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Fue una calurosa noche del mes de julio de 1979, en plena verbena de Sta. Ana, bajo el fatidico encanto, no de la luna, sino de una fuerte in- toxicacién etilica, ‘cuando surgié tan insigne agrupa- clon ANOS DE ABENZO Yya ipor fin!, 1989, afto de la manumisién femenina. Mucho habria que escribir so- bre el afio en cuestién. Per- mitaseme hacer mencién del temple mostrado por las ABENZOA- RAS en su primera aparicién. 1979-1990: DIEZ ANOS DE ABENZOARES. Revista de la Escuadra de Abenzoares Comité de Redaccién: Escuadra de Abenzoares (Caudete) LOS FONDOS RECABADOS POR ESTA PUBLICACION SE DESTINARAN INTEGRAMENTE A LA CELEBRACION DE L UNA GRAN FIESTA DE ANIVERSARIO. DIEZ ANOS DE ABENZOARES EDITORIAL Lo que tienes en tus manos, amable lector, es el fruto de diez afos de juergas en comin, una idea feliz lanzada al aire, algunas horas de sesuda creacién, bas: tante ilusion, muchas risas y Ba- lantines en abundancia Mucho tiempo ha pasado des- de aquella noche de calor, en Santa Ana. Se han desgranado los afos, lentos, inexorables, siempre inciertos, siempre al al- bur de los trajes que no se en- cuentran, de la Kabila que no se alquila, dela gente que no puede salir a desflar... Pero, al cabo de tantas dificultades, tantas dudas, aqui esta la Escuadra, aqui estan los Abenzoares, un grupo com- pacto y, al tiempo, heterogéneo, capaz de todo y nada, siempre en peligro de auto-disolucion y siempre planeando nuevos pro yectos... Como cualquiera otra Escuadra, suponemos. Pero, en nuestro caso, lo verdaderamente llamativo es que nos podamos dar esa denominacién: Escua dra. Lo somos, pese a quien pe- se (y nos consta que mas de uno lo soporta a duras penas) No hablaremos aqui de lo bue- nos 0 lo malos que somos. No ju- gamos, como algunos creen, a traviesos. Esta es nuestra forma de actuar, de hacer las cosas. A veces, ni siquiera nosotros mis- mos somos capaces de explicar nuestras reacciones. Ni lo inten- tamos. Simplemente, sucede. Pe- Fo, no se engarie nadie, no, pen- sando que andamos descontro- lados todo el tiempo. Ni mucho menos. Siempre hay, detras de nuestros actos — desastres y ha- 2aias — la conciencia clara y de- finida de que existe un modelo de Fiesta, una forma de festejar, que no pasa por el esquema impues- to (lo preferimos a «propuesto», por mas ajustado ala verdad) por las autoridades y organismos su- Puestamente «competentes». Pe- ro el lector interesado encontrar tratada esta polémica con mas profusién si persiste en su inten- to de adentrarse en las paginas que siguen. Y puestos a hablar de lo que has de hallar en el interior de es- ta revista, permitenos, lector, que te pongamos en aviso de lo que te aguarda. Para abrir boca nuestro Cabo, menos maltratado y mas querido deo que pregona, hace desfilar ante tus ojos diez ahos de aventuras y despropési- tos, diez afios de historia Aben- zoar. Muchos habra que recorda- ran las anécdotas, los sucesos que alli se relatan. A su memoria | vendran, también, sus propios re- | cuerdos, los buenos recuerdos de festeros, los de cada Escuadra en particular. Echar la vista atras siempre es bueno, porque sirve para valorar lo bueno del presen: te, Nosotrosio hemos hecho y ahi estan los resultados. Hemos entrevistado a D. José Brotons. Sobran las presentacio- nes. El ha sido, desde el princl- plo, uno de nuestros mas firmes y carifiosos detractores, un opo- nente férreo y dialogante, una es- pecie de «padrino» en contra su- ya, un enemigo-amigo. Las pre- guntas, como veras, lector, son directas y descarnadas. Las res- puestas estén a su altura. Una vez mas, D. José no nos ha falla- do. Tres articulos conforman el apartado de Opinién. Ahi encon traras, caro amigo, algunas de las ideas que, muy de vez en Conrenino Editorial Crénica Abenzoar Diez afos de Abenzoares Entrevista 4 D. José Brotons Opinion El desfile: una aproximacion Si bebes... no destiles Curriculum festero Estas son las Abenzoaras.. ‘cuando, pasan por las cabezas de estos Abenzoares alcohdlicos y poco serios. Ahi se