Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
FARMACOLOGÍA II
Estudiante: Karla Vanessa Loaiza Santín Fecha: 07/11/16
Docente: Dra. Maritza Ochoa Nivel: 8vo Nivel
CONCLUSIONES
La penicilina es un Beta-láctamico utilizado ampliamente en la clínica por el
buen espectro que presenta, entre sus principales reacciones adversas están
aquellas de tipo alergénicas o de hipersensibilidad, las afecciones a nivel renal
son infrecuentes, pero se pueden dar y es por esto que se complicó el
diagnóstico, más aún al administrar conjuntamente con un aminoglucósido de
los cuales su principal RAM esta la Nefrotoxicidad, pudiendo confundir
fácilmente a este como causante de la cistitis hemorrágica y no a la penicilina.
BOBLIOGRAFIA
Pérez, C., & et. (2002). Cistitis Hemorrágica asociada a penicilina. Revista chilena de infectología.
ANEXOS
Cistitis hemorrágica asociada a penicilina
Carlos Pérez C.1, Pablo Brockmann V.2, Isabel Errázuriz C.2, Carmen Toro M.3,
y Fernando del Campo S.4
Hematuria and impairment of the renal function was observed in a 50-year-old patient
who was receiving penicillin and gentamicin due to a bacterial endocarditis. The
symptoms resolved after these antibiotics were changed for vancomycin. The diagnosis
of an haemorrhagic cystitis was made through cytoscopy and the possibility of an
interstitial nephritis was proposed. These abnormalities are thought to be induced by
penicillin. The mechanisms involved would be hypersensitivity reactions and/or direct
toxicity. Although interstitial nephritis is a complication rarely observed, its presence
combined with haemorrhagic cystitis is quite infrequent. If hematuria appears during
an antibiotic treatment with penicillin, one must think of these complications as a
possible cause.
INTRODUCCIÓN
CASO CLÍNICO
En los días siguientes, el paciente persistió con hematuria y además presentó cólico
renal izquierdo. Se mantuvo el tratamiento con penicilina, se agregó ciprofloxacina y
se suspendió la gentamicina. Evolucionó en forma tórpida con temperaturas entre 37 y
38°C, náuseas y vómitos persistentes y con una creatininemia en ascenso hasta 3,18
mg/dl. El sedimento de orina mostró glóbulos rojos muy abundantes sin hematíes
dismórficos ni leucocitos, pero con piocitos en regular cantidad y con proteinuria de
0,72 grs/dl. No se encontraron eosinófilos en orina. En el hemograma destacaba un
hematocrito de 33,7%, leucocitos de 5.000/mm3 con 5% de eosinófilos, sin desviación
a izquierda y con una VHS de 49 mm/hr.
DISCUSIÓN
En general, los casos clínicos descritos de alteraciones renales por penicilinas se han
caracterizado por la presencia de fiebre, rash, eosinofilia marcada, alteraciones del
sedimento urinario (hematuria, proteinuria leucocituria -especialmente con
eosinofiluria-) y azotemia 1-4.
En nuestro paciente, el cuadro clínico fue enteramente concordante con una cistitis
hemorrágica causada por penicilina, lo cual fue confirmado por citoscopia. No se
efectuó biopsia vesical por el riesgo de aumentar el sangramiento. Simultáneamente
existió un deterioro de la función renal y proteinuria, que también mejoraron con la
suspensión de este agente -lactámico. La patogenia exacta de la nefritis intersticial y
de la cistitis hemorrágica secundaria al uso de penicilinas se mantiene bastante oscura,
pero en los casos que han sido reportados se debate si el mecanismo sería causado por
hipersensibilidad, o bien por acción directa de las penicilinas o de sus metabolitos1-4. Es
importante destacar, que la evidencia que apoya el rol causal de penicilina en los casos
de cistitis hemorrágica citados en la literatura médica, no es concluyente. Los síntomas
sugerentes de reacción alérgica como fiebre, rash y eosinofilia2 se desarrollaron sólo
parcialmente en nuestro paciente, ya que la eosinofilia fue más bien leve y no
existió rash cutáneo. En los casos reportados en la literatura médica la presencia de
estos síntomas ha sido variable. Chudwin et al.6 describe un caso similar con la
presencia de rash, pero con falta de eosinofilia importante, fiebre, eosinofiluria y con
una complementemia normal. En otros reportes como el de Cook et al. 2 se ha
demostrado con técnicas de inmunofluorescencia la presencia de inmunoglobulinas G y
M y complemento en tejido renal y vesical. Además se ha determinado la presencia un
antígeno derivado de meticilina, llamado dimetoxifenilpeniciloil (DPO) en estos mismos
tejidos2,3. Se ha planteado que las penicilinas se unirían directamente a ciertas
