Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
http://www.ccoomalaga.org/
[05-05-11] Accidentes escolares una vez que los menores acceden al centro
Pregunta
En mi colegio se abren las puertas a las 8:30h y hay muchos niños/as que están solos en las pistas deportivas
jugando, ya que sus familiares los dejan allí antes de las 9:00h.
En el supuesto caso de que ocurriese un accidente, ¿serían responsables los familiares? ¿Sería responsable el equipo
directivo? ¿Cuál es la normativa al respecto?
Respuesta
Una vez que los menores acceden al centro, estaríamos hablando de responsabilidad patrimonial de la Administración
Educativa, en aplicación de la denominada culpa in vigilando, debiendo por ello el centro arbitrar las medidas
necesarias para que los alumnos estén vigilados hasta la entrada a las aulas. Por ello si ocurriera algún accidente,
habría que determinar si dicho accidente era evitable y en el caso de que lo fuera, la administración educativa podría
depurar las responsabilidades disciplinarias correspondientes, siendo de aplicación la Resolución de 25 de octubre
de 2001 de la Secretaría general Técnica, por la que se dispone la publicación de las Instrucciones dictadas el
11 de octubre de 2001 por el viceconsejero sobre la responsabilidad patrimonial de la Administración
Educativa en casos de accidentes escolares y sobre la asistencia letrada al personal docente no universitario.
(BOJA de 6 de noviembre de 2001).
Publicado el 05/05/2011
Pregunta
Estimados Sres.: Soy Personal Laboral (Monitor Escolar) de un Colegio de Educación Primaria e Infantil. Me gustaría
hacerles dos consultas:
1º) Ante un accidente de un alumno/a con un daño físico (herida, fractura, etc.) o enfermedad (fiebre alta, etc.). Aunque
está claro que en estos casos nos debemos comportar como "un buen padre", pero realmente quién tiene la
responsabilidad de llevarlo al Centro de Salud, si los padres no contestan o acuden al Centro Escolar (Tutor/Maestro,
Equipo Directivo, Personal Laboral). ¿Cuál sería el protocolo a seguir?
2º) En mi colegio hay un pequeño botiquín, ante cualquier herida o lesión de los alumnos me lo mandan para que le
haga una cura, le eche pomada (picaduras de insectos, etc.). Debo realizar esta tarea o deberían hacerla los tutores o
profesores. ¿Qué responsabilidad tengo en caso de alergia (al echarles pomadas o darles medicamentos)? Me pueden
obligar a hacer esta labor siempre.
Respuesta
En primer lugar es preciso ponerle de manifiesto que durante el tiempo que el alumnado se encuentra en el centro
escolar, y bajo la vigilancia y supervisión del profesorado u otro personal al que se le encomiende dicha cuidado ,
estos tienen la condición de guardadores de hecho al producirse la traslación de la custodia de lo padres a los
responsables del centro, debiendo responder el titular del mismo de cualquier lesión o daño que se produzca a los
alumnos en base a lo establecido en el art. 1903 del código civil. Es por ello por lo que aunque se tenga como
costumbre avisar a los padres de las enfermedades sobrevenidas o los accidentes sufridos por los alumnos, la
obligación inmediata de darle la asistencia y en su caso trasladarlo al centro de salud corresponde al centro escolar,
debiendo arbitrar la dirección del mismo las medidas necesarias para ello, medidas que debieran estar contempladas
en un protocolo interno o en el Reglamento de organización del centro. En todo caso lo que si debe tener en cuenta es
que si la dirección le pide que atienda al alumno y lo traslade, debe acatar dicha orden de su superior jerárquico, aún
así le recomendamos que evite realizar el traslado en coche particular, siendo conveniente avisar a una ambulancia o
realizar el traslado en taxi a cargo del presupuesto del centro.
En el caso de que sea un centro privado, estos tienen la obligación de tener suscrito un seguro de responsabilidad
civil, a diferencia de lo que ocurre con los centros públicos donde se aplicaría directamente la responsabilidad
patrimonial de la Administración.
En cuanto a la administración de medicamentos, lo habitual es que si es de uso doméstico se facilite adoptando ciertas
medidas preventivas, como solicitar autorización a la familia en el caso de que sea posible, o consultar sobre posibles
alergias al alumno.
Publicado el 18/01/2011
[22-01-04] Daños ocasionados por alumnos durante horario lectivo a personas ajenas al Centro
Sección : Responsabilidad
Pregunta :
En un Centro de Educación Infantil y Primaria, durante la hora del recreo, un alumno tira una piedra por
encima de la tapia del colegio y rompe el cristal de un coche aparcado en los aledaños del centro. El
propietario del turismo ¿puede pedir responsabilidades al centro por el daño causado? ¿Y a la familia?
En cualquier caro, desearía me informara de todo lo relacionado con daños a personas ajenas al centro
ocasionados por los alumnos durante el horario lectivo (normativa, proceso de resolución, ...)
Un saludo.
Respuesta :
En principio, este particular puede solicitar la reparación del daño ante la Dirección del centro, que deberá
tramitarla conforme a lo dispuesto en las Instrucciones sobre Responsabilidad Patrimonial de la
Administración Educativa en los casos de accidentes escolares y asistencia letrada al personal docente,
dictadas por la Secretaría General Técnica de la CECJA y publicada en BOJA núm. 128 de 6 de noviembre
de 2001.
El propietario particular deberá rellenar una solicitud en modelo normalizado que se incluye en dichas
Instrucciones con documentación adjunta acreditativa del daño material sufrido (factura de taller) y además
de un informe de la Dirección o profesor/a a cuyo a cargo se hallara el alumno causante del siniestro.
Todo ello según el tercer supuesto descrito en dicha instrucción que no es más que la aplicación de la Ley
30/92 y el Decreto 429/93 que textualmente dispone “los daños causados por alumnos del centro escolar a
personas ajenas al mismo dentro del horario escolar en el desarrollo de las actividades anteriormente
citadas” (se incluye el recreo).
Se tramita por el procedimiento abreviado y la resolución administrativa que se dicte puede ser impugnada
por el particular si no está de acuerdo con la misma en vía contenciosa administrativa ante la Sala del
TSJA correspondiente, asistido de abogado/a y procurador/a.
Esta cuestión en principio clara y simple la viene complicando la propia administración que trata de poner
cuantas más trabas posibles en su camino para no tener que indemnizar, y por tanto se crea una situación
legal compleja, en la que la Administración Educativa viene haciendo "oídos sordos" a las reivindicaciones
de CCOO sobre esta materia y es más, en el terreno judicial viene injustamente oponiéndose a las
pretensiones indemnizatorias de los particulares que como ciudadanos han sufrido un daño en un bien
particular como consecuencia del funcionamiento normal y anormal del servicio público.
Como consejo práctico también, el particular podría contactar con los padres para saber si éstos tienen
una póliza de seguro multiriesgo-hogar en el que suelen estar incluidos los daños ocasionados por los
menores fuera del domicilio familiar. Sería una cuestión a indagar y sobretodo averiguar cual es la
disponibilidad de lo padres en esta materia. Todo ello en base al artículo 1903 del Código Civil que dispone
que "Los padres son responsables de los daños causados por los hijos que se encuentren bajo su guarda".
Ahora bien, tal y como tiene señalado la Jurisprudencia en interpretación de este mismo precepto, existe
una traslación de la guarda y custodia de los menores de padres/madres a los representantes de los
centros educativos durante la jornada escolar.
