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«Levanté la cámara, fingí estudiar un enfoque que no

los incluía, y me quedé al acecho, seguro de que atrapa-


ría por fin el gesto revelador, la expresión que todo lo
resume, la vida que el movimiento acompasa pero que
una imagen rígida destruye al seccionar el tiempo, si no
elegimos la imperceptible fracción esencial.»
Las babas del diablo. Julio Cortázar (1959)

Cine y fotografía.
La poética del Javier Marzal Felici

punctum en El
muelle de Chris
Marker (La jetée,
1962)* La fotografía en el cine
A poco que exploremos en nuestra me-
moria cinematográfica, no resulta de-
que la imaginería del flashback forma
parte de un sistema expresivo que
busca una respuesta emotiva del espec-
masiado difícil recordar numerosas pe- tador: este procedimiento de alteración
lículas en las que la imagen fotográfica temporal está, en efecto, íntimamente
aparece como un elemento esencial de ligado al primer plano del personaje o
la trama narrativa, generalmente como a la fotografía como objeto, imágenes
un objeto —una fotografía— que sirve que sirven de punto de arranque de
al personaje para evocar un tiempo pa- numerosos flashbacks (TURIM, 1989;
sado, feliz o infeliz. En el melodrama MARZAL, 1998).
fílmico, por ejemplo, la casi totalidad Es una fotografía encontrada en una
de los flashbacks utilizados correspon- maleta por la nieta de un miliciano, la
den a breves y fugaces recuerdos de que desata el arranque de la historia
los protagonistas, muchas veces moti- central del filme Tierra y libertad (Land
vados por la visión de una fotografía and Freedom, Ken Loach, 1994). En De-
o de un objeto perteneciente al perso- seo de una mañana de verano (Blow-Up,
naje que se echa en falta. David Wark Michelangelo Antonioni, 1966), el pro-
Griffith era consciente de que la téc- tagonista del filme, basado en el relato
nica del flashback la había tomado de Las babas del diablo de Julio Cortázar,
la literatura naturalista y de su utilidad se obsesiona con una fotografía tomada
para crear suspense al suponer, en la en un parque público de Londres, que
práctica, una detención momentánea parece haber captado el asesinato de
del fluir narrativo. Se puede afirmar un hombre. En La ventana indiscreta

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CINE Y FOTOGRAFÍA: La poética del punctum en el MUelle de chris Marker

(Rear Window, Alfred Hitchcock, 1954), fascinantes del siglo XX,


Jeffries, obligado a permanecer inmo- filme construido a base de
vilizado por un accidente, escruta el fotografías o imágenes fijas.
mundo que le rodea a través de su cá- Un relato hipnótico y cauti-
mara fotográfica hasta descubrir el ase- vador que puede ayudarnos
sinato de una mujer en el patio trasero a explorar la compleja rela-
de su casa. En Memento (Christopher ción entre la fotografía y el
Nolan, 2000), Leonard Shelby, afectado cine.
por una amnesia de origen traumático,
utiliza una cámara Polaroid para cons- De nuevo, Bazin,
truir los recuerdos de la memoria a Benjamin, Sontag y la
corto plazo, para así poder indagar en ontología de la imagen
el origen de la muerte de su esposa, bru- fotográfica
talmente violada y asesinada. En Amé- Comencemos por el princi- Fotograma 01. Imagen del muelle (La jetée) de Orly
lie (Le fabuleux destin d’Amélie Poulin, pio. En un breve, pero sus-
Jean-Pierre Jeunet y Marc Caro, 2001), tancioso texto de 1945, André Bazin, el hoy en día, con la imagen digital). Años
la protagonista confecciona un álbum crítico, historiador y teórico del cine, antes, en un ensayo fundamental, Wal-
con series de fotografías de fotomatón reflexionaba sobre la naturaleza de la ter Benjamin también responsabilizaba
desechadas que recoge de las máqui- fotografía en relación con la pintura y a la fotografía como el medio que, en
nas de estaciones de tren, y utiliza una el cine. Básicamente, el estudioso se- la nueva era de la reproductibilidad
cámara Kodak Instamatic para enviar ñalaba que «la fotografía ha librado a técnica, surgida con la invención de
fotografías a sus padres de sus viajes las artes plásticas de su obsesión por la fotografía allá por 1839, provocó la
por el mundo. De este modo, podemos la semejanza» y, a diferencia de la pin- pérdida del aura de la obra de arte, el
recordar numerosas películas en la his- tura, «la fotografía y el cine son inven- fin de su carácter singular e irrepetible
(BENJAMIN, 1973). Así pues, en la so-
ciedad de masas, la reproductibilidad
En efecto, la fotografía y el cine técnica ha producido una subversión

