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Republica Bolivariana de Venezuela

Ministerio del Poder


El código de Hammurabi fue el primer conjunto de leyes e impuso un orden
social, buscaba que todos cumplieran las mismas costumbres, era más
sencillo mantener el orden al regirse por normas escritas a que cada uno
actuase como le conviniera, aunque estas aplicaban con mayor fuerza a las
personas de menor nivel social, la idea era desarrollar hábitos justos, con
sanciones muy duras para los estándares modernos, pero que para la época
se consideraban las adecuadas, intentando abolir la práctica de los castigos
realizados en exceso, la venganza desmesurada, para que el fuerte no oprima
al débil y para garantizar los derechos del huérfano y la viuda
Las normas éticas contenidas en el Código de Hammurabi:
Respeto a la Ley
Honestidad
Sentencias de Equidad
Cumplimiento responsable de las funciones de cada uno
Responsabilidad laboral
Cumplimientos de contratos
Principio de presunción de inocencia
Indemnizaciones
Prohibición de incesto
Honorarios profesionales
Derechos de la mujer
Derechos en el matrimonio

El código recopila aquellas costumbres positivas e impone un orden se


encuentran además temas como:

Difamación
Robo
Mentiras
Incesto
Esclavitud
Secuestro
Daño a la propiedad
Infidelidad
Desigualdad de género
Adopción
Características del Código de Hammurabi
Jerarquización de la sociedad: los hombres libres, los “muskenu” y los
esclavos.
Los castigos: Ley de Talión “ojo por ojo, diente por diente”, se imponía un
castigo que se asemejaba al crimen cometido, lográndose una reciprocidad.
Esto evito que se tomara la justicia por mano propia.
Los precios varían según se atienda a un hombre libre o a un esclavo.
Los salarios sufren de modificaciones según la naturaleza de los trabajos.
La responsabilidad profesional.
El funcionamiento judicial: se crean tribunales y se les otorgan poderes que
solo podrían ser modificados por el Rey.
Desigualdad ante la ley: la sentencia variaba de acuerdo con la clase social a
la que pertenecía el individuo.

Importancia de la Arquitectura y las normas de ética en la vida


contemporánea
Los seres humanos estamos condenados a tomar decisiones, y es a partir de
allí que nos vamos construyendo como personas. Tal vez la primera gran
elección que tomamos en nuestras vidas fue escoger una profesión.
La arquitectura es la profesión responsable de la construcción de un espacio
público y de entornos habitables. La arquitectura es protagonista de la toma
de decisiones que definen el rumbo de nuestras ciudades y pueblos. La
arquitectura es la responsable de que en la producción de obras se mejore la
calidad de vida, la calidad ambiental y estética para los usuarios. La profesión
no es algo que uno tiene, sino algo que uno es. Nosotros no tenemos un título
de arquitectos, nosotros SOMOS arquitectos.
La sociedad espera de nosotros como arquitectos, que sepamos tomar las
mejores decisiones en cuanto a la construcción de espacios. Los proyectos de
arquitectura, desde su diseño hasta su construcción, son una serie de
decisiones, de posturas estéticas y éticas, a tomar y respaldar. Muchas veces
a lo largo de nuestra carrera nos enfrentamos a situaciones difíciles que nos
cuestionan, porque las circunstancias de cada caso, hacen que la capacidad
de juicio se nuble y sea difícil saber qué se debe hacer, ahí es donde entra la
ética.
La ética no solo es el comportamiento del ser humano en sociedad. Se
relaciona con todas las actividades humanas donde se tomen decisiones
morales que puedan afectar a un tercero. Un arquitecto debería estar enfocado
en fomentar los valores morales, lo que se ha ido perdiendo ante la presión de
lo económico que ha cambiado todos estos valores de la obra urbana y
arquitectónica y que ha venido a dejar a un lado aquellos valores que existían
desde que se formaron los primeros arquitectos.
La importancia radica en saber discernir entre lo que nos conviene como
profesionales, bueno o malo y que a pesar de cada una de las dificultades que
enfrentemos se debe tratar en lo posible de apegarse a esos grupos de
principios que regularán nuestra conducta al interior y exterior del mercado
laboral.
Lo que sí es indispensable tener en alto es que cuando un profesional comete
una falla ética, deja de ser un profesional.

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