia incorporacién eolectiva, fra con cualquier otro Ju que pasa un Uno que ya no esel sing el de la igualdad de un uno cual En efecto, lo propio de la igualdad reside menos en nis tar que en desclasiicar,en-déshacer la supuesta naturalidad tle los Gndenes para remplazaria por las figuras pokémicas de la fey siempre renacien es figuras de la ani dlivisin, Poder de la divisin inconsiste ‘a politica de las diferen le que arran malidad: ef gran cuerpo calective, la zoolo ‘de los drdenes, Funci6n, la eu iustificada por los cireulos de naturaleza folectiva de odios de la jauria, La divisiGin ineonsistente de la ppoléatiea igualitaria gjerce esta potencia de humanizacién a través de figuras histOricas especificas. En Ia edad democritica modema, Ia division des-clasiicadora ha tomado una forma privilegiada, cuyo nombre esti completamente desprestigiado, pero que es necesario, sin embargo, para saber en qué punto thos encontramos, mirir cara a cara. Forma privilegiada que se’ ha Mamacto hich de clases. ‘Contra viejo stefio feudal de ain gran cuerpo colective dlividido en drdenes en sus nue fantes, sabias © poplis- tas; contra el nuevo suet “liberal” de los pesos y contrapesos ites, la Icha de case Je una sociedad plural guiada por sus 7 ha proclamaclo e instalado en el corazén mismo del contlils lemocraticn el poder humanizante de la divisién. Ser un miem- boro de Ia clase combatiente no quiere decir, en principio, sino sto: dejar de ser miembro de un orden inferior, Nombrar se burgueses y proletarios equivale a establecer el iposiciin o ar uno de una division polémica, para afirmar el neha lugar tle cualquier fjacibn de es- ls dle toda reparticin no-igualitaria, pecies sociales segain ef modo dle las especies animales. Es por Ho que la declaracidn de la lucha de clases ha sido presentada ante todo mediante dos figuras diferentes, pero igualmente los zesilogos que busean ef ‘apropiadas. para desconcertar seereto en el trasfondo de los modos de vida populares o en la lesbos de petite list Uosealifcadas. La primera se eneuentea formulada en la “inge cidn de capas obreras arcaicas o modernas, caificadas 0 nuidad” de esos panfletos obreras que asiumen como bandera « de combate la afirmacién de que-no hay clase Ia sofistcacisn del luna no-claye.de ta sociedad, come la disolucién de todas las clases. dificil punto de encuentro entre Marx y los prole Fios socialistas se juega sobre el filo de navaja de esta cuestion Ta segunda en brico que procla pparadojal: gaimo pensar al operador de esta accién de dlescla- -acion? ¢Como nombrarlo sino, atin, en términos de clase? Ese nombre significd dos cosas contradictorias, Por una parte, designs la disoluciin en acto de las clases ~es decir, también, dlisolucin por si misma de Ta clase obrera, ef trabajo sobre si que la arranca simultaneamente tanto ala animalidad de las eorporaciones como ala de la jauria. Pera, al mismo tiempo, figs cen su sustantividad a Ia clase que opera la desc sucitando de esta manera ot de as funciones sociales, 0s Figura del Une bien ordenado. ‘Todos los conflicios del “movimiento obrero” fn su seno la nominacién de esta clase no-clase, de esta sustan- ialidad insustancial. Marx ha ereido proporcionar una forma adccuada a la contradiecién a través de la figura del partido {que une a los proletarios dividiendo la clase de la que par Fido. Que esta figura se haya mostrado histéricamente como Ja mas temiblé de las figuras del Uno subyugador, eapar de sustantivar todas las otras juntas, acurnulamido los podleres ce a incorporaciin imaginaria la esteatficacion feudal y la soledad. dle los individuos atemorizados, es algo que de ninguna mane- ra hace desaparecer el problema. El olvido de Marx, por muy apl ntasma de uns buena repartigion an portade tante que sea el peso de las buenas razones en que a oridad, corre el grave riesgo de hacer olvidar, al misma tiempo, el otro lado de Ta contradiceién: ef movimiento que ha a proletariade comma ~ dfn te pitino uta ois slimentado las demoeracias con el poder des-easificante,cles- icha de clases. En efecto, por mucho que La ‘asiicante, de Ta ‘mocracia se haya dedicado a reducir la lucha de clases como. ‘una incongrtiencia en medio de un orden libre, igual y fraternal yy por mucho que la Iucha de clases se haya esforzaclo en de= Iiniar a la eemoctacia en cuanto pretexto de la dominacién,g) vunbas se han encontracoligadas, intercambiando los podteres deese Uno que niega la exclusion y de eve dos que la descubre ilo, cada una ofteciendo a la otra su cultura, twostrandose cada una de ellas mejor formadora y mejor civ Tizadora de la otra que ewalquiera de las “costumbres dices cambios de euerpos y ce merean= libres servicios y Hore inte tian Elolvido de Marx asl lolvide dees simple cuca Sau’ e que mas ali da Tchad lses pede pga el ol aia alvison qu separa dm y oo? Asicomo el progeslsin parol pra feen los poderes del i I