(especialmente fotoquímicos) poseen una del propio concepto de arte, en la me-


dida en que ya no es posible reconocer
base común: la capacidad para registrar la singularidad de los artefactos artísti-
cos, al cuestionarse su valor de culto en
el mundo de manera automática, sin la detrimento de su valor de exhibición.
intervención (aparente) de La fotografía precipitó así un cambio
en la concepción del arte, transformado
la mano del hombre ahora en mercancía, hasta el punto
de que resulta muy difícil reconocer
en ella su valor estrictamente artístico
toria del cine en las que la fotografía ciones que satisfacen definitivamente (MARZAL, 2007).
aparece como un elemento fundamen- y en su esencia misma la obsesión del Más allá de constituir un hito en la
tal de la trama narrativa. realismo» (BAZIN, 1990: 26). De este historia de las artes visuales, la foto-
En las siguientes páginas, nos pro- modo, Bazin establece una suerte de grafía se presentó, desde el principio,
ponemos reflexionar sobre la relación homología entre la fotografía y el cine, como index, como evidencia de lo que
entre la fotografía y el cine, pero no frente a las artes plásticas tradicionales. ha acontecido, es decir, la fotografía ha
tanto sobre la presencia de la fotografía En efecto, la fotografía y el cine (espe- implantado en la relación con el mundo
como artefacto material en los filmes, cialmente fotoquímicos) poseen una un voyeurismo crónico que uniformiza
recurrente y casi obsesiva en la dilatada base común: la capacidad para registrar la significación de todos los aconteci-
historia del cine, sino sobre la relación el mundo de manera automática, sin la mientos. De este modo, la fotografía es
entre el medio fotográfico y el cinema- intervención (aparente) de la mano del una pseudopresencia y un signo de au-
tográfico, desde un punto de vista ex- hombre. La película fotográfica o cine- sencia, «constituye la presencia vicaria
presivo y narrativo, vital y experiencial. matográfica registra, de forma mecá- de los parientes dispersos» (SONTAG,
Para ello, prestaremos especial atención nica, la huella de la luz, que pasa así a 1981: 19). En definitiva, la fotografía
a la peculiar película de ciencia-ficción fijarse en un soporte estable, por tanto, es una forma de expresión que ha ter-
El muelle (La jetée, 1962) de Chris Mar- la interdependencia de ambas formas minado transformando nuestra forma
ker, sin duda uno de los directores más de expresión es indiscutible (incluso de ver el mundo. Así pues, para Sontag

