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‘THOMAS HOBBES LIBERTAD Y NECESIDAD Yyorkos escurTos Edicién y traduccién de Bartomeu Forteza Pujol EDICIONES PENINSULA, Se Selres las ante lguile Cubierts de Josep M. Mir Primera edicion en « Septiembre de 19 © por la edicion ya trad ‘Dartomeu Forteza Pujol. | Edicions 62 sia. Provenga 278, 08008-Barcelon Impresoen Libergraf sa, Constituci 19, 08014-Barcelona, Deposito legal B.23°731-1991 ISBN: 84297-33926 INTRODUCCION La fortuna del filésofo Thomas Hobbes ha sido desigual y no muy positiva. Quien se presentaba como plonero de la Optica; quien trabajo durante la mayor parte de su vida en construir un edificio filosotico Unitario que pusiera las bases modernas de todo el no, desde Ia logiea hasta la filosofia polit a, pasando por Ia matematica, Ia ontologi, la filoso fis natural, la psicologia y la moral; quien polemizo con los mejores matematicos de sa época mantenien: do sus tess constructivistas; quien intento oponer una nueva teologia, de acuerdo con la nucva Telesia y la nueva ciencia, a la caduca teologla escolastica, hoy ts conocido generalmente silo como el autor del Le jatdn. Su imagen es la del idedlogo del Estado bur és con tintes tolalitaristas que difunde su pens Iiento mediante frases ingeniosas y chocantes, como homo homini lupuse o-, zCémo da Hobbes el Salto al realismo o, mas concretamente, al corpora lismo? Pues para é] no existen sino cuerpos, Unicas fsustancias, nienttas que los accldentes no son reall dads, sino modos de concebit cl cuerpo la realidad spi ntendida como inorparea es fechazada rue sus propiedades —tal como las exponen los rcolsticos™ son absurdas y contradictorias. Con fodo, la existencla real de los cuerpos —de las su tancias no es problematizada: Tos sentidos no pue- den mosirar laexstencia de las sustancias, admitrd Hobbes en sus Objeciones alas Meditaciones de Des Cartes, pero la razon si demuestra claramente Su exis tencia'a partir del conocimiento de los atributos. Sp tn’ materialidad de Ta Unica sustancia, A paride ln introduceion, el autor fij las def niclones de los terminos fundamentals de la filoso tia que melor refljan Ia naturaleza y constitucion de la realidad; pero la misma seleccion de los term ‘estigacion: espacio, tiempo y movimento son los tes Erandes conceptos cuyo analisis nos leva estable Eer que sea clvuno, el todo y las partes, el lugar, lo lena lo vaci, lo igual, lo verso yn relacion, la lines, la superficie y el slido, el reposo y la veloc dad, Fela los printipior mecanicistas, Hobbes pen Sard que la descripcign euelidea del espacio respor Ge extetamente a [a realidad, por lo que consagrard in tercera parte del De Corpore a a aplicacion de los principlos geométricos alos problemas generales del movimiento, afin de posibiltar su estudio cient fico'y mostrar hasta qué punto sea posible una Fis tatoria def De Cive al conde de Devonshite afiemara aque seuanto debemos a la Fisica, la fistea Io debe & IE geometrian,y-de hecho, entre 1630 y 1650, redac tara tres tratados de optica, fa rama mas geometries de la flsica, hasta legar a escribir en 1646: «Yo me receré Ia fama de haber sido el primero en echar las bases de dos ciencias Ia Optica, que es la mas curio. savy nde fa Justicia natural, que es la mas atll> El pronostico de Hobbes no se cumplié en su prime 1 parte, pero no deja de ser verdad —tal como afi ‘man F. Brandt y F- Alessio que el esluerzo dedica do por el fldsofo inglés al estudio de Ia optica se ‘bea que a contra com I cents paral mética del mecanictsmo en general, en cuanto Optica fisica, y del mecanielsmo de la sensibilidad en Cuan to Optica fisiologiea. Este Intento