1. Establece que la energía puede convertirse de una forma en oytra, pero no puede crearse ni destruirse. Una medida de estos cambios es la cantidad de calor que un sistema libera o absorbe durante un proceso a presión constante, que se define como entalpía. 2. Los procesos termodinámicos se ven favorecidos en una dirección. 3. Extensión de la segunda ley. Los procesos espontáneos: Uno de los principales objetivos al estudiar la termodinámica del alimento entorno, y su principal constituyente, agua, es predecir si ocurrirá alguna reacción cuando se mezclen los reactivos en condiciones especiales, es decir, a condiciones de temperatura, presión y concentración. Una reacción que si ocurre en determinadas condiciones se llama reacción espontánea. Si no ocurre en esas condiciones se dice que no es espontanea. Todos los días se observan procesos físicos y químicos espontáneos, entre los que se incluyen muchos de los siguientes: - Una cascada de agua cae, pero nunca sube espontáneamente. - Un terrón de azúcar se disuelve en forma espontánea en una taza de café, pero el azúcar disuelto nunca reaparece espontáneamente en forma original. - El agua se congela de modo espontaneo a bajo 0°C y el hielo se funde de forma espontánea por arriba de los 0°C a 1 atm. - El calor fluye de un objeto más caliente a uno más frio, pero el proceso inverso nunca ocurre de manera espontánea. - La expansión de un gas en un recipiente al vacío es un proceso espontáneo, el proceso inverso, es decir, la reunión de todas las moléculas dentro de un recipiente, no es espontáneo. Estos ejemplos muestran que los procesos que ocurren de forma espontánea en una dirección no pueden ocurrir de manera espontánea en la dirección opuesta bajo las mismas condiciones. Si se supone que los procesos espontáneos ocurren para disminuir la energía de un sistema, es posible explicar por qué una pelota rueda debajo de una colina y los resortes se desenrollan. De manera semejante, un gran número de reacciones exotérmicas son espontáneas. Un ejemplo, es la combustión del metano. CH4(g) + 2O2(g) = CO2(g) + 2H2O(l) ∆H°=-890.4 Kj/mol. Otro ejemplo es la neutralización ácido – base: H+(ac) + OH-(ac) = H2O(l) ∆H°=-56.2 Kj/mol. Pero consideremos una transición de fase sólida a líquida: H2O(s) = H2O(l) ∆H°=6.01Kj/mol. En este caso falla la suposición de que los procesos espontáneos siempre disminuyen la energía del sistema. Al estudiar los ejemplos mencionados y muchos casos más, se llega a la siguiente conclusión: el carácter exotérmico favorece la espontaneidad de una reacción, pero no la garantiza. Es posible que una reacción endotérmica sea espontánea, así como una exotérmica no lo sea. En otras palabras, no se puede predecir si una reacción ocurrirá de manera espontánea si se consideran sólo los cambios de energía del sistema. Para hacer este tipo de predicciones es necesario buscar otra cantidad termodinámica, esta es, la entropía. Entropía: Para predecir la espontaneidad de un proceso es necesario conocer dos cosas respecto del sistema. 1. Una es el cambio de la entalpía. 2. La otra es el cambio de la entropía. La entropía (S) se describe a menudo como una medida de la aleatoriedad o del desorden de un sistema. A medida que aumenta el desorden de un sistema, mayor será su entropía. Por lo contrario, cuanto mayor sea el orden del sistema, menor será su entropía.