detalla la version que los Abenzoares tie- nen de la Fiesta. Pero, antes de hablar, nos hemos palpado los bolsillos. Hemos echado un vista- 20 interior. Los Abenzoares y las Abenzoaras también escriben so- bre si mismos, con humor. con desentado, con un algo de ironia y un mucho de pitorreo. Hacia el final encontraras, si alin te quedan fuerzas para se- Quir, los resultados del arrebato oético en los Abenzoares. Y, co- mo recompensa a tu perseveran- cia, algunos consejos etilicos pa- ra estas Fiestas. Ponlos en prac- tica y, con toda seguridad, verds la vida de otra manera. Después de hablarte de lo que hay, permitenos, para acabar. que lamentemos lo que ha faltado. An- slosos estabamos por ofrecerte, lector avido, un articulo de fondo, un estudio serio y detallado de cierto personaje llamado Aben- Zoar (mas 0 menos). Su autor, CO- frade nuestro, ofrecia todas las ga- rantias para coronar con éxito la ‘empresa. Sabemos que el resulta- do no ha defraudado las esperan- zas. Lamentablemente, los servi- clos de Correos se han confabula- do en nuestra contra. Una nueva revista traeré ante tiesta valiosajo- ya. Paciencia Seovvaae Homenaje a los «seres superiores» - (Abenzoares Moros, SA) 12 Estos son los Abenzoares.. 13 Carta a los Reyes Magos 13 Inventario de Escuadra: seres y enseres 13 La lira Abenzoar 14 Poema 14 La cocktelera Abenzoar 15 ‘Temporada 1990 15 4 CRONICA ABENZOAR Duezanos DE ABENZOARES Fue una calurosa noche del mes de julio de 1979, en plena verbena de Sta. Ana, bajo el fat dico encanto, no de la luna, sino de una fuerte intoxicacion etilica, cuando surgié tan insigne agru pacién, que, fiel a sus origenes. ha llevado de cabeza a todas las Instituciones festeras, municipa- les, financieras e incluso policia- les de nuestra amada vila de Caudete. Nuestros padrinos fue- ronlos TODMIRES, que desapa- recerian con el paso de los anos. iLastima!, los queriamos mucho. En fin, a partir de entonces nos convertimos en autodidactas. Nuestra primera aparicion en publico fue, quiza, la mas solem- ne. Nos comportamos de mane- ra més que prudente. Apenas tu- vo que hacer el «carrico» dos via- jes para repostar, ya que sdlo be- bimos al pasar la carretera (cos- tumbre inmemorial que ha llega- do hasta nuestros dias). Poco mas hay que decir de un destfile que resulté deslucido por la llu- via. Este primer afio fue de los po- cos que salimos a la «majestuo- sav oftenda de flores: resulto bas- tante cémico, cada oveja con su pareja. Eran otros tiempos, habia mas «amor» entre los ABENZOA. RES. La Enhorabuena de ese aio transcurrié con la misma «mesu- ra» que la Entrada, aunque por primera vez tuvimos que lamen- taruna seria indisposicion de uno de nuestros miembros, que, ade- mas de darnos un serio susto con su estado semi-inconsciente, fue incapaz, durante toda la noche, de realizar las mas elementales necesidades fisioldgicas, con lo que algunos ABENZOARES/AS se convirtieron la noche de ma: rras en auténticas «monjicas» del asilo realizando una auténtica obra de caridad. Pasada la «novatada» llega mos a uno delos afios mas recor- dados por los ABENZOARES. 1980 fue el afio en que Manuel Lu- que (ex-Dtor.Gral. de CAMP) nos. nombro «hombres blancos de COLON». Lo hizo de buena fe. Pero unos «puber» como noso- tros no podiamos respetar el con: trato en los términos en que esta ba estipulado, asi que acabamos tas fiestas como auténticos «con guitos»: el traje, que era blanco acabé completamente negro de- bido a las frecuentes y reiteradas caidas que sufrimos durante la «subida del Gélgota» (PI. del Car: men). Alolargo de ese famoso re- corrido hubo de todo: insultos, enfrentamientos con las Fuerzas del Orden Publico e, incluso, un intento de asalto a la Tribuna de autoridades para rescatar a la mujer mas bella del pueblo por aque! entonces (la carga fue re- chazada). Fallida la tentativa de la Escuadra, la segunda oleada de choque, compuesta por nues- tra Escuadra de AGUEROS, lo in- tenté de nuevo. Su acometida fue duramente repelida por las F.OP., lo que origind su caida masiva, asi como