consiamtc ) adm Fable de dar ala fsica general el estaruto de elencla deductiva ( «demostrables, como dira en las Si Les sons) aang Ia sea particular dea consiruise @ parc de sconjeturassse manifiesta en la progres! Ya determinacion en el De Corpore de un instramen {al tedrieo que inclu los conceptos de infinite ¢ indefinido, punto geométrico, conato, instante, ete CRITICA AL DE MUNDO DE THOMAS WHITE (CAPITULO XXX) En 1642 aparece una obra del sacerdote catslico inglés Thomas White titulada De Mundo Dialogi Tres ue pretende continuar las reflexiones expuestas por Galileo en sus obras, especialmente en el Dialogo so ra i due massimi sistem del mondo, White acepta en general la exposicién galileana, pero la concep. cion filoséfica y metafisica desde la que argumenta provoca en Hobbes el deseo de probar la firmeza y Ccoherencia de su pensamiento mediante Ia critica al libro de su paisano, con quien mis tarde, por cierto, le uniré una larga amistad. La Critica al'sDe Mun os, redactada en 1643, no ser publicada y sélo en 1973 Jean Jacquot Ia rescatara de los archivos de la Biblioteca Nacional de Paris. El capitulo cuya tra dduccion del latin ofrecemos fue resumide por el Pa: 18 dre Mersenne y publicado como prélogo a su Ballist fa; en 41 Habbes expone sistemsticamente la doctr nna acerca del entendimiento y la voluntad, ya esbo- zada en In 3a, parte del Breve Tratado sobre los primeros Principios y desarrollada en Human Natt re; dos afios antes, en 1681, dicha doctrina habia es tado en la base de sus Objeciones a las Meditacio- nes de Descartes, y mas tarde se reflejaré en_ sus grandes obras, ei Leviatdn, el De Corpore y el De Homie ‘Se trata de una exposicidn de la doctrina empiris- ta del proceso cognoscitivo y del consiguiente cara ter linguistico de los procesos mentales. Una vez des- crita la mecanica de la sensacién, que lleva a la produceién de los «fantasmas», Hobbes hace depen: fer el conacimiento propiamente dicho y la produe- ‘cion del discurso por via de sintesis 0 anslisis —f rnomenos que son comunes al animal y al hombre— fe la funcion de la memoria en cuanto determina tidn de diferencias; el cotejo de las diferencias es la Comparacion. Y la mayor eapacidad, o habilidad, del hhombre por establecer comparaciones le confiere st superioridad respecto al animal: debido a la natura- Teza temporal de la memoria —sla imaginacién del ppasado sin la consideracion de su fantasma, es decir, [a'misma sticesion imaginaria, se Hama tiempo», las diferencias que pueden detectarse por la comps: racion tienden a desvanecerse, y con ellas se desva rece la posibilidad de un conocimiento profundo de Tas cosas y de sus causas mediante la fijacion de un onjnto de relaciones cuya progresiva ampliacion no Tieve al olvida de las anteriores determinactones. Esto no le es posible al animal; solo el hombre, movido por su contumaz curiosidad, invent6 las nos, cuya rodalidad mas alta y fecunda son los nombres, a fin dde suscitar mediante el recurso ellas los recuerdos {que precise en cada momento, De esta manera el hom. bre creara la téenica (ars), que permitiré la human zacion de la naturalera; mediante el entendimiento 9 Jnventaré nombres y Jos uni en proposiciones; me dante la azn combinaré las proposiciones Forman. do silogismos. ast se consiruir fa clencia,aplican Sin embargo, el entendimiento humano no s6lo se diferencia del animal sino tambien del divino, pues Dios no puede sufrir modificacion alguna en st scr a causa dela accion de los objetos y depender ast de tos en su proceso cognoscitiv; la manera de Ser de éste es incognoseible, pues estd mas alla de nucs tr apacdad de comprenton siganos que Doyen tiende simplicity, es decir, que nada se esconde a Dios». 