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Hermenéutica
Hermenéutica
Reza el adagio popular que “una imagen vale más que mil palabras”. Si bien la frase está
fuera de contexto, servirá para ilustrar el punto central de este debate que, más allá de
plantear una respuesta concreta, busca indagar por las diferencias, ya sea de estructura o de
simple materialidad, que una y otra, palabra e imagen, guardan. Se parte, además, de una
premisa concreta: cada arte (apuntando ya a la discusión entre cine y literatura) responde a
variadas. Para ejemplificar y hacer más fácil la exposición de los argumentos, he tomado
como referencia el texto “La mansión de Araucaima” (1973) del escritor colombiano
Álvaro Mutis (1923-2013), así como la película homónima, estrenada en 1986, inspirada en
Lo primero que habría que definir, antes de entrar al texto y a la película, serían las
distinciones que se pueden hacer de antemano entre ambas artes: es claro, por un lado, que
el cine debe trabajar con actores y escenografías reales, esto implicaría cierta dependencia
del material con el que los cineastas cuentan y con el que entretejen su narración; por su
parte, en el texto, que trabaja con el lenguaje, el límite tal vez sea imposible de precisar:
cualquier construcción de lugares y personajes es, en cierto modo (hasta donde la
personajes, aun cuando se trabaje con descripciones físicas exhaustivas; de alguna manera,
esto permite que la lectura enriquezca el texto mismo, pues cada lector imaginará y ajustará
las descripciones según convenga. Por su parte, en la película, se nos presenta un rostro,
que corresponde a una persona real, lo que lleva al espectador a hacer una identificación
automática del actor con el personaje; se podría decir entonces que, de alguna manera, el
cine vicia la representación que le damos a los personajes, pues no permite una verdadera
construcción libre. En ese sentido, encontramos el cine como un arte más explícito que la
literatura, no por eso mejor o peor, lo cual sería punto de otra discusión tal vez más extensa.
La descripción de los personajes en el texto nos brinda una visión más amplia de lo que
siguiente manera: “Tenía grandes ojos oscuros y acuosos que un tiempo debieron ruborizar
a sus oyentes y que ahora producían el miedo de asistir a una abusiva y en cierto sentido
enfermiza suspensión del tiempo” implica una construcción mucho más profunda que el
cine, por más que nos muestre situaciones y escenas, no logrará crearla. El cine presenta
intentar definir a los personajes, pues solo mostrarnos escenas, sin narrar con palabras, no
Ahora bien, retomando algo ya mencionado antes, lo del cine como herramienta explícita,
Con lo anterior podemos remitirnos a una segunda parte en la comparación, que sería la
referente a la estructura de ambos ejemplos, la película y el texto, que a mi parecer son los
situaciones. Al comienzo se hace una descripción de todos los elementos del relato por
separado, incluyendo saltos temporales hacia adelante y hacia atrás (prolepsis y analepsis,
narración preciso: solo se muestran y ya. El lenguaje en este caso funciona certeramente:
introduce a través de un narrador, sino que se no sitúa en una historia que guarda cierto
orden lógico-cronológico de los acontecimientos. Así mismo, por esta razón se logra crear
un clima de tensión y suspenso (todo un género en el cine) que nos conduce hasta el clímax
Este tipo de narración que nos va introduciendo de a poco en la historia y en los personajes
es muy propia del cine, pues el mismo arte exige captar la atención de los espectadores
hasta el momento final; por eso se ocultan cosas, se crean las atmósferas de misterio y se
trabaja con la intriga. En el caso de la literatura, si bien mucha de esta se arma bajo esta
misma forma, sobre todo la novela policial, casi siempre lo que prima, más allá de la
historia misma, es la manera en la que el lenguaje se utiliza para contarlo: los juegos de
distintos, dos puntos de enunciación válidos para las historias. Como bien se dijo al
principio, y se retoma ahora, cada arte guarda sus formas particulares y también exige un
pluralidad de artes que nos muestra cada una, a su manera, rasgos de una heterogeneidad de
cinematográficos.