Está en la página 1de 16

La

Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la Universidad Central de Venezuela:


Historia, fundamentos, enseñanzas y espacio construido.

Iván González Viso

Este ensayo aspira a mostrar el surgimiento y consolidación de la Arquitectura como


profesión, considerando la historia de la Escuela de Arquitectura de la Universidad Central
de Venezuela desde su promulgación en base a un decreto, hasta nuestros días. La
aparición en Venezuela de una Escuela de Arquitectura para la formación profesional de la
arquitectura, y específicamente la Escuela de Arquitectura de la Universidad Central de
Venezuela, (que mas tarde se convertiría en la Facultad de Arquitectura y Urbanismo) es
consecuencia de un largo proceso derivado los estudios de la matemática y la ingeniería,
donde por largos años prevaleció la idea la idea de que la arquitectura era un apéndice de
la ingeniería. De allí que su formación e instauración como una disciplina independiente, y
la creación de una Facultad de Arquitectura se produjesen de manera tardía, a mediados
del siglo XX. Los argumentos expuestos que ejemplifican el caso Venezolano, muestra
similitudes al de muchas otras Escuelas de Arquitectura1. El modelo de gestación de la
Arquitectura como Profesión y la creación de la Escuela fue un proceso difícil, largo y
tardío, donde figuras claves en distintas épocas desde la ingeniería y luego desde la
arquitectura impulsarían la profesión, a partir de la necesidad de acompañar el afán de
modernización, renovación urbana y de crecimiento del país.
Este ensayo abordará el modelo didáctico general, las influencias y maestros, el marco
físico donde se desarrollan y los planes de estudio, tocando tres aspectos: el primero,
explica los difíciles orígenes de la escuela; el segundo, muestra la importancia de los
procesos de modernización de la ciudad promovidos desde el estado, que permitieron
catapultar y consolidar la profesión asociados a una visión pragmática; y el tercero, los
sucesivos problemas que indujeron a diversos cambios en los planes de estudio.
Finalmente se señalan algunos problemas de la Escuela en la actualidad y se establecen
comparaciones con el modelo de Escuela de la Pontificia Universidad Católica de Chile.

I. La confusa definición de la importancia y los alcances de la profesión.

Según diversos documentos consultados, el surgimiento de la Escuela de Arquitectura y la
profesión de Arquitecto en Venezuela se desprenden de la creación del estudio de las
disciplinas de la matemática y de la Ingeniería, donde tardaría un poco más de un siglo en
consolidarse como profesión hacia los años cuarenta.
Ciro Carballo señala que la Escuela de Ingeniería tuvo su origen en la Escuela de

1 La Escuela de Arquitectura de la PUCCH tuvo un origen similar, pero la profesión se consolidó
como tal mucho antes que en Venezuela.
2 En 1830 se concretó la llamada "Escuela Militar y de Matemáticas" no como una academia

1
Matemáticas 2 en 1831. Según apunta Ciro Caraballo, la academia de matemáticas
contemplaba dentro de sus ámbitos de estudio “asignaturas complementarias tales como
dibujo lineal y artístico, levantamiento de planos, además de conocimientos en
construcciones civiles, dirigidos a la formación de ingenieros civiles que podían dedicarse
también a proyectar edificios”.
Figuras clave egresadas de la Academia impulsarían este espíritu de modernización donde
los cada vez más numerosos egresados de estas escuelas, (Ingenieros de la talla de
Olegario Meneses, Julián Churión, Luciano Urdaneta y Jesús Muñoz Tébar, entre otros),
tendrían una destacada actuación que luego compartirían con los primeros arquitectos
que como Hurtado Manrique o Antonio Malausenna que llegaron al país formados de
Europa a finales del siglo XIX.
Luego de años de diatribas e indefiniciones en cuanto al perfil, oficio y papel del
profesional, los estudios de Ingeniería dirigidos por eminentes figuras de la rama de la
ingeniería militar, pasarían a formar parte de la Facultad de Ciencias Exactas en 1874,
como resultado de la instauración del programa de modernización nacional en 1869, por
parte de Guzmán Blanco, que obligaría a intervenir la Universidad. Esta estrategia
instaurada por el “autócrata ilustrado” evidenciaría la urgente necesidad de formar
profesionales capaces de intervenir en el territorio para hacerlo habitable y a un afán de
desarrollo y de inversiones en obras públicas. Por ello y siguiendo los patrones del sistema
español de ingenieros organizados en un cuerpo militar, en 1831 se decreta la fundación
de la Academia de Matemáticas de Caracas, adscrita al Ministerio de Guerra y Marina,
bajo la dirección de Juan Manuel Cajigal, ingeniero y matemático venezolano formado en
España y Francia.

Las obras públicas destinadas al ornato de la ciudad, fueron proyectadas por profesionales
extranjeros como Hurtado Manrique, Luis Malausenna, Estevan Ricard, Palma o Campi3,
quienes sin duda impulsaron el valor de una profesión, que no tuvo certificación
profesional en Venezuela hasta 1881, fecha en que se emite un decreto gubernamental en
el cual se exigía la presentación por parte de aquellos que se considerasen calificados, de
un exámen para otorgarles el título de arquitecto. Sin embargo el título de Arquitecto,
estaba asociado al plan de estudios de la Escuela de Ingeniería, mediante un pensum de
dos años, con un complemento obligatorio de un año a ser realizado en la Academia de
Bellas Artes a partir del año 1897.