el posterior de rrumbamiento, unos metros mas delante, del sector izquierdo de la Escuadra. Este pequeno deliz nos valié una seria reprimenda por parte de las autoridades fes- teras, que fue reconsiderada, da- do nuestro «lamentable» y «euto- rico» estado, y dejada para ser tratada en una famosa junta ge- neral ordinaria de la Comparsa de Moros de ese ano, De la «En- horabuena» no haré mencion pues seria repetir la historia y la de este aho es mejor olvidarla Los tres afos siguientes (1981 1982, 1983) estan marcados por algo que ha dejado huella en las fiestas patronales de esta villa En plena década del diseno y la mo- dernidad, los contrarrevoluciona- tios ABENZOARES fueron mas alla y se convirtieron en especi- 1979-1990 menes contraculturales: los mo- delitos exhibidos durante esos afos reivindicaban lo clasico y lo tradicional. Ademés de lo dicho, se podrian citar —aunque nolo voy a hacer— algunos eventos, anécdotas, chascartillos y un sin fin de sucesos. El afio 1981 fue el del proyec- to de la coleccién «prét a por- ter», disefiada por los ABEN- ZOARES un dia 4 de septiem- bre, hacia las 18,30 h. El resul- tado se presento ante los atoni- tos ojos de los caudetanos el dia 6 de septiembre del aio de gra- cia. El traje era azul y amarillo, con botas de color chilldn y tur bante de color rojo rematado por una pluma ~ sintética supo- nemos — de color negro. El «ter lo» no causé la admiracion y el asombro que nosotros espera: bamos. A cambio, mengud y se empequefecié nuestra capac dad disefadora (una tremenda frustracién, como es de supo- ner). La Escuadra dejé el pabe- lion ABENZOAR bien alto, ya que nuevamente fue llamada al orden en los diversos desfiles en los que particip6 En 1982 ~ ano del Campeona: to Mundial de Futbol en nuestro pais ~ los ABENZOARES no po: dian permanecer ajenos a tal grande acontecimiento, asi que decidieron emular a los grandes maestros del balompié disputan: do un fenomenal partido de fut- bol enla Pl. del Carmen con el tur- bante de su insigne, y no menos calamocano, Cabo. Este sujeto —es decit yo -, cada vez que ha- cia ademan de recoger su «tapa- calva» ~ algo incipiente por aquel entonces~, se encontraba con que era desplazada unos metros mas alld tras recibir un puntapi de uno de los defensas mas de- salmados de la seleccion ABEN- ZOAR: el turbante describio una trayectoria semicircular equiva- lente a la mitad del perimetro de la Pl. del Carmen En otras pala bras, el Cabo paso delante de la tribuna sin cumplir con los salu- DIEZ ANOS DE ABENZOARES dos de rigor, intentado recoger su balon-turbante. Acto sequido. orgullosos los ABENZOARES de su «descabellada», vabsurda» sirracional» actitud para con su jefe», «saludaron y «mostraron Su respeto hacia las autoridades» lanzando todos los turbantes, al estrado del Muy llustre Ayunta- miento. Las autoridades locales y provinciales que nos honraban con su presencia tuvieron a bien devolvernos los proyectiles. Tras este «pequefio desliz» fui- mos llamados al orden y la Enhorabuena trascurrié con una marcialidad digna de «elogios»: todo el mundo re. cordara el magno desfile al «paso de la ocam, a lo largo yancho de la calle «Las Pa- tras». Nuestra actitud y mar- cial continebnte logré des- pertar la admiracion de to- dos cuantos nos contempla- ron. A tenor de la in rencia mostrada quedamos sumamente satisfechos, ya que nuestra imagen volvia a quedar completamente lim- pia 1983 supuso un hito en la historia ABENZOAR. Este afio significd el culmen de nuestra ca rrera, «vilipendiosa» para unos y «honrosa» para otros. Por un la- do reaparecio nuestro inveterado instinto diseador con unos ropa- jes que pasaran a los anales de nuestras fiestas por lo decaden- te, decrepitoso, menguado, ca duco y degenerado de los mis: mos. Esto supuso el cénit de nuestras insistentes reclamacio: nes tradicionales. Por fin la saris- tocracia» nos honré con su pre- sencia, reforzando todavia mas las tesis tradicionalistas de la Es- cuadra y dotando al grupo de una «educacion» y «clase» exqui- sitas a la hora de humedecer