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El conflicto de la UNAM:
una historia inconclusa
Por Pablo González Casanova*
bierno de la Universidad no tardó ni una semana en nombrar- los que acompañaron damas o “mujeres vestidas de blanco” y
lo con el argumento de que era muy peligroso dejar un largo abogados celebérrimos. Frente a todos ellos marcharon y se
tiempo a la Universidad sin Rector. Los estudiantes considera- manifestaron varias organizaciones de pobladores urbanos, de
ron la rapidez de la Junta como una prueba más de su falta de movimientos populares y de sindicatos obreros, con no pocos
autonomía: y que el elegido era “el rector del Presidente”; só- padres de familia que habían sido huelguistas en l968 y que te-
lo parecieron reconocer que era un político más avezado que nían a sus hijos entre los paristas del ‘99.
el anterior.
Los medios electrónicos se apoderaron de la escena; con
Durante ese tiempo se habían agudizado una serie de lu- la gran prensa empezaron a tomar iniciativas para participar
chas en el seno del Consejo General de Huelga y también en en la construcción del conflicto real a través de noticias, co-
el de las autoridades universitarias y sus órganos colegiados. mentarios e imágenes que lo animaban.
En cada parte las luchas internas se daban entre moderados y
duros. En el CGH se distinguían las categorías de “los mode- Los gobernantes de carne y hueso tuvieron su parte. Las
rados” y “los ultras”. Entre las autoridades había algunas co- declaraciones del presidente Zedillo y de otros altos funciona-
rrientes más inclinadas a la negociación y otras que insistían, rios, ora amenazadoras, ora conciliadoras, a menudo se inter-
con distintos tonos y argumentos, en el uso de la “fuerza le- pretaron en relación con los proyectos privatizadores de la
gal” y en “la recuperación del estado de derecho”. Enfrenta- educación y la electricidad, y llevaron a reparar en los funcio-
mientos y acercamientos entre las dos partes daban un carác- narios del Fondo Monetario Internacional y del Banco Mun-
ter irregular al conflicto, con vaivenes de aliento y desalien- dial que en declaraciones sucesivas exigían al gobierno acele-
to, con momentos en que predominaba la negociación y otros rar el paso en la privatización de la industria eléctrica.
en que la represión cobraba la delantera, todo entre variantes
contradictorias en cuanto al uso de la persuasión, la intimida- El empleo de grupos de choque (acusados de “porros”),
ción, el reproche o la sanción. el de servicios de espionaje (acusados de “orejas”) y el de
“agentes provocadores” (disfrazados de “ultras”) fue motivo
Desde los inicios del conflicto éste se fue complicando. La de múltiples enojos entre los paristas, mientras la presencia
llamada comunidad universitaria se dividió entre los partidarios de agentes de las organizaciones rebeldes del Ejército Popu-
del rector y los del Consejo lar Revolucionario y del
General de Huelga. Aunque Ejército Zapatista de Libe-
pronto aparecieron grupos ración Nacional fue denun- 39
“Entre otros actores muy importantes que entraron en es-
de mediación y algunos de ciada por los partidarios de
cena se encontraron las organizaciones patronales que lle-
ellos lograron cierto apoyo, las autoridades o por las au-
garon a exigir hasta el cierre de la UNAM, así como nú-
todos los aspirantes a media- toridades mismas. A la gran
cleos considerables de la clase media alta que hicieron ma-
dores sufrieron embates que variedad de actores y de lu-
nifestaciones de automóviles con luces encendidas y zum-
anularon finalmente sus es- bidos de bocinas, y a los que acompañaron damas o “mu-
chas se añadieron cambios
fuerzos. El conflicto tam- jeres vestidas de blanco” y abogados celebérrimos.”
continuos en los enfrenta-
bién se complicó por ser un mientos y los acercamien-
año de elecciones para la tos. El uso del diálogo y la
Presidencia de la República búsqueda de consensos pa-
y para el Congreso de la Unión. El partido oficial, el de centro recieron siempre encontrar obstáculos insuperables.
derecha y el de centro izquierda lanzaron acusaciones contra sus
respectivos opositores. Los acusaron de querer manipular la El nuevo rector inició un proceso de conciliación en el
universidad para ganarse a los estudiantes, o de buscar que es- que involucró no sólo a los directores, sino al Consejo Uni-
tuviera cerrada hasta después del dos de julio, una vez que se versitario, a los profesores, los estudiantes y el personal ad-
hubiera decidido la sucesión. Las acusaciones se volvieron más ministrativo. Su meta pareció consistir en convencerlos que el
agrias, al ser Cuauhtémoc Cárdenas candidato de la izquierda a único camino para la solución era dialogar, conceder todo lo
la presidencia y Jefe de Gobierno del Distrito Federal, y al en- que no afectara los valores académicos y aceptar la necesidad
frentarlo sus críticos al dilema de tolerar el desorden de mani- de una profunda reforma universitaria. Al mismo tiempo, el
festaciones y marchas que cerraban calles, avenidas y plazas, o nuevo rector reactivó el diálogo con el CGH y preparó un
de usar la fuerza pública para poner un alto a los desmanes, en plebiscito en el que también participara el estudiantado, el
cuyo caso se ganaría el resentimiento de sus propios partidarios, profesorado y el personal administrativo. En el plebiscito una
lo que de hecho ocurrió con una intervención policíaca en la que altísima proporción de los universitarios –sobre todo del per-
numerosos huelguistas fueron humillados. sonal académico- aprobó el fin de la huelga así como las pro-
puestas de rectoría para derogar el reglamento que había au-
Entre otros actores muy importantes que entraron en esce- mentado las cuotas, para suspender las relaciones de la
na se encontraron las organizaciones patronales que llegaron a UNAM con un instituto extrauniversitario encargado de rea-
exigir hasta el cierre de la UNAM, así como núcleos conside- lizar los exámenes de admisión, para organizar un programa
rables de la clase media alta que hicieron manifestaciones de de regularización de cursos y para realizar un congreso uni-
automóviles con luces encendidas y zumbidos de bocinas, y a versitario que decidiera sobre otras demandas, incluida la
reestructuración de la UNAM. La propuesta del rector -con- El 6 de febrero la fuerza pública tomó ciudad universita-
validada por el Consejo Universitario- hacía suyo el compro- ria y otras instalaciones. La reanudación de clases se hizo con
miso de retirar las acusaciones contra estudiantes paristas. El más de mil paristas presos, muchos de los cuales fueron poco
CGH contestó con una consulta abierta en la que según decla- a poco liberados. Frente a la rectoría se instalaron grupos de
ró participaron medio millón de personas que votaron contra padres de familia que pidieron la libertad de sus hijos. Levan-
la propuesta del rector. En el interior del CGH triunfaron las taron tres cruces, en las que cada día se crucificaban simbóli-
corrientes llamadas “ultras” cuya base ideológica pareció me- camente tres hombres o mujeres, en un acto de protesta profa-
nos clara que su resentimiento social y que un autoritarismo no y macabro. Varios manifestantes se sacaron sangre de las
y voluntarismo profundos vinculados a agresiones verbales y venas y con ella escribieron en las paredes: Libertad a nuestros
físicas contra quienes no los seguían. Persuadidos de repre- hijos. Libertad a los estudiantes. Libertad a los presos políti-
sentar esencialmente los intereses de la base, muchos activis- cos. En casi toda la universidad surgieron agresiones verbales
tas “ultras” dejaron de consultar y atender a la base que se y a veces físicas mientras seguían las movilizaciones políticas
alejaba de ellos y que no se sentía representada por ellos. Su y las gestiones legales para la liberación de los presos.
