Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
ALUMNO BIBLIOGRAFIA
DARIO FIGUEROA
ROMERO
SUJETO ETICO-VIOLENCIA:
LA POLITICA COMO PODER MEDIADOR Y
RECONFLICTIVO
AUTOR; Rodrigo Jesús Ocampo Giraldo
3208583771 ° Ernest Cassirer citando a Platón en El Mito Del
Estado. Fondo de Cultura Económica. México.
PRESENTADO A: 1996. Página 74. 3 Ibíb. Página 75. 4
° historia electoral en Colombia
PROFESORA ° participación ciudadana en la democracia
Nilce Ariza Barbosa autor: Mauricio merino
° Wikipedia
°youtobe
Podemos ver en la constitución del 1886 los tipos de ciudadanos que se formó un
marcó el inicio de una nueva etapa en la historia de Colombia con la redacción de
una nueva Constitución, la cual era de índole conservadora y centralista,
Constitución que declaró como ciudadanos a los hombres colombianos mayores de
veintiún años que tuvieran una profesión u oficio o una ocupación licita y legitima
como medio de subsistencia, aunque esto no era suficiente para poder ejercer el
derecho al sufragio, pues para poder ejercer el derecho a elegir representantes los
ciudadanos debían saber leer y escribir y tener ingresos anuales de más de
quinientos pesos o propiedades cuyo costo fuese superior a mil quinientos pesos.
De esta forma, las elecciones eran indirectas para Presidente de la República y
Senadores, y directas para Concejales municipales, Diputados a las Asambleas
Departamentales y Representantes a la Cámara.
“Desde mediados del siglo XIX, Colombia vivió muchos años de guerra y a la misma vez la disputa entre
los dos partidos predominantes: el liberal y el conservador, esto sumado a la Constitución de
Rionegro que promulgaba estados independientes que llegaban a tener más poder que el gobierno
central de Colombia. Los Estados Unidos de Colombia como se llamaba el país en aquella época, en
25 años de estar promulgada vio pasar más de 50 guerras civiles” wikipedia
Hemos oído decir que vivimos en un Estado democrático y que por eso todo
podemos participar, como ciudadanos, en la construcción de una sociedad mejor y
de un nuevo país. Pero muchas veces nuestras decisiones nos lleva a tener que
asumir decisiones con personas que hemos escogido, podemos ver un ejemplo
ahora con este presidente que esta gobernando nuestra Colombia y vemos cada
día se está acabando, podemos ver que hace falta muchos ciudadanos que
2
necesitan apropiasen de la democracia ser un doliente para llevar a esta ausencia
de democracia a una igualdad y más a levantar los derechos humanos de la
sociedad.
Vemos Las relaciones o regulación entre los hombres no están determinadas por la
voluntad de uno u otro gobernante sino por las leyes que los mismos hombres
históricamente nos hemos dado. Esto es, que las “Reglas del Juego” o leyes en un
Estado democrático se han establecido en el pasado y de acuerdo a las
circunstancias de cada momento; sin embargo, las podemos cambiar, modificar o
crear. Porque si las leyes son la expresión de la voluntad de los hombres, y si esta
voluntad se va modificando con el devenir del tiempo, de igual manera que se van
modificando las condiciones de vida, entonces tenemos que ir ajustando o
proponiendo las leyes que las nuevas épocas requieren.
Hay un difícil equilibrio, pues, entre las razones que animan a la gente a participar
en la democracia y sus posibilidades reales de hacerlo. Pero también entre el
ambiente que les rodea y su voluntad de intervenir de manera activa en ciertos
asuntos públicos. Si como dice Fernando Savater - un conocido filósofo español -"la
política no es más que el conjunto de razones que tienen los individuos para
obedecer o para sublevarse", la participación ciudadana en la democracia se
encuentra a medio camino entre esas razones y nunca se da en forma pura: así
como el "ciudadano total" es una utopía, también es prácticamente imposible la
participación idéntica de todos los individuos que forman las sociedades de nuestros
días. Aunque el entorno político sea el más estimulante posible, y aunque haya un
propósito compartido por la gran mayoría de la sociedad en un momento preciso,
habrá siempre quienes encuentren razones más poderosas para abstenerse que
para participar. Y aun en medio de la participación puesta en marcha, algunos
aportarán más esfuerzo, más tiempo o más recursos que los demás. De modo que
a pesar de las buenas credenciales del término, la participación tampoco está a
salvo de los defectos humanos: del egoísmo, del cinismo, de la enajenación de los
individuos. De aquí el primer dilema que plantea el término: no todos quieren
participar aunque puedan, y no todos pueden hacerlo aunque quieran.
3
que sea por un beneficio, Sin duda, pues no hay otro camino que reconozca, al
mismo tiempo, la civilidad y la soberanía de los pueblos.