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EL OBJETO DE ESTUDIO.

La formación para la investigación como objeto de estudio.

Reporte de lectura: La formación para la investigación como objeto de estudio.


Autor:

Materia: Metodología de Investigación.


Arq. Salvador Dueñas Rodríguez.
Maestría en Renovación Sustentable de la Ciudad. ESARQ.

Investigación-formación y la formación para la investigación.

Para afirmar el concepto de investigación, se toma como bueno el planteamiento de Manuel


Castells y Emilio de Ipola (1975:41), que nos dice que en su concepto más amplio, la investigación
es la representación concreta de la actividad científica. Es decir la investigación representa de
forma global los procesos de producción de conocimiento de forma organizada y regulada por un
sistema de normas inscrito en el aparato institucional.

Igualmente se coincide con la forma en que Patricia Ducoing (1988:23) divide en tres, los tipos de
investigación:

1) Investigación como producción de nuevo conocimiento (Teoría, conocimiento puro).


2) Investigación como actitud ante el aprendizaje. (Reflexión metodológica).
3) Investigación destinada a la resolución de problemas. (Aplicación concreta).

Hablando de la investigación como actitud de aprendizaje, y tomando en cuenta lo que esto


significa para los procesos formativos dentro del marco académico, específicamente en los
programas de educación superior y posgrado, menciona el autor que es de esperarse que la
investigación como actitud hacia el aprendizaje fuera contemplada como objetivo en todo el
proceso formativo de educación.

Si como ya se citaba, se toma como bueno el planteamiento de entender a la investigación como


la práctica para la producción de conocimiento, entonces es necesario especificar las
características de ese quehacer denominado producción de conocimientos.

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EL OBJETO DE ESTUDIO.
La formación para la investigación como objeto de estudio.

En este tenor, Ricardo Sánchez Puentes (1987:30-31) plantea: “La generación de conocimientos
científicos no es una operación unitaria que se da de golpe, como una especie de iluminación
repentina o de flechazo intelectual. Tampoco, sin embargo, es el resultado mecánico lineal de una
secuencia de operaciones ni la conclusión última de una cadena lógica de premisas. El
surgimiento de conocimiento científico, así como su aplicación exitosa, es un fenómeno histórico
no instantáneo, es un proceso dialéctico, no acumulativo, es un hecho recurrente, no
unidireccional, acepta la desarticulación y no es monolítico.

No hay investigación sin problema. Sin fundamento teórico-conceptual. Es decir la investigación


está ligada por causa eficiente a problemas y necesidades reales.

La investigación como generadora de conocimiento, cuestiona el rumbo y los significados de la


construcción científica. Se interesa particular y permanentemente en el porqué, para qué y para
quién de la práctica científica.

Las ideas evolucionan y se complementan. El proceso de formación de una persona lleva implícito
el desarrollo de sus potencialidades y estas potencialidades se deben poner a disposición de otras
personas para la retroalimentación.

Pasillas (1992:154) establece que la formación en específico es un proyecto propio, asumido


personalmente. En tanto que el que se forma es el que decide y que participa activamente del
proceso. Por eso, Ferry (1191:55) afirma que hablar de un “Formador” y un “Formado” puede
enviar una idea errónea de papeles activos y pasivos en el proceso de formación. Uno se forma a
sí mismo en tanto que los formadores son mediadores así como lo son las lecturas en el
aprendizaje.

Involucrarse en procesos de formación para la investigación -más allá de la simple capacitación o


instrucción- es sin duda la idea principal que pretende afirmar el presente estudio.

Habría entonces que concebir a la investigación como una práctica para la que es necesario
formarse.

Aunque se puede hablar de formación de forma genérica, es necesario hacer la distinción de la


intención de la formación. Formación en, formación por y formación para, Filloux (1996).

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EL OBJETO DE ESTUDIO.
La formación para la investigación como objeto de estudio.

Si habláramos del “oficio” de investigador, debemos entenderlo como el conjunto de saberes,


estrategias y habilidades básicas y en ese sentido hablamos de habilidades prácticas con un claro
objetivo en la acción. Es decir, el “oficio” de investigador como generador de conocimiento, debe
ser fundado en quehaceres y operaciones prácticas que agilicen y procuren de forma ordenada tal
obtención de conocimiento.

Luego entonces, la formación para la investigación, no implica la formación doctrinaria en ciertos


modelos de investigación. Sino que debe proporcionar elementos que permitan la elección de
teorías y metodologías desde las cuales se interese en desarrollar su actividad.

Cada una de las citas referidas, pone énfasis en diferentes elementos de la formación. Ya sea el
qué o para qué de la formación, ya sea el sujeto de la formación y la tarea para que se forme, o ya
sea el valor formativo derivado de la práctica misma de la investigación.