el gafote y mostrar por la «pasare- la» —que es la Entrada - unos cuerpos «serranos» que apenas si se «canteanm. Los desfiles en los que panticipo la Escuadra es- te afioestuvieron ala altura de los realizados en otras ocasiones, aunque, segin los maximos res. ponsables de la Asociacion, nos pasamos muchisimo, ya que, de- cian, la Escuadra andaba dividi- da en pequehas fracciones inte- gradas por uno, dos e, incluso, hasta tres «elementos», todos ellos descontrolados. Lo mas in teresante ocurrid al empezar la Entrada Serianlas 19 35h, cuan- do el «insigne», «maltratado» y «vigoroso» Cabo de los ABEN ZOARES suftié uno de los golpes mas duros que él recuerda. Se encontraba el «pobrecico» demostrando al gentio sus «dotes artisticas de direccién» de la schusma» que levaba a sus es- paldas, cuando, en un momento de total concentracion y entrega, la muchedumbre que hacia unos instantes ignoraba su dificil tarea comenzé a reir, a desternilarse, hasta estallar en un sin fin de car- cajadas. E1 Cabo, aturdido por semejantes muestra de jolgorio popular buscd el refugio, la ayu- da, la comprensién de sus com- panieros Pero, ioh sorpresa!, és- tos no se encontraban alli: Los muy canallas habian abandona: do el desfile para watracar» la pri mera Kabila que encontraron a Su paso al grito de: |ABENZOA RES FOREVER’. El espectaculo era desolador la calle lena de lanzas, algunos turbantes. velos y demas enseres yacian esparci- dos por el asfalto. El Cabo, evi- dentemente, no podia permane- cef indiferente a su ebria felici- dad, asi que decidio unirse a sus correligionarios, siendo recibido con grandes muestras de afecto por éstos. Tras un ligero refrige- rio, el presidente de la Comparsa nos conmind a una rapida incor- poracion al desfile (cosa que hicl- ‘mos, no sin antes recibir una so- Noro y jocoso aplauso por parte de los espectadores que «in situ» contemplaron nuestra impresionante carrera hasta el horno de «Matabueyes. desde donde iniciamos nue vamente la marcha hacia la Pl. del CARMEN). El resto de las fiestas de ese afo transcu: ttieron de forma «atémica» hubo mucha marcha, pero «no llegé la sangre al rio» Tras este primer lustro de historia ABENZOAR, se abre un paréntesis de dos anos: 1984, 1985 sirvieron para «re- flexionar», «ponderar» y «me- ditar» sobre nuestras formas y maneras, que, no obstante, han sutrido pocas variaciones hasta la fecha, Esta «parada tec- nica» se debio a causas ajenas a la voluntad ABENZOAR, pero también a los deseos de «otros: Trasncurridos estos afios en dique seco, los ABENZOARES re- aparecen en 1986 con mas fuer- za que nunca. Sus filas se ven re- forzadas con nuevas y novedo- sas incorporaciones, que hasta la fecha han asumido con una serie dad digna de alabanza las direc- trices elementales de la Escua- dra, a saber, su espiritu «sibilino», scomunicativo», «desastrado», «cambiante», «mujeril», «incor- diante», «obsceno», «extravagan- te», sirreverente», «indisciplina- do», cimpertértito», «ignifugo», electual», «guerrillero», «jul- closo», stertibler, «temible», wen- ternecedor», «demente, «frater- nab», «concupiscente», «estrepito- 80», «bullanguero», «burlén», «bragueteron, «achispado», «es- quivo», «incondicional», «néma- da», etc. Por primera vez se con- siguid la Kabila «casi» el 1 de sep- tiembre, El dia de la Enhorabue- na se demostraron unas excelen- tes dotes interpretativas, con la recreacién, apasionada y emoti va, de la conocida cancion «Ma- nué no tarrime a la paré que te vallena de cé». Esta «aria» fue en- tonada con particular énfasis por las «legiones» ABENZOARES a Su paso por la tribuna presiden- cial, la cual tributé un caluroso y «sincero» aplauso a la primera Escuadra que pasaba sin musi- a, pero cantando. 