proteínas presentes en el intersticio renal. Se producirían enlaces covalentes con los
terminales de lisina, que se tiñen intensamente y de forma lineal con la
inmunofluorescencia3. En los casos en que se ha podido contar con biopsias renales, se
ha descrito indemnidad de los glomérulos y de los vasos de las mismas zonas con un
intersticio francamente alterado. En las lesiones del intersticio se encuentra
característicamente edema intersticial, infiltración predominantemente mononuclear y
de eosinófilos, y en algunos casos rastros de necrosis3,4. El mecanismo por el cual la
nefritis intersticial alteraría la función renal sería por un aumento de la presión
intersticial que se opondría a la presión de filtración 3. Alteraciones hemodinámicas
adicionales o de daño a los glomérulos, como ya se ha señalado, no se han podido
demostrar suficientemente. La presencia de hematuria se puede atribuir al daño
tubular mismo y a la irritación tóxica directa de la mucosa vesical ya comentada. No se
sabe con certeza si la reacción adversa es dosis dependiente o no, pero se postula
fuertemente que la reacción de hipersensibilidad se produciría independientemente de
la dosis. Esto fue descrito por Martin y Alpert1 al observar que una disminución en las
dosis del antibacteriano, en este caso ticarcilina, no prevenía la recurrencia de
hematuria y cistitis en sus pacientes. Godin et al. describen que la cistitis hemorrágica
precedió el cuadro de nefritis intersticial y agranulocitosis por 8 días 7. Moller8 sugiere el
monitoreo urinario diario durante el tratamiento con pencilinas especialmente en niños,
ya que éstos frecuentemente no relatan de forma espontánea la presencia de
hematuria.
Nos parece importante destacar que las complicaciones renales parecen ser más
frecuentemente producidas por penicilinas del tipo de meticilina y otras semisintéticas
que por el resto de los antibióticos de esta familia, incluyendo a penicilina G. No
obstante, el caso clínico aquí presentado nos deja de manifiesto que la cistitis
hemorrágica y la nefritis intersticial se pueden ver como efecto de penicilina G.
Por lo tanto, aunque este tipo de efecto secundario sea bastante infrecuente, es muy
útil para el equipo médico conocerlo, ya que al suspender la penicilina y modificar
eventualmente el esquema terapéutico, se logra una regresión total de las alteraciones
en la gran mayoría de los casos2,5.
En suma, en este caso nos permitió revisar la literatura médica respecto al manejo y
orientación clínica de la cistitis hemorrágica y nefritis intersticial, dos reacciones
adversas de muy baja frecuencia a penicilinas y que excepcionalmente coexistieron en
este paciente.
RESUMEN
Se piensa que estas anormalidades son inducidas por penicilina. Los mecanismos
involucrados serían reacciones de hipersensibilidad y/o toxicidad directa. Si bien la
nefritis intersticial es una complicación que se observa ocasionalmente, la combinación
de ésta con cistitis hemorrágica es de muy baja frecuencia. La aparición de hematuria
en el curso de un tratamiento con penicilina, debe hacer plantear la posibilidad de este
tipo de complicaciones.
BIBLIOGRAFÍA
1.- MARTIN C, ALPERT S. Ticarcilin - induced cystitis. Amer J Dis Child 1984; 138: 670-
2. [ Links ]
2.- COOK F, FARRAR E, KREUTNER A. Hemorrhagic cystitis and urethritis, and
intersticial nephritis associated with administration of penicillin G. J Urol 1979; 122:
110-1. [ Links ]
3.- BALDWIN D, LEVINE B, McCLUSKEY R, GALLO G. Renal failure and intersticial
nephritis due to penicillin and methicillin. N Engl J Med 1968; 279: 1245-
52. [ Links ]
4.- DITLOVE J, WEIDMAN P, BERNSTEIN M, MASSRY S. Methicillin nephritis. Medicine
1977; 56: 483-90 [ Links ]
5.- MANDELL GL, PETRI WA. Penicilins, cephalosporins and other beta lactam
antibiotics in Goodman & Gillman. Las Bases Farmacológicas de la Terapéutica. Ed. Mc
Graw Hill. 9ª Edición, 1996. Capítulo 45, pp 1156-8. [ Links ]
6.- CHUDWIN D, CHESNEY P, MISCHLER E, CHESNEY R. Hematuria associated with
carbenicillin and other semisynthetic penicillins. Amer J Dis Child 1979; 133: 98-
9. [ Links ]
7.- GODIN M, DESHAYES P, DUCASTELLE T. Agranulocytosis, hemorrhagic cystitis and
acute interstitial nephritis during methicillin therapy. J Antimicrob Chemother 1980; 6:
296-7. [ Links ]
8.- MOLLER N. Carbenicillin - induced haemorrhagic cystitis. Lancet 1978; 2:
946. [ Links ]
---------------
Correspondencia a:
Carlos Pérez Cortés
E-mail: cape@med.puc.cl