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CUADERNO · DE CÁMARA A CÁMARA. FOTO FIJA E IMAGEN EN MOVIMIENTO

«coleccionar fotografías es coleccionar (1952) y Las estatuas también mue-


el mundo»1, esto es, la fotografía tiene ren (Les statues meurent aussi, 1958)
que ver con una actitud del hombre con Alain Resnais, filme de denuncia
contemporáneo que intenta plegar el del colonialismo occidental en el con-
mundo a su propia medida, con lo que tinente africano, que fue censurado
se consigue cosificarlo en el acto mismo como sucedería con otros filmes do-
de fotografiar: «Fotografiar personas es cumentales (¡Cuba, sí! [1961]; Noche y
violarlas, pues se las ve como jamás se niebla [Nuit et brouillard, 1955], con
ven a sí mismas, se las conoce como Resnais, etc.).
nunca pueden conocerse; transforma a Sus filmes documentales presentan
02
las personas en objetos que pueden ser un tratamiento muy subjetivo y perso-
poseídos simbólicamente» (SONTAG, nal de los temas que aborda. A modo
1981: 24). En este punto, cabría añadir de pequeña muestra, podemos apuntar
que el cine constituyó una suerte de algunos argumentos: El bonito mayo
nuevo tour de force, viniendo a culmi- (Le joli mai, 1962), filme próximo al
nar el proyecto realista burgués que cine directo que se desarrolla en el con-
la fotografía había iniciado cincuenta texto del fin de la guerra de Argelia; El
y cinco años antes, al restituir además misterio Kumiko (Le mystère Koumiko,
el movimiento, y así ofrecer una repro- 1965), película documental sobre las
ducción más fiel del mundo (aunque Olimpiadas de Tokyo de 1964, que si-
esta restitución sea absolutamente ilu- gue las reflexiones y pensamientos de
sionista). Kumiko Muraoka, amiga de los ayudan-
03 En este contexto, cabe preguntarnos tes de dirección del filme; Domingo en
cómo se puede construir un relato tan Pekín (Dimanche à Pekin, 1956), pelí-
fascinante y eficiente, desde un punto cula que relata un viaje a China en el
de vista narrativo, como El muelle de que el realizador muestra la relación
Chris Marker, únicamente (en aparien- entre la cultura tradicional y la lucha
cia) con fotografías, que parecen foto- contra el capitalismo; Carta desde Sibe-
gramas capturados de una película ro- ria (Lettre de Sibérie, 1957), filme en el
dada. Sin duda estamos ante un filme que Marker ilustra epistolarmente un
muy sobresaliente, y extraño, recor- viaje a la Siberia del pasado y del pre-
dado principalmente por haber servido sente; ¡Cuba, sí!, acercamiento a la revo-
como fuente de inspiración argumental lución cubana que relata los profundos
04
a 12 monos (12 Monkeys, Terry Gilliam, cambios sociales y políticos en un mo-
1995), filme que solo conserva de su mento de fuerte acoso de la comunidad
fuente de inspiración lo más epidér- internacional —filme censurado en
mico. No fue éste el único filme de Francia durante dos años—; Si tuviera
Marker en el que había utilizado foto- cuatro dromedarios, película donde un
grafías para construir la banda-imagen fotógrafo y dos amigos charlan, a par-
del filme: otros casos destacables son Si tir de un álbum de fotografías tomadas
tuviera cuatro dromedarios (Si j’avais en diferentes rincones del mundo, so-
quatre dromadaires, 1966) o El re- bre la fotografía, el progreso humano,
cuerdo de un porvenir (Le souvenir d’un las diferencias culturales, etc.; El sexto
avenir, 2003). rostro del Pentágono (La sixième face
du Pentagone, 1967), película que si-
05 El singular caso del cine de Chris gue la manifestación contra la política
Fotogramas 02-03. Los domingos las familias lle- Marker de los Estados Unidos en la guerra de
van a sus niños a ver despegar aviones La obra de Chris Marker (seudónimo Vietnam; La embajada (L’ambassade,
Fotograma 04. La imagen del rostro de una mujer de Christian François Bouche-Ville- 1974), película que evoca y reflexiona
queda grabada en la memoria del niño
neuve), cineasta complejo e inclasifi- sobre el reciente golpe de estado en
Fotograma 05. La mujer presencia la muerte de un
hombre en Orly cable, se suele vincular principalmente Chile a través de las discusiones de un
al género documental. Con una forma- grupo de hombres y mujeres, temática
ción en filosofía, Marker comenzó su de carácter político que retoma en La
carrera como cineasta con Olympia 52 spirale, 1975; El fondo del aire es rojo

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CINE Y FOTOGRAFÍA: La poética del punctum en el MUelle de chris Marker

