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Mercado:

En términos económicos generales el mercado designa aquel conjunto de


personas y organizaciones que participan de alguna forma en la compra y venta
de los bienes y servicios o en la utilización de los mismos. Para definir el mercado
en el sentido más específico, hay que relacionarle con otras variables, como el
producto o una zona determinada.

En el mercado existen diversos agentes que se influyen entre sí, dando lugar a un
proceso dinámico de relaciones entre ellos. Al mismo tiempo, el mercado está
rodeado de varios factores ambientales que ejercen en mayor o menor grado una
determinada influencia sobre las relaciones y estructuras del mismo.

Los mercados pueden clasificarse principalmente en base a las características de


los compradores y en base a la naturaleza de los productos.

De acuerdo con el primer criterio se tienen los dos tipos de mercados siguientes:

Los Mercados de Consumo:

Son aquellos en los que se realizan transacciones de bienes y servicios que son
adquiridos por las unidades finales de consumo. Estos mercados pueden dividirse
en tres tipos principales:

Mercados de productos de consumo inmediato.

Son aquellos en los que la adquisición de productos por los compradores


individuales o familiares se realiza con gran frecuencia, siendo generalmente
consumidos al poco tiempo de su adquisición. Es el caso del pescado, de la carne,
las bebidas, etc.

Mercados de productos de consumo duradero.


Son aquellos en los que los productos adquiridos por lo compradores individuales
o familiares son utilizados a lo largo de diferentes períodos de tiempo hasta que
pierden su utilidad o quedan anticuados, por ejemplo: los televisores, los muebles,
los trajes, etc.

Mercados de servicios:

Están constituidos por aquellos mercados en los que los compradores individuales
o familiares adquieren bienes intangibles para su satisfacción presente o futura,
ejemplo: los servicios, la lavandería, enseñanza, sanidad, etc.

Los Mercados industriales o institucionales:

Son aquellos en los que se realizan transacciones de bienes y servicios


empleados en la obtención de diferentes productos que son objeto de transacción
posterior o que se adquieren para obtener un beneficio mediante su posterior
reventa.

En otros términos, los mercados industriales son aquellos que comprenden los
productos y servicios que son comprados para servir a los objetivos de la
organización. Teniendo en cuenta los objetivos genéricos de las organizaciones,
se pueden distinguir tres tipos de compradores:

Compradores industriales.

Son aquellos que adquieren bienes y servicios para la obtención de productos


intangibles que son objeto de comercialización posterior. Ejemplo: Empresas de
automóviles, etc.

Compradores institucionales:

Son aquellos que adquieren bienes y servicios para la obtención de productos


generalmente intangibles, la mayoría de los cuales no son objeto de
comercialización. Es el caso, de universidades, fuerzas armadas, etc.
Compradores intermediarios industriales:

Están formados por los compradores de bienes y servicios para revenderlos


posteriormente o para facilitar la venta de otros productos. Ejemplo: mayoristas,
minoristas, empresas de servicios, etc.

Teniendo en cuenta la naturaleza de los productos, los mercados pueden


clasificarse en:

Mercados de productos agropecuarios y procedentes del mar.


Mercados de materias primas.
Mercados de productos técnicos o industriales.
Mercados de productos manufacturados.
Mercados de servicios.
Mercado abierto.

Denominación utilizada para designar las operaciones de compra venta de fondos


públicos realizadas por el banco central de un país. Estas operaciones constituyen
uno de los más importantes instrumentos de políticas económicas con el que
cuentan los gobiernos para regular el volumen de dinero en circulación.

Mercado de Cambios.

Denominación utilizada para designar las compras y ventas de divisas. Existen


dos tipos principales.
Mercado de cambios al contado.
Es aquel en el que las operaciones de compraventa de divisas se realizan para su
entrega y pago en el momento o a los pocos días de ser contratadas.
Mercado de cambios de futuros.
Es aquel en el que las operaciones de compraventa de divisas se realizan para su
entregue y pago en una fecha futura previamente fijada.