Quiere ello decir acaso ¿que es la Administración Educativa responsable patrimonialmente del daño
producido? o, por otro lado, el profesorado ¿está "jurídicamente obligado" como funcionarios públicos a
soportar los daños que se producen en sus bienes personales por estos menores?.
Por lo que la situación es legalmente torticera y, en este aspecto, la Administración bastante insensible con
el bolsillo ajeno. Los servicios jurídicos de CCOO llevan desde tiempo intentando que la Administración
indemnice cuando los bienes particulares del profesorado o particulares resultan dañados como
consecuencia del ejercicio de la función docente.
Por ello, le aconsejamos, que si no es factible el pago del cristal del coche por el seguro de los padres
del alumno, inicie el particular los trámites de reclamación patrimonial conforme al R.D 429/93 de 26 de
marzo que aprueba el reglamento de los procedimientos de la AA.PP en materia de responsabilidad
patrimonial establecida en los artículos 139 y siguientes de la Ley 30/92 (BOE nº 285 de 27-11-92)
modificada por la Ley 4/1999, (BOE nº 12 de 14-1-99) a través de la Dirección del centro o bien registrando
su reclamación ante la Delegación Provincial de Educación correspondiente.
Un cordial saludo.
María Dolores López Gómez(Colegiada 2779. Málaga)
Sección : Responsabilidad
Pregunta :
Soy profesora interina en primer ciclo de primaria (1º) en xxxxx . En este curso tengo un alumno diabético,
que cada día trae su bolso con su insulina y su correspondiente jeringa por si es necesario ponérsela ante
una posible pérdida de conocimiento. En el caso de que esto ocurriera yo tendría que hacerme cargo de
suministrarle la insulina, puesto que soy su tutora, paso la mayor parte del tiempo con él y porque en el
centro no hay monitora con conocimientos de salud que se ocupe de ello. Tengo que decir que yo no tengo
la menor idea de cómo se pone una inyección; por tanto hasta que punto me tengo responsabilizar de este
tema; y hasta que punto me puedo buscar un problema legal.
En definitiva , quiero saber qué tengo que hacer para cubrirme las espaldas en caso de que existan
complicaciones, algo bastante común en los colegios.
Muchas gracias
Un saludo. M.J.
Respuesta :
En primer lugar, espero que tenga suerte y nunca tenga que pasar por dicho episodio. Los supuestos de
responsabilidad jurídica del profesorado, atienden a las circunstancias concretas que puedan darse en el
hecho particular; Lo que hay que procurar como profesor/a, es siempre tener una conducta que suponga la
ELIMINACIÓN de todos los posibles riesgos y peligros para la vida del alumno en crisis (accidentado,
diabético, epiléptico ....).
No obstante, desde el punto de vista legal podemos hacer las siguientes consideraciones:
• La diabetes es una enfermedad compatible con la escolarización general, y la Administración así lo admite
en virtud del artículo 14 de la Constitución Española en base a la no discriminación por razón de algunas
circunstancias (enfermedad compatible con la actividad escolar normal) y está obligada a ofrecer un servicio
que garantice la salud e integridad de los alumnos.
• Con los menores de edad, existe, según la Jurisprudencia, una traslación de las obligaciones de custodia
durante la jornada escolar a los responsables del centro educativo que deberán actuar con “la DILIGENCIA
DE UN BUEN PADRE DE FAMILIA”.
• No existe una norma concreta que derive esta obligación únicamente hacia el tutor/a.( se dirige hacia “los
responsables del centro”, es decir, en los públicos la administración y en los privados sus titulares)
• La cuestión se centra en que si la inyección o la ingesta de fármacos son o no actos comunes que
cualquier particular puede hacer sin necesidad de una preparación cualificada (téngase en cuenta que los
diabéticos se inyectan a si mismos cuando están conscientes)
• La consecuencia es que debe “acudir o asistir” al alumno/a, el adulto que en esos momentos tenga a su
cargo el cuidado (profesor que le imparte clase en el momento de la crisis, tutor, equipo directivo, ....)
recurriendo a lo más inmediato que asegure la salud del menor, ejecutando el acto por si mismo, o
recurriendo a un tercero.
• En nuestros informes al respecto que puede Vd. consultar en nuestra Web, dentro de gabinete técnico en
temas de responsabilidad jurídica del profesorado, hemos dado consejos prácticos que atienden a los
supuestos de responsabilidad, tal y como es asegurar la eliminación de riesgos para la salud del menor, y
en tal caso la conexión con los familiares y sus disposición es fundamental, en casos de alumnos con
diabetes y epilepsia entre otras enfermedades.
• Llegado el caso extremo, entendemos que partiendo de la diligencia de un buen padre de familia, pudiera
ser exigible toda ejecución que restablezca la salud del menor incluido la suministración cánulas o
inyección, si bien de forma previsora y en todo caso (antes y/o después de inyectar) una medida adecuada
es la de avisar a EMERGENCIAS SANITARIAS
En cualquier caso la pérdida de conciencia por diabetes tendría el tratamiento de accidente escolar y la
diligencia del profesorado es común para todos, con independencia del cargo de tutor/a . Es más creemos
que esta circunstacncia, no implica más responsabilidad que la del resto del profesorado que tenga contacto
con el menor.
Espero haberla ayudado.
Sección : Responsabilidad
Pregunta :
¿Qué tendría que hacer para comunicar dicha situación y evitar cualquier responsabilidad en caso de
accidente de un niño?
un saludo. gracias.
Respuesta :
Nuestro consejo es que ponga en conocimiento de la Dirección del centro por medio de un escrito con
registro de entrada en secretaría advirtiendo la inseguridad y el peligro que conlleva la situación del
aparato electrónico para el alumnado.
Es de recordar que los órganos de gestión tienen la obligación de eliminar los riesgos de posibles
accidentes escolares, para evitar una posible responsabilidad penal por negligencia, o en su caso, la
posible vía de regreso de la administración educativa en los supuestos en los que por responsabilidad
patrimonial fuera ésta condenada por mal funcionamiento del servicio público, sin perjuicio de la
responsabilidad disciplinaria en la que pueda incurrir por incumplimiento de funciones.
Todo ello sobre la base de la opción de los representantes legales del alumno/a perjudicado/a que
por un accidente escolar, pueden acudir a las siguientes vías judiciales para defender sus intereses:
*La vía penal:- El art. 146 de la Ley 30/921º establece que la responsabilidad penal del personal al
servicio de las Administraciones Públicas, así como la responsabilidad civil derivada de delito se
exigirá de acuerdo con lo previsto en la legislación correspondiente. (Esto es el código penal)
Sin embargo, este mismo precepto permite que se pueda acudir simultáneamente por el perjudicado a
la vía administrativa, reclamando por responsabilidad patrimonial, no pudiendo la Administración
escudarse en la simple existencia de un proceso penal para negar el reconocimiento y pago de la
indemnización. El problema es que esta vía administrativa no es instada en estos casos dada la
celeridad del procedimiento penal respecto del procedimiento administrativo.
En ningún caso, cabe la duplicidad indemnizatoria, es decir, que unos mismos hechos y
consecuencias jurídicas puedan dar lugar a indemnizaciones obtenidas en vías jurídicas distintas
(penal, civil o administrativa) ya que ello supondría un enrequecimiento injusto intolerable
jurídicamente. Distinto es que las indemnizaciones obtenidas obedecieran a ratios diferentes. Así se
dispone en el art. 121 del C.P.
