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Tema: Métodos para la medición de nivel en líquidos.

Objetivos:
a. Determinar las formas de medir líquidos.
b. Operación de interruptores ópticos.
c. Operación del interruptor capacitivo.
d. Operación del interruptor ultrasónico.
e. Operación del interruptor de contrapresión.

Preguntas
a) Consulte la instrumentación analógica y digital para medir el nivel de sólidos
y líquidos.

Sensores de nivel

El método más simple para medir el nivel de un líquido es sumergir una regla
graduada y ver la longitud que queda mojada al extraerla, pero no se presta fácilmente
a la automatización. Para obtener una señal eléctrica se puede emplear un flotador con
una conexión mecánica que, en virtud del principio de Arquímedes, convierte el
desplazamiento de la superficie libre en una fuerza o par, y éstos en un ángulo de giro.
Otra posibilidad es emplear un flotador con una polea y un contrapeso: el ángulo
girado por la polea es proporcional al nivel de líquido. Para evitar que el flotador
derive por la superficie, se encierra.

Figura 1. Flotador a) ángulo de giro y b) polea y contrapeso c)de presión diferente y d)de burbujeo y
medida de presión diferencial

En un tubo guía. Para evitar el depósito de sustancias en su superficie, tiene forma


ahusada.

Una alternativa es medir la diferencia de presiones ∆𝑃 entre el fondo del depósito y la


∆𝑃
superficie del líquido. La relación con la altura del líquido h es ℎ = 𝜌𝑔

Donde 𝜌 es la densidad del líquido y 𝑔 la aceleración de la gravedad. Este método se


puede aplicar tanto en depósitos abiertos como en depósitos cerrados a presión.
En ambos casos, el desconocimiento exacto de 𝜌, que depende del líquido y de la
temperatura, es una fuente de error. Las posibles fugas en la toma de presión cercana al
fondo, son otro problema a considerar.

El método denominado de burbujeo, evita la medida de presión en el fondo del


depósito. Consiste en un tubo inmerso hasta la proximidades del fondo, y por el que se
hace circular un gas inerte a caudal consante que se ajusta hasta que se ven aparecer
burbujas en el extremo del tubo. La presión en el tubo es igual entonces a la presión en
la altura del depósito donde está el extremo del tubo.
b) Consulte como se dividen los materiales según la relación con los campos
magnéticos

Materiales magnéticos

Los materiales magnéticos pueden ser débilmente magnéticos o fuertemente


magnéticos. En los primeros la permeabilidad magnética no depende de la intensidad
del campo aplicado. Pertenecen a este grupo los materiales diamagnéticos 𝑢𝑡 > 1 y
los paramagnéticos 𝑢𝑡 > 1. En los materiales fuertemente magnéticos, o magnéticos
a secas 𝑢𝑡 ≫ 1, la permeabilidad depende de la intensidad del campo magnético. En
este grupo están los materiales ferromagnéticos (hierro, cobalto y níquel) y
ferrimagnéticos (ferritas).

Los materiales ferromagnéticos pueden considerarse formados por numerosas


volúmenes o dominios, cada uno con una magnetización en una dirección dada. Si los
momentos magnéticos de los diversos dominios tienen direcciones distintas, el
material está desmagnetizado. Pero si hay un cierto grado de alineamiento entre
dominios, el material está magnetizado.

Los momentos magnéticos fundamentales se deben a corrientes electrónicas


“elementales”. En el caso de los elementos del grupo del hierro (Fe, Co, Ni), se deben
al desapareamiento en el espín electrónico (pero no a su momento orbital).

Desde el punto de vista del comportamiento magnético podemos clasificar los


materiales en diamagnéticos, paramagnéticos, ferromagnéticos, antiferromagnético y
vidrios de espín.