Sin embargo todas aluden a elementos comunes:


La práctica específica (Investigación)
La necesidad de conocimientos, habilidades, hábitos y actitudes
La función mediadora del quehacer académico en la promoción y facilitación del acceso a
conocimientos y el desarrollo de las habilidades, hábitos y actitudes ya referidos.

Así pues, el presente estudio, concibe la formación para la investigación, más que una simple
enseñanza de principios básicos de investigación; sino con la función mediadora para dinamizar el
proceso de trasformación de la persona en términos de potencializar capacidades en habilidades.
Lo que involucra también los fines básicos de la enseñanza (apropiación del saber) y la
profesionalización (desarrollo de competencias).

Ferry (1991:75). La formación, requiere por parte de los formadores el trabajo de motivación, y la
facilitación para la elaboración y realización de proyectos.

Estrategia para generar conocimiento y estrategia de formación para la investigación.

Si el quehacer científico requiere y busca eficacia, de forma tal que se estructura bajo un principio
de estrategia -para el logro de sus objetivos escoge los mejores caminos y los medios más
adecuados-.

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EL OBJETO DE ESTUDIO.
La formación para la investigación como objeto de estudio.

Entonces ¿Debemos entender que para la formación de investigadores como generadores de


conocimiento se debe contar con estrategias de motivación y facilitación de acceso al
conocimiento para la elaboración y realización de proyectos? Sí.

Se dice que el profesor-investigador es un estratega cuando es hábil y diestro en la conducción del


proceso de investigación y generación de conocimiento. Sánchez Puentes (1993:68).

Inferimos entonces que:


No existe un solo camino para generar conocimiento. Se requiere de estrategias para seleccionar
las vías más eficaces.
Cada proceso de investigación es único, pero comparte elementos comunes.

Al investigador le corresponde por tanto la construcción de la vía que considere más adecuada
para lograr su objetivo visualizando todo el proceso de generación del conocimiento.

Si el proceso para generar conocimientos es cuestión de estrategia y con cierto grado de


complejidad, qué decir del proceso de formación de investigadores que conlleva la promoción y
facilitación que la práctica de la investigación necesita para ser realizada por los nuevos
investigadores.

Las estrategias para la investigación no son solamente una elección de tipo didáctico o curricular.
Implican una visión filosófica, sociológica y metodológica de la naturaleza de la práctica de la
investigación. Epistemología.

Habilidad, desarrollo de habilidades y habilidades investigativas.


Definamos. Debemos entender los conceptos de: capacidad, aptitud, competencia, destreza y
habilidad como distintos –aún y cuando hay una vinculación estrecha entre ellos-.
La aptitud se debe entender como una disposición innata, como un potencial natural.
La habilidad sin embargo, requiere del ejercicio y dinamización de tal aptitud para su
potencialización.
De esta manera, una vez logrado los avances requeridos que llevan a niveles óptimos de
competencia y desempeño, podemos hablar de “Desarrollo de Habilidades”.
Así, las destrezas, serán aquellas habilidades que las personas hayan desarrollado con alto nivel
de competencia. Aunque es de señalar que en el camino para lograr el nivel de destreza, se puede
hablar de grados de desarrollo de habilidades.

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La formación para la investigación como objeto de estudio.

Las habilidades son educables en tanto que es posible desarrollarlas de diferentes maneras y con
ello convertirlas en cualidades que pueden seguir evolucionando hacia mejores desempeños.

La delimitación del objeto de estudio.

Tomando en cuenta que una vez que se ha descrito la situación problemática de origen con el
conocimiento que tal situación abre la posibilidad para una gran variedad de investigaciones sobre
la misma, el acercamiento a la formación para la investigación como objeto de estudio muestra 3
focos de interés.

- Habilidades investigativas. Las habilidades que una persona necesita desarrollar para
realizar una investigación de buena calidad.

- Estrategias de formación para la investigación. Para propiciar dicha formación.

- La forma en que inciden estas estrategias de formación en el desarrollo de habilidades


investigativas.

Podríamos centrar el problema de investigación en la respuesta de preguntas como:

¿De qué naturaleza son los aprendizajes requeridos para hacer investigación? Si se trata de
fundamentalmente de desarrollar habilidades, ¿Cuáles y que tipo de habilidades son estas?, por
último, ¿Qué tipo de estrategias de formación para la investigación promueven experiencias de
aprendizaje relevantes al desarrollo de habilidades investigativas?

Las respuestas estarían en el logro de objetivos como:

- Explorar las características y complejidad de los aprendizajes que posibilitan la realización


de investigación de buena calidad.

- Identificar habilidades cuyo desarrollo sea propiciado en la formación para la investigación.

- Construir un perfil de habilidades investigativas con la descripción de las mismas y su


relación con tareas y operaciones propias de la investigación.

- Aportar al conocimiento sobre la formación para la investigación centrada en el desarrollo


de habilidades.

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