Mercado de capitales.
Denominación que se utiliza para designar las diferencias operaciones financieras
que se efectúan a medio y largo plazo y el conjunto de instituciones que facilitan la
realización de tales operaciones. Comprende dos tipos principales:
Mercado de crédito:

Es aquel mercado en el que las operaciones financieras se realizan a través de


préstamos de los bancos y de las instituciones de inversión.

Mercado de valores:

Es aquel en el que las operaciones de financiación se efectúan mediante las


transacciones de diferentes títulos valores en la Bolsa de comercio.

Mercado de Cupones:

Denominación utilizada para designar las operaciones de contratación de


derechos de suscripción en las Bolsas de Comercio.

Mercado de Dinero.

Es aquel mercado en el que se realizan operaciones financieras a corto plazo


generalmente inferiores en un año.

Mercado de Divisas.

Denominación que se emplea para designar el conjunto de transacciones que se


realizan con monedas extranjeras entre los diferentes bancos delegados, para
atender las peticiones de sus correspondientes clientes.

Mercado de Ocasión.
Expresión utilizada para designar aquellos lugares o establecimientos en los que
se realizan transacciones de productos, en condiciones más ventajosas para los
compradores que en los establecimientos habituales.

La razón de ser de esta ventaja puede radicar en diferentes causas, como son, la
venta de productos de segunda mano, fuera de moda, restos de existencias, con
pequeños defectos.

Mercado de Valores.

Denominación que designa el conjunto de personas, entidades públicas o


privadas, relacionadas con la emisión, contratación y control de valores
negociables.

Mercado Exterior.

Denominación utilizada para designar las diferentes transacciones que las


empresas realizan fuera de su propio país.

Mercado interior.

Denominación utilizada para designar las diferentes transacciones y las


organizaciones que las realizan dentro del país en el que está situada una
determinada empresa.

Mercado Negro.

Denominación utilizada para designar las diferentes operaciones de compraventa


que se realizan al margen de la ley de un país. Este mercado suele originarse
como consecuencia de la escasez de un bien en relación con la demanda
existente del mismo.

Mercado Potencial.
Es la cantidad máxima que de un producto o servicio puede venderse durante un
periodo dado de tiempo en un mercado y en unas condiciones determinadas.
También suele denominarse a este concepto potencial del mercado.

El potencial del mercado depende en la mayoría de los casos de la situación


económica del país, así como el conjunto de acciones comerciales que las
empresas productoras y vendedoras de un determinado bien puedan realizar.

Mercados Centrales Mayoristas.

Son centros físicos de contratación al por mayor existentes en los grandes núcleos
urbanos, en los que se reciben los productos agrarios, ganaderos y pesqueros
desde los centros de contratación en origen. Existen dos tipos principales: los
mercados centrales tradicionales o mercados de abastos y los mercados de
alguna empresa.

Mercados de Futuros:

Denominación empleada para designar aquellos mercados en los que se realizan


la contratación de productos para la entrega futura o diferida de los mismos, a un
precio determinado y acordado previamente entre el comprador y el vendedor.

Mercados de Tránsito:

Denominación empleada para designar aquellos mercados situados en los puertos


y pasos de frontera, en los que se realizan transacciones de diversos productos
con destinos muy variados.

Mercados en origen:

Denominación empleada para referirse a los lugares próximos a los centros de


producción agrarios, ganaderos y pesqueros, en los que se efectúa la primera
venta de estos productos.

Existen tipos principales:


Las alhóndigas o corridas:

Son unos almacenes generalmente de propiedad particular a los que se llevan los
productos y a los cuales acuden los compradores. Las transacciones se realizan
mediante subasta a la baja a viva voz.

Las lonjas.

Son unos locales, generalmente de propiedad municipal, a los que acuden los
compradores y vendedores para realizar sus transacciones.