proyecto democrático se vino abajo. Los “moderados” del
CGH también perdieron. Perdieron igualmente los simpati- La lucha por la explicación de lo ocurrido continuaría en-
zantes de los partidos de izquierda y de los movimientos in- tre descalificaciones y legitimaciones contundentes, y bajo
surgentes como el EZLN que les pidieron aceptar los triunfos supuestos que en sí mismos son parte del enredo. Entre ellos
obtenidos y continuar la lucha en el seno del Congreso Uni- anda la sospecha de que todo el paro fue planeado para de-
versitario, una vez reabierta la Universidad. mostrar la ingobernabilidad de la universidad, e iniciar la re-
forma neoliberal y privatizadora de la educación superior en
Ya desde mediados de noviembre el subcomandante México precisamente por el cordón más fuerte del sistema: la
Marcos le había dicho a un grupo de paristas que habían ido UNAM. Pero si esa sospecha es discutible, y si a ella fácil-
a visitarlo: Yo los quiero un chingo a todos ustedes y siempre mente puede oponerse un estilo de actuar que corrige sus po-
los vamos a apoyar hasta el líticas cuando los efectos
fin, pero deben dejar de ac- no esperados son adversos,
tuar con la vieja práctica no cabe duda que a partir de
política de no escuchar y de algunos hechos se puede
“Así, no cabe duda que un diálogo en que la autoridad
cerrarse al diálogo... deben profundizar en el problema
constantemente irrita y calma, intimida y atrae, casti-
40 permitir las opiniones di- de la privatización del siste-
ga y perdona a su opositor, es un diálogo en que la au-
vergentes y no reprimir a ma educativo y en sus efec-
toridad, o se reserva un final represivo, o provoca un fi-
los estudiantes que opinan tos buscados y no buscados.
de diferente manera” (El
nal represivo o es víctima de un final represivo.” Así, no cabe duda que un
Día, 24/1/2000). Todo fue diálogo en que la autoridad
inútil. El viejo modo de ha- constantemente irrita y cal-
cer política autoritaria pre- ma, intimida y atrae, casti-
valeció. Como haría ver más tarde Octavio Rodríguez Arau- ga y perdona a su opositor, es un diálogo en que la autoridad,
jo: los activistas “exigieron que se les tomara en cuenta como o se reserva un final represivo, o provoca un final represivo o
si tuvieran la representación de estudiantes y académicos. es víctima de un final represivo. Pensar en un amplio diálogo
Exigieron que se respetara su forma de organización no orga- universitario con estudiantes presos o indiciados pareció co-
nizada. Ellos en cambio no respetaron otras formas de orga- mo abrir la puerta a un futuro ilusorio y en realidad inestable
nización de estudiantes, académicos y administrativos. No y autodestructivo de la universidad. De todos modos a poco
quisieron darse cuenta que muchos universitarios que al prin- de regresar a sus actividades (entre la liberación de la inmen-
cipio simpatizaron con ellos ahora los repudiaban o ya no se sa mayoría de los estudiantes presos, manifestaciones, paros,
sentían representados por ellos” (cf. Octavio Rodríguez Arau- y nuevos motivos de conflicto como cuando en la Semana
jo. “Sumar y no restar”. La Jornada, 9/3/2000). Santa el Rector pidió que la policía cuidara las instalaciones
universitarias), en medio de hechos tan encontrados, el diálo-
Siguió el paro. En la “opinión pública”, entre los televi- go entre autoridades y huelguistas se reanudó, y por momen-
dentes y lectores de periódicos, universitarios y no universita- tos pareció mostrar un trato más cortés en los participantes y
rios, empezaron a cobrar autoridad creciente quienes clama- ciertas posibilidades de acuerdos.
