El camino de regreso a casa

Es en la alta madrugada

El camino cambia, al principio es verde, limpio y ordenado, pero poco a poco, mientras avanzo
hacia el río se vuelve más hosco, menos racional. No se vuelve un bosque, ni un potrero
descuidado. Se vuelve un basural. Hay animales muertos que lo presagian, hay tachos de
basura rebosantes de desperdicios y gente que se ha dormido sobre el polvo de los sitios
eriazos. Ya no hay ciclovías, ni parquecitos. Hay una carretera ruidosa, sitios donde se
almacena maquinaria pesada y casas bajas hechas en su mayoría de madera. Mientras me
acerco al cuarto donde duermo se oye el ruido del aeropuerto y de los camiones que pasan.
Hay enormes aparcaderos vacíos. Hay tiendas de materiales de construcción cuyas luces y
regadores no se apagan nunca.

Un hilillo de agua sucia corre por el borde de la calle en dirección al río. Nunca deja de correr.