marxismo olvidado a realizacidn de su feos, lo que sucede ‘sun hegelianismo envilecido: la realizacién pacifica le la a= Zon mediante el gobiemo de: las sabios, sobre un trasfondo de inedocracia consumidora y consensual, La ochlocraca se realiza, hjo ta forma ce gobierno de los sabios el tinieo apropiad para ‘multiplicacidn de focas de fdencia entre lrigie la armen sgoce. La post-democracia es quizé la exacta coi 1 ochlocracia y su apuesto contrario, la epistemocracia: et gobier rio de los mas inteligentes que emergen con toda naturalidad dle Ins eglas dle Ia institucion escolar para llevara buen término la gestion exactamente caleulada de la infinidad de focos de grandes 0 pequefios, Sélo que, como se sabe; la limitacidn tle esos gestores del gove reside en su dificultad para gestionar los © tres sentimientos conexos, que ne se dejan indexar ni ‘cuaniificar facilmente: la frustracin, ef miedo. el odio, Bsa impotencia es lo que suseita la intervencién de una Figura af En es hordes do pliton cnc, lal buen rey democrtica apa de ee tees en tant nora el asia "Tra la Tigra caricatures de ore rey sca de exe ey democriico que nos conduc hac a ponterniad sino eae de reps Aiiin de gests areaicos se puede aiviner lance fara de canto entre democraca aicaia Deseo «ae eso tiene conducii, sinc, es estore a police tos bande eo pti sus acusaciones. El ibro pretend demostrar que la escuela pro duce desigualdad precisamente haciendo creer en la guallad Haciendo creer los nifios de los pores que todos son iguales, ‘que se pone nota, clasifia y selecciona a los aluminas en func {inicamente de sus dotes, dela inteligencia de cada cu, ln ese Ja obligaria alos nifios de los pobresa reconncer ue, si 0 th ilo, es porque les falta eapacidad, porque no son inteligentes y que por Io tanto es mejor que se vayan a otta parte. Se presenta elo la escuela como lugar de una violencia simbolica de ese n fundamental, que no es otra cosa que la ilusin misma de la ‘gualdad, Para hacer creer que el éxito depende solamente de las tlotes del alum, la escuela privilegia todo aquello que excede lo simple transferencia de saber y que, supuestamente, es man festacidn de la personalidad y originalidad del alamo. Con ell, se selectiona, en realidad, una manera de ser tn estilo de vida y tun medo de aculturacign que no se aprenden en la exucas el de los herederos. La escuela muestra asi la faledad de su promesa Y la fidelidad a su esencia vculta, a es scale griega que da su ‘hombre la escuela y que designs, en primer ligar, la condicion, dela gente que tiene tiempo libre, de los que son iguales en tanto tienen tiempo libre y que consagran eventualmente este privike sio socal al amable placer del estudio, La forma escolar constituiria asi un eirculo perfecto: con: versiGn de un capital sacio-econdmico en capital cultural; y, mediante la isimulact cficaz ¢ invisible, in fitica de esa conversidn; separacion, dutienes tienen y quienes no tienen los meslios le realizar esta conversion, De este mode, la forma de- :mocritica, en sentido ampli, comportaria al mismo tiempo la ilusin de igualdad y ol desconocimiento de una desigualdlad fundamental Ia desigualdad entre hombres de scholé y hom- bres de necesidad: entre los que pusten y los que no pueden pagar el lujo de lo simblico. La democracia seria el régimen tengaiador que supone que los pobres tienen la posibilidad deved far inversiones suntuarias. Légica extrema del pens imiento de Ia sospecha, que hace del hombre democritico ua hombre burlado por esas formas en que la divisién se perpetia yy dlisimata a la ve, ‘A esta interpretacigin nihilista del pensamiento de la sos ppecha corresponde, a decir verdad, sina interpretacion pol positiva, Hamada “eeduccién de desigualdades”. De la critica de Bourdieu y Passeron, los pedagogos y politicos han retenido tres ideas: la necesidad de dejar en claro ks factores Iimplicitos de la desigualdad, luchar contra el formalismo de. Ja gran cultura y tomar en cuenta el peso social de los habitus y modos de socializacién propios a las clases desfavarecidas 1 resultado de esas politeas, a menos en Francia, easi no ha sido puesto en euestion: pretendienslo explicat la clesigualdad clto mis rigida, Por una parte, la explictacion de \cias sociolculturales ha tendido a transformarias en jn escolar el sentido de una esting, otorgand 3 la institu Institucién asistencia, con todo lo que eso implica en cuanto ‘ orientaciones y reagrapamientos que derivan a los hijos de. inmigrados hacia formaciones subalternas donde no carren el rego de fracasar. Al mismo tiempo, la persecucion de fos erite= rigs “implicitos” ha agravado el peso de los criterios explicit: la oe carrera por ft esctcla primaria, desde Ia etapa prees- colar, réipidamente asimilada por los ninos, que da derecho al, buen colegio, que permite tener buenas clases en buenos Fees, situados on el buen ambiente sociocultural