2 En 1830 se concretó la llamada "Escuela Militar y de Matemáticas" no como una academia
autónoma para formación de oficiales como era desde 1810, sino como una facultad más de la
Universidad Central de Venezuela. Esta escuela se hizo famosa por estar dirigida, entre otros, por
Juan Manuel Cagigal y Agustín Codazzi, quienes le dieron un fuerte apoyo a la formación de oficiales en
las ramas de ingeniería militar y artillería.
3 Caraballo, Ciro. “Del académico retorico al profesional pragmático”. Pág. 63.

2
Hasta ese entonces la ingeniería tendría un papel preponderante, y se consideraría al
arquitecto como ornamentador de monumentos. Esto apuntaba a una diatriba sobre la
especificidad del arquitecto, como una disciplina con características propias, tal y como lo
señala Caraballo, era una disciplina que se debatía entre ser una rama de la ingeniería o
una especifica técnica dentro de las artes4, producto de una confusa definición de la
importancia y alcances de la profesión. Al respecto algunos autores señalan que esta
indefinición estuvo marcada por la diatriba política y el control de los centros de estudio,
que no permitieron que la Arquitectura fuera incluida en los planes de las Bellas Artes. No
fue sino hasta 1887 que la disciplina logra ser incluida en la “Academia de las Bellas
Artes”, institución donde comenzó la enseñanza sistemática de la Arquitectura en nuestro
país, directamente dependiente del “Ministerio de Instrucción Pública”. Al respecto, esta
dependencia directa de decisiones políticas, la validación de la profesión gracias a la
presencia de arquitectos extranjeros, y los sucesivos decretos presidenciales para
instaurar la profesión, fueron las claves para el asentamiento progresivo de la enseñanza
de la arquitectura y la diferenciación gradual de ambas disciplinas.
Dentro de la gestión de obras pública del Gobierno de Cipriano Castro, diversos edificios
públicos recibieron los mayores esfuerzos administrativos y el mayor número de ellos así
como las más importantes, fueron realizados en Caracas: la Academia Militar, el Palacio de
Gobernación y Justicia, el Ministerio de Hacienda, el Teatro Nacional, y la Academia de
Bellas Artes.
En ese período activo de la Academia de Bellas Artes de Caracas (1887-1917), resulta
relevante la figura de Juan Hurtado Manrique (1837-1896), egresado de la Universidad
Central de Venezuela, quien se desempeño como “profesor de la sección de arquitectura”
dentro de la Academia de Bellas Artes entre 1887 y 1991, donde el contacto con otras
disciplinas artísticas a cargo de importantes figuras de la plástica (Cabré y Magriña,
Garibaldi o Herrera Toro), sería clave en su formación.
Otra figura fundamental fue Alejandro Chataing (1873-1928), egresado en Ciencias Físicas
y Matemáticas de la UCV5, quien remodela la Escuela de Música, un palacete colonial con
claustro y patio para transformarlo en la Academia de Bellas Artes (antes denominado
Instituto de Bellas Artes en 1877), reflejando la estructura docente y los criterios de
arquitectura vigentes para 1903. La remodelación obedecía a una estructura de enseñanza
propia del Beaux Arts francés bajo formas propias del clasicismo francés. El edificio (hoy
Escuela de Música José Ángel Lamas) fué remodelado con salas de exposición y conciertos,
áreas administrativas y salones de clase, y en su fachada señalando los accesos al edificio,


4 Caraballo, Ciro. “Del académico retorico al profesional pragmático”. Pág. 62.
5 Autores como Guido Bermúdez señalan en el Diccionario del Arquitecto que Chataing se graduó
de Ingeniero Civil y se formó como arquitecto por vocación. Bermúdez, Guido. Diccionario del
Arquitecto, pág. 162.

3
se colocaron bustos representando a las artes. Para 1909, el edificio fue renombrado
nuevamente como “Instituto de Bellas Artes”, y el pensum de estudio reflejaba una feliz
comunión entre las artes plásticas y la arquitectura incluyendo dibujo a mano suelta, de
yeso, y ornato; estudio de estilos, dibujo arquitectónico y lavado en negro y en colores de
detalles y conjuntos, proyectos, e historia de la arquitectura.
Para 1916 “la cátedra de Arquitectura y su Historia” apenas cuenta con cinco alumnos y el
año siguiente era clausurada por falta de estudiantes”6.
Este primer momento, señala sin duda la búsqueda de una identidad, y define el
surgimiento de la profesión del arquitecto en el ámbito nacional, que pareciera haber
emergido de la necesidad de dar respuestas a un impulso del Gobierno de la época y por
el peso que ejercieron las variables políticas en el surgimiento de la arquitectura como
disciplina. Según Ciro Caraballo, “son estos años finales del siglo XIX y principios del siglo
XX, la edad dorada de los estudios académicos de la arquitectura en el país”.
Esta época coincide con la época del mandato de Juan Vicente Gómez, donde la se
privilegió la centralización político administrativa, la pacificación y el equipamiento
territorial y urbano del país, evidenciándose una vez más, el peso que ejercieron las
variables políticas en el surgimiento y consolidación de la arquitectura como disciplina,
que no tendría condiciones para su definitiva conformación como escuela hasta 1941.
Entre 1900 y 1935 la arquitectura venezolana va a vivir una de sus etapas más resaltantes,
en el marco del auge alcanzado por las obras públicas y del impulso de la construcción
privada. Caracas se moderniza, pasando a ser un importante centro urbano sobrepasando
sus límites tradicionales7 después de casi cuatro siglos de existencia.

