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El uso cada vez mayor del hidrógeno plantea la necesidad de contar con formas seguras y

económicas de almacenamiento. El almacenamiento de hidrógeno puede efectuarse en


estado gaseoso ( en general a altas presiones ), en estado líquido ( a muy bajas
temperaturas-aprox. 20 K) o en estado sólido en forma de hidruros metálicos (a presiones
bajas). Según la aplicación que se trate, cada una de las distintas formas de almacenamiento
será más o menos conveniente.

Almacenamiento como gas

La baja densidad del hidrógeno es una desventaja , ya que implica que se almacene menos
energía por unidad de volumen que con otros gases comprimidos. Debido a esto el
almacenamiento requerirá grandes volúmenes y altas presiones. El almacenamiento
subterráneo en cavernas y minas abandonadas es muy conveniente y económico para la
acumulación de grandes cantidades de hidrógeno. Esta forma se emplea también para el gas
natural, y se utilizan presiones de hasta 160 bar. El almacenamiento en recipientes de alta y
media presión se usa también en pequeña escala.

Almacenamiento como líquido criogénico

Debido al bajo punto de ebullición del hidrógeno ( aproximadamente 20K ), se requieren


recipientes criogénicos para mantener tan bajas temperaturas. Tiene la ventaja de que puede
almacenarse energía con alta densidad y que el peso del contenedor es más bajo para igual
cantidad de energía almacenada que en los otros métodos. Pero las bajas temperaturas
requeridas traen con sigo problemas de seguridad, además del hecho de que en la
licuefacción se consume una alta fracción de energía almacenada como hidrógeno líquido.
Por otra parte el costo de una unidad de licuefacción se consume una alta fracción de
energía almacenada como hidrógeno líquido. Por otra parte el costo de una unidad de
licuefacción es comparativamente elevado. En las aplicaciones dónde el peso es el factor
más importante (como el caso de la aeronavegación ), la forma más conveniente de
almacenamiento del hidrógeno es como líquido criogénico.

Almacenamiento en forma sólida como hidruros metálicos

El hidrógeno tiene una tercer forma de ser almacenado que le es característica y que no
existe en el caso de otros combustibles líquidos o gaseosos: el hidrógeno reacciona con
distintos metales o compuestos intermetálicos formando hidruros. Estos pueden guardar
aún más hidrógeno por unidad por unidad de volumen que el hidrógeno líquido. Como bajo
adecuadas condiciones de temperatura y presión esta reacción es reversible, una dada masa
metálica puede ser cargada y descargada un número prácticamente ilimitado de veces,
pudiendo utilizarse como un tanque para el almacenamiento sólido del hidrógeno.

Esta forma de almacenamiento. Tiene la ventaja que se requieren bajas presiones ( menores
que 1.01 atm. ) y que éstos almacenadores son muy seguros, pues en caso de producirse una
pérdida brusca de oxígeno, el sistema reaccionará inhibiendo la producción de liberaciones
adicionales del gas. La ventaja de esta forma de almacenamiento es el peso relativamente
alto asociado al material absorbente: en el mejor de los casos se llega a aproximadamente el
7% del peso del hidrógeno total. Esto impide la utilización de este método en el caso de la
aeronavegación, por ejemplo, tiene escasa relevancia en el caso de unidades estacionarias
de almacenamiento.

El almacenamiento del hidrógeno como hidruros es especialmente útil y conveniente en el


caso de pequeños sistemas energéticos aislados, como hogares en zonas rurales, dónde la
electricidad puede generarse a partir de las energías eólica, solar o pequeñas plantas
hidroeléctricas.

REFERENCIA BIBLIOGRÁFICA

1. Dinga Gustov P. Hidroegen. The ultimate fuel and energy carrier. En: Int J.
Hydrogen Energy. Vol.14,No.11, pp777-784. 1989.

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