de los barrios bue nos de la eapital ‘Asi, la visi6n nihilista de la escuela como forma de repro- luccién de desigualdad y la vision progresista de ésta como. instrumento de reduccion de desigualdades, confluyen tanto ce sus efectos como en sus principios: nacidas de la desig lad, vuelven posteriormente a ta, Al exigir una escuela que se adapte a las necesicades de los trabajadores,o al denuneiar os nes te pice tuna escuela adaptada a la reproducctin de su dominacisn, es {as visiones confieman una vez mas aque! burde suupuesto que la critica contrarrevoluicionaria de la emocracia dejé en heren a a su desmistificacidn socialistala idea de que la diseordon- Gia entre las formas conatitutivas dun egimen sacio-poltico ts sg de un malo de una mentira andamental. Ferd 688 ON ree Meer ra Wa ehrcracdy er ew a consmicos y estates modernos: la heterogenclad de ss formas yen particular, ba convergencia dela Hgica escolar cal aepicial is certa en deierminado sentida, quo Ia escuela os In he- recera porajica dela scl arstcriic, Esto sgniien que ‘ela igual a aquellos que acoge, menos por lanier dad de st saber o ous ofectos de redistibucion social, que por su forma misma, que consist en la separacion respecto ela vida prodictiva. a demoeracia toms de las antiguas sie des jedrpicas esta forrna que separa ol oc nteeciual slo ‘eoetidar:aastictaa: Rre de con eeparecin ctrora natural hace una contrdicein en aco en la cual diversas politicos de dlesigualdad vienen a superponcrse y a reencontenr Bajo for mas con frecuencia inprevinbles le irvestidure ideologieas Y sociale diversificadas de lo usuario, eato cs, de as fa Tins, La ambigied dela forma eacolat ln deja abierta a una nnullipliedad de opciones sentids: para elgunce.ll ealiza In igualdad ciudadana, para otros ex un modi. promacin +> sock para otto’, en fin, ex mis que nada un desecho, inde Pendiente del mayor o menor éxito en su-ullizackin. ago que les Estados democraticoscleen ftecer inc los desea dleterminados de sus micmbros. La mayoria de lar veces todos ‘oo sentidow se mezclany hacen de acct Ta desigualdad o el insirumento de su reducein, sino ol logar ie larecbidad smbilit dede igundad wl inlets Hemp 4 mu negocactin empiia, Ea por eaa que no hay niga ‘oforma’ de la esc lecisiin relativa ala igaalcad, Enize los numerosos movimientos suscitados en Prancia por los proyectos gubernamentales de reforma escolar, uno dle los mas significativos ha side la huelga de estudiantes de noviembre de 1986. El gobierno habia presentade al parla: mento un proyecto de ley sobre las universidades inspirado, como ottos, por Ia necesidad de adaptarlas mejor a la vida ccondimiea, Un diplomade entre tres, se dijo, se encuentra a que no se presente bajo la forma de una crsanite. Kea preciso introdweir tina “orientacidn seleetiva” en | universidad, que orientara a los estudiantes hacia aquellos vias en que sus eapacidades podian valerles un empleo. La ley prudente: algo de orlentacisn selectiva, pero no de- ‘masiada; se permitia a las universidades aumentar el costo de inseripeién, pero tampoco en demas. La tibia ley parecia po- centre el canjunto ler pasaren medio de la resignacidn gener ide medidas que ilustraban el nuevo curso emprendide por la nueva mayoria conservadora, Sin embargo en pocos dias dloscientos mil estudiantes y de diferentes niveles se agrupa- ron en las calles de Paris para exigie su retro, Parecia como si, a pesar de las prudencins de Ia ley, los interesados hubiesen retenido una sola palabra, una palabra insoportable en cuanto tal, Ia palabra seleeciin. Sin embargo su reaccidin se situaba ‘en un contexto en que habia desaparecido todo trasfondo de revolucién cultural, en que los grandes discures que ponian fen cuestién 1a escuela capitalista habian desaparecido, Los ‘estudiantes de las universidades y liceos que se oponian a la ley se encontraban por lo demi individualmente comprome- tidos en la ligica selectiva, en la-biisqueda de bu ¥y buenas alternativas. Pero, al parecer, esta trasformacién de lag ereencias y actitudes précticas no impediria a manten: ‘ign inflexible de un sistema de identificacién colectiva de Ia forma-escuela, en que la geatuidad y apertura del s tas tords deo politico Universitario son considerados coma conguistas intocables de lia democracia francesa una auniversidad en la que coal puede seguir cualquier estudio, con los consecuentes riesgo ¥y pérdidas que eso implique pars los individaos y el Estado. “restimiendo, la feria del saber, para retomar la imagen plats: nnica=y que aparece para la comunidad y para cada uno de sis miembros como una prerrogativa indiscutible No debemos entencder con esto, sin embargo, que los deseo y cilctlos desordenados del bavar cemocritico obliguen an ‘compromiso a los gestores de la racionalidad colectiva. La de- rmocracia no seria de hecho otra cosa que lo que veia Platén en «lla: el desorden del dominios