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Atresia auditiva.

Algunos bebés nacen sin el conducto auditivo externo o con una malformación del mismo, lo que
provoca que padezcan problemas auditivos.

Cuando el conducto auditivo externo no se desarrolla se conoce como atresia aural congénita. Es
un defecto que está presente al nacer y suele ir acompañado de malformaciones tanto en los huesecillos
del oído medio como en el pabellón auditivo externo. Como el canal auditivo transporta los sonidos desde
la oreja hasta el oído interior, la falta de canal auditivo (atresia) o un canal angosto (estenosis) causan
pérdida auditiva. Ambos problemas están asociados con irregularidades del tímpano y el oído medio.

Hay dos tipos de atresia:

* Atresia sólida: CAE (conducto auditivo externo) obliterado por tejido óseo y fibroso.

* Atresia membranosa: es la más rara. Es una alteración causada por una delgada membrana de
tejido fibroso cubierto de piel.

Puede ser detectado a tiempo con una TAC en el recién nacido.

Cirugía

En muchos casos se puede optar por el tratamiento quirúrgico. Depende de distintos aspectos y
normalmente la operación no se realiza hasta los cuatro años de edad. Una alternativa a la cirugía es el
implante auditivo de conducción ósea, con el que se consigue superar la obstrucción del conducto auditivo
y llevar el sonido al oído interno.
Bibliografía.

Tratado de otorrinolaringología y patología cervicofacial, Jorge Basterra, Elsiever 2009.

Manual de otorrinolaringología, Aliro Correa, Mediterráneo.

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