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Uso no médico
Las diferentes culturas a lo largo de la historia han utilizado sustancias
psicotrópicas, con el propósito de alterar deliberadamente el estado de la mente.
El desvío de estas sustancias para empleos recreativos es un fenómeno extendido
hasta cierto punto aunque, generalmente, relacionado con procesos delictivos
debido a los riesgos derivados de su manipulación y consumo. Por ello, los
gobiernos aplican legislaciones específicas a su producción, manipulación y
consumo.
Uso médico
En la actualidad, muchos psicotrópicos son utilizados en medicina para el
tratamiento de condiciones neurológicas o psiquiátricas (psicofármacos). Los
fármacos cuya acción terapéutica afecta principalmente otro sistema o aparato y
que solo presentan efectos psicoactivos secundarios (como
los antihistamínicos,betabloqueantes y algunas hormonas) no se consideran
psicotropos.
Farmacodinámica
Los psicotrópicos ejercen su acción modificando ciertos procesos bioquímicos o
fisiológicos cerebrales. Los mensajes entre las distintas células nerviosas
(neuronas) se transmiten a través de estímulos químicos y los mensajes
intraneuronas se transmiten a través de estímulos eléctricos. Las neuronas no
entran en contacto directo entre sí; en las sinapsis el mensaje se transmite por
medio de neurotransmisores. La mayoría de los psicotrópicos actúan alterando el
proceso de neurotransmisión, estimulando o inhibiendo la actividad. Otros, como
las sales de litio, actúan modificando la permeabilidad de la membrana neuronal y
se emplean en el tratamiento del trastorno bipolar permitiendo reducir las crisis
que afectan a estos pacientes. Siguiendo el criterio de la acción que ejercen sobre
el sistema nervioso central, las sustancias psicoactivas se suelen clasificar
en depresoras, estimulantes o alucinógenos.
Psicotrópicos comunes y su estatus legal
Los datos tabulados más abajo se basan en la legislación actualmente vigente
en Estados Unidos, que es instrumentada por la DEA (Drug Enforcement Agency).
Coinciden mayoritariamente con las listas establecidas en la Convención
Internacional de Psicotrópicos de 1971; incluyen además una de serie de
sustancias descubiertas con posterioridad a dicho tratado. Cada país firmante del
acuerdo ha variado con el tiempo el estatus de algunas drogas, generalmente por
asuntos internos relacionados con políticas de farmacovigilancia.
Todas las sustancias incluidas en las listas, son «sustancias controladas», con
grados variables de regulación estatal. En el caso de las drogas de la lista I, se
caracterizan por no tener uso terapéutico reconocido y por su gran potencial de
abuso. En la lista II, se encuentran sustancias también asociadas a dependencia,
pero con indicaciones médicas legitimadas: nótese que incluso la cocaína está en
lista II y no en lista I, a causa de su utilidad como anestésico local de las mucosas.
Las drogas de lista II solo son accesibles con documentación oficial; están bajo
supervisión internacional y sujetas a cuotas de producción pre-establecidas. Las
listas III y IV se caracterizan por un menor potencial de abuso y no son objeto de
fiscalización; además son accesibles, por lo general, con recetas médicas
comunes.
Algunas sustancias, en particular, permanecen en la lista I provisionalmente, pero
podrían ser legalizadas a medio plazo, dado que están en fase avanzada de
ensayos clínicos para validar su uso medicinal, o bien ya han sido aceptadas por
la FDA (Administración de Alimentos y Drogas) de Estados Unidos como
tratamiento legítimo para condiciones puntuales. El primero es el caso
del MDMA (conocido comúnmente como "éxtasis") y el último caso cabe para el
GHB (Xyrem), ambos han sido propuestos para lista II y lista III, respectivamente.
Listas de drogas psicoanalépticas (legislación de Estados Unidos)
Los compuestos enumerados a continuación tienen en común propiedades
«psicoanalépticas», esto es, tienden a activar o amplificar la transmisión de las
señales nerviosas. Esta clasificación no es exhaustiva, ya que hay casos
particulares como el PCP (fenciclidina), que bien podrían estar en otros grupos.