2 : Pero, cou es la ratz de esta diferencia? Los ant males no sienten el mismo deseo de conocer que let {eel hombre, no dstinguen entre las cosas sus fan tasmas,y quieds spenas recuerdan sus fantasmas, todo ello se debe, dice Hobbes, «ala distinta const {elon de su cuerpos, lo cual quiere decir en lengua, jemecanieista que los movimientos que la estructu Ta ‘conereta del ctierpo animal. hace posibles Te impiden ir mds alla desu placer sensual inmediato 5 asf cémo la primera parte del capitulo sabre el entendimiento ga con In segunda, sobre la volun tad, pues ésta es'una facultad directamente relacio nada con el placer: solo queremos o rechazamos ave. Hoque ends aparece, rexpetivamene como bueno © malo, oa, como aquélio que produce placer © disgusto, entendiendo por placentero cuanto favore ce al movimiento vital'y por desagradable cuanto lo impide. En el De Corpore (XXV, 22) se nos dra que el principio de la vida radica én el corazon y eve &] movimiento ial es cf movimiento de tw sangre due circula continuamente impulsada por el corazon, tal como lo habia demostrado ETariey, FileniTGa que th Flumant Nature (VIL, 8) se habra hecho istincion entre placer sensorial placer de ta mente ral que tos referimos cuando hablamos de alegria. La cu Hosidad, la inquietud intelectual, es, por tanto, un 20 Jacer para el hombre, porque «la naturaleza lo ha Eonstiivide de manera que sea un admirador de toda cosa nueva. Ast, la clencla viene a ser como el all tment del ana (De Homing, Xl 9) Seguin lo que antecede, el deseo de lo que favore ce a vida cs la causa y clorigen de toda otra reall: Gad animal o humana, como pueden ser el entend imiento o la razon. La ética y la politica, sclenclas emostrablese, se construiran segin esas premisa, Gs decir, a parir-del hombre entendido como cuerpo suioafirmado, como pura voluntad de vivi, voluntad Que actua mediante Tos Organos corporales dotados Cun mnimiento especie prvocado 1 wu ver por fos demss cuerpos que entran en contacto con dichos Grganos. Con razon se ha afirmado que la tora de la'sensacion constitula para Hobbes el ee central del sistema comprensivo de toda la realidad LIBERTAD Y NECESIDAD A partir de 1640 van llegando a Paris, proceden: tes de Inglaterra, diversos personajes —aristocratas, telesgsticos, hombres de Fetras— que huyen de pais debido a la persecucton desaiada contra los mo- harquicos, Sabemos que alli esta Thomas Hobbes; e- tan tambign los hermanos William y Charles Caven- dish, com los cuales Hobbes ha tenido, como tambien Sabemos, una larga relacion, y en Paris esté asimis: mmo el obispo de Derry, John Bramhall, Este pertene- cia a la secta fundada por Jacobus Arminius en Ho- Tanda, 1a cual defendia una doctrina relativa a la libertad y‘la gracia muy cercana a la que sostenia cl pensamiento catolico-tomista y alejada, por tanto, Ge'la-doctrina sobre la irreversibilidad de la gracia Sostenida por Litero y Calvino. Los Cavendish, lleva dos por su inquietud intelectual, organizaron en 1646 tina discusion en la que el filosofo mecanicista y el a te6logo arminiano defendieron sus puntos de vista sobre la libertad y la necesidad; las notas que entre- 26 Bramhall despues de la discusion (que, dira afios mis tarde nuestro fildsofo sorprendido por la viru lencia de los escritos del obispo, xdiscurrio sin nin: ‘guna palabra ofensivas) fueron remitidas a Hobbes, 4uien respondié con el tratado cuya traduccion dei Ingles ofrecemos. Pero Ia historia no acabé ab. Coin: cidieron todos los implicados en la discusion en no hacer publicos los escritos a causa del peligro que suponia Ia difusion de una