ban por el uso de la “violencia legal”. El lº de febrero hubo un
enfrentamiento entre paristas y antiparistas en una escuela. El En cualquier caso, una inmensa tristeza acompañó la ale-
saldo fue de 37 heridos y 248 detenidos. El 4 de febrero se reu- gría de la reapertura de la universidad, con la conciencia de
nieron los paristas con el rector sin que llegaran a ningún una seria amenaza a la Universidad Nacional mientras conti-
acuerdo. Aquellas autoridades universitarias inclinadas a ha- núe el proyecto de privatización de la educación superior, un
cer respetar el estado de derecho por la fuerza pública y a acu- proyecto auspiciado por el Banco Mundial, la Organización
dir a las instancias legales correspondientes se volvieron ma- de Cooperación y Desarrollo Económico, la Asociación Pa-
yoritarias y manifestaron su posición cada vez más abierta- tronal de la República Mexicana y altos funcionarios del go-
mente. bierno de México, un gobierno éste que se encuentra por cier-
to, incluso a principios del siglo XXI, a la cabeza de la orto- fondo no se alcanzará y, por supuesto, si esos problemas se
doxia neoliberal. (cf. Pablo González Casanova. “Neolibera- resuelven, será necesario plantear otros, como la democrati-
lismo y Universidad. Un análisis documentado”. De próxima zación de las universidades que al mismo tiempo limite el au-
publicación). El peligro pareció confirmarse no sólo con el toritarismo y logre altos niveles académicos, y como la demo-
grave conflicto sino con tendencias cada vez más conocidas, cratización del país que haga efectivo el camino a la justicia
como la disminución de recursos federales para la educación social y la paz; pero todos esos problemas exigen una base
superior y los planes nacionales y mundiales para la privati- política, social, cultural y económica que el neoliberalismo se
zación y comercialización de la enseñanza. niega a forjar.
La información ocultada y negada sobre la creciente ba- En cuanto a la búsqueda de una alternativa pensamos que
ja de subsidios gubernamentales a las universidades no impi- se debe basar en los significados teóricos y prácticos del mo-
dió realizar cálculos reveladores. Si se analiza bien la infor- vimiento, y, con ellos, en la precisión de un proyecto de refor-
mación disponible se advierte la sistemática caída del subsi- ma universitaria que alcance grandes consensos en torno al
dio federal a la educación superior. Como porcentaje del PIB, derecho universal a la educación, que reestructure el sistema
el subsidio pasó del módico 0.84% en 1994 al 0.54% en el educativo a todos los niveles, combinando los métodos clási-
año 2,000. Como parte del total del subsidio federal pasó de cos y electrónicos de la educación, y articulando una red de
ser el 28% en l987 a sólo el l5.00% en el 2,000. La caída del redes de instituciones públicas y privadas de investigación,
subsidio federal se refleja todavía más en los gastos por alum- enseñanza y difusión de las ciencias y las humanidades, de las
no en la educación superior: si en l977 eran de $ 20.560 en el artes y las técnicas, a fin de impartir, como es perfectamente
2000 sólo llegaban a l3.972, a pesos constantes de este último posible en nuestro tiempo, mejor educación para más. (vid.
año. ( Vid. José Gandarilla. “Sobre algunos cálculos del sub- Pablo González Casanova, “Educación para todos”. La Vasi-
sidio a la educación superior. Errores y omisiones”. En prepa- ja, año 2, Vol. 2, No. 4, enero-abril de 1999, México, pp. 22-
ración). País de jóvenes excluidos y empobrecidos, sólo unos 42). Ese proyecto implica también la democratización de la
cuantos que son excepción, van a universidades públicas y enseñanza universitaria y del país, y una redefinición de la
privadas, éstas necesariamente elitistas y aún más excluyen- democracia y del conocimiento como poder; del poder no só-
tes, y aquellas seriamente afectadas y amenazadas en sus fun- lo como estado y mercado, sino como estado y como socie-
ciones e incluso en su sentido público y nacional. dad, muy desigual, injusta e inequitativa, es decir, como esta-
do y como sociedad que plantean la necesidad de una ética
Mucho de lo ocurrido se explica por una política de edu - política basada en la fuerza de las organizaciones democráti- 41
cación con pobreza, y por una política de educación para cas de estudiantes, profesores, trabajadores, pobladores urba-
aceptar “disciplinado” el empobrecimiento de uno mismo y nos y rurales, pueblos indígenas... Que esa redefinición en-
de los demás. Ya lo dijo Carlos Monsivais en su carta al Rec- trañe luchas de la más variada intensidad y magnitud por la
tor de la UNAM a raíz de la toma de ciudad universitaria por defensa y ampliación de los servicios públicos y los recursos
las fuerzas especiales: “Una recuperación punitiva no es, cier- nacionales -incluido el conocimiento y la educación superior-
tamente, una devolución universitaria, y de eso se trató: de se- es indudable. No se trata de problemas que en la correlación
ñalar la majestuosidad del poder, de darle una lección perdu- de fuerzas actual vayan a resolver los expertos. La contribu-
rable a los jóvenes, tan arrogantes y desafiantes...” Y más le- ción de los expertos podrá ser importante pero la solución
jos añade: “Quiso ganar, y lo consiguió por un breve lapso, la más profunda sólo se dará con la construcción de las fuerzas
derecha satisfecha de su pedagogía del escarmiento” (La Jor- sociales y políticas que en la Universidad y el país permitan
nada, l0/2/2000). alcanzar esos objetivos. Sin duda allí se encuentra el verdade-
ro problema pedagógico.
Por su parte Sergio Zermeño en un artículo titulado
“UNAM: vigilar y castigar” escribió: “Muchos universitarios
nos hemos cansado de repetir que este no es el camino, que
en realidad con el empleo ilegítimo del plebiscito y de los me-
dios, se ha querido eludir el núcleo central de este movimien-
to que es, por enésima vez lo decimos: la lucha por un mejor
subsidio a la educación superior para que sea posible de esa
manera, elevar la calidad de la enseñanza y ampliar un poco
la matrícula...”Yél mismo agrega: “Todo ello ha de acompa-
ñarse, por razones elementales de justicia social, con la gra-
tuidad de todas las modalidades de la educación pública...”