Estas características van a consolidarse durante el mandato de Juan Vicente Gómez y en
los años iniciales de la década del 20, esta parte de la ciudad va a vivir su momento de
mayor esplendor con la construcción de lujosas viviendas, parques, plazas y paseos,
campos deportivos, clubes sociales de primera categoría y el Hipódromo, y la expansión
hacia el Este de la ciudad, siguiendo las pautas dictadas por modelos sajones de ciudad
jardín y la expansión del modelo de "Quinta"; obras que demandarían la participación de
nuevos profesionales de la ingeniería y de la arquitectura.
Así la polémica de lo que debe ser un arquitecto estaría marcada en el siglo XX por dos
posturas contrapuestas: la que determina que el Arquitecto sea el encargado del control
global sobre el medio físico y el entorno edificado, o mas bien un rol limitado para operar
sobre el ambiente construido.

6 Caraballo, Ciro. “Del académico retórico al profesional pragmático”. Crisis recurrente en la educación

venezolana de la ingeniería y la arquitectura. Boletín CIHE #27. Caracas, Diciembre 1986. Pág. 62.
7 La Urbanización El Paraíso fue la manifestación en esta nueva etapa de la historia urbana de Caracas. Si
bien ella tiene sus antecedentes en los últimos años del siglo XIX, fue en los años del gobierno de Castro
cuando se desarrolla como centro residencial de primer orden.

4
Hasta este punto se ha realizado un bosquejo que enmarca en una primera instancia, la
necesidad de definir la evolución socio-cultural, donde se inserta el arquitecto venezolano,
para luego desde su profesión explicar las aristas de una disciplina que se despliega ante
su propia historia.

II. El surgimiento de la Escuela y la Facultad de Arquitectura.



La historia de la formación de los arquitectos en Venezuela data de los comienzos del
proceso de la democracia contemporánea…donde profesionales liberales y conocimiento
darán lugar a una sólida base en el campo de la investigación científica y profesionales
capaces de construir, mas que imaginar, los mejores edificios de las ciudades
venezolanas”. 8

Resulta importante situar el surgimiento de la Escuela y su contexto. Distintos factores
podrían haber inducido la necesidad su creación, y su promulgación mediante decreto.

En primer lugar, hacia 1935 Caracas, había evolucionado y crecido en su estructura
urbana, dibujándose como un centro urbano consolidado. Este crecimiento, reconocible y
estructurado, hace evidente el auge, la magnitud y la diversidad de temas en la
producción arquitectónica que se extendió para la época desde la capital hacia el interior
del país9.

En segundo lugar, es posible argumentar, tal y como lo reseñan algunos autores, que la
arquitectura que se venía realizando, de la mano de un gran número de profesionales de
la arquitectura formados a partir del estudio de la ingeniería, bajo patrones
decimonónicos, historicistas, eclécticos, cuyos principales representantes fueron los
ingenieros, empezó a dar un giro hacia nuevas formas, marcadas por los lineamientos de
la arquitectura moderna. Hacia 1920, la arquitectura decorada con elementos europeos,
tomados del Beaux Arts, empezaba a dar un giro importante, y se enrumba dejando atrás
las formas de organizar el espacio y técnicas constructivas previas, como resultado de las
transformaciones económicas. En este sentido, la arquitectura colonial comenzaría su
reelaboración a partir de nuevos criterios y se incorporarían nueva pautas de la
arquitectura moderna que iban “desde el Art-deco, pasando por el racionalismo clasicista,
el expresionismo y el Yacht Style, hasta las formulaciones lecorbusierianas– puesta de
manifiesto en las nuevas edificaciones públicas y privadas que se levantaron,
principalmente a partir de 1925, en las principales ciudades”.


8 Sato, Alberto. Arquitecto. Facultad de Arquitectura y Urbanismo 1953-2003. Apuntes para una memoria y
cuenta. Pág. 277.
9 En la conformación de la ciudad, numerosos edificios públicos y privados de envergadura se construyeron
en la capital en tiempos de Cipriano Castro y luego durante el Gobierno de Gómez: el Palacio de Gobernación
y Justicia, el Teatro Nacional, el Teatro Ayacucho, el Ministerio de Hacienda, el Edificio de Correos, el Hotel
Majestic, el Edificio de la Gobernación, el Ministerio de Educación (actual Biblioteca Simón Rodríguez,
Esquina El Conde), por mencionar algunos.

5
En tercer lugar, los cambios importantes experimentados por la arquitectura en Venezuela
entre 1925 y 1935, fueron también impulsados por el gran peso de la construcción de
obras públicas que modificaron el perfil urbano de la ciudad. En los momentos iniciales del
siglo XX la arquitectura que proyecto fue numerosa y relevante, mas no se diferenció
sustancialmente de lo que se venía haciendo, salvo en el hecho de que comenzaron a
emplearse el concreto armado, el hierro, el vidrio y los elementos constructivos y
ornamentales prefabricados con mayor regularidad.

Resulta curioso que las distintas reseñas sobre la creación de la Escuela de Arquitectura de
la Universidad Central de Venezuela, hablen de su creación en Octubre de 1941 por un
decreto orgánico (un Decreto Presidencial de Medina Angarita y su Pensum publicado en
el “Diario La Esfera” 10 ). Sin embargo, la promulgación de este decreto, era una
consecuencia lógica de la necesidad de instaurar formalmente la enseñanza de la
profesión, de otorgarle independencia y desvincularla de sus ámbitos naturales de
formación, la matemática y la ingeniería. Promulgado el decreto e iniciada la enseñanza
en la Escuela en 1944, bajo la figura de un Departamento, adscrito a la Facultad de
Ingeniería. El departamento estaría dirigido por el Ingeniero Luis Eduardo Chataing11.

