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Imperialismo es una relación entre países —generalmente en forma de

un imperio—que se basa en ideas de superioridad y aplicando prácticas de


dominación, que implican la extensión de la autoridad y el control de
un Estado o pueblo sobre otro. También puede ser una doctrina política que
justifica la dominación de un pueblo o Estado sobre otros; habitualmente
mediante distintos tipos de colonización (de poblamiento, de explotación
económica, de presencia militar estratégica) o por la subordinación cultural
(aculturación). El sociólogo estadounidense Lewis Samuel Feuer identificó dos
subtipos principales del imperialismo: el primero es el "imperialismo regresivo"
identificado con la pura conquista, la explotación inequívoca, el exterminio o
reducciones de los pueblos no deseados, y el asentamiento de los pueblos
deseados en esos territorios. El segundo tipo identificado por Feuer es
"imperialismo progresista" que se basa en una visión cosmopolita de la
humanidad, que promueve la expansión de la civilización a las sociedades
supuestamente atrasadas para elevar los estándares de vida y la cultura en los
territorios conquistados, y la asignación de la gente conquistada a asimilarse a
la sociedad imperial. Aunque los términos "imperialismo" y "colonialismo" están
muy relacionados, no son sinónimos.

Características
Causas económicas: La Primera Guerra cobró el saldo de millones de
hombres del ejército, hubo escasez de trabajadores en las granjas y en las
fábricas. Los alimentos no alcanzaban. Los obreros trabajaban entre doce y
catorce horas por salarios bajos y la inflación posguerra empeoraba, situación
que desembocó en revueltas generales. El Zar reprimió al campesinado y este
tomó las redes de transporte. Para el 1917, el hambre se había extendido.
Causas sociales y políticas: La sociedad rusa estaba compuesta, en su
mayoría, por campesinos, quienes tenían pocos derechos, las parcelas que
podían trabajar eran muy pequeñas. Con la Primera Guerra y su demanda de
producción, la situación se agravó. Las ciudades requerían mano de obra en
las fábricas y se sobrepoblaron, marginalizando aún más a los trabajadores.
El Zar respondía con violencia a los reclamos. Se lo hizo responsable de la
falta de insumos para los soldados y de los prisioneros de guerra y
desaparecidos. La DUMA advirtió en el 1916 sobre el desmoronamiento de
Rusia si no se reformaba.
Consecuencias
Derrocamiento de la monarquía absoluta de los Zares
El poder de Rusia frente al mundo, ya sea en el ámbito científico,
económico, político o militar.
El establecimiento del comunismo, con la creación de la República
Federativa comunista que pasó a denominarse Unión de las Repúblicas
Socialistas Soviéticas (U.R.S.S).
La división del mundo en dos: por un lado estaba el Capitalismo y por el
otro, el Comunismo. Esta oposición resultó en la Guerra Fría.
Medidas de Lenin
Lenin gobernó una República Socialista Federal, que era dirigida por los
Soviets. Abolió la propiedad privada y confiscó tierras; estas y las
fábricas pasaron a las manos de los obreros y se nacionalizaron los
bancos y el sector comercial.
Pactó un armisticio con Alemania y Austria-Hungría, conocido como
“Tratado de Brest-Litovsk”. Rusia prometía una indemnización de guerra
y se retiraba del conflicto de la Primera Guerra con la renuncia a Polonia
y los Estados Bálticos.
Teoría marxista
La Revolución Rusa se basó en la teoría marxista, que sostiene la negación de
la propiedad privada y la igualdad social. Se reconoce la histórica lucha de
clases y se enuncia la dictadura del proletariado.
Primera fase
La primera etapa de la revolución está signada por la caída del Zar y la
asunción de Alejandro Kerensky como primer presidente de la República
(Revolución de Febrero). Los obreros y soldados eran dirigidos por los
Mencheviques, socialistas moderados. Entre ellos se organizó un consejo que
representaba a la clase trabajadora, el “Soviet”, de gran influencia en el
establecimiento de la República.
Segunda fase
Los socialistas radicales, en general bolcheviques, se encargaron de liquidar el
antiguo régimen mediante la creación de la República Federal Comunista.
Lenin fue el líder de esta revolución. Los campesinos y soldados se volvieron
contra el gobierno provisional bajo su conducción, que rezaba “Todo el poder
para los Soviets” con la fértil promesa de “Paz, tierra y pan”.
Lenin asumió el gobierno de Rusia el 25 de octubre del calendario nacional, por
lo que a esta revolución se la conoció como Revolución de Octubre. Su
gobierno estaba respaldado por León Trotsky, quien era jefe del ejército rojo.
R.S.S
De la mano de Trotsky y Stalin, Lenin estableció el gobierno comunista al que
se llamó Unión de las Repúblicas Socialistas Soviéticas (U.R.S.S). Estaba
compuesto por los Comisarios del Pueblo, administradores públicos, el jefe del
Consejo, que es el Primer Ministro, director de la política internacional y cabeza
del partido Comunista de Rusia. Los obreros escogían a sus representantes en
el Congreso General de los Soviets.
Guerra civil rusa
La Guerra Civil sucedió tras la Revolución de Octubre de 1917. Los opositores
al gobierno (terratenientes, iglesias, militares de alto rango) pretendían terminar
con la revolución. El país se dividió así entre los contrarrevolucionarios (ejército
blanco) y los bolcheviques (ejército rojo). Si bien los primeros contaban con
apoyo internacional, luego de tres años de guerra triunfaron los bolcheviques.
Arte de revolución
Con el gobierno de Lenin aparece el arte de las vanguardias, centrado en la
abstracción (Kazimir Malévich). Luego, con Stalin, surge el realismo socialista,
de carácter propagandístico, que pone fin a las vanguardias (Aleksandr
Gerasimov).
Comunismo en el mundo
Durante el mandato de Lenin, se encuentran repercusiones a nivel global del
ideal comunista: Rosa Luxemburgo en Berlín y Bela Kun en Hungría.

