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Guía # 2
Apreciación a la Literatura
Alumna:
Ritha Isabel
Chicaiza Salazar
Nivel:
Octavo Petroquímica
“A”
Teléfono: 0987058685
2016
ACTIVIDADES DE APRENDIZAJE
Objetivo
Desarrollo
Una de las funciones del lenguaje es la apelativa que tiene como objetivo
persuadir a un interlocutor. Aplique esta función y sobre la base de la
problemática del cuento, elabore una especie de propaganda educativa,
cuya finalidad sea concienciar acerca de la importancia de la honestidad
en la relación de pareja.
Publicidad educativa
Objetivo
Desarrollo
También habla sobre el rencor que siente el hijo de don Lupe hacia la persona
que acabó con la vida de su padre, que a pesar de no conocerlo lo odia y desea
verlo muerto; él, debería haber dejado de lado ese rencor y no vengarse de un
pobre anciano que ha sufrido toda su vida por el peso de la culpa y el miedo a
morir.
El escritor relata como el hijo de don Lupe mata al anciano quizá por el dolor que
le embargaba el d no haber crecido con su padre sin embargo ese dolor no midio
o no pensó que seria provocado en el hijo de dicho anciano.
ACTIVIDAD DE APRENDIZAJE 2.3.
Objetivo
Desarrollo
Imagine que usted tiene el poder de cambiar el rumbo de los destinos de uno de
los personajes del relato “Imágenes” de Luis Aguilar. Elija a uno de ellos y narre
el desenlace con el cual le agradaría concluya la historia.
DESENLACE
IMÁGENES
Me habían notificado que saldría el viernes. Hoy miércoles recibí esa maravillosa
noticia. Lo primero que iba a hacer era comunicar a mi esposa que la vería el
viernes; repetía esta frase a cada instante (la veré el viernes, la veré el viernes,
la veré…) En el último momento decidí no hacerlo, opté por sorprenderla, me
presentaría ante ella. Si lo anunciaba ahora, cuando me viese no reaccionaría
de la misma manera; su sorpresa, me dije, al verme sin aviso, sería más
espontánea, única. Entonces comencé a imaginar su reacción: estaría vestida
como siempre con falda ancha, una blusa de manga corta y zapatos blancos de
lona; el cabello estaría recogido en cola de caballo, dejando libre su
extraordinario cerquillo. Al verme, empalidecería, se quedaría inmóvil, yo tendría
que correr a sostenerla; la besaría con pasión, sus lágrimas mojarían el cuello
de la camisa y, posiblemente, yo también lloraría. Luego, me pondría las manos
en el rostro, sentiría la suavidad de ellas, empezaríamos a hablar, nos
interrumpiríamos, nos reiríamos. Una emoción nueva me pasó de la mente al
pecho. No era la emoción blanda, algo tibia y aún aguanosa que nos seduce,
sino una dramática y firme.
En fin, no puedo esperar más, tengo que salir ahora mismo, pero no me dejarán,
tengo que huir esta noche. Lo que más me atrae es que voy a olvidar la
ausencia, la distancia, el martirio de haber estado fuera de la vida de Susana y
de mi hijo Alex. ¿Cómo estará él? ¿Seguirá llorón y engreído? ¿Consentido y
mimado? ¿Todavía podré ponerlo en los brazos? ¡Era tan pequeño la última vez
que lo vi! Tenía los ojos celestes de su madre y la tez morena como la mía. ¡Era
tan hermoso! Empecé a disfrutar cada momento de esta anticipación. Decidí no
fugarme, el riesgo era muy grande, podía arruinarlo todo y sólo faltaban dos días
para poder verlos y volver a ser, como antes, muy felices. Deduje que uno no
puede deshacerse de los recuerdos aunque ya no tengan la prestancia del ayer.