(Le fond de l’air est rouge, 1977), filme ráneo. Finalmente, Immemory (1997)
documental que ofrece una reflexión presenta una instalación multimedia
sobre distintos conflictos como Viet- interactiva, expuesta originalmente en
nam, Mayo del 68, Praga, Chile, etc., que el Centro Georges Pompidou de París,
son puestos en relación dialéctica; etc. compuesta de fotografías, secuencias
Resulta imposible sintetizar la extensa de películas del propio realizador, des-
obra documental (docuficcional) de cartes de películas, vídeos, etc., en CD-
Marker, pero esta rápida enumeración ROM, como fragmentos de una memo-
de filmes y argumentos nos puede dar ria heterogénea que cada espectador
una idea general de la riqueza y varie- tiene la posibilidad de construir, a su
dad de sus trabajos. propia medida. 06
A partir de los años ochenta, Chris Como nos recuerda Santos Zunzu-
Marker empieza a utilizar también el negui (ORTEGA Y WEINRICHTER,
vídeo como soporte de trabajo, produ- 2005: 165-166), André Bazin señalaba,
ciendo obras que se pueden enmarcar en 1958, que «Chris Marker aporta en
en el campo del videoarte, las videoins- sus filmes una noción absolutamente
talaciones y el CD-ROM. Entre los prin- nueva del montaje que denominaré ho-
cipales trabajos que dirige, destaca Sin rizontal, por oposición al montaje tradi-
sol (Sans soleil, 1982), en la que una cional que se manifiesta a lo largo de la
mujer lee unas cartas de un amigo película en la relación de plano a plano.
operador de cámara de cine que viaja Aquí, la imagen no remite a lo que la
por todo el mundo, confrontando imá- precede o sigue, sino lateralmente en
07
genes de Japón y de África, de países cierto sentido a lo que se dice». De este
tan pobres como Guinea Bissau y Cabo modo, la escritura audiovisual de Mar-
Verde. A modo de collage audiovisual, ker, ya desde sus primeros filmes docu-
la voz en off de la mujer compone un mentales (pertenecientes al paradigma
relato a partir de los recuerdos del del discurso lineal, frente a la hipertex-
amigo cineasta con lo que se construye tualidad de sus trabajos videográficos e
una suerte de memoria ficticia. En Ni- hipermedia) se puede rastrear una vo-
vel 5 (Level 5, 1996), Marker cuenta luntad por construir un pensamiento
la historia de Laura, una mujer que basado en la laterialidad, que busca
desea seguir la tarea de terminar un continuamente, en el choque dialéctico
videojuego inacabado por su amante entre la palabra y la imagen, golpear la
fallecido sobre la batalla de Okinawa, inteligencia del espectador y despertar 08
terrible episodio de la Segunda Guerra sus emociones, en definitiva, provocar
Mundial que ha sido olvidado por la una reflexión, antes que nada, sobre
memoria colectiva. El recuerdo de un la propia naturaleza de la escritura
porvenir es la tercera película de Chris cinematográfica. Por ello, nos parece
Marker rodada íntegramente con fo- muy pertinente la relación que Santos
tografías de Denise Bellon, a través de Zunzunegui dibuja entre la obra de
las cuales Marker rastrea el futuro que Marker y la de dos grandes cineastas
vendrá, la Segunda Guerra Mundial y de la melancolía como Orson Welles y
los conflictos coloniales de la posgue- Jean-Luc Godard. En efecto, como su-
rra. Por otra parte, destaca su produc- cede con Chris Marker, también la fil-
ción de obras multimedia, como Zap- mografía de Welles puede concebirse
09
ping Zone: Proposals For An Imaginery como una combinación y síntesis del
Television (1990-97), una videoinsta- cine con otras artes como el teatro, la
lación en la que combina fotografías, radio o la música. Y como ocurre con
fragmentos de sus filmes, imágenes Godard, Marker no parece «dispuesto a
de algunos de sus trabajos para tele- contemplar la irrupción de las nuevas
visión, programas informáticos, etc., tecnologías en el campo cinematográ-
como una suerte de metáfora sobre el
zapping como forma de consumo de Fotogramas 06-10. El estallido de la Tercera Guerra
imágenes del espectador contempo- Mundial provoca la destrucción de París