cuestién tan delicada: pero fen 1654, ya en Londres, un joven admirador de Hob- bes, Johi Davies, conocedar del manuserito, 1o pur blica sin conocimiento del filésofo. Bramhall respon: de polémicamente al ano siguiente publicando su refutacion: A Defense of the true liberty of hwnan actions, a la que Hobbes responde con un volumino- 0 eserito, Questions concerning liberi, necessity and chance (1656), que no aporta ninguna novedad res Pecto al escrito anterior, el obispo todavia responde. ‘a con una obra ofensiva: Castigations of Thomas Hob- Bes, que contribuy6 no poco a extender la fama de tun Hobbes hereje, blasfemo y ateo: de hecho, antes de su muerte circularé por Inglaterra un panfleto con el titulo de The True Effigies of the Monster of Mat ‘mesbury or Thomas Hobbes in his Proper Colours Hobbes habia expuesto antes de 1646 ss pense ‘miento acerca de la voluntad y la libertad en la See: cidn I del Breve Tratado, en el eapitulo XIl de Hu ‘man Nature y en el XXX de la Critica al «De Mundo pero sera ahora cuando, provocado por la discusion, Gesarrollara el tema en toda su amplitud, es decir fen sus vertientes metafisica, moral y teologica. Dis Frute el lector con una de las primeras exposiciones slasicas del determinismo; nosotros aqui solo llama. remos levemente la atencién sobre algunos puntos, El tratado esté lleno de distinciones aducidas por una y otra parte que dara pie a que Hobbes se dedi ‘que a una de sus aficiones favorita, el escamecimien: 2 to de los escoldsticos; y en verdad esclareceré con Su bisturt nominalista algunos nudos terminologios. Pero, sin embargo, nos queda Ia sensacion de que fa iluminacion no es completa, de que al legar al fondo de la cuestion las partes no se han entendido ono han querido entenders; hubiera sido convenient, por ejemplo, que el analisis Hingistico al que apela Hob Bramhall lo hubiera aplicado asimismo a algunas de ss exprsiones, como pede arent os fan nee Sario que el tego queme como que un hombre w otra Griatura, cuyos miembros son movidos por inclins clones fancies, tenga su elecian, es devi, la liber {ad de hacer lo que tiene inelinacion de hacer, aun fue no este en su volutad 0 poder el elegir su Irelinaciin o clegir su eleccion 0 voluntad » Hay algo aqui que no funciona, pero Hobbes opta por no per Calarge de ello, Tanto'el como su oponente preten Sem dictaminar acerea de lo que es anterior al fend meno, pretenden hablarnos de In naturaleza de lo invsble, de ls mealidadontclogica dels casas Toricamente cl lengwaje se muestra inadecuado, Enos estaban en su derecho al adi ss, voces fulrigay de la Epoca —recordemos que estaba enton es en pleno auge la querella jansenista—, pues toda via no te habia ablerto el espacio ertico que hiciera posible decir con autoridad: sDe lo que no se puede Rrablar, mejores callarses; pero el mismo espacio kane tiano que cervard unas boeas abrira otras que rean daran el discurso sobre la libertad desde la imposts- ion elica del problema, Tambien Hobbes andaba Stribalado por as implicaciones eticas de su doctri- tn, aunque mejor serfa Hlamarlasimplicaciones pas torales,Inducidas como estaban por la senibiidad {el pastor espiritual de Dery: la principal ra a pe Sida del sentido del pecado —perdida que siempre hha preocupado mucho a los pastores espiituales—, aque ibe ligada a la consiguiente inuilidad de sermo fies, amenazas, leyes,castigos ¥ recompensas, es de 2B a Ia pérdida de sentido de cuanto justfica el que- hacer de las iglesias. La respuesta de Hobbes, nada radical, importa menos que la situaeion paradojca ue se produce: quien defiende la libertad de elew ion necesita hacerlo para poder seguir edueando,d