Sin embargo, en la mayoría de los casos este criterio es útil para diferenciar estas
sustancias de aquellas que promueven depresión generalizada o selectiva
del SNC. Dentro del grupo de los psicoanalépticos se encuentra, como es de
esperar, la clase de los fármacos psicoestimulantes, además de los
agentes antidepresivos, y algunas de las denominadas «drogas visionarias» o
«drogas psiquedélicas» (como el LSD, la mescalina, la psilocibina) y
«entactógenas» (como el MDMA, el 2-CB).
Anfetaminas
anfetamina
Anfetaminas Aminoceton Estimulantes
dexanfetami
Aminoceto as
na benzfetami efedrina
nas
dexmetilfeni na catina cafeína
dato
catinona clorfenterm dietilpropió nicotina
metcatin fenmetrazin ina n
ona a fendimetra Antidepresiv
metanfetami zina Anfetaminas os
na
Fenetilami
metilfenidato
nas fenpropore amineptina
cocaína x bupropión
2-CB fentermina duloxetina
MDMA mefenorex escitalopra
mescalin m
a Estimulante fenelzina
s fluoxetina
Disociativo minalcipra
s fencamfa m
mina sertralina
PCP mazindol tranilcipro
modafinilo mina
Estimulant pemolina venlafaxina
es pipradol
eléctricos o
Antidepresiv
fenetilina
os
Psiquedéli sibutramin
cos a
ibogaína
LSD
psilocibin
a
DMT
Listas de psicotropos depresores del SNC (Estados Unidos)[editar]
En la siguiente tabla, se clasifican de acuerdo con su estatus legal una serie de
agentes depresores del SNC. La acción depresora de estas drogas presenta,
según los casos, diferentes grados de potencia, de selectividad y opera por
mecanismos también distintos. En este grupo están incluidos los llamados
«tranquilizantes menores», que son ansiolíticos como las benzodiazepinas, y
también los barbitúricos. También, drogas como el GHB o el alcohol etílico. Por
otro lado, también están entre los psicotropos depresores los «tranquilizantes
mayores», término que se suele utilizar para referirse a los
fármacos antipsicóticos. Como podrá suponerse, los antipsicóticos no son
fármacos normalmente asociados con fenómenos de abuso. Por esto en Estados
Unidos y otros países el circuito de estos fármacos no es monitoreado por
organismos federales. No obstante, se trata de agentes psicotropos y su
administración sin supervisión médica, incluso a dosis bajas, puede conducir a
efectos colaterales de relevancia. En particular, su uso crónico se correlaciona con
el síndrome de diskinesia tardía, caracterizado por síntomas similares al
parkinsonismo, con pérdida irreversible del movimiento voluntario.
Uso no médico
Las diferentes culturas a lo largo de la historia han utilizado sustancias
psicotrópicas, con el propósito de alterar deliberadamente el estado de la mente.
El desvío de estas sustancias para empleos recreativos es un fenómeno extendido
hasta cierto punto aunque, generalmente, relacionado con procesos delictivos
debido a los riesgos derivados de su manipulación y consumo. Por ello, los
gobiernos aplican legislaciones específicas a su producción, manipulación y
consumo.
Uso médico
En la actualidad, muchos psicotrópicos son utilizados en medicina para el
tratamiento de condiciones neurológicas o psiquiátricas (psicofármacos). Los
fármacos cuya acción terapéutica afecta principalmente otro sistema o aparato y
que solo presentan efectos psicoactivos secundarios (como
los antihistamínicos,betabloqueantes y algunas hormonas) no se consideran
psicotropos.
Farmacodinámica
Los psicotrópicos ejercen su acción modificando ciertos procesos bioquímicos o
fisiológicos cerebrales. Los mensajes entre las distintas células nerviosas
(neuronas) se transmiten a través de estímulos químicos y los mensajes
intraneuronas se transmiten a través de estímulos eléctricos. Las neuronas no
entran en contacto directo entre sí; en las sinapsis el mensaje se transmite por
medio de neurotransmisores. La mayoría de los psicotrópicos actúan alterando el
proceso de neurotransmisión, estimulando o inhibiendo la actividad. Otros, como
las sales de litio, actúan modificando la permeabilidad de la membrana neuronal y
se emplean en el tratamiento del trastorno bipolar permitiendo reducir las crisis
que afectan a estos pacientes. Siguiendo el criterio de la acción que ejercen sobre
el sistema nervioso central, las sustancias psicoactivas se suelen clasificar
en depresoras, estimulantes o alucinógenos.