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CUADERNO · DE CÁMARA A CÁMARA. FOTO FIJA E IMAGEN EN MOVIMIENTO

fico sin enfrentarse con ellas» (ZUN- La arquitectura borgiana de El


ZUNEGUI: 168). Como afirma Zunzu- muelle
negui, si en Godard esta confrontación El muelle es considerada como la única
con las nuevas tecnologías supone una película puramente de ficción de Mar-
tumba para el ojo, esto es, empleando ker [fotograma 01]. El filme, de vein-
el vídeo como un instrumento funera- tisiete minutos de duración, cuenta la
11 rio que permite construir su Histoire(s) historia de un hombre marcado por
du cinéma (1988-1998), Marker abraza la experiencia de haber presenciado,
las nuevas tecnologías de la imagen, cuando niño, la muerte de un hombre
sin rastro alguno de melancolía, ya en el muelle del aeropuerto de Orly.
que éstas le permiten trabajar con más Una poderosa y cautivadora voz en off
eficiencia como bricoleur multimedia, (en realidad, una voz over) nos relata la
práctica que siempre siguió desde sus terrible historia del protagonista quien,
12
inicios en el mundo del cine. En cierto ya adulto, y después de la Tercera
modo, la capacidad poética de su es- Guerra Mundial, es elegido por unos
critura se apoya en gran medida en científicos para viajar en el tiempo y
esa suerte de bricolaje audiovisual, re- conseguir recursos energéticos para la
sultado del reflexivo cruce de las más supervivencia de la humanidad, conde-
variadas fuentes culturales en las que nada a vivir en el subsuelo, ya que la
bebe: la fotografía, la pintura, el vídeo, vida en el exterior es imposible por la
el cómic, la poesía, el pensamiento filo- radioactividad. Para realizar estos via-
13 sófico, la literatura, la música, etc. Así jes en el tiempo, los científicos eligen
pues, el cine de Marker trasciende la individuos con capacidad para recordar
tradicional distinción entre documen- imágenes poderosas. El protagonista
tal y ficción, efectos retóricos de crea- del filme viaja al pasado donde se en-
ción de sentido que se entremezclan cuentra con una mujer de la que se ena-
absolutamente en la obra cinematográ- mora, que recordaba de su experiencia
fica del realizador. en el muelle de Orly en la niñez. En
Sirvan estas apresuradas líneas para uno de los viajes, conoce a los humanos
14
introducir al lector en la compleja obra del futuro, que le facilitan una fuente
del singular realizador Chris Marker, de energía que resolverá los problemas
sin cuya contextualización parece difí- de la humanidad tras la devastadora
cil comprender el filme que nos ocupa. guerra. De vuelta al presente, los cien-
El lector se puede hacer una idea muy tíficos le apartan del proyecto. En un
aproximada sobre la heterogénea obra determinado momento, ayudado por
de Chris Marker en Bamchade Pour- los hombres del futuro que también
15 vali (1983), Margarita Ledo (2005) y, en viajaban en el tiempo, el protagonista
Fotogramas 11-13. Los científicos desarrollan un especial, en el muy completo estudio vuelve al pasado, para reencontrarse
sistema para viajar en el tiempo colectivo, editado por Ortega y Wein- con su amada. Allí, en el muelle de
Fotograma 14-15. Los viajes en el tiempo provoca- richter (2006), Mystère Marker. Pasajes Orly, el protagonista recibe el disparo
ban la decepción o la locura en los viajeros
en la obra de Chris Marker. de un hombre que le ha seguido en el

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CINE Y FOTOGRAFÍA: La poética del punctum en el MUelle de chris Marker

tiempo, haciendo posible que él mismo, Tercera Guerra Mundial». A ello le si- serie de peripecias que articulan una
de niño, pudiera presenciar su propia guen la imagen de un campanario y del historia laberíntica [Fotogramas 11-15],
muerte. muelle, y el sonido de la megafonía del el narrador nos conduce al desenlace de
Estamos ante un relato de claras re- aeropuerto de Orly, adonde los padres la historia, trazando un círculo que nos
miniscencias borgianas, donde destaca habían llevado al protagonista, de niño, devuelve al principio del filme: «Una
la utilización de una escritura sencilla, como era costumbre hacer los domin- vez en el muelle de Orly…, en ese calu-
menuda, en la que parece dominar el gos en aquellos años. Queda grabada roso domingo de preguerra…, en el que
principio de economía, lo estrictamente en su memoria la imagen del rostro ahora podía permanecer, pensó con un
esencial. La poderosa voz en off, que de una mujer, perturbada por el asesi- poco de vértigo que el niño que había
casi resulta hipnótica, carece de todo nato de un hombre, cuya muerte crea sido…, también debía estar allí, mirando
aquello que pudiera ser adorno o afec- un momento de confusión en el mue- los aviones. Pero primero buscó el rostro
tación. Como ocurre con la escritura de lle [fotogramas 02-05]. «Nada distingue de una mujer…, en el fondo del muelle.
Borges, en El muelle el relato del narra- los recuerdos de los momentos corrien- Corrió hacia ella. Y cuando reconoció

La capacidad poética de su escritura se apoya en gran medida en


esa suerte de bricolaje audiovisual, resultado del reflexivo cruce de
las más variadas fuentes culturales en las que bebe: la fotografía, la
pintura, el vídeo, el cómic, la poesía, el pensamiento filosófico, la
literatura, la música, etc.