(La Jornada, 9/3/2000). Notas
Si no se responde con hechos y palabras a esas dos de- * Ex Rector y Catedrático de Ciencias Sociales de la Universidad
mandas: el derecho expreso constitucional y real a la educa- Nacional Autónoma e México.
ción superior pública y gratuita, y mayores recursos para edu- 1. Desde 1948 no se había hecho ningún aumento significativo. Sólo
car mejor a un mayor número de estudiantes, la solución de en 1966 se había aprobado una cuota por exámenes extraordinarios.
El contexto social
Efectivamente, sociedades como la mexicana, “tan lejos La Universidad pública y autónoma, en este contexto,
de Dios y tan cerca de Estados Unidos”, confrontan cotidia- representa el espacio de libertad de pensamiento abierto en
na y permanentemente la polarización de la riqueza y el de- la revuelta estudiantil de 1968 y que en los otros ámbitos de
sarrollo mundiales de manera visible. En estos veinticinco la sociedad se cierra en la medida en que el Estado se torna
años las condiciones de vida de la población se han deprimi- más autoritario o se somete más a los designios del merca-
do al punto de ser reconocidas con preocupación por el Ban- do. La autonomía universitaria, si bien nunca ha llegado al
42 co Mundial, la CEPAL y las más importantes organizaciones nivel de designación de autoridades o determinación del
empresariales del país. De acuerdo con la CEPAL, el 25 % presupuesto, ha sido hasta ahora el mecanismo de preserva-
de los pobres de América Latina se encuentran en México1 ción del espíritu crítico y de la libertad de discernimiento de
país paradójicamente miembro de la OCDE y del Tratado de la sociedad. La libre circulación de ideas y conocimientos,
Libre Comercio de América del Norte (TLCAN). Según el insoslayable para la construcción de la soberanía cultural,
Banco Mundial el 57 % del empleo en México es informal, mientras más se difunden las relaciones de mercado más se
cuyo crecimiento, para colmo del absurdo, justifica el des- restringe a los ámbitos universitarios. Sin embargo, la eliti-
censo en las tasas de desempleo2. zación de la Universidad y su sometimiento a las reglas del
mercado cancela la autonomía del pensamiento, de la con-
La reorganización de la economía mundial, en la que frontación de ideas, de la discrepancia científica y elimina
México se ha insertado ciertamente dentro de su polo más uno de los pocos espacios críticos que permitieron, entre
dinámico, crea virtualidades de bonanza sobre realidades de otros, parar la guerra fratricida en 1994 y abrir nuevas posi-
depredación social y ecológica sin precedentes. bilidades a la democracia y a la política.
Rebelión!
lugar donde las clases conviven y entrelazan sus concepcio- mo y la fragmentación 9.
nes de futuro y, por tanto, el espacio donde se teje el tiem-
po largo de la historia: el espacio de creación de horizontes
Los académicos, sustancia corpórea de la Universidad, con un enorme rechazo por esas formas organizativas y por
se manifiestan con cierta ambigüedad demostrando hasta los procedimientos de decisión que les son propios.
dónde las políticas parceladoras y productivistas del neoli-
beralismo habían cambiado el mapa universitario. No obs- Para este colectivo los procedimientos son tan impor-
tante, muchos, se pronuncian abiertamentente contra la re- tantes como los contenidos. No es posible exigir democra-
forma. cia si no se practica, y los mecanismos de decisión son fun-
damentales en una huelga que, si bien fue ganada en vota-
Los órganos de gobierno universitarios minimizan los ciones, no provenía de una organización previa que la sus-
llamados a transparentar los procedimientos y generalizar la tentara. Por esta razón, y por la desconfianza que caracteri-
discusión. La única participación admitida de la comunidad za a esta generación, las decisiones eran procesadas en las
sería la que pudiera expresarse a través de los propios órga- asambleas locales implantándose un sistema que impedía
nos de gobierno que estaban siendo cuestionados. que llegaran a la plenaria del CGH si no habían reunido un
consenso mínimo de 19 escuelas. Primero era necesario
Los estudiantes, en cambio, tomando la iniciativa orga- construir ese consenso y sólo después, si reunían la aproba-
nizan una amplia consulta sobre el RGP y la defensa de la ción de entre 19 y 28 escuelas podían ser objeto de discu-
gratuidad10, adoptando los nuevos usos políticos introduci- sión y votación en el CGH. Las propuestas con amplio re-
dos por el Ejército Zapatista de Liberación Nacional11, y lo- conocimiento, aprobadas por 29 asambleas locales, ya no se
gran una votación de cien mil personas, tercera parte de la sometían a discusión sino que eran aprobadas automática-
comunidad, pronunciándose por la defensa de la Universi- mente por el órgano central. Es decir, se intentó construir un
dad pública y gratuita. método de decisión que eliminara los liderazgos personali-
zados o los acuerdos de corrientes y que permitiera expre-
Dos días antes del estallidos de la huelga, que pocos sarse a la mayoría de los participantes en el movimiento y
creían posible incluidos los estudiantes que la impulsaban, que impidiera revertir en la plenaria las decisiones adopta-
los funcionarios universita- das por la base.
rios y el propio Rector re-
chazaban la posibilidad de Así también, un pro-
un acuerdo y manifestaban “La falta de cabezas visibles y delimitables dentro del cedimiento similar fue im-
que había que prepararse movimiento y la imposibilidad de los líderes de desli- pulsado en algunas facul-
44 garse del mandato de sus colectivos, y realizar acuer-
para una huelga larga. Así, tades buscando crear las
la mayor y más importante dos en petit comité, fue el eje de definición más impor- condiciones de construc-
Universidad del país entra tante de este movimiento.” ción de consensos y no de
en huelga el 20 de abril de mayorías. La experiencia
1999, después de realizar consistió en una discusión
consultas al efecto en las en varios niveles, a partir
Facultades y Escuelas. Los estudiantes se constituyen en de la formación de lo que llamaron grupos de afinidad, que
Consejo General de Huelga (CGH) en una magna asamblea permitían trabajar en pequeños grupos independientes si-
ese mismo día. multáneamente y verter los consensos particulares en la
asamblea para ahí discutir hasta alcanzar una decisión cons-
truida colectivamente12.
