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Historia Sin Memoria La Cotidiana Recurrente
Historia Sin Memoria La Cotidiana Recurrente
Rogelio Altez1
Recibido: marzo, 2005 / Aceptado: abril, 2005
Resumen
Los recientes eventos hidrometeorológicos de febrero de 2005 en el estado Vargas, volvieron
a recordar a habitantes, opinión pública y autoridades, la recurrencia y cotidianidad de estos
hechos en toda la región litoralense. Sin embargo, la propia ocurrencia de este evento (menor
en sus características al de 1999), representa el sentido contradictorio que significó la catástrofe
vivida cinco años atrás: ausencia de respuestas, inversiones perdidas, utilización a convenien-
cia de la tragedia, repetición de las graves consecuencias económicas y sociales, inmediatez en
las decisiones y la renovación del dolor común. Por otro lado, destacó un aspecto importante:
el recuerdo vivo en las comunidades de la tragedia anterior, permitió la puesta en práctica de
recursos adaptativos ante el evento, logrando con ello salvar vidas y una rápida recuperación
afectiva. Sin embargo, entendiendo que recuerdo no significa memoria, la interrogante acerca
de si es posible afirmar que ya se obtuvo una ganancia estructural en la memoria de la sociedad
de la región, respecto de la recurrencia de estos eventos y de la convivencia con ellos, continúa
vigente. En este trabajo se explora esta problemática y se revisa el perfil histórico de los desastres
en el litoral.
Palabras clave: estado Vargas; desastres; memoria; catástrofes históricas.
Abstract
The recent hydrometeorology events in February 2005 at Vargas State, made inhabitants, public
opinion and authorities remember recurrence and daily character of these facts on the entire
coastal region. However, this event occurrence itself (minor in his characteristics to the one of
1999), represents the contradictory sense that meant the catastrophe lived five years ago: Lack
of answers, lost investments, utilization of the tragedy for personal convenience, repetition of
serious economic and social consequences, immediacy in the decisions and the renewal of the
common pain. In addition, an important aspect is highlighted: The lively recall of the previous
tragedy communities allowed the implementation of adaptive resources to face the event, su-
cceeding in saving lives and a fast affective recuperation. However, understanding that recall
does not mean memory, the question of the possibilility of affirming that a structural profit in
the region society memory has already been obtained with respect to the recurrence of these
events of the cohabitation with them, is still present. This problem is explored in this work and
the historic profile of disasters on the littoral region is also checked.
Key words: Vargas State, disasters, memory, historic catastrophes.
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Figura 2. Imagen satelital de un sector del estado Vargas. Los señalamientos numerados corresponden a los
siguientes abanicos o zonas de explayamiento: 1, Quebrada Piedra Azul, Maiquetía. 2, Quebrada Osorio,
La Guaira. 3, Quebrada de Punta de Mulatos, Punta de Mulatos. 4, Quebrada de baja a un lado del camino
que conduce a San José de Galipán, Macuto. 5, Quebrada de La Veguita, Macuto. 6, Quebrad de El Cojo,
Macuto. 7 Quebrada de Camurí Chico. 8, Río San Julián. 9, Quebrada Seca, Tanaguarena. 10, Quebrada
Cerro Grande, Tanaguarena. 11, Carmen de Uria. (https://zulu.ssc.nasa.gov/mrsid/mrsid.pl)
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mentales de la misma. En ese sentido, cipios del siglo XIX no se alcanzaban los
la información posee características 10.000 habitantes en toda la extensión
particulares que le identifican con los que hoy ocupa el estado Vargas (véanse
procesos históricos a los que pertenece.” los datos antes presentados, tomados de
(Grases et al., 1999:16). Díaz, 1817; para más información, recur-
En este sentido, ciertos aspectos rir al propio texto de Díaz), ¿cómo pue-
básicos sobre la investigación histórica den medirse los eventos catastróficos en
no fueron considerados en la búsqueda comparación con la actualidad, donde
de comparaciones con las lluvias del ’99. el desarrollo urbano y poblacional es
Por ejemplo: donde no hay habitantes radicalmente distinto al del pasado? Evi-
(es decir, donde tampoco hay construc- dentemente, los aludes de 1999 causaron
ciones e intereses), no se produce infor- más daños que el terremoto de 1900, por
mación. Esta lógica básica es la que per- ejemplo, por el simple hecho de haberse
mite advertir que no se puede comparar producido en un contexto más poblado y
la intensidad de un desastre presente con desarrollado (Figura 3).