 Diamagnéticos

Aunque todos los materiales presentan diamagnetismo, su efecto es tan débil que en
general se ve enmascarado por otros comportamientos magnéticos. En el
diamagnetismo, fig. 7.47 un campo magnético externo induce pequeñísimas
corrientes microscópicas que tiende a debilitar (apantallar) el campo magnético
externo. Esto se consigue porque a escala atómica se inducen momentos magnéticos
con sentido opuesto al campo magnético externo. Es decir, el vector magnetización
→ y → tienen sentidos opuestos. En consecuencia, para describir el campo magnético
𝑀 𝐵
total hay que utilizar una permeabilidad magnético, 𝜇, ligeramente diferente de la del
vacío, 𝜇 < 𝜇0 . Un material que tiene un comportamiento diamagnético es repelido
por el campo magnético creado por corrientes.

Figura 2. Diamagnetismo
 Paramagnéticos

En estos materiales, los átomos o moléculas tiene un momento dipolar magnético


permanente, de forma que un campo magnético externo produce un par sobre ellos
que tiende a alinearlos en la dirección del campo oponiéndose al desorden debido al
movimiento térmico. El material en este caso adquiere una magnetización → en la
𝑀
misma dirección y sentido que el campo magnético →. Los momentos magnéticos
𝐵
permanentes son del orden de 103 veces mayor que los momentos magnéticos
inducidos por el diamagnetismo, de modo que en la mayoría de las substancias
paramagnéticas. Un material paramagnético es atraído por el campo magnético de
unas corrientes. Para describir el campo magnético total hay que utilizar una
permeabilidad magnética, 𝜇, ligeramente mayor que la del vacío , 𝜇 > 𝜇0 , es decir los
materiales paramagnéticos refuerzan ligeramente el campo magnético creado por
corriente externas. No obstante, también en los materiales paramagnéticos el cociente
𝜇/𝜇0 , está muy próximo a la unidad.

Para clasificar los materiales se suelen usar la llamada susceptibilidad magnética, 𝑋,


𝜇
la cual se define como: 𝑋 =𝜇 −1
0

Y es un número sin dimensiones y pequeño frente a la unidad, positiva en las


substancias paramagnéticas y negativas en los diamagnéticos.

Figura 3. Paramagnetismo
 Ferromagnéticos

El hierro, cobalto, niquel,etc, y algunos óxidos de estos, son substancias


ferromagnéticas. La principal característica es que pueden mostrar una magnetización
permanente y sus efectos son mucho más intensos que en resto de los materiales.

En estos materiales las interacciones entre los espines son tales, que éstos tienden
a alinearse paralelamente. Debido a esto, a temperaturas bajas, esto es, cuando los
efectos internos son mucho más importantes que los externos, hay en estos
materiales una orientación única con la cual se reduce a su valor mínimo la energía
del material. Esta orientación corresponde a todos los espines que apuntan
exactamente en la misma dirección.
 Antiferromagnético
En estos materiales, las interacciones entre los espines tienden a alinearlos
antiparalelamente. Como resultado, a bajas temperaturas y en ausencia de un
campo magnético externo, habrá una configuración única de mínima energía. En
este estado del sistema, todos los espines apuntan alternadamente hacia arriba y
hacia abajo, y el material no exhibe magnetismo a nivel macroscópico.
 Vidrios de espín
En este tipo de materiales encontramos que algunos pares de espines van a reducir
su energía si se alinean paralelamente, mientras que otros lo van a hacer cuando
sus posiciones sean antiparalelas. Dado que cada espín interactúa con muchos
otros espines, algunos de "sus compañeros" le pueden "pedir" que se alinee en una
dirección y otros en otra. Una consecuencia será que no todos los espines se
puedan poner de acuerdo y que a temperaturas bajas no habrá una, sino muchas
configuraciones diferentes que correspondan a estados de energía mínima. Para
cada una de estas configuraciones tenemos que no todos los pares de espines
contribuyen a reducir la energía libre; entonces se dice que los pares que no
contribuyen se encuentran frustrados. Por consiguiente, toda configuración de
mínima energía contendrá muchos pares frustrados, diferentes en cada caso, ya
que no será posible hacer que todos ellos contribuyan simultáneamente a reducir
la energía del sistema.

Bibliografía

PALLÁS,Ramón, “ Sensores y acondicionadores de señal”, 4ta Edición

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