Un movimiento de nuevo tipo
Por supuesto este procedimiento es contrario a los
Los protagonistas del movimiento estudiantil son en su tiempos y estilos acostumbrados por la política cupular y
mayoría jóvenes entre 17 y 24 años, con muy poca expe- fue, al mismo tiempo, argumento de crítica por parte de au-
riencia política, con signos de identidad contradictorios que toridades, medios de comunicación y algunos sectores de
provienen tanto de la incredulidad que desata la caída del intelectuales y razón de la permanencia del CGH como ins-
muro de Berlín y del esfuerzo neoliberal por borrar cual- tancia representativa después de un año, a pesar de todas
quier trazo de memoria histórica, como de las referencias a sus diferencias internas, expresadas agresivamente en algu-
asideros teóricos muy viejos combinados, y en ocasiones nas ocasiones13.
reñidos, con los nuevos horizontes trazados por el movi-
miento zapatista. La falta de cabezas visibles y delimitables dentro del
movimiento y la imposibilidad de los líderes de desligarse
El colectivo que se reúne en el CGH es, sin embargo, del mandato de sus colectivos, y realizar acuerdos en petit
sumamente diverso. A lo largo de sus 12 meses de existen- comité, fue el eje de definición más importante de este mo-
cia ha albergado militantes del PRD, integrantes de corrien- vimiento. Su horizontalidad y la revocabilidad de cualquie-
tes radicales más o menos antiguas dentro de la UNAM, y ra que se apartara de las normas y decisiones del conjunto.
un gran conjunto de estudiantes sin partido, sin corriente, y La más clara expresión de esto fue el nombramiento de una
comisión de ciento veinte miembros rotativos para presen- despojo de las pocas expectativas que albergaban de mejo-
tar trece por vez en la mesa de diálogo con las autoridades; ramiento de su condición social.
la comisión estaba compuesta por un número fijo de repre-
sentantes de cada dependencia pero que a su vez podían ser Esa precariedad cultural, que en su paso por la Univer-
alternativamente distintas personas nombradas por su asam- sidad intentan remontar, es la que el neoliberalismo ha ido
blea. Es decir, la revocabilidad garantizaba en todo momen- sembrando en el conjunto social. La rebelión estudiantil por
to la autenticidad de la representación. la educación gratuita, por eso, es una rebelión desde las pro-
fundidades de la sociedad ampliamente compartida por los
En esta novedosa forma de organización estriba gran sectores populares. No requiere mayor explicación frente a
parte de la fuerza y perspectiva de permanencia y desarro- la clase trabajadora, pero no logra ser comprendida por sec-
llo del movimiento surgido en la Universidad. Su trabajo de tores de mayores ingresos, relativamente privilegiados.
base, invisible y cotidiano que construye tejidos profundos
ha logrado una cohesión sorprendente y una efectiva unidad Es cierto que esta misma composición del estudiantado
en la diferencia. Sin embargo, esta misma dinámica ha sido, ha hecho muy difícil su comunicación con una parte impor-
paradójicamente, uno de los terrenos de vulnerabilidad y tante de la sociedad que de diversas maneras representa la
distorsión del movimiento en el corto plazo; es decir, es un autoridad, las instituciones, el poder o la generación de los
método de trabajo colectivo que implica respuestas lentas y padres. Todo aquello que los oprime y les impide expresar-
muy consensuadas a acciones que generalmente son inme- se, formular sus propias interpretaciones y construir sus
diatas y, por otro lado, es un procedimiento que en algunos propios caminos. La rebelión es simultáneamente contra los
momentos, a partir del control de algunas asambleas loca- acuerdos del gobierno mexicano con el Banco Mundial pa-
les, bloqueaba iniciativas y decisiones importantes provo- ra elitizar la educación16 y contra el sistema que los ahoga,
cando la confusión que fue tan bien aprovechada por los contra los mayores y su autoritarismo, contra un mundo
medios de comunicación y que alejó a algunos estudiantes que, recordando la célebre frase del presidente Carlos Sali-
de las asambleas, aunque no, por lo menos no en la mayo- nas, “ni los ve, ni los oye”.
ría de los casos, del movimiento14.
Este movimiento estudiantil tendrá que aprender no só-
lo a crearse un espacio propio sino a mantenerlo estable-
La incomprensión ciendo una relación respetuosa con el conjunto social. Ha
45
sido un movimiento con grandes dificultades, ¿cuál no lo
Muchos de los estudiantes que hicieron el movimiento, es?, pero la defensa de la soberanía cultural y educativa de
además de jóvenes, provienen de un entorno social conflic- la nación que han llevado adelante estos jóvenes, en contra
tivo y difícil. Las condiciones de pauperización, aumento del rechazo y desprecio de muchos de sus profesores, en
de la delincuencia y violencia doméstica y callejera que se contra de un Estado que los encarcela y los golpea, y a pe-
han ido asentando en la ciudad de México son parte de su sar de no lograr siempre explicarse a sí mismos es un llama-
cotidianidad. do a la conciencia ética, histórica y moral de la sociedad y
un indicador de que la exclusión promovida por los grandes
El 74 % de los padres de los alumnos que pasan del ba- poderes mundiales tiene remedio en los sujetos colectivos
chillerato de la UNAM hacia el nivel superior básico son que empiezan a brotar por todos los rincones.
asalariados, vendedores ambulantes o dueños de negocios
pequeñitos (tipo miscelánea o boliche); el 45 % tiene nivel El conocimiento que es generado por la sociedad no
máximo de primaria, un 21.7 % adicional tienen nivel se- puede ser privatizado, nos pertenece a todos.