otros eventos del pasado, si no existen La lógica inversa, esto es: magnificar
datos que permitan establecer esa com- el pasado en comparación con el presen-
paración. En una región en la que a prin- te, es también un error metodológico.
Figura 3. Grabado de Macuto hacia finales del siglo XIX. Tomado de Martin (1888)
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Figura 4. Detalle del plano de González Dávila, donde enseña las reparaciones realizadas en el Fuerte El
Gavilán a raíz de los temporales de 1781, al cual le levantó una “muralla en forma circular”. (González
Dávila, 1784)
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con el cual arribaron algunas embarca- sus vidas corrian a las Alturas; en las
ciones de las que se hicieron á la vela el que los Castillos y Baluartes situados en
dia anterior por causa del temporal: á ellas padecieron notables ruinas como
las 12½ salió el Río de su cause; rebosó los caminos de comunicación y Plazas
los 5 puentes de su comunicación que de armas. Todos los presidiarios antes
fueron derribados porque sus arcos a de que fuesen ahogados obtuvieron la
pesar de la solida construccion embal- livertad. Del cerro que está á espaldas
sados con los arboles y materiales que de la casa de la Factoría se desprendió
vomitaba la corriente no podían resistir una piedra de 30 á 35 qqs. de peso sobre
tan formidables estorvos: las calles con- un almacen sin que hubiese una desgra-
tiguas situadas a la parte baja del Pueb- cia que el perjuicio hecho al edificio. Los
lo dominadas por la corriente fueron materiales que arrojaba el Rio se aban-
inundadas, de forma que una embar- zaron al Mar en parages a distancias de
cación que calase de 8 á 9 pies de agua 50 toesas formando con las puntas una
podia flotar en el curso de ellas y prueva nueba costa en donde antes no se veia
de ello son las Piedras que se conducían sino multitud de peñas grandísimas.
de 20 á 100 quintales que se hallaban Todos los Pueblos y costas inmediatas
en medio de las calles, unas, otras acon- han padecido estragos a proporción. La
chadas contra las Murallas, Puerta de confusion de este dia fue tanta que no es
las trincheras y sus inmediaciones, con comparable con la que infunden los mas
porcion de arboles diformes. La rapida sanguinarios enemigos quando acome-
violencia de las aguas no respetaba cosa ten á sangre y fuego una Plaza.
artificial ni aun de las naturales. Todos [219 edificaciones fueron dañadas;
los conductos que salen al Mar por la también las fortificaciones y todos los
Muralla circular de la Plaza, cegaron edificios militares]. La naturaleza por
de sus resultas se formó un lago conside- una casualidad o por un inmenso tesoro
rable que se estendia desde el Rio hasta podrá volver a proporcionar al Pueblo el
la Puerta del Muelle en altura de vara y propio cause que el Rio tenía: éste se ha
media en la calle y casas. Los Parques cegado de tierra, ripio, piedra y made-
de Artillería, Fortificación, Maestranzas ras superior en parte por algunas calles
y Bovedas, fueron anegadas: en medio en mas de dos varas. La voz comun con-
de esta ruina ha padecido mucha gente fiesa que la causa de tan terrible daño
cuyo número aun se ignora. Para pro- procede de los desmontes, banqueros,
porcionar desagüe a la Mar se sacaron piedras arrancadas y demás que se a-
de los Baluartes piezas de artillería para rrojó a orillas del Rio y vertientes de la
brechar la Muralla y romper la Puerta avertura de los caminos de las alturas y
de la Marina: produxo el efecto pen- con el torrente impetuoso de las aguas
sado: en tanto se obraban y se discu- precisamente por su gravedad habian
