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Administración de Personal
Administración de Personal
Sin embargo, a pesar de que hoy día se considera a la gente no como un recurso, ni como un capital,
sino más bien como “talento humano”, el personal o conglomerado de personas que prestan sus
servicios a la orden de cualquier organización continúa siendo el factor más sensible al momento de
realizar recortes presupuestarios como consecuencia de acciones financieras saludables para el
buen funcionamiento de las organizaciones; es por ello, que es el factor humano el que primero sufre
las decisiones de reorganización de las estructuras organizativas, lo que comúnmente conocemos
con el nombre de “Reducción de Personal”.
Como se puede apreciar, el talento humano que es el factor más importante dentro del
funcionamiento de las organizaciones, es el primer afectado a la hora de tomar
decisiones organizacionales; por lo que resulta paradójico que siendo la gente lo más importante
en todo ámbito organizacional, esté por encima de ella, el capital, la industria, la fábrica, las
maquinarias, la producción, entre otros recursos de las empresas.
Capítulo I
En virtud de lo antes expuesto, se observa que ello obedece a que uno de los costos primordiales
en cualquiera organización es el costo de la nómina de trabajadores, que necesariamente está en
relación estrecha con la producción de sus bienes o servicios, cuyos costos están determinados no
solo por la cantidad de sueldos y salarios que se cancela al personal, sino también por la contribución
invalorable que este personal aporta a la organización a cambio del pago que recibe por la prestación
de sus servicios o desempeño laboral.
La Administración de Personal o Administración del Talento Humano, surge por la necesidad que
tuvieron los patronos o dueños de empresas de brindar a los trabajadores “Bienestar Social”, cuyo
origen en realidad estaba marcado por la intención de acabar con los sindicatos que ponían en jaque
a los empresarios; no obstante, este motivo dio origen a lo que conocemos hoy día como una
especialidad de la Administración de carácter interdisciplinario porque el profesional que labora en
este campo debe tener conocimientos y guarda estrecha relación con disciplinas tales como:
Administración general, psicología industrial y organizacional, sociología, ingeniería industrial,
derecho laboral, seguridad e higiene industrial, medicina laboral, informática y sistemas entre otras
especialidades. La Administración de Personal o Administración de Talento Humano se puede definir
como el proceso administrativo de coordinar eficazmente la gestión de: conocimiento, desarrollo,
habilidades y destrezas, capacidades, experiencias del grupo de personas que conforman una
organización, con la finalidad de lograr la exitosa consecución de objetivos y metas que coadyuven
a una óptima productividad cuya misión y visión estén enmarcadas dentro del bienestar que puedan
otorgar a sus trabajadores y a la sociedad en general.
De allí surge la necesidad de establecer que la gente o personal de una empresa no debe ser
considerado un “recurso” humano, toda vez que hoy por hoy sabemos que constituye el factor más
valioso de las organizaciones, la gente cada día se forma académicamente más y más, se adiestra,
se entrena y se actualiza en sus diferentes áreas para ser mejores trabajadores y para obtener una
remuneración acorde con su preparación y poder exigirla; es por ello, que se habla de “fuga de
talentos”, la gente se va de las empresas, lo que se conoce como Rotación de Personal, en
búsqueda de mejores y atractivos paquetes socios económicos que otras organizaciones les puedan
ofrecer y lastimosamente, las organizaciones que no valoran su talento humano lo pierden, porque
el conocimiento, la habilidad y la destreza, la competitividad, la proactividad entre otras competencias
son del profesional, le pertenecen y se las lleva con él a donde vaya a laborar.
Los costos laborales son una función de la productividad o desempeño individual, así como de su
remuneración, es por ello, que una de las responsabilidades de la administración de personal es
asegurar que los trabajadores valgan lo que se les paga y que este pago sea lo que ellos merecen.
En consecuencia, el factor humano posee características tales como: inteligencia, valores,
competencias, imaginación, experiencias, sentimientos, habilidades y destrezas que lo diferencia de
los demás recursos de la empresa La importancia de Administrar efectivamente el talento humano
en las organizaciones está dada por el alcance de beneficios como son:
Básicamente el Área de Administración de Personal o Talento Humano está compuesta por siete (7)
Subsistemas, los cuales tienen una relación intrínseca y cuya acción es reportada a la Dirección,
Gerencia o Departamento de Administración de Personal. Se debe tener en consideración que en la
Estructura Organizativa de la organización o empresa, la dirección, gerencia o departamento cumple
una responsabilidad de línea porque desde el presidente, director o gerente general, jefes de
departamentos, secciones o a nivel de supervisores deben poseer conocimientos básicos de cómo
manejar el personal que tienen a su cargo, es por ello que a nivel jerárquico, la Administración de
Personal ejerce simultáneamente con las otras unidades una responsabilidad lineal compartida.
A continuación, se muestra un cuadro que contiene los principales Subsistemas del Área de
Administración del Talento Humano:
Estructura Organizativa
Las organizaciones son parte integral de la sociedad y constituyen los medios para alcanzar
los fines de esta última. Las organizaciones no existen para sí mismas. Son, por el
contrario, órganos sociales que pretenden constituirse en instrumentos propicios para la
realización de una tarea social; son un medio, no un fin.
Con el avance del capitalismo moderno, el sentido y la identidad se vuelven hechos cada vez
más problemáticos y, por lo tanto, más inestables y precarios, generando en el individuo
repercusiones psicológicas y morales. La modernidad ha llevado al hombre moderno a
experimentar diversas crisis debidas fundamentalmente a la destrucción de los lazos
comunitarios y los valores tradicionales que, en las sociedades preindustriales, mantenían
a los sujetos anclados a órdenes sociales y morales sólidos y estables.
La modernización conduce a la pérdida de estos órdenes basados en una fuerte unidad social
y moral, al abandono del papel central de la familia como elemento cohesionador. Se
desencadena así una progresiva atomización social. El individuo, sin duda, se libera de las
viejas ataduras, pero tiene que enfrentarse a nuevos retos.
En otras palabras, importa entender por qué hacemos lo qué hacemos, cuáles son nuestras
creencias y valores, y de dónde provienen nuestras actitudes y comportamientos. También
importa saber cuáles son las dificultades que encuentra el hombre moderno para orientarse,
construir una identidad y dotarse a sí mismo de un sistema de esquemas interpretativos y
valores que le permitan conferir significado orgánico a sus acciones y unidad de propósito a
su vida.
Una propuesta en esta vía sería que la empresa, como actor social, juegue un papel clave
para ligar al sujeto más fuertemente a su entorno y vincularlo a un conjunto de valores
que le permitan encarrilar su existencia y otorgar significado a las acciones más cotidianas.
Al mismo tiempo para mejorar su capacidad productiva, creativa e innovadora, atendiendo
así tanto a las necesidades del sujeto como a las necesidades de competitividad de las
empresas.
En la actualidad no se ven muchos casos, pero se han dado los primeros indicios de que algo
está ocurriendo en el mundo de los negocios. Algunas compañías como Google, han adoptado
sistemas basados en la autogestión y autonomía, en donde sus ingenieros pueden pasar 20%
de su tiempo trabajando en lo que quieran, tienen autonomía en sus actividades, de sus
equipos, recursos y técnicas. Alrededor del 50% de los nuevos productos en un año típico de
esta compañía han nacido de este 20% citado.
Las empresas no deben generar sólo crecimiento a sus empleados, sino ayudarlos a ser más
prósperos, autónomos, autogestores, que más que planes de carrera, deben apoyarlos en la
construcción y consecución de los planes de vida. Que sean un medio, más que un fin.