Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
totalitarismos
La filosofía moral escolástica que fundó Francisco de Vitoria ofrece una antropología
positiva sobre la naturaleza del ser humano frente a la “razón de Estado” que es lo que logró
que la colonización española fuese más humana y mucho menos cruel que la realizada por
otras naciones europeas.
La crisis de la modernidad no es sólo económica y financiera sino que es esencialmente
moral e intelectual, consecuencia directa de un modo de pensar débil y “naif” que permite un
lento proceso de involución sociocultural, porque allí donde retroceden el respeto por las
personas y el cuidado por los derechos individuales, avanzan los modos de comportamiento
psicopáticos, arraigan las ideologías o religiones de la política, y, en último término, se
imponen los regímenes totalitarios como el comunismo, el fascismo, el nacional-socialismo
o el nacional-separatismo.
Por dicho motivo, es absolutamente esencial reeditar y reivindicar el elevado nivel académico
de la filosofía moral que se impartió en las universidades españolas de los siglos XVI y XVII,
que ofrece respuestas válidas a las últimas preguntas como ¿quién es el hombre?, o ¿si existe
lo Universal, lo Absoluto, Dios?, o ¿si existe leyes naturales de aplicación universal?, y que
configuró el humanismo cristiano que caracteriza el marco institucional de una sociedad
civilizada, abierta y libre.
Ante el relativismo moral, la cultura de la superficialidad en las relaciones con las demás
personas, el crecimiento desaforado del Estado Leviatán y la invasión por el poder político de
todos los ámbitos de la existencia vital, es imprescindible releer, rescatar y ensalzar el
pensamiento escolástico de la Escuela Española de los siglos XVI y XVII, como el conjunto
amplio de autores escolásticos que respondieron a la búsqueda de una verdad última
trascendente que es Dios y que identificaron las bases axiológicas, fijas y absolutas, de una
sociedad abierta, mediante ideas y obras que ofrecieron respuestas a las disputas morales
fruto de la globalización del transporte, el derecho, la política, el comercio, el dinero y las
relaciones humanas.
Su pensamiento surgió como respuesta a los grandes problemas morales que suscitó el
descubrimiento y la colonización de América en 1492, la existencia de otros pueblos con
derechos, los abusos y la violencia contra los indios cometidos por parte de algunos
encomenderos, el enfrentamiento entre la «auctoritas» de la Iglesia y la «potestas» del
Rey y su corte (o “mutatis mutandis” del Gobierno y su moderno Estado-Administración) ,
y la imposición del absolutismo al servicio de la “razón de Estado” que describió
Maquiavelo (1469-1527).
En el año 1508 fue enviado a la Sorbona en la Universidad de París donde vivió en el colegio
dominico de la calle Saint Jacques hasta 1522. Allí estudió humanidades, aprendiendo las
ideas de Alberto Magno (1193-1280) y Tomás de Aquino (1225-1274) que tradujeron las
obras de Aristóteles y que reivindicaron el derecho romano, defendiendo la conciliación
entre razón y fe, y las propiedades y los contratos privados por sus consecuencias para la
convivencia pacífica de los pueblos.
Francisco de Vitoria pudo percatarse en la Universidad de París del daño que causaban
las ideas franciscanas de Juan Duns Scoto (1266-1308) y de Guillermo de Ocham (1280-
1349), cuando defendían la propiedad comunal y argumentaban una separación radical entre
ciencia y teología, entre razón y fe, lo que pudo impulsar la llegada del empirismo en las
ciencias experimentales pero, sin embargo, también trajo el relativismo moral y el
cientificismo constructivista en las ciencias humanas, dando lugar a partir de la Revolución
Francesa de 1789 a un intenso proceso de secularización que, con el tiempo, desembocó en
obras «anti-filosóficas» que, en lugar de responder a las preguntas últimas de búsqueda de la
trascendencia y la felicidad en el Cielo o bien, en vez de analizar el impulso de la acción
humana en las sociedades abiertas y libres, buscaron la inmanencia o felicidad en la Tierra
por medio de la imposición de sociedades cerradas y coercitivas que, según ha quedado
acreditado en el curso de la historia mundial, generan siempre pobreza, hambre y muerte
entre la población de los países donde imponen la búsqueda de arcadias y utopías
colectivistas.
Las ideas de Francisco de Vitoria han llegado hasta nosotros gracias a los apuntes de los
alumnos y a través de los libros de sus discípulos entre los que cabe destacar nueve autores
que recibieron las clases directas del maestro: Domingo de Soto, Diego de Covarrubias,
Melchor Cano, Martín de Azpilcueta, Diego Chaves, Juan Gil de Nava, Mancio de Corpus
Chisti, Vicent Barron y Martín Ledesma.
La existencia de una naturaleza humana creada por lo Absoluto que es Dios y que
es ordenada por una ley natural que es universal, existe con independencia de la
voluntad humana, y constituye una verdad última que debe ser respetada por los
seres humanos.
Aún a pesar de contar con una limitada capacidad racional, el ser humano está
capacitado para entender correctamente los imperativos de la ley natural que llevan
al respecto estricto por el derecho natural y el derecho de
gentes (o «consuetudinario») de las personas.
Los derechos humanos («iure humanitatis») que deben ser siempre respetados son
los derechos individuales a la vida, la libertad, la propiedad privada y la igualdad de
trato ante la ley.
En definitiva, la filosofía moral escolástica que fundó Francisco de Vitoria ofrece una
antropología positiva sobre la naturaleza del ser humano frente a la “razón de Estado” que es
lo que logró que la colonización española fuese más humana y, sin lugar a dudas, mucho
menos cruel que la realizada por otras naciones europeas (Inglaterra, Francia, Países Bajos,
Alemania…) debido a que, partiendo de la teología cristiana católica, se configuró un marco
institucional que permitió a los autores españoles de los siglos XVI y XVII identificar
y defender las normas jurídicas, políticas y económicas de una sociedad civilizada,
abierta y libre.
http://www.actuall.com/criterio/democracia/relecciones-de-francisco-de-vitoria-en-la-
colonizacion-de-america-y-validas-en-la-crisis-de-la-modernidad/