Pero es el lazo que nos une a las ausencias. No supe cómo continuar, la voz se
frenó en el silencio, luego tropecé con una realidad golpeante y volví a hundirme
en una melancolía azucarada, espesa, sin perspectiva; capté el sonido de mi
respiración en pugna. Me di cuenta entonces de que por mí, por aquel hombre
insignificante a quien oprimió la neblina de una civilidad en crisis, había pasado
toda una historia.
En la parte trasera había una ventana muy grande que daba al comedor familiar
y al jardín de atrás; como ladrón en mi propio hogar, me aproximé con sigilo y
miré el suelo que pisaba: era ocre, gualdo y grisáceo. Un césped mal tenido
amarilleaba a trechos. Susana apareció como la recordaba, Alex lloraba sin
control, ella portaba un tazón grande y movía con una cuchara de madera las
claras que estaba batiendo. El rostro de ella mostraba enojo; de pronto, un
hombre de mi estatura empezó a hablarle, se gritaban, pero no escuchaba lo que
se decían; actuaban como marido y mujer. Oí el silbido de una cigarra que
preñaba al aire como anunciándome lo inevitable. Tenía que verle la cara, ¿sería
posible que en mi ausencia de seis años, ella se hubiese unido a otro hombre?
Y Alex ¿con diferente padre? Anudé mi angustia en la punta de mi miedo. El
rumor de las hojas, el grito de las aves y alguna voz humana, distante, lejana,
casi mítica, daban un toque de fondo a los latidos que salían hiperbólicos de mi
corazón. Logré acercarme más a la ventana, el hombre me dio la espalda y salió
del cuarto, mientras Susana, alterada, dejó caer lo que tenía en las manos,
parecía que gritaba histérica sin vernos a ninguno de los dos. El hombre regresó
con más prisa que antes; una maldita rama de cerezo me impedía mirarlo, era
como un óbice puesto allí para angustiarme, para detener mi acelerada marcha
hacia lo tenebroso, pero cuando la rompí, me quedé lívido. El hombre era yo. En
la mano derecha tenía la daga.
DESENLACE
Cuando llegue a casa sentí mucho temor pues no dejaba de recordar aquella
trágica escena de mi sueño, me dispuse entonces acercarme a casa lentamente
y tocar la puerta. Pronto escuche ruido y observe una esbelta mujer abrir la
puerta, en efecto ella era mi esposa Susana vestía un vestido largo de color
violeta estaba hermosa, sus ojos grandes y sublimes desde los que me gustaba
mirar, se llenaron de lágrimas al verme, sin decirme nada me estrecho su brazos,
al sentirla lo único que pude decirle fue: después de todo, saber que estas bien
es un alivio, tanto tiempo distante de ti y mi querido hijo me ayudaron a
comprender que lo más valioso que tengo son ustedes mi familia, reconocí que
hay momentos buenos y malos en la vida que uno debe aprender a encontrar
fuerzas para sobrellevarlos en lo más profundo, en donde parecen ya no existir.
Ella me miro directamente a los ojos y con una sonrisa me dijo amor todos
pasamos por difíciles situaciones de fragilidad en las que por mucho que
intentamos hacer y cambiar las cosas nada sucede como esperamos solo hay
que vivir el momento.
Objetivo
Desarrollo
Desarrollo
Alicia Yánez Cossío en el cuento “Los militares” de Alicia Yánez Cossío emplea
como recursos estilísticos el humor, la ironía, el sarcasmo. ¿Qué intención cree
usted que motivó a la autora a escribir un cuento que rompe con “prejuicios” y
aparentes convencionalismos?
Elija de la historia tres ejemplos o referencias que justifiquen su respuesta.
La intención de la autora es muy buena, ya que con su cuento pretende eliminar
los miedos de las personas y permite ver las cosas de una manera totalmente
distinta a las que creían o por lo menos busca que las personas echen andar su
imaginación para que se sientan tranquilos y disfruten las cosas que tiene la vida.
Ejemplos:
3. Todos trabajaban en lo que les gustaba, nadie lo hacía por dinero, sino
por placer.
GRACIAS.