dor prescinde de cualquier información tes, no se descubren hasta más tarde, al hombre que le había seguido desde
ajena a lo fundamental: se podría afir- por sus cicatrices. Sobre ese rostro que las galerías…, entendió que no se podía
mar que lo esencial se ilumina al no es- tenía que ser la única imagen de paz huir del Tiempo…, y que ese instante que
tar enturbiado por ninguna otra cosa. para atravesar tiempos de guerra…, se le habían concedido de niño…, y que
Escuchamos el sonido de los motores preguntaba si lo había visto realmente o tanto le había obsesionado…, era el de
de los aviones mientras vemos la ima- si había creado un momento de ternura su propia muerte». La voz del narrador
gen del muelle de Orly, y comienza la para sobrellevar el momento de locura es acompañada por una serie de foto-
música de Trevor Duncan, basada en que vendría después…, el súbito ruido, grafías fijas que acentúan el suspense,
unos cantos litúrgicos rusos del sábado el gesto de la mujer…, la caída de un entre las que destaca la poderosa ima-
santo, solemne y misteriosa. La voz en cuerpo…, y el griterío de la gente en el gen de la mujer mientras contempla la
off comienza el hipnótico relato: «Esta muelle, turbada por el miedo». En ape- muerte del protagonista [Fotogramas
es la historia de un hombre marcado nas tres minutos, el narrador ha sido 36-41].
por una imagen de la infancia. La es- capaz de exponer el nudo principal del Otro rasgo característico de la escri-
cena que le perturbó por su violencia, relato, y de despertar en el espectador tura de Borges es perfectamente reco-
y cuyo significado comprendería años entre curiosidad y fascinación por la nocible en El muelle: la naturaleza in-
más tarde, ocurrió en el muelle de Orly historia contada. [Fotogramas 06-10] tertextual de todo texto artístico, cómo
algunos años antes del comienzo de la Como buen relato borgiano, tras una toda obra es siempre resultado de una
Fotogramas 36-41. El protagonista regresa al muelle (La jetée) de Orly

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CUADERNO · DE CÁMARA A CÁMARA. FOTO FIJA E IMAGEN EN MOVIMIENTO

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reescritura que entronca con una tra- Vértigo, está presente en El muelle: en Fotograma 16. El peinado de la mujer recuerda el de
Madeleine en Vértigo
dición de textos preexistentes, con los uno de sus primeros encuentros en el
Fotograma 21. Se detienen delante de un tronco de
que dialoga. De este modo, en El muelle viaje en el tiempo, el protagonista pasea secuoya, donde señala que viene del futuro
no es difícil escuchar los ecos de la voz con la mujer en el parque, y la sección Fotograma 22. Imagen del único plano con movi-
miento de la mujer mirando directamente a cámara
hipnótica del narrador de El año pa- de un tronco de secuoya le sirve para
Fotogramas 31-35. El protagonista consigue viajar
sado en Marienbad (L’année dernière à señalarle que procede del futuro [foto- al futuro
Marienbad, Alain Resnais, 1961), de las grama 21]. Asimismo, el protagonista
poéticas imágenes de los cuerpos des- de El muelle, como Scottie, está obse-
nudos, bañados por la lluvia radioac- sionado con la imagen de una mujer.
tiva, de los protagonistas de Hiroshima, Precisamente, el rostro de la mujer, ob-
mon amour (Alain Resnais, 1959), pero, sesión fetichista del protagonista (como
sobre todo, de Vértigo (De entre los Madeleine para Scottie), da lugar al
muertos) (Vertigo, Alfred Hitchcock, único plano con movimiento en la pelí-
31
1958), cuyas referencias son claramente cula —un plano de siete segundos, ubi-
explícitas. En efecto, Marker siempre cado en el minuto 18:46—, en el que la
ha confesado su fascinación por el mujer permanece acostada en la cama,
filme de Hitchcock, y por ello, resulta abre los ojos y mira directamente al
casi inevitable establecer una relación protagonista (a la cámara, es decir, tam-
entre la mujer amada/amante del pro- bién a nosotros) [fotograma 22]. Cabe
tagonista de El muelle y Madeleine, la recordar que en la trama de Marker, los
protagonista de Vértigo, objeto de deseo científicos descubren que los viajes en 32
que provoca la fascinación de Scottie. el tiempo solo funcionan con personas
que tienen capacidad para rememorar
Fotografía y poeticidad en El muelle fuertes imágenes, de ahí la trascenden-
de Chris Marker cia de la memoria como uno de los mo-
Las referencias a Vértigo son bastante tivos principales de la película.
evidentes en El muelle en muchos más Precisamente, éste es uno de los as-
sentidos. Ambos filmes son una me- pectos centrales que conectan El muelle
33
ditación sobre el tiempo, el amor y la con nuestra reflexión sobre la fotogra-
memoria, ingredientes esenciales de la fía como forma de expresión. Decíamos
melancolía. El muelle (el muelle, lugar que el filme es también, o sobre todo,
que marca el punto de partida y de lle- una reflexión sobre la naturaleza de
gada del viaje del protagonista), sigue, la imagen fotográfica. A propósito de
desde un punto de vista narrativo, una la fotografía, Roland Barthes señalaba
estructura circular (incluso el cabello que «lo que la Fotografía reproduce al
ondulado de la mujer nos recuerda el infinito únicamente ha tenido lugar 34
de Madeleine, nombre de reminiscen- una sola vez: la Fotografía repite me-
cias proustianas, y que cabe relacionar cánicamente lo que nunca más podrá
con la cinta de Moebius de los créditos repetirse existencialmente. En ella el
de Saul Bass en el filme de Hitchcock), acontecimiento no se sobrepasa jamás
conectando el pasado y el futuro (el pre- para acceder a otra cosa: la Fotografía
sente para el protagonista) [fotograma remite siempre el corpus que necesito
16]. También la referencia al bosque de al cuerpo que veo, es el Particular ab-
35
secuoyas, de la conocida secuencia de soluto, la Contigencia soberana, mate y