*La vía civil.- En principio, un buen asesoramiento jurídico conduciría a no plantear demanda por
daños y perjuicios por la Jurisdicción Ordinaria (Tribunales Civiles) porque habría que tener en cuenta
todas las novedades normativas que se han producido en los últimos tiempos, pero lamentablemente
se sigue “desconfiando” de la vía contenciosa-administrativa y una vez presentadas las demandas
civiles cabe el riesgo de que algún Juez de Primera Instancia se considere competente para su
conocimiento y en tal caso el funcionario público necesariamente sería demandado junto a la
Administración. Entendemos que estos supuestos ocurren cada vez menos, conforme se ha ido
clarificando la redacción de los artículos de la Ley 30/92 en materia de Responsabilidad Patrimonial.
No se tienen noticias recientes sobre casos particulares al menos por el momento, a diferencia de
tiempos pasados.
*La vía administrativa. Ley 30/92 de 26 de Noviembre, de Régimen Jurídico de las Administraciones
Públicas y procedimiento administrativo Común artículo 139 y siguientes, desarrollado por el R.D.
429/93 de 26 de Marzo por el que se aprueba el Reglamento de los Procedimientos de las
Administraciones públicas en materia de responsabilidad patrimonial y la Resolución en materia de
accidentes escolares de la CECJA de 6 de noviembre de 2001.
Un cordial saludo.
Sección : Responsabilidad
Pregunta :
Estimados/compañeros/as:
Soy Jefa de Estudios de un CEIP de la provincia de Sevilla ,y se me plantea la siguiente situación por
parte de una compañera de Educación Infantil .Un niño de esta etapa, padece un tipo de enfermedad
parecido a la epilepsia , la madre del niño quiere y exige que se le administre un edema ,la profesora
se niega a administrarle este tratamiento alegando que ella no está preparada ni especializada en
ningún tema de sanidad ,y que no asume dicha responsabilidad .La madre del niño insiste en que no
se puede negar y que tiene la obligación de ponerle dicho tratamiento y de asistirle en accesos
febriles .
¿Puede la profesora negarse a administrarle la medicación o tratamiento ,ya que , entre sus funciones
no está precisamente esta y no se siente cualificada en esta tarea pudiendo producir males mayores
?
Respuesta :
En primer termino, comentarle que ésta es una problemática antigua, en la que el profesorado
además de desinformado se encuentra “poco” respaldado por los superiores jerárquicos, siendo muy
dispares los criterios de los servicios de inspección educativa e incluso de las distintas Delegaciones
Provinciales.
Por un lado, se halla el derecho a la escolarización obligatoria del menor sin discriminación por
circunstancias personales, que tiene base en el artículo 14 de la Constitución Española y al derecho a
la educación libremente elegida, también amparado por el texto constitucional en su artículo 27.
Por otro, concurren con los derechos anteriores, los derechos laborales e individuales del personal
que atiende durante la jornada escolar al menor escolarizado con algún padecimiento.
La Administración educativa en estos casos, nos reiteramos, tiene una actuación en la que, por un
lado, está obligada a aceptar la escolarización de estos alumnos con peculiaridades que no suponen
un obstáculo para la escolarización ordinaria, pero, por otro, no viene adoptando todas las medidas
adecuadas para la atención de este alumnado, trasladando sin más la cuestión al profesorado que
obviamente se enfrentará al problema según disposición. Por ello, también las soluciones son
particulares y según las circunstancias de cada caso.
Como obligación legal del profesorado <> no se halla recogida en norma jurídica alguna. La actuación
de los profesores en este aspecto viene determinada por la Jurisprudencia en casos estudiados de
responsabilidad jurídica.
La Ley Andaluza de Protección al Menor, ya nos apunta este deber de cuidado general respecto de la
salud, integridad, e higiene de los menores a cargo de los docentes, y la jurisprudencia adopta un
criterio denominado diligencia de un bien padre de familia, o lo que es lo mismo, dicha diligencia
coincide con el nivel óptimo de seguridad adoptado por la administración y por el personal
responsable del cuidado del menor para evitar que sufra un daño. La jurisprudencia tiene declarado
que existe una traslación de la guarda y custodia (atribuida normalmente al padre y a la madre),
durante la jornada escolar hacia el profesorado y equipo directivo.
Por tanto, los riesgos que han de asumirse por la escolarización de un menor con enfermedad o
padecimiento leve, han de ser inexistentes o mínimos, y por tanto es obligación de la Administración
Pública eliminar todos los elementos negativos que puedan ir contra la salud y la integridad del menor.
Por ello, en casos específicos y en virtud de la Ley Andaluza de 1/1998, de 20 de Abril, de los
derechos y la atención del menor, publicada en BOJA 12 de Mayo de 1998, en el art. 11. 5 (en
conexión con el art. 10. 2), se dispone que: “ Los titulares de los centros educativos y el personal de
los mismos están especialmente obligados a poner en conocimiento de los organismos competentes
de la Administración de la Junta de Andalucía en materia de protección de menores, de la Autoridad
Judicial o del Ministerio Fiscal aquellos hechos que puedan suponer la existencia de ... riesgo... , así
como colaborar con los mismos para evitar y resolver tales situaciones en interés del menor...”.
En principio es obligación del profesorado y de la Dirección del centro exigir toda eliminación de riesgo
para la vida del menor. (Obligación también de sus progenitores y de la Administración Educativa ,
conforme a la legislación española -Ley Orgánica 1/1996, de 15 de enero de Protección Jurídica del
Menor, Código civil y Código Penal) .
Así según las circunstancias y la gravedad del padecimiento del menor pueden ser dos las
consecuencias:
*En el caso en que la administración de los fármacos fuese considerada una consecuencia derivada
de la obligación de custodia traslada de padres a profesores, es primordial y necesario evitar a toda
costa que dicha actuación protectora de carácter asistencial pueda convertirse en acto de imprudencia
o negligencia por parte de sus cuidadores, dado que previamente para conocer sobre su proceder han
debido eliminar todos aquellos elementos negativos de riesgo que puedan influir en la salud de su
protegido. Se debe, en cualquier caso, exigir documentación e indicación médica y autorización por
escrito de los padres al respecto,
*En el caso en que dicha administración estuviera apoyada en un informe médico tras el examen del
menor, que permitiera concluir que la administración del medicamento durante el horario escolar
entraña algún tipo de riesgo, y que requiere de una asistencia cualificada es obvia la preocupación así
como procedente la obligación por parte de la Administración que ofrece el servicio público de eliminar
los riesgos que perjudiquen a los alumnos y ello nos conduciría a exigir que si la escolarización es
obligatoria, lo es con las debidas garantías, y por tanto sería necesario el nombramiento de personal
cualificado para efectuar los actos asistenciales o en su defecto la adopción de otras medidas
sustitutorias, tales como el desplazamiento ambulatorio al centro educativo de personal sanitario o
desplazamiento del alumno en cuestión a centro de salud más próximo, en este caso, acompañado si
es posible de familiar.
