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se debe tener claro el concepto de seguridad, los factores ambientales que afectan el
desempeño de los empleados de una empresa y su relación con los lineamientos
establecidos para lograr un servicio y producto de calidad.
La seguridad (del latín securitas) cotidianamente se puede referir a la ausencia de
riesgo o a la confianza en algo o en alguien. Sin embargo, el término puede tomar diversos
sentidos según el área o campo a la que haga referencia en la seguridad. En términos
generales, la seguridad se define como "el estado de bienestar que percibe y disfruta el ser
humano"
De este concepto derivan muchos otros, como los de Seguridad Ciudadana,
Seguridad Pública, Seguridad Privada, Seguridad Social, Seguridad en el Trabajo, Seguridad
Industrial, Seguridad Ambiental, Seguridad Alimentaria, Seguridad Jurídica, etcétera. La
seguridad consiste en hacer que el riesgo se reduzca a niveles aceptables, debido a que el
riesgo es inherente a cualquier actividad y nunca puede ser eliminado.
Para poder realizar correctamente la gestión de los riesgos se debe hacer un
análisis de riesgo que consiste en la determinación de los elementos a proteger, su
valuación, la identificación de las amenazas y vulnerabilidades, la estimación de ocurrencia
de los eventos dañosos, la cuantificación del impacto, el cálculo del riesgo y el análisis
costo/beneficio de los controles a implementar.
Seguridad ambiental
Los entornos laborales, como son los centros de trabajo de las empresas, son un
elemento clave en la salud de los trabajadores. Un ambiente laboral que no cumple con las
normas de seguridad ambiental y salud, como pueden ser los ruidos excesivos, la suciedad
y la falta de higiene, hábitos poco saludables, mala ventilación o altos niveles de humedad,
afectan de una manera directa a la salud de los trabajadores y de los clientes, pudiendo
generar situaciones que no benefician y a las empresas ni a las personas que forman parte
de ella. Como son las bajas laborales, accidentes o afecciones a la salud de los clientes. Las
organizaciones o empresas deben asegurarse de que no harán condiciones que puedan
dañar la salud de los trabajadores; de ahí que la primera obligación sea mantener sus
industrias en condiciones saludables y seguras. Esto tiene por objeto conservar la salud de
los trabajadores en relación con el trabajo que desempeña teniendo como meta abolir los
riesgos de enfermedades profesionales a las que están expuestos, asimismo, manteniendo
una relación armónica con el medio ambiente, evitando de ésta manera agentes
contaminantes que puedan ocasionar riesgos graves a todos los miembros de una
comunidad. Algunos riesgos de carácter medioambiental son:
Climatización: La temperatura y la humedad en las que se desarrolla un trabajo.
Contaminantes biológicos: Aquellos agentes biológicos que cuando se introducen
en el cuerpo humano ocasionan enfermedades de tipo infeccioso o parasitario
Contaminantes químicos: Elemento o compuesto químico cuyas características de
estado le permiten entrar en el organismo humano, pudiendo originar un efecto
adverso para su salud.
Iluminación: La fatiga visual se ocasiona si los lugares de trabajo y las vías de
circulación no disponen de suficiente iluminación, ya sea natural o artificial,
adecuada y suficiente durante la noche y cuando no sea suficiente la luz natural.
Radiaciones: Consiste en partículas, incluidos los fotones, que causan la
separación de electrones de átomos y moléculas. Pero algunos tipos de radiación
de energía relativamente baja, como la luz ultravioleta, sólo puede originar
ionización en determinadas circunstancias.
Ruidos: Los trabajadores sometidos a altos niveles de ruido en su puesto de
trabajo, aparte de sufrir pérdidas de su capacidad auditiva pueden llegar a la
sordera, acusan una fatiga nerviosa que es origen de una disminución de la
eficiencia humana tanto en el trabajo intelectual como en el manual.
Ventilación industrial: Conjunto de tecnologías que se utilizan para neutralizar y
eliminar la presencia de calor, polvo, humo, gases, condensaciones, olores, etc. en
los lugares de trabajo, que puedan resultar nocivos para la salud de los
trabajadores.
A diferencia de lo que pudiera pensarse, las empresas no necesitan hacer a un lado sus
actuales prácticas y procesos de producción para convertirse en empresas ecoambientales;
por el contrario, sólo es necesario readecuar y adaptar los sistemas productivos existentes
a las necesidades del mercado y del ambiente, y de esa forma consolidar niveles más altos
de desarrollo económico y social.