fa diseordancia entre sus formas, ‘que reflejan el desorden dé los deseos populares, La democra- ‘dia no consiste en los compromisos. yas desérdenes-de-un, sistema estatal, Estos mismos no son mvs que los efectos de La division igualtaria las configuraciones historieo-eontingentes fen que ésta puede volver a trazar s propio lugar y confirmar sts poder de deselastieacin, Pues es esto, con seguridad, lo que esta puesto en juego con. ce tGrmino seleeci. ¥ eso, Finalmente, lo que los que protes- tarom comprenclion por instinto, Mis que por st peomesa di rentabilidad, la palabra seleccién agrad. pronunciara, Les ageada, simplemente, porque afirma que la desigualdad es ol fundamento de orden social. La juventid, aparentemente poco politizad, Gu se lan af calle contca 2 algunos ya slo al ‘esa sola palabra, parece haberlo preser tide; de lo que se tata es simplemente de igualdad y desigualdac, simplemente de saber sies la una Jaotra la que en dltima instancia hace laley en.me- dio del compromisa de las formas que le da derecho cle la multitud o.como sabia gestion Es este punto de vista ef que permite juzgar las apreciacio- nes contradictorias de las que este movimiento calmo y sin #0- 1 sentir como othe. 2 ‘manticismo aparente pudo ser el objeto. Algunes alabaron el lismo de los jévenes quea diferencia de los revolucionarios lel 68, supieron circunscribir sus objetivos y organizar pact ficamente sus tropas. Por el contrario, otros han rechazade mezquindad de tin movimiento voleado hacia intereses inme- dintos y ridiculamente preacupade de su respetabilidad. Pero. ‘quizd se olvida con esto uno de los aspectos més sing de aquello que cada uno llamari, a voluntad, realismo ejem- plar reformisme mezquino. Con ese movimiento se prodyjo algo singular. Se difundié masivamente en las universidades fl texto de Ia ley; los estudiantes To compraton y comentaron, Enel 68 no se leia el texto de las leyes sobre la universidad; se sabia ya lo que éste expresaba: la sumisién de la aniversidad poder capitalista. No habia nada que deeit a los ministros que [a proponian, salvo que el capitalismo se expresaba a tra- vyésdeellos y que no podian hacer otra cosa que lo que hacian, Tampoco los politicos esperaban otra reaccidn de parte nus tr, por eso no tenian otras dificultades que las que implica eI mantenimiento del orden, Pero esta vez se produ algo que end de desconciertoal gobierno y a la mayoria conservadora: Jos estudiantes comentaron la ley y coneluyeron que era un mala ley. Se dirigieron asi a los politicos como a gente que, después de todo, podia dictar tanto buenas como malas Tistos esperaban el estribillo habitual: “El eapitalismo habla a través de sus bocas”. En lugar de eso, ahora, por primera vez, se los tomaba en serio come legisladores, como si ellos pucie~ zan perfectamente elaborae leyes apuntando al interés general ya que fueron elegios para eso. E tuidiantes de 1986, que razonalsa Esta “ingenuidad” de los e3- ‘come los obreros sastne de 1830, creando, al jugar el juego del otro, un espacio polémicn \édito, os tomé totalmente en descampado, poniéndolos al descubierto y haciéndolos presa del renovada silogismo de Ia swaldad, Pero Ia fuerza de ese silogismo no resice en nada parecido 4 Ia superioridad del rwalismo sobre Ia itopia, 0 de las vias pacifieas por sobre los mesdios violentos. Lo propio del slogismo igualdad no esta en reemplazar el combate por la palabra, sino en erear tn espacio camiin en tanto espacio de division. Mas all del declinae de las grandes figuras dela lucha de clases y de Ia esperanza revolucionaria, la modestia ce Jos: manifestantes cde 1986 tocaba ef mismo punto sensible que la violencia “des fenragss” de 1968: afirmaba et poder de lo miltiple divisor ‘contra la decadencia consensual ~oehlacriten de la democracia ‘enterica como el gobiemo de ites bien seleccionadaseen vistas de la gestion armoniosa de los deseos atomizados de la masa Conte las jerarquias del consenso y las pasiones de exclusion, 1a ocupacidin de la calle por parte de la multiplcidad anénima confirmaba la comunidad de patticiin, Y no podia contiemarla sino volviendo a pasar sabre las huelas dela inscripciin violenta {que habia transformade Ia “cuestiin escolar y universitaria” en escena de verifcacin de la igualdad. 