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Los Acuerdos de Paz pusieron fin a 36 años de conflicto armado interno, entre la guerrilla y
el Ejército. Durante ese tiempo quedaron miles de muertos, desaparecidos y desplazados.
El informe del REMHI da cuenta que el aumento de la pobreza fue una de las principales
consecuencias de la guerra debido a la militarización del país y a la instalación clandestina
de la guerrilla, lo que no permitió un desarrollo económico sustentable tal y como había
ocurrido antes del inicio del conflicto armado. Asimismo, se incrementó la desconfianza de
la población en las instituciones gubernamentales por la corrupción que existió dentro de
éstas y que perdura hasta nuestros días.
¿QUÉ SE ACORDÓ?
Lo que se firmó en 1996, entre otras cosas establecía (ver recuadro):
Que el Gobierno de la República reafirmaba sus principios en garantizar y proteger los
derechos humanos, así como la voluntad política para que se respeten; garantizar el retorno
de las personas que fueron víctimas del conflicto armado; la creación de una Comisión de
Esclarecimiento Histórico; un desarrollo socioeconómico sobre la base de la justicia social.
Que el Estado y los sectores organizados de la sociedad deben aunar esfuerzos para la
resolución de la problemática agraria y el desarrollo rural, que son fundamentales para dar
respuesta a la situación de la mayoría de la población que vive en el medio rural, y que es la
más afectada por la pobreza.
¿SE DETUVIERON LAS MUERTES?
Firmada la paz, cesaron los enfrentamientos armados entre los bandos rivales, pero ¿qué
pasó con la violencia común, la delincuencia y el crimen organizado?
De acuerdo al Grupo de Apoyo Mutuo (GAM), a partir de la firma de los Acuerdos de Paz,
más de 86 mil personas han perdido la vida por la violencia registrada en los últimos 18
años.
El 2009 fue el año más violento ya que se registraron 6 mil 498 muertes violentas mientras
que el año de 1999 fue el menos violento con 2 mil 655 víctimas mortales.
Mario Polanco, director del Grupo de Apoyo Mutuo, opinó que esta situación obedece al
debilitamiento de la institucionalidad del Estado, específicamente de la Policía Nacional
Civil desde su creación hace 17 años, repercutiendo en carencias de carácter técnico, ético y
presupuestario.
Asimismo, agregó que los gobiernos de turno desde entonces han visto a la PNC como un
“botín”, limitando la inversión en recursos necesarios para una efectiva respuesta a la
población en materia de seguridad ciudadana.
El tema de la impunidad juega un papel fundamental en la comisión de hechos delictivos,
incluida la violencia. Consultado al respecto, Polanco manifestó que la impunidad es una
cuestión que preocupa no solo a los guatemaltecos sino a representantes de Derechos
Humanos porque no se ha fortalecido el sistema de justicia.
“Actualmente se estima que los casos de impunidad del país representan el 98 por ciento, y
me atrevo a decir que es el mismo porcentaje que existía cuando se firmaron los Acuerdos
de Paz”, indicó.
Según las autoridades, la impunidad ha disminuido en un 25%, pero no hay datos concretos
que permitan constatar cualquiera de los dos porcentajes. Lo que es irrefutable es que la
impunidad en el país es alta.
DISPUESTA A COMBATIR
Mayra Jiménez perteneció a la guerrilla durante la década de los años 80, y utilizó el
pseudónimo de “Elisa”. Indicó que con la firma de la paz reconoció que la guerrilla perdió
la beligerancia de la peor manera, y si las personas se unen nuevamente y se repite un
nuevo conflicto ella está en toda la disposición de enrolarse nuevamente a las fuerzas
armadas.
“Siempre tuve fe de ganar la guerra por la vía armada y lamento con todo mi corazón que
no haya sido así, porque la firma de los Acuerdos de Paz se hizo por la manera política y
partidista, y yo no comparto eso”, agregó Jiménez.
La entrevistada agregó que durante las negociaciones de los Acuerdos de Paz, los
negociantes tuvieron buenas intenciones para hacer cambios significativos al país, pero fue
viciada en su momento cuando la guerrilla dispuso incursionar en política.
“Si realmente se cumplieran los compromisos firmados el 29 de diciembre de 1996, ahora
estaríamos viendo los resultados pero se ha corrompido lo escrito y lo peor de todo es que
los guatemaltecos olvidamos rápido, incluso hasta lo malo; razón por la cual volvemos a
cometer los mismos errores. Por ejemplo hay personas que crearon varias organizaciones
civiles, pero lamentablemente lo hacen para satisfacer sus intereses personales y hacerse de
ingresos financieros, pero no tienen incidencia para hacer cambios en el país, en pocas
palabras solo se sirven del dinero”, sentenció.