Características del mercado de competencia perfecta


Junto al monopolio y al oligopolio, este es uno de los principales modelos teóricos
de mercado que pueden darse en una economía determinada. Por supuesto, las
realidades concretas en las que produce cada clase de mercado suelen ser más
complejas y nunca coinciden completamente con el modelo abstracto. Un mercado
de competencia perfecta es aquel en el que domina la libre competencia. Para
ello, es necesario que existan numerosos vendedores y compradores dispuestos a
vender y comprar libremente entre ellos productos que son homogéneos en un
mercado dado (como el del trigo, el automóvil, el de los valores financieros…) En
este mercado, nadie tiene influencia sobre el precio de los productos porque este
es fijado de manera impersonal por el mercado según las leyes de la oferta y la
demanda. El mercado de competencia perfecta debe cumplir los siguientes
factores ideales:
a) Elevado número de empresas dispuestas a vender un determinado producto.
Estas concurren en el mercado en unas condiciones de total igualdad, de forma
que ninguna disfruta de una posición de predominio sobre las otras. Así, el
mercado no está concentrado en unas pocas manos y nadie tiene control sobre él.
b) Nadie influye sobre los precios: ningún participante en el mercado, ya sea
comprador o vendedor, puede influir por sí solo en el precio del producto. El propio
mercado fijaría el precio, de modo que este no fuera demasiado alto (lo que
desalentaría el consumo y fomentaría en exceso la producción) ni demasiado bajo
(lo que desalentaría la producción y fomentaría en exceso el consumo), sino que
fuera el precio justo que permitiera que el ritmo de la producción y el del consumo
fuesen iguales.
c) Homogeneidad del producto: para que haya libre competencia es necesario que
los productos de cada segmento del mercado sean exactamente iguales, de modo
que al consumidor le dé igual comprar uno u otro. Así, si una empresa pusiera el
precio de un producto por encima del establecido por el mercado, los
consumidores dejarían de comprarlo.
d) Total transparencia de la información y racionalidad de los agentes económicos:
los agentes económicos conocen a la perfección los precios y las características
de todos los productos. Por ejemplo, antes de adquirir un ordenador, el
consumidor tendría un conocimiento perfecto de las singularidades de cada
producto ofrecido por el mercado: no sólo el tamaño de la pantalla y la capacidad
de memoria, sino también la durabilidad del ordenador a lo largo de los años, el
rendimiento del ventilador y un largo etcétera. Es evidente que, en la realidad, el
consumidor se mueve siempre en un mercado que ofrece información insuficiente.
Pero además, para garantizar que la decisión fuera la adecuada, sería necesario
que todos los usuarios tuvieran la capacidad de estudiarla correctamente
adoptando una decisión perfectamente racional.
e) Ausencia de marketing: los productores y los vendedores no dedican tiempo a
elaborar una estrategia de marketing para distinguir sus productos de los de la
competencia, puesto que esto iría en contra del requisito de homogeneidad. De
este modo, tampoco desarrollan estrategias de fijación de precios y programas de
promoción de ventas como la publicidad.
f) Movilidad de los recursos: los trabajadores pueden mudarse de una región a
otra, las materias primas están accesibles a todos en igualdad de condiciones, las
empresas pueden entrar al mercado o salir de él sin problemas, etc.
El mercado de competencia perfecta se suele considerar como el ideal hacia el
cual deberían tender las economías porque logra una asignación eficiente de los
recursos de la sociedad: siempre se produciría la cantidad necesaria de productos
a un precio justo. Por supuesto, en la realidad es muy difícil encontrar ejemplos de
un mercado así, aunque las nuevas tecnologías pueden permitir su desarrollo.