1987 y 1988 suponen la conso- lidacién definitiva de los miem- bros masculinos de la Escuadra e, incluso, de un miembro teme- nino que hace apariciones espo- radicas en los momentos de «an- gustiosa e imperiosa necesidad» Lama la atencién que una gran cantidad de acontecimientos destacados de estos afios pare- ran hacernos retroceder a los primeros afios de nuestra exis- tencia, ya que las «pasadas» fue- ron innumerables. Citemos la im- presionante arremetida contra las lanzas de uno de los cofrades, cual Quijote atacando molinos- gigantes, y su posterior llanto, no por su maitrecho pie, sino por la pérdida de su mas preciado teso- ro: la botella de whisky, que a mo- do de estandarte enarbolaba en- tre sus manos hasta dar de bru- ces contra las lanzas de sus com- padres. Las propiedades analgé- sicas de nuestra «amada agua de fuego» lograron calmar las la- mentaciones y las copiosas lagri- mas. 1988 fue el aio del hermana- miento con nuestra querida Es- cuadra de NIBELUNGOS. Todos asistimos encantados al acto, y digo todos, que no todas, ya que desde entonces ha quedado ins- titucionalizada una cena en la que «departimos», «devoramos» y bebemos todo lo que se pone delante de nosotros conla ausen- cia manifiesta y querida del gene- ro femenino, rasgo éste de mo: dernidade innovacion del que es: tamos orgullosos. El aio resulte grato para «algunos» ya que la sfraternal» y stemible» conviven- cla ABENZOAR dio sus frutos por fin salieron los snovios de la Escuadra»; los «papas» ataron Cabos y se «amarraron» mutua- mente (nudo que llega hasta nuestros dias y cuyo desenlace se vislumbra esperanzador). Pe- To 1988 no reflejé la «cortesia» de la que hacen gala algunos de los sejemplares» que integran las huestes ABENZOARES. He aqui lo que acaecié la noche de autos del 10 de septiembre de 1988 en nuestra Villa: ranscurrido el des- file especial del IV Centenario, al retirarse la morisma ABENZOAR hacia sus moradas, dos elemen- tos subersivos altamente peligro- 0s y descontrolados, gracias a ‘su espantosa stajada», «atacaron con nocturnidad y alevosia» las posaderas de una dama con un estrepitoso escudazo ante los atonitos ojos de los alli presentes; ‘como es natural, la dama, azora: da por la situacion, reprendié ai rosamente a su poco comedido retofio, pero éste se limité a ob- sequiar al tendido con tres sono- ras regurgitadas, tras lo cual se dio a una vergonzosa fuga. acompafiado de su compinche. Este aio, el del IV Centenario {isic!), hubo clertas incursiones femeninas en la Escuadra que probaron y actuaron de avanza- dilla de la futura —spor siem- pre»— agrupacién mujeril. Vol- viendo al desfile del IV Centena- rlo, se vio éste salpicado por al- guin que otro incidente, ocasiona- do asimismo por el «holligan» de! extremo derecho, que fue amena- zado e, incluso, severamente ad- vertido por el directivo de turno (que jurd y perjuré «no volver ha- cerse cargo delos ABENZOARES de por vida») Y ya, ipor fin!, 1989, afio dela manumision femenina. Mucho habria que escribir sobre el ano en cuestion. Permitaseme hacer 1979-1990 mencién del temple mostrado por las ABENZOARAS en su pri mera ~y Unica hasta el momen- to—aparicion, cargada de notas «desorbitadamente sensuales y espoleadoras de la libido» de la concurrencia varonil, como con- secuencia de los voluptuosos contoneos y balanceos de sus atributos superiores. El dia dela Enhorabuena, como resultado de la sinmejorable» organizacion ‘a que ya estamos acostumbra- dos, ocurrié el siguiente lance: trastocado el orden de desfile tras las protestas de una de las sfilaesm (isic!), fuimos obligados =no sin antes defender lo que era nuestro (una «bandica» de misica)— a ceder el lugar que nos habia sido asignado. Nuestra resolucién fue clara, concisa y, sobre todo, rapida: batimos los records olimpicos de los 100 m. lisos en varias ocasiones, por lo que nuestros oponentes se vieron obligados a conectar «el turbo de sus babuchas» Y hasta el momento esto es lo que hay. En el décimo aniversa- tlo de los ABENZOARES sélo ca- be esperar una cosa: que este aio, una vez mas, actuemos con «prudencia» y «comedimiento» (ee. je...) ysepamos dejar el pa- bellon ABENZOAR como noso- tros sabemos, es decir, muy alto. Manolo Amorés (Sutrido y maltratado Cabo de los ABENZOARES) DIEZ ANOS DE ABENZOARES ENTREVISTA A\o..s0sé srorons P. En/os tiltimos afios las Fiestas de Caudete, como