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Tarea de la semana VI

Concepto de evaluación de los aprendizajes

La evaluación de los aprendizajes es un componente del proceso educativo, a


través del cual se observa, recoge y analiza información significativa, respecto de las
posibilidades, necesidades y logros de los alumnos, con la finalidad de reflexionar,
emitir juicios de valor y tomar decisiones pertinentes y oportunas para el
mejoramiento de sus aprendizajes.

Tipos de evaluación

Evaluación diagnóstica: Se realiza antes de los nuevos aprendizajes, para conocer


las ideas previas de los alumnos (saberes y competencias) sobre los que anclarán
los conocimientos nuevos.

Evaluación sumativa: Es la que se efectúa al final de un ciclo, abarcando largos


períodos temporales, para comprobar si han adquirido las competencias y saberes
que permitan promover de curso al alumno, o acreditar conocimientos mediante
certificaciones. Es el juicio final del proceso, con visión retrospectiva, observando el
producto del aprendizaje.

Evaluación formativa: Se da dentro del proceso para obtener datos parciales sobre
los conocimientos y competencias que se van adquiriendo y permite dicha
información la toma de decisiones pedagógicas (avanzar en el programa o
retroceder, cambiar estrategias metodológicas, quitar, simplificar o agregar
contenidos, etcétera).
Los tres tipos de evaluación son necesarias, la primera antes, la segunda en el
durante, y la tercera al final del proceso.
Características de la evaluación por competencias

La dificultad existente a la hora de establecer las características de la evaluación


deriva de la diversidad de concepciones existentes, como ya mencionamos
anteriormente. No obstante, si hay una serie de características que siempre
deberíamos tomar en consideración, sobre todo cuando nos referimos a la
evaluación de competencias.

 La acción evaluadora debe tener un carácter intencional, sistémico y


procesual.

 La acción evaluadora debe estar contextualizada, es decir, referirse a


problemas o situaciones reales.

 La acción evaluadora debe ser continua, es decir, integrada en los procesos


de cada ámbito y formando parte intrínseca de su dinámica

 La acción evaluadora debe ser compleja y plantear posibles soluciones de tal


manera que los alumnos deban interrelacionar conocimientos distintos y
poner en acción habilidades diversas.

 La acción evaluadora debería plantear tareas o problemas diferentes de los


trabajados en el transcurso del proceso de enseñanza. Interesa reconocer si
los alumnos son capaces de transferir aprendizajes.

 La propia evaluación debería ser una ocasión para aprender tanto a


reconocer qué se ha aprendido o se puede mejorar, como los propios
límites.
 Las tareas planteadas deberían ser acordes con los aprendizajes realizados.
Los alumnos deben poder anticipar los criterios de evaluación y la demanda
que se les hará.

No tiene sentido proponer una evaluación calificadora cuando se prevé que los
aprendices aún no están preparados para tener éxito.

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