Según Marco Negrón, el surgimiento de la Escuela, en el seno de la Universidad como


“saber”, supuso un rol distinto al de un centro de formación de especialistas, y estuvo
alejado del extendido modelo de la Universidad profesionalizante 12 . En este sentido,
declara que esa visión de la función de la Universidad no tuvo una presencia “consciente y
extendida” al interior de la Escuela, mas si estuvo presente definiendo al arquitecto como
“un intelectual que se expresa a través de su intervención sobre una realidad concreta,
transformándola por medio de acciones dirigidas a la producción de objetos materiales
específicos como lo son los objetos arquitectónicos”13.

La Escuela, adscrita a la facultad de ingeniería de la Universidad Central de Venezuela,


inicia su labor docente en 1944, bajo la dirección de Luis Malausenna, pesar de haber sido
creada por decreto orgánico en Octubre de 1941. Entre su inicio en 1941 y su creación por
decreto en 1944, la Escuela “se limitaría a organizar los planes de estudio y la tramitación
de títulos obtenidos en universidades extranjeras” tal y como se relata en el Plan de
Estudios14.


10 Caraballo, Ciro. “Del académico retórico al profesional pragmático”. Crisis recurrente en la
educación venezolana de la ingeniería y la arquitectura. Boletín CIHE #27. Caracas, Diciembre
1986. Pág. 52-77.
11
Doctor en ciencias físicas y matemáticas en 1928, y que adquirió su oficio al desempeñarse
como Arquitecto en la oficina de su padre, Alejandro Chataing.
12 Negrón, Marco: “Plan de Estudios”. Pág. 19.
13 Negrón, Marco: “Plan de Estudios”. Pág. 19.
14 Breve reseña histórica de la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la Universidad Central de Venezuela.
Plan de Estudios. Ediciones de la Biblioteca de Arquitectura, Caracas, 1995.

6
La sede de la Escuela, en realidad un departamento dentro de la Escuela de Ingeniería
adscrita a la Facultad de Ciencias Físicas y matemáticas, era la Universidad Central de
Venezuela (actual Palacio de las Academias) y el pensum contaba con 29 materias y una
duración de 4 años. Dos años más tarde el departamento adquiere el estatus de “Escuela”,
teniendo a Luis Malausenna como Director (1946-1950) y un plan de estudios aumentado
a 5 años y 31 asignaturas.
Al respecto, señala Oscar Carpio “Éramos modestamente estudiantes de la Escuela de
Arquitectura de la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas de la UCV…donde la relación
profesor-estudiante era algo así como uno a uno…donde nos trataban de embuchar
conocimientos de la ingeniería y las matemáticas, lo que considerábamos un estorbo a
nuestra creatividad…allí nos dábamos el lujo de recibir las visitas de nuestros maestros
Carlos Raúl Villanueva…Luis Eduardo Chataing…Carlos Guinand…Cipriano
Dominguez…Willy Ossott…Luis Malaussena…Arturo Valery Pinaud..”15

La labor de la Escuela también se ve apuntalada en 1945, con la fundación de la Sociedad
Venezolana de Arquitectos (SVA), con el objeto de dar impulso a la enseñanza y desarrollo
de la arquitectura. Este pequeño grupo de profesionales, algunos graduados en Europa, al
que se incorporaron otros graduados en Estados Unidos, consistentes con el interés por
impulsar los estudios de arquitectura, participaron activamente en las actividades
académicas: Bergamín (1891-1970), Luis Eduardo Chataing (1906-1999), Cipriano
Domínguez (1905-1994) y Carlos Raúl Villanueva (1900-1975) fueron profesores de la
Escuela, (luego Facultad de Arquitectura) siendo el último de ellos, además, proyectista
del edificio de la Facultad de Arquitectura. Por su parte, Heriberto González Méndez se
desempeñó como profesor en la Asociación Venezolana de Albañiles.

En 1947 la sede de la Escuela se traslada en forma provisional a las Residencias
Estudiantiles de la Ciudad Universitaria, y en 1948, once arquitectos egresan como parte
de la Primera Promoción, denominada “Alejandro Chataing”.
En Octubre de 1953 sería creada la figura de la Facultad de Arquitectura y Urbanismo,
integrada por la Escuela de Arquitectura y prevista para incluir mas tarde al Instituto de
Urbanismo en 1967. Su primer decano fue el Ingeniero Willy Ossott, y su primer Director
Tomás Sanabria. Sus miembros fundadores fueron “Jean Boistel, Oscar Carpio, Diego
Carbonell, Henry Castillo, Odoardo Crema, Luis Eduardo Chataing, Carlos Delgado, Ernesto
Fuenmayor, Jose Miguel Galia, Santiago Goiri, Carlos Guinand, Mauricio Iranzo, Roberto
Manríquez, Tony Manrique de Lara, Carlos Moller, Willy Ossott, Alvaro Pérez Luciani, Julio
Ripamonti, Alfonso Rísquez, Jorge Romero, Tomás Sanabria, Horacio Soriano, Arturo

15 Carpio, Oscar “Eramos diez”. Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la Universidad Central de
Venezuela. Apuntes para una memoria y cuenta. Pág. 23.