cundaria (66.7 % entre las dos) y sólo el 19.3 % tienen li-
cenciatura y posgrado. El 65.6 % de las madres tiene un ni-
vel de escolaridad máximo de primaria (de las cuales el 6.7
% no tiene ninguna instrucción) y otro 19.4 % llega hasta
secundaria. Con licenciatura o posgrado sólo es el 5.4 %. El
12.5 % de estas madres son trabajadoras domésticas, el
38.25 % no tiene empleo remunerado y el 42.33 % es asa-
lariada15.
el presupuesto destinado a la conversión de deuda privada En adelante, otra forma de resistencia habría de presentar-
en deuda pública, aprobado por el Congreso en 1998, y que se, y fue la que se expresó en medidas de restricción de la ma-
sólo en el presupuesto de egresos del 2.000 suma 59.300 trícula universitaria. Fueron los estudiantes excluidos de la
millones de pesos. 10 Universidad quienes señalaron con más crudeza los ya per-
ceptibles efectos de un programa en marcha. La reforma de la
Semejantes desequilibrios no pueden sino resultar en Universidad se había llevado a cabo de manera silenciosa, pe-
una crisis, que se ha producido ya en la Universidad, y de ro implacable. Si la visibilidad de los movimientos de exclui-
dimensiones más vastas de lo imaginable. dos fue menor a lo largo de la década de los noventa, la acu-
mulación de rezagos y la aplicación de nuevas medidas con la
creación del Centro Nacional de Evaluación en 1993 fue el
La rebelión de los excluidos punto de partida de una crisis de mayores proporciones.
Las medidas aplicadas a lo largo de estos años sobre las Las universidades públicas habían conformado una em-
universidades públicas partían del supuesto de que los estu- presa privada a cuyo cargo estarían todos los exámenes de
diantes, trabajadores, maestros e investigadores de las mis- ingreso y egreso de los niveles medio-superior y superior,
mas acatarían sin discusión el “nuevo proyecto de Univer- imponiendo –por encima de las comunidades universita-
sidad”. Con una soberbia inigualable, las autoridades uni- rias- esquemas de cuantificación y calificación del conoci-
versitarias ni siquiera se dieron a la tarea de difundir sus miento adquirido en las escuelas, interviniendo en la selec-
planes al interior de sus co- ción de los planteles a que
munidades. Las referen- se adscribiría a los estu-
cias públicas que de ellos diantes, y en definitiva,
llegaron a hacerse en la “La exclusión se volvió entonces un hecho escandaloso sentando las bases para
prensa se producían inva- e inadmisible, no sólo para estudiantes que veían violen- una homogeneización de
riablemente a partir de la tadas sus posibilidades de acceder a la Universidad, si- los procesos de formación
inauguración de algún no por padres de familia cuya única esperanza de que a partir de las exigencias
evento de la ANUIES, in- sus hijos remontaran el drama del desempleo, la delin- planteadas al mercado de
tegrada fundamentalmente cuencia o la drogadicción era su acceso a la educación.” trabajo por el Tratado de
por rectores de universida- Libre Comercio con Nor-
48
des públicas y privadas. teamérica.
El conocimiento de los programas del Banco Mundial A la fecha, dicha empresa ha llevado a cabo más de dos
sobre la educación, particularmente la educación superior, millones y medio de exámenes en 19 universidades del país,
permitió a muchos investigadores procesar el sentido del y dominaba, hasta diciembre de 1999, el conjunto de las op-
debate cerrado que se producía entre autoridades de las uni- ciones educativas públicas de nivel medio-superior y supe-
versidades, y señalar los rasgos compartidos de semejante rior en el Valle de México.11 La exclusión se volvió enton-
proyecto, no sólo en México, sino en América Latina. No ces un hecho escandaloso e inadmisible, no sólo para estu-
obstante, mucho tiempo transcurrió entre estos primeros es- diantes que veían violentadas sus posibilidades de acceder
fuerzos y el que se produjera una resistencia colectiva a las a la Universidad, sino por padres de familia cuya única es-
medidas implementadas. peranza de que sus hijos remontaran el drama del desem-
pleo, la delincuencia o la drogadicción era su acceso a la
Sucesivos movimientos universitarios en contra de la educación.
pretensión de realizar reformas para restringir el acceso e
incrementar los pagos a los estudiantes universitarios se Todo sumado, cuando el rector de la UNAM convocó
produjeron entre los años de 1986 y 1995. El de mayores en marzo de 1999 a una reunión prácticamente clandestina
proporciones fue, indudablemente, el que se suscitó a raíz del Consejo Universitario para aprobar un nuevo Regla -
de la aprobación por el Consejo Universitario de un Regla- mento General de Pagos a semejanza del rechazado desde
mento de Pagos que imponía por primera vez tarifas medi- 1986, los excluidos se manifestaron masivamente en contra
das en salarios mínimos a los estudiantes de la UNAM. La de la medida y vincularon de manera inédita en la historia
huelga de los estudiantes, que duró poco más de un mes, dio de esa casa de estudios la restricción a la matrícula, la ex-
lugar a un Congreso Universitario en 1990. Este rechazó clusión por motivos económicos de los estudiantes, y la ar-
por mayoría las reformas al Reglamento General de Pagos, bitrariedad de las autoridades. Esta sería la puesta en evi-
pero fue incapaz de avanzar en soluciones de largo plazo en dencia más dramática e importante del proyecto neoliberal
relación a problemas relacionados con la estructura y fun- que se hubiera producido en institución social alguna.
cionamiento de la Universidad.
