Estas son algunas de las características (explicadas en la
universidad) que podemos observar en un niño de 3 años:
Antes de empezar, debemos tener en cuenta que los niños
y niñas de tres años, tienen unas peculiaridades que han de satisfacerse para favorecer su desarrollo positivo. Nosotros llegaremos al conocimiento de estas peculiaridades analizando cada uno de los aspectos evolutivos: ASPECTO SOMÁTICO
A los tres años se aprecian:
Considerables cambios en el esqueleto y la
musculatura.
La mano no está configurada totalmente.
Tiene lugar el proceso madurativo más importante
para el desarrollo psicológico.
La relación entre el sueño y la vigilia, se va
modificando progresivamente, dependiendo de cada individuo. Todavía persiste la necesidad de fraccionar el día intercalando períodos de sueño breves.
Todos estos cambios somáticos ocasionan en los
discentes unas necesidades y cuidados que, aunque básicos y primitivos, necesitamos conocer perfectamente para la mejor organización de las horas de permanencia en el centro escolar. Se refieren a sueño, reposo, seguridad, tranquilidad, confort, limpieza, alimentación, etc. ASPECTOS PSICOMOTRICES
Dentro de este apartado percibimos:
La progresiva maduración del sistema nervioso, el
rápido desarrollo de su musculatura y el fortalecimiento de la estructura ósea, conducen al perfeccionamiento del dominio del propio cuerpo y de su capacidad psicomotora.
Las adquisiciones perceptivo − motrices le llevan a
tomar conciencia de su propio cuerpo. Comienza la adaptación al mundo exterior.
Aumenta progresivamente el control de la motricidad
dinámica general que se va traduciendo en una paulatina motricidad fina. Empieza a gustarle coger el lapicero, las ceras blandas, ...
Por todo esto el alumno/a de esta edad necesita el
movimiento, desplazarse por el espacio, explorar objetos, descubrir y experimentar cosas nuevas, etc. ASPECTO COGNITIVO
Según Piaget, a los tres años, los niños están en la etapa
preoperacional y dentro de ella en fase intuitiva, que se caracteriza por:
Egocentrismo: Es incapaz de salir de sí mismo y
colocarse en lugar de otro. Todo lo refiere a su propia experiencia.
Animismo: Todas las cosas tiene vida para él/ella,
llega a pensar que las cosas actúan y desean lo mismo que él/ella.
Yuxtaposición: Junta unos sucesos con otros sin
apelar a las consecuencias lógicas.
Contracción: Fija su atención en un aspecto del objeto
desentendiéndose del conjunto de los aspectos que definen la situación en su totalidad.
Sincretismo: Forma una idea con todo lo que va junto,
fundiendo en un concepto confuso todos los elementos que ocurren en una situación. Realismo: Piensa que todo lo que ocurre es real y lo materializa situándolo en un espacio. Irreversibilidad: Su pensar y su obra siguen una solo dirección; no puede dar marcha atrás a los acontecimientos en sus pensamientos. ASPECTOS DEL LENGUAJE
El desarrollo de la expresión verbal o el lenguaje verbal, se
halla en el niño de tres años, caracterizada por:
Aumento en el control de la atención.
Desarrollo fonológico.
Adquisición de aspectos léxicos y sintácticos: conoce
todas las posibilidades sintácticas de la lengua y las utiliza con mayor o menor facilidad dependiendo de la capacidad intelectual y de las condiciones sociales en las que se encuentra.
El niño coge datos del exterior: forma su propio
sistema lingüístico y a partir de este sistema propio elabora su propio lenguaje.
Aumenta la comprensión.
Aún no ha adquirido totalmente el valor de la palabra
como medio de expresión: para él, la palabra sigue siendo un sonido que está experimentando. Habla mucho en siloquio: le gusta experimentar frecuentemente con las palabras y escucharse a sí mismo.
El vocabulario: es la edad en la que más rápidamente
y con más frecuencia aprenden palabras nuevas.
El lenguaje infantil: hay que considerarlo como una
sucesión de sistemas complejos y acabados en sí mismo que se irán acercando cada vez más, al lenguaje de los adultos, pero que tardará años en igualarse al mismo. Podemos decir que el lenguaje infantil no es pura imitación, sino creación, construcción; no es el paso de lo erróneo a lo correcto sino que es correcto desde el primer momento.
ASPECTOS DE LA SOCIABILIDAD ¿Qué podemos decir en este punto?
A esta edad, a pesar de su egocentrismo, es sociable.
Se va adaptando a las normas y fácilmente adquiere costumbres y hábitos relativos a la convivencia.
Comienza a tomar conciencia de su propio YO y a
autoafirmarse, apareciendo paralelamente a esta toma de conciencia reacciones de terquedad y obstinación que a veces se confundan con reacciones de desobediencia y que únicamente evidencia la necesidad que el niño/a tiene de un sitio y un papel entre los adultos y de tener tiempo para ir asimilando y realizando las cosas por sí mismos.
Aunque su sociabilidad es notable, sin embargo, en
sus juegos se nota aún su independencia. Le gusta jugar al lado de otros niños/as, pero no con ellos, tanto libremente como en actividades organizadas.