7
Valery, Abel Vallmitjana, Charles Ventrillón y Carlos Raúl Villanueva” 16 . Sus propios
fundadores serían los docentes encargados juntos a otros distiguidos artistas y
profesionales de comenzar a enseñar la profesión. (figura 1)


(figura 1)
En cuanto a su sede, la Escuela migraría del primero y segundo piso del Taller de
Electricidad de la Facultad de Ingeniería (donde funcionó por un breve período), para
finalmente ocupar en 1956 el edificio de la actual Facultad de Arquitectura y Urbanismo
proyectado por Carlos Raúl Villanueva. El pragmatismo que caraterizó la enseñanza de los
profesionales en los años 50, estuvo dirigido por arquitectos formados en Estados
Unidos17 con pocas preocupaciones históricas y/o estéticas, donde la arquitectura se
“ejercía como un servicio especializado…que debía responder a un conocimiento y
eficiencia”18
La construcción del ámbito físico donde se impartirían los estudios de la arquitectura, la
Facultad de Arquitectura y Urbanismo (1954-1956), no se concretaría sino hasta 1956, con

16 Vera, Henrique, Calvo Azier. Cronología. Facultad de Arquitectura y Urbanismo 1953-2003. Apuntes para
una memoria y cuenta. Pág. 397.
17 Juan Andrés Vegas y Diego Carbonell (MIT), Tomás Sanabria (Harvard GSD), Julián Ferris (Syracuse
University) y Oscar Carpio (Cornell University).
18 Sato, Alberto. Arquitecto. Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la Universidad Central de Venezuela.
Apuntes para una memoria y cuenta. Pág. 279.

8
un hermoso edificio proyectado por Carlos Raúl Villanueva, arquitecto nacido en Londres,
y formado en la Escuela de Bellas Artes de Paris. Villanueva, proyecta una moderna
edificación ideada bajo un principio muy personal, que retomaba las teorías académicas
provenientes de la Bauhaus. Seis áreas de trabajo fueron claramente diferenciadas –
construcción, composición, pintura y escultura, urbanismo y teoría (ver figura 2), y todas
se desenvuelven en torno a una torre central de nueve pisos de altura, identificable
debido a su forma, sus murales azules obra de Alejandro Otero y su tratamiento
tridimensional. La torre, levantada sobre un expresivo sistema de pórticos de concreto,
constituye una referencia directa a Le Corbusier, con un sistema de brise soleil orientados
al norte y una celosía de muro calado hacia el sur. Al oriente y poniente, las fachadas
sirven de soporte a la obra mural de Alejandro Otero (1921-1990) (ver figura 3) que
desmaterializa a partir de un juego geométrico el peso del cuerpo arquitectónico, toda
una alegoría a la modernidad. La planta baja alberga espacios para múltiples actividades,
acusadas por sus cambios de escala y de nivel: salas de exposiciones, biblioteca, cafetín,
auditorio y talleres, enlazados por corredores y pequeños patios, delimitados, a su vez,
por muros calados. La fluidez del espacio permite pasar de una situación a otra sin percibir
cambios bruscos. Las plantas tipo se estructuran a partir de una sucesión de aulas
orientadas al norte, vinculadas a un amplio corredor, orientado al sur. La funcionalidad de
esta planta tipo se estructura a partir de un expresivo núcleo lateral de escaleras y
ascensores. En la planta baja se disponen los talleres, un espacio de notable dimensión
plástica, acentuada por las plegaduras de sus cubiertas. En todo el edificio se integran las
artes con obras de artistas como Calder, Arroyo, Manaure, y Navarro.


(figura 2 y 3)
Luego de la caída de la dictadura de Marcos Pérez Jiménez, en 1958, la Ciudad
Universitaria se ha convertido en una clara referencia y en un importante punto de
aprendizaje para los nuevos arquitectos, formados en la Escuela de Arquitectura. La
disciplina se enriquecería con el retorno al país de arquitectos educados en el exterior que
le darán nuevos matices a los contenidos académicos, también contribuye la llegada al
país de libros y revistas especializadas en arquitectura. La participación de artistas y

9
diseñadores “a la manera de la Bauhaus”, reforzaría la idea de una enseñanza nacida bajo
los ideales de las Beaux Arts, reafirmándose un sentido estético que se construyó sobre la
base de los talleres de composición arquitectónica.
La enseñanza y la formación en este período estarían marcadas por una tímida reflexión
teórica soportada en pocos arquitectos19, que se vió superada por un profesionalismo más
ganado a la acción que a la reflexión, una tendencia que permanecería hasta nuestros
días. A partir de este momento, como resultado del “boom” constructivo nacional, que se
incrementa progresivamente la formación de arquitectos en la Universidad Central de
Venezuela. Sin embargo, es sólo a partir del cambio político hacia la democracia acaecido
en 1958, cuando comienza la redefinición de la misión profesional y una apertura de su
acción orientada hacia todo el país.
La discusión desde argumentos político-sociológico que predominó en los años 60 y 70,
obligo a revisar la responsabilidad social del arquitecto y a hacer énfasis en resolver las
necesidades de las mayorías.20 Se produjo así en 1966 el agotamiento de las formulas de
enseñanza impartidas en la Escuela, que detona cambios sustantivos en 1967 con la
presentación del Informe del Departamento de Composición, donde se acusa la ausencia
de investigación, y el anquilosamiento del sistema de enseñanza vigente. Ello derivo en la
generación del Plan de Estudios de 1971.