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CINE Y FOTOGRAFÍA: La poética del punctum en el MUelle de chris Marker

elemental, el Tal (tal foto, y no la Foto), puede explicarse con palabras: se trata perversa entre dos conceptos: lo Real
en resumidas cuentas, la Tuché, la Oca- de una suerte de arrebato (como el que y lo Viviente: atestiguando que el ob-
sión, el Encuentro, lo Real en su expre- sufre el protagonista del filme de Iván jeto ha sido real, la foto induce subrep-
sión infatigable» (BARTHES, 1980: 31). Zulueta, Arrebato, 1980) que solo puede ticiamente a creer que es viviente...»
Así pues, para Barthes, la fotografía ser experimentado. No en vano se (BARTHES, 1980: 139). De este modo,
produce una experiencia de desorden, puede afirmar que El muelle, en tanto la fotografía afirma la conclusión de
de incomodidad, que provoca en quien que álbum de fotografías de una histo- un tiempo ya pasado, la imposibilidad
la contempla una fuerte contradicción ria fascinante, permite comprender el de volver atrás, de poder recuperar el
entre nuestra propia subjetividad y lo acto de ver fotografías, como una expe- referente perdido. Es en ese desgarro
que parece referir mecánicamente (el riencia muy cercana a la muerte: «En vital donde cabe inscribir el punctum
referente real). En el relato de El muelle la Fotografía la presencia de la cosa (en barthesiano, pero también la propuesta
nos hallamos ante una continuidad de cierto momento del pasado) nunca es estética de El muelle de Chris Marker.
fotos fijas, suturadas por la pregnante metafórica; y por lo que respecta a los Vemos, pues, que la ambigüedad on-
voz del narrador, que resultan absolu- seres animados, su vida tampoco lo es, tológica de la imagen fotográfica es una
tamente perturbadoras, punzantes y salvo cuando se fotografían cadáveres; clave fundamental para comprender la
cautivadoras. Nos hallamos, pues, ante y aún así: si la fotografía se convierte extraordinaria potencia metafórica y
una colección de imágenes que cabría entonces en algo horrible es porque poética de El muelle. En efecto, la inde-
situar en el territorio del punctum bar- certifica, por decirlo así, que el cadá- terminación o entropía de significacio-
thesiano. Frente al studium, el punctum ver es algo viviente, en tanto que cadá- nes se muestra en el filme de múltiples
ha de relacionarse con la experiencia ver: es la imagen viviente de una cosa modos: se omiten los nombres de los
que supone contemplar fotografías ínti- muerta. Pues la inmovilidad de la foto personajes protagonistas (la ausencia
mas, una fascinación que a menudo no es como el resultado de una confusión de nombres todavía facilita más la pro-
yección del espectador con la historia),
Fotogramas 23-30. La pareja visita un museo de animales eternos
no se ofrece ningún tipo de explicación
mínimamente razonada sobre cómo se
realizan los viajes en el tiempo o infor-
mación alguna sobre la tecnología que
los hace posibles [Fotogramas 31-35], y
los viajes del protagonista al pasado y
sus apariciones no parecen provocar ni
23 24 una sombra de extrañeza, temor o so-
bresalto en la mujer.
Pero lo que resulta asimismo muy
llamativo es que numerosas imágenes
—fotogramas o fotografías— son pla-
nos cortos de personas (las piernas del
niño sobre la barandilla del muelle de
Orly [Fotograma 3], la mujer en primer
24 26
plano, plano medio o plano americano;
la niña situada en primer término
cuando el protagonista regresa, adulto,
al muelle de Orly [Fotograma 36]; etc.),
detalles de objetos (esculturas inertes,
la barca en el lago, el gato que mira a la
cámara —un animal por el que Marker
27 28 siente debilidad—, los animales diseca-
dos («eternos») del museo de historia
natural que visita la pareja, metáfora
de la muerte) [Fotogramas 23-30] o
planos generales de espacios y lugares
(las imágenes de París en ruinas, tras la
devastadora guerra, el cementerio, una
habitación en la que se encuentran los
29 30
amantes, las imágenes de la red de gale-