Las causas del conflicto son variadas y complejas, pero pueden resumirse en:

1. Los términos del tratado de Versalles. Luego de la Primera Guerra


Mundial, se impuso a Alemania un tratado de rendición incondicional de
términos opresivos, que le impedía a la devastada nación volver a tener
un ejército, le arrebataba el control de sus colonias africanas y le
imponía una deuda prácticamente insaldable con los países victoriosos.
Esto había gestado un amplio rechazo popular y la teoría de que la
nación había sido apuñalada por la espalda y se hallaba bajo control de
potencias extranjeras como la URSS.

2. La aparición de Adolfo Hitler y otros líderes carismáticos. Estos


dirigentes políticos supieron capitalizar el descontento popular y construir
movimientos nacionalistas radicales, cuyo principal objetivo fue la
recuperación de las pasadas grandezas nacionales a través de la
militarización de amplios sectores sociales, la expansión de los territorios
nacionales y la instauración de gobiernos totalitarios (de partido único).
Es el caso del Partido Nacional Socialista Obrero Alemán (Nazi), o el
Fascio italiano liderado por Benito Mussolini.

3. La Gran Depresión de los años 30. Esta crisis financiera internacional


que afectó particularmente a los países europeos golpeados por la Gran
Guerra (I Guerra Mundial), imposibilitó a las naciones deprimidas para
resistirse al surgimiento del fascismo y la ruptura del orden democrático.
Además, empujó aún más a las poblaciones europeas a una situación de
desesperanza que era propicia para el surgimiento de propuestas
radicales.

4. La Guerra Civil Española (1936-1939). El cruento conflicto español


en el que el estado nacionalsocialista alemán intervino en apoyo de las
tropas monárquicas de Francisco Franco, en violación flagrante de
tratados internacionales de no intervención extranjera, sirvió a la vez de
prueba a la recién instituida Luftwaffe (aviación) alemana, y como
evidencia de la timidez de los países aliados, que postergaron el conflicto
venidero hasta el margen de la pasividad y que alentó aún el
atrevimiento alemán.