III. Los planes de estudio, 1944-1994.

Señala Beatriz Meza, que la Facultad tuvo históricamente desde su formación en 1944
hasta 1994, seis planes de estudio distintos. 21
El rígido plan de 1971, que se mantuvo por mas tiempo, y luego sucesivamente se
realizaron modificaciones parciales a los planes, que derivaron en un plan disperso y
desarticulado en sus contenidos. El Plan de 1971 es el resultado de una crisis reflejada en
el “Informe sobre el Departamento de Composición Arquitectónica enviado al Consejo de
Facultad” en noviembre de 1968 (figura 4) tuvo lugar, donde se declara que “se ha
descuidado el aspecto fundamental de la investigación reduciéndose nuestro centro de
enseñanza a un simple centro de información donde es prácticamente imposible
evolucionar, no solo en el aspecto del diseño arquitectónico, sino en el de la enseñanza


19 En 1950 aparecerá el primer texto de arquitectura de real peso, editado en Venezuela e impreso en Paris,
“Caracas de ayer y de hoy, su arquitectura Colonial y la Reurbanización del “El Silencio”. En el que Villanueva
reflexiona sobre la arquitectura venezolana del periodo colonial, desde sus consideraciones tipológicas de los
elementos que la componen.
20
Este período marcaría el surgimiento de la “Revista Punto” (Antonio Granados Valdés, 1961)

21 Meza , Beatriz. “Enseñanza de Historia de la Arquitectura en la FAU/UCV: una mirada hacia el pasado, una
revision del presente” en “Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la Universidad Central de Venezuela:
apuntes para una memoria y cuenta”. Pág. 97.

10
misma” 22.
Allí mismo se señala que “ante las nuevas técnicas de metodologías, organización y
realización, que exige el diseño arquitectónico contemporáneo, se hace imprescindible la
creación de institutos…para que dediquen a la investigación y estudio de estas técnicas”.23


(figura 4)
Tras estos años marcados por la ideologización y la demanda de una arquitectura en
mayor sintonía con su contexto, los años ochenta y noventa muestran como derivaciones
de diversas posturas criticas aparecen frente a lo que antes se exigía con el rigor
académico y racional. Los articulo de prensa y notas cortas donde se gestan discusiones
ganaran terreno en esta etapa24.
La última reforma y reconceptualización del antiguo plan de estudios, vigente por dos
décadas, tuvo lugar en 1994. Este plan, descrito por Marco Negrón como “de elevada
rigidez”, y que “confrontó una serie de dificultades que, en los hechos terminaron por
desvirtuarlo” 25 , derivó en la formulación del Plan de Estudios de 1994, que aún se
mantiene vigente estructurado bajo un esquema de grandes sectores de conocimiento
articulados alrededor del Taller de Diseño como eje central de la carrera, y el apoyo de los
institutos (IDEC, IU) que aun permanece con modificaciones menores. De la misma forma
el plan de estudios vigente, considera la idea a la Universidad como generadora del saber
original en un clima de libertad y autonomía que se aleja del sistema de universidad
profesionalizante apuntando al rigor intelectual y la libertad de investigación.


22 Antecedentes. Informe del Departamento de Composición Arquitectónica. Facultad de Arquitectura y
Urbanismo, Universidad Central de Venezuela. Enero-Noviembre, 1968. Pág. 4.
23 Antecedentes. Informe del Departamento de Composición Arquitectónica. Facultad de Arquitectura y
Urbanismo, Universidad Central de Venezuela. Enero-Noviembre, 1968. Pág. 4.
24 Columnas en los periódicos “Economía Hoy” (1990-1993), Arquitectura Hoy (1992-2000), El Diario de
Caracas (1989-1993), y otras.
25 Negrón, Marco. “Acerca del Plan de estudios de Arquitectura: comentarios y reflexiones a partir de algunos
elementos de discussion” FAU, UCV. Mayo 1985.

11
Dentro del razones que explican la reformulación del plan de estudios en 1994, asegura
Negrón, su modificación persiguió la recuperación de la tradición de la Escuela, de la
especificidad disciplinar, al establecer el “Diseño” como el eje de la carrera, basado en la
sólida creencia de que el acto de proyectar es en si mismo un complejo proceso de
investigación. A su vez enfatiza la condición de “artisticidad” y la “constructibilidad” de la
arquitectura, en la cual la influencia de Carlos Raúl Villanueva (1900-1975) es evidente.
El actual plan de estudios actual se rige bajo un sistema de unidades-crédito, y su
implementación se estructura por medio de unidades docentes y departamentos
integrados donde el manejo del proyecto arquitectónico, que supone la aplicación de
conocimientos teóricos con el fin de promover la interdisciplinaridad entre ellos.
Los estudios de arquitectura, agrupados en tres ciclos de formación, el primero (1ero a 3er
semestre), aspira a iniciar al estudiante en la especificidad de la arquitectura, dotar de
herramientas y nociones básicas. El segundo (4to a 8vo semestre) profundiza en “el
desarrollo de las destrezas cognoscitivas y el manejo critico de los conocimientos
sustantivos y pertinentes a la formación profesional” 26 . El tercer ciclo (9no y 10mo
semestre), comprende los contenidos a ser desarrollados por el estudiante en su trabajo
final de grado, que se concretan en una proposición de diseño27. La página Web de la
FAU28 muestra la estructura del plan de estudios. (ver figura 3)


Figura 3.

En este sentido el plan vigente propone una hoja de ruta, un plan de vuelo sujeto a
modificaciones e interpretaciones que permitan establecer mecanismos adecuados para
poder construir una idea de proyecto, lejos de formulas prescriptivas.