La competencia imperfecta: Monopolio y Oligopolio


El monopolio y el oligopolio son dos de los principales modelos que puede adoptar
un mercado de competencia imperfecta. Al contrario que en el mercado de
competencia perfecta, en este caso uno o unos pocos agentes económicos
pueden influir sobre el precio de los productos en función de sus intereses
particulares. Sus características son las siguientes:
a) Escaso número de empresas: en el monopolio, una única empresa controla
todo el mercado (de un producto); en el oligopolio son tan sólo unas pocas.
b) Los vendedores tienen influencia sobre los precios: en estos modelos, la
famosa “mano invisible” del mercado, según la cual los precios se regularían por el
juego natural entre la oferta y la demanda, no existe. Las pocas empresas que
controlan el mercado, los vendedores, controlan también el precio.
c) Heterogeneidad de los productos: los productos que ofrecen las empresas son
diferentes, o son percibidos como distintos por el consumidor. Por tanto, los
vendedores pueden basarse en estas diferencias para ofrecer sus productos a un
mayor o un menor precio que los del resto.
d) Información incompleta: el consumidor no dispone de toda la información para
poder hacerse con el producto más adecuado a sus necesidades. Lo normal es
que el vendedor tenga mucha más información que el comprador. Por ejemplo, en
el mercado automovilístico, es imposible que un comprador tenga toda la
información necesaria: puede que conozca los precios de los diferentes coches,
pero ¿cuáles son las diferencias reales de sus motores? ¿Y de las bujías? ¿Cuál
la calidad y la duración probable de todas sus piezas? Finalmente, la compra se
realiza a menudo siguiendo criterios no racionales o utilitarios: la marca, la
estética…
e) En este contexto, el marketing y las estrategias publicitarias de las empresas,
para diferenciar y promocionar sus productos, cobran una importancia capital.
f) Barreras de entrada al mercado: la creación de nuevas empresas se ve
dificultada.
En general, en los mercados de competencia imperfecta los precios son elevados
(ya que están controlados por los vendedores) y la demanda, por este motivo, es
reducida. Las clases más comunes de este tipo de mercado son:
1) El monopolio. Es un caso extremo, en el que un solo vendedor posee el control
absoluto de toda una industria. Una única empresa cubre toda la demanda y
controla el precio del producto y las condiciones de su venta. Esto puede darse
porque la empresa controla en exclusiva un recurso necesario para producir u
ofertar ese producto o porque la compañía tiene los derechos legales o la patente
exclusiva sobre su comercialización. El monopolio suele indicar una situación de
abuso de poder que perjudica a los consumidores, ya que nada le impide a la
empresa mantener los precios artificialmente altos produciendo a un nivel muy
inferior a la demanda. Por ello, los países suelen tener leyes antimonopolio. Hasta
hace pocos años, un ejemplo de monopolio en España era Renfe.
2) El oligopolio. Unas pocas empresas se reparten toda la cuota de mercado,
normalmente porque la producción del bien o del servicio determinado exige una
fuerte inversión sólo al alcance de las grandes compañías. En un oligopolio, los
vendedores suelen ofrecer productos muy homogéneos, poco diferenciados unos
de otros. En España, un ejemplo muy citado de oligopolio es el de la telefonía
móvil, en el que menos de una decena de empresas se reparten toda la
facturación del mercado.
Competencia monopolística
Es un tipo de competencia en la que existe una cantidad significativa de
productores actuando en el mercado sin que exista un control dominante por parte
de ninguno de estos en particular. En este caso es que se presenta una
diferenciación del producto. Fácil entrada y salida a la industria por parte de los
productores. Hay una apreciable capacidad de control de los precios, relativa
facilidad para el ingreso de nuevas empresas, los monopolistas tienen ventajas
que otros oferentes no poseen.

Mercado en el que encuentra México


El mercado en el que se encuentra México es uno de competencia imperfecto, ya
que el mercado se encuentra en un total monopolio en la mayoría de los sectores
del país y un poco de oligopolio.
En este tipo de mercado en el que esta México los compradores no tiene
beneficios ya que los empresarios aumentan los precios de los productos y por
necesidad la gente tiene que comprarlos.
Los beneficios de este tipo de mercado solo son para los dueños de las empresas,
ya que como son los únicos que ofrecen los bienes o servicios que requiere la
gente tiene una gran ganancia monetaria.
También el mercado imperfecto afecta a las pequeñas empresas y a los
emprendedores debido a que no son competencia para las grandes empr

Nombre materia: Economía

Nombre profesor: Fernando Sánchez Solís


Análisis de puestos:
Gerente:
 experiencia mínima de 2 años.
 Ambos sexos
 Edad de 25 a 35 años
 Educación superior concluida
Encargado de ventas:
 Con experiencia
 Edad de 22 a 35 años
 Ambos sexos
 Educación superior concluida
Encargado de compras:
 Con experiencia
 Edad de 22 a 35 años
 Educación superior concluida
 Ambos sexos
Encargado de cocina:
 Con experiencia
 Edad de 22 años en adelante
 Ambos sexos
 Con educación enfocada a la repostería
Empleados generales:
 Edad de 16 años en adelante
 Ambos sexos

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