rrian las providencias, los habitantes del de descender a la parte mas profunda
Pueblo no hallando donde poner a salvo que es el Rio: esto parece probarlo el que
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Figura 5. Plano de La Guaira en 1778. Sobre este escenario irrumpieron las lluvias de 1798. Fuente: detalle
del Plano de la Plaza de La Guaira con todos sus Castillos y Baterías, Anónimo, 1778. Servicio Histórico
Militar, sección Venezuela, E-12-6, Nº 6096, Madrid. (Tomado de Amodio et al., 1997:93)
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Los propios de esta villa están muy conmoción del aire. Su alarma sin em-
cortos: la carnicería, la plaza y un dere- bargo en este particular fue innecesaria
cho de río sobre buques extranjeros con pues como no tenía conocimiento de sus
destino a reparar su cauce; escasamente colores independientes no les acordé esa
bastarán para mantener la adminis- atención, pero desembarqué y tuve una
tración, y en el día ni aun estos existen entrevista con el Comandante quien me
por las ruinas de la plaza y matadero, exigió desembarcar la gente de mi Navío
(...). para sacar los cadáveres de las ruinas y
[La Diputación debe atender en pri- llevarlos para ser incinerados en la pila
mera instancia a]...la carnicería y la fúnebre general, siendo impracticable
plaza pública, para enseguida atender llevarlos al mar para depositarlos en él
a las demás, como son la limpia y repa- por razón de una fuerte marea.” (Archivo
raciones de las desgraciadas ruinas. de la Academia Nacional de la Historia,
Pero cuanto todo pudiese hacerse, Public Record Office, TomoV-29, 1811-
nada se adelantará si el vecindario no 1812, Thomas Forrest a Stirling, desde el
fija su residencia; la apatía en que yace Navío Cyané, Curazao, 30-mar-1812).
desde el terremoto es efecto de la incer- “Since my arrival here, one of the
tidumbre en que viven los propietarios y greatest calamities has occurred at this
no propietarios sobre la localidad de la place that ever happened in any country.
población; la experiencia ha enseñado y On the 26th ult. whilst on board, I heard
la seguridad individual conoce las ven- a most dreadful report of an earth-
tajas de refundarla en sitio escampado, quake: it lasted, at nearly as my recol-
y, por otra parte, la seguridad de intere- lection will serve, about two minutes. I
ses y comercio exigen sea dentro de mu- soon learnt that the town of La Guaira
ros; (...)” Archivo General de la Nación, was laid in ruins, and that numbers of
sección Gobernación y Capitanía Gene- the inhabitants were killed and buried
ral, Tomo CCXX, Documento 171, folio in them. (…) The rocks and mountains
248, Gerardo Patrullo a la Diputación de were rent asunder; and it is impossible
La Guaira, 17-ago-1812. for pen to describe the devastation oc-
“...he presenciado personalmente la casioned by his horrible explosion. The
situación calamitosa de los habitantes cargo which I was to have taken on
de La Guayra. No hay sino 3 casas en board has shared the fate of nearly all
pie y están tan conmovidas que se teme the goods in the city, and has been swal-
más peligro de ellas que de aquellas que lowed up in the general ruin. When the
están en ruinas. Los fuertes y los alma- shock was first felt on board, every per-
cenes están destruidos enteramente o son was impressed with the feeling that
en un estado tan ruinoso que no se atre- the ship was beating to pieces on the
ven a disparar desde ellos. Al anclar un rocks.” (Capitán Cuthbert, en el navío
oficial fue enviado a exigirme que no Highlander, La Guaira, 01-abr-1812, The
saludase, tanto temían aun la menor London Times, Viernes 29-may-1812).