La huelga universitaria y la seguridad pública bre asociación de los ciudadanos en el país, especialmente
si para ello utilizan formas de organización permanente, en
El conflicto universitario devino en un asunto de segu- particular, la inteligencia.
ridad pública desde el estallido de la huelga el 20 de abril
de 1999. Las autoridades de la UNAM y las federales inte- La indiferenciación de la protesta social con respecto a la
graron entonces expedientes penales para los participantes verdadera delincuencia organizada (la que comete actos de
identificados en el movimiento. Se activó también un siste- narcotráfico, lavado de divisas, secuestros y corrupción) no
ma de vigilancia y espionaje sobre las actividades que ocu- sólo abre la puerta para la penalización de la inteligencia crí-
rrían en el campus universitario, operado por la Dirección tica, sino que establece la negación por principio del cuestio-
General de Servicios a la Comunidad y el cuerpo de “Auxi- namiento a la acción del Estado por parte de los ciudadanos.
lio UNAM”, que fue denunciado por los propios estudian-
tes en el mes de mayo. La aprehensión de más de mil estu- Estas características son comunes a las estructuras de
diantes durante la toma policíaca de las instalaciones uni- seguridad pública que sobrevivieron a guerras y dictaduras
versitarias, y la persecución de decenas de otros cuatrocien- en Centroamérica y el Cono Sur, y no resulta una coinciden-
tos con órdenes de aprehensión en las semanas subsiguien- cia que se aplicaran en México por primera vez para repri-
tes a la toma es evidencia de una estrategia de las autorida- mir a los estudiantes de la UNAM. La conversión “legal” de
des, que es la del país, de criminalizar la protesta social pa- los estudiantes en delincuentes organizados constituyó, por
ra impedir cambios en las estructuras de gobierno. lo demás, el argumento principal para postergar de manera
indefinida el diálogo sobre sus demandas, y abrir paso a una
La represión al movimiento estudiantil tiene como fun- reforma verdadera de la Universidad.
damento los cambios en la concepción y los mecanismos de
seguridad pública que se establecieron a partir de la rebe-
lión de los indígenas chiapanecos en 1994. Fue en abril de Los agravios pendientes
ese mismo año que se establecieron las Bases para la crea -
ción de un sistema nacional de seguridad pública que puso A lo largo de los casi diez meses de huelga universita-
en manos de un Consejo encabezado por el Secretario de ria, todos los sectores universitarios hubieron de manifestar-
Gobernación la facultad de constituir y controlar mediante se, pero por primera vez en muchos años, algo semejante
la elaboración de un regis- ocurrió en el país. El con-
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tro nacional de informa- flicto de la UNAM se con-
ción de personas sospe- “La indiferenciación de la protesta social respecto a la virtió en el más grave del
chosas, así como de la dis- verdadera delincuencia organizada (la que comete ac- país, tanto por su dimen-
ponibilidad de armamen- tos de narcotráfico, lavado de divisas, secuestros y co- sión política, como por el
tos y fuerzas de seguridad rrupción) no sólo abre la puerta para la penalización hecho de que ocurriera po-
públicas y privadas, todas de la inteligencia crítica, sino que establece la negación co antes del inicio de un
las actividades relativas al por principio del cuestionamiento a la acción del Esta- proceso electoral federal,
mantenimiento del orden do por parte de los ciudadanos.” precisamente en la capital y
público. sede de los poderes.
En 1996, el Congreso aprobó la Ley contra la delin - Los universitarios todos nos vimos enfrentados a una
cuencia organizada, que establece como tal “cuando tres o polarización sin precedentes. El tibio intercambio anterior
más personas se reúnen para organizar actos de violencia fí- entre académicos de posturas diversas, la suave inercia y la
sica o moral”, y como primer delito así calificado, el de te - aplicación de presiones tan constantes como incontestadas
rrorismo -del que serían acusados los estudiantes universi- de las autoridades de la Universidad más grande del país
tarios presos en febrero del 2000. Como corolario a todas dieron lugar a un feroz enfrentamiento y polarización cuyas
estas iniciativas, el poder ejecutivo federal instituyó en abril consecuencias son aún hoy impredecibles.
de 1999 la Policía Federal Preventiva, un cuerpo dirigido
por un coronel del ejército y en el que participan más de Esta situación afectó particularmente a muchos intelec-
5000 efectivos de las fuerzas armadas y que tiene la facul- tuales ubicados en la izquierda durante años, sin haber pro-
tad de procesar información, investigar y aún detener a todo bado relación crítica alguna con los movimientos sociales
sospechoso de cometer delito en todo el territorio nacional. de la última década, intocados en su prestigio y en su posi-
ción se vieron cercados por un movimiento cada vez más
Semejante aparato de seguridad pública, puesto al ser- exigente, más intolerante con sus adversarios, y menos dis-
vicio del ejecutivo, no sólo violenta la división de poderes puesto a transigir que lo que ninguno de ellos lo había esta-
y anula en los hechos la función del Ministerio Público, es- do jamás. La denuncia de la falta de democracia al interior
tablecidos en la Constitución, sino que amenaza con con- del movimiento estudiantil, promovida por muchos de
vertir en “delincuencia organizada” toda expresión de la li- ellos, quienes sucesiva y fallidamente intentaron ser interlo-
cutores, mediadores, jueces y maestros de este movimiento La Universidad de todos y para todos, la aplicación de
de excluidos fue incorporada de manera perversa a la prue- derechos sociales, y el derecho a disentir están en duda to-
ba que las autoridades pretendían dar sobre la imposibilidad davía y nadie puede afirmar que haya avanzado un ápice
de relación alguna con quienes fueron desde el primer mo- más de lo establecido en esa Ley Orgánica universitaria
mento calificados como vándalos y transgresores. aprobada por el Congreso de la Unión en 1945. La violen-
cia dejó ya muchos saldos que en sí mismos se convierten
En los hechos, toda opción de negociación, de conce- en afrentas para el futuro. La reforma universitaria que de-
sión y de “regreso a la normalidad” se vio rebasada por la seamos muchos, la que establezca la equidad, la gratuidad,
potencia de una masa que exigía diálogo al Rector, pero pa- el derecho de todos a influir en las decisiones que se toman
só a considerar a los “moderados” como parte del sistema. en nuestro nombre, la rendición de cuentas de las autorida-
No obstante, la terquedad de los excluidos les otorgó, por des y un diálogo libre, crítico y verdadero, está aún por ver-
fin ante la historia, la cualidad de una defensa ética, de una se. La otra, la que conocimos en estos años neoliberales, es-
intransigencia en la defensa de los derechos sociales como tá parcialmente paralizada, pero acecha desde la oscuridad y
no había ocurrido más que con los zapatistas en Chiapas. se protege con la fuerza pública. Sólo la continuidad de la
lucha de los excluidos, su moral de resistencia, y la explota-
Los partidos políticos, el gobierno, las organizaciones ción de un horizonte de visibilidad en que la crisis los colo-
empresariales y, desde luego los medios de comunicación có puede determinar que se hunda en el fango de la historia.