En otros casos similares ocurridos en nuestra comunidad autónoma, se ha buscado soluciones
intermedias y se ha negociado con el centro de salud más próximo al centro educativo, de manera que
existe una alerta permanente del servicio de enfermería, y cuando se produce una crisis, de inmediato
se persona en el centro un diplomado capacitado para controlar la situación, y es el que está
facultado para administrar una cánula por vía rectal, al existir informe médico valorando la situación,
aconsejando una acción profesional y cualificada, y por tanto ajena a la común administración de
medicamentos que de ordinario cualquier sujeto puede realizar con la debida diligencia.
Ante esta situación, y a la vista del derecho de menor a ser protegido por quienes ostentan la patria
potestad, la Administración Educativa y el personal del centro a cuyo cuidado directo está en la
jornada escolar, hacemos las siguientes recomendaciones:
1. Solicitud a la Delegación Provincial de un estudio médico, elaborado por los equipos médicos de
zona a fin de eliminar los riesgos para la salud del menor, o en su defecto informe médico del centro
de salud correspondiente. Esta solicitud, podrá ser efectuada por los progenitores del menor, por sus
cuidadores o por la Dirección del centro. (Solicitud con registro de entrada)
2. Solicitud de nombramiento de personal Diplomado en Enfermería el cual conforme al VI
Convenio del Personal al servicio de la Junta de Andalucía, asume la responsabilidad básica de
preparar y administrar los medicamentos según prescripciones facultativas, reseñando los
tratamientos.
3. El personal docente tiene la responsabilidad inmediata sobre todo su alumnado durante la
jornada escolar, por lo que toda actuación encaminada a eliminar riesgos debe ser considerado como
un acto de diligencia profesional. En este sentido no existe norma concreta en nuestro Derecho que
disponga que el citado personal no está obligado a administrar un medicamento si éste es
imprescindible para su vida normal y sin el cual el alumno no podría ser escolarizado.
4. Todo dependerá de los informes médicos, y en concreto de si éstos si estiman que la aplicación
del medicamento entraña hacer una valoración de las crisis, en cuyo caso el personal docente no
puede diagnosticar, (sólo los médicos), o si el informe prescribe que la correcta aplicación del
medicamento es primordial para el control de la crisis, con lo que al no ser el personal docente técnico
sanitario tampoco podría efectuar un acto reservado a la enfermería.
5. Otras circunstancias que influyen y que deben ser tenidas en cuenta a la hora de formular las
peticiones, son: El número de alumnos escolarizados con problemas de salud y los recursos del
centro, que exigirá aumentar la vigilancia sobre éstos; La coordinación que pueda lograrse con el
personal sanitario del centro de salud más próximo; El grado de manifestación de la enfermedad en los
alumnos; La implicación adecuada de los progenitores en el control sanitario y educativo de sus hijos
afectados, ... entre otras circunstancias.
7. Recurrir de forma permanente al Equipo de Orientación de la Delegación Provincial para
resolver todas las dudas respecto a la salud de los niños en tales circunstancias y demandar un
control más o menos permanente por parte se sus efectivos.
Prevaleciendo el derecho constitucional a la educación del menor, ésta debe ser prestada por la
Administración con los recursos humanos y económicos que aseguren su salud y su integridad física, e
igualmente deben ser respetados los derechos de los trabajadores de la Enseñanza que prestan la
función docente con todas aquellas garantías que permitan eliminar su responsabilidad durante la
jornada escolar.
A la luz de lo examinado, este servicio concluye:
*De ser considerado el tratamiento que se debe aplicar como un acto común y ordinario de carácter
asistencial que no implica riesgo por la mera aplicación de la cánula, la cuestión queda resuelta de
manera que se asume dicha obligación como una más del deber de cuidado.
*De no ser así, y ante la ignorancia del personal docente en cuestiones médicas, las medidas a
adoptar deberán ser más extremas considerándose los recursos actuales como insuficientes para
atender a los menores afectados. La responsabilidad sobre estas medidas de ser justificadas será de
la Delegación Provincial que al escolarizar al menor debe hacerlo sin riesgo para su salud e integridad
y con los recursos adecuados.
Un cordial saludo.
Este procedimiento ha sido cuestionado por algunos maestros que aconsejan, en estos casos, llamar
a la ambulancia del Centro de Salud de la localidad para el traslado del alumno al médico puesto que
señalan que los maestros no debemos transportar alumnos heridos ante la posibilidad de que ocurra
alguna incidencia durante el transporte.
Nos hemos informado que la Policía Local de Huelva tampoco transporta personas heridas. Ante una
llamada de accidente solicitan una ambulancia y esperan con el herido hasta que llegue la misma.
Gracias anticipadas.
Respuesta :
Respuesta:
Desde la perspectiva de que el profesorado tiene la guarda y custodia del menor durante su estancia
en el centro educativo, es obligación de éste procurar por cualquier medio la asistencia sanitaria
inmediata, incluso por encima del derecho a la información de los padres o sus representantes
legales. Todo ello siguiendo el criterio jurisprudencial de actuación correspondiente a la “diligencia de
un buen padre de familia” adoptado en numerosas sentencias.
Según este criterio, el menor será beneficiario de un tratamiento similar al que se dispensaría por el
profesorado como si de un hijo se tratara. Éste es el barómetro que los jueces suelen utilizar para
determinar la existencia o no de responsabilidad jurídica del profesorado ante una posible reclamación
judicial.
Por tanto, el profesorado si está obligado a procurar por cualquier medio la asistencia sanitaria según
la gravedad del asunto, (emergencia, urgencias, ambulatoria ....). Esto puede ser procurando
ambulancias o trasladando al enfermo. Ante la menor duda y posibilidad de riesgo aconsejamos
desde este servicio que se eviten las esperas, por lo que pueda pasar, dado que ante un accidente
escolar normalmente se carece de la preparación adecuada para realizar un diagnóstico, lo más
aconsejable es, en caso de accidentados incluso leves, que se acompañe en un taxi al menor
accidentado al centro de salud (si no es una situación de emergencia o urgencia), normalmente por
profesor/a de guardia o cualquier otro/a que se disponga en el ROF, y así evitar el uso del coche
propio.
El uso de ambulancias no adquiere una especial relevancia porque el aviso proceda de un centro
educativo, pues las emergencias y urgencias no dependen de este dato. Téngase en cuenta que una
unidad móvil ha de esta disponible para una auténtica intervención de emergencia y no para un
traslado de un accidentado leve. Por tanto el centro de salud se negará al “simple traslado” si este no
reviste gravedad o no hay impedimento físico del paciente, como en cualquier otro caso. Por ello
aconsejamos el uso de taxis. Si fuera necesario el uso de vehículos particulares, lógicamente éstos
deberán disponer del seguro obligatorio correspondiente, pero téngase en cuenta que la asistencia al
menor es prioritaria ante cualquier otra circunstancia.
Las obligaciones para con los menores de todo ciudadano en general y de los profesionales
responsables de su cuidado, se regulan en la Ley Orgánica 1/1996 de 15 de enero de Protección
Jurídica del Menor (BOE núm. 15 de 17 de enero).
En consecuencia, lo más acertado es siempre una actuación diligente eliminando riesgos para la salud
del niño o niña, por lo que procurar la asistencia sanitaria es la conducta más adecuada para el auxilio
del menor. (Por lo pronto, y por las consecuencias que se puedan derivar, evitamos una posible
imputación de omisión del deber de socorro tipificado en el art. 195 del Código Penal).
Sin embargo, de forma simultánea es conveniente avisar a los padres/madres y citar a éstos en el
centro de salud a fin de que el menor se tranquilice cuanto antes, además de dar satisfacción al
derecho de información que los representantes legales tienen en todo momento.