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“(…) La Guayra sufrió aun más y sobre sus cables; y los que estaban fon-
tal ha sido el caso en los lugares de las deados mas cerca de tierra, ó mas es-
costas vecinas a ella; enormes masas de peuestos á la marejada que venian por
cerros se han desprendido de las cimas y el N. E., fueron arrancados y arrojados
se han precipitado sobre los valles. Grie- con tanta violencia sobre la costa, que
tas profundas en la base de las rocas aun todos se hicieron pedazos, y no podrá
amenazan con nuevos desastres a los sacarse ninguno. Felizmente empezó á
desventurados sobrevivientes quienes se calmarse el mar á las once, y para las
ocupan ahora de enterrar o quemar a los dos de la tarde se serenó enteramente.
muertos y en socorrer a los numerosos El número de los ahogados en la bahía
heridos que perecen por falta de asis- y en la playa, sin poder ser socorridos,
tencia médica, abrigo y otros cuidados.” llega á 17, y los buques que se perdieron
(Archivo de la Academia Nacional de la son los siguientes: El bergantín Palo-
Historia, Public Record O-ffice, Tomo V- mo; las bombardas General Morillo, y
29, 1811-1812, Suplemento a la Gaceta de Sacra Familia; y barca Caraqueña, de
San Thomas, Jueves 09-abr-1812). la carrera de España. Una goleta y un
guairo salineros de este puerto. Las go-
Temporal del 22 de octubre de 1817 letas danesas Elisabet y la Victoria, y la
“Al anochecer del 21 de Octubre último balandra inglesa Capitan Botina. Por
se habia observado el horizonte muy disposición del comandante de la Plaza,
cargado, y con una singularidad por que manifestó el mayor celo y actividad,
la parte N. E. al mismo tiempo que la se colocaron varios trozos de tropa para
costa estaba muy clara y despejado impedir el robo de los efectos que arrojó
el cielo por la parte de la tierra. A las el mar, y de los que habia a bordo de los
diez de ella empezó a picarse el mar, buques naufragados.” (Anónimo, 1817).
en términos, que al rayar el día 22, los
botes que, según costumbre vinieron a Temporal del 21 de diciembre de 1822
tierra en busca de provisiones, se zozo- “Gran tempestad en La Guaira perdién-
braron casi todos. Fue enfureciéndose dose 16 buques á la 1 am del 21 de
progresivamente, y á las siete princi- diciembre de 1822.” (Landaeta Rosales,
piaron á venir á la costa algunas em- 1900: 2).
barcaciones mayores. Desde esta hora
se arreció tanto el tiempo, que rompían Mar de leva en 1838
las olas á una distancia increíble, y á “Gran mar de leva en La Guaira en
mas de 10 brazas de fondo. Todos los 1838.” (Landaeta Rosales, 1900: 2).
buques se prepararon para hacerse á
la vela; pero era tanta la calma, que no Mar de leva del 2 al 5 de diciembre
pudiéron lograr este medio, único de de 1887
salvarse. Fue imposible entonces que los “Gran mar de leva en las costas de
buques se mantuviesen por mas tiempo Venezuela, causando estragos en La
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Figura 6. Fotografía del tren Caracas-La Guaira hacia 1888. Tomado de Martin (1888)
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Figura 7. Fotografía de los daños sufridos por La Guzmania, Macuto, con el terremoto de 1900. Tomada de
El Cojo Ilustrado
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Figura 8. Familias damnificadas por las lluvias de 1938. Tomada de El Universal, 1-dic-1938: 1
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Figura 9. Imagen de la entonces recién inaugurada autopista Caracas-La Guaira en 1953. Nótese las huellas
más destacadas (señaladas con las flechas) de los deslizamientos de 1951 en las montañas. Fotografía base:
Maldonado-Borgoin (1997:178)
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Figura 10. Grieta en la playa del hotel Sheraton. Fotografía tomada del informe de la Comisión Presidencial
para el Estudio del Sismo (1978)
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sus cauces, depositando en las terrazas una frontera, sino en una medida, desde
de sus márgenes un altísimo volumen de la cual habría de levantarse un nuevo es-
sólidos (ocho millones de metros cúbi- tado y un nuevo futuro para la sociedad
cos, aproximadamente, según Herrera et de la región (Figura 11). “Millardos de
al., 2000), responsables de la transfor- bolívares y cientos de millones de euros y