4. La democracia en el presente He dado dos ejemplos de la prictica democritica, uno to- mado de la Gpoea heroica de la democracia combatiente, el otro, de la ambigua época de una democracia que, por esa misma banalizacién de sa imperio, de st autorregulacién, deja percibir la figura de su invohicion, Me parece que evs dos ejemplos permiten percibir de wna manera neva ciertos analisis contem- pordneos del hecho democritico. Penso, en primer lugar, en la vistin que Jean-Francois Lyo- tard ha resuimido bajo la nocen de postmodernicad. Pasada la época dle es0s grandes relatos sobre lo social cuntrados en fl tema del dafio absoluto y la victims universal, la indetermi- nackin democritica se revelaria idéntica, en su principio, a la os uss de deere “instanciacién del infinito sobre Ia voluntad” que caracteriza al tumult infinite del capital’. La lgica de eapital consiste en crear incesantemente el diferendo y la heterogeneidad entre los lenguajes. Heterogencidad que impide el discurso de la vietima universal, pero permite que la misma experiencia se frasee inde- Finidamente en frases diferentes asi la experiencia obtera en las Frases heterogénens de la negociacién contractual y del discuese sobre el Trabajo. Esta interpretacién tiene ef mérito de abolie la distancia de 1a sospecha. in embargo, lo hace a partir de as categorias de Ja sospecha. Asi como para Marx el progresismo burgués dis ppaba la ihasin caballeresca, In democracia del capital disipa en Lyotard Ia ilusién proletatia, Con el derrumbe del fantasia politico del Uno se afirma solamente, en su positividad, el tumulto econdmica de esa diferencia que se Hama, indieren- temente, capital 0 democracia, En general, Lyotard transforma cen positividades las diferentes figuras de sospecha sobre la democracia. Nos offece asi una lecura que es el reverse de ‘condenacién platdnica de la indeterminacién y el apeiron de= mocritieo, dando un valor positive al tema de la democracia tentendlida como bazar. Invierte, también, en st lett, Los te ‘mas contemporineos del “fin de Ins ideologias” 0 dela “despo- litizacién’ en las sociedales democriticas avarvadas, Pero ese platonismo invertido permanece siempre presa del platonismo, presa de Ia percepeidn que identifica el apeiron demacratico con la simple turbulencia de los apetites, exponindase asi dloble leetura: ina lectura exotica que pone el acento en la to nes te pi autosatislaccin nareis Je la sociedad “plural” y una lectuea in entre rep wociendo en el dominio de la racionali: ‘esotérica que reabre hasta el infinito la separaet biica y democracia, reco dad gestionaria una forma ligera de tots tarismo. {No soslayars aeaso ese planteamiento la compleidacd ac tual del hecho democeitico? Por ejemplo, lo que hizo tan extra fa de sles incorporaciones, el reconocimienta del da, incluso cuan, do falta la victima, En una situaci6n en que las exigencias de Ia competencia econsmica y det equilibrio geopolitica no dejan huelga de estudiantes en Francia de 1986, ela constancia jertos significontes centro de Ia quiebra misma de las pra mas que un frail margen de alternativas, y en que las formas individuales de cilculo dela vida se refieten a valores altamen- te consenstiales, es sth jente en un momento dado, que cast nada, que una palabra de mas se interponga, para que vuelva, a surgir un espacio polémico en el que los diferendos se tra- ducen en grandes opciones, o en el que un sistema de posibles constituide por variables infimas se abre hacia una altemativa fundamental, en la que hay que elegit entre tna frase igualita tia que confirma la democracia o una frase desigualitaria que la contradice. EI Itgio continéa dictando la regla en politica. Y ‘cuando no lo hace, Io que se manifiesta no es la Kigica posto: dlema del diferensdo, sine el retorne de lo arcaico, la simple bru talidacl en sus distintas formas, sea desde el supuesto lengusje de las cifras, o desde los gritos, demasiado reales, del reuirse ‘ent adio, que de higeho hace aparecer la vietima come Io in nombrable, lo extrafo a la ley del discueso, Esa aparente Kgica dela postmodernicad estalla,entonces, entre dos “arcaismos” Frente alos retornos de la figura animal de la politica, la vietucd lemocratica de la contiana reerea un espacio polémicy de sen tido comtin. Es la potencia misma de a iggaldaxl lo que acta a través de esa pequetia diferencia, capay de dav un sentido completamente distinto a la misma experiencia. Yo diria que te sass ee demoricia lo que pasa ahi es del orden de la reminiscencia, para seguir ‘con ese vocab (0 platénico, Repentinamente, en medio del suetio del discurso politica, aparece la igualdad como aquello {que proporciona sentido comiin a la infinita variedad de uses individuales “egoistas” de una forma democratica Reminiscencia que para algunos parece demasiado e nescente. Segin elles, habria que darle mas consistencia. Es Jo que dlice ese otro aniliss de Ia democracia contemporsinea, cexpresindose, precisamente, através del tema de la participa ion, Me progunto, sin embargo, siesta nocién, que se ofrece como solucién para los problemas de la democrac mis bien, una solucién a los problemas de su erica, migaja de las grandes alternativas abatidas. La idea de participacién rmezela dos ideas de origen diferente: a idea elormadora de ‘mediacin necesaria entre el centro y la periera y la cea eve lucionaria de actividad permanente de los sujetos ciusadanos ce todos los dominios, La mezcla de ambos proclice es mo lugar de gjercicio para la perma