Recordamos que la Jurisprudencia interpreta que la custodia de los menores de edad escolarizados
se traslada de los padres/madres a los responsables del centros mientras aquellos permanecen en el
centro educativo.
Le invitamos a que consulte en nuestra web (dentro de asesoría jurídica) las respuestas dadas a las
cuestiones planteadas en temas de Responsabilidad Jurídica del Profesorado en caso de accidentes
escolares, en los que se cita el procedimiento administrativo de reclamación de daños ante la CECJA
por parte del perjudicado y numerosos fundamentos jurídicos y jurisprudencia sobre este tema, de
gran interés también sobre el modus operandi en estos casos, por parte de los responsables de los
centros educativos.
Un cordial saludo.
Sección : Responsabilidad
Pregunta :
Pregunta:
Respuesta :
Respuesta:
Como consejo práctico y para evitar posibles problemas, si un niño/a tiene un dolor banal, antes
de suministrar medicación, sería conveniente hacer una consulta a los padres sobre estos
calmantes. Si existen antecedentes y por tanto el caso es reincidente, podría ser aconsejable
solicitar autorización por escrito.
Medicar por costumbre a un niño/a sin tener la debida autorización escrita junto con los
antecedentes médicos en su expediente puede ser arriesgado, en su caso debería hacer Vd.
las gestiones oportunas, y evitar una negativa rotunda que pudiera poner en peligro la salud del
menor.
Los criterios en los que nos apoyamos para afirmar lo anterior, no están recogidos en normas
jurídicas expresas, si bien la Ley Andaluza de Protección al Menor, ya nos apunta este deber de
cuidado general respecto de la salud, integridad, e higiene de los menores a cargo de los
docentes.
Durante la jornada lectiva, el menor está a cargo de los responsables de su educación, al tener
igualmente señalada la jurisprudencia que existe una traslación de la guarda y custodia atribuida
normalmente al padre y a la madre.
Por tanto se ha de actuar "como si de un hijo o hija se tratara", pero conviene tomar todas las
precauciones posibles cuando se trata de fármacos por inofensivos que parezcan, y si estamos
ante un dolor de poca entidad, lo correcto es la consulta previa a sus representantes.
Distinto es el "auxilio del botiquín" cuando se trata de aplicar desinfectantes, tiritas, vendaje y
otros remedios de esta naturaleza que alivian momentáneamente y que favorecen el <> hasta
la entrega de los menores a la salida del colegio
Un cordial saludo.
Sección : Responsabilidad
Pregunta :
Pregunta:
Soy profesora interina y quisiera hacer una consulta sobre accidentes escolares,
aunque en este caso estoy "al otro lado de la barrera".
Por un lado quiero comentar que se nos avisó con un retraso de una hora desde que
se produjo el accidente (el profesor no le dio importancia, ya que pensó que sería un
golpe sin más, aunque mi hija, naturalmente, estuvo quejándose y llorando) sin que
nadie en el centro la llevará a ningún centro médico.
Por otro lado quisiera saber si tenemos derecho a alguna indemnización económica,
ya que lleva aproximadamente un mes con el brazo escayolado, lo que obviamente
ha repercutido en el desarrollo diario de su vida (hay que ayudarla a vestirse,
ayudarla en la comida -cuando se requiere el uso de las dos manos-, en los trabajos
de clases -manuales-, etc.).
Gracias. Un saludo
Respuesta :
Respuesta:
Es cierto que los padres tienen derecho a la información más pronta posible cuando
se produce un accidente escolar, pero una hora no parece en principio, una dilación
relevante, pues como Vd. misma sabe al ser docente, no siempre se advierte a la
primera una lesión más o menos seria; También ocurre igualmente como madre, al
principio a una caída no se le da demasiada importancia y posteriormente acabamos
con nuestros hijos en traumatología. Salvo apariencia considerable esto suele ser
casi lo normal y por fortuna nunca agrava la lesión, lo que no impide advertir este
hecho para el futuro.
Para tramitar una reclamación patrimonial debe Vd. dirigirse a la Dirección del centro,
la cual debe disponer de las Instrucciones sobre Responsabilidad Patrimonial de la
Administración Educativa en los casos de accidentes escolares y asistencia letrada al
personal docente, dictadas por la Secretaría General Técnica de la CECJA y
publicada en BOJA núm. 128 de 6 de noviembre de 2001.
Deberá Vd. rellenar una solicitud en modelo normalizado con documentación adjunta
acreditativa (informe médico) de la lesión sufrida además de un informe de la
Dirección o profesor/a a cuyo a cargo se hallara su hija, y fotocopia del DNI y libro de
familia.
Un cordial saludo.
María Dolores López Gómez. (Colegiada 2779. Málaga)
Sección : Responsabilidad
Pregunta :
Pregunta:
La madre de un alumno se empeña en que su hijo lleve puestas las gafas (4 dioptrías
jurídico que la Jurisprudencia ha adoptado como medición del grado de
responsabilidad o negligencia en las funciones de custodia de menores, tanto de sus
padres y madres, como de tutores o cuidadores en general, entre ellos el
profesorado durante la jornada escolar.
Un cordial saludo.
Un cordial saludo.
Sección : Responsabilidad
Pregunta :
Pregunta:
Cuando un menor sufre una caída en clase con posible fractura o luxación ¿Es
correcto avisar a los padres para que lo recojan o debe el colegio hacerse
responsable y llevarlo a urgencias?
J.F.. (Jaén)
Respuesta :
Respuesta:
Un cordial saludo.
Ahora bien, no parece razonable que sólo la profesora de Infantil deba asumir la
responsabilidad de la periocidad del suministro de insulina. Se debe articular por la
propia Dirección, (ya que la Administración asume su escolarización en infantil) las
medidas oportunas que tiendan a eliminar los riesgos para la salud e integridad de
los menores afectados por padecimientos.
Puede ser un ejemplo el control del suministro por más de una persona (padre y
madre, tutor-a, profesor-a de apoyo, monitor-a...), es decir, un control compartido
asegura la salud del menor y elimina el riesgo de responsabilidades del personal que
lo atiende.
En el segundo caso planteado en nuestra opinión no solo debe pedir por escrito con
registro, un examen por el equipo médico de zona, sino que debe solicitar también
por escrito, instrucciones al respecto, así como una declaración de los padres sobre
la enfermedad o comportamiento patológico de su hija, para que conste en
secretaría y además la aportación de informes médicos que ellos tengan. También
pueden solicitar actuaciones de los padres para mejorar el cuidado.
Una vez admitido un alumno a menudo resulta que el personal que le atiende
(docente/monitor) debe realizar una serie de actuaciones de protección específicas
que obviamente han de estar aseguradas y desprovistas de riesgos, en primer
término, por seguridad de la vida del menor, y en segundo lugar por eliminación de
posibles responsabilidades ante cualquier contingencia derivada del padecimiento del
alumno/a.
En este orden, es decir, por la salud y la integridad del menor en primer lugar, y
posteriormente por la seguridad en el desarrollo de la función docente y el deber
general de cuidado y diligencia de los trabajadores de la Enseñanza, los riesgos que
han de asumirse por la escolarización de un menor con enfermedad han de ser
inexistentes o mínimos, y por tanto es obligación de la Administración Pública
eliminar todos los elementos negativos que puedan ir contra la salud y la integridad
del menor.