mación del paisaje de la región. La zona dólares fueron invertidos en obras cuya
de mayor daño y mayor acumulación misión estaba clara: desarrollar infraes-
sedimentaria se halló entre Macuto y Ta- tructura capaz de reducir los impactos
naguarena (Schmitz et al., 2001), al este de un evento como el de 1999. Es decir,
del litoral, en donde tuvieron lugar las ese evento era (o debería ser) la medida
más grandes destrucciones y números de de cualquier decisión, construcción, pla-
muertes en comparación con en el resto nificación o intervención. ¿Qué sentido
de la región. habría de tener invertir en obras que no
El impacto causado por este desastre estuviesen preparadas para enfrentar
condujo inmediatamente a suponer que consecuencias como esas? Sin embargo,
se trataba de un evento único en la his- y tal como ha sido evidente, las lluvias
toria de Venezuela y de la propia región. de febrero de 2005, menores en intensi-
Ciertamente, y como se ha entendido, dad y precipitación, generaron un símil
nunca antes había tenido lugar un even- afortunadamente menos trágico. O sea,
to como este en un contexto histórico y entre la fortuna de no haber enfrentado
social como el actual. Por ello, es acer- una vaguada de mayores proporciones
tado afirmar que las consecuencias que y la ganancia obtenida por la experien-
estos fenómenos produjeron son únicas, cia pasada, los guaireños sortearon
pero no lo es el señalar que se trata de una circunstancia que claramente no
un evento con una magnitud única en merecían vivir.” (Altez, 2005: 3).
la historia. Los antecedentes revisados Pronto, luego de aquel diciembre y en
y citados anteriormente pueden ilustrar fechas cercanas, el litoral experimentaría
con mayor precisión las características lo que podrían llamarse ´réplicas´, no
recurrentes de estos fenómenos. en el sentido de un sismo, sino desde la
Como una de las consecuencias más profundización de la vulnerabilidad de la
extraordinarias causadas por este even- región entera. Los desaciertos en la toma
to, fueron creadas por el Estado vene- de decisiones y la aplicación de medidas
zolano nuevas instituciones (como Cor- equivocadas, contribuyeron a fragilizar
poVargas y la Autoridad Única de Área aún más a la sociedad que todavía no se
para el estado Vargas), enteramente levantaba de la tragedia de 1999. Desde
destinadas a la atención del caso, así esa fecha hasta el presente, la región ha
como también fueron aportados para la sufrido estragos por la sucesión de even-
reconstrucción de la región, inmensas tos menores al del ’99. Otro repaso, en
cantidades de dinero en un corto lapso. El este caso captado por observaciones di-
desastre de 1999 se convertía no sólo en rectas, ilustra el caso:
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Figura 11. Ortofotografía de Punta de Mulatos tomada a finales de diciembre de 1999. (Cedida por la
Autoridad Única de Área para el estado Vargas)
Lluvias del 15 de noviembre de 2000 go de 1999 fueron vencidos por las olas.
Aludes de barro en Pariata, Maiquetía, Sepultada en arena la Playa Alí Babá, en
y en la quebrada Curucutí, Montesano. Camurí Chico. Oleaje destruye quioscos
5.000 personas evacuadas y 800 pierden en playa del antiguo hotel Meliá. (Obser-
sus viviendas. (Información obtenida por vación directa), (Figura 12).
observación directa).
Lluvias del 8 al 10 de febrero de 2005
Lluvias del 4 de diciembre de 2001 36 horas de lluvias vuelven a causar da-
Desbordamiento de las quebradas de ños en el litoral. Se desbordaron todas las
Galipán y Camurí Chico. En Macuto se quebradas en el estado Vargas. Durante
tapiaron los sótanos de varios edificios. casi dos semanas la carretera a Naiguatá
Vías incomunicadas por dos días. (Ob- quedó incomunicada por deslizamientos
servación directa). y sin luz eléctrica ni telefonía básica. Los
puentes del río San Julián en Caraballeda
Coletazo del huracán Iván del 8 de quedaron colmatados por sedimentos.
septiembre de 2004 Los muros de gavión construidos luego
Árboles arrancados de raíz en Macuto. de 1999 para contener deslizamientos
Los nuevos malecones construidos lue- en taludes a los lados de las vías, fueron
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sepultados por barro. En Camurí Grande Seca, Uria, Naiguatá y Camurí Grande.