ica, la ocupaciin de los espacios vacios. del poder. Mas a permanencia de la democracia no supone mis bien su movilidad, su eapacidad de desplazae los lugares y las formas de participacidn? Este poder que algunos obreros han adquiride mostrando durante una huclga que pexian, en circunstanci, administra su fabrica, zporqué tendriamos que ddesear que encuentre su perfeceiin realizndose en permnanen- cia bajo la forma de la autogestion? Del mismo modo, hemos escuchado durante la hues de los estudiantes disetesos del tipo: "habia sido necesaria una concertacion previa de las par- tes interesadas’. Sin embargo, ese es un discurso demasiado retrospective. No habia otra contraparte para esa consulta que “habrio debido” tener lugar con anterioridad al poder efimero aque naci6 después, La verdadera partiipacign es a invencisn de exe sujeto imprevisible que hoy dia ocupa la calle, ese movie Dastarda que asign nencia democr fn to tones deo polio Imiento que no nace de otra cosa que de Ta democracia misma. La gorantia de la permaneneia democratica no pasa por ocupar todos los tiempos muertos y los espacios vacios por medio de oder; pasa par Ia renowvackin formas cle participacion 0 contra de los actores y de la forma de su actuar, por la posibilidad, siempre abierta dle una emergencia de eve sujeto que eclipsa. El control dela democracia no puedeser sino a su imagen: verstil ‘eintermitente, es decir, pleno de confianza, La comunidad de los iguates TE tema de la comunidad de los iguales suscita corriente ‘mente en nuestros dias dos tipos de sentimientox sombrios. EL primero es un alivio lleno de recor Numerosas publicaciones hos han hecho temblar retrospectivamente ante la idea del pe- ligro que nos hizo correr -o que nos hubiese hecho correr, si hhubigramos sido menos prudentes- la conjuncidn entre el ses sgonivelador y el gran Toso en que se precipitan las voluntades ¥ las razones individuales. Una especie de catharsis un tanto egenorada justifiea esas empresas que creen necesario volver a mostrares constantementé el fantasia del gran cuerpo que nos fascinabo para perdesnos mejor. EL otro es de nostalgia razonable. Sabemos bien lo que ha podido hacerse en nombre de esta conjuncidn. Sin embargo, ésta sigue eonstituyendo la imagen de algo que no quersiamos perder: cierta configurackin del veren-conjunto, sin la cual el pensamiento y la accidn se encuentran desprovistos de esa virtud de generosidacd que dis Tingue a la cosa politica de la simple gestion de los negocios. A través del exorcismo inverso, el cardeter pasado-sobrepasado de esa figura, que ya no es abjeto ni de temor ni de esperanza, sirve para mantener tuna imperceptible distancia, dejando ain planear la nube deslumbrante del honor igualitario y comunt tario sobre la banalidad de la gestion de indices y reestructa- ‘Son éstas dos maneras de hacer pasar una figura conceptual las ganancias y pérdidas de la historia, Para no caer on elas, ‘quizé habria que desplazar ligeramenteel problema:en lugar de as fonds defo ptt tratar de ajustar eventas con Ta comunidad de fos jguales, seria ‘preciso reflexionar sobge la manera en la que ta misma hace sus ‘cuentas, 0, mejor sobre el tipo de cuentas en que se engendra st Figura. Lo que sein entiendo entrafa una doble investigacion, La mis fundamental, que en este momento. dejaré en espera, deberiatratar sobre To que liga Ia idea de comunidad con ta idea misma de perdi, con lo que se mantiene de una perdida (0 1o que se traza en torne 1 ella. Al evorar esa propiedad de la prnida pienso en un cuarteto de Rilke donde nos ad * perder también nos pertenece” (Auch noc vertien ist ser) ro lacionanda el tema de a pérdida oon el de la propiedad comin También podemos pensar simplemente en la relacién entre la Idea comumitaria y la sentencia evangelica “quien quiera salvar etal su vie la perders”, sentencia sin duca que se puede relacon. con el tema platénico de la vida inwertida, el que tiene una carac- teristic notable: el desmoronamiento de la representacion dela ‘otra vida no lo hab hecho vano, sino propiamente vertiginoso, YY Ia igualdad, ef deseo de compartir esa igualdad, cen el corazén mismo de este vertigo. Deja de lado esta pregunta de fondo para 0 logue se despronde deel. Esta gran cuenta del Tado con la pr ida se fracciona justamente en tina serie de pequefias cuentas, sparme aqui de Gas Ghenlag declan quero ac tcf red cteain vicina ‘las dela regia el nivel; maneras de conta, de contarse y sor ‘contados, de defini intereses igualmente irrecuctibles al simple ‘clealo ce placeres y penass provechos que soe al mismo tiempo manera del seren-conjunto de parecerse y de disting dle definir esos intervalos en los que Hannah Arendt descubia Ja regla misma del intr esse politico; intencses inseritos er ms Fines y libros de los que pueden retener las contabilidades por partida doble de lo realy Ia utopia o de laciencia y la