Así, en un caso similar al que nos ocupa el TSJ Navarra en sentencia de 4 Diciembre
1995 (RJ 1995, 9667) absuelve como sujetos responsables a los profesores a cuyo
cargo estaba una alumna epiléptica que fallece a causa de un ataque convulsivo, al
estimar la imprevisibilidad del evento y la circunstancia de que igualmente pudiera
haberse producido la muerte en su propio domicilio adoptando las mismas
prescripciones médicas indicadas a sus cuidadores.
*En el caso en que la administración de los fármacos fuese considerada una
consecuencia derivada de la obligación de custodia traslada de padres a profesores,
es primordial y necesario evitar a toda costa que dicha actuación protectora de
carácter asistencial pueda convertirse en acto de imprudencia o negligencia por parte
de sus cuidadores, dado que previamente para conocer sobre su proceder han
debido eliminar todos aquellos elementos negativos de riesgo que puedan influir en la
salud de su protegido.
Ante esta situación, y a la vista del derecho de menor a ser protegido por quienes
ostentan la patria potestad, la Administración Educativa y el personal del centro a
cuyo cuidado directo está en la jornada escolar, hacemos las siguientes
recomendaciones:
6. Otras circunstancias que influyen y que deben ser tenidas en cuenta a la hora de
formular las peticiones, son: El número de alumnos escolarizados con problemas de
salud y los recursos del centro, que exigirá aumentar la vigilancia sobre éstos; La
coordinación que pueda lograrse con el personal sanitario del centro de salud más
próximo; El grado de manifestación de la enfermedad en los alumnos; La implicación
adecuada de los progenitores en el control sanitario y educativo de sus hijos
afectados, ... entre otras circunstancias.
En conclusión: *De ser considerado el tratamiento que se debe aplicar como un acto
común y ordinario de carácter asistencial que no implica riesgo por la mera aplicación
de la cánula, la cuestión queda resuelta de manera que se asume dicha obligación
como una más del deber de cuidado.
*De no ser así, y ante la ignorancia del personal docente en cuestiones médicas, las
medidas a adoptar deberán ser más extremas considerándose los recursos actuales
como insuficientes para atender a los menores afectados. La responsabilidad sobre
estas medidas de ser justificadas será de la Delegación Provincial que al escolarizar
al menor debe hacerlo sin riesgo para su salud e integridad y con los recursos
adecuados.
Un cordial saludo
Sección : Responsabilidad
Pregunta :
Pregunta:
Desde este Claustro creemos que sería mejor que al igual que el SAS realiza
campañas específicas, fuera del horario normal de consulta, realizara estas campañas
de vacunación en el Centro de Salud correspondiente y que desde los colegios solo
tendríamos que proporcionarle la información necesaria para que dichas campañas
abarcaran a la totalidad de la población escolarizada. Atentamente. Claustro de
profesores/as de la Escuela de Educación Infantil "San Fernando"
Respuesta :
Respuesta:
(Puede ocurrir que estas circunstancias estén respaldadas por un posible concierto y/o
indicación de las autoridades sanitarias, hecho que hasta la fecha desconocemos en
este servicio)
Estimamos, en todo caso, que éstos deben ser supuestos aislados o puntuales. Sería
recomendable que Vd. nos ampliara la información que obtenga de la Dirección del
Centro, o se solicitara por ésta las consultas oportunas a la Delegación Provincial, o
bien, se proceda a deliberación en el Consejo Escolar , el cual podrá adoptar
acuerdos y formular al Servicio de Inspección de zona todas las cuestiones que
suscitan las campañas de vacunación, pues, parece que en su centro son ordinarias
y habituales.
Un cordial saludo.
Sección : Responsabilidad
Pregunta :
Pregunta:
Soy director de un colegio Gerena (Sevilla). Hace unos días un alumno tuvo un
accidente en horario de recreo con consecuencias graves en una mano (golpeó una
portería de fútbol 7 con el antebrazo y se quedó colgado por uno de los ganchos en
los que se sujeta la red). se atendió al alumno correctamente, trasladándole al
consultorio y avisando a la familia, los profesores correspondientes y el tutor estaban
vigilando el recreo., no obstante, y en previsión de posibles demandas me gustaría
saber lo siguiente:
Respuesta :
Respuesta:
En principio, en el tema de los accidentes escolares, siempre ha de existir <>, porque
todo dependerá de la vía que elijan los padres del alumno damnificado para efectuar
su reclamación de indemnización por el daño sufrido.
Puede ocurrir, sin embargo, que los padres acudan a la vía de la denuncia penal, al
considerar supuestos de imprudencia o negligencia por parte del profesorado vigilante
o, en todo caso por la imprevisión de alguna circunstancia puntual por parte de la
Dirección del centro.
En tal caso, según la consideración médica del daño o la gravedad del suceso que se
produzca, estaríamos o no ante un juicio de faltas o por delito, posiblemente como
imputado el Director y/o otros profesores por negligencia o imprudencia punible.
No es el camino frecuente, que los padres acudan a la vía penal, pero hemos de
recordar el caso de Niebla (Huelva) del curso 99/00, si bien felizmente la Audiencia
Provincial revocó la sentencia condenatoria a un Director por parte del Juzgado de
Instrucción de Moguer. (Más información en nuestra web, dentro de Areas: Gabinete-
Técnico).
Lo normal, y por los datos facilitados de este caso, es que si los padres reclaman por
vía de denuncia penal, el Juzgado dicte Auto de sobreseimiento porque no existen
elementos de criminalidad y, en consecuencia, derive el asunto a las posibles
demandas por daños y prejuicios.
Si la vía para reclamar por ese daño es la reclamación patrimonial por responsabilidad
directa de la Administración, la cuestión está regulada en los artículos 139 y
siguientes de la Ley 30/92 de 26 de noviembre, Régimen Jurídico de las
Administraciones Públicas y Procedimiento Administrativo Común (BOE núm. 285 de
27-11-92 , modificado parcialmente por la ley 4/1999 de 13 de enero BOE núm. 12 de
14 de enero de 1999) y por el Decreto 429/1993 de 26 de marzo que aprueba el
Reglamento de responsabilidad patrimonial.
En conclusión: Si el camino elegido por los padres del alumno lesionado no es la vía
penal, sino la vía de reclamación patrimonial ante la Administración (que es la única
que en todo caso, debe prosperar por los datos aportados), el hecho no tiene
trascendencia, aunque es del todo punto aconsejable la renovación de todo el material
deportivo y sus instalaciones "no homologados", según las disposiciones normativas
de la Dirección General de Construcciones y Equipamiento Escolar de la CECJA.
Para ello, desde este servicio, aconsejamos se eleven por la Dirección del centro, las
consultas oportunas al Servicio de Inspección de zona, o al Servicio de la Delegación
Provincial de Construcciones y Equipamiento, para corregir la falta de una supuesta
homologación, y efectuar la solicitud presupuestaria correspondiente ante el
organismo competente (autonómico o municipal) y proceder a la adaptación
mencionada de forma inmediata
Un cordial saludo.