Filendo, amenarando,dminando en defini os hombres, mientras que quien niga la Nbertad de elec clon se est haciendo eco y participando de aquel gran movimiento de liberacion ¢ individualizacion ean El problema tcologico que plantea el determinis: mo [isicomoral Dios. seria’ entonces.auior. del Pecado es slucionado por Hobbes mediante su doc {Tina acerea del soberano. Dios es causa remota de todo cuanto acontece y, por tant, también de aque lias acciones humana que llamainos pecados: pero Dios no hace las eonas Porque son justas, sino que som justas porque El las hace, imagen y semejanea Gel Estado, tal como se expuso en el De Civ [VI 13. Ha concedido el poder mas grande que se puede con ceder quien ha sometido su voluntad @ la voluntad del Estado en modo tal que éste puede impunemente hacer euanto quiere, legisla, jurgar los litigios, im poner eastigos, utilizar s su arbitrio ls fuereas los Bienes todos, y todo eso con derecho.» Asi, aunque alga accones nos parecan injusas,dberos cr que silo lo son para nosotros, pero quiza no para Dios! este tiene wun poder iresisibles éstc «just fica todas las acciones, real y proplamente>. EI iva cionalismo, 0 relativismo exiremo, que se ehcucnra enla base dela doctrina hobbesiana acerea de la cons titucion del Estado racional, aparece también en la Fundamentacion teologica de st moral, como apare cla en el origen del discurso comoscitivo ¥ delibers, tivo. ¢Se hallara tambien en los fundamentos de su Hemos qurid ofrecer también la traducekin de prefacio «Al disereta y sensato lector» por juzgarlo interesante como reflejo de un ambiente iniclectual 24 ¥ social algo enrarecido, reflejo posiblementefiel. Su Jutor no es Hobbes sino, casi con seguridad, John vies, el entusinsta y poco escrupuloso copista que erey6 un deber publicar el escrito en contra de la olumtad de su autor, UNA RESPUESTA AL LIBRO LA CAPTURA DEL LEVIATAN El infatigable Dr. Bramhall dedicaba la primera arte de sus Castigations of Mr. Hobbes a la eritica el De Cive y del opdsculo sobre libertad y necesi ad, mientras que la segunda, titulada The catching of Leviathan, constituia un ataque a las posiciones Feligiosas y politics que Hobbes defendia en la obra ‘que mas fama le habla dado, La eritica era feroz y pretendia wna descalificacion total del autor de ta Imafias ideas, Sin embargo, Hobbes no tiene noticias, cesta obra hasta diez aos mas tarde, en 1668, cvan- ‘do su adversario ya ha falleeido y él cuenta 80 aos de ‘edad, aunque sigue Iueido y batallador. A lo largo de sti vida ha conocido fracasos y sufrido humilla ciones, pero no puede permitir que se le tache de ‘mentiroso, de impio, de blasfemo, de destructor de uanto hay de puro en el mundo; de ahi estas pag ‘nas, que mientras revelan un dnimo dolido muestran ambien Ia tipica fuerza argumentativa del pensador de Malmesbury. Hemos traducido Ia parte de la Respuesta que con Ta doctrina filosofica de Hobbes sobre Dios, pres. indiendo de las largas pruebas escrituristicas. Di cha doctrina habia sido establecida en las grandes obras: Human Nature, De Cive y Leviatd; el interes e la sintesis que ofrece en este escrito radica, por tuna parte, en el hecho de ser complementario al tra tado anterior sobre libertad y necesidad y, por otra, fen el anilsis que se hace de algunos términos grie: os como odota, Oxdaraaig, rpda@ROY, al que acom- pana la consabida descalificacion del abuso termino: Togico de los escoldsticos. Hobbes sabe que discute con un tedlogo, y sabe que se duda de st ortodoxia y-de su misma fe, por lo que quiere sparecer como ‘un buen conocedor no solo de la Escrittra, sino tam: bién de Ia historia de la teologia, especialmente la