26 Plan de Estudios. Estructura del Plan de estudios. Pág. 36.
27 Los contenidos reflejados en el Plan de Estudios de 1994, resultan difícil de ser comprendidos, ya que no
se muestra una infografía, esquema, o diagrama que permita comprender la totalidad del plan. Es posible
asegurar que el propio libro se aleja de cualquier intento por graficar el plan, el cual no aparece presentado
adecuadamente para arquitectos.
28 http://www.fau.ucv.ve/estudios.htm

12
La página Web de la UCV29 describe el plan de estudios de arquitectura de la siguiente
forma: “Los estudios de arquitectura se han estructurado para ser realizados en 10
semestres divididos en tres ciclos. La asignatura eje de la carrera es Diseño, la cual
conforma una cadena obligatoria que abarca los 10 semestres. Asimismo, el pensum
comprende otras asignaturas obligatorias, electivas y optativas, pertenecientes a las Áreas
de Conocimiento: Tecnología, Estudios Urbanos, Historia y Crítica de la Arquitectura,
Acondicionamiento Ambiental, Métodos y Diseño. Para poder obtener el grado de
Arquitecto es necesario aprobar un total de 170 créditos, dentro de los cuales está
contemplada la realización de un Trabajo Final de Grado, que se presenta y aprueba en la
asignatura Diseño 3.10 (Diseño 10). El pensum contempla la aprobación de 128 créditos en
materias obligatorias, 32 créditos en materias electivas y 10 créditos en materias
optativas”.

Epílogo

La idea de que la arquitectura es un apéndice de la ingeniería, aún hoy día permea ciertas
capas de la sociedad que afectan el ejercicio profesional. Ello es evidente en un recorrido
histórico que muestra la inconsistencias en la percepción del arquitecto como impulsor de
procesos de renovación asociado a la idea de progreso; la falta de un gremio sólido que
soporte la profesionalización30, y falta de una justa valoración de la profesión por parte de
la sociedad.

Es importante señalar, que históricamente, los documentos y escritos relativos a las crisis
sufridas por la Facultad de Arquitectura, en relación a su plan de estudios y a como se
gestionan los programas al interior de la Escuela, revelan una falta de sistematicidad,
seguimiento, evaluación y rigor en el proceso de implementación de los programas de


29 http://www.ucv.ve/index.php?id=1313
30 En Venezuela se cuenta con antecedentes de organización gremial desde el siglo XIX con el surgimiento
del Colegio de Ingenieros, en 1861. El mismo fue concebido como órgano de consulta al servicio del Estado, y
recibió un impulso notable con la creación del Ministerio de Obras Públicas, en 1874, lo que le permitió
consolidar su rol de asesor de las obras ejecutadas por ese Ministerio. Adicionalmente, con un plan de
estudios elaborado por el Colegio de Ingenieros y un amplio control gremial por parte de éste, se creó la
Escuela de Ingeniería, en 1895, demostrando una vez más la estrecha vinculación entre los aspectos
gremiales y los formativos en las distintas disciplinas. La diferenciación entre los campos profesionales, se
evidenció a través de la presencia de la Sociedad Venezolana de Ingenieros Civiles, de 1891 y la Sociedad
Venezolana de Arquitectura y Construcción. Esta última fundada en agosto de 1895 por el ingeniero Eduardo
Calcaño Sánchez (1870-1940) es un claro antecedente de la SVA. Calcaño fue un agrimensor con estudios de
ingeniería en París, profesor de cátedras asociadas a la geometría descriptiva y el dibujo en la recién formada
Escuela de Ingeniería de la Universidad Central de Venezuela y Presidente del Colegio de Ingenieros de
Venezuela en 1922-1923. Le acompañaron en esta Sociedad de fomento de la arquitectura otros once
profesionales de la ingeniería, quienes planteaban ya en ese momento el deslinde de las disciplinas. Entre
estos profesionales destaca Alejandro Chataing, padre de Luis Eduardo Chataing, quien fue Presidente de la
Sociedad en 1897.

13
enseñanza y en su aplicación. Es posible asegurar que los planes de reforma que se han
querido aplicar, que han terminado siendo vulnerables y difícilmente aplicables de manera
efectiva, por la falta de continuidad (también reflejada en el informe de 1967) arrojan
cierto grado de disfuncionalidad al interior de la Escuela, arropado bajo el lema de la
“libertad de cátedra” que resulta evidente en los disímiles proyectos de título y calidad en
la formación de los egresados.

Tal y como lo señala Beatriz Meza: “en la actualidad pareciera que la Escuela de
Arquitectura “Carlos Raúl Villanueva” se siguiera usufructuando los méritos del pasado”31
Comparada con la Escuela de Arquitectura de la PUCCH, la Escuela de Arquitectura de la
Universidad Central de Venezuela resulta una escuela cuya formación fue difusa y tardía.
Los textos consultados no explican con claridad quienes fueron los actores y propulsores
que estimularon la promulgación del decreto que creaba la Escuela.

Es posible pensar que existen diferencias profundas en cuanto como se han manejado y
desenvuelto en el tiempo ambas Escuelas. Por un lado la Escuela de la Católica de Chile,
muestra históricamente una alto grado de rigor y consistencia en su desarrollo,
apuntalado por recursos económicos públicos y privados, y fomentando la competencia
por fondos económicos entre Facultades y Escuelas que forman parte de la misma
Universidad, (fondos concursables) para programas académicos, mejoras de planta física,
y proyectos de investigación, cuyo otorgamiento por parte de la “Casa Central” de la
PUCCH esta amarrado a la calidad académica, rendimiento, numero de investigaciones y
publicaciones, y gestión exitosa de cada uno de los programas que la componen. Ello
obliga, sin duda a una actitud productiva. En el caso de la Facultad de Arquitectura y
Urbanismo de la UCV, la obtención de fondos del estado sin rendir cuentas, sin la
respectiva evaluación del desempeño docente, y de los resultados de cada uno de los
programas académicos de pregrado y postgrado que la conforman, sin duda disminuye la
competitividad, el rigor y la calidad de la educación. Podríamos señalar que el sistema de
la FAU es la antítesis de lo aplicado en la PUCCH. Por otro lado la planta física de la PUCCH
se muestra dinámica y en continuo cambio y expansión según las necesidades de la
Escuela. La planta física de la FAU no parece haberse sabido renovar ni adaptarse a los
tiempos, por motivos de presupuesto, aspectos patrimoniales, o bien por la idea de que es
un edificio paradigmático dentro de la arquitectura venezolana.
La Facultad de Arquitectura de la UCV, por otro lado, amparada bajo el criterio de la
libertad de cátedra, produce profesionales muy disímiles cuyo perfil de egresado esta