Sección : Responsabilidad
Pregunta :
Pregunta:
Respuesta :
Respuesta:
Puede que exista alguna "circular o instrucción interna" de la CECJA que concrete
este requisito, aunque éstas en si mismas no son normas jurídicas, según reiterada
jurisprudencia, pero si aclaran o aplican toda una legislación de carácter protector
sobre los menores en las que la Administración Educativa puede apoyarse y está
facultada para tutelar la seguridad, higiene y salud de todos los niños y niñas
escolarizados/as en base a las siguientes normas jurídicas con rango de Ley:
La Convención de las Naciones Unidas sobre los derechos del niño (ratificada por
Instrumento de 30 de noviembre de 1990, BOE núm. 313, de 31 de diciembre).
La Ley Orgánica 1/1996 de 15 de enero de protección jurídica del menor BOE núm.
15, de 17 de enero, que modifica el código civil y la ley de enjuiciamiento civil.
Todas ellas, tienen como Principio Regulador el interés del menor, y por tanto, la
salud de éstos es primordial para el alumnado en si mismo, y para evitar contagios de
enfermedades a otros, por lo que la Administración Educativa tiene suficientes
argumentos jurídicos que le asisten para exigir que el calendario de vacunación
(conforme a lo dispuesto por las Autoridades Sanitarias competentes) esté
debidamente cumplimentado en interés del niño/a, cuya ejecución es, en principio,
responsabilidad de padres y tutores, teniendo además en cuenta que la información
solicitada (copia de la cartilla de vacunación por ejemplo) también se realiza en
beneficio del resto de los escolares.
Entendemos, salvo mejor criterio, que es aplicable esta normativa con rango de ley,
pese a que expresamente no se establece nada sobre este requisito de solicitud de
información a los padres, en el Decreto 72/1996 de 20 febrero, por el que se regulan
los criterios de admisión del alumnado no universitario en los centros educativos
públicos y concertados (BOJA 12-3-96) ni tampoco en la Orden de 16 de Febrero de
1999 que desarrolla el anterior decreto (BOJA 25-2-99).
Un cordial saludo.
María Dolores López Gómez. Colegiada 2779. Málaga
La falta de lesiones se regula en el art. 617 del C.P y es aquella otra lesión causada
que no se considere delito.
De hecho, los menores de dicha edad son víctimas de delitos y faltas de la misma
manera que los adultos, y también, como menores pueden cometer infracciones
penales aunque se les aplique la Ley Penal del Menor y no el Código Penal de los
adultos.
Por otro lado, la Ley Orgánica 1/1996 de 15 de enero de protección jurídica del
menor, de modificación parcial del Código civil y la Ley de Enjuiciamiento Civil (BOE
núm. 15, de 17 de enero) en su artículo 9 dispone que: "Los menores tienen derecho
a ser oídos en cualquier procedimiento administrativo o judicial en el que estén
directamente implicado y que conduzca a una decisión que afecte a su esfera
personal, familiar o social".
El empleo de la fuerza física para obligar a un alumno a realizar una tarea concreta
también dependerá de su intensidad y del animo de corrección por parte del
profesor/a, pero es una cuestión que, desde este servicio desaconsejamos que se
lleve a cabo, porque es mejor la adopción de otras medidas disciplinarias en caso de
desobediencia por parte del alumnado/a, pues siendo previsible la denuncia penal
por parte de los padres, es preferible prevenir situaciones tan desagradables como la
denuncia que además de la sanción penal correspondiente, puede llevar aparejada
una indemnización al menor.
Cuando un docente es citado por la policía o el juzgado para que declare sobre
determinados hechos en calidad de "imputado", nuestro consejo es la asistencia de
letrado/a, o el previo asesoramiento profesional.
Un cordial saludo.
Sección : Responsabilidad
Pregunta :
Pregunta:
Un cordial saludo.
Ø La pena que se aplica, consiste en prisión de tres a nueve años cuando las
sustancias causan grave daño a la salud, y en el resto de los casos, de uno a tres
años de privación de la libertad (además de las correspondientes multas
económicas).
La formula jurídica para atajar el problema surgido debe ser usada, tras la labor de
prevención, información, control y colaboración policial, pues el mecanismo es la
denuncia formal contra quienes trafican y contra quienes se tienen pruebas de su
participación en el tráfico de drogas ante la Policía o el Juzgado de Guardia. En este
campo está muy desarrollado "la confidencialidad con la policía", e incluso llegado el
caso, la protección de testigos (anonimato de éstos y, por tanto, desconocidos para
los acusados).
Ni que decir tiene que es un tema delicado, en el que se contienen una serie de
elementos de naturaleza extraordinaria y ajena a la función docente, pero no es
menos cierto, que no se puede dar la espalda a un tema tan serio como es el tráfico
de drogas en los centros educativos, por los efectos que repercuten en la actividad y
en el día a día del trabajo del profesorado (rendimiento y conflictividad).
Por otro lado, no existe un remedio mágico o una única línea de actuación que
conduzca a su eliminación, parece y <> que tal vez lo sea desde una perspectiva
conjunta y en colaboración con la intervención de otros sectores que no son propios
de la vida de un centro docente.
Un cordial saludo
Sección : Responsabilidad
Pregunta :
Pregunta:
Mi pregunta es para este caso qué diferencia existe entre accidente laboral y
accidente fuera de la jornada laboral. Si existe la catalogación de accidente laboral
qué tengo que hacer y, si no, cómo debo justificar ante la Delegación esta baja con el
matiz de que ha ocurrido en la jornada laboral.
Respuesta :
Respuesta:
Un cordial saludo
Sección : Responsabilidad
educación, al tener igualmente señalada la jurisprudencia que existe una traslación
de la guarda y custodia atribuida normalmente al padre y a la madre.
Por tanto se ha de actuar "como si de un hijo o hija se tratara", pero conviene tomar
todas las precauciones posibles cuando se trata de fármacos por inofensivos que
parezcan, y si estamos ante un dolor de poca entidad, lo correcto es la consulta
previa a sus representantes.
Distinto es el "auxilio del botiquín" cuando se trata de aplicar desinfectantes, tiritas,
vendaje y otros remedios de esta naturaleza que alivian momentáneamente y que
favorecen el <> hasta la entrega de los menores a la salida del colegio
Un cordial saludo
Sección : Responsabilidad
Pregunta :
Pregunta:
Estimada compañera:
Me gustaría que me aclarases una pequeñas dudas que tengo con respecto a algo
que en estas fecha “se pone de moda” los piojos.
1) ¿Tenemos los docentes base legal suficiente para comprobar “in situ&”, dentro del
aula o del centro, si un alumno/a tiene estos parásitos en su cabeza? Es decir,
¿Podemos ver la cabeza de un niño/a sin temor a una denuncia por no contar con un
título sanitario suficiente que nos respalde?
2) Si se viese que algún niño/a tuviese piojos, ¿se le puede impedir la entrada al
colegio? ¿Hasta cuándo? ¿Quién debe encargarse de “certificar” que ese niño/a está
libre ya de parásitos?
Sin otro particular, recibe un cordial saludo.
Luis.
Respuesta :
Respuesta:
Tenemos el deber general de cuidado mientras están a nuestro cargo y según la Ley
andaluza de Protección del menor quienes tienen dicha facultad son garantes de la
salud y la integridad de los menores y de todos sus derechos básicos.
Ahora bien, no es un tema que se haya desarrollado expresamente por una normativa
concreta, sin no que la propia administración educativa distribuye la información
general necesaria entre los centros y el profesorado para que éste haga llegar al seno
de las familias las recomendaciones oportunas, es un tema que exige discreción a la
hora de no identificar públicamente al menor, para no herir su sensibilidad y que no
sea objeto de posibles burlas del resto de sus compañeros/as.