las de otros muchos pueblos, han sutrido cambios importantes. éQué opi- nion le merece el panorama ac- tual de nuestras Fiestas? éConsi- dera que en nuestro pueblo se han producido las moditicacio- nes adecuadas o bien se han se- guido pautas erro- neas? éQué su- gerencias haria al respecto? EI panorama ac- tual de nuestras Fies- Seren Yecerbiesoh DPS ele Gabi tty | ra de Caudete? En nuestro pueblo, lo tradicio- nal se mantiene en un ochenta Por ciento, No creo que exista ninguna amenaza para la autén. tica tradicion festera. Con el paso de los arios, la tradicion se hace me. Por ejemplo, Mirenos y Ta- rik, que ya son tradicion P. Caudete mira una y otra vez a las poblaciones de su alrededor, fundamentalmente alicantinas y valencianas, buscando modelos a seguir en la celebracidn de sus Fiestas. La actual entrada es la prueba mds tangible de ello. ¢En qué medida nuestra Fiesta esté Esta pregunta la contesto por el final. No tiene que ver nada el derrotero linguiistico para nues- tras Fiestas, ya que hay multitud de pueblos de habla castellana donde se celebran Fiestas de Mo- 08 y Cristianos. Respecto a nuestra identidad festera, no hay quien nos gane e incluso. se mejora (Castilo, dis: paros, ruedo de banderas, etc) laAsociacion y, con ella, las Com parsas (que son una sola), velan por ello y no corren ningun peli- gro nuestras tradiciones festeras Respecto a la idiosincracia de nuestro pueblo, creo que al ser un puebio fronterizo, con varias culturas, se le pega parte de todas ellas y en las Fiestas tendria tas es bastante bue- Sibi Lajork etn UL UE er belive no, si tenemos en xii, i€ que pasar lo mismo. : ba SN Dy igdraecdpsbi i Derbi aieol Se ha procurado mejo- Cuenta la poca patti fei babes shanks Colise viel fartiorque tea aT esr cipacion de los que se llaman festeros en las Juntas generales dela Asociacion, que es de donde deben emanar las directri- ces para mejorar nuestras Fiestas Hay mas festeros de guarida que festeros de verdad. Si hay al- guna pauta erronea © inadecuada, hay que echar la culpa a los festeros y no alos directivos Mi sugerencia es que cada Comparsa envie una docenade + compromisarios a las Juntas generales, con unas directrices de Comparsa marca- das, para que puedan exponerlas en dichas Juntas y, asi, subsanar errores y mejorar las Fiestas P. Siempre que se habla de cam- bios y evolucién se plantea, inevi- tablemente, la cuestién de la oposicién entre lo moderno y 10 tradicional. éEn qué términos se desarrolla esta polémica en nuestro pueblo? - (ABENZOARES MOROS, SA) Erase una vez unos seres in- descriptibles, No hay forma hu- mana de describirlos. Pero, eso | si, sdlo cinco dias al ano y algu- | No que otro suelto, Son imprevi- sibles (demasiado), hasta el pun- to de aparecerte a las 4 dela ma jana, una noche de invierno cau- detana, vestidos de buceador, meterte las «posaderas» en la fuente de la Plaza del Carmen, y alguna que otra gamberrada bar- | baria suelta Pero dejemos las pequeneces y pasemos a lo mejor del tema Da la punetera casualidad 0, mejor dicho, casualmente todos los ABENZOARES tienen novias sforasteras». Es ésta una gran ofensa para las Bellezas ABEN- ZOARAS. Nosotras hemos sido siempre sus defensoras en cual- quier situacion, hasta en las mas graves. Pero, como se suele de- cir, «cria cuervos que te sacaran los ojos. Y lo mas gracioso es que los queremos como hermanos, o | mas, pero pensamos que ellos a | 1979-1990 eB eS hello SL aE: aay og Ne Gegae dee || eeplderta aig sw nL lala) ahiees Liat 5 SceMg nosotras nos quieren como a sus sprimas», Aun asi, qué duda ca- be, la Guerreras ABENZOARAS darian todo por ellos. Menciona: remos nuestros dos primeros desfiles como tales... A ellos se dedicaron nuestros movimientos erdticos-seductores. Al final, sin embargo, todo termind en esca- padas por separado. iNo es jus: to! IEsto no es jus: to! Siguen prefi- riendo a sus NIBE- LUNGOS para co- milonas y posterio- res orgipinatas. A pesar de todo, no. sotras seguimos manteniendo el ti po y, para conse guirio, lo mejor es huir cuando el am- biente ABENZOAR huele aJ.B., Ballen- tines 0 el impres- cindible «Cutillas» Esperemos que no falte este afio tan Saigsteu yl, Ses ial CAB a Vien Azle Nn SB phe Retinitis jc grandiosa adquisicion Aunque también tenemos que decir que compran bebida de gran calidad, pero en pequefias dosis, justo lo que cabe en la cis- terna del WC Esta es una pequefia historia del mundo ABENZOAR. Noso- tras no perdemos la esperanza y seguimos intentandolo, porque, como se suele decir, el que la per- sigue la consigue. 