quedaron sepultadas viviendas, inte- En el barrio Quebrada Seca se destru-
rrumpida la comunicación por obstruc- yeron las viviendas ubicadas en las már-
ción de puentes y hubo familias damni- genes de la quebrada. Deslizamientos
ficadas. En Camurí Chico el agua de la anegaron toda la vialidad del este. (Ob-
quebrada superó la vía e hizo que parte servación directa), (Figura 13).
de la misma colapsara. En Tanaguarena
volvieron a inundarse los sótanos de los
edificios, quedando propiedades sepul- Conclusión: vivir en el post-
tada en barro. En Las Quince Letras, desastre
Macuto, el barro de la quebrada El Cojo
superó y sepultó el puente por días. 5 Entre impacto y efecto existe una dife-
muertos en total. 300 familias aisladas rencia fundamental: el primero golpea
en Chichiriviche por deslizamientos en súbitamente y el segundo afecta a me-
carretera. Oricao aislada por los mismos diano y largo plazo. El impacto del de-
deslizamientos. Parroquia Caruao ais- sastre de 1999 en el litoral central puede
lada por deslizamientos en la carretera. entenderse en las consecuencias sufridas
Hacia el este del estado Vargas se des- de inmediato: aislamiento; interrupción
bordaron con arrastres de sedimentos y de la cotidianidad; crisis social; pérdidas
rocas los siguientes ríos y quebradas: El mil millonarias en infraestructura; des-
Cojo, La Llanada, San Julián, Quebrada plazamiento masivo; caos asistencial; en
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Figura 13. En el recuadro A se observa el estado del barrio Quebrada Seca (Caraballeda), en octubre de
2004, tal como se hallaba años después de los aludes de 1999. Es notorio el paso del cauce entre las casas,
por donde antes se encontraba una calle. En el recuadro B se aprecian las consecuencias de las lluvias de
febrero de 2005 y el agua corriendo por su cauce nuevamente. Fotografías y composición: Rogelio Altez
fin, todas las condiciones que identifican espacio para su desplazamiento, produ-
a un desastre. Los efectos (de dimensio- ciendo avalanchas destructoras cuyas
nes ciertamente nacionales), se apre- alturas, inclusive, sirvieron de referente
cian en una velocidad más lenta y en un al imaginario colectivo o de testimonio
presente más crítico: crisis institucional traumático a más de un sobreviviente.
prolongada; aprovechamiento político Sin embargo, cuando las lluvias de fe-
de las circunstancias; decenas de miles brero de 2005 cayeron sobre los cauces,
de reubicados en crisis por ausencia de hallaron espacio suficiente como para
planificación; empobrecimiento y mar- correr con pocos obstáculos y derra-
ginalización de las zonas urbanas; inva- marse ampliamente hacia los lados.
siones a viviendas en ruinas; retorno ma- Asimismo, la intensidad de las precipi-
sivo a zonas en riesgo; enriquecimiento taciones fue menor a la de cinco años
de autoridades y contratistas inescru- atrás, con lo cual el flujo producido por
pulosos; toma de decisiones politizadas sus arrastres tampoco obtuvo resulta-
que afectan la reconstrucción; y debido a dos voluminosos.”, (Altez, 2005: 5).
todo ello, finalmente, la profundización Cinco años después de la tragedia,
de la vulnerabilidad en las comunidades el estado Vargas aún vive en medio de
de toda la región. condiciones que son el producto fresco
Con las lluvias de febrero de 2005, de las lluvias de 1999. Evidentemente,
todo esto resultó evidente, a pesar de que en contextos subdesarrollados como lo
las características de este evento fuesen representan algunos países latinoameri-
menores en relación a 1999: “Cuando canos, los desastres de gran envergadura
las lluvias de 1999 avanzaron sobre pueden llegar a causar traumatismos
los cauces y alimentaron los flujos de severos en las sociedades donde sobre-
sedimentos, se encontraron con poco vienen, generando con ello disrupcio-
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