La Dirección de los centros suelen contar con instrucciones por escrito de las
Delegaciones Provinciales o de la CECJA, o incluso diseñan unas recomendaciones
para prevención y eliminación.
Cuando se detecta un caso o unos casos, y ello basta con observar, por los picores
excesivos en los niños/as (sin necesidad de exploración concreta) la información no
debe ser individualizada si no generalizada a todo el alumnado para evitar una
eventual ofensa o discriminación del menor por este tema.
Es un trabajo a compartir con las asociaciones de padres y madres, y se recomienda
como petición (todo caso efectuada de forma reservada) que el alumno/a no venga a
clase para aligerar la eliminación y controlar la propagación.
Estas instrucciones son extraídas de la práctica en los colegios sin que sepamos
exista una norma concreta, salvo las generales de cuidado, que consisten en velar por
la integridad, la salud y la higiene de los escolares, así como se su propia intimidad en
estos casos.
Un cordial saludo
Sección : Responsabilidad
Pregunta :
Pregunta:
J. A .C. G, afiliado a ese sindicato.
Respuesta :
Respuesta:
Otra cuestión es la vigilancia del recreo y la distribución de esta tarea a nivel interno,
siendo la fórmula perfecta el consenso entre todos los obligados y todas las
obligadas conforme a lo prevenido en el artículo 19 de la Orden de 9 de septiembre
de 1997 en la que se regulan determinados aspectos sobre la organización y
funcionamientos de los CEIPs. (BOJA 9-9-97).
Este es el único requisito, no estando excluidos de esta tarea los miembros del
equipo directivo, solo el personal itinerante salvo necesidad imperiosa de su
colaboración por necesidad del servicio debidamente justificada.
Un cordial saludo.
Sección : Responsabilidad
Pregunta :
Pregunta:
Estimados amigos:
Soy afiliado a comisiones y me gustaría que me aclaréis dos asuntos:
Respuesta :
Respuesta:
No se corre ningún riesgo, siempre que exista la preceptiva autorización. En casos
de urgencia o emergencia médica, lo 1º es procurar la asistencia necesaria y
después de forma inmediata contactar con la familia.
Los criterios en los que nos apoyamos no están recogidos en normas jurídicas
expresas, si bien la Ley andaluza de protección al menor, ya nos apunta este deber
de cuidado general por la salud, integridad, higiene y demás de los menores. La
jurisprudencia adopta un criterio denominado diligencia de un bien padre de familia, o
lo que es lo mismo, dicha diligencia coincide con el nivel óptimo de seguridad
adoptado por el responsable del cuidado del menor para evitar que sufra un daño.
Durante la jornada lectiva, el menor está a cargo de los responsables de su
educación, al tener igualmente señalada la jurisprudencia que existe una traslación
de la guarda y custodia atribuida al padre y madre normalmente. Por tanto se ha de
actuar "como si de un hijo o hija se tratara".
Un cordial saludo.
Sección : Responsabilidad
Lo más seguro es acudir a la asistencia sanitaria primero y a la inmediata
comunicación a los padres.
Se debe pedir a principios de curso, comunicación general a los padres por escrito
sobre el estado de salud del menor, especificando éstos las alergias conocidas,
quedando dicha documentación en el archivo de los alumnos. Esta práctica se hace
en todos los colegios públicos.
Un cordial saludo.
Sección : Responsabilidad
compañeros.
-- No puede tener apoyo de sus compañeras de ciclo, pues el edificio es antiguo y las
clases están aisladas unas de otras, siendo incluso edificios que para comunicarse
hay que salir a la calle.
¿Nos pueden orientar sobre legislación o posibles actuaciones que respeten nuestros
derechos?
Respuesta :
Respuesta:
El Consejo Escolar también debería tratar el asunto y hacer la propuesta a los padres
para que temporalmente no acuda al colegio dado que la enseñanza es un derecho
en primaria y una opción en la etapa previa.
Un cordial saludo.
María Dolores López Gómez (colegiada nº 2779, Málaga)
Sección : Responsabilidad
Pregunta :
Preguntas:
Me dirigo a ustedes para que me asesoreis sobre un problema que tenemos
planteado en el Centro Público de Educación Infantil y Primaria. Es el siguiente:
6ª ¿Es suficiente con la autorización de los padres/madres o de la prescripción del
facultativo para "obligarnos" a administrar el medicamento?
Por favor os ruego nos respondáis a estas cuestiones, pues el problema sigue ahí y
el curso que viene nos lo volveremos a encontrar.
Respuesta :
Respuestas:
* Si se niega genéricamente sin repercutir daño para la salud del menor, es posible
un expediente disciplinario por falta grave o muy grave en virtud del R.D. 33/1986 de
10 de enero por el que se aprueba el Reglamento de Régimen Disciplinario de los
Funcionarios Públicos.
-.2º Como es lógico acudir al servicio médico y avisar a los padres, salvo si la
emergencia consiste en una crisis que se supera con la medicación cuya aplicación
se ha determinado que es ordinaria y común, en un informe médico, no siendo
necesaria la intervención de profesional sanitario.
En este orden, es decir, por la salud y la integridad del menor en primer lugar, y
posteriormente por la seguridad en el desarrollo de la función docente y el deber
general de cuidado y diligencia de los trabajadores de la Enseñanza, los riesgos que
han de asumirse por la escolarización de un menor con enfermedad han de ser
inexistentes o mínimos, y por tanto es obligación de la Administración Pública
eliminar todos los elementos negativos que puedan ir contra la salud y la integridad
del menor.
Ante esta situación, y a la vista del derecho de menor a ser protegido por quienes
ostentan la patria potestad, la Administración Educativa y el personal del centro a
cuyo cuidado directo está en la jornada escolar, hacemos las siguientes
recomendaciones:
6. Otras circunstancias que influyen y que deben ser tenidas en cuenta a la hora
de formular las peticiones, son: El número de alumnos escolarizados con problemas
de salud y los recursos del centro, que exigirá aumentar la vigilancia sobre éstos; La
coordinación que pueda lograrse con el personal sanitario del centro de salud más
próximo; El grado de manifestación de la enfermedad en los alumnos; La implicación
adecuada de los progenitores en el control sanitario y educativo de sus hijos
afectados, ... entre otras circunstancias.
En conclusión: *De ser considerado el tratamiento que se debe aplicar como un acto
común y ordinario de carácter asistencial que no implica riesgo por la mera aplicación
de la cánula, la cuestión queda resuelta de manera que se asume dicha obligación
como una más del deber de cuidado.
*De no ser así, y ante la ignorancia del personal docente en cuestiones médicas, las
medidas a adoptar deberán ser más extremas considerándose los recursos actuales
como insuficientes para atender a los menores afectados. La responsabilidad sobre
estas medidas de ser justificadas será de la Delegación Provincial que al escolarizar
al menor debe hacerlo sin riesgo para su salud e integridad y con los recursos
adecuados.
Sección : Responsabilidad
* Si el perjudicado denuncia la actuación del trabajador por vía penal la acción judicial
se dirige contra él personalmente y subsidiariamente por responsabilidad civil
derivada de delito a la administración de la que depende. Esto implica que la
actuación del trabajador tiene que ser considerada por un Juez de Instrucción (Penal)
como constitutiva de falta o delito tipificado en el Código Penal. En el caso del
personal docente la legislación aplicable es la misma.