5. Las tensiones chino-japonesas. Luego de la Primera Guerras Sino-


japonesa (1894-1895), las tensiones entre la creciente potencia asiática
de Japón y sus vecinos competidores como China y la URSS eran
constantes. El Imperio de Hiro Hito aprovechó en 1932 el estado de
debilidad en que la Guerra Civil entre comunistas y republicanos había
dejado a la China, para iniciar la Segunda Guerra Sino-japonesa y ocupar
Manchuria. Esto sería el inicio de la expansión nipona (sobre todo en el
Asia menor), que conduciría al bombardeo de la base norteamericana
Pearl Harbor y la entrada formal de los Estados Unidos al conflicto.

6. La invasión alemana de Polonia. Luego de haberse anexionado


pacíficamente Austria y los sudetes alemanes en Checoeslovaquia, el
gobierno alemán estableció un pacto con la URSS para repartirse el
territorio polaco. A pesar de la resistencia militar activa que ofreció esta
nación de Europa del este, las tropas germanas la anexionaron al
naciente III Reich alemán el 1 de septiembre de 1939, ocasionando la
declaración formal de guerra de Francia y el Reino Unido, dando así
inicio formal al conflicto.

Consecuencias de la Segunda Guerra Mundial


Si bien toda guerra suele tener consecuencias nefastas en la población de los
países involucrados, las de la Segunda Guerra mundial fueron particularmente
atroces y significativas en términos históricos:

1. Devastación casi total de Europa. Los extensos y devastadores


bombardeos de las ciudades europeas por parte de los dos bandos, a
medida primero que la blitzkrieg (guerra relámpago) alemana extendía el
control del eje por medio planeta, y después que los aliados liberaban el
territorio, significó la destrucción casi total del parque urbano europeo,
que requirió luego grandes inversiones económicas para su paulatina
reconstrucción. Una de dichas fuentes económicas fue el llamado Plan
Marshall propuesto por los Estados Unidos.

2. Inicio de un panorama mundial bipolar. La Segunda Guerra Mundial


dejó tan debilitadas a las potencias europeas, tanto Aliadas como del
Eje, que la vanguardia política mundial pasó a manos de las dos nuevas
superpotencias enfrentadas: los Estados Unidos y la Unión Soviética.
Ambas empezaron de inmediato a competir por la influencia de sus
sistemas de gobierno, capitalista y comunista respectivamente, sobre el
resto de los países, dando así origen a la Guerra Fría.
3. División de Alemania. El control de los países aliados sobre el
territorio alemán obedeció a la separación ideológica entre Estados
Unidos y los aliados europeos, y la URSS. Así, se dividió paulatinamente
el país en dos naciones completamente distintas: la República Federal
Alemana, capitalistas y bajo control europeo, y la República Democrática
Alemana, comunista y bajo administración soviética. Esta división fue
particularmente notoria en la ciudad de Berlín, en la cual se construyó un
muro para separar las dos mitades e impedir la fuga de ciudadanos del
territorio comunista al capitalista, y duró hasta el día de la Reunificación
Alemana en 1991.

4. Inicio del terror a la guerra atómica. El bombardeo atómico de


Hiroshima y Nagasaki por parte de las fuerzas norteamericanas, tragedia
que ocasionó la rendición incondicional del Japón pocos días después,
desencadenó también el terror a la guerra atómica que caracterizaría a la
Guerra Fría. Esta masacre sería, junto con el accidente de Chernóbil en
1986, la peor tragedia de la historia humana en que estuvo involucrada
la energía atómica.

5. Inicio de la filosofía de la desesperanza europea. El


cuestionamiento recurrente durante los durísimos años de posguerra por
parte de los intelectuales europeos respecto a cómo fue posible un
conflicto de dimensiones tan crueles e inhumanas. Esto condujo al
nacimiento de una filosofía del nihilismo y la desesperanza, que
cuestionó la fe positivista en la razón y el progreso.