40 no? Dos Abenzoaras DIEZ ANOS DE ABENZOARES ESTOS SON LOS ABENZOARES. Canraatos reves macos Como este afio he sido muy bueno y «estoy sentando la cabe- 2a» quisiera pediros todos estos regalos para mi y mis hermanos Abenzoares: Para mi Manolo, un trabuco, para que no tenga que pelearse con el «Velas» ala hora de salir en la procesion. iAh!, y que esconda la foto de bailaor con sus veci- | nas. | Para miLuisito, un pantalon de | moro que no haya que sacar del | «Guiness» Para German, unas babuchas del 56 (como Agamenén) Para mi Juanito, una copa de Magno Para Nano, un gorro conse- cuente. Para los «yayos», dos niferas para Fiestas. Para José Francisco, un sable de boda nuevo. A Jaime le reservamos el sitio. el afio que viene. Para Fernando, que no se le ‘cague el caballo a mitad del »Cas tillo» Para el Conde, que se mos- quee menos, aunque me han di- | cho que va mejorando. | Para todos me gustaria pedir una casa con patio, para que | Monty pueda invertir en una fabri ca de chapas y nos deje trangui los. Para mi, muy especialmente, dos barras de bar nuevas, un po- co mas retaconas, porque mi amigo Chus si que esta modo, pero a mi me falta un no sé qué. También prometo lavarme los dientes todos los dias si nos toca banda de musica este ano. Por tltimo, y no sé si sera ex cesivo, que no falte J.B. este aro (creo que me he pasao...) Colocando los calcetines en la ventana Jose Peitas de San Pedro (Dodge City) | 5 de Agosto de 1990 P.D. De mi «Seti», si, después de tirar el muro, consigue que la «Brunillan salga de vikinga, ya me lo creo todo. Invewranio oe escuaora. SERES Y ENSERES Cuatro botellas de gin Cutillas. No sé cuantas de conac Decano Reserva. Una botella de ron Burdot Y una borrachera segura Una nevera Posiblemente otra nevera El derecho de usufructo de un equipo de musica El derecho de usufructo de un ra: diocasette Un cartel con el escudo de la Es- cuadra en paradero descono- cido, Pepsi-cola, Schweppes de li- mon, naranja y tonica light. Otra borrachera Casquillos, bombillas, enchufes y un cuadro, Un grifo de la pila de fregar Un desague. también dela pila de fregar. Y unas perricas en el banco Una barra de madera con rema- tes de railete blanco mate jas- Peado con incrustaciones de quemazos de cigarrilos. Una cocina a gas butano de tres fuegos. Dos fuentes ovaladas hondas, ti- po cenicero. Un Mistol vajilas, Dos botellas de lejia Tres tenedores, dos cucharas y cuatro cuchillos de cocina Un cuchillo de contar jamon Una cena de hermandad el 5 de septiembre y una borrachera mas. Media docena de platos llanos de porcelana Cuatro platos hondos Un cubo de basura Un cubo de fregar. con su mocho 17 vasos, tipo tubo cristal sopla- do. 13 Algiin vaso, tipo tubo cristal sopla. do roto, Dos escobas. Una Kabila siempre incierta 0 ca- si segura Un dia 5 de septiembre arreglan- do la Kabila Unas muy posibles sillas del PRYCA Unos aguieros enrrollados y pon- gamos otra borrachera Y mucha ilusion. Y unas ganas tremendas de pa sarlo bien Y una fila de tios. Y una fila de tias. Una borrachera Y un ABENZOARES FOREVER (Este inventario ha sido reali- zado por Luis Yilera @uilez y Ma- nuel Amorés Solera. Mi unico tra- bajo ha consistido en pasar al pa- pel lo que ellos me dictaban.) Juan 14 LA LIRA ABENZOAR Poems Ala fiesta le han quitado su salsa singular moreillas, longanizas y aquello pa regar, los cartos que ponian lo que ahora falta ya, el contacto con el pueblo sentado y en la fila Esto, mas que moros, todos cristianos son ya Por eso me parece una fiesta de guardar. moros santos, mirenos