pairistica; en su haber estaban la publicacion de una historia de la Iglesia y de una historia de las here jas, asi como las largas disertaciones teologicas que pueden leerse en el De Corpore Politico, en el De Cive ¥ en el Leviatdn. Se sigue discutiendo, creemos que Vanamente, acerca de la autenticidad de la fe de Hob: bes: su doctrina esta clara, y él se esfuerza repetida mente en distinguir lo esencial de lo accidental de Ia fe cristiana, lo cual le leva a insinuar con fina itonia que el verdadero ateo «per consequentiam» sea en realidad el celoso obispo, Pareceria en todo caso que el problema que se plantea es puramente filoséfico, es decir, el de la com. prension de la naturaleza de Dios desde una concep- Clon _mecanicista del universo, pues a ello parece puntar Hobbes con su interés en afirmar la corpo talidad de Dios; se esperaria leer que este cuerpo te: ‘hue, infinito y omnipotente tiene una funcion en el sistema del mundo, es decir, que viene a ser una pie» za clave de la maquina movil del universo, a seme janza del motor inmévil en la teoria aristotéica. Sin embargo, nada de esto aparece. En la Critica al «De Mundo» de White (cap. 27-28) aborda el problema de Ia relacién entre Dios y el movimiento, la infinitud ¥ la eternidad, legando a la conclusion de que nin- {gun argumento que intente demostrar algo acerca de In naturaleza de Dios es valido, sino que debe ser considerado como vana palabreria metalisica. La ra 26n afirma la existencia de Dios porque, segtin se dice fen Human Nazure (XI, 2), «los efectos que reconoce- mos naturalmente incluyen un poder de producirlos y este presupone la existencia de algo que posea tal 26 poders, de forma que, mediante la razén, slo pode Thos conocer que Dios es, no quign es, ello a partir ola vision de un universo que se muestra coma efec- to de un poder. Todo lo dems lo sabemos por la Ee critura, la razén no debe indagar mas all levado por 1 eseo de honrarie, el hombre podra atrbuie ombres negativos a Dios (infnito, eterno, incompren Ele, impasible) o superlatives, pero no pretenderd on ello expresar ningun concepto adecuadl a 3 a turaleza: ta misma corporslidad de Dice es defend dd por Hobbes para no reduciro a la nada, pues ‘cuerpos y ssustanciar tienen idénticaextensiGn, lo ‘ual conlltva que Dios no es externo al universo ai fe confunde con el, sino que es una parte integrante de esta cagregacion de cuerposs;y este ser corporal ‘auc enticnde y quiere en un sentido incomprensible Fara nosotros, se manifiesta como poder y se le hon fa medjante laf, Hobbes es fick ala teologianegat. a asumida por el nominalismo y rehsa concebir a Dios como peza de ensamblaje de su teoria repre sentativa de lo real en parte debido a la coherencla interna de su sistema mecanicita, segun el cual Catisa del movimiento solo se encuentra en un cue. po somigue cn movment (De Corpore, 1, 7) Fren parte por su fe protestane, el catolicismo te permite a Descartes hacer un «uso» de la divinidad {ue no respeo la trascendenciainefable del seri nto, pero tn pensador educado en el protestantismo no puede sblesfemars de ese modo Rot este Dios sobre el cual vuelve repetidamente el filgofo materialist del mismo modo que inst: te en analizar su Reino tal como aparece en la Escr tra y-en la historia es puro poder no sujeto a re Clonalidad, més aun, es fuente de Ia verdad como es fnente dela justia 9 es easen del mundo ste, como efecto del poder de Dios, hn sido generado mediante ausas sogundas que producen ls fenomenos que po- demos obeervar, pero estas enusas son arbitraris, Sunque produzcan sus efectos segun procesos intel 2

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