hicieron su parte en la creación de una barrera infranquea-
ble entre los necios, “ultras y megaultras” jóvenes universi-
tarios que no han cesado de repetir una y otra vez sus pun- Notas
tos de pliego petitorio, y la necesidad de una “estabilidad
política” a toda costa, que permitiera sin pena ni gloria * Profesora de la Facultad de Ciencias Politicas y Sociales de la Universidad
Nacional Autonoma de Mexico (UNAM) , ex presidenta de la Asociacion La-
avanzar de lleno en el proceso electoral y dar lugar a una tinoamericana de Sociologia (ALAS) y ex Directora del Centro de Estudios
transición más, semejante a todas las anteriores. Que todo Latinoamericanos de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad Nacio-
nal Autonoma de Mexico (UNAM) .
cambiara, pero por favor, que todo siguiera igual. Muy es- 1. El Artículo 6º de la Ley Orgánica de la UNAM otorga a la Junta de Gobier -
casas voces se alzaron en contra de la intransigencia del sta - no la facultad de nombrar al Rector, conocer de su renuncia, o removerlo por
causa grave, lo que se apreciará “discrecionalmente”. Asimismo, la Junta nom-
tu quo y, en todo caso, no lograron detener la campaña de- bra a directores de facultades, escuelas e institutos, designa a los integrantes del
satada contra los estudiantes, ni el uso de la fuerza pública patronato universitario, resuelve cuando el rector vete acuerdos del Consejo
50 Universitario y resuelve conflictos que surjan entre autoridades. Por su parte,
para aplastar al movimiento. el Artículo 91 del Estatuto General de la UNAM establece que el rector “sólo
será responsable” ante la junta de gobierno.”
2. Según el artículo 7 de la citada Ley Orgánica, el Consejo está constituido por
el rector, los directores de facultades, escuelas o institutos, un representante
Los capítulos que siguen profesor y un estudiante por escuela o facultad, un representante de los centros
de extensión y un representante de los trabajadores. Sus facultades son, de
acuerdo al Artículo 8 de la misma Ley expedir todas las normas y disposicio-
Después de la entrada de la Policía Federal Preventiva nes generales, y conocer de asuntos que le sean sometidos.
a la UNAM el 10 de febrero, con la aprehensión de más de 3. Véanse los Artículos 9 y 12 del Estatuto General (modificado el primero en
mil estudiantes y la persecución de varios centenares más, 20 ocasiones desde 1948), los Artículos 2 y 3 transitorios de septiembre de
1991, los 21 y 22 transitorios de 1997, y los 1 y 2 transitorios de 1993, todos
no ha ocurrido sino un recrudecimiento del conflicto, en del mismo Estatuto.
condiciones más oscuras e inciertas que antes, pero de pro- 4. En el Consejo Universitario, hay 25 representantes de los profesores, 24 de
porciones no menos dramáticas. los estudiantes, mientras que los representantes de las autoridades suman 65.
Los consejos técnicos de escuelas y facultades se integran con un representan-
te profesor por especialidad y dos representantes estudiantes por todos los
La Universidad dejó de ser, tal vez por mucho tiempo, alumnos. Véanse Artículos 7, 8 y 9. 12 de la Ley Orgánica. Los consejos téc -
nicos de la investigación científica y de humanidades incluyen un representan -
el territorio en que decisiones tomadas por la autoridad po- te profesor por cada instituto y centro, mientras que los consejos de área inclu -
dían pasar incontestadas, y reformas aplicadas sin discu- yen la representación de un profesor y un estudiante por escuela y un profesor
por centro o instituto. Véanse los Artículos 46, 47, 51, 54-C y D,99; 5 y 23 tran-
sión. La polarización producida por el conflicto permanece sitorios de diciembre de 1997; y 3 transitorio de mayo de 1993, del Estatuto
como señal de alarma en todas las entidades académicas, y General).
5. La Jornada, 19 de marzo del 2000.
la tregua tiene fronteras muy poco precisas en cada espacio,
6. Programa estratégico de desarrollo de la educación superior, abril de 1999,
por lo que se rompe cotidianamente. Los excluidos no han p. 36).
logrado hasta ahora sino detener, con el costo de su libertad 7. Ibid, p. 19.
y de un tiempo cada vez más largo de enfrentamientos y 8 Ibid, p. 85.
desgaste, las medidas más agresivas de las autoridades. Es- 9 Anexo 5, Ibid. Véase también Ernesto Zedillo, V Informe de Gobierno.
tas, a su vez, no han renunciado a su programa de reforma, 10. Datos del propio informe de gobierno y de La Jornada, 12 de noviembre
de 1999.
y ahora confían en que el aparato de seguridad pública les 11. Sobre la organización y funcionamiento del CENEVALvéanse, entre otros,
otorgue un control sobre la comunidad que no les ha dado los trabajos de Guillermo Villaseñor, investigador de la Universidad Autónoma
la política de desacreditación y empequeñecimiento de su Metropolitana-Xochimilco. Las autoridades de la UNAM suspendieron tempo-
ralmente sus vínculos con este organismo en enero de 1999.
adversario, implementada por el gobierno federal a lo lar-
go de estos seis años en Chiapas.