cristianos y la Antigita vigiliar La comision se preocupa del Castillo renovar: no importa si hay Escuadras que la musica no pueden escuchar Son bastiones de la fiesta cinco y cuatro més, no importa que la juventud quiera participar. Organizan al antojo de a su gusto complacer. Y no es el alma de esta fiesta ni el lujo y suntuosidad, sino la participacién de todos al estilo popular Por eso, ABENZOARES, reir y disfrutar y pasar lo més alegre la fiesta de acristianar Un moro viejo ya 1979-1990 DIEZ ANOS DE ABENZOARES LA COCKTELERA ABENZOAR Temponaoa 1990 Avalados por una experiencia cocktelera mas que probada en mil y un desfiles, y animados por la buena acogida que nuestras espiri- tosas mezclas han hallado entre el pir blicoen general ylas autoridades en par- ticular, y conside- rando que los sabe- res alquimicos y los conocimientos alco- hélicos son patrimo- I nio general de la Verifiquese la calidad de la mez- cla (para ello, se escogera un NI- BELUNGO predispuesto hay: los— y se observara la reaccién) Hecha la comprobacién, tomese con asiduidad. Las propiedades de este caldo se ven especial- mente realzadas con la consumi cién de los estupendos bocadi- llos de ATALAJAKES’ Inn. Exclu- sivo para los momentos (los me- | jores) que preceden al desfie. 3. «Death's drink»: mézclense 2 Pethboen.6s: es 15 en caliente. Para ello, el aguero de turno se hara con una jeringa de caballo con la que administra ra abundantemente, tanto en la boca como en el rostro y la vest menta, el liquido. El agliero se asegurarala colaboracion del po tencial consumidor taponandole convenientemente los orificios nasales. Ingiérase a lo largo de todo el desfile. Ofrézcase con ge- nerosidad a las autoridades. El agllero observara en este caso una regla de oro: no be- ber mas que el resto de la Escuadra. 4. «Post-mortem vo- mitive»: machaquese en un mortero una guindila, un pellizco de pimienta blanca, algo de azatran (0 colorante alimentario), oregano, un diente de ajo y unas Fiesta y de los espi- ritus selectos que en ella pululan, hemos decidido dar a cono- Ph Wycpintdd gps Alling Unviee Z8Ge aboot] es Saal be Kolebe tbls apse shld a) ete sa Slat Cpa» Flo BESS Ls sdcteLLb Lp Sh Ly Corl U)| gotas de Ballantines (0 J.B). Viertase el mace- rado en un litro de tan cer algunos secretos de nuestras reputa- das combinaciones. En la presente ocasién nos permiti mos oftecer al gre- mio de agiieros las siguientes recomen daciones para las Fiestas que se aveci- nan. 1, «Red Moons meézclense dos me- didas de Ballantines (0 J.B.) con una de jarabe de fresa (para dar- le color) y otra de Vermut Rojo Se- co. Aniadase una guinda, Agitese con firmeza y bébase de un trago (sin pensarlo). Respirese. Repita- se. La ingestion reiterada de este delicioso bebedizo predispone el ‘cuerpo para consumir ulteriores y mas aberrantes pozimas. Muy apropiado para el maquillaje. 2. «Ballantines’ Oberture» mézclense tres medidas de Ba- llantines (0 J.B.) con dos hielos. Aitadase media medida de tequi lay unas gotas de agua de limon dos medidas de Ballantines (0 | J.B.) con seis de ponche y una de anis (para rebajar). Agitese con buen ritmo. A fin de asegurar la calidad de la mezcla resultante conviene proveerse de un BERE- BER (adultoe impoluto) y, por via oral o intravenosa, administrarle Un cuarto de dosis: si cae inme- diatamente fulminado, la mezcla es correcta; si el sujeto en cues- tidn se volatiliza 0 desintegra, la dosis sera reducida conveniente- mente hasta alcanzar el grado optimo, para lo cual se recurrira a nuevos BEREBERES Sirvase | ta de limén. Anadase, ademas, medio litro de «Cutillas». Agitese a rit- mo de «mambo». Coja- se un musico (timbale 10.0 trombonero, prefe- rentemente) y experi mentese con él. Si este pregunta por el WC mas cercano la mezcia es la adecuada Reco- mendado para des pues de desfilar Obviamente la E> cuadra no se responsabiliza de las consecuencias y efectos der vados de la consumicion de las bebidas recomendadas. Departamento de Agieros

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