JULIO-DICIEMBRE 2011 (reedición de 2013) L’ ATALANTE 61


CUADERNO · DE CÁMARA A CÁMARA. FOTO FIJA E IMAGEN EN MOVIMIENTO

rías donde viven los supervivientes de Notas


la guerra), que resultan simplemente *El presente trabajo ha sido realizado con la
intrigantes. Numerosos planos son li- ayuda del Proyecto de Investigación Nuevas
gados mediante fundidos encadenados tendencias e hibridaciones de los discursos
[Fotogramas 17-20], mediante un mon- audiovisuales contemporáneos, financiado
taje lateral, como diría Bazin, lo que por la convocatoria del Plan Nacional de
permite construir imágenes de gran I+D+i del Ministerio de Ciencia e Innova-
densidad significante (BENSMAÏA, ción, para el periodo 2008-2011, con código
1988), que tejen una banda-imagen más CSO2008-00606/SOCI, bajo la dirección del
densa, opaca y compleja a lo que esta- Dr. Javier Marzal Felici.
17 mos acostumbrados. ** Las imágenes que ilustran este artículo han
Las elipsis, los vacíos entre los planos sido aportadas voluntariamente por el autor
(fotos-fijas) y los silencios, en defini- del texto; es su responsabilidad el haber lo-
tiva, la indeterminación narrativa de El calizado y solicitado los derechos de repro-
muelle (ODIN, 1981: 147-171) permite ducción al propietario del copyright. (Nota
componer un relato de claros tintes oní- de la edición.)
ricos, pura entropía que imprime miste- 1 Sontag parecería coincidir con el lúcido
rio al filme, y que nos hace pensar en la análisis, en clave literaria, que efectúa Italo
posibilidad de que todo ha sido soñado Calvino en el breve relato La aventura de un
o imaginado por el protagonista (o por fotógrafo recogido en Los amores difíciles
nosotros, sus espectadores). Esa inde- (Barcelona: Tusquets, 1989), donde se narra
terminación a la que hemos aludido es la historia de un aficionado a la fotografía
18 la manifestación de la poeticidad en su que acaba siendo fagocitado por su obsesión
expresión más clara y explícita: tanto por la fotografía. El protagonista termina
más importante es, en cine, lo que ni se perdiendo el sentido de la realidad, conclu-
muestra ni se narra (la elipsis, el fuera yendo su vida completamente aislado del
de campo [GÓMEZ TARÍN, 2006]), que mundo en su búsqueda de la plenitud foto-
lo que se hace explícito. Sin duda al- gráfica, que para él consiste en fotografiar
guna, El muelle es un filme que penetra fotografías.
profundamente bajo nuestra epider-
mis, y que nos invita a hacer nuestras
las imágenes y las palabras que evocan
todos sus sonidos y fotografías. De este Javier Marzal Felici (Valencia, 1963)
es licenciado en Comunicación
19 modo, El muelle constituye una lúcida
Audiovisual, Filología Hispánica y
reflexión sobre el tiempo, el espacio, Filosofía y Ciencias de la Educación
la representación y la psique humana por la Universitat de València,
(CHAMARETTE, 2008), pero, sobre y máster en Comunicación y
Educación por la Universitat
todo, es una magistral reflexión sobre la
Autònoma de Barcelona. Es
propia naturaleza del cine. En este sen- catedrático de Comunicación
tido, la obra de Marker y, especialmente Audiovisual y Publicidad, director
El muelle, puede contemplarse en la ac- del Departamento de Ciencias de
la Comunicación y subdirector
tualidad como un antídoto eficaz con-
del Laboratorio de Ciencias de la
tra la banalización de las imágenes que Comunicación (LABCOM) de la
nos rodea.  Universitat Jaume I.

20

Fotogramas 17-20. El fundido encadenado contribu-


ye a hacer más denso y poético el relato

62 L’ ATALANTE JULIO-DICIEMBRE 2011 (reedición de 2013)


CINE Y FOTOGRAFÍA: La poética del punctum en el MUelle de chris Marker

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