Psicotrópico
Los psicofármacos son agentes químicos que actúan sobre el sistema nervioso
central (SNC) y están en condiciones de alterar diversos procesos de la mente,
generando cambios en la conducta, la percepción y la conciencia.
Las sustancias psicotrópicas han sido empleadas con diversos fines a lo largo de
la historia. La medicina puede recetarlas para el tratamiento de trastornos
psiquiátricos o de problemas neurológicos.
En concreto, entre las enfermedades más habituales que se tratan con
psicotrópicos nos encontramos a los trastornos bipolares, a las depresiones, a los
casos de psicosis e incluso se usa con las personas que presentan ciertos
trastornos del sueño.
Es importante mencionar que, más allá del uso medicinal, los psicotrópicos
también suelen emplearse con intención recreativa o con fines rituales. Hay
quienes apelan a los psicotrópicos para alterar la actividad mental de forma
deliberada, modificando las habilidades perceptivas. Debido a los daños que
provocan los psicotrópicos sobre la salud cuando no son empleados con
discreción y siguiendo las indicaciones de un médico, la venta de estas sustancias
está regulada por la ley y, en ciertos casos, prohibida.
No obstante, no podemos pasar por alto que además existen ciertas sustancias
que se consideran psicotrópicos naturales, por cuanto no incluyen ningún tipo de
producto farmacológico o tóxico, y que también consiguen actuar de un modo u
otro en lo que es nuestro sistema nervioso central. Nos estamos refiriendo, en
concreto, a la cafeína, que se puede encontrar en el café o en ciertas bebidas de
cola; al alcohol en general y al cannabis. No obstante, dentro de este mismo grupo
también se puede incluir al tabaco.
Los antidepresivos
Los antidepresivos son medicamentos que estimulan el humor y el estado afectivo
de los pacientes que sufren depresión. Se clasifican en varias familias:
Los hipnóticos
Los somníferos o hipnóticos son medicamentos que inhiben la atención y la vigilia
(efecto sedante). Suelen recetarse en caso de insomnio y provocan un sueño
normal, es decir, que conserve los ciclos.
Son muchos y muy variados, pero suelen ser, sobre todo, barbitúricos,
benzodiacepinas, antihistamínicos o la última generación de hipnóticos,
imidazopiridinas y los ciclopirrolonas. En tratamiento prolongado, algunos son
susceptibles a provocar una dependencia. Actualmente, los barbitúricos ya no se
utilizan como somníferos.
Los ansiolíticos
Los ansiolíticos o tranquilizantes menores son, como su propio nombre indica,
substancias destinadas a combatir la ansiedad y el estrés. Son sedantes, pero con
una dosis más fuerte que los somníferos. Una dosis normal implica una
somnolencia que impide, por ejemplo, conducir un vehículo.
Al igual que los somníferos, pueden inducir dependencia en un tratamiento
prolongado. Principalmente serían las benzodiacepinas.
Los neurolépticos
Los neurolépticos o tranquilizantes mayores son medicamentos que se utilizan
para tratarpsicosis: esquizofrenia, estados maníacos, etc. Son sedantes y
provocan una inhibición psicomotriz (indiferencia del mundo exterior).
También pueden tener varios efectos indeseables, como por ejemplo:
somnolencia, movimientos anormales e incontrolables, hipotensiones, aumento de
peso, desarrollo de pecho en el caso del hombre, etc.
Entre los neurolépticos encontramos varias familias de substancias: fenotiazinas,
butirofenonas y benzamidas. También existen neurolépticos, llamados “atípicos”
que aportan soluciones terapéuticas innovadoras para las psicosis.
Los psicodislépticos
Los psicodislépticos son substancias que alteran la actividad mental y la atención.
No se utilizan como medicamentos y, además, son ilegales.