ideologia, a investigacin debe entonces desmultiplicarse: al postular la Jgualdad « Ia comunidad gape es Io que se pone, cada vez, en comunidad de ts uate posiciin cle ganar ode perder tal interés, sobre tao ual linea de ‘cuenta? :De cusintas maneras los iguaes pueden ser contados? {Como deben ser, primeramente, cantados para operar esa cue 1a? Y sumay sigue. Si seguimos algunas de esas cuentas seremos conducidos a poner en cucstidn la idea que hace de! tema igualitario e prin io del cuerpo comunitario. Las relaciones entre la iguallad y | comunidad no son quizé en sf mismas més que un incesante arregla de cuentas. Contemplar mas de cerca estas cuentas de 1a igualdad con la comunidad es ver fragmentarse la imagen tle! gran cuerpo, encontrarse con el deficit o la discordia, que hace que la comuniclad de los iguales no pueda nunca tom cuerpo sin certo estuco, sin cierta abligacidn de volver a contar los miembros y las filas, de tapar las fisuras de la imagen, de traducie nuevamente los enunciados de la formula, 1. Un problema de letra: et banquet dels iguales Usilizaré como punto de partida de mi anslisis un ejemplo extraido de una de las configuraciones mis significativas del pensamiento comunitario, aquella que ha sido designada, corrientemente, con el nombre de “socialismo ulipico”. En 1838 Pierre Leroux pablica De {'Esalté. seguide en 1840 por De F'Humanité: dos obras que apuntaban a a moslerna ‘comunidad de fos iguales a partir de una tradici6n tan extensa ‘com la historia humana, apelando tanto a tas leyes ce Moises como a las de Minos, a la polis antigua como a los Padres de la Iglesia. La demostracién se encuentra dirigida por una imagen maestra ade la comida frateenal- y por tina frase maestra la dle a Epistle a fos Romanos, que nos enseia que en tanto somos de uno en el cuerpo de Cristo, somos también miembros los unos de los olros!. Una imagen y una frase de la époea que simbo- En tos es deo ptt Tizan perfectamente el entusiasmo socialista y comunista ~y la prensa obrera, sovialista y comunista tomard generosamente dle Leroux sus cilas, cuando no st. pensamiento- capaz de suscitar hoy en dia el horror frente al fantasma del gran Todo, devorador. Pero, cuando se las observa en ejecucidn, tanto esa imagen come estas frm di las maestras ne tardan en revelae sit sin, en imponer la necesidad de un recuento, un barriz, ‘Asi, Leroux encuentra un singular problema de filologta en su disquisicidn sobee la antigha tradicion de Ia comida frater- Analiza la insttuciéin en su doble aspecto 0 en su doble ‘origen: pricticas de fraternidad guerrera o prictioas de rectist buckin periica de las riquezas, que unen Ia tradicin de Mo sis y la tradicidn griega en una historia continua que culmina cn Ta comunidad esenia, en la que Lerous siia el fundamento dle la Eucaristia. Sin embargo, le sale al pas un problema de denominacién que ya habia detenide a su inspirador, ef Plus tarco dle La via de Licurgo. Las comidas fraternales expartanas se lamaban phidities, El nombre correcto, pensaba ya Plutarco, leberia ser philtes, comidas entre amigos. En efecto, Phiditis soci la fraternidad con un osigen mas meza) sgriego qui smidas de fa as. Los cespartanos, como es sabide, pasaban por avaros eon sus dena Flas y Plat lo nveuy no. Pheidein en dlecir ahorrar Si seguimos esa definicién, las co- emnidad son sobre todo comidas econsmi da en su reteato del hombre timocritico, Phutarco zanja, y con él Leroux: com una lanl en hagar de una Aetto, las comidas econdmicas espattanas astimen el nombre de su cancepto y se convierten en cenas de amistad, preparando la ceucaristia cristiana y el socialism futuro. No se trata simplemente de una cuestién de comodidad mental. Leroux, en e sto, tiene un propésito tebrico especifico: Lu coer de igus escubrir, en la comunidad cerradla, el principio atin encerrado, mente realizado, de Ia comunidad abierta. Busca el a (rater. principio de Ia gran comunidad humana en la pequ hridad espartana, La casta aristocritica debe ser una realizacion ral de la igualelad, una sociedad de i restringida y un ‘de amigos, fundada en la exclusion pero perfect tde manera que el forzarla clausura sea la condicin necesaria y pose de Ia casta a la huimanidad. Al mismo po debe alejar su casta aristocratica pura de toda timocracia® otra Tinea Avariciosa, Esto lo obliga all mismo tiempo a ign de reflexion que derivaria de esa delta suprimida y que nos con ‘duciria de Esparta hasta Atenas, desde la relaci6n aristocracia/ timoctacia hasta la relacién comunidad/democtacia ‘Querriaalulir a esa linea comentando un pasaje de a Ret rica que encontramos en el capitulo De las buenas palabras. {teles se refiere a ella al elatar una broma de Didgenes donde se rolaciona tambige un régimen politico, ciertas maneras de mesa y las formas de ser de la ciudad. Didgenes, dice Aristé- teles, pretendia que los atenienses encontraban en