31 Meza , Beatriz. “Enseñanza de Historia de la Arquitectura en la FAU/UCV: una mirada hacia el pasado, una
revision del presente” en “Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la Universidad Central de Venezuela:
apuntes para una memoria y cuenta”. Pág. 101.

14
profundamente vinculado a un sistema de micro-escuelas de diseño, que se
complementan con las enseñanzas impartidas desde los sectores de conocimiento, que
muchas veces no están en sintonía con los talleres de diseño. La PUCCH mantiene control
rigor y coherencia en el seguimiento de sus planes de estudio y genera patrones de
flexibilidad a los docentes distinguiendo claramente entre aquellos que contribuye con su
actividad profesional y aquellos que optan por la carrera académica.
Por otro lado, en Venezuela la tendencia de que el tiempo y el territorio en el que ha de
moverse la discusión sobre arquitectura, estén definidos por actores políticos y no por el
peso de una sociedad consciente del valor la arquitectura, pareciera aún mantenerse
disminuyendo la importancia del rol de la profesión. 32
Finalmente, es necesario repensar si es posible seguir formando arquitectos empleando
los mismos criterios de épocas pasadas, distanciados de las realidades y problemas
contemporáneos. Para ello luce urgente repensar la enseñanza, el pensum y el espacio
físico de la Escuela de Arquitectura “Carlos Raúl Villanueva”.

BIBLIOGRAFIA

AAVV. Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la Universidad Central de Venezuela: apuntes para una
memoria y cuenta. Ediciones FAU-UCV. Caracas 2005.

Bermúdez, Guido. Diccionario del Arquitecto. Caracas 1993.

Caraballo, Ciro. Del académico retórico al profesional pragmático. Crisis recurrente en la educación
venezolana de la ingeniería y la arquitectura. Boletín CIHE #27. Caracas, Diciembre 1986. Pág. 52-77.

Escuela de Arquitectura, Facultad de Arquitectura y Urbanismo. Universidad Central de Venezuela. “Pensa y
programas sinópticos”. Caracas, mimeo. Años 1944-1971.

Fossi, Victor. La educación de la arquitectura y el urbanismo. II Congreso Nacional de Arquitectos. Revista
Punto 58. Junio 1977. Pag. 23-31. Caracas, FAU, UCV.

Informe del Departamento de Composición Arquitectónica. Facultad de Arquitectura y Urbanismo,
Universidad Central de Venezuela. Enero-Noviembre, 1968. Informe realizado con el fin de conocer las
experiencias y resultados obtenidos por los talleres verticales, iniciados desde 1963.

Leal, Ildefonso. Historia de la UCV. Caracas, Ediciones del Rectorado de la UCV. 1981.

López Vila, Manuel. Arquitectura e historia: curso de historia de la arquitectura. Volumen 1. Ediciones del
CDCH. Pag. 164-169.

Nombramientos de personal docente de la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la Universidad Central
de Venezuela. Ministerio de Educación. República de Venezuela. Dirección de Educación Superior y Especial.
Sección de Educación Superior y Especial, Número 752. Caracas, 15 de Octubre de 1953.


32 A diferencia de la tarea previa sobre la PUCCH, donde la Universidad y la Iglesia tuvieron un rol
fundamental en la construcción de la Escuela de Arquitectura en Chile.

15
Negrón, Marco. “Acerca del Plan de estudios de Arquitectura: comentarios y reflexiones a partir de algunos
elementos de discusión” FAU, UCV. Mayo 1985.

Moreno, Juan. “Obras Públicas, Arquitectura y Arquitectos en la Venezuela de 1900 a 1935”. Revista PUNTO
66-67. Caracas 1997.

“Plan de Estudios” (Aprobado por el Consejo de Facultad el 17 de Febrero de 1994). Universidad Central de
Venezuela, Facultad de Arquitectura y Urbanismo, Escuela de Arquitectura. Ediciones de la Biblioteca de
Arquitectura, Caracas, 1995.

WEB

http://www.acading.org.ve/info/ingenieria/pubdocs/hist_ing_est/Cap_III.pdf
Consultado 22 de Abril 2016

http://www.saber.ula.ve/bitstream/123456789/30403/3/univer_arq1961_1987.pdf
Consultado 19 de Abril 2016

http://oscarabraham.blogspot.com/2007/12/blog-post_13.html. Consultado 19 de Abril 2016

http://entrerayas.com/2011/07/la-sociedad-venezolana-de-arquitectos/6
“5 años de la creación de la SVA”. Publicado en la revista entre rayas No. 84, meses julio-agosto 2010.
Investigación coordinada por los Arq. Lorenzo González Casas y Henry Vicente. Consultado 9 de Abril 2016

http://www.fundacionvillanueva.org/base/ventana.php?origen=Array%5Borigen%5D&ubicacion=C-IV-
4&palabra_clave=&q=&url=CIV461.htm. Consultado 1 de Abril 2016

http://www.ucv.ve/index.php?id=1313. Consultado 9 de Abril 2016

16

También podría gustarte