6. Guerras posteriores. El vacío de poder que dejó el fin del conflicto


propició el enfrentamiento entre Francia y muchas de sus colonias
asiáticas, que presentaban intensos movimientos separatistas. También
se produjeron guerras civiles en Grecia y Turquía por razones similares.

7. Nuevo orden jurídico y diplomático mundial. Luego del fin de la


guerra se creó la Organización de Naciones Unidas (ONU) como
reemplazo de la Sociedad de Naciones existente, y se le encargó la tarea
de evitar futuros conflictos de semejante envergadura, apostando por la
vía diplomática y por la justicia internacional.

8. Inicio de la descolonización. La pérdida de influencia y poder político


europeo condujo a la pérdida de control sobre sus colonias en el Tercer
Mundo, permitiendo así el inicio de numerosos procesos de
independencia y el fin del dominio mundial europeo.
LA PRIMERA GUERRA MUNDIAL
La Primera Guerra Mundial, también conocida como Gran Guerra,b fue una
confrontación bélica, ocurrida principalmente en Europa, que empezó el 28 de
julio de 1914 y finalizó el 11 de noviembre de 1918, cuando Alemania aceptó las
condiciones del armisticio. Tras seis meses de negociaciones en la Conferencia
de Paz de París, el 28 de junio de 1919 los países aliados firmaron el Tratado de
Versalles con Alemania, y otros a lo largo del siguiente año con cada una de las
potencias derrotadas. Más de nueve millones de combatientes y siete millones
de civiles perdieron la vida, una cifra extraordinariamente elevada, dada la
sofisticación tecnológica e industrial de los beligerantes. Está considerado el
quinto conflicto más mortífero de la historia de la Humanidad.c Tal fue la
convulsión que provocó la guerra, que allanó el camino a grandes cambios
políticos, incluyendo numerosas revoluciones con un carácter nunca antes visto
en varias de las naciones involucradas

COLOMBIA EN LA PRIMERA MITAD DEL SIGLO XX

Durante la primera mitad del siglo XX Colombia vivió profundos cambios. las
transformaciones económicas ocurridas en el país durante esta época, producto
de su inserción en la economía mundial, produjeron la modernización de la
sociedad colombiana: se construyeron ferrocarriles y carreteras, la industria
floreció, las ciudades empezaron a crecer y apareció un nuevo actor social: el
obrero. Todo hacía parecer que durante el siglo XX Colombia empezaba a
desarrollarse progresivamente en comparación con el siglo XIX. A pesar de que
esta época fue de prosperidad económica, los odios partidistas característicos
del siglo XIX no cesaron y además los gobiernos de la época no supieron afrontar
los problemas sociales y económicos de la población más pobre. A la larga los
odios políticos y la injusticia social engendraron -a mediados del siglo XX- uno
de los períodos más sangrientos de nuestra historia: la Violencia.

Conflictos de inicio de siglo


Al finalizar el siglo XIX e iniciar el XX, Colombia tuvo que afrontar la Guerra de
los Mil Días y la separación de Panamá. Estos hechos demostraron a los
dirigentes colombianos que el ideal de un país en paz y en progreso, aún estaba
por construirse.
La Guerra de los Mil Días
Fue la última confrontación armada de la larga lista de guerras civiles que
azotaron al país durante el siglo XIX. Inició en octubre de 1899 y finalizó el21 de
noviembre de 1902. Las principales causas del conflicto fueron:
La intransigencia p6títica. A partir de 1896, algunos conservadores y liberales le
solicitaron al presidente Miguel Antonio Caro y a su sucesor Manuel Antonio
Sanclemente, una reforma a la Constitución de 1886 que eliminara la exclusión
y persecución política en contra de los liberales. Ellos se negaron a aceptar esta
petición, lo cual hizo pensar a los liberales que la única opción para lograr una
mayor participación política era a través de las armas.

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