las tabernas sus Phidities. Entenclemos con eso que la economia personal ¥ In igualdad colectiva que los espartanos institucién de suis Phitities la encuentran éstos al azar de los restaurantes baratos y bn los lugares de sociedad abiertos a los ona buscar en La {ransetintes. Oponiendo tambien esta vez, como el Pericles que’ ‘nos muestra Tucidides, la escuela de la libertad y de la vida fic, fateniense, al entrenamiento militar de la sociedad espartana alia la pena por supuesto que la ansedota fuese reeogida por cl tesrico de Ia pia y las sociedades politicas. A mas de traced a la memoria ese pasaje dela Politica donde, para rehabi- lita la sabiduria demoeritiea ante los partidarios del gobi de los sabios, Aristiteles utiliza nsievamente un argumento inperepiomenc hair tit ter de os odes deo pit inspirado en la gastronomia. A igual gasto, nos dice, se come micjor en las cenas con gastos comunes, en las que cada Uno paga su part Lo mismo acurre en el plano de la deliberacidn politica: el aporte de lo queeacla pequetia inteigenciaateniense posee de capacidad deliberante excede siempre lo que puede ‘ofrecer la reuniin de las sabias capacidades [Dejando caer una delta embarazasa, Leroux deja caer esta linea de reflexién sobre las cuentas de La ig Idad con la co smuinidad, Decide ignorar esta dentellada que 1a timocracia asesta a ls aristocracia y la clemocracia ala comunidad. Como Ja timocracia para la arstoeracia, a demoeracia es demasiado, vara para la comunidad, Enreda las cuentas. La demacracia es Jo que confunde la idea de la comunidad. Es Te impensable Ja comunidad, Platdn asume pensar ese impensable, la discordia de La eo _munidad con la democracia, Los modernos generalmente lo evi tan, Reconstrayen sus partciones, cambian las letras, superpo- ren las imagenes. Asi es como, ea la tradicvn politica moxterna, ‘sha constituid un extrano modelo de fa fraternidad antigua {A través de la superposiciin de imagenes, ésta nos deja ver una Atenas espartana o una Esparta ateniense: una Atenas mas he- roiea, fraternal y aristocritica; una Esparta mas democritica y rs civilizada, en la que bllos discursos acompaian a ls bellas aeciones. Asi se construye, por ejemplo la Esparta de Rousseau ‘lade Leroux, y también la Atenas de Hannah Arendt Esta tl lima aisla un breve éxtracto del discurso que Tucidides atribuye a Pericles, dlescuidando con ello precisamente la oposicion que Ceiructura tanto a la “libertad” ateniense come al militarism cspartano, para constituir una escena eje plar de la pol ‘xquella en que los semejantes los homoiai— se distinguen por los bells discurss y las bella acciones que confi lala tea la precariedad ituar humane, 1K ML te emma deo gles 2. Cuestin de imagen ef cuerpo commitario Quiza siempre hagan falta dos Grecias para hacer una Sie a exe precio queda en pie la imagen maestra de la comida fraternal, Pero la formula y la imagen cristianas del everpo, fraternal nos plantean un problema idéntico. “Todos dice San Pablo- en tanto somos en Cristo, somos miembros los "unos de los oltos”. Popularizada por Leroux, la formula fue fanexada sin problemas por los comunistas de su tempo ¥ ‘loro su divisa a La Frater, el mis importante organo co- ‘munista obrera, Sin embargo, al aquellos que la enarbolan, ni aquellos que ya en esa época denuncian el fantasma del gran Todo panteista, parcoen sensibles al contexto preciso dela for- mula del apéstol. Mas la imagen de los miembros del cuerpo, interviene-en él para responder a un problema preciso: el de la reparticiin y jerarquia de los earismas al interior de la come hdl cristiana. El problema de los carismas es el probler Ia division del trabajo.en el seno de una comunidad! espiritual Fs necesario que el don de lenguiasy el de los milagros, el don ode de sanar o el de Ia profecia, sean entre si como los miembros del cuerpo, cada ano uganda su parte y asistiendo a los otros, ‘osubordinindose a ellos Pero en el texto mimo de San Pablo se desprencen de esa ‘comparaciin dos conclusiones algo diferentes segiin el térm ‘no que se tome como referencia, Cuando se tata de los miem. bros, 1 apéstol muestra dos cosas: primero, que tienen la fur asistirse mutuamente, pero también, que se establece tentre ellos cierta igualdad por compensacién mutua. A los {que por naturaleza y funeiin son inferiores, les corresponde tun honor compensatorio, As las partes mas nobles del cuerpo se encuentran desnuda y las mis vergonzosas se encuentran fubiertas por una vestimenta. Respecto a los carismas se con tye, en breve, que no son igualmente tities ni igualmente tas tones df pion dlignos de ser buscados. Se impone una clasificaciin seg la cual debemos tomar como principio la justicia del todo, Pero, gcdmo debe entenclerse esta justicia? Precisamente, se